PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALPARAISO FACULTAD DE FILOSOFIA Y EDUCACIÓN MAGISTER EN EDUCACIÓN BASES PEDAGÓGICAS DEL CURRÍCULUM EXCLUSIÓN SOCIAL. Raul Hozven Valenzuela Asistente Social Diplomado en Ciencias Sociales Magíster en Educación © Introducción. El texto que a continuación se presenta trata acerca del concepto de exclusión, cuya antípoda, la inclusión, no puede prescindirse puesto que ambas son “caras de una misma moneda”. El material bibliográfico en torno a este binomio es variado, en consideración a que su utilización trasciende distintas esferas, entre las cuales se puede mencionar, el socio económico, cultural, de salud, educación, entre algunas. Las causas y consecuencias de este polo se fusionan y ambas encuentran respuesta en la globalización (postmodernismo), que nos inunda y amenaza, sumiéndonos en ansiedad, angustia y sobre todo confusión. Sin dudas, para poder canalizar esta temática, resulta imprescindible acercarnos al concepto de pobreza, asociada a la temática en cuestión. Los marcos referenciales para comprender las características que tienen las problemáticas sociales que surgen a partir de lo anterior, requieren de miradas integrales e intersectoriales, condiciones que sumadas al reconocimiento de esta contingencia, contribuyen a un entendimiento mayor respecto de la realidad en que vivimos. A juicio profesional, las complejidades señaladas deber ser consideradas en el campo de la educación – socialización (término ligado por añadidura) y necesariamente canalizar los postulados del personalismo, en particular, impregnar una concientización en valores, cristalizando un acto educativo que favorezca la capacidad en las personas, 2 grupos y comunidades de establecer un adecuado análisis social, participar de los cambios y propender con ello al desarrollo humano y moral de la sociedad. 1. CONCEPTUALIZACIONES EN TORNO AL CONCEPTO DE POBREZA. La pobreza corresponde a una situación que impide a las personas, grupos y comunidades, tanto satisfacer una o más necesidades básicas, como participar plenamente en la vida social. Es un fenómeno esencialmente económico con dimensiones sociales, políticas y culturales que se asocia al subconsumo. Las familias viven en un constante estado de necesidad que les priva de un adecuado desarrollo o nivel de vida. Las necesidades que tenemos los seres humanos pueden agruparse en diversas categorías; dividirse en materiales y no materiales. Las primeras incluyen nutrición, educación, salud, transporte, vestuario; las segundas se refieren a las demandas ligadas a afecto, autoestima, participación, creación, identidad, y libertad entre algunas. Ambas son sumamente importantes al momento de un análisis respecto de la pobreza, no obstante, la mayoría de los enfoques sobre esta temática prescinden de las necesidades no materiales. Enfoques sobre la Pobreza. Para efectos de este trabajo se realizará una breve descripción de los siguientes enfoques: Enfoque absoluto, basado en la dimensión biológica: Apunta al centro de lo que corresponde a las conceptualizaciones respecto de la pobreza, es decir, a aquellos hogares que no pueden satisfacer las necesidades alimentarias mínimas para subsistir. Se basa en el ingreso de los hogares, como indicador de su capacidad de satisfacer sus necesidades, específicamente las alimenticias Enfoque de necesidades básicas, basado en la calidad de vida: Se encuentra ligada a la anterior, pero se basa en otras dimensiones como las condiciones de vivienda, servicios sanitarios, educación, y salud. Estas dimensiones determinan la calidad de vida de las personas. Enfoque de privación relativa: el concepto clave lo constituye la privación. Para determinar en que consistirá la privación, es importante definir el estilo de vida de una sociedad y evaluar si hay un límite por debajo del cual las personas se encuentran en dificultad para compartir las actividades, costumbres y estándares de vida en una sociedad. 