daños y perjuicios.compraventa frustrada de automotor

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DAÑOS Y PERJUICIOS.COMPRAVENTA FRUSTRADA DE
AUTOMOTOR.
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR LAS OMISIONES DE LOS
FUNCIONARIOS PÚBLICOS.(ART. 1112 C.C.). CASO DE "FALTA DE
SERVICIO" QUE VINCULA LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO
CON LA NOCIÓN DE SERVICIO PÚBLICO. OMISIÓN ANTIJURÍDICA
Y SEGURIDAD JURÍDICA.
NO OBSTANTE LO NORMADO POR EL ART. 16 DEL DTO-LEY
6582/58, A LOS EFECTOS DE LA BUENA FE PRESUMIDA DEL
ADQUIRENTE, LA CIRCUNSTANCIA DE QUE EL TÍTULO
AUTOMOTOR Y LA CÉDULA VERDE SUSCRIPTOS POR EL
ENCARGADO DEL REGISTRO , NO REDARGÜÍDOS DE FALSEDAD
EN SEDE PENAL, NI CIVIL INDUCEN A CONFIAR ACERCA DE SU
LEGITIMIDAD.
NO EXIME LA OMISIÓN IMPUTABLE AL ESTADO LA ABSOLUCIÓN
DEL FUNCIONARIO EN SEDE PENAL, NI LA INEXISTENCIA DE
REGLAMENTACIÓN ESPECÍFICA RESPECTO DE LA
CONSTATACIÓN DE LA AUTENTICIDAD DE DOCUMENTOS
PRESUPUESTOS DEL ASIENTO REGISTRAL.
RECHAZO DE LA DEMANDA RESPECTO DE DAÑOS CAUSADOS
AL ACCIONANTE POR QUIENES NO TENIAN CONOCIMIENTO
QUE LA DOCUMENTACIÓN ERA APÓCRIFA. EL DAÑO SE
PRODUCE POR LA CONSECUENCIAS INMEDIATAS Y MEDIATAS
QUE GENERA UNA SERIE DE DOCUMENTOS AUTÉNTICOS PERO
NO POR ELLO LEGÍTIMOS Y EL APARENTE MARCO DE
VEROSIMILITUD QUE EN TORNO AL TÍTULO, CÉDULA Y LEGAJO
AUTOMOTOR SE ORIGINÓ
PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN Rto. S. I T.131 f*251/253
//la ciudad de La Plata, a los 20 días del mes de octubre del año dos mil ocho,
reunidos en Acuerdo los Señores Jueces que integran la Sala I de la Cámara
Federal de Apelaciones de La Plata, toman en consideración el presente
expediente n° 14858/08, caratulado: "I., F. y otro c/ R., A. E. y otra s/ daños y
perjuicios", procedente del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 4 de esta
ciudad, para resolver los recursos de apelación interpuestos contra la
sentencia(...)..
Practicado el pertinente sorteo el orden de votación resultó: Dr. Alberto R.
Durán, Dr. Julio Víctor Reboredo y Dra. Alicia María Di Donato.
EL DR. DURÁN DIJO:
I. Los actores F. I. y A. O. I. interpusieron
demanda por daños y perjuicios contra el señor R., la señora S. y el Estado
Nacional-Secretaría de Justicia de la Nación, por su responsabilidad en la
frustrada compraventa que realizaran el 23 de enero de 1990 del automotor
Pick-up Ford 1983, dominio (...).
(...)el señor F. I. fue interceptado por personal policial y le fue secuestrado el
vehículo en cuestión. Luego de prestar declaración sobre la forma de
adquisición del automotor y presentarse en la causa penal como particular
damnificado, tomó conocimiento de que la documentación del automotor
resultaba apócrifa por haber sido adulterada.
Reclama por el valor del automotor, gastos de fletes, locación de vehículo,
gastos de seguro, gastos de transferencia del automotor, gastos varios y daño
moral.
II. La sentencia de primera instancia hizo lugar a la demanda contra el Estado
Nacional Secretaría de Justicia de la Nación, con respecto al reclamo por el
daño material y el daño moral, y rechazó la demanda contra R. y S.. Impuso las
costas en un 30% a la parte actora y un 70% al Estado Nacional - Secretaría de
Justicia de la Nación.
Contra dicho pronunciamiento interpusieron recurso de apelación el Estado
Nacional (...) y la parte actora (...).
