Qué es la contaminación del aire

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LA DEGRADACION AMBIENTAL Y LA EXTINCIÓN DE
ESPECIES
Compilado por Prof. F. Arturo Russell
¿Qué es la contaminación del aire?
Es la que se produce como consecuencia de la emisión de sustancias tóxicas. La
contaminación del aire puede causar trastornos tales como ardor en los ojos y en la
nariz, irritación y picazón de la garganta y problemas respiratorios. Bajo determinadas
circunstancias, algunas substancias químicas que se hallan en el aire contaminado
pueden producir cáncer, malformaciones congénitas, daños cerebrales y trastornos del
sistema nervioso, así como lesiones pulmonares y de las vías respiratorias. A
determinado nivel de concentración y después de cierto tiempo de exposición, ciertos
contaminantes del aire son sumamente peligrosos y pueden causar serios trastornos e
incluso la muerte.
La polución del aire también provoca daños en el medio ambiente, habiendo afectado la
flora arbórea, la fauna y los lagos. La contaminación también ha reducido el espesor de
la capa de ozono. Además, produce el deterioro de edificios, monumentos, estatuas y
otras estructuras.
La contaminación del aire también es causante de neblina, la cual reduce la visibilidad
en los parques nacionales y otros lugares y, en ocasiones, constituye un obstáculo para
la aviación.
¿Cuáles son los principales contaminantes del aire?
Monóxido de Carbono (CO): Es un gas inodoro e incoloro. Cuando se lo inhala, sus
moléculas ingresan al torrente sanguíneo, donde inhiben la distribución del oxígeno. En
bajas concentraciones produce mareos, jaqueca y fatiga, mientras que en
concentraciones mayores puede ser fatal.
El monóxido de carbono se produce como consecuencia de la combustión incompleta
de combustibles a base de carbono, tales como la gasolina, el petróleo y la leña, y de la
de productos naturales y sintéticos, como por ejemplo el humo de cigarrillos. Se lo halla
en altas concentraciones en lugares cerrados, como por ejemplo garajes y túneles con
mal ventilados, e incluso en caminos de tránsito congestionado.
Dióxido de Carbono (CO2): Es el principal gas causante del efecto invernadero. Se
origina a partir de la combustión de carbón, petróleo y gas natural. En estado líquido o
sólido produce quemaduras, congelación de tejidos y ceguera. La inhalación es tóxica si
se encuentra en altas concentraciones, pudiendo causar incremento del ritmo
respiratorio, desvanecimiento e incluso la muerte.
Clorofluorcarbonos (CFC): Son substancias químicas que se utilizan en gran cantidad
en la industria, en sistemas de refrigeración y aire acondicionado y en la elaboración de
bienes de consumo. Cuando son liberados a la atmósfera, ascienden hasta la
estratosfera. Una vez allí, los CFC producen reacciones químicas que dan lugar a la
reducción de la capa de ozono que protege la superficie de la Tierra de los rayos
solares. La reducción de las emisiones de CFC y la suspensión de la producción de
productos químicos que destruyen la capa de ozono constituyen pasos fundamentales
para la preservación de la estratosfera.
Contaminantes atmosféricos peligrosos: Son compuestos químicos que afectan la
salud y el medio ambiente. Las emanaciones masivas –como el desastre que tuvo lugar
en una fábrica de agroquímicos en Bhopal, India– pueden causar cáncer,
malformaciones congénitas, trastornos del sistema nervioso y hasta la muerte
Las emisiones de contaminantes atmosféricos peligrosos provienen de fuentes tales
como fábricas de productos químicos, productos para limpieza en seco, imprentas y
vehículos (automóviles, camiones, autobuses y aviones).
Plomo: Es un metal de alta toxicidad que ocasiona una diversidad de trastornos,
especialmente en niños pequeños. Puede afectar el sistema nervioso y causar
problemas digestivos. Ciertos productos químicos que contienen plomo son
cancerígenos. El plomo también ocasiona daños a la fauna y flora silvestres.
