En camino a la comunicación oral

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En camino a la
comunicación
oral
Lic. en Fonoaudiología Andrea Ren Garré
Técnico de Apoyo – Primera Infancia INAU
julio de 2015
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INDICE
Presentación-------------------------------------------------------------------------------- 3
Lactancia------------------------------------------------------------------------------------- 6
Alimentación complementaria---------------------------------------------------------- 6
Texturas-------------------------------------------------------------------------------------- 6
Masticación---------------------------------------------------------------------------------- 7
Respiración nasal ------------------------------------------------------------------------- 8
Estimulación de las estructuras bucolinguofaciales a través de la
higiene bucal----------- 8
Posturas y uso adecuado para la alimentación con mamadera.-------------- 8
Elección de tetinas para la mamadera: Material, forma, flujo de goteo------ 9
Chupete------------------------------------------------------------------------------------ 10
Desarrollo de la comunicación 0 a 3 meses--------------------------------------11
Desarrollo de la comunicación 3 a 6 meses------------------------------------- 12
Desarrollo de la comunicación 6 a 9 meses------------------------------------- 14
Desarrollo de la comunicación 9 a 12 meses------------------------------------ 16
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Desarrollo de la comunicación 12 a 18 meses----------------------------------- 18
Desarrollo de la comunicación 18 a 24.meses----------------------------------- 20
Desarrollo de la comunicación 24 a 36 meses---------------------------------- 23
Bibliografía sugerida-------------------------------------------------------------------- 24
Diagramación y Diseño: Dalma Pérez
Lic. en Fgía. Andrea Ren Garré
En Camino a la Comunicación Oral
Nº 1 - julio 2015
Presentación
El presente documento constituye una síntesis que aporta a los conocimientos y las herramientas de estimulación que poseen los equipos de trabajo del Plan CAIF y los Centros de atención a la primera infancia (CAPI),
sobre el desarrollo de la comunicación oral de los niños y niñas entre 0 a 3
años. El mismo incluye pautas concretas para la observación del proceso
de la alimentación, dimensiones esperadas en el desarrollo del lenguaje,
así como aspectos a estimular y signos de alerta a tener en cuenta.
La adquisición del lenguaje se desarrolla a través de interacciones diarias y cotidianas del bebé con las personas que lo cuidan y rodean, por
lo cual se torna fundamental la observación sistemática por parte de los
adultos que se encuentran en el ambiente en el que se desenvuelve el/la
niño/a. Es esencial fortalecer, enriquecer y estar alerta al desarrollo de la
comunicación en la interacción.
Reflexionando sobre la importancia de una intervención oportuna, tomamos la definición que realiza Haller (2008): “Promover el deseo y la motivación para elicitar la comunicación intra e inter subjetiva al comienzo entre
un adulto significativo para el niño (madre o cuidador) pero que progresivamente se ampliará hacia otros, respetando la singularidad de cada infante
y su grupo familiar, cuya finalidad es promover la empatía y contribuir al
proceso de humanización”. (Haller, 2008: 2) Intervención que posibilite estar alerta a indicadores del desarrollo que nos lleven a realizar un adecuado
seguimiento o una pertinente derivación.
“Ezpeleta (2005) señala que en los últimos años se habla de prevención como una nueva disciplina fundamentada en la investigación y que
está relacionada con la psicopatología, la educación, la epidemiología y el
desarrollo humano. Esta “ciencia de la prevención” se centra fundamentalmente en el estudio sistemático de precursores potenciales de disfunciones
o discapacidades a los que se denomina factores de riesgo y factores de
protección. En este sentido, la intervención preventiva tendría como objeto
contrarrestar el efecto de los factores de riesgo y potenciar los de protección” (Sánchez Caravaca, 2006: 17).
Es por ello que a través de capacitaciones con los equipos de trabajo
de niños y niñas entre 0 a 3 años se pretende promover factores de protección minimizando factores de riesgo. Desde este lugar es central entender
la alimentación como uno de los primeros actos comunicativos que se
establece entre la díada madre-bebé; así como la directa incidencia de la
misma en funciones esenciales del desarrollo del niño como son la succión,
la deglución, la respiración, la masticación y la articulación de sonidos. Resaltando a su vez la significativa importancia que tiene estar atentos a la
instalación de los precursores lingüísticos como cimientos fundamentales
para la adquisición del lenguaje oral.
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La comunicación humana incluye al lenguaje oral, el mismo se constituye a partir de una indemnidad neurobiológica (Sistema Nervioso Central
(SNC) y vía auditiva) en interacción con la experiencia del individuo (oportunidades de aprendizaje, familia, escuela, medios).
Autores como Bate y cols. (1972) proponen la sucesión de estadios en
la comunicación temprana:
• Período perlocultorio (de 0 a 8 meses aproximadamente), etapa
en la que los niños van siendo capaces de mantener a través de la
mirada, la sonrisa y vocalizaciones, ciclos rítmicos de atención y no
atención. En esta etapa las conductas empiezan a tener intención,
se establece la intersubjetividad primaria, la capacidad de compartir
los estados afectivos que surgen en la díada de sujeto-bebé (relaciones “cara a cara”).
