HISTORIA DEL BINGO 1. Breve historia del juego del

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HISTORIA DEL BINGO
1. Breve historia del juego del bingo
Numerosos historiadores afirman que el origen del Bingo tiene sus comienzos en la
lotería italiana en 1530 (Il Giocco del Lotto d`Italia”).
En 1770 comenzó a jugarse en Francia (Le Lotto) con las reglas que se siguen en la
actualidad. En esta época, sólo fue jugado por la gente de la alta aristocracia.
En los años 1800 el bingo se propagó rápidamente por toda Europa. Los juegos de
bingo educativos se hicieron populares.
Después de extenderse por toda Europa, el juego comenzó a presentarse en
Norteamérica (Beano), donde en un principio se hizo popular en las ferias de los
pueblos y festivales.
En 1929, Edwin Lowe, un vendedor de juguetes de Nueva York, descubrió el Beano y lo
extendió por Nueva York, donde pasó a llamarse Bingo.
Un cura de Wilkes-Barre, Pensilvania, es el hombre responsable de introducir por
primera vez el bingo como forma de recaudar fondos para la iglesia.
Lowe contrató a un profesor de matemáticas de la universidad de Columbia, llamado
Carl Leffler, para que lo ayudase a incrementar la cantidad de combinaciones en las
tarjetas de bingo.
Para 1934, ya había más de 10000 bingos semanales operativos en todo América del
Norte.
En 1977 se autorizó el bingo en España y en la década de los ochenta se vivió una
auténtica fiebre del “bingo moderno” cuando las máquinas y los salones de juego
entraron en escena.
2. Historia desde la despenalización del juego a través del
Real Decreto Ley 16/1977.
Legalización del juego en España
El 25 de febrero de 1977, cuando el primer gobierno de Adolfo Suárez estaba
consolidando definitivamente la transición desde el régimen franquista a la
democracia, se aprobó el Real Decreto Ley 16/1977, por el que se regularon los
aspectos penales, administrativos y fiscales del Juego.
Dicha normativa, de origen preconstitucional, supuso extender ése nuevo régimen de
libertad, también, al ámbito de las actividades lúdicas y, en concreto, al juego tan
difamado como practicado en España a lo largo de su historia.
La legalización del juego fue recibida con satisfacción, aunque pilló por sorpresa a los
ciudadanos. Esta aprobación no respondía a una voluntad de adaptación a la
realidad social de un régimen democrático o a la necesidad de dar respuesta a una
demanda social, sino que la única y verdadera razón de la despenalización del juego
era de carácter económico, como se desprende de los dos párrafos del preámbulo
de dicha norma. El ejecutivo dice que:
La implantación de Casinos y Bingos en un territorio como el que ofrece
nuestra geografía sería un reclamo turístico irresistible.
Como consecuencia de esto, se podría satisfacer la necesidad de llenar
las arcas públicas a través de los impuestos con que se gravaría el
juego.
Nace así lo que se ha denominado como “juego privado”, que engloba a Casinos,
Bingos y máquinas de tipo B (llamadas comúnmente tragaperras).
El sector empresarial
En el momento de la despenalización no existían empresas dedicadas a este sector, a
excepción de aquellas empresas que explotaban salones recreativos. Ante el
nacimiento de una nueva actividad empresarial y la escasez de empresas con
experiencia, al principio se asomaron a ella un grupo heterogéneo que provenía de
múltiples profesiones. Con el transcurso del tiempo, se ha demostrado la consolidación
del sector, situándose en primera línea a nivel mundial, hasta el punto que el modelo
de sala de bingo español, por sus características de decoración, estilo, disposición del
mobiliario de juego y servicios se ha exportado a una multitud de países de todo el
mundo.
Los requisitos para instalar una sala de bingo no eran sencillos y el coste económico
era elevado, ya que desde su inicio se fue configurando un estilo de local pensado
para que los clientes se encontraran muy a gusto, lo que hacía necesario colmarlos de
atenciones y buen servicio tanto en lo referente a la calidad de las instalaciones y al
nivel del material de juego con las mayores innovaciones electrónicas (extractores de
bolas que garantizaran la imposibilidad de su manipulación y aseguraran, a través de
la trasparencia de sus vitrinas, la perfecta identificación de las bolas que iban saliendo,
un sinfín de monitores repartidos por todas las salas para que los jugadores, desde sus
asientos frente a amplías mesas pudieran visualizar cómodamente las bolas que se
iban extrayendo, pantallas electrónicas donde se indicaban detalles tales como
precio del cartón, número de cartones vendidos e importe total obtenido con su
venta, importe de los premios etc.) como en cuanto al trato del personal.