El contenido de plomo de la gasolina se ha ido eliminando gradualmente, lo que ha
reducido considerablemente la contaminación del aire. Sin embargo, la inhalación e
ingestión de plomo puede tener lugar a partir de otras fuentes, tales como la pintura
para paredes y automóviles, los procesos de fundición, la fabricación de baterías de
plomo, los señuelos de pesca, ciertas partes de las balas, algunos artículos de
cerámica, las persianas venecianas, las cañerías de agua y algunas tinturas para el
cabello y por el uso de inversores eléctricos con baterías.
Ozono (O3): Este gas es una variedad de oxígeno, que, a diferencia de éste, contiene
tres átomos de oxígeno en lugar de dos. El ozono de las capas superiores de la
atmósfera (estratosfera), donde se forma de manera espontánea, constituye la llamada
“capa de ozono”, la cual protege la tierra de la acción de los rayos ultravioletas. Sin
embargo, a nivel del suelo, en la troposfera, el ozono es un contaminante de alta
toxicidad que afecta la salud, el medio ambiente, los cultivos y una amplia diversidad
de materiales naturales y sintéticos. El ozono produce irritación del tracto respiratorio,
dolor en el pecho, tos persistente, incapacidad de respirar profundamente y un aumento
de la propensión a contraer infecciones pulmonares. A nivel de medio ambiente, es
perjudicial para los árboles y reduce la visibilidad.
El ozono que se halla a nivel del suelo proviene de la descomposición (oxidación) de los
compuestos orgánicos volátiles de los solventes, de las reacciones entre substancias
químicas resultantes de la combustión del carbón, gasolina y otros combustibles y de
las substancias componentes de las pinturas y spray para el cabello. La oxidación se
produce rápidamente a alta temperatura ambiente. Los vehículos y la industria
constituyen las principales fuentes del ozono a nivel del suelo.
Oxido de nitrógeno (NOx): Proviene de la combustión de la gasolina, el carbón y otros
combustibles. Es uno de los principales causas del smog y la lluvia ácida. El primero se
produce por la reacción de los óxidos de nitrógeno con compuestos orgánicos volátiles.
En altas concentraciones, el smog puede producir dificultades respiratorias en las
personas asmáticas, accesos de tos en los niños y trastornos en general del sistema
respiratorio. La lluvia ácida afecta la vegetación y altera la composición química del
agua de los lagos y ríos, haciéndola potencialmente inhabitable para las bacterias,
excepto para aquellas que tienen tolerancia a los ácidos.
Partículas: En esta categoría se incluye todo tipo de materia sólida en suspensión en
forma de humo, polvo y vapores. Además, de reducir la visibilidad y la cubierta del
suelo, la inhalación de estas partículas microscópicas, que se alojan en el tejido
pulmonar, es causante de diversas enfermedades respiratorias. Las partículas en
suspensión también son las principales causantes de la neblina, la cual reduce la
visibilidad.
Las partículas de la atmósfera provienen de diversos orígenes, entre los cuales
podemos mencionar la combustión de diesel en camiones y autobuses, los
combustibles fósiles, la mezcla y aplicación de fertilizantes y agroquímicos, la
construcción de caminos, la fabricación de acero, la actividad minera, la quema de
rastrojos y malezas y las chimeneas de hogar y estufas a leña.
Dióxido de azufre (SO2): Es un gas inodoro cuando se halla en bajas concentraciones,
pero en alta concentración despide un olor muy fuerte. Se produce por la combustión de
carbón, especialmente en usinas térmicas. También proviene de ciertos procesos
industriales, tales como la fabricación de papel y la fundición de metales. Al igual que
los óxidos de nitrógeno, el dióxido de azufre es uno de los principales causantes del
smog y la lluvia ácida. Está estrechamente relacionado con el ácido sulfúrico, que es un
ácido fuerte. Puede causar daños en la vegetación y en los metales y ocasionar
trastornos pulmonares permanentes y problemas respiratorios
Compuestos orgánicos volátiles (VOC): Son substancias químicas orgánicas. Todos
los compuestos orgánicos contienen carbono y constituyen los componentes básicos de
la materia viviente y de todo derivado de la misma. Muchos de los compuestos
orgánicos que utilizamos no se hallan en la naturaleza, sino que se obtienen
sintéticamente. Los compuestos químicos volátiles emiten vapores con gran facilidad.