3 Enfoque de juicio de valor: en un enfoque desarrollado por la Iglesia Católica a través de la doctrina social. Define a la pobreza como un estado deplorable, cuya eliminación es un imperativo de la sociedad Enfoque de consenso social: las definiciones están dadas por las consultas que se hacen a los propios ciudadanos, respecto del nivel en que las personas comienzan a ser pobres o satisfechas en sus diferentes necesidades. Enfoque de política: los estándares de la pobreza pueden estar basados en los objetivos, capacidades o intereses de las políticas públicas, que se plasman en los programas respectivos de los gobiernos de turno. Desigualdad social: Este concepto está relacionado con las diferencias materiales y de posición relativa entre los diferentes grupos sociales y alude a un criterio social, para determinar cuales son las diferencias aceptables entre quienes tienen más y quienes tienen menos. Se asocia a la distribución de ingreso, educación y salud Sin dudas, todos estos alcances son necesarios de considerar al momento de acercarnos a la temática de la pobreza. Sin embargo, a la luz de las conceptualizaciones anteriores todavía no se visualiza un enfoque que explore en las dinámicas sociales subterfugias que llevan a la aparición de la pobreza. La realidad de nuestros días es en extremo compleja y nos lleva a la necesidad de interpretar nuestro contexto mediante nuevas perspectivas, multidimensionales, que aborden las diversas problemáticas de manera integral. A juicio del autor de este documento, el enfoque de la exclusión social favorece una mirada amplia respecto de las causas y efectos que ha producido la postmodernidad y en particular la globalización, en el mundo actual en que estamos inmersos. 2. EXCLUSIÓN SOCIAL. Análisis comparativo de los enfoques de pobreza y exclusión. Pobreza Exclusión. Énfasis en aspectos económicos (tener / Perspectiva integral y multidimensional no tener) Enfoque situacional Énfasis en procesos y actores específicos No incluye dimensión relacional Énfasis en relaciones entre actores Homogeneización del universo pobre Énfasis en heterogeneidad especificidad de situaciones y 4 La exclusión social se refiere a un debilitamiento o quiebre de los vínculos que unen al individuo con la sociedad, específicamente aquellos que le hacen pertenecer al sistema social y tener identidad en relación a éste. Desde esta perspectiva se establece una nueva forma de diferenciación social entre los que están dentro (incluidos) y los que están fuera (excluidos). Los lazos que unen a las personas, grupos, y comunidades con la sociedad pueden ser catalogados en tres niveles: los de tipo funcional, que permiten la integración de éstos al funcionamiento de la sociedad (mercado de trabajo, instituciones de seguridad social, etc.); los de tipo social, ligadas a la incorporación en redes sociales (familia, grupos primarios, sindicatos, etc.); y los de tipo cultural, que propenden a la integración de las pautas de comportamiento y entendimiento de la sociedad (participación en las normas y creencias socialmente aceptadas) El concepto de exclusión social, por lo tanto, puede segmentarse en tres dimensiones básicas: exclusión económica; sociocultural y política: Dimensiones de la exclusión social. Dimensión económica: incapacidad de acceder a los medios para participar en los intercambios productivos. Dimensión política: desigualdad o carencia de derechos civiles, políticos y sociales. Dimensión sociocultural: dificultades o impedimentos de acceso a la dinámica de la sociedad. Por tanto, la exclusión social es la separación de las personas de la sociedad, situación que trae como consecuencia aislamiento y una no participación en el entorno social. La exclusión es un proceso que intenta analizar los factores que intervienen en esta marginación de las personas, busca descubrir como la sociedad y la economía excluyen a unos e integran a otros, sistemáticamente. Por lo tanto, el fenónemo de la exclusión social, no se refiere solamente a la carencia de bienes y servicios, sino que remite básicamente a la desintegración social, a la ruptura de los vínculos básicos entre las personas y la sociedad; trasciende al ámbito económico y abarca la imposibilidad de acceso a distintas dimensiones de la vida social. 5 Pero, ¿Cuáles son las causas de la existencia de este polo exclusión –inclusión? En conformidad a las conclusiones de Emile Durkheim, cuatro serían los posibles espacios que marcan la desintegración (y también la integración) que gatillan situaciones de exclusión social, éstos son el trabajo, las agrupaciones, las instituciones y las representaciones colectivas. Sin embargo, en éste punto no pueden dejarse de lado la influencia de los procesos de globalización. 