Valéria Pandjiarjian[1]

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Basta ! América Latina dice no a la violencia de género:
Un taller de diseminación de lecciones aprendidas
Antigua, Guatemala, 17 al 21 de Marzo, 2003
La relación entre los derechos humanos y la violencia basada en género:
las convenciones y conferências internacionales
Valéria Pandjiarjian1
La relación entre derechos humanos y violencia basada en género se ha establecido y desarrollado, en
especial, en la última década, muy particularmente desde los documentos resultantes de las Conferencias
Internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En este sentido, cabe destacar la Conferencia Mundial de los Derechos Humanos (1993, Viena) que
reconoció expresamente por primera vez, que “los derechos humanos de mujeres y niñas son inalienables y
constituyen parte integrante e indivisible de los derechos humanos universales" 2 y que la violencia de género
es incompatible con la dignidad y el valor de la persona humana.
El Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (1994, Cairo)
reconoció que los derechos reproductivos son derechos humanos y que la violencia de género es un
obstáculo en la salud, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, y para su educación y
participación en el desarrollo.
La IV Conferencia Mundial de la Mujer (1995, Beijing), señala que: la violencia contra la mujer constituye un
obstáculo para alcanzar los objetivos de igualdad, desarrollo y paz, el cual viola y perjudica o anula el disfrute,
por parte de ella, de los derechos humanos y libertades fundamentales. La Plataforma de Acción de Beijing
recomienda que los gobiernos deben, entre otras medidas,3 invertir en la formación de personal judicial, legal,
médico, social, educativo, policial para evitar abusos de poder conducentes a la violencia contra la mujer y
sensibilizar a este personal en cuanto a la naturaleza de los actos y amenazas de violencia basados en
género, para que se garantice el tratamiento justo de las víctimas de la violencia.
La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (ONU, 1993) és otro documento que
ha contribuído para la incorporación de la violencia de género en el marco conceptual de los derechos
humanos, así como para la consolidación de la idea de que las mujeres también son sujetos del derecho
internacional.
La violencia de género ha recibido un tratamiento especial no sólo en las declaraciones de derechos
humanos, sino también en las convenciones internacionales de protección de tales derechos. Destaca-se la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra a Mujer (CEDAW,
ONU, 1979) y la Recomendación General No. 19 del Comité de la CEDAW (1992) que incluye la violencia
basada en el sexo en el concepto de discriminación contra la mujer, previsto en el art. 1º de la CEDAW4.
Todavía, es en el ámbito de nuestra región latino-americana y caribenha que dispomos de una legislación
específica a cerca del tema: la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Contra la Mujer (Convención de Belém do Pará, OEA, 1994). La Convención define violencia
Valéria Pandjiarjian: abogada feminista, investigadora y consultora en género y derechos humanos. Coodinadora regional de la línea de violencia de género de la
red CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres) e integrante de CLADEM-Brasil. Integra también el Instituto
para la Promoción de la Equidad (IPÊ) y el Abogacía Ciudadana para los Derechos Humanos (ADVOCACI). És consultora de Acciones en Género, Ciudadanía y
Desarrollo (AGENDE) en el tema del Protocolo Opcional a la CEDAW y de IPAS-Brasil en el área de políticas y derechos. Coautora de los libros Percepción de las
Mujeres en Relación al Derecho y la Justicia (1996) y Violación: ¿crímen o cortesía?: Enfoque sociojurídico de género (1998), así como del material educativo para
policiales sobre violencia contra la mujer Rompiendo Silencios y Leyendas (IPÊ/CECIP,1999) y de la publicación Venga para la Roda! Venga para la Red! Guia de
apoyo a la construcción de redes de servicios para el enfrentamiento de la violencia contra la mujer (Rede Mulher de Educação/UNIFEM/GTZ, 2002).
2 Artículo 18 de la Declaración de Viena.
3 Párrafo 124 de la Plataforma de Acción de Beijing.
4 El artículo 1° de la CEDAW define la discriminación contra la mujer como “toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o
resultado perjudicar o anular el reconocimiento, gozo o ejercicio, por parte de la mujer, independientemente de su estado civil y en base a la igualdad entre hombres
y mujeres, de los derechos humanos y libertades fundamentales en los campos político, económico, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera.”