• Período ilocutorio (de 8 a 14 meses aproximadamente), la comunicación intencional se desarrolla a través de gestos, miradas y vocalizaciones, en este período aparecen gestos de señalamientos,
se va estableciendo la intersubjetividad secundaria, se comienzan
a introducir objetos en la interacción del bebé con los adultos. Se
amplía la atención conjunta (atención compartida entre el niño, otra
persona y un objeto o evento);
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• Período locutorio (a partir de los 14 meses), aparecen las palabras
que antes fueron expresadas mediante gestos, palabras que denotan más de una función, esta generalización de las palabras a
situaciones nuevas es un significativo indicador de comunicación
simbólica.
Halliday, (1983) distingue entre los 8 y 18 meses, seis funciones comunicativas:
• Instrumental, dirigida a satisfacer necesidades. Centrada en el objeto (el niño mira el objeto y a la persona), señala lo que quiere.
• Reguladora, dirigida a modificar la conducta de los demás, centrada en el agente (el niño llama la atención activamente y entrega un
objeto). Pide a través de gestos y acciones lo que desea que realice
el adulto.
• Interactiva, conductas para relacionarse con los demás. El niño se
interesa en un objeto y una persona a la vez.
• Personal, conductas relacionadas a la expresión de sentimientos
(placer, sorpresa, disgusto).
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• Heurística, función relacionada con conductas de petición de información. El objetivo está centrado en conocer la realidad.
• Imaginativa, relacionada con la posibilidad de jugar, imaginar, hacer
“como sí” en el transcurso del juego.
El lenguaje se desarrolla a una extraordinaria velocidad a lo largo de los
primeros años en todas sus dimensiones (forma, contenido y uso social),
requiriéndose de adultos sensibles que lo acompañen en su proceso de
desarrollo.
En este proceso las figuras de apego desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje.
Desde los planteos de Bowlby destacamos que “aunque el niño tiene
una tendencia genética a promover la proximidad o el contacto con una
persona y apegarse a ella, también hay un aprendizaje de la función y es
evidente que ésta se va desarrollando hacia aquellas con las que tiene más
interacción o que le brinden las respuestas específicas más cálidas y adecuadas” (Bowlby, 1976:23).
Por otra parte las habilidades de alimentación fundamentales en el desarrollo preparan, ejercitan y desarrollan la musculatura oral y otras estructuras faciales para la adquisición del lenguaje.
Es vital realizar la introducción oportuna de las diferentes consistencias
y texturas a la edad adecuada para que la musculatura y las estructuras
anatómicas reciban el estímulo necesario para lograr el posicionamiento
anterior de la mandíbula, el desarrollo de los maxilares, el tono de la musculatura oro-facial y el correcto posicionamiento de los órganos durante la
deglución. Esto generará gradualmente las condiciones favorables para la
erupción dentaria y la adecuada oclusión (mordida), promoviendo la armonía facial y funcional. Dicho proceso se favorece por los movimientos que
se producen durante la succión del pecho materno y la masticación.
Conocer las etapas esperadas del desarrollo de la comunicación, la
adquisición del lenguaje oral y la alimentación habilita la visualización del
período a estimular en el niño.
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Lactancia
La leche materna es el alimento fundamental para la supervivencia, el
crecimiento y el desarrollo de los lactantes. Contiene todos los nutrientes
que necesita el bebé hasta los 6 meses. La lactancia natural exclusiva durante los primeros seis meses de vida estimula el funcionamiento del sistema inmunológico y protege a los bebés de infecciones.
Cuando la boca del bebé toca el pezón de la mamá, se acciona el reflejo de búsqueda (aparece en la semana 32 de gestación) y hace que el
bebé abra la boca. En este momento, la mamá dirige y apoya la cabeza del
niño de manera que su boca rodee no sólo el pezón, sino también parte
de la aréola. Así el bebé aprende a cerrar los labios correctamente, empuja
el maxilar inferior hacia adelante y atrás con movimientos ondulares de la
lengua, lo que facilita la salida de leche del pecho.
El proceso de la lactancia permite que se desarrollen funciones esenciales: la lengua y los músculos que después serán usados para masticar,
van aprendiendo movimientos poderosos y sincronizados, que ayudan a
promover el crecimiento de la mandíbula y los huesos faciales. Cada vez
que el bebé mama tiene que “trabajar” físicamente, entrenando todos los
músculos del rostro y el cuello e incluso de los hombros.
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Alimentación complementaria
A partir de los 6 meses, el aporte de los nutrientes de la leche materna o
la leche de fórmula no son suficientes para los requerimientos nutricionales
del bebé, por lo tanto comienza la alimentación complementaria, introducción de sólidos, que consiste en la administración de alimentos distintos de
la leche materna o la leche de fórmula. Resultando muy favorable para el
desarrollo continuar con la lactancia en este período, ya que la leche materna aporta el 50% de las necesidades de energía del niño hasta el año
de edad.
Texturas
La progresión de las texturas en la alimentación del niño tiene como
objetivo estimular el desarrollo de los maxilares, promover la adecuada
dentición, así como preparar al niño para la masticación y contribuir a una
adecuada articulación de los sonidos del habla.
Es adecuado comenzar con papillas espesas y alimentos bien aplastados, a partir de los 9 meses alimentos bien picados o aplastados (el desarrollo neuropsicomotor del niño ya le permite agarrar con la mano), a
los 12 meses alimentos que come la familia picados o algo aplastados. La
consistencia y la variedad de alimentos se van graduando a medida que
el niño crece.
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Masticación
La masticación es una función que se debe aprender desde edades
tempranas, por lo tanto resulta fundamental respetar las diferentes etapas
de alimentación del bebé.
