José Manuel Rodríguez Presidente del Instituto del Patrimonio Cultural “… el patrimonio con sentido de pertenencia puede ser un extraordinario recurso para el desarrollo integral de nuestro pueblo, más allá de lo cultural.” José Manuel Rodríguez Presidente del Instituto del Patrimonio Cultural Defensor activo de los bienes patrimoniales tangibles e intangibles, guardián de la memoria histórica como referencia de vidas pasadas y precursor en Venezuela de la puesta en uso social del patrimonio como carril que guía el desarrollo de muchas comunidades venezolanas, son algunas de las características de José Manuel Rodríguez, un venezolano que conserva como premisa “la restauración del pasado para resguardar el presente y potenciar el futuro”. Y es que el arquitecto José Manuel Rodríguez desde sus inicios como estudiante en la Facultad de Arquitectura en la Universidad Central de Venezuela – Patrimonio Cultural de la Humanidad – donde fue además profesor y luego director, hasta su nombramiento como presidente del Instituto del Patrimonio Cultural se ha caracterizado por ser un promotor incansable del resguardo de los valores patrimoniales de nuestro país, pasando por los tiempos en que trabajó como Director de Ingeniería Municipal de Caracas y participó en la creación de Fundapatrimonio, ente adscrito a la Alcaldía caraqueña de Libertador, encargado de proteger y rescatar el patrimonio de la ciudad. Una de sus luchas más determinantes ha sido la que comenzó en el año 2003 al frente de la Comisión Presidencial para la Protección de Coro y su puerto de La Vela, sitio declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1993, que, víctima de los estragos del tiempo y los agentes naturales entró a la lista de patrimonios en peligro. Sus esfuerzos lograron la asignación extraordinaria de más de 30 millones de dólares para iniciar el rescate de este mágico sitio venezolano y la posterior creación de la Oficina Técnica de Atención a la Emergencia, donde articulan esfuerzos la gobernación del estado Falcón y las alcaldías de La Vela y de Coro, logrando conciliar los lazos entre esos organismos y propiciando el trabajo mancomunado entre los poderes nacionales, estadales y regionales en defensa del patrimonio. Rodríguez también creó la Fundación Parque Arqueológico y Paleontológico Taima-Taima, en honor al parque del mismo nombre, otro logro de su gestión en el Instituto del Patrimonio Cultural, inaugurado en el año 2005. Taima-Taima es un lugar ubicado en las áreas de influencia de Coro, donde se hallaron una serie de restos arqueológicos y paleontológicos que según estudios pueden evocar la memoria más antigua de la humanidad. Esta fundación tiene como premisa poner el patrimonio en manos de las comunidades para que estas los gerencien, con previa capacitación, y alcancen además de su desarrollo endógeno una economía que permita su autosustentabilidad. Actualmente trabaja en la creación del Fondo de Financiamiento Fijo para Coro y La Vela, concebido como una instancia para garantizar la existencia de permanentes aportes económicos que permitan el mantenimiento del sitio, alejando la gestión del patrimonio cultural de gestiones políticas momentáneas, pues según ha señalado Rodríguez: “No tiene sentido reconstruir el patrimonio si no se trazan líneas de acción para lograr su perdurable y perfecto estado de conservación”. Este arquitecto venezolano se adjudicó otro punto a favor al ser impulsor del I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano, un proyecto que ha permitido el registro de más de 80.000 bienes culturales de los 336 municipios del país, registro que está haciendo llegar a todos los venezolanos a través de una serie de más de 200 Catálogos del Patrimonio Cultural Venezolano en publicaciones que muestran a todo color los valores tangibles e intangibles que identifican a los venezolanos, una herramienta innovadora que rescata la memoria histórica y crea un arraigo en nuestras costumbres culturales. Este proyecto fue presentado ante la UNESCO-Francia en el año 2006, generando un gran impacto debido a la concepción integral innovadora de los valores que conforman el patrimonio cultural de nuestro país. Después de cuatro años al frente del Instituto del Patrimonio Cultural, Rodríguez se consolida con proyectos como: la puesta en uso de los parques arqueológicos de Pedraza (estado Barinas) y Cubagua (Nueva Esparta), los planes de desarrollo de ciudades patrimoniales sustentables, propiciando la participación activa de las comunidades organizadas a través de los consejos comunales en los planes de gestión; la ampliación, mejora y depuración del Registro General del Patrimonio Cultural; el reconocimiento de portadores patrimoniales como talento humano para la educación formal; la creación de un sistema de información geográfico de los bienes culturales tangibles e intangibles del país; y la creación de redes de alianzas y encuentros de los cultores para el intercambio de saberes y experiencias originarias. Aunque resulta difícil resumir los logros de su gestión al frente del ente rector en materia de patrimonio cultural en la República Bolivariana de Venezuela, se puede afirmar que la política de actuación general más resaltante propuesta por Rodríguez ha sido el fortalecimiento de la participación activa de las comunidades a través del conocimiento, protección y puesta en uso de sus valores patrimoniales, lográndose conformar una estructura social-cultural a lo largo de la geografía nacional que ha favorecido no solamente la protección y salvaguarda efectiva del patrimonio cultural, sino además el desarrollo endógeno a partir de los valores propios de cada comunidad.