La emanación de vapores de compuestos líquidos se produce rápidamente a
temperatura ambiente.
Los VOC incluyen la gasolina, compuestos industriales como el benceno, solventes
como el tolueno, xileno y percloroetileno (el solvente que más se utiliza para la limpieza
en seco). Los VOC emanan de la combustión de gasolina, leña, carbón y gas natural, y
de solventes, pinturas, colas y otros productos que se utilizan en el hogar o en la
industria. Las emanaciones de los vehículos constituyen una importante fuente de VOC.
Muchos compuestos orgánicos volátiles son peligrosos contaminantes del aire. Por
ejemplo, el benceno tiene efectos cancerígenos.
¿Qué es la lluvia ácida y cómo se desarrolla?
El agua de lluvia típica tiene un pH inferior a 7. Esto significa que de forma natural no es
neutra, es un líquido levemente ácido. Durante la precipitación por ejemplo agua de
lluvia disuelve gases como dióxido de carbono y oxígeno.
La industria emite grandes cantidades de gases acidificantes, por ejemplo los óxidos
sulfúricos y de nitrógeno, los cuales se convierten en ácido sulfúrico y ácido nítrico,
respectivamente. Estos gases también se disuelven en el agua de lluvia. ¿Causa esto
un cambio en el pH de la precipitación? el pH de la lluvia bajará su pH
significativamente. Cuando la lluvia tiene un pH por debajo de 5.6, es llamada lluvia
ácida.
CONTAMINACION DEL AGUA
Substancias contaminantes del agua
1. Microorganismos patógenos. Son los diferentes tipos de bacterias, virus,
protozoos y otros organismos que transmiten enfermedades como el cólera, tifus,
gastroenteritis diversas, hepatitis, etc. En los países en vías de desarrollo las
enfermedades producidas por estos patógenos son uno de los motivos más importantes
de muerte prematura, sobre todo de niños.
Normalmente estos microbios llegan al agua en las heces y otros restos orgánicos que
producen las personas infectadas
2. Desechos orgánicos. Son el conjunto de residuos orgánicos producidos por los
seres humanos, ganado, etc. Incluyen heces y otros materiales que pueden ser
descompuestos por bacterias aeróbicas, es decir en procesos con consumo de oxígeno.
Cuando este tipo de desechos se encuentran en exceso, la proliferación de bacterias
agota el oxígeno, y ya no pueden vivir en estas aguas peces y otros seres vivos que
necesitan oxígeno. Buenos índices para medir la contaminación por desechos orgánicos
son la cantidad de oxígeno disuelto, en agua, o la DBO (Demanda Biológica de
Oxígeno).
3. Sustancias químicas inorgánicas. En este grupo están incluidos ácidos, sales y
metales tóxicos como el mercurio y el plomo. Si están en cantidades altas pueden
causar graves daños a los seres vivos, disminuir los rendimientos agrícolas y corroer los
equipos que se usan para trabajar con el agua.
4. Nutrientes vegetales inorgánicos. Nitratos y fosfatos son sustancias solubles en
agua que las plantas necesitan para su desarrollo, pero si se encuentran en cantidad
excesiva inducen el crecimiento desmesurado de algas y otros organismos provocando
la eutrofización de las aguas. Cuando estas algas y otros vegetales mueren, al ser
descompuestos por los microorganismos, se agota el oxígeno y se hace imposible la
vida de otros seres vivos. El resultado es un agua maloliente e inutilizable.
5. Compuestos orgánicos. Muchas moléculas orgánicas como petróleo, gasolina,
plásticos, plaguicidas, disolventes, detergentes, etc. acaban en el agua y
permanecen, en algunos casos, largos períodos de tiempo, porque, al ser productos
fabricados por el hombre, tienen estructuras moleculares complejas difíciles de
degradar por los microorganismos.
