Inserción laboral de los Lics. en Ciencias de la Comunicación

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Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales
Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós
INSERCIÓN LABORAL DE LOS LICENCIADOS EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN:
ámbitos de desempeño, áreas de práctica profesional e imaginarios sobre el comunicador1
Lic. Fernando G. Martínez2
Introducción
Al momento de considerar las posibilidades de desempeño profesional de los licenciados en Ciencias de la Comunicación, es
necesario indagar básicamente en dos aspectos:
1.
La prefiguración de las prácticas profesionales desde el ámbito académico. En este sentido, debe analizarse el Plan de Estudios de
una carrera en tanto favorece la incorporación de ciertos conocimientos y habilidades para el futuro desarrollo profesional, así como
las incumbencias profesionales declaradas institucionalmente para sus egresados.
2.
La composición del mercado laboral relacionado con el campo de la comunicación. Aquí deben estudiarse las prácticas laborales
asociadas a la intervención en procesos comunicacionales en los distintos ámbitos sociales, ya sean grupales, organizacionales o
comunitarios; desde marcos institucionales o bien desde ámbitos autogestivos y relacionados con los movimientos sociales.
Precisamente estos dos aspectos conforman la estructura dinámica que se denomina profesión; práctica institucionalizada coconfigurada por el entrecruzamiento entre el campo académico y el ámbito laboral.
Respecto del primer punto –la prefiguración de prácticas profesionales desde el ámbito académico- basta realizar un análisis
exhaustivo del currículo de una carrera –sus materias y contenidos, pero también sus presupuestos epistemológicos- y de las incumbencias
profesionales establecidas institucionalmente, para tener una idea de qué prácticas profesionales son legitimadas por un Plan de Estudios y
cuáles de ellas, relacionadas con el campo, son relegadas a un lugar periférico.
El lector podrá entonces realizar un ejercicio de análisis del Plan de Estudios de su propia carrera de formación para dilucidar este
aspecto. En este plano no deberá contentarse con examinar sólo las orientaciones terminales de una carrera sino la estructuración íntegra
de la misma. El ejercicio consiste entonces en analizar qué contenidos son incluidos y cuáles omitidos, cuál es la relación entre formación
teórica y adquisición de habilidades y herramientas prácticas, qué presupuestos subyacen a la currícula y qué demandas sociales pretende
satisfacer.
El segundo aspecto considerado, es decir, la composición del mercado laboral de los comunicadores, reviste cierta complicación. En
primer lugar porque existen múltiples actividades sociales relacionadas con la producción de mensajes y sentidos. Además, porque la
comunicación supone diferentes dimensiones –grupal, organizacional, comunitaria- y cada una de ellas contiene enfoques y técnicas
diversas para su abordaje. Por otro lado, los procesos comunicacionales pueden generarse a través de diferentes canales, estableciéndose
en este punto una gran línea de demarcación entre comunicación mediática y no mediática, también cada una con modalidades de
desarrollo específicas. A estos aspectos se suma el hecho de que no todos los comunicadores se han formado académicamente en
Ciencias de la Comunicación, por lo que al hablar de comunicador no necesariamente se tiene en cuenta al profesional formado en
comunicación.
Todo ello se complejiza aun más a raíz de los entrecruzamientos de enfoque que muchos profesionales producen cotidianamente–no
sin cierta confusión en algunos casos- entre comunicación e información.
La definición del campo laboral relacionado con la comunicación, compleja desde el ámbito académico por la estructuración
interdisciplinaria de las carreras y desde el ámbito laboral por las múltiples prácticas desarrolladas históricamente es, sin embargo,
fundamental por varios motivos. Primero, para despejar las incertidumbres que aquejan a los estudiantes de comunicación respecto de su
futuro laboral; segundo, para debatir acerca de qué tipo de formación se pretende otorgar desde las universidades y ámbitos de formación
teniendo en cuenta las prácticas institucionalizadas en el mercado; tercero, para elaborar estrategias de inserción laboral de acuerdo a las
características de los distintos ámbitos de desempeño profesional.
En realidad, la consideración exclusiva de estas dos cuestiones deja fuera una gran problemática que hasta el momento ha sido poco
tenida en cuenta en los estudios sobre inserción laboral y situación ocupacional de los profesionales, esto es, el peso de los imaginarios
que portan los decisores del campo laboral en el proceso de incorporación de egresados a las instituciones.
