Vacunación contra la fiebre amarilla para viajeros

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VACUNACIÓN CONTRA LA FIEBRE AMARILLA PARA VIAJEROS. VERANO 2011-2012
Enero de 2012
La fiebre amarilla es una enfermedad viral presente en América del Sur y África, que se transmite
al ser humano a través de la picadura de mosquitos. La transmisión en América es casi siempre
selvática. En África puede ser selvática o urbana.
La infección es casi siempre asintomática; en un bajo porcentaje puede causar síntomas
inespecíficos (fiebre, cefaleas, dolores musculares y decaimiento); en 5 al 10% de los casos, puede
causar una forma clínica muy grave, que no tiene tratamiento específico y con una mortalidad
entre 30 hasta el 60%.
La prevención es a través de la aplicación de una vacuna que está disponible en el mundo y en
nuestro país desde hace varias décadas.
Sus indicaciones actuales son tres:
1)Residencia en áreas de transmisión (contemplada en la Argentina en áreas del Norte y Noreste
del territorio nacional a través del Calendario Nacional de Vacunación)
2)Viajes a áreas de transmisión viral
3)Viajes a países con potencial de importación de la infección, donde existen ecosistemas con
mosquitos potencialmente transmisores y primates no humanos, pero no se han constatado
epidemias hasta el presente. Esta indicación está contemplada en el Reglamento Sanitario
Internacional en vigencia, en virtud del cual los países signatarios son soberanos para exigir la
vacunación a viajeros provenientes de países en los que en el presente se comprueba transmisión
viral, situación en la que se encuentra un área de la Argentina.
VACUNACIÓN EN VIAJEROS
La vacuna contra la fiebre amarilla está elaborada con virus vivos que se atenúan en el laboratorio
para que no produzcan enfermedad, pero sí una replicación controlada que permita la protección
del individuo que se vacuna. Su eficacia es muy alta, mayor al 90% después de una dosis. Es muy
segura; en menos del 25% de los casos puede presentarse un cuadro consistente en cefalea,
febrícula y/o decaimiento o dolores musculares por pocas horas o días, que cede
espontáneamente. En forma infrecuente pueden presentarse efectos adversos graves bajo la
forma clínica de meningitis, encefalitis, enfermedades desmielinizantes o cuadros clínicos
pareceidos a formas graves de la enfermedad salvaje. Se reconocen factores predisponentes para
tener estas complicaciones, entre ellos enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple,
trastornos del sistema inmune, trastornos benignos o malignos del timo –glándula situada en la
región del cuello que participa en la maduración de los linfocitos-, incluyendo la miastenia gravis y
el Síndrome de Di George, cánceres en actividad, las edades extremas de la vida -en especial por
encima de los 60 años y por debajo de los seis meses). Esto significa en forma inequívoca que las
indicaciones de vacunación deben ser evaluadas cuidadosamente.
Para esto, es recomendación del ProNaCEI que quienes viajen a destinos con potencial
transmisión, se asesoren por profesionales de salud entrenados en el tema para saber si pueden
y deben recibir la vacuna.
Asimismo, quienes viajen a destinos en los cuales no hay transmisión documentada, pero exigen a
viajeros provenientes de la Argentina el certificado de vacunación, deben asesorarse en las
representaciones diplomáticas de esos países para conocer sus requisitos al respecto.
Debe saberse que existe la posibilidad de exención de la vacunación para quienes tengan
contraindicación o quienes tienen mayor riesgo de experimentar una complicación de la
vacunación. Esta exención debe ser firmada por un profesional que constate tales
contraindicaciones absolutas o relativas.
SITUACIÓN DE LA REGIÓN
La Argentina, Paraguay y la República Federativa del Brasil experimentaron entre 2008 y 2009 un
brote epidémico, hecho que no se registraba desde hacía varias décadas. Al presente, si bien no se
registra actividad selvática viral, las personas que viajan a toda área de transmisión en el Cono
Sur de Sudamérica deben efectuar una consulta médica, como se explicó antes, para una correcta
indicación de la vacunación.
A continuación, se detalla el mapa publicado por Brasil con las áreas (en verde) donde se ha
registrado transmisión viral en los últimos años.
Ministerio de Salud del Brasil. En: http://portal.saude.gov.br/portal/arquivos/pdf/mapa_febre_amarela_02_12.pdf. Acceso: 4/1/2012
Obsérvese que los estados de Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, todos limítrofes con las
provincias argentinas de Corrientes y Misiones, presentan áreas en verde, para las que se
recomienda la vacunación. Debe considerarse la vacunación para quienes, viajando por vía
terrestre hacia destinos en la costa brasileña, atraviesen esos municipios y pernocten en ellos. Si
no se va a pernoctar en esas áreas, la vacuna no es necesaria. Asimismo, debe prestarse
atención a que, todos los destinos turísticos en la costa desde el Estado de Piauí hacia el sur, no
tienen indicación de vacunación (detallados en celeste) por no haberse documentado en ellos
transmisión de la enfermedad y, de tal forma, ésta queda desaconsejada.
Si el transito es a través del Uruguay, también por vía terrestre, pueden tomarse caminos que
hacen innecesaria la vacunación.
El Paraguay, con excepción de su capital, Asunción, es un territorio con riesgo de transmisión.
En la Argentina, todo el territorio de la Provincia de Misiones y, en Corrientes, los
departamentos de Berón de Astrada, Capital, General Alvear, General Paz, Itatí, Ituzaingó,
Paso de los Libres, San Cosme, San Martín, San Miguel, Santo Tomé en Corrientes también
son áreas de riesgo. La ciudad de Corrientes no se considera un área de transmisión; su periferia
presenta un riesgo bajo.
Las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Jujuy presentan un riesgo bajo de transmisión y la
vacunación, como regla general, no está indicada para los viajeros.
Todos los países de América del Sur, con excepción de Chile y Uruguay también tienen regiones
de transmisión.
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