La primer alimentación de un bebé generalmente es exclusiva del pecho de la madre, por lo menos los primeros 6 meses de vida. Habitualmente a esta edad empiezan a erupcionar los primeros dientes, momento que
se deberá iniciar la alimentación blanda y semisólida.
Cuando el niño comienza a masticar, la misma debe ser bilateral y alternada, para poder producir el crecimiento y desarrollo adecuado.
La masticación debe ser coordinada con otras funciones como son la
deglución y la respiración.
Para prevenir alteraciones dentales, deglutorias y/o articulatorias, es
recomendable seguir las recomendaciones del proceso adecuado de alimentación, tratando de ir disminuyendo el uso de chupete y mamadera. Así
como ir familiarizando al niño con los diferentes alimentos, jugando con los
sabores, los colores las texturas y los aromas. Implementar alimentos más
duros y fibrosos que ayudarán a estimular precozmente el ejercicio de la
función masticatoria y de la deglución.
Respiración nasal
La forma correcta de respirar es por la nariz, pues el pasaje por la misma prepara adecuadamente el aire que se está inhalando: lo calienta, humedece y limpia antes de llegar a los bronquios en la cavidad pulmonar.
Cuando el bebé tiene dificultades para respirar por la nariz, es probable que
respire con la boca abierta, cuando esto se da de forma reiterada en el desarrollo infantil sin un adecuado seguimiento puede llevar a una inadecuada funcionalidad. Lo que generalmente acarrea algunas dificultades a nivel
de hábitos respiratorios que repercutirán posteriormente en el adecuado
desarrollo bucolinguofacial, dental y articulatorio.
El desarrollo de la cavidad bucal desempeña un papel importante tanto
a nivel físico como a nivel psíquico del niño.
A su vez el desarrollo adecuado de la mandíbula, permite la respiración
correcta que asegura el suministro de oxígeno al cerebro. Al permanecer
con la boca cerrada, los músculos y el sistema inmunológico se fortalecen,
y la susceptibilidad a desarrollar infecciones se reduce.
Los niños que desde pequeños se acostumbran a respirar por la nariz
con la boca cerrada, generalmente mastican y degluten bien.
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Estimulación de las estructuras bucolinguofaciales
a través de la higiene bucal
A través del cepillado de las estructuras bucales estimulamos todas las
zonas que participan en la articulación de los fonemas del habla.
Posturas adecuadas para la alimentación con mamadera
Los bebes con la ingesta de leche y otros líquidos por mamadera pueden desarrollar otitis media, si los mismos se les dan mientras están acostados o dormidos, porque la leche o líquidos, pueden introducirse accidentalmente en las trompas de Eustaquio1 y provocar inflamación e irritación
de los oídos. La diferencia de temperatura en más o menos grados que la
leche materna, y el azúcar agregado al contenido de la mamadera también
puede causar congestión de las mucosas. Las mucosas respiratorias y la
trompa de Eustaquio congestionadas se hacen insuficientes y por lo tanto
vulnerables a la infección, siendo ésta una de las causas de frecuentes
enfermedades respiratorias, alergias y otitis en los lactantes alimentados
con mamadera.
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Por lo tanto, dada la cercanía entre los oídos y el aparato bucofaríngeo, es probable que el bebé que toma su mamadera en posición
acostada desarrolle una otitis (infección de oídos), ya que agentes
bacterianos pueden ingresan al oído por medio de la trompa de Eustaquio.
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Estructura anatómica que se extiende desde la caja del tímpano hasta la
rinofaringe (garganta). Su función es equilibrar las presiones del oído medio.
En niños tiene una posición horizontalizada. Al estornudar, tragar y bostezar, las
trompas de Eustaquio se abren y permiten que el aire fluya hacia adentro y afuera.
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Uso adecuado de mamadera
El bebé, mientras succiona, entrena sus músculos y perfecciona la coordinación entre la mandíbula, el paladar, la lengua y los labios.
Se
han investigado y demostrado diferencias entre la manera de succionar el
pecho y la mamadera. El niño que se alimenta con mamadera debe improvisar patrones funcionales de succión-deglución-respiración para dosificar
el contenido extraído y deglutirlo sin atragantarse. Muchas veces la desorganización neuromuscular de la succión-deglución-respiración en lactantes
puede ser la causa de regurgitación y aspiración del alimento y de los episodios de apneas prolongadas que se producen en los niños alimentados
con mamadera. Un patrón funcional básico alterado genera una distorsión
de las futuras funciones, manifestada como deglución atípica, respiración
bucal, disfunción masticatoria, dificultades en la fonoarticulación del lenguaje y alteración de la postura corporal.
Elección de tetinas para la mamadera: Material, forma, flujo de goteo
Materiales:
Tetina de silicona: material sintético transparente, no tóxico, blando, inodoro, resistente a la grasa de los alimentos y
a la exposición al sol. No absorbe olores ni sabores. Es un
poco menos elástica que el látex.
Tetina de látex: material natural, blando y elástico. Posee dos grandes desventajas: no debe exponerse al sol y el
contacto con la grasa de los alimentos, incluida la leche, la
deteriora y hace que luzca vieja. Absorbe olores y sabores.
Forma: Clásica: forma
Anatómica: punta aplanada.
cónica
y
redondeada
en
la
punta.
Especiales: para bebes prematuros o con problemas como labio leporino o fisura palatina.