La respuesta de los ciudadanos y del Estado
En un principio parecía que los juegos de casino iban a ser la modalidad preferida por
los ciudadanos, mientras que las máquinas tipo B y los bingos, solamente serían un
mero complementos de estos. Sin embargo, desde el inicio, se comprobó que fue todo
lo contrario, las máquinas tipo B fueron en las que más dinero se jugaba, y en los
bingos se jugaban más cantidades que en los casinos.
Todo esto motivó que se tomaran una serie de decisiones:
Se penalizó el juego del bingo, no mediante la vía tributaria, ya que era
el juego que más carga fiscal soportaba (el 20% sobre el precio del
cartón, no sobre los beneficios como ocurría con los demás juegos
privados), sino que se les impidió que fuera evolucionando a las nuevas
demandas de los jugadores en cuanto a importe y forma de distribución
de los premios.
Se intentó resucitar la lotería primitiva, mediante la publicidad, algo que
está vedado a los juegos privados, que no pueden hacer publicidad.
Esto afectó al bingo, que vio como se reducía el volumen de las cantidades jugadas,
de ahí que hubo una disminución en los cartones vendidos en el año 1985 con
respecto al año anterior. A parte de soportar una mayor carga tributaria, también era
la que más gastos fijos soportaba (salarios, seguridad social, suministros, etc.)
Traspaso de las competencias en materia de juego a la Generalidad
Valenciana en 1985
En 1985 se transfieren las competencias en cuanto a materia de juego a la Generalitat
Valenciana. Al principio hay un buen clima por parte de la Administración hacia las
empresas del sector del juego privado.
El 23 de febrero del 1985 se crea una tributación que afecta al bingo, que establecía
un recargo sobre la tasa de juego, con motivo de paliar los daños en la agricultura
valenciana producidos por las heladas recientes, por lo que se dio a este tributo una
vigencia limitada, hasta el 31 de diciembre del mismo año. Tres días antes de finalizar
se aprueba la ley de Tributación, que convertía en definitiva la carga fiscal. Esto hace
que el sector este descontento con la Administración.
A partir de dicha época, se suscitaba con frecuencia a través de los distintos medios,
(prensa, radio y televisión) ése debate maniqueo sobre si el juego es “malo” o es
“bueno”, en el que, de forma cínica, siempre quedaban malparados los juegos de
gestión privada. A resultas de ése debate, surge aproximadamente en 1987 el
fenómenos de la ludopatía como efecto del juego. Esta enfermedad ha sido un
instrumento para atacar a los juegos privados, pero hay que decir que se han creado
listado de prohibidos, para garantizar que las personas con dicha enfermedad no
entren en las salas de bingo.
Aparición del bingo online
Historia del bingo online
El juego por Internet es un fenómeno relativamente reciente. A mediados de los 90
empezó el uso público y comercial de Internet. Ya en 1995 aparecieron las primeras
empresas pioneras en el mundo del juego, tanto en desarrollo de software como en
protocolos de comunicación cifrados para garantizar las transacciones monetarias.
A finales de 1996 se estimaba que 15 sitios web aceptaban apuestas online, en 1997
aumentó a más de 200, posteriormente a 620 en 1999, y a 1800 sitios web antes del
2002. Desde entonces, hasta octubre de 2008 había 2002 páginas web de juego,
propiedad de 520 empresas distintas.
En 1998 apareció el primer sitio en Internet de bingo online, www.ibingo.com. En
España, lleva 8 años operando el juego online.
En la actualidad no existe una normativa que regule la legalidad del juego por
Internet. La posición oficial del gobierno de España muestra que el bingo online es
ilegal, sin embargo la ley no ha aclarado que efectivamente los operadores que
tengan una licencia europea no puedan operar en España.