6. Sedimentos y materiales suspendidos. Muchas partículas arrancadas del suelo y
arrastradas a las aguas, junto con otros materiales que hay en suspensión en las aguas,
son, en términos de masa total, la mayor fuente de contaminación del agua. La turbidez
que provocan en el agua dificulta la vida de algunos organismos, y los sedimentos que
se van acumulando destruyen sitios de alimentación o desove de los peces, rellenan
lagos o pantanos y obstruyen canales, rías y puertos.
7. Sustancias radiactivas. Isótopos radiactivos solubles pueden estar presentes en el
agua y, a veces, se pueden ir acumulando a los largo de las cadenas tróficas,
alcanzando concentraciones considerablemente más altas en algunos tejidos vivos que
las que tenían en el agua.
8. Contaminación térmica. El agua caliente liberada por centrales de energía o
procesos industriales eleva, en ocasiones, la temperatura de ríos o embalses con lo que
disminuye su capacidad de contener oxígeno y afecta a la vida de los organismos.
¿Qué es eutrofización, cuál es la causa y cuáles son los peligros?
Eutrofización significa enriquecimiento por nutrientes de los arroyos, ríos y lagos
naturales. Este enriquecimiento es a menudo aumentado por las actividades humanas,
tales como agricultura (adición del abono). En un cierto plazo, los lagos entonces se
convierten en eutróficos debido a un aumento en la concentración de nutrientes.
La eutrofización es causada principalmente por un aumento en los niveles del nitrato y
del fosfato y tiene una influencia negativa en la vida acuática. Debido al
enriquecimiento, plantas del agua tales como algas crecerán extensivamente.
Consecuentemente el agua absorberá menos luz y ciertas bacterias aerobias llegarán a
ser más activas. Estas bacterias agotan los niveles del oxígeno y en el futuro,
solamente las bacterias anaerobias puedan ser activas. Esto hace imposible la vida en
el agua para los pescados y otros organismos.
CONTAMINACION ACUSTICA (RUIDO)
Se llama contaminación acústica al exceso de sonido que altera las condiciones
normales del ambiente en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula,
traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede
causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla
adecuadamente.
El término contaminación acústica hace referencia al ruido (entendido como sonido
excesivo y molesto), provocado por las actividades humanas (tráfico, industrias, locales
de ocio, aviones, etc.), que produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y
mental de las personas.
Este término está estrechamente relacionado con el ruido debido a que esta se da
cuando el ruido es considerado como un contaminante, es decir, un sonido molesto que
puede producir efectos nocivos fisiológicos y psicológicos para una persona o grupo de
personas.
Las principales causas de la contaminación acústica son aquellas relacionadas con las
actividades humanas como el transporte, la construcción de edificios y obras públicas,
las industrias, entre otras.
Los sonidos muy fuertes provocan molestias que van desde el sentimiento de
desagrado y la incomodidad hasta daños irreversibles en el sistema auditivo. La presión
acústica se mide en decibelios (dB) y los especialmente molestos son los que
corresponden a los tonos altos. La presión del sonido se vuelve dañina a unos 75 dB y
dolorosa alrededor de los 120 dB. Puede causar la muerte cuando llega a 180 dB. El
límite de tolerancia recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de 65 dB.
El oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar 2 horas de exposición
a 100 dB (discoteca ruidosa). Los sonidos de más de 120 dB (volumen alto en los
auriculares, turbinas de avión) pueden dañar a las células sensibles al sonido del oído
interno provocando pérdidas de audición.
Impactos bio-psico-sociales del
ruido
EFECTOS DE LA INADECUADA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS SÓLIDOS
Los Residuos Sólidos Municipales son aquellos subproductos originados en las
actividades que se realizan en la vivienda, la oficina, el comercio y la industria (lo que se
conoce comúnmente como basura) y están compuestos de residuos orgánicos, tales
como sobras de comida, hojas y restos de jardín, papel, cartón, madera y, en general,
materiales biodegradables; e inorgánicos, a saber, vidrio, plástico, metales, objetos de
caucho, material inerte y otros.