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Flujo de goteo: Recién nacido, un orificio; uno y dos meses, dos orificios; tres a cinco meses, tres orificios; seis y más meses: cuatro orificios.
Chupete
Material igual a las tetinas de las mamaderas (silicona y latex).
Respecto a la forma de la tetina los hay de diferentes formas y tamaños.
Aquellos de forma “anatómica” imitan la forma del pezón y se adaptan mejor a la anatomía de la boca del bebé.
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Es fundamental evitar que los chupetes tengan materiales desmontables. Deben tener bordes protegidos o redondeados para evitar riesgos de
cortes o heridas, así como orificios laterales para facilitar la respiración.
La utilización del chupete por encima de los dos años puede dar lugar
al desplazamiento del maxilar superior hacia delante (comúnmente llamado protrusión o mordida abierta) lo que da lugar a que al cerrar la boca los
dientes superiores no coincidan con los inferiores pudiendo ello repercutir
posteriormente en la masticación y en la producción de los sonidos del
habla.
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Desarrollo del lenguaje oral
0 a 3 meses
Advertimos conductas reflejas motivadas por necesidades externas o
en respuesta a eventos externos al bebé.
Procesos fisiológicos como la respiración y la succión generan sonidos
espontáneos que sumados al grito y al llanto, conforman el repertorio comunicativo de esta etapa.
Preferencia por el tono elevado de voz, el alargamiento de vocales,
contornos entonativos, pausas pronunciadas entre los enunciados, etc.
El bebé reacciona a sonidos diferentes.
El adulto con gestos, la prosodia y el contacto corporal favorece e incentiva la comunicación.
Llora distinto cuando tiene hambre, frío, sueño.
Hacia los 2-3 meses los bebes comienzan a fijarse en las expresiones
del rostro humano.
Siguen un objeto con la vista (ángulo de 180º); reaccionan al sonido;
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elevan la cabeza. Vocalizan en respuesta a la sonrisa de la mamá o papá y
a la conversación de los mismos.
Reaccionan ante la desaparición de la cara de la mamá/ papá o cuidador.
Empiezan a aparecer vocalizaciones prolongadas.
Pautas de estimulación:
Intente que el bebé acepte y se calme con el contacto corporal (upa,
abrazos, caricias, besos) mientras lo hamaca suavemente en sus brazos.
Sosténgalo cerca de su cara, mirándolo a los ojos, mientras le habla de
forma dulce y tierna.
Muéstrele un objeto llamativo para que lo siga lentamente con sus ojos.
Imite sonidos vocálicos y no vocálicos emitidos por el niño para atraer
su atención auditiva.
Haga distintos gestos con la cara para atraer la atención visual.
Signos de alerta
No se despierta con ruidos intensos.
No reacciona (con llanto o estremecimiento) ante ruidos
sorpresivos y fuertes.
Ante la presencia de un ruido, no se observan en el niño
respuestas reflejas del tipo: parpadeo, agitación, despertar.
No le tranquiliza la voz de los padres y o cuidadores.
Emite sonidos monocordes, monótonos.
Tono muscular disminuido (se percibe hipotónico)
No se acomoda en brazos, el sostén se hace difícil.
No fija la mirada y sigue poco con la misma.
3 a 6 meses
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Las conductas comunicativas del niño comienzan a estar caracterizadas por la intención.
El niño intencionalmente comienza a utilizar sus sonidos para participar
a otros en interacciones u obtener determinadas conductas de los adultos.
Alrededor del cuarto mes comienza a usar su mirada para iniciar mantener y concluir la interacción con el otro.
Al final de este periodo, a través de la mirada, la sonrisa y algunas vocalizaciones el niño es capaz de mantener ciclos rítmicos de atención y no
atención.
Aparece la sonrisa social.
Las vocalizaciones van en aumento.
Se comienzan a reconocer las primeras sílabas. Imita algunos sonidos,
generalmente vocales y sílabas aisladas compuestas de una consonante
y una vocal, o de una vocal y una consonante, lo que se denomina balbuceo.
Se advierten intercambio de miradas, sonrisas, juegos cara a cara, sonidos guturales.
En el transcurso de los primeros 6 meses los niños van dominando la
atención conjunta (miran los objetos y sucesos al mismo tiempo que su maLic. en Fgía. Andrea Ren Garré
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dre o cuidador), para lograrla deben ser capaces de mantener el contacto
ocular.
A nivel del desarrollo motor
Agarra objetos; sigue con la cabeza un objeto que desaparece de arriba
hacia abajo; gira la cabeza hacia la fuente de sonido; sostiene la cabeza.
Hacia los 4-5 meses el bebé comienza a integrar la visión con la prensión, empieza a lograr control para alcanzar objetos.
Vuelve la cabeza hacia quien le habla. Realiza tracciones hasta lograr
la posición sedente. Se mantiene sentado con apoyo.
Pautas de estimulación
Mírelo a la cara cuando el bebé balbucea y contéstele con los mismos
sonidos que él hace.
Trate que gire su cabeza en
un plano horizontal para buscar de
donde provienen ciertos sonidos y/o
para seguir un objeto llamativo con
la mirada.
Muéstrele un objeto llamativo (su
mamadera, un juguete, autos que se
ven por la ventana etc.) y nómbrelo
con palabras o frases cortas. Ejemplo: Hola oso, Chau nene, etc.
Trate de poner al bebé frente a un espejo, conversando y sonriendo con el.