Agradezco los comentarios y aportes del profesor Ferrarós en la realización de este trabajo.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Docente de la cátedra de Análisis Institucional
del profesor Juan José Ferrarós, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. [email protected]
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Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales
Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós
El trabajo intentará en primer término brindar una panorámica respecto de cuáles son los campos y subcampos laborales3 de la
comunicación, para luego profundizar respecto de las áreas de práctica profesional actualmente consolidadas en relación con la práctica
comunicacional. Finalmente, pretende vincular la inserción laboral de los licenciados en Ciencias de la Comunicación con la problemática
de los imaginarios profesionales sobre el comunicador y abrir algunas líneas de reflexión al respecto.
Campos laborales de la comunicación: ámbito mediático y no mediático
En el devenir histórico, han sido desarrolladas múltiples prácticas profesionales relacionadas con la comunicación. En los EEUU
de las primeras décadas del siglo pasado, bajo el paraguas epistemológico del Conductismo y posteriormente del Funcionalismo, la práctica
comunicacional se hallaba ligada a la Publicidad –instrumento para inducir la compra de un producto- y a la Propaganda –herramienta para
motivar el enrolamiento en la guerra-. El desarrollo espectacular de los medios gráficos, la radio y más tarde la televisión se constituian en
la arena en la cual los comunicadores-periodistas desarrollaban sus prácticas profesionales.
Los años 60´ vieron nacer otras perspectivas para los procesos comunicacionales. Los Estudios Culturales en Inglaterra
intentaban comprender las prácticas culturales mediante los procesos de asignación de sentido. La comunicación poseía entonces una
fuerte ligazón con la cultura. Los estudios en comunicación viraron así hacia enfoques de investigación de índole cualitativo. En el mismo
sentido, el comunicador aparecía como analista cultural por lo que necesitaba una fuerte formación en Ciencias Sociales.
En América Latina, durante los 60´ y 70´, se producían estudios sobre la estructura de propiedad de los medios. Se establecía de
esta manera una relación entre comunicación-poder-dominación. Desde los sectores populares, la comunicación se constituia en
instrumento de lucha política y liberación de los pueblos. En este contexto, la formación en comunicación adquirió un profundo sentido
crítico. El comunicador, amparado en el Marxismo como marco general para la comprensión de los procesos sociales, devino
Comunicólogo.
Más recientemente, los efectos devastadores de las crisis económicas han instaurado una nueva misión para los comunicadores:
restituir la trama social mediante la generación de procesos comunicacionales en y entre los diferentes colectivos sociales. El comunicador
aparece aquí como facilitador del desarrollo comunitario.
Todos estos derroteros han dado como resultado un campo laboral relativamente indefinido, en el que se han consolidado
distintos perfiles profesionales asociados a la práctica en comunicación. En este sentido, podrá constatarse un amplio espectro de puestos
y campos de desarrollo. Desde las instituciones sin fines de lucro, hasta las empresas, los medios de comunicación, las agencias de
publicidad, el Estado, etc. Por ello, puede decirse que, respecto de su situación ocupacional, los comunicadores sociales se encuentran hoy
en situación de dispersión4. A continuación sin embargo se intenta desmenuzar el estado actual del campo, así como los diferentes tipos de
instituciones y marcos en que se desarrollan las prácticas comunicacionales.
Inicialmente, es posible clasificar los campos laborales de la comunicación según el alcance de los procesos comunicacionales en
cuestión. En este sentido, puede discriminarse entre:
1.
CAMPO MEDIÁTICO: Medios masivos de comunicación
2. CAMPO NO MEDIÁTICO
Este último, se subdivide a su vez en:
A) CAMPO INSTITUCIONAL
ÁMBITO PRIVADO
a) Empresas cuya actividad se encuentra referida al campo de la comunicación: Agencias de Publicidad,
Agencias de Noticias, Productoras, Consultoras en Comunicación.
b)
Empresas cuyas actividades no se encuentran relacionadas con el campo pero que requieren
comunicadores para la gestión de su comunicación interna y externa. En este sentido, las prácticas
profesionales de los comunicadores se realizan en el marco de las Áreas o Departamentos establecidos
a tal fin: Marketing, Relaciones Públicas, Relaciones Institucionales, Relaciones con la Comunidad.