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contra la mujer como "cualquier acto o conducta basada en el género que ocasione a la mujer muerte, daño
o sufrimiento físico, sexual o sicológico, tanto en la esfera pública como en la privada” (art. 1º). Establece
incluso en su que el derecho de toda mujer a vivir libre de violencia comprende, dentre otros, el derecho de
ser libre de toda forma de discriminación (art. 6°). Señala que esta violencia puede ocurrir "dentro de la
família o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya
compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual”
(art. 2º, a). Tiene en cuenta la violencia que “tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier
persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura (...) y acoso sexual en el lugar de
trabajo así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar" (art. 2º, b) y
aún aquella "perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, dondequiera que ocurra" (art. 2º, c).
La incorporación del tema por las declaraciones y convenciones mencionadas ha definitivamente expandido
tanto el concepto de derechos humanos cuanto de la violencia basada en género, cambiando el escenario
jurídico-político a níveles internacional, regional y nacionales en muchos aspectos, y traendo, incluso, una
nueva dimensión en las estrategias de trabajo para los campos del derecho y de la salud que afectan
particularmente a las mujeres.
En esto sentido, dentre las estrategias desarrolladas por CLADEM para fortalecer la perspectiva de género y
derechos humanos en el campo de la violencia basada en género, quiero destacar la estrategia de litígio
internacional, a través de la defensa de casos emblemáticos. Y escojo dicha estrategia justamente por
involucrar la utilización de instrumentos y mecanismos internacionales para la defesa de los derechos
humanos de las mujeres, como la Convención de Belém do Pará. Para tanto, me voy valer de la experiencia
de las compañeras de CLADEM-Peru5 al enviar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
un caso de violación sexual de una paciente por um proveedor de salud, enfocando el análisis en los
resultados y lecciones aprendidas desde esta estrategia.
Estratégia: Caso 12.041 CIDH – Peru6. En abril de 1998, CLADEM, juntamente con el Center for
Reproductive Law and Policy (CRLP) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), presentó
una denuncia a la CIDH contra el Estado peruano, sobre el caso MM en relación a la violación sexual
cometida contra ella por el médico Gerardo Salmón Horna en un establecimiento público de salud. La
denuncia se presenta com base en:
 la violación a los derechos humanos reconocidos en tratados internacionales, en especial en la
Convención de Belém do Pará (artículos 3,4,7,8,y 9)
 las irregularidades y discriminación de género en los procesos administrativo y judicial
 la impunidad del delito y no-reparación y rehabilitación de la víctima
 el encubrimiento institucional del violador
 la violencia contra las mujeres en los servicios de salud
 la responsabilidad estatal en relación a estas violaciones
Resultados: En marzo del 2000, se logró establecer un Acuerdo de Solución Amistosa7 entre las
peticionárias y el Estado Peruano, con la aceptación de la víctima. En el Acuerdo, el Estado reconoció su
responsabilidad como consecuencia de los actos perpetrados por el médico violador cuando se encontraba
adscrito al servicio de salud pública, y asumió el compromiso de solucionar el caso y prevenir otros similares,
así como no tolerar los actos o amenazas de violencia contra la mujer cometidos por sus funcionarios,
servidores o terceros. En esto sentido, asumió el compromiso de:
Ver texto Utilización de mecnanismos nacionales e internacionales de derechos humanos en la defensa de casos de interés público, por Maria Isabel Rosas B.,
Lima, 25 de Julio del 2002, disponible en la web: www.cladem.org.