III. Los agravios por los que recurre la sentencia la parte actora se
circunscriben a los siguientes: 1) la desestimación de la demanda respecto de
los demandados R.y S.; 2) la imposición del 30% de las costas del proceso.
Por su parte el Estado Nacional se agravia de la atribución de responsabilidad
endilgada por el hecho que motiva el reclamo, toda vez que hubo negligencia
del actor al no haber solicitado el certificado de dominio ni vista del legajo y
frente a la absolución en la causa penal del encargado del Registro
Automotor(...).
IV. El art. 1112 del Código Civil contempla en forma expresa el supuesto de
responsabilidad del Estado por las omisiones de los funcionarios públicos en el
ejercicio de sus funciones por no cumplir sino de una manera irregular las
obligaciones legales que les están impuestas, cuestión que lleva a una
valoración mucho más amplia respecto del cumplimiento debido de las
funciones del agente. Ello así, por cuanto de no existir determinada obligación
específicamente normada por los reglamentos de la función de que se trate,
pero teniendo en cuenta las características particulares de la función que
desempeña el agente y los deberes provenientes de normas "genéricas", con
fundamento en ese plexo de normas podrá concluirse, en el caso, que existe
un cumplimiento irregular y/o defectuoso imputable al Estado.
Cuando se trata de juzgar la responsabilidad del funcionario público, el art.
1112 al referirse a "los hechos y omisiones ..." deja de lado la regla del art.
1074 del Código Civil que consagra como incumplimiento a la omisión solo en
aquellos casos en que exista la obligación legal de actuar. Por el contrario el
funcionario siempre tendrá el deber de obrar aunque su conducta no esté
específicamente reglada en el caso concreto, si ello es necesario para
satisfacer la manda del ejercicio regular de sus funciones.(Gordillo, Agustín ,
Tratado de Derecho Administrativo, t. II, p.XIX-11, La defensa del usuario y el
administrado, 4ta. ed.).
Debe entonces, encuadrarse el caso de autos dentro del presupuesto
denominado tradicionalmente como "falta de servicio" que vincula la
responsabilidad del Estado con la noción de servicio público, pues se torna
necesario reparar los daños causados por el funcionamiento irregular o
defectuoso del servicio.
No obstante se demuestre la inexistencia de una norma legal expresa al
momento del hecho, que articule un mecanismo de control de autenticidad de
los documentos que provenían de otras reparticiones públicas y su circulación,
ello no obsta a que se reconozca la existencia de una omisión antijurídica, más
aún tratándose en el caso de autos de un Registro Oficial, cuya principal y más
relevante función es propender al proveimiento de seguridad jurídica.
V. Entre la prueba producida se encuentra, el título del automotor suscripto por
el funcionario a cargo del Registro Automotor de la Seccional (...) en los dos
asientos que contiene, donde consta como titular L., R. F. en fecha 9/09/87,
como asimismo haber sido transferido a R. en fecha 3/02/88. Por otro lado, el
legajo del automotor de la Secretaría de Asuntos Registrales tiene incorporada
la solicitud de inscripción de dominio con la verificación policial en su reverso y
certificación de Fiscalía de Estado de la enajenación del automotor al señor L.,
R. F., planilla de verificación para transferencia de automotores de la Dirección
Nacional del Registro de la Propiedad del Automotor y constancia de que el
señor L., R. F. se encuentra autorizado a grabar las codificaciones de
identificación de chasis y motor N° (...) y(...)respectivamente, ambas suscriptas
por el señor C. D. A. (titular del Registro Automotor Seccional (...)). Cabe
destacar que en las actuaciones penales "I., F. y otros s/ Infracción al art. 33
Decreto-Ley 6582/58" que se tramitaron en el Juzgado en lo Criminal N° 3,
lucen (...) las constancias de transferencia de dominio a nombre del señor R..