AMBITO ESTATAL:
Organismos estatales: Ministerios, Secretarías, Órganos Municipales.
3 El término campo laboral refiere a aquel marco en que se desarrollan tanto aquellas prácticas ejercidas bajo renta y condiciones laborales de relativa
estabilidad como aquellas otras realizadas ad honorem y de forma transitoria. Por esto mismo, mercado laboral debe comprenderse como la suma de
todas las prácticas laborales, sean las realizadas en calidad de trabajo como las desempeñadas en calidad de empleo.
4 Una misma caracterización se mantiene, por ejemplo, en el Estudio comparativo de graduados, de Julio Testa y equipo, Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Buenos Aires.
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AMBITO DE LA SOCIEDAD CIVIL
Asociaciones civiles, ONG´s
AMBITO ACADÉMICO
Universidades e institutos terciarios
B) CAMPO COMUNITARIO
AMBITO DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Esta clasificación puede parecer un tanto arbitraria a primera vista. Es decir, los medios de comunicación también son
instituciones por lo que podrían incluirse en el campo institucional; las agencias de noticias y agencias de publicidad reproducen ciertas
prácticas desarrolladas en los medios masivos razón por la cual podrían considerarse dentro del campo mediático; los movimientos sociales
forman parte de la sociedad civil, es decir, deberían agruparse junto con las asociaciones civiles; por último, las universidades e institutos
terciarios en muchos casos desarrollan lógicas de funcionamiento propias de otras instituciones sociales –las empresas o el Estado por
ejemplo- por lo que no tendría sentido separarlas en la clasificación. Sin embargo, existen profundas diferencias entre estos campos, lo que
obliga a distinguirlos al momento de su consideración.
Por un lado, los medios masivos de comunicación poseen un alcance e influencia en el campo sociocultural que no puede ser
comparado a ninguno de los ámbitos restantes. Mediante una operación de selección, a través de la cual legitiman ciertos discursos
sociales y des-legitiman otros, los medios masivos desarrollan su propia lógica de funcionamiento, la que media su relación con la
sociedad. Por otro lado, las agencias de noticias o publicidad contribuyen a retroalimentar ciertos mensajes, pero la llegada final al conjunto
social en este caso se encuentra mediada y filtrada por los medios. Es por ello que se juzga pertinente separar las prácticas desarrolladas
en el ámbito de los medios masivos, de las desempeñadas en otras instituciones sociales, aun aquellas cuya intervención social es
inherentemente comunicacional.
Estas profundas diferencias en cuanto a las lógicas que guían las prácticas comunicacionales también pueden comprobarse
respecto de los procesos generados en ámbitos institucionales y aquellos que son desarrollados en el ámbito de los grupos y movimientos
sociales sin marco institucional u organizacional. La lógica autogestiva de muchos de estos movimientos y su necesidad de vinculación con
otros colectivos impone la generación de procesos de aprendizaje grupal y colectivo cualitativamente diferentes de los realizados en el
marco de las instituciones.
Finalmente, si bien por un lado numerosas universidades e institutos educativos privados son guiados por una lógica de
funcionamiento basada en modos de gestión propios de las empresas, así como pueden encontrarse en las universidades e institutos
públicos de formación fuertes aspectos de la cultura estatal, se considera que el campo académico, más allá de estos condicionamientos,
posee una autonomía basada en un modo de existencia propio desarrollado en el curso de la historia y fundamentalmente ligado a la
producción de conocimiento.
Areas de práctica profesional del comunicador
Con la marcha de la historia, las distintas prácticas relacionadas con una profesión se institucionalizan en un proceso de puja en
el que intervienen básicamente tres elementos: el campo académico (mediante la prefiguración de prácticas desde el Plan de estudios de
una carrera), el ámbito laboral (en la imposición de aquellas tareas y funciones relacionadas con las necesidades específicas de las
organizaciones) y el campo cultural (mediante los sentidos que circulan socialmente respecto de qué es una profesión, cómo concebir su
objeto y, en función de ello, cuáles son las prácticas asociadas a la misma –en este caso, qué es la comunicación y cuál es el sentido de su
práctica-). El agrupamiento de estas distintas prácticas institucionalizadas da como resultado un conjunto de areas de práctica profesional o
espectro de tareas/funciones vinculadas a un mismo perfil de profesión.