2.1 PROCESOS DE GLOBALIZACIÓN. Actualmente lo que define a las sociedades es un proceso de constante globalización en diversos ámbitos de la vida cotidiana; en los mercados en las comunicaciones, en la ciencia y tecnología, en las estructuras políticas y en las pautas culturales. Estos procesos nos permiten configurar un concepto: “sociedad integral”. El proceso de globalización se basa en la expansión de mecanismos de interacción sistémica, desprovistos de todo contenido valórico particular. Implica la expansión y legitimación y universalización de dos mecanismos básicos, como reguladores de la vida social: por una parte, el mercado como administrador de las relaciones económicas y por otra, los mecanismos democráticos como ordenadores de las relaciones de poder. La expansión universal de los mecanismos de interrelación social hace que los fenómenos de inclusión y exclusión sean análogos en todas las naciones del mundo pues operan a través de una lógica particular que se ha expandido globalmente. De tal modo que las problemáticas sociales como expresión de un fenómeno de exclusión social no representa un dato para las restantes sociedades del mundo sino que son consecuencia del funcionamiento de los diferentes sistemas sociales que operan con una lógica de alcance universal. Desde un punto de vista sociológico y unido con lo planteado en párrafos anteriores, la exclusión social que se da a través de la ruptura de los vínculos sociales, correspondería a uno de los efectos secundarios del proceso de rompimiento de los lazos de solidaridad orgánica que plantea Durkheim. Este autor en un intento por responder a la pregunta sobre como se mantienen unidas y cohesionadas las sociedades, plantea dos formas de solidaridad: la solidaridad orgánica y la solidaridad mecánica: la primera marcada por el concepto de similitud, coherente a las sociedades con poca diferenciación, en donde la cohesión no es un elemento de conflicto; mientras que la segunda se expresa en virtud de la diferencia de los individuos, imposible de mantener, si no a través de la estructura de imperativos, valores, etc., que vinculan a las personas con el todo. 6 En ambos casos el sustrato que posibilita su cohesión es el de la conciencia colectiva, que en la división del trabajo social Durkheim define como el conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de la sociedad, que forma un sistema social determinado que tiene vida propia. A partir de estos planteamientos se entiende la inclusión como expresión de la integración social; en este caso particular integración quiere decir solidaridad, o sea la capacidad de restablecer un reconocimiento mutuo por parte de todos los componentes de la sociedad. En resumen los aportes de Durkheim, están en que sitúa el problema de la exclusión en la tensión entre integración y desintegración social; la exclusión es un avance de las corrientes deconstructoras de integración que estarían dando cuenta de procesos de involución manifestados en ciertos grupos que quedarían fuera de las interacciones (comunicaciones) más relevantes de la sociedad. Desde la teoría de sistemas, considerando a la comunicación como el principal puente de intercambio, la exclusión - inclusión consideraría la relación entre el sistema psíquico y social. En este contexto, el concepto exclusión - inclusión sería una forma de domiciliaridad, en que se presentaría una suerte de perfil. La distinción de este polo indica el modo en el cual una sociedad permite que los individuos sean tratados como personas y participar en la comunicación. La inclusión designa el lado interno de la forma, cuyo lado externo es la exclusión. Los lados dan lugar a la forma. La exclusión significa que a partir de la distinción entre información y forma de comunicar, alguien no sea observado como destinatario de la comunicación, quien sea así afectado, no es domicilio de la comunicación. 3. EXCLUSION SOCIAL Y EDUCACIÓN. ¿Cuál es la importancia que tiene el considerar este constructo teórico en la esfera de la educación? El concepto tiene amplias contribuciones en este campo. Para empezar, permite comprender la complejidad del mundo en que estamos insertos, tarea que resulta significativa, al momento de descubrir y describir tanto las realidades psico sociales de los educandos, como las características socio culturales del entorno en que están inmersos. La educación no puede ser compensatoria y supletoria, es necesario incorporar la perspectiva de la educación permanente (proceso), teniendo como ejes cuatro 7 orientaciones claves que un buen maestro no puede prescindir: Aprender a aprender, a hacer, a ser y a convivir. Las concepciones intersectoriales (estrategias