Entrevista Ciudadana Manuel lezcano Soldador de gafas Manuel Lezcano dejó de lado sus estudios de contabilidad para hacer lo que más le gustaba, dedicarse a trabajos manuales, por ello comenzó muy jovencito haciendo arreglos en un taller joyero. Y ahora lleva su propia ‘pequeña fábrica’, Soldegaf, en su casa soldando gafas. – ¿Desde cuándo se dedica a este oficio? –Pues fue aproximadamente por 1960, cuando yo tenía 14 años, estaba estudiando en el pueblo contabilidad, como todos los jóvenes, pero a mi eso no me gustaba, por eso decidí empezar como aprendiz haciendo arreglos de cadenas, gafas, relojes… y por las noches me dediqué a estudiar tornero, para dominar mejor el oficio. –Me ha dicho que es de Calatayud ¿porqué decidió venirse a Badajoz? –Yo llegué a Badajoz en 1970, hace ya muchos años, y llegué de rebote. Mi jefe era de la provincia de Badajoz, de Zafra, y aprovechando un traspaso él se vino y yo con él. –Trabaja en el taller que ha preparado en su casa, ¿Desde cuándo lo hace? –Bueno aquí llevo muy poco tiempo, en mi taller. Esta iniciativa la tomé sólo hace un mes y medio. Ahora tampoco me conocen mucho, poco a poco me iré dando a conocer. Trabajo para particulares y algunas ópticas de Portugal, donde arreglan mucho más las gafas, aquí el concepto es ‘usar y tirar.’ –Lleva muchos años en la profesión, le habrá pasado de todo un poco ¿no? –Sí, después de este tiempo han pasado muchas cosas, como anécdotas me quedo con el vocabulario que a veces utiliza la gente. Cuando comenzaron a comercializarse los relojes automáticos, venían y pedían: yo quiero un reloj atómico.