Es interesante establecer una relación entre las distintas áreas de práctica de una profesión, las orientaciones académicas
instituidas en las universidades e institutos de formación y los distintos tipos de organización en que la práctica se desarrolla. Dado que la
institucionalización de las prácticas profesionales es un proceso no lineal y en permanente mutación, las áreas de práctica profesional
históricamente sedimentadas no necesariamente coinciden con las áreas formales establecidas en los organigramas de las organizaciones
ni con las orientaciones académicas de una carrera, lo que complejiza el análisis de la inserción laboral de los profesionales.
Por otro lado, en el ámbito de la formación, cada carrera académica prefigura, como se dijo, un conjunto de prácticas a ser
desarrolladas en el desempeño de la profesión. Es así como diferentes formaciones pueden coincidir respecto del desempeño en una
misma área de práctica (problemática de las carreras afines). Un conjunto de carreras académicas afines se encuentran vinculadas por
compartir el abordaje de determinados fenómenos. En el ámbito laboral, este hecho genera una competencia respecto de la práctica
profesional.
Las carreras académicas poseen distintas valoraciones sociales en función de su historia y posicionamientos relativos en el
ámbito laboral; dicho en otras palabras, tienen diferentes niveles de legitimación en el conjunto social. Este tema es particularmente
sensible en el plano de la comunicación, dado que las carreras de Ciencias de la Comunicación son relativamente recientes, por lo que
distintas profesiones y oficios poseen mayor tiempo en el campo –por ejemplo, sociólogos, licenciados en letras, periodistas-. La diferencia
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de legitimación de las carreras académicas en el seno social constituye un tema de importancia por su influencia en la inserción de los
profesionales en el ámbito laboral.
Las preguntas a responder son entonces las siguientes: ¿qué áreas de práctica correponden hoy5 a la profesión del
comunicador? ¿qué perfil de profesión determina cada una de ellas? ¿cuáles son actualmente los perfiles de profesión del comunicador?
¿las orientaciones de las carreras de Ciencias de la Comunicación se corresponden con las respectivas áreas de práctica profesional de los
comunicadores? (determinación de la correspondencia entre formación académica y campo laboral) Finalmente, ¿con qué otras
profesiones entra en competencia la profesión del comunicador a partir de una misma área de práctica?
Para comenzar a responder estas preguntas, se hará referencia a continuación al conjunto de actividades relacionadas con la práctica6
comunicacional consolidadas actualmente en el campo, cada una de las cuales determina una variedad de funciones7 para el desempeño
de los comunicadores. Las actuales áreas de práctica profesional y sus respectivos perfiles de profesión son entonces, y a partir de la
clasificación esbozada anteriormente, las siguientes:
1.
Planificación en comunicación: referida a la realización de diagnósticos comunicacionales y diseño de planes de comunicación interna
y externa para las organizaciones y distintos actores sociales, en función de sus objetivos de desarrollo. Determinación estratégica de
canales de difusión, segmentación de públicos y análisis psicosociográficos de los destinatarios para una mejor adecuación del
lenguaje que mejore la llegada de los mensajes.
Campos laborales en que se desarrolla: todos8
Perfil de profesión del comunicador: planificador de procesos comunicacionales
Profesionales con los que entra en competencia: sociólogos, politólogos9, licenciados en letras
2.
Comunicación institucional: tomando como objeto de comunicación a la institución, esta área de práctica se relaciona con la
elaboración y envío de información institucional a los distintos sectores de la población o a los públicos de la organización. Ello se
realiza a través de una serie de modalidades (Relaciones Institucionales, Relaciones Públicas) y soportes (gacetillas, sitio web de la
organización, revistas externas)
Campos laborales en que se desarrolla: en especial, en los ámbitos institucionales, ya sean mediáticos o no mediáticos
Perfil de profesión: comunicador institucional
Profesionales con los que entra en competencia: sociólogos, politólogos, licenciados en letras, licenciados en relaciones públicas
3.