Repita la risa y las expresiones faciales del bebé.
Coloque un sonajero en una de sus manos y ayúdelo a sacudirlo.
Responda ante los pedidos del bebé “llantos” haciéndole upa, hablándole, para así favorecer la comunicación.
Signos de alerta
No busca con la mirada la voz de la madre o cuidador.
No emite gritos o sonidos para llamar la atención.
Se mantiene indiferente a los ruidos familiares.
No hace sonar el sonajero si se le deja al alcance de
la mano.
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6 a 9 meses
A nivel comunicativo y cognitivoAlrededor de los 6 meses, los bebés comienzan a mirar hacia donde los
adultos están mirando.
Se establece la referencia compartida mediante el procedimiento de
señalar o mostrar objetos, pero sin mirar al adulto en busca de su confirmación.
El niño realiza sonidos, gritos, diferentes vocalizaciones para que el
adulto se ría, le hable.
Toma de turnos, se inicia la interacción con sonidos, espera la respuesta, vuelve a iniciar y vuelve a responder.
Empieza a responder a su nombre.
Adulto-niño atienden conjuntamente objetos, esto da lugar a los conceptos iniciales, a los que posteriormente se les pondrá nombre. Si el adulto señala un objeto, probablemente el bebé también lo haga a su vez que
dirija su mirada hacia lo señalado.
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Las habilidades comunicativas desarrolladas en la interacción del niño
con la madre proporcionan la base que permite a los niños aprender el código lingüístico.
Balbuceo duplicado (repetición de sílabas). Ejemplo: “Ta-ta, ba-ba”
A nivel oro-motorAlrededor de los 6 meses el bebé controla mejor la parte anterior de
la boca, lo que promueve una mayor producción de sonidos labiales. Van
surgiendo nuevos movimientos de mandíbula, lengua y labios, así como
una mejor coordinación de la actividad oro-motora.
A nivel motorIntenta alcanzar un juguete; Vuelve la cabeza hacia el objeto caído; Se
mantiene sentado con leve apoyo, y sólo momentáneamente; Toma objetos; Lleva objetos a la boca; Gira sobre sí mismo.
Alrededor de los 8 meses: Se sienta sólo y se mantiene erguido; Tracciona hasta lograr posición de pie; Inicia pasos tomado bajo los brazos;
Toma un objeto pequeño con movimiento de rastrillo.
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Pautas de estimulación:
Haga sonidos de” toser, estornudar, silbar, ruido de un tren, etc” y acérquele la manito del bebé a su rostro.
Nombre las actividades que realiza y los objetos que comparten mediante palabras y frases simples. Ej: “vamos a comer”, “a cambiar el pañal”.
Cara a cara al bebé tápese con un pañuelo su rostro y descúbralo jugando al “esta, no está”.
Muéstrele un juguete de su interés repitiendo el juego anterior “de esconder”.
Llámelo por su nombre cada vez que va a comenzar una rutina, como
ser la de comer, el baño, la siesta, etc. Ej: “José a comer, José a dormir”.
Mueva un objeto de su interés delante de él, escóndalo mirando Usted el
lugar del escondite y “lleve con su mirada la mirada del bebé” hasta ese lugar,
para que preste atención a lo mismo que usted y así compartir la atención.
Enseñe al bebé a imitar acciones, como jugar a las escondiditas, tirar
besos, jugar “qué linda manito” y decir adiós con la mano. Estos juegos
aportan al bebé elementos muy necesarios de la conversación: prestar
atención al interlocutor y esperar su turno de hablar.
Hablar con el bebé frente a un espejo e ir nombrando las partes del
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cuerpo.
Signos de alerta
No responde cuando lo llaman por su nombre.
No gira ante los ruidos.
No emite sílabas (ma, pa, ta).
No vocaliza para llamar la atención.
No juega con sus vocalizaciones, repitiéndolas e
imitando las del adulto.
No juega imitando gestos que acompañan canciones infantiles, o sonríe al reconocer éstas.
9 a 12 meses
A nivel comunicativoLa comunicación intencional se despliega a través de gestos, miradas
y vocalizaciones.
El niño aprende que existen medios para lograr fines.
Alrededor de los 9 meses emerge la atención conjunta, que es la atención compartida entre el niño, otra persona y un objeto o evento.
En este periodo se inicia el uso de gestos reguladores, deícticos (señalamientos) y expresivos.
Existen dos conductas comunicativas intencionales indicadoras de la
atención conjunta:
Señalamientos protoimperativos, cuando el niño da un valor intencional
al adulto como un medio para conseguir un fin, para que otros hagan.
Protodeclarativos, el niño despliega una serie de conductas que evidencian una meta social de atención compartida con el adulto. Para compartir
experiencia o emociones con otros.
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Aquí el niño comprende palabras, frases y cumple órdenes.
Se observan reduplicaciones de sílabas idénticas, “ma-ma-ma, pa-pa-pa”.
El lenguaje que el niño puede comprender es más rico y complejo que
el que puede usar.
Desde el plano comprensivo responde al NO, al dame-toma.
Aparece la ecolalia (repetición de sílabas o palabras que dice otra persona).