3. Elementos principales del bingo
En el juego del bingo se necesitan unos elementos indispensables, como son bombo,
las bolas de números, cartones y un espacio de mesas. La facilidad con que puede
organizarse un juego de bingo es uno de los factores que ha motivado la extensión de
este entretenimiento de azar.
Máquinas extractoras (bombo)
El bombo en el juego del bingo ha pasado de ser manual a eléctrico mediante un
motor que lo hacia girar, a los actuales bombos por aire, que extraen las bolas y son
captadas por unas cámaras.
Bolas
Las bolas para el Bingo tienen que ser todas iguales y pesar todas lo mismo para que
todas tengan las mismas posibilidades de ser extraídas.
Material: nitrato de celulosa
Impresas en 10 (diez) posiciones
Colores: negro, azul, verde, rojo y naranja, fondo blanco
Diámetro: 38,5 mm. (+/ 0,5 mm.)
Peso: 2,5 grs. (+/ 0,5 grs).
Cartones
Los cartones son una de las piezas fundamentales para poder jugar al Bingo. Dichos
cartones son fabricados en material adecuado para facilitar que puedan ser
marcados por los jugadores, y son válidos exclusivamente para una sola partida. En el
dorso se consignan los impuestos a satisfacer, así como un extracto de las principales
reglas del juego.
Fabricación: Los cartones de bingo son fabricados por la “Real Casa de la Moneda.
Fábrica Nacional de Moneda y Timbre”.
Los Cartones de Bingo se imprimen a 4 colores y que incorporan numeración. La
impresión (series) se lleva a cabo en bobinas, por un procedimiento offset, realizándose
a la vez la numeración de los cartones.
En cada serie salen 1944 cartones de bingo, esto se debe al proceso de fabricación
(54 planchas de 36 cartones cada una), aparte de este criterio de 1944 cartones,
también existe el de 3888 (múltiplo de 1944). Estos dos criterios se utilizan en todas las
salas de bingo españolas. Las series se entregan en tiras de 6 cartones dispuestas
verticalmente y cada tira consta de los 90 números que intervienen en el juego del
bingo.
Se producen guías y distintivos de máquinas recreativas a solicitud de las diversas
Comunidades Autónomas, incorporando diferentes elementos de seguridad tanto en
el soporte como en la impresión.
La preocupación es la seguridad de que los cartones no puedan ser falsificados o
manipulados. Por esto, la FNMT-RCM ofrece plena seguridad mediante el uso de
papeles con marca de agua, tintas invisibles y otros elementos de seguridad, que
permiten diferenciar en el acto cualquier falsificación. El cartón se protege de manera
que cualquier intento de manipulación lo deteriora irreparablemente.
Los cartones varían en formato según el tipo de bingo en el que se vayan a utilizar, así
tenemos características diferentes según sea bingo simultáneo, bingo online, binjuegos
o el bingo clásico en sala.
Actualmente, con la progresiva, aunque lenta entrada de nuevos tipos de juegos, los
cartones también son virtuales, como ocurre en el bingo online, incluso hay
comunidades que ya permiten a las salas la fabricación propia de los cartones.
4. Aplicación de las nuevas tecnologías
El juego del bingo se ha modernizado mucho en los últimos años, persiguiendo no sólo
la transparencia de las jugadas sino la comodidad del cliente en la sala, situación que
motiva la fidelidad de la clientela y el reclamo de nuevos jugadores. Las nuevas
tecnologías más importantes son las siguientes:
Medios audiovisuales
Pantallas
Prácticamente todas las salas incorporan en su diseño varias pantallas de televisión
que tienen dos funciones; por un lado, suponen un complemento visual para el propio
juego, ya que aparecen las bolas en la pantalla de tal manera que prácticamente
desde cualquier asiento de la sala se tiene acceso visual al número aparecido, a las
bolas cantadas y a la comprobación del premio y, por otro, cumplen una función de
entretenimiento del cliente entre partida y partida. Estas pantallas se colocan en las
paredes.
Telebingo
Permite un juego más eficaz de acercar a los clientes la información sobre el juego.