Prensa: espectro de tareas vinculadas a la relación de la institución / actor social con los medios de comunicación; difusión a los
periodistas. A ello se suma la vinculación con agencias de noticias y las tareas de seguimiento de medios (monitoring). Una subactividad relacionada con esta área de práctica es la vocería, desarrollada en los organismos estatales, y referida a la gestión de la
relación de los funcionarios con los medios de comunicación (cuidado y mejora de la imagen de los funcionarios, aparición en los
medios).
Campos laborales en que se desarrolla: todos
Perfil de profesión: prensista-vocero
Profesionales con los que entra en competencia: periodistas, licenciados en letras
Con ello se quiere señalar que las actuales áreas de práctica referidas a la comunicación son producto de un proceso de construcción histórico en el que
ha operado el poder de distintas instituciones sociales –en especial las universidades, las organizaciones del campo laboral y los medios masivos de
comunicación- respecto de la legitimación de ciertos sentidos asociados a la comunicación y el ejercicio de su práctica.
6 Entiéndase por práctica tanto intervención en como estudio de los fenómenos y procesos comunicacionales.
7 Por función se entiende el conjunto de tareas referidas a un mismo espectro de trabajo, casi siempre asociadas a objetivos específicos, para cuya
consecución de buscan perfiles profesionales que se encuentren en correlación con las mismas. Las funciones asignadas por las organizaciones entran en
conflicto con el espectro de prácticas preconfiguradas desde la formación académica; la naturaleza específica de la tarea y la relación que el profesional
entable con su organización terminarán decidiendo la disputa.
5
En algunas organizaciones, las actividades de planificación no se encuentran formalizadas (no forman parte de la cultura de gestión de las mismas). En
este caso, corresponde a los profesionales instalar la planificación como una práctica legítima, en busca de mayores niveles de profesionalización respecto
de la gestión en comunicación.
9 Esta competencia respecto de los sociólogos y politólogos podrá encontrarse, en especial, en el ámbito estatal.
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4.
Publicidad: actividades relacionadas con la difusión de productos / servicios para lograr su venta en el mercado. El campo laboral de la
publicidad ha institucionalizado para ello una serie de funciones, en especial las de redactor creativo, planificador de medios y
ejecutivo de cuentas.
Campos laborales en que se desarrolla: agencias de publicidad. Algunas empresas de gran envergadura, poseen sus propias áreas de
publicidad a nivel interno, aunque cada vez más esta actividad tiende a tercerizarse.
Perfil de profesión: publicista
Profesionales con los que entra en competencia: publicistas, licenciados en marketing
5.
Marketing: acciones de comunicación encaradas desde el punto de vista de lograr un desarrollo comercial para las organizaciones
(materiales en punto de venta, marketing de base de datos, presentación de productos).
Campos laborales en que se desarrolla: organizaciones privadas, consultoras. En el caso de las organizaciones civiles, en los últimos
años ha surgido una nueva corriente denominada marketing social 10 (conjunción de tres elementos en que se basan las políticas
organizacionales: las utilidades a obtener, la satisfacción de los deseos del consumidor y el interés público).
Perfil de profesión: especialista en marketing
Profesionales con los que entra en competencia: licenciados en marketing, publicistas
6.
Comunicación interna: acciones destinadas a generar pertenencia, mejorar los vínculos y mantener informados a los miembros de una
organización. Instrumentación de canales para la circulación de la información al interior de las instituciones. La gestión en
comunicación interna podrá encontrarse en aquellas organizaciones que poseen cierta diferenciación interna al nivel de sus
estructuras organizativas y, por lo mismo, una cantidad considerable de empleados.
Campos laborales en que se desarrolla: en especial, medianas y grandes empresas y organismos estatales. Actualmente, esta área
de práctica está comenzando a ser implementada también en organizaciones no gubernamentales de cierto tamaño.
Perfil de profesión: comunicador organizacional 11
Profesionales con los que entra en competencia: licenciados en recursos humanos, licenciados en organización industrial, relacionistas
laborales, licenciados en relaciones humanas
7.
Organización de eventos: refiere tanto a la realización de eventos internos como externos a las organizaciones. Algunas instituciones
de cierto grado de desarrollo poseen áreas destinadas a tal fin. En otros casos, la gestión directamente se terceriza.