A nivel motor Juega a taparse y descubrirse; Transfiere objetos de una mano a la
otra; Se sienta sólo sin apoyo; Logra llegar a posición de pie apoyado en
un mueble; Camina sostenido bajo los brazos; Toma objetos pequeños con
participación del pulgar; Encuentra un juguete bajo la tela (juego de esconder- encontrar)
Alrededor de los 10 meses: Toma objetos pequeños con pulgar e índice
(pinza fina); Es capaz de tomar un tercer objeto soltando uno de los dos
primeros que tenía en una de las manos, cuando se le ofrece; Se para,
apoyándose de los muebles; Imita gestos simples; Junta objetos en la línea
media.
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Pautas de estimulación:
Juegue a tirar y atajar la pelota u otro juguete para favorecer los juegos de “dame y toma” acompañados siempre de expresividad facial y con
palabras.
Cántele canciones sencillas en las que el niño imite algún gesto. Ejemplo: Hace el gesto de dormir cuando la canción dice “sueño”
Todos los días implemente la rutina de mostrarle un librito de cuentos
con dibujos sencillos, coloridos, con texturas.
El disfrutar Usted y el niño de un libro, es un excelente momento para
compartir y estimular el lenguaje.
Hable con el bebé mientras realiza actividades diarias como son el
cambiado de pañal, la alimentación, el juego: “X está cambiando a Sofi”.
“Sofi está comiendo puré”. “¡Qué rico está el puré!”.
Mientras realizan algún paseo con el niño por el barrio u otro lugar,
intente hablarle sobre los diferentes paisajes y elementos que va viendo.
Ejemplo: “Vamos a comprar bananas”, “Ahora vamos a la casa de X”, etc.
Repita sílabas producidas por el niño, “ma, ta, pa” para que el vuelva a
producirlas.
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Signos de alerta
No aprende a ejecutar órdenes sencillas (chau, beso,
upa).
No emite sonidos que se le enseñan reiteradamente.
No manifiesta conocer palabras familiares y sencillas.
No reconoce cuando le nombran a “papá” y “mamá”
No comprende palabras familiares.
No atiende una negación.
No responde a “dame…” si no se le hace el gesto indicativo con la mano.
12 a 18 meses
A nivel comunicativoAparecen producciones que se aproximan a las palabras.
Ejemplos “ete” por este cuando señala, “guau guau” cuando ve animales y “mmm” cuando algo le gusta.
A medida que los gestos y dichas palabras adquieren un matiz más
convencional las conductas comunicativas de los niños, son más claras,
perdiendo paulatinamente dependencia del contexto.
Las primeras palabras traducen significados que fueron previamente
expresados por gestos. Suelen ser referidas a objetos y personas conocidas (partes del cuerpo, alimentos, ropa).
Las primeras palabras denotan más de una función, por ejemplo dice
tita no solo para nombrar la galletita, sino también cuando quiere una galletita.
La generalización de las palabras a nuevas situaciones es un indicador
de comunicación simbólica.
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Mezclan el balbuceo con otras vocalizaciones como la jerga y la combinación con palabras aisladas, producciones que van disminuyendo al aumentar el vocabulario.
Comprensión: El niño comprende preguntas, observa atentamente, reconoce partes del cuerpo (señala al menos 2), realiza órdenes.
Expresión: Imita o repite palabras o sonidos durante el juego.
Reclama necesidades esenciales (pide agua, leche, etc.).
Utiliza entre 10 y 20 palabras simples, aisladas, incluidos nombres.
Dichas palabras, en un principio, tienen una función de sobre-extensión
también conocida como sobre-generalización, es decir, una palabra es usada para designar varios significados que comparten un rasgo en común.
Por ejemplo, con la palabra “vaca” el niño hace referencia a distintos animales.
En esta etapa es característico que los niños usen solo una palabra
para representar toda una frase.
A nivel motorUtiliza sus dos manos para sostener vaso y cuchara, revuelve y lleva
alimentos a su boca aunque derrame gran parte.
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Imita gestos; Realiza la pinza superior con el dedo pulgar e índice para
tomar objetos pequeños; Camina con apoyo o de la mano; Se pone de pie
sólo, sin apoyo; Entrega un objeto como respuesta a una orden o pedido
Ejecuta gestos a pedido; Coloca objetos en un recipiente; Empieza a
caminar sólo; Introduce un objeto pequeño dentro de un frasco o botella
(de pico fino); Es capaz de tomar un tercer objeto conservando los dos
primeros, cuando se le ofrece; Garabatea espontáneamente.
Pautas de estimulación
Si el niño comenzó a caminar, no lo aúpe continuamente, dele la oportunidad de recorrer él mismo el espacio, bajo su cuidado.
Estimúlelo a auto alimentarse y a colaborar con Ud. cuando lo viste y
desviste, de esta manera estimula su autonomía y lo ayuda a crecer.
Cuando le pide cosas gestualmente, acompañe la entrega del objeto
con la palabra correspondiente. Por ejemplo: cuando el niño señala una
pelota que está en el piso, Ud. se la entrega diciendo la palabra pelota.
Prolongue las secuencias de un mismo juego o lectura de libro para
estimularlo a mantener la atención por mayores periodos de tiempo.
Muéstrele al niño láminas coloridas, fotos, revistas, nombrando con palabras y frases lo que van viendo, solicitando posteriormente que él mismo 19
indique lo que le nombramos. Ej. ¿Dónde está el auto grande?
Durante las tareas de la sala pídale colaboración, de esta manera estimula su lenguaje comprensivo y a que el niño preste atención. Por ejemplo:
“dáselo al amigo”, “llévalo a la mesa”. Utilice oraciones cortas y relacionadas con la situación de la que se está hablando.