Riesgos para la salud
Para comprender con mayor claridad sus efectos en la salud de las personas, es
necesario distinguir entre los riesgos directos y los riesgos indirectos que provocan.
Riesgos directos
Son los ocasionados por el contacto directo con la basura, por la costumbre de la
población de mezclar los residuos con materiales peligrosos tales como: vidrios rotos,
metales, jeringas, hojas de afeitar, excrementos de origen humano o animal, e incluso
con residuos infecciosos de establecimientos hospitalarios y sustancias de la industria,
los cuales pueden causar lesiones a los operarios de recolección de basura.
El servicio de recolección de basura es considerado uno de los trabajos más arduos: se
realiza en movimiento, levantando objetos pesados y, a veces, por la noche o en las
primeras horas de la mañana; condiciones estas que lo vuelven de alto riesgo y hacen
que la morbilidad pueda llegar a ser alta. Las condiciones anteriores se tornan más
críticas si las jornadas son largas y si, además, no se aplican medidas preventivas o no
se usan artículos de protección necesarios.
Asimismo, los vehículos de recolección no siempre ofrecen las mejores condiciones: en
muchos casos, los operarios deben realizar sus actividades en presencia continua de
gases y partículas emanadas por los propios equipos, lo que produce irritación en los
ojos y afecciones respiratorias; por otra parte, estas personas están expuestas a
mayores riesgos de accidentes de tránsito, magulladuras, etc.
En peor situación se encuentran los segregadores de basura o “buzos”, cuya actividad
de separación y selección de materiales se realiza en condiciones infrahumanas y sin la
más mínima protección ni seguridad social. En general, por su bajo nivel
socioeconómico, carecen de los servicios básicos de agua, alcantarillado y electricidad
y se encuentran sometidos a malas condiciones alimentarias, lo que se refleja en un
estado de desnutrición crónica.
Los segregadores de basura suelen tener más problemas gastrointestinales de origen
parasitario, bacteriano o viral que el resto de la población. Además, sufren un mayor
número de lesiones que los trabajadores de la industria; estas lesiones se presentan en
las manos, pies y espalda, y pueden consistir en cortes, heridas, golpes, y hernias,
además de enfermedades de la piel, dientes y ojos e infecciones respiratorias, etc.
Frecuentemente, estos problemas son causantes de incapacidad.
Los mismos “buzos” se transforman en vectores sanitarios y potenciales generadores
de problemas de salud entre las personas con las cuales conviven y están en contacto.
Riesgos indirectos
El riesgo indirecto más importante se refiere a la proliferación de animales, portadores
de microorganismos que transmiten enfermedades a toda la población, conocidos como
vectores. Estos vectores son, entre otros, moscas, mosquitos, ratas y cucarachas, que,
además de alimento, encuentran en los residuos sólidos un ambiente favorable para su
reproducción, lo que se convierte en un caldo de cultivo para la transmisión de
enfermedades, desde simples diarreas hasta cuadros severos de tifoidea u otras
dolencias de mayor gravedad.
Las moscas. Su ciclo de reproducción depende de la temperatura ambiental. Pueden
llegar a su estado adulto en un lapso de entre 8 y 20 días y su radio de acción puede
ser de 10 km en 24 horas. Su medio de reproducción está en los excrementos húmedos
de humanos y animales (criaderos, letrinas mal construidas, fecalismo al aire libre, lodos
de tratamiento, basuras, etc.). Se estima que un kilogramo de materia orgánica permite
la reproducción de 70.000 moscas.
Las condiciones de insalubridad resultantes del manejo inadecuado de los RSM siguen
en importancia a aquellas causadas por las excretas humanas y amenazan
peligrosamente la salud pública.
La basura es la fuente principal de reproducción de la mosca doméstica, que transmite
enfermedades y causa la muerte de millones de personas en todo el mundo.
Por tanto, el elemento clave para el control de la mosca doméstica es un buen
almacenamiento, seguido de la recolección y disposición sanitaria final de la basura en
rellenos sanitarios.