para abordar problemáticas en el mundo social) legitiman la vinculación de la educación con la temática de la pobreza. El centro debe estar no solo en los excluidos, también en aquellas personas y grupos que se encuentran al borde de esta desconexión con el resto de la sociedad. Es tiempo de llevar a efecto la tranversalidad de la educación (hablar de transversalidad es necesariamente comunicar valores), teniendo como centro, diversas áreas prioritarias: vinculación con el mundo del trabajo, la atención a la población juvenil, a los campesinos, indígenas, mujeres, niños (as). Los énfasis deben estar puestos en la alfabetización (incluyendo la digital), la capacitación de la ciudadanía, la promoción de los derechos humanos, la participación social, así como el desarrollo local y sustentable. Las conceptualizaciones en torno al concepto de exclusión resultan preponderantes para todas las políticas públicas, en este sentido, desde la perspectiva educacional, las exclusiones relevantes serán aquellas que inicien o perpetúen ciclos de desintegración. Lo importante es poder identificarlas y revertirlas mediante intervenciones que recuperen o establezcan condiciones que aseguren una integración básica de los ciudadanos a la vida social. 4. REVITALIZACIÓN DE LOS MODELOS ETICOS. Es claro, los conflictos a enfrentar son diversos; tensiones entre lo mundial y lo local, entre lo universal y lo singular, entre la tradición y la modernidad, entre las acciones a largo plazo y las emergencias a corto plazo; entre las competencias individualistas y la oferta de igualdad de oportunidades para todos; entre el desarrollo de conocimiento y el desarrollo de las capacidades de asimilación del ser humano, pero fundamentalmente entre lo material y lo espiritual. Se requiere de una educación capaz de revalorizar los aspectos éticos, y culturales de la existencia, capaz de ordenar las exigencias de la ciencia y la técnica, capaz de intensificar el conocimiento de sí mismo y de su medio ambiente; capaz de hacer crecer a cada persona su potencialidad de actuar como miembro de una famillia y como ciudadano con derecho a voz y voto. Cobran fuerza, por ende los postulados de la escuela personalista, las pedagogías de la libertad. La liberación del yo no proviene del acto asociado a regalarles libertades a los niños, sino de ofrecerle instrumentos de análisis social (el lenguaje), para tomar 8 conciencia de las injusticias sociales, y luego revestirlas. Es necesario una escuela que propenda a un ambiente culturalizador constante, que aborde dentro de los aspectos curriculares el desarrollo humano. Un proyecto de humanización que considere la justicia y la solidaridad, libertad, igualdad; tolerancia, respeto, vida, paz, salud y responsabilidad. Bibliografía. Barros Paula, De los Ríos Danae, Torche Florencia (1997): “Lecturas sobre la Exclusión Social”. Ediciones Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Santiago, Chile, 2ª Edición. Fullat, Octavi (1983): Filosofías de la Educación, Ediciones CEAC, S.A., Barcelona, España, 3ª Edición. Gimeno Sacristán José (2002): “Educar y convivir en la cultura global”. Ediciones Morata, Valencia, España, 2ª Edición. González de la Fuente, Etna (2005), “Apuntes de Clase”, Bases Pedagógicas del Currículum, Magíster en Educación, Mención Currículum, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Lucini González Fernando (1994): “Hacer Reforma: Temas Transversales y educación en valores”, Ediciones Grupo Anaya, Madrid, España. 2ª Edición. Maturana R, Humberto, Varela G, Francisco (2003), “El Árbol del conocimiento”: Las bases biológicas del entendimiento humano, Editorial Lumen / Universitaria, Santiago, Chile, 1ª Edición. Pérez Estanislao, Juan (2004): “Contexto socio cultural, escuela y aprendizaje”. Revista de Trabajo Social, Ediciones Universidad de Valparaíso, Valparaíso, Chile. 1ª Edición. Robles Salgado Fernando (2000): “El desaliento inesperado de la modernidad”, RIL Ediciones, Concepción, Chile, 1ª Edición. Robles Salgado Fernando (2002), “Apuntes de Clase”. Políticas sociales; alcances teórico – prácticos. Programa Diplomado en Ciencias Sociales con mención en estrategias de intervención comunitaria, Universidad de Chile. Silva Acevedo, Claudio (1998); “Estado, Políticas Sociales y Exclusión”: Modernidad, modernizaciones y exclusión social, Revista Ultima Década, Ediciones Centro de Investigación y desarrollo de Achupallas (CIDPA), Viña del Mar, Chile, 1ª Edición.