La traumatología debe evolucionar hacia una

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TRAUMATOLOGÍA
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“La traumatología debe
evolucionar hacia una mínima
agresividad”
La traumatología veterinaria es una disciplina que se ha desarrollado y especializado
notablemente en los últimos años y que, hoy en día, se nutre de un gran abanico de
técnicas diagnósticas que se caracterizan por su precisión. Descubrimos más acerca
de ellas de manos de Diego López, director de Clínica Veterinaria Gramanet y del Hospital Veterinario Montigalà.
L
a Clínica Veterinaria Gramanet, donde hoy en día trabajan cinco veterinarios y colaboran de manera periódica otros cinco, fue la primera en ver la luz. De eso
hace ahora 25 años y, tras ella, Diego López también
pondría en marcha el Hospital Veterinario Montigalà. Desde
entonces, este veterinario ha encontrado tiempo para seguir
formándose, ejercer en países como Reino Unido y Francia,
colaborar en la docencia que imparte el Colegio Oficial de Veterinarios y fundar, junto a otros cuatro colegas de profesión,
el Instituto Veterinario de Ortopedia y Traumatología en 1997.
A la hora de valorar cómo ha evolucionado el campo de la
traumatología veterinaria, donde se han producido numerosos avances en lo que respecta a servicios, técnicas diagnósticas, intervenciones y tratamientos, y de qué manera ha
logrado posicionarse dentro de un mercado que ha crecido
exponencialmente en los últimos tiempos, López afirma haberse centrado “en todos aquellos avances que la traumatología
ha incorporado en los últimos 15 años y que tienen que ver con
técnicas que son poco agresivas e invasivas”. “Tradicionalmente,
la traumatología ha sido una de las disciplinas más agresivas, sobre todo a nivel quirúrgico, pero nosotros creemos que debe evolucionar hacia una mínima agresividad para nuestras mascotas”,
prosigue el veterinario.
Campos de especialización
Bajo el paraguas de estas técnicas diagnósticas e intervenciones lo menos agresivas posibles, López se ha interesado espe-
cialmente en tres ámbitos, el de la fijación externa a la hora
de reparar una fractura; el de la artroscopia, que, en palabras
del veterinario, “representa una técnica poco agresiva con las articulaciones, ha evolucionado mucho en los últimos diez años y
que cada vez más forma parte del día a día del traumatólogo” y
la medicina bioregenerativa, “que es un campo que nos fascina”,
añade.
La medicina bioregenerativa representa una nueva disciplina
basada en los factores de crecimiento y en las células masa esquimal obtenidas a partir de la grasa de nuestro propio cuerpo que, por otro lado, “han demostrado tanto una gran utilidad
dentro del cuerpo, lo que dibuja un futuro muy esperanzador
para las articulaciones”, apunta el director de la Clínica Veterinaria Gramanet y el Hospital Veterinario Montigalà, centros, a su
vez, que colaboran con la Fundación García Cugat para el estudio
del cartílago. “En la Fundación trabajamos médicos, veterinarios,
ingenieros y otros profesionales que abordamos el perfeccionamiento del cartílago desde un punto de vista multidisciplinar”,
matiza López.
“Tradicionalmente, la traumatología ha sido
una de las disciplinas más agresivas, sobre
todo a nivel quirúrgico”
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Mayor conciencia social
La evolución de las técnicas diagnósticas y la innovación tecnológica han permitido que los traumatólogos veterinarios
puedan ser más precisos a la hora de detectar fracturas y demás patologías sin necesidad de ser tan agresivos. ¿Cuáles
son esas técnicas? “Como traumatólogos usamos la radiología
-que es el método más antiguo pero el primero que usamos para
definir un diagnóstico-, las resonancias magnéticas, los TAC, las
tomografías, las artroscopias, etc., pero también métodos diagnósticos basados en análisis bioquímicos, equipos sinoviales,
sangre, etc., es decir, todas aquellas técnicas que se usan desde
hace tiempo en medicina humana y que ahora, poco a poco, hemos incorporado en veterinaria”, destaca López.