Campos laborales en que se desarrolla: empresas, organismos estatales, organizaciones no gubernamentales de gran envergadura,
consultoras en comunicación.
Perfil de profesión: organizador de eventos
Profesionales con los que entra en competencia: licenciados en marketing, publicistas, licenciados en relaciones públicas
8.
Management de artistas: actividad vinculada a la difusión y posicionamiento en el mercado de los artistas y sus obras. Incluye la
gestión de las relaciones del artista con actores específicos del campo (discográficas, centros culturales, teatros). En la actualidad, han
surgido cursos de posgrado que brindan formación en este sentido (por ejemplo, la Maestría en Gestión de Actividades del
Espectáculo, Facultad de Ciencias Económicas, UBA). Estas especializaciones profesionales son competencia respecto de la práctica
del comunicador orientada hacia este campo.
Campos laborales en que se desarrolla: productoras culturales
Perfil de profesión: productor cultural
Profesionales con los que entra en competencia: gestores culturales, licenciados en marketing
Sobre el tema, ver Juan Carlos Amar, “Marketing social”, en Entidades sin fines de lucro, Eudeba, 1999.
La distinción entre comunicador organizacional y comunicador institucional (perfil correspondiente a la segunda área de práctica mencionada) se basa en
la diferenciación primaria entre organización e institución. Mientras la primera pone énfasis en los aspectos organizativos de un conjunto estructurado –
división de áreas, división de grupos, estructura de roles y funciones- la segunda remarca la inserción del conjunto organizado en una comunidad (la
institución como organización en interacción con un contexto). Por ello, el comunicador organizacional es asociado en especial con la gestión de aspectos
internos a una institución mientras que el comunicador institucional se asocia con la gestión de las distintas modalidades que relacionan a la organización
con su contexto.
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9.
Periodismo: procesamiento, producción y emisión de información a través de los medios de comunicación. La investigación
periodística aparece como una actividad relacionada con esta área de práctica.
Campos laborales en que se desarrolla: medios de comunicación (gráficos, radiales, televisivos) ya sean masivos o no (medios
alternativos).
Perfil de profesión: periodista (en el caso de los medios alternativos, con algunas orientaciones como el periodista popular o el
periodista alternativo).
Profesionales con los que entra en competencia: periodistas, licenciados en letras
10. Producción de contenidos (audiovisuales): actividades relacionadas con la generación de materiales audiovisuales (documentales,
ficción) para cine y TV. Los profesionales se desempeñan en estos casos como guionistas, productores o técnicos12.
Campos laborales en que se desarrolla: medios de comunicación, productoras.
Perfil de profesión: productor audiovisual
Profesionales con los que entra en competencia: diseñadores de imagen y sonido, productores audiovisuales13
11. Regulación de contenidos : actividades de supervisión de las campañas de interés público respecto de contenidos que puedan incurrir
en propaganda encubierta. Práctica desarrollada en algunos organismos estatales14. Implica el conocimiento de legislación específica
para la aprobación de las campañas.
Campos laborales en que se desarrolla: organismos estatales
Perfil de profesión: especialista en análisis del discurso
Profesionales con los que entra en competencia: licenciados en letras, abogados
12. Edición: relacionada con el proceso de conversión de textos en libros para su venta en el mercado. Ello implica una mirada
específicamente comunicacional en el sentido del trabajo producido sobre un texto con el objetivo de adaptarlo a sus futuros lectores.
En este ámbito, los comunicadores pueden desempeñar especialmente las funciones de corrector y editor (decisor en materia de
aquello que es publicable y no publicable de acuerdo a una línea editorial y a los públicos a los que se dirige la obra). Dado que,
aunque con otro enfoque, la formación universitaria en este campo se encuentra ya institucionalizada (carrera de edición), se
considera dicha área de práctica como periférica dentro del ámbito de la comunicación.
Campos laborales en que se desarrolla: editoriales, centros de publicación
Perfil de profesión: editor
Profesionales con los que entra en competencia: licenciados en edición, licenciados en letras
13. Capacitación en comunicación: actividades para el mejoramiento de las habilidades comunicacionales de sectores jerárquicos y no
jerárquicos en las organizaciones. En algunos casos, se refiere a la transferencia del know how a las áreas en comunicación de las
instituciones (en general recién conformadas) por parte de consultoras o profesionales especializados.