Hay posibilidad de poner uno, dos y tres monitores en las mesas. En el telebingo se
pude ver el número de cartones vendidos, el precio del cartón, los premios (línea,
bingo, prima y acumulado), las bolas que se extraen, las bolas que ya se han extraído,
las tres últimas cantadas y el orden de extracción. Cuando la partida acaba se puede
poner un programa televisivo en el descanso para entretener a los clientes.
Bingdata
Es el denominado bingo automático. Esta tecnología consiste en un terminal
informático presente en las mesas de las salas cuyo fin es que el cliente pueda jugar los
cartones adquiridos de forma automática, es decir, el tachado de números lo realiza el
programa, lo cual permite al jugador jugar muchos cartones a la vez.
Nuevas tecnologías dirigidas a crear variantes del juego o Nuevos Juegos
Como se ha comentado anteriormente, las innovaciones tecnológicas no sólo se han
aplicado con el fin de agilizar y mejorar el proceso productivo y modernizar el juego
del bingo, sino que las novedades técnicas también van dirigidas a introducir variantes
en el juego que supongan un atractivo añadido para el cliente.
Bingo interconectado y bingo plus
Esta novedad en el juego, consiste en la atribución de un premio adicional al jugador
o jugadores que obtengan, en cualquiera de las salas de bingo interconectadas, el
premio del bingo ordinario, cuando el número de bolas extraídas hasta su obtención
suponga un evento singular al no superar el previsto en la norma para cada una de
estas modalidades. Su implantación exige, tanto la convergencia de un colectivo de
salas de bingo interesadas en su práctica conjunta, como la existencia de una unidad
central de proceso de datos a la que puedan conectarse todas las salas de bingo
autorizadas para la práctica de dicha modalidad. Esta unidad central de proceso de
datos es la encargada de centralizar, procesar y controlar, por medios informáticos, el
intercambio de información de todas las salas.
Sistemas online de juego
Esta innovación iría en la línea de crear salas de bingo virtuales con el fin de que el
cliente pudiera jugar desde su casa vía Internet. Existe un vacío normativo con
respecto al bingo online. El sector de juego en general está dando mucha importancia
a esta posibilidad de negocio, no sólo con el fin de crear salas de bingo virtuales, sino
también otro tipo de juegos online como la lotería, la ruleta, el póquer, black jack, etc.,
que utilizarían como soporte el ordenador o el teléfono móvil.
Máquinas especiales para Salas de Bingo
(máquinas B4 en Andalucía). Son máquinas similares a las tipo B, pero que su sistema
de juego es el bingo y otorgan premios mayores. Características:
El precio máximo de la partida será de 20 céntimos de euro, sin que el
valor total de la suma de apuestas simultáneas realizables en una
partida por cada persona usuaria pueda exceder de 6 euros.
La realización de apuestas así como el cobro de los premios obtenidos,
se podrá realizar mediante tarjetas electrónicas prepago debidamente
autorizadas.
La duración media de cada partida no será inferior a tres segundos y
sin que la duración mínima del desarrollo de seiscientas partidas pueda
ser inferior a treinta minutos.
Cada máquina deberá devolver un porcentaje de al menos el 80% del
total de apuestas.
El juego se desarrollará necesariamente mediante la utilización de
pantallas controladas por señal de vídeo o sistema similar.
El juego deberá consistir necesariamente en variaciones basadas en el
juego del bingo desarrollado informáticamente y sin intervención en su
desarrollo del personal de la sala.
En ningún caso la máquina podrá expedir cartones o soportes físicos del
juego desarrollado en la máquina para su utilización externa por parte
de la persona jugadora o usuaria.
Por último, cabe destacar que no todas las innovaciones tecnológicas introducidas en
el juego del bingo han tenido el éxito esperado, ya que, por ejemplo, la introducción
de la tarjeta monedero acabó fracasando.
Influencia de las nuevas tecnologías sobre la producción y el empleo
La introducción de nuevas tecnologías ha tenido un efecto importante tanto en la
organización del trabajo y la producción como en el empleo y las ocupaciones.
Las innovaciones tecnológicas están modificando la organización del trabajo, ya que
la creciente automatización del proceso productivo incide claramente en la
distribución de funciones y tareas, debido a que cada vez es menos necesaria la
participación activa del trabajador, que sólo tiene que comprobar el funcionamiento
adecuado de la máquina.