6 Acuerdo de Solucción Amistosa disponível en el http://www.cladem.org/espanol/regionales/litigio_internacional
7 Diante de la posibilidad de un acuerdo de solución amistosa, las organizaciones peticionarias, solicitaron la contribución de DEMUS como organización nacional
consultora sobre el marco legal nacional, la situación del problema de violencia sexual en el país y las propuestas de modificaciones legislativas y de políticas
públicas necesarias, por haber esta institución ya desarrollado una serie de investigaciones sobre este problema, y desde distintas perspectivas. Sus investigaciones
contribuyeron para la argumentación del caso de son citadas en la petición, lo cual evidencia la importancia de la investigación en las acciones de litigio en materia
de interés público y su incidencia en la generación y desarrollo de la jurisprudencia internacional de los derechos humanos.
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sancionar al agresor. Sin perjuicio de la responsabilidad penal, el Estado debería poner - como de fato
ha puesto - en conocimiento del Colegio Médico del Perú la denuncia presentada por MM. ante la CIDH.
CLADEM-Perú impulsó el proceso ante el Colegio Médico, que decidió sancionar al médico con dos años de
suspensión en el ejercicio profesional, por graves infracciones éticas contra M.M8.
 rehabilitar y reparar el daño causado a M.M.: una série de medidas fueron acordadas para tal, las
cuales extrapolan la rehabilitación de la víctima desde los aspectos restritos a su salud física y mental (como
brindarle atención médica gratuita) sino alcanzan también el apoyo social y económico para que esta mujer
pueda reconstruyer su vida (como brindar a la víctima: el traslado y alojamiento en óptimas condiciones de
habitabilidad para la ciudad de Arequipa; la transferencia de propriedad de un terreno para su nombre; los
materiales para construcción de un imueble en el terreno; la otorga de un puesto de venta en el mercado de la
ciudad y de mercaderías para ella iniciar una actividad comercial, todo custeado por el Estado).
 implementar medidas legislativas, administrativas y de políticas públicas en la Policía Nacional, en
el Instituto de Medicina Legal, Ministerio Público, Poder Judicial, Servicios de Salud Pública, lo que incluye el
compromiso de implementar políticas sociales de prevención y atención del problema de la violación sexual
en el país, desarrollando programas en el ámbito educativo e instalando servicios de atención integral
especializada para mujeres víctimas de violación sexual en el ámbito nacional.

También por el Acuerdo se ha creado una Comisión de Seguimiento9 integrada por representantes del
Estado y las peticionarias, para verificar el cumplimiento de los compromisos asumidos, proponer y efectuar el
seguimiento de reformas normativas e de la implementación de servicios especializados para la atención de
víctimas de la violencia sexual.
Lecciones aprendidas:
 Los resultados alcanzados con esto caso evidencian la importancia de la utilización de los instrumentos y
mecanismos internacionales como una de las estrategias eficazes para trabajar el tema de la violencia
basada en género relacionada a los derechos humanos en el campo de la salud y del derecho.
 A partir de un caso emblemático individual, se hace público la ocurrencia frecuente de un problema social
nacional - como el abuso de las pacientes por proveedores de salud – y se lo califica como una violación a los
derechos humanos de las mujeres, obligando al Estado establecer medidas no sólo frente al caso sino frente
al problema social, en acuerdo con los stándares internacionales.
 Se comprende que al no responder el Estado adecuadamente a la violencia basada en género en su
sistema de salud y de justicia en acuerdo con estos stándares, las responsabilidades individuales de los que
actuaron con su tolerancia, se convierten en responsabilidad estatal frente a la comunidad internacional, lo
que obligará al Estado a exigir un adecuado funcionamiento de sus instancias y sus funcionarios, mejorando
así las condiciones para otras víctimas.
 El acceso a la justicia, a la reparación civil y rehabilitación del daño para la víctima de eso caso puede
beneficiar a otras víctimas, puesto que el Estado deberá exigir que estas medidas se cumplan en otros casos
similares en el país.
 Los resultados alcanzados com esta estrategia transcenden al caso individual, en especial en términos de
prevención a la violencia basada en género en el sector de salud, ya que una de las medidas propuestas es la
implementación de servicios de atención integral para víctimas de violación sexual en el ámbito nacional.