Campos laborales en que se desarrolla: consultoras, profesionales autónomos
Perfil de profesión: comunicador organizacional
Profesionales con los que entra en competencia: psicólogos, psicólogos sociales, licenciados en letras, licenciados en ciencias de la
educación
14. Facilitación de grupos: esta área de práctica se desarrolla en especial en instituciones civiles y lo que ha sido llamado el campo
comunitario (movimientos sociales). Implica la aplicación de técnicas destinadas al autoconocimiento de los grupos para una mejor
La formación técnica en materia de producción de contenidos es satisfecha por las Escuelas de Cine y Televisión (institutos terciarios) y las carreras de
Diseño de Imagen y Sonido a nivel universitario. Las carreras de Ciencias de la Comunicación no han priorizado este aspecto, más que en el dictado de
unas pocas materias vinculadas con el campo, lo que constituye materia de definición del campo (académico) actual de la comunicación.
13 Se refiere a aquellos profesionales formados en Producción Integral en Cine y Televisión, carrera que podrá encontrarse en especial en institutos
terciarios y universidades privadas.
14 Por ejemplo, en el área de Comunicación Social de presidencia de La Nación (área de “Coordinación de Difusión”)
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satisfacción de sus necesidades y para motivar procesos de transformación. En un plano mayor, esta práctica se relaciona con el
desarrollo de actividades de vinculación inter-institucional y entre distintos grupos sociales (generación de redes sociales15).
Campos laborales en que se desarrolla: instituciones civiles, movimientos sociales
Perfil de profesión: comunicador comunitario – analista institucional
Profesionales con los que entra en competencia: psicólogos, psicólogos sociales, licenciados en ciencias de la educación, sociólogos,
trabajadores sociales
15. Investigación: actividad vinculada con el estudio de los fenómenos y procesos comunicacionales.
Campos laborales en que se desarrolla: ámbito académico
Perfil de profesión: comunicólogo
Profesionales con los que entra en competencia: otros profesionales licenciados en el ámbito de las Ciencias Sociales
16. Docencia16: transmisión del conocimiento producido en el campo de la comunicación. Puede incluir también la función de
asesoramiento a instituciones educativas respecto de los procesos comunicacionales que se dan en el marco de la relación docentealumnos.
Campos laborales en que se desarrolla: ámbito educativo en general (universidades, institutos terciarios, educación media)
Perfil de profesión: docente / pedagogo
Profesionales con los que entra en competencia: profesores17, licenciados en letras, sociólogos, licenciados en ciencias de la
educación
Estas áreas de práctica han ido institucionalizando entonces un conjunto de perfiles profesionales asociados a los comunicadores
(planificador de procesos comunicacionales, comunicador institucional, periodista, publicista, facilitador, comunicólogo, comunicador
organizacional, comunicador comunitario), hoy consolidados en el mercado laboral. A partir de estos perfiles y teniendo en cuenta la
problemática de la relación entre formación y mercado, constituye un ejercicio interesante el análisis de las currículas de las carreras de
comunicación respecto de cuáles son los perfiles profesionales que prefiguran, desde sus materias más generales hasta sus orientaciones
profesionales, dado que su coincidencia o desfasaje puede influir en la inserción laboral de los egresados.
Las áreas de práctica asociadas a una profesión, pueden considerarse como formaciones históricas producto de la lucha entre las
incumbencias profesionales señaladas para una carrera desde el ámbito académico y el espectro de tareas impuesto desde las
organizaciones en función de sus necesidades. Las mismas dan cuenta de los distintos recorridos profesionales para los egresados de una
carrera; dicho en otras palabras, constituyen diferentes vías de inserción de los profesionales en el ámbito laboral.
Imaginarios profesionales e inserción laboral
En el ámbito académico, poco se ha tenido en cuenta hasta el momento la importancia de los imaginarios respecto de la inserción
laboral de los profesionales. Los estudios sobre la situación ocupacional de los profesionales han puesto la mirada, en general, en
cuestiones macroeconómicas: factores de oferta y demanda, creación de empresas, necesidad de incentivar la formación en determinadas
disciplinas para el desarrollo social. Sin embargo, no han explorado el peso de las configuraciones imaginarias en el proceso de decisión
en materia de incorporación de profesionales a las organizaciones.