Así mismo, la introducción de nuevas tecnologías ha afectado de manera significativa
al empleo, ya que puestos como cajero, jefe de mesa, jefe de sala, admisión y control,
locutor-vendedor, han sufrido una reducción del número de empleados debido a la
automatización de tareas. Por ejemplo, en admisión y control antes era obligatorio que
un bingo de primera contara con al menos tres personas en la recepción, mientras que
actualmente se realiza la admisión por una o dos personas.
En lo que respecta a las distintas ocupaciones o puestos de trabajo, muchos de ellos
han sido informatizados, lo que ha supuesto un cambio tanto en sus funciones como
en sus tareas y una clara necesidad de adaptación de este tipo de profesionales a la
evolución del proceso productivo. Los puestos que más han sufrido esta
informatización han sido los siguientes:
Admisión y control
Toda la admisión y control de clientes se realiza a través de un programa informático
diseñado para el manejo de información requerida en la admisión en bingos. Este
programa permite realizar entre otros los siguientes procesos: la consultas de clientes o
prohibidos por DNI, apellidos, nombre o identificador, el control de prohibidos e
histórico de entradas, la impresión de ficha de cliente, la digitalización de distintos
tamaños de documentos, etc.
Ejemplo de pantalla del software de admisión y control
Cajero y jefe de mesa
Estos puestos se han visto afectados por la aparición de programas informáticos que se
encargan de la gestión y control de los diferentes elementos que componen una sala
de bingo.
Este tipo de programas permite realizar, entre otros, los siguientes procesos:
El control de periféricos (extractora, micrófonos, impresoras, Bingdatas, etc.)
El control de los elementos de información (paneles informativos, numéricos,
etc.)
El control de partidas interconectadas, la información de premios en euros
El interfaz de comunicación con el Bingdata.
Ejemplo de pantalla del software de control de sala
Locutor
El puesto de locutor también se ha visto afectado por la incorporación de programas
informáticos que facilitan su tarea, a la hora de cantar las bolas. Un programa de este
tipo puede tener hasta tres modos posibles de trabajo:
Manual, el locutor valida los números que van saliendo y los canta por el
micrófono.
Supervisado, el programa es capaz de identificar la bola que ha salido,
proponiéndolo al locutor, que tendrá la opción de sobreseer dicha bola, o
confirmarla, y acto seguido cantarla.
Desatendido, modo en el que el programa es capaz de identificar el número
que ha salido en la extractora y automáticamente marcarlo en los paneles, y
cantarlo por los altavoces de la sala, eliminando por completo el error humano.
Ejemplo de pantalla del software de vídeo teclado del locutor
La introducción de nuevas tecnologías en estos puestos de trabajo hace muy
necesaria la formación de los trabajadores, con el fin de conseguir su adaptación
óptima a las nuevas tareas y funciones que desarrollan. Resulta paradójico que, a
pesar de esta situación, los expertos del sector afirman que existe muy poca formación
en este ámbito, y la que se realiza es la que se da al trabajador cuando se instala la
tecnología en su puesto de trabajo, formación impartida por el propio técnico
encargado de su puesta en funcionamiento, que es en muchos casos inadecuada y
bastante limitada.
Así mismo, los expertos consideran que la normativa tan restrictiva que ordena la
actividad de juego del bingo, supone un “corsé” para la capacidad de innovación
tecnológica y, en consecuencia, una dificultad considerable para la adaptación de
su sistema productivo a los nuevos tiempos. A esto se une un fenómeno de resistencia
al cambio por una buena parte del empresariado, que prefiere la seguridad de la
situación actual. Esta resistencia se manifiesta tanto en la incorporación de nuevas
tecnologías y servicios, como en la adopción de distintas políticas de personal y
diferentes formas de organización del trabajo.
Como conclusión, se puede señalar que a pesar de las dificultades a las que se
enfrentan las empresas del bingo para introducir nuevas tecnologías en sus sistemas
productivos (normativa, escasez de formación, etc.), los expertos afirman que es un
sector con tecnología punta, ya que es necesaria la introducción de novedades
(nuevas máquinas, mobiliario, decoración, premios, etc.) que induzcan a la clientela a
permanecer más tiempo en la sala y que resulten atractivas para potenciar nuevos
jugadores.