Y es que, para este veterinario, “todo influye”, porque, por un
lado, la tecnología se ha puesto al servicio de la veterinaria y la
veterinaria ha evolucionado mucho en los últimos años, “una
evolución que ha ido a remolque de la creciente exigencia por
parte de los propietarios, que cada vez cuidan más y mejor de sus
mascotas y están dispuestos a invertir más dinero en proporcionarles un mayor bienestar y calidad de vida”.
Futuro esperanzador
A la hora de vaticinar qué futuro le espera a la profesión veterinaria, Diego López, que hace año y medio defendió su tesis
sobre la incidencia de los factores de crecimiento en la cicatrización del tendón de Aquiles, afirma que “si amas la profesión
y disfrutas con lo que haces, el futuro tiene que ser bueno”. Es ci-
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veterinaria
“El nivel profesional del veterinario
en nuestro país es elevadísimo”
40
erto que cada vez hay más profesionales de la veterinaria que
buscan hacerse un hueco en el mercado, pero para López eso
es algo muy positivo en tanto que cada vez existe una mayor
especialización. “Al final, la competencia te hace trabajar mejor
y eso redunda en un enriquecimiento de la profesión en cuanto a
formación, servicios, etc.”, apunta.
“Hace tan solo 40 años, la veterinaria no tenía ni buena ni mala
reputación, pero ahora, gracias al trabajo de muchos colegas de
profesión hemos logrado encontrar nuestro lugar en la sociedad
porque, al final, cuidamos de la salud de las mascotas y estas ocupan un papel muy importante para muchas familias”, apunta
López, a quien este listón tan alto por parte de los propietarios
no le da ningún miedo, ya que, según ha podido comprobar
de primera mano en el resto de países donde ha trabajado “el
nivel profesional del veterinario en nuestro país es elevadísimo”,
por lo que, concluye, “no tenemos nada que envidiar al resto de
Europa”.
Diego López Nájera es licenciado en Veterinaria por
la Universidad Autónoma de Barcelona en 1988. En
(Destacados)
1989 realizó un internado en el departamento de cirugía en el Queen’s Mother Hospital for the animals,
The Royal Veterinary College, University of London.
Trabajó ese año como cirujano veterinario en Dr.
Young Surgery de Londres. Entre 1989 y 1990 realizó una estancia en el departamento de cirugía de
la École Nationale Veterinaire d’Alfort, París. Fue cirujano asistente del Dr. J.F. Bardet en París en 1990.
DESPIECE1:
Entre 1990 y 1992 fue cirujano veterinario en la Dr.
Farrell Surgery de Londres. Tiene un postgrado en ortopedia, traumatología y cirugía espinal emitido por
la UAB y desde 2014 es Doctor en Veterinaria por la
Universidad Cardenal Herrera de Valencia.
Desde 1992 hasta la actualidad se dedica a la práctica
clínica y es director de la Clínica Veterinaria Gramenet
y codirector del Hospital Veterinario de Montigalá de
Barcelona. Realiza cirugía ortopédica y traumatológica de referencia para diversas clínicas en España e
Inglaterra.
Ha ofrecido numerosas conferencias y comunicaciones en traumatología y ha sido profesor en más de
treinta cursos prácticos de formación en ortopedia
para veterinarios. Participa, desde 2005, en los programas de formación en traumatología para veterinarios que organiza el Col·legi Oficial de Veterinaris
de Barcelona. Es autor de diversos artículos y cuenta
con la participación en libros de ortopedia y traumatología veterinaria. También es miembro del Roya College of Veterinary Surgeons (MRCVS); Miembro fundador del IVOT (Instituto Veterinario de Ortopedia y
Traumatología) y miembro fundador de la Fundación
García Cugat para la investigación biomédica.
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