Las cucarachas. Existen desde hace 350 millones de años y, dada su extraordinaria
resistencia a la mayoría de los insecticidas y capacidad de adaptación a cualquier
medio, sería el único ser apto para sobrevivir a una guerra nuclear. Viven alrededor de
los recipientes de basura, en los mostradores de cocina, cerca de la mesa del comedor
y en los baños. Se alimentan de desperdicios y caminan durante la noche sobre la
comida, animales dormidos o los seres humanos, contaminándolos con sus vómitos y
excrementos. Transmiten más de 70 enfermedades y cerca de 8% de la población
humana es alérgica a ellas y desarrolla graves dolencias respiratorias si se exponen a
lugares frecuentados por estos bichos
Las ratas. A través de los siglos han acompañado al hombre en la Tierra y siempre han
sido consideradas como una de las peores plagas. Además de transmitir graves
enfermedades como la leptospirosis, salmonelosis, peste y parasitismo, también atacan
y muerden a los seres humanos. Las ratas causan importantes daños en la
infraestructura eléctrica y telefónica de las ciudades, ya que pelan y se comen los
cables de las respectivas redes, lo que ocasiona un buen número de incendios.
También contribuyen al deterioro y a la contaminación de buena parte de los alimentos.
Se reproducen rápidamente. Dan de seis a doce crías por camada y una pareja de ratas
llega a tener hasta 10.000 descendientes por año.
Efectos en el ambiente
El efecto ambiental más obvio del manejo inadecuado de los residuos sólidos
municipales lo constituye el deterioro estético de las ciudades, así como del paisaje
natural, tanto urbano como rural. La degradación del paisaje natural, ocasionada por la
basura arrojada sin ningún control, va en aumento; es cada vez más común observar
botaderos a cielo abierto o basura amontonada en cualquier lugar.
Contaminación del agua
El efecto ambiental más serio pero menos reconocido es la contaminación de las aguas,
tanto superficiales como subterráneas, por el vertimiento de basura a ríos y arroyos, así
como por el líquido percolado (lixiviado), producto de la descomposición de los residuos
sólidos en los botaderos a cielo abierto.
Es necesario llamar la atención respecto a la contaminación de las aguas subterráneas,
conocidas como mantos freáticos o acuíferos, puesto que son fuentes de agua de
poblaciones enteras. Las fuentes contaminadas implican consecuencias para la salud
pública cuando no se tratan debidamente y grandes gastos de potabilización.
La descarga de residuos sólidos a las corrientes de agua incrementa la carga orgánica
que disminuye el oxígeno disuelto, aumenta los nutrientes que propician el desarrollo de
algas y dan lugar a la eutroficación, causa la muerte de peces, genera malos olores y
deteriora la belleza natural de este recurso. Por tal motivo, en muchas regiones las
corrientes de agua han dejado de ser fuente de abastecimiento para el consumo
humano o de recreación de sus habitantes.
La descarga de la basura en arroyos y canales o su abandono en las vías públicas,
también trae consigo la disminución de los cauces y la obstrucción tanto de estos como
de las redes de alcantarillado. En los periodos de lluvias, provoca inundaciones que
pueden ocasionar la pérdida de cultivos, de bienes materiales y, lo que es más grave
aún, de vidas humanas.
Contaminación del suelo
Otro efecto negativo fácilmente reconocible es el deterioro estético de los pueblos y
ciudades, con la consecuente desvalorización, tanto de los terrenos donde se localizan
los botaderos como de las áreas vecinas, por el abandono y la acumulación de basura.
Además, la contaminación o el envenenamiento de los suelos es otro de los perjuicios
de dichos botaderos, debido a las descargas de sustancias tóxicas y a la falta de control
por parte de la autoridad ambiental.