Todos estos elementos que se aplican en el video comparten unos objetivos comunes,
tales como:
Aumento de la transparencia en las partidas.
Búsqueda de un atractivo añadido para el cliente.
Mejora de la producción y calidad de empleo.
5. Situación en la actualidad
“Los bingos actuales, con normativas encorsetadas y modelos de negocio obsoletos,
no han perdido ese olor a naftalina que tan bien retrató la legendaria película de
finales de los 70, “Los Bingueros””. Laura Guillot, consultora en juego, ocio y medios.
El sector del bingo se encuentra actualmente con pérdidas del 15%, se han paralizado
los contratos de empleados y el público de noche ha descendido notablemente. Este
sector soporta hasta un 70% de fiscalidad sobre el margen bruto de las empresas.
Cabe sumar a la crisis económica, un cambio generacional, ya que los jóvenes
prefieren Internet, y de costumbres, pues se opta por jugar desde el anonimato de
casa. Las salas asisten a una incesante decadencia y su público suele ser de la tercera
edad.
En los últimos años el juego del bingo ha ido decayendo, situándose en la actualidad
en una situación nada boyante, que se traduce en lo siguiente:
Menor número de establecimientos. (datos de descenso).
Menor porcentaje de cantidad invertida en esta modalidad, en relación con
otras. (datos de descenso en volumen de ventas).
Menor rentabilidad.
Las múltiples causas que han llevado a esta situación son:
Perfil de cliente, envejecido.
Ausencia de nuevos clientes.
Escasa versatilidad en el desarrollo de las fórmulas de juego actuales.
Poca flexibilidad en estructura de premios.
Inexistencia de atractivos para clientes existentes y potenciales.
Régimen fiscal sin comparación en el sector del juego (sistema de IVA, tasa
fiscal, Impuesto Autonómico, IAE).
Ausencia de un régimen publicitario regulado que permita competencia con
otros juegos e información a clientes, tanto de modalidades, premios,
establecimientos, servicios, etc. El juego privado está sometido a una legislación
obsoleta que les prohíbe incluso crear una página Web en la que puedan poner
de manifiesto las fotografías de sus locales, el confort y características de los
mismos, las modalidades de juego que desarrollan o los premios que reparten.
Rigidez en sistema de contratación laboral sin precedentes en sector de juego,
plantillas mínimas, presencia física, carnets profesionales, etc.
La causa más reciente y que más daño viene haciendo al bingo, son los juegos
de azar que pueden practicarse a través de la red, de tal forma que cualquier
usuario, desde su casa, apostando con su tarjeta de crédito puede jugar
partidas de bingo, en las que se barajan importantes cifras en premiso debido
por una parte a que no se pagan impuestos de ninguna clase, y por otra, al
importante número de jugadores que pueden conectarse.
Las consecuencias son evidentes:
Decrecimiento de clientes.
Mínima rentabilidad en explotaciones.
Destrucción de empleo.
Nulas inversiones en establecimientos.
Ajuste de costes al límite.
Incremento de media de dinero apostado por jugador.
Descenso de ingreso fiscal.
Instalaciones obsoletas.
Como medidas que palien esta situación se barajan las siguientes:
Flexibilización normativa, en cuanto a modalidades de juego y premios,
requisitos administrativos de funcionamiento, de apertura etc.
Régimen Fiscal coherente y adecuado a la realidad.
Establecimiento de un sistema publicitario racional, armonice intereses y bienes
jurídicos en liza.
Aplicaciones tecnológicas a la propia gestión del bingo tradicional y Nuevos
Juegos, dinamismo en su desarrollo, versatilidad, flexibilización.
6. Ludopatía
El juego es un fenómeno necesario para el ser humano, ya que es una actividad libre
que permite a la persona recrear, exaltar o transfigurar estética o poéticamente la
realidad, así como la pasión por la vida y la belleza, le lleva al conocimiento.
El juego ha sido una actividad tradicionalmente considerada como un fenómeno
perverso, de cuya erradicación de las costumbres sociales en nuestro país, durante la
época franquista se ocupó una legislación penal severa que tipificó como delitos la
organización de los juegos y su práctica, al menos del juego organizado por agentes
privados.