Es importante sugerir a la familia no dejar al niño mirar programas infantiles de TV más de 20, 30 minutos por día. Es preferible que este cerca del
adulto referente mientras realiza las tareas del hogar, que el mismo le hable
de lo que está realizando. Por ejemplo: “este buzo es de X”, o acérquele los
alimentos mientras cocina diciendo “esto es para comer”.
Deje al niño que le imite: dele un trapito para limpiar, ollas para que coloque pedacitos de papa u otros alimentos.
Utilice órdenes sencillas para estimular la comprensión. Ej. “trae el oso”,
“dame la taza”.
Realice juegos de imitación: Hacer como los indios (golpeándose los
labios con la mano, mientras dicen las vocales: [aaaa]; [oooo]; [iiii]; [uuuu];
[eeee]. Hacer con la lengua como el gato cuando toma leche (entrando y
sacando la lengua). Limpiarse los bigotes con la lengua (como el gatito).
Háblele claro y responda ampliando lo dicho por el niño. Ej. El niño dice
“aga”. El adulto responde: “Vamos a buscar el vaso de agua”.
Refuerce todas las producciones que realice el niño, sonidos, sílabas,
palabras, diciendo usted la palabra adecuada o la idea que consideramos
quiso transmitir el niño.
Converse con los niños sobre las personas, animales y objetos, que
hay alrededor.
Es muy importante acompañar todas las actividades que realicen juntos
con palabras para favorecer el lenguaje comprensivo y expresivo.
No debemos corregir la pronunciación, a esta edad es más importante
que el niño hable aunque a veces no se le entienda claramente. Para ayudarlos podemos repetir nosotros de forma adecuada lo que el niño dice, sin
corregirlos a ellos.
Signos de alerta
Se muestra interesado sólo por lo que ve.
No ejecuta órdenes sencillas.
No dice ninguna palabra.
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No dice “papá” y “mamá” con contenido semántico.
No señala objetos y personas familiares cuando se le
nombran.
18 a 24 meses
Comprensión: Identifica (muéstrame el vaso, la cuchara).
Discrimina (¿Dónde está la casa?, el auto?). Reconoce partes del cuerpo (señala 6). Realiza órdenes.
Expresión: Inicio de la palabra yuxtapuesta, es la unión de dos elementos que expresan una idea completa dentro de la situación en la que
se originan. Esta producción cumple la función de un enunciado, de este
modo se configura el inicio de la estructuración de las frases (la sintaxis).
La combinación de palabras adquiere mayor complejidad, aparece la frase
simple (dos palabras), que permite al niño una comunicación más fluida
con el otro.
Su lenguaje empieza a ser más inteligible, no requiere de la traducción
del adulto. Nombra objetos (3).Usa pronombres, a menudo incorrectos (mi,
mío, yo). Se refiere a sí mismo/a por su nombre. Poco a poco el niño va
ampliando su vocabulario así como también la estructura de las frases.
Lic. en Fgía. Andrea Ren Garré
En Camino a la Comunicación Oral
Nº 1 - julio 2015
A nivel motor:
Garabatea espontáneamente; Camina hacia atrás y hacia los lados;
Muestra sus zapatos ante el pedido; Retira inmediatamente un objeto pequeño de dentro de una botella o frasco; Nombra objetos cotidianos; Construye torres con cubos.
Pautas de estimulación
Espere que el niño le pida lo que quiere: más comida, sueño, etc., a
través de palabras y frases de dos palabras. Por ejemplo: “nono” o “mamá
pan”.
Háblele con frases y permítale elegir. Por ejemplo: “¿Qué te gusta, papa
o fideos?”, “sácate los zapatos”.
Prolongue las secuencias de un mismo juego o lectura de libro para
estimularlo a mantener la atención por mayores periodos de tiempo.
Durante las tareas de la sala pídale colaboración, de esta manera estimula su lenguaje comprensivo, a que el niño preste atención y su memoria.
Por ejemplo: “tráeme el vaso de la mesa”, “lleva la bufanda a la mochila”.
Utilice oraciones cortas y relacionadas con la situación de la que se está
hablando.
Es importante sugerir a la familia que no deje al niño mirar programas
infantiles de TV más de 20, 30 minutos por día. Es preferible que este cerca 21
del referente adulto mientras realiza las tareas del hogar. Háblele de lo que
está realizando. Por ejemplo: “está sucio, tráeme la escoba”, o acérquele
los alimentos mientras cocina diciendo “corto la manzana y ahora pongo
banana”. Dejar al niño que lo imite: darle ollas para que coloque trocitos de
comida. Que juegue a la mamá/papá con los muñecos y les hable como los
cuidadores lo hacen con él/ella.
Solicitarle al niño objetos que estén en distintos lugares del espacio en
el que se encuentre. Ej. “Trae el libro que está arriba de la silla”, “la pelota
que esta abajo de la mesa”. De esta forma estimulamos la comprensión y
conceptos de arriba y abajo por ejemplo.
Jugar a hacer sonidos onomatopéyicos de animales y objetos. Ej.: Para
el sonido de la /c/, hacer como hacen los patos /cua-cua/, para el sonido de
la /s/, hacer como hacen las serpientes /ssss/; para el sonido de la /r/, hacer
como los autos /rrun- rrun-rrun/.
Mientras camina por la habitación con el niño, podemos realizar los
sonidos de los distintos objetos, Por ejemplo: un “reloj, (escuchen el sonido
del reloj) tic-tac”. Este tipo de actividad ayuda al niño a darse cuenta de los
sonidos que lo rodean.