Las representaciones que circulan en el ámbito laboral condicionan los procesos de incorporación y desarrollo laboral de los
profesionales. La diferencia de valoración de las carreras académicas, en la que inciden fuertes elementos representacionales, es uno de
estos aspectos. Así, ante la necesidad de ocupar un puesto laboral ligado a un campo específico de la organización, el decisor contará en
su mente con una gama de profesionales formados en distintas carreras o disciplinas que podrán satisfacer esa demanda; y de entre esos
profesionales, convocará sólo aquellos que en su representación considera mejor preparados para ello.
Las redes sociales surgen como formas de organización social tendientes a morigerar o revertir los efectos desintegradores del modelo neoliberal –
fractura de lazos de pertenencia, descalificación laboral, crisis de identidad, sensación de intemperie respecto de anteriores coberturas sociales por parte
del Estado. En este sentido, constituyen campos privilegiados para los comunicadores en su búsqueda de renovación del tejido social.
16 Este campo está siendo actualmente reconfigurado por los profesorados en comunicación, que brindan una formación pedagógica de la que no
disponían –al menos desde el plano académico- los comunicadores, muchos de los cuales desarrollaban la práctica docente como oficio.
17 Se refiere a aquellos profesionales formados en los profesorados ofrecidos en instituciones terciarias.
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Consideremos, el siguiente caso hipotético: a partir del diagnóstico según el cual la organización necesita profundizar sus
relaciones con la comunidad, el director de la misma crea el área de Relaciones con la Comunidad. Luego de ello, decide convocar a
profesionales formados en las carreras de Trabajo Social y Relaciones Públicas, dado que le parece que podrán cubrir los puestos
necesarios para que comience a funcionar el área. Ante la pregunta acerca de si no ha tenido en cuenta la posibilidad de incorporar a un
comunicador, el director contesta que no, ya que no necesita periodistas.
Los imaginarios acerca del comunicador son configuraciones históricas conformadas por el concurso de una serie de elementos.
Algunos de ellos corresponden al campo académico –plan de estudios e incumbencias profesionales-, otros al plano laboral –áreas de
práctica profesional- y otros al campo sociocultural de los discursos socialmente legitimados, en el que tienen un peso fundamental los
medios masivos de comunicación. De esta dialéctica, surgen múltiples asociaciones respecto de qué es un comunicador y cuál es o debe
ser su función social.
Así, un comunicador podrá ser: un periodista (sentido legitimado desde los medios de comunicación), un intelectual que diseña la
comunicación en las organizaciones (comunicador como planificador de procesos comunicacionales), alguien que ayuda a generar vínculos
y procesos de aprendizaje en grupos e instituciones (comunicador comunitario), un profesional que arma publicidades (publicista), un
académico dedicado al estudio de los fenómenos comunicacionales (comunicólogo). Cada uno de estos imaginarios conlleva
implícitamente una concepción sobre la comunicación, de la que se decanta, de ahí en más, cuáles son las tareas que debe desempeñar el
comunicador.
Seguramente en cada ámbito laboral existen determinados imaginarios dominantes respecto del comunicador18. Habrá que
analizar en cada caso, y en relación con cada proceso particular de toma de decisión en materia de incorporación de comunicadores, qué
imaginarios están actuando en la mente de los decisores, cuánto se relacionan con el puesto específico a ofrecer y cómo esto influye
finalmente en la incorporación y futuro desarrollo laboral de los licenciados.
En este sentido, un estudio realizado en un conjunto de organismos estatales (Secretarías y Ministerios), a partir de entrevistas a decisores en materia
de incorporación de profesionales de la comunicación, arrojó dos imaginarios dominantes sobre los comunicadores: el comunicador como periodista y el
comunicador como intelectual que diseña la comunicación en las organizaciones (planificador de procesos comunicacionales-comunicador institucional).
Sobre el tema, ver Imaginarios profesionales sobre los egresados en comunicación de la UBA en el ámbito del Estado, Fernando Martínez, tesis de grado
de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias Sociales, UBA, 2003.
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