Definición y diagnóstico
La ludopatía es una enfermedad adictiva en la que el sujeto es empujado por un
abrumador e incontrolable impulso de jugar. El impulso persiste y progresa en
intensidad y urgencia, consumiendo cada vez más tiempo, energía y recursos
emocionales y materiales de que dispone el individuo. Finalmente, invade, socava y a
menudo destruye todo lo que es significativo en la vida de la persona.
A pesar de que la ludopatía es una enfermedad muy antigua, hasta 1978 no se
empezó a estudiarla como tal, siendo en 1979 cuando Moran la define como juego
patológico. Su reconocimiento oficial no se produce hasta 1980, cuando la Asociación
de Psiquiatría Americana en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos
mentales, incluye el juego patológico como una de sus categorías dentro de los
trastornos del control de impulsos no clasificados en otros apartados.
El diagnóstico de ludopatía se establece cuando se cumplen al menos cuatro de las
condiciones o características siguientes:
Frecuente y creciente preocupación por el juego o por obtener dinero para
jugar.
Jugar con frecuencia mayor cantidad de dinero.
Necesidad de incrementar el volumen o la frecuencia de las apuestas para
conseguir la excitación deseada.
Intranquilidad e irritabilidad en caso de no poder jugar.
Pérdidas repetidas de dinero debidas al juego y reiteración en la conducta de
juego con el propósito de recuperar las pérdidas.
Repetidos esfuerzos infructuosos por abandonar o reducir el juego.
Aumento de la conducta de juego ante dificultades psicológicas o sociales.
Sacrificio de obligaciones familiares, sociales u ocupacionales para poder
jugar.
Persistencia en el juego (incapacidad de abstención) a pesar de la
imposibilidad de pagar las deudas crecientes.
Incidencia de los juegos en la ludopatía
Los juegos, atendiendo a su potencial adictivo, se pueden distinguir los altamente
adictivos, por el escaso tiempo transcurrido entre el momento de la apuesta y el
resultado y escasamente adictivos, por el carácter diferido en el tiempo del resultado
respecto al momento de la apuesta y los normales.
Según las clasificaciones hechas por varios autores en España (Becoña, 1993; Ochoa y
Labrador, 1994; Rodríguez Martos, 1987), se pueden considerar cinco tipos de
jugadores: el no jugador, el jugador social, el jugador problemático, el jugador
patológico y el jugador profesional.
En España cerca de medio millón de personas son ludópatas y de ellos muchos son
adolescentes atraídos por las tragaperras ya que en bingos y casinos no pueden entrar
por las limitaciones legales referentes a la edad.
Tras las consultas a diversas asociaciones de jugadores de azar en rehabilitación y de
los comentarios que nos han hecho y del contenido de sus páginas web podemos
decir que el juego del bingo ya no es el juego caliente y peligroso fuente de diversas
patologías, ya no está en primera línea de fuego para las asociaciones de ludópatas,
que si bien mantienen que el 80% de las patologías son generadas por las máquinas
tragaperras ahora señalan al Rasca-Rasca de la ONCE como mucho más adictivo, sin
embargo, estas entidades se plantean como retos inmediatos las adicciones
generadas por el abuso de las NT (nuevas tecnologías) Móviles, Chat, Apuestas en red,
Casinos Online, que es lo que se ha dado en llamar netgambling y es que cada vez
son mayores las posibilidades que ofrece Internet para practicar juegos de azar por
ordenador y, por ello, varios expertos han advertido ya de los graves problemas de
adicción y estafas que puede acarrear esta actividad.
7. Bibliografía
Real Decreto-Ley 16/1977, por el cual se regula el Juego en España.
Informes Anuales de Juego, emitidos por el Ministerio del Interior.
“Libro de necesidades del sector del bingo” editado por la Confederación Española
de Organizaciones de Empresarios del Juego del Bingo.
“Informe de la evolución del juego en España” facilitado por la empresa Cirsa, S.A.
Información sobre la fabricación de los cartones del bingo, facilitada por la Fábrica
Nacional de Monedas y Timbres.
lauraguillot.blogspot.com
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