Aurelio Carrillo Gavilán y Francisco Cuadrado López Los nuevos espacios de ocio: una metodología para abordar su estudio. El Parque de Miraflores (Departamento de Geografía, Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Sevilla.) Resumen La necesidad de conocimiento de los espacios se propone como uno de los retos más importantes de la ciudad por su impronta medioambiental, social y cultural. Este tipo de usos se revelan cada vez más importantes en los países centrales, especialmente durante las últimas décadas, en las que se está desarrollando un nuevo modelo de ciudad. La integración de estos espacios de ocio es decisiva para la nueva relación entre ciudad/medio y hombre/medio. Abstract The need of knowledge about the leisure spaces is proposed as one of the most important challenge of the city, because their environment, social and cultural influence. This type of use is becoming more and more important during the latest decades in the central countries, where in developing a new city pattern. The integration of this leisure spaces is decisive for the new relation between urban/environment and man/environment. Introducción El nuevo proceso de reestructuración productiva que se inicia con la crisis del sistema de producción fordista a finales de los años setenta, supone una nueva concepción tanto de las propias actividades productivas, como de la concepción intrínseca de la ciudad. Este nuevo concepto de ciudad que se inicia en este período viene dominado por el nuevo papel que juega en estas escalas de países desarrollados, como por su estancamiento en el crecimiento. En este sentido, se manifiesta como evidente el hecho del paso de un proceso de fuerte crecimiento urbano en España en el período de desarrollismo, acompañado por mecanismos migratorios que afectan de forma notable a la futura configuración de la propia ciudad. Estos procesos de estancamiento, se van difundiendo en nuestras latitudes, progresivamente en las distintas orlas metropolitanas de nuestras grandes ciudades. La configuración cada vez mayor de una ciudad «ya hecha», las nuevas necesidades competitivas de la misma, así como las demandas de mayor calidad de vida y condiciones de habitabilidad de la población residente en la misma; hacen todos estos hechos, que se configure una nueva ciudad y espacio metropolitano con necesidades cada vez mayores en cuanto a calidad de vida y calidad medioambiental, dualismo este inseparable. La ciudad de Sevilla es partícipe a estos hechos que afectan de forma general a las grandes ciudades españolas; estando patente desde las agrupaciones ciudadanas, que se hacen eco de las reivindicaciones de los habitantes; hasta las propias instituciones públicas que en sus documentos de trabajo y los planes de carácter urbano y metropolitano reflejan tal necesidad. Este fenómeno se puede apreciar en el cuadro I, donde se indican los parques existentes hasta la fecha en Sevilla y su área metropolitana, así como el municipio donde se localiza, su superficie, y lo que es más importante, los proyectos de construcción y ampliación de las distintas zonas verdes existentes, lo que refleja la importancia del fenómeno ambiental, y el interés de la Administración por conseguir un verdadero sistema-cinturón verde y de ocio. Fuente: Consellería de Obras Públicas y Transportes, 1996. El Parque de Miraflores en su contexto Es necesario tener presente la idea de sistema ambiental metropolitano como hecho que dé cohesión a todas estas necesidades de calidad medioambiental que surgen en este momento; sistema integrado a los distintos que configuran este marco metropolitano, con un fin evidente «para proteger y gestionar los recursos más valiosos del medio físico, aprovechando sus aptitudes recreativas y posibilitando tanto la regeneración y mantenimiento del medio ambiente como su carácter dotacional al satisfacer las nuevas necesidades de ocio y recreo al aire libre que, en una aglomeración urbana experimentan un cambio cualitativo importante» (C.O.P.T, 1996), intentando satisfacer, en este sentido, las necesidades de ocio, esparcimiento, deporte, contacto con la naturaleza; con fines tanto de atracción de otras actividades que requieran este contexto, como de hacer más habitable, en definitiva, esta ciudad. Estas necesidades urbanas y sobre todo ciudadanas de calidad ambiental son más notorias en aquellos espacios donde el proceso especulativo y el asentamiento en aluvión de personas con un origen rural se manifiesta con palmaria clarividencia. De esta forma, los procesos de crecimiento de la ciudad de Sevilla durante las últimas décadas han ido acompañados de una masificación y deshumanización de la ciudad con lo cual, este proceso de asentamiento de la población se manifiesta con crudeza en la pérdida de identidad de barrios en su conjunto. La necesidad de establecer, con el tiempo, áreas de esparcimiento y recreo en el seno de los barrios más populares y masificados ha tenido gran dificultad, siendo esta misma necesidad la que ha promocionado la conservación ante los mismos procesos especulativos, de ámbitos de contacto entre la ciudad y los espacios rurales de su corona. Este hecho se observa con absoluta nitidez en la caracterización del Parque de Miraflores, aquí estudiado. De esta manera, se encuentra inscrito en el Barrio de Macarena, en su límite más septentrional. Este barrio es uno de los más extensos y populosos de la ciudad; el dominio de una clase proletaria con origen en los procesos migratorios de las últimas décadas, y su conformación a raíz de la especulación acaecida durante este período, han favorecido la no aplicación estricta de la norma urbanística, y la conformación de un escenario urbano donde los espacios de esparcimiento brillan por su ausencia. En los últimos años, la necesidad de darle más y mejores dotaciones de servicios y equipamientos, han favorecido una cierta transformación del mismo. La nueva preocupación de sus habitantes hacia las nuevas necesidades y requerimientos lo han provocado. El Parque de Miraflores se encuentra inscrito al norte de la ciudad en uno de los ámbitos donde lo