Contaminación del aire
Los residuos sólidos abandonados en los botaderos a cielo abierto deterioran la calidad
del aire que respiramos, tanto localmente como en los alrededores, a causa de las
quemas y los humos, que reducen la visibilidad, y del polvo que levanta el viento en los
periodos secos, ya que puede transportar a otros lugares microorganismos nocivos que
producen infecciones respiratorias e irritaciones nasales y de los ojos, además de las
molestias que dan los olores pestilentes.
REDUCCION DE LA BIODIVERSIDAD: EXTINCION DE LAS ESPECIES
No se conoce el número de especies que existen en el mundo. Hay unas estimaciones
entre 5 a 50 millones, incluso algunas llegan a calcular hasta los cien millones. Sin
embargo el número de especies catalogadas es sólo de 1.800.000, de las cuales el 85%
viven en el dominio terrestre.
La mayor concentración de especies se da en los trópicos, se llega a creer que sólo de
insectos puede haber allí unos 30 millones. Es decir que la mayor biodiversidad está en
esa relativamente pequeña franja del planeta.
Los seres humanos ponen en peligro la existencia de otras especies de varias formas:
con la caza y pesca indiscriminadas, la introducción de especies foráneas, la
contaminación ambiental, la deforestación de los bosques y por la destrucción y
fragmentación de los hábitats, y conforme se reducen estos se reduce la capacidad
de la Tierra para sostener su herencia biológica. La diversidad biológica está
encaminándose hacia su sexta gran crisis, y ésta será por intervención exclusiva del
hombre.
Se pierden 200.000 kilómetros cuadrados de bosque al año. Los bosques tropicales
quedarán reducidos a un 10% a principios del siglo próximo y a una pequeña mancha
en el año 2.050. Pero incluso donde no se tala el bosque queda fragmentado en islas
que son ecológicamente frágiles. Las especies se extinguen con más facilidad en
territorios pequeños que en los grandes ya que las poblaciones pequeñas son más
propensas a cualquier enfermedad o perturbación exterior y pueden sucumbir antes. Sin
embargo la pérdida de hábitats no es exclusiva de los bosques tropicales. En todo el
mundo los ecosistemas naturales se han degradado y muchos de ellos están en peligro
y existen comunidades completas al filo de la extinción.
Este volumen de desapariciones sería comparable a las producidas en una de las cinco
grandes crisis biológicas de la historia del Planeta. En este caso no sería por un cambio
climático global, el retroceso del nivel del mar, o por la caída de un asteroide, sino por
nuestra especie, que como dice Richard Leakey, en su libro "La sexta Extinción": " El
Homo sapiens está maduro para ser el destructor más colosal de la historia". Las
plantas y los animales no sólo son fuente de energia sino también nos proveen de
fármacos, alimentos nuevos y materias primas.
Una red interactiva de plantas y animales es importante para la química del suelo y la
atmósfera, la pérdida de estos reduce la eficacia de esos servicios. Una abundante
diversidad influye en la psique humana, asi que ¿de cuantas especies nos podemos
librar sin que eso nos afecte?
5 grandes extinciones. Durante los últimos 600 millones de años se han producido 20
episodios de extinción masiva, cinco de ellos estuvieron a punto de hacer desaparecer
la vida en la Tierra y aún no se sabe con certeza cuales han sido las causas de estos
dramas.
Primera extinción
-435 millones de años (paleozoico-era primaria). Una larga glaciación casi acaba con la
vida marina, algunos peces sobreviven y los invertebrados pagan un duro tributo.
Segunda extinción
-367 millones de años (devónico). Desaparecen un gran número de especies de peces
y el 70 % de los invertebrados marinos.
Tercera extinción
-245 millones de años (en la frontera de la era primaria y secundaria). La más dramática
de todas ya que perecieron el 90 % de todas las especies marinas y terrestres.
Cuarta extinción
-210 millones de años (triásico). Desaparecen el 75 % de los invertebrados marinos. Y
se extinguen los reptiles mamiferianos, dando paso a los dinosaurios.
Quinta extinción
-65 millones de años (cretácico). Desaparecen los dinosaurios y además de otro buen
número de especies. Los mamíferos se extienden por los espacios terrestres y los
peces se adueñan de los mares.
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