 El rol de las ONGs es evidenciado en movilizar instancias internacionales y éstas a su vez a las
instancias nacionales, logrando sus objetivos de manera más eficiente y eficaz.
 Revela aún la importancia de las alianzas estratégicas entre organizaciones nacionales e internacionales
con distintas experiencias y perspectivas, lo que nos lleva a pensar en los impactos favorables que se puede
tener entre las alianzas de organizaciones que actúan en el campo de la salud y el derecho a nível local,
nacional e internacional en la incorporación de la perspectiva de género y derechos humanos en el tema de
violencia basada en género.
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Mediante resolución Nº 2358-CEN-2001
Mediante Resolución Suprema Nº 078-2001-JUS
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El lítigio internacional permite aplicar concretamente las normas de derechos humanos con enfoque de
género a casos de violencia basada en género en el campo de la salud; desarrolar argumentos jurídicos que
contribuyan a la integración de temas relativos a derechos sexuales y reprodutivos a los derechos
“tradicionales” como el derecho a la integridad física y a la salud en el marco de la violencia basada en
género, así como estimular la creación de una “jurisprudencia” internacional en estos temas.

Desafios/Recomendaciones:
El caso nos lleva a pensar en otras dimensiones de las implicancias prácticas y los riesgos asociados al
hecho de abordar el tema de la violencia basada en género en un contexto donde tanto el sector salud cuanto
el sector legal carecen de un conocimiento profundo de los temas de género y derechos humanos, como por
ejemplo, que:
 de facto los proveedores de salud y de justicia no compreendan la dimensión de la problemática de
género y de sus manifestaciones culturales en actos de discriminación y violencia contra las mujeres,
tampoco de cuales son los actos que así se configuran y violan derechos consagrados por tratados
internacionales de derechos humanos, los que no se constituyen como derechos abstratos, sino que toman
contenido y significado cuando aplicados a situaciones concretas y reales
 y luego tengan dificultades de identificar la violencia basada en género en sus campos de actuación, así
con las consecuencias para la vida de las mujeres a las cuales sus servicios estan dirigidos
 lo que implica también en mayor dificultad para el el cambio de postura y conducta de estos
profesionales, debido a la ausencia de una compreensión cultural y jurídica del problema.
Eso nos lleva a pensar en los desafíos en esto campo, asi como en recomendaciones para enfrentarlos.
Puede y debe haber una aproximación entre el derecho y la salud en esto sentido, en especial entre las
personas y organizaciones que detengan conocimento sobre la violencia de género, así como sobre los
aspectos jurídico-políticos de los derechos humanos de las mujeres, con aquellas personas y grupos que
actúan para mejorar la calidad de atención a las mujeres en el campo de la salud. En esto sentido, es
importante haber una alianza entre estos sectores para incluyer la perspectiva de género y derechos
humanos en los procesos de capacitación de los profesionales de la salud. Verdad que se trata de una
capacitación de dupla mano.
 El sector de la salud puede ayudar el sector legal a identificar las diferentes situaciones concretas
vivenciadas por los profesionales de la salud relacionadas a la violencia de género, ayudando a ambos los
profesionales hacer la relación de las situaciones concretas con los derechos humanos de las mujeres y en
que medida estos derechos son o no violados por sus conductas y lo que se puede cambiar en la conducta de
los provedores de la salud en face de estas situaciones.
 El trabajo del sector de la salud con el legal puede además ayudar a traer nuevos desarrollos de
contenido e interpretación de los derechos.
 Incorporar el tema de los derechos es importante aún para que los profesionales sepan de los deveres
que les corresponden y que sus actos y omisiones tienen consecuencias para allá de sus responsabilidades
individuales, sino que involucran la responsabilidad institucional y estatal.
 Los servicios de atención a la violencia basada en género - en especial la sexual y doméstica - no pueden
y no deben depender de la buena voluntad de uno pocos profesionales de salud, por eso es importante que
estos servicios sean institucionalizados, mediante la normatización de procedimentos en protocolos de
asistencia a estas mujeres, que tengan por base la compreesión de género y de los derechos humanos.
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