Ayude al niño a ampliar su vocabulario. Por ejemplo, si el niño dice
“moto” responda diciendo “¡Es verdad! Es una moto roja y grande”.
Es muy importante acompañar todas las actividades que realicen juntos
con palabras para favorecer el lenguaje comprensivo y expresivo.
Déle la oportunidad al niño para iniciar una “conversación” pidiéndole
algo que quiere; contándole un dibujito o alguna situación vivida.
No
debemos corregir la pronunciación, a esta edad es más importante que el
niño hable aunque a veces no se le entienda claramente. Para ayudarlos
podemos repetir nosotros de forma adecuada lo que el niño dice, sin corregirlos a ellos.
Signos de alerta
Se comunica con señalamientos únicamente.
Escaso uso de lenguaje oral.
No mantiene un diálogo breve.
Escasa interacción con el otro.
No responde cuando lo llaman, aun gritándole.
No presta atención a los cuentos.
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No comprende órdenes sencillas si no se acompañan de
gestos indicativos.
No identifica partes del cuerpo.
No conoce su nombre.
No hace frases de dos palabras.
Lic. en Fgía. Andrea Ren Garré
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24 a 36 meses
El niño pasa de resolver situaciones de un nivel motor a un nivel mental
(se sube a una silla para llegar a un juguete).
En esta etapa los niños: Comprenden el concepto de “uno” Comparan
tamaños (Muéstrame la más pequeña); Comprenden el uso (¿qué usamos
para tomar la leche?); Realizan órdenes simples; se amplía velozmente su
vocabulario; Utilizan frases cortas y a veces incompletas.
El lenguaje acompaña el juego, organiza actividades y ayuda a resolver
situaciones problemáticas.
A nivel motor:
Se para en un pie con ayuda; Ayuda en tareas simples cotidianas; señala cuatro o más partes del cuerpo en un imagen o dibujo; Construye torres,
juegos de encastre sencillos, apila y tira; Juego pre-simbólico y comienzo
de juego simbólico; Independencia parcial en los actos de comer y desvestirse, quiere hacerlo solo. Lanza una pelota; Construye torres de cinco o
más cubos; Usa cuchara; se quita sólo alguna prenda de ropa; Comienza
a subir escaleras, Jugar en paralelo (individualmente frente a otros niños).
Adquirir hábitos: lavarse y secarse manos y cara, y controlar esfínteres.
Pautas de estimulación
Nuestros mensajes verbales deben ser lo más claros posibles para fa- 23
vorecer el incremento de las intervenciones del niño.
Crear situaciones comunicativas buscando momentos, espacios, lugares en los que compartir juegos, experiencias, sentimientos y todo tipo de
actividades que favorezcan la conducta comunicativa del niño.
Utilizar frases simples pero bien estructuradas.
Evitar los enunciados desordenados.
Adoptar una actitud positiva frente al niño, felicitándole por sus progresos.
Implementar rutinas de lectura de libros de cuentos todos los días
Respete el turno de palabra del niño. No responda por él, deje que se
exprese sin miedo, con naturalidad.
Estimulamos la comprensión solicitándole al niño que cumplan algunas
acciones la vez. Ej.: “Busca los juguetes, mételos en la caja y guárdala en
el placar”.
Juegue con el niño a seleccionar objetos que hagan parejas por el color,
forma y tamaño.
Juego de seleccionar objetos por categorías (animales, ropa, juguetes,
medios de transporte, alimentos, etc.).
Juego de imitar acciones que realicen los adultos “cocina, arreglar autos, etc”.
Contar cuentos, rimas, adivinanzas, poesías y canciones cortas, acordes a la edad.
Adivinar objetos, personas o animales por sus características.
No debemos corregir la pronunciación, a esta edad es más importante
que el niño hable aunque a veces no se le entienda claramente. Para ayudarlos podemos repetir nosotros de forma adecuada lo que el niño dice, sin
corregirlos a ellos.
Signos de alerta
Persisten palabras yuxtapuestas.
Mantiene o aumenta la jerga.
Usa palabras sin significado.
No comprende preguntas que le hace el interlocutor.
No se le entienden las palabras que dice.
No repite frases.
No contesta preguntas sencillas.
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Bibliografía sugerida
Aguado, G. “El desarrollo del lenguaje de 0 a 3 años” - 2000.
MSP, “Guía Nacional para la 2Vigilancia del Desarrollo del Niño y la Niña menores de 5 años”. - 2010.
Karmiloff, A., Karmiloff, K. “Hacia el lenguaje”. - 2005.
Guerra, V. “Indicadores de intersubjetividad (0 a 2 años) en el desarrollo de la
autonomía del bebé”. - 2009.
MSP. “Manual práctico visita domiciliaria integral en salud”. - 2012.
Escala Rocca. L. Haller, M. Gallastegui, M. Barrionuevo, D. Grinspon.
“Neuropsicolonguística. Evaluación y tratamiento”. - 2011.
OMS. “La alimentación del lactante y el niño pequeño”. - 2010.
INAU “Promoviendo prácticas saludables – Guía para promoción de salud en
Centros de Primera Infancia”, creado por el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay. - 2015.
Ed. Paidós. Bowlby, J. “Una base segura”. - (1976).
Lic. en Fgía. Andrea Ren Garré
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