Ello así, y toda vez que el artículo 16 del decreto ley 6582/58 preceptúa que a
los efectos de la buena fe la ley presume que los que adquieren derechos
sobre un automotor, conocen las constancias de su inscripción y de las demás
anotaciones que respecto de aquél obran en el Registro de la Propiedad del
Automotor, aún cuando no hayan exigido del titular o del disponente del bien la
exhibición del certificado de dominio, y teniendo en cuenta que de haber
realizado dichas diligencias y verificado personalmente la situación dominial del
automotor, tal conocimiento, de ninguna manera hubiera podido impedir que el
evento dañoso ocurriera, y por el contrario, hubiera dado mayor certeza acerca
de la verosimilitud de titularidad del vehículo, no cabe hacer lugar al agravio en
cuestión. Por otra parte, no obstante lo preceptuado por el art. 16 de dicho
decreto a los efectos de la buena fe presumida del adquirente, no puede
dejarse de lado la circunstancia de que el título del automotor y la cédula verde
(...) suscriptos por el encargado del Registro de la Propiedad Automotor y no
redargüídos de falsos en sede penal como así tampoco en autos, inducen a
confiar acerca de su legitimidad.
Por su parte, en el supuesto de que el adquirente en el caso hubiera solicitado
un certificado de dominio, la circunstancia de poseerlo no hubiera puesto fin a
la concatenación de consecuencias dañosas, y , habiendo cumplido con la
manda del art. 16, el evento dañoso de cualquier modo se hubiera producido.
VI. En referencia a lo sostenido por el Estado Nacional con
relación a que el Sr. A. fue absuelto en sede penal por no haber cometido
acción delictiva, y que por tanto no puede achacársele responsabilidad alguna
por el hecho que motiva esta demanda ni por ende al Estado Nacional, cabe
decir, que el hecho de que el funcionario haya sido absuelto en sede penal por
la imputación de un delito doloso, como así también que no existiese a ese
tiempo una reglamentación específica que legisle respecto de las medidas
tendientes a constatar la autenticidad de los documentos escritos que serían el
presupuesto de un asiento registral, y más aún, los emanados de otra
repartición pública como es en el caso Fiscalía de Estado, no pueden ser óbice
a reconocer que existió una omisión imputable al Estado, por no adoptar éste
los recaudos necesarios para evitar los daños irrogados, habiendo quedado de
manifiesto en autos la insuficiencia de la operatoria realizada.
VII. Con relación al agravio actor referido a la no inclusión de R. y S. en la
condena, no cabe hacer lugar. Ello así, toda vez que no surge acreditado en
autos que ambos demandados hubiera tenido conocimiento de que la
documentación era apócrifa, conocimiento este, que no puede presumirse.
Tampoco se encuentra demostrado que el señor R. haya adulterado los
documentos del vehículo en cuestión, y por tanto, no se le puede atribuír
responsabilidad civil ninguna por los daños causados a un adquirente, que
compró con título automotor oficial y cédula verde firmados por el encargado
titular del Registro de la localidad de (...) El daño se produce por las
consecuencias inmediatas y mediatas que genera una serie de documentos
auténticos pero no por ello legítimos, y el aparente marco de verosimilitud y
legitimidad que en torno al título, cédula y legajo automotor se originó.
VI. En cuanto al agravio de la parte actora referido a que le fueron impuestas
las costas del proceso en un 30%, corresponde acogerlo.
La complejidad de las circunstancias que motivaron el proceso, dejaron
entrever que existió mérito suficiente para que la parte actora pudiera creerse
con derecho a demandar al enajenante del bien. En este sentido, cabe
considerar que la parte actora actuó sobre la base de una convicción razonable
acerca del derecho defendido en el pleito . Ello así, preservando el principio de
la reparación integral del daño y considerando la mayor responsabilidad del
Estado Nacional, es a éste último a quien corresponde imponer las costas del
presente proceso.(art.68, segundo párrafo, del C.P.C. y C.).
VII. Por ello, propongo al Acuerdo: confirmar la sentencia apelada en lo
principal que decide con los fundamentos que anteceden, modificando la
imposición de las costas del proceso, las que se imponen al Estado Nacional
en ambas instancias.
Así lo voto.
LOS DRES. REBOREDO Y DI DONATO DIJERON:
Que adhieren al voto que antecede.
Con lo que termino el acto firmando los señores Jueces del Tribunal y el
Secretario actuante.
Por ello, en orden al Acuerdo que antecede, SE RESUELVE:
CONFIRMAR la sentencia apelada en lo principal que decide con los
fundamentos que anteceden, modificando la imposición de las costas del
proceso, las que se imponen al Estado Nacional en ambas instancias.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.Firmado Jueces Sala I, Dra. Alicia María
Di Donato y Dres. Julio Víctor Reboredo y Alberto Ramón Duran.
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