rural y lo urbano, lo agrícola y lo industrial se confunden en un espacio en el cual el propio parque implica, junto a las redes de infraestructuras viarias, la separación más nítida (dentro de la confusión de las áreas metropolitanas) entre dos espacios diferenciados. El Parque de Miraflores En este proceso metodológico, hemos ido trazando un «zoom», para el conocimiento más correcto del propio parque que aquí estudiamos. Algunas pinceladas antes de acometer el propio estudio, para definir «grosso modo», la propia relevancia que tiene. Al analizar el propio contexto en el que está inscrito, hemos podido adivinar, la notoria presencia que el mismo tiene, a causa de la escasez de espacios de ocio existentes en este ámbito metropolitano y sobre todo de barriada. Por otra parte, asistimos a una organización diferenciada con respecto a otros existentes en la propia ciudad, y que al mismo tiempo le da personalidad: existencia del parque a nivel ciudadano, que consta de distintas pistas para hacer ejercicio y pasear: existencia de un área extensa de huertas, que le dan personalidad; presencia de restos arquitectónicos y arqueológicos de indudable interés cultural; organización de actividades culturales, talleres, colaboración con institutos, escuelas, centros de adultos, etc. Son estos rasgos, lo que le da una fuerte impronta en el barrio en el que está inscrito, y en este contexto, sería muy importante analizar el resultado de todos estos hechos en cuanto a participación ciudadana. Es la existencia de dos zonas o espacios suficientemente diferenciados lo que es importante a la hora de realizar este estudio, por cuanto, no existe una verdadera integración y coordinación de las actividades que se realizan en el espacio deportivo, y la más «social», correspondiente a las huertas, desde donde se proyectan las actividades más culturales. Es aquí donde se proyecta el método utilizado para llegar a concretar el conocimiento del primer «parque», para vislumbrar su posible integración y conocer su posibilidad de integración. El estudio del parque Para un análisis y un diagnóstico acertado, el método de encuesta que hemos requerido (ver modelo adjunto en cuadro 2), nos sirve por una parte, para valorar cómo se entiende socialmente el parque, puesto que son sus usuarios, quienes lo disfrutan, aquéllos más cualificados para realizar su valoración «in situ»; al mismo tiempo, nos proporciona una herramienta más completa para su conocimiento directo «a pie de campo». Cuadro 2. Encuesta aplicada para el estudio del parque Desde este punto de partida, los objetivos planteados eran, por una parte, el reconocimiento de quienes lo utilizan, es decir, dentro del conocimiento íntegro de la población que vive en torno al parque, distinguir aquella que hace uso del mismo, tanto en días habituales como en fines de semana. Una vez conocida esta población se puede alcanzar con mayor exactitud cuáles son las necesidades que cada segmento de la misma reivindica al parque. En segundo lugar, interesaba una metodología funcional, es decir, que pudiese ser aplicada con posterioridad a otros parques de este entorno metropolitano. De esta manera, se parte del tiempo de estancia en el mismo, para posteriormente, profundizar en cuestiones de carácter más subjetivo y objetivo, así desde las actividades realizadas, hasta una valoración del parque en sí, identificándolo dentro de ese nivel que con anterioridad habíamos llamado metropolitano. Por último, y por razones lógicas, identificar el grado de conocimiento que los encuestados tenían del propio parque, es decir, las actividades paralelas que se realizan en el mismo; para finalmente poder valorar, a través de las respuestas, la posibilidad de integración de esta población dentro de estas actividades. Los resultados y las conclusiones que se establecen de la propia encuesta son significativos. Por término medio, el perfil general de la población que utiliza el mismo, son hombres, aunque también muchas mujeres, con edades comprendidas entre los 20 y 40 años, estudios medios, trabajadores de clase media; lo cual no desentona demasiado con la población que habita en las barriadas próximas a este espacio. Por otra parte, la fidelidad en cuanto a asistencia es muy alta, así, en su mayor parte lo frecuentan a diario, con un tiempo de permanencia de varias horas. Su utilización es en su mayoría para el ejercicio físico en los hombres y para el paseo y esparcimiento en las mujeres; siendo precisamente, las carencias en instalaciones deportivas en el conjunto del barrio, las que favorece que la utilización del mismo sea, en gran medida, para uso deportivo. En cuanto a las zonas verdes, existen entre sus usuarios, la sensación de escasez de zonas de ocio y esparcimiento dentro de la ciudad, además de manifestar los mismos, la importancia que tiene el parque dentro de su uso cotidiano, siendo éste, un hecho fundamental para el barrio. No se duda de la importancia que tienen las zonas verdes como enriquecimiento cultural y social, además de ser fundamental en las relaciones de quienes lo utilizan y al mismo tiempo lo valoran. Finalmente, en este método de encuesta, pudimos colegir cuáles eran los déficits del propio parque, que en sí está bastante descuidado por la Administración local, puesto que la insuficiencia de instalaciones, seguridad y otros servicios de carácter público eran manifiestamente insuficientes. Por tanto, se ponen aquí las bases para conseguir una mejora adecuada de un espacio muy valorado dentro de su entorno, pero no tanto desde el ámbito de gestión municipal. Conclusiones La mejora de las condiciones del parque, un mejor conocimiento de los recursos que el mismo almacena y genera, desde hitos arquitectónicos hasta hechos arqueológicos, sobre el que sienta sus bases; conocimiento de las actividades culturales y recreativas que en él se desarrollan, desde huertas, talleres, educación ambiental, educación de adultos, etc. En definitiva, éstos son los pilares sobre los cuales debe desarrollarse este espacio para alcanzar un mejor desarrollo humano del barrio en sí; y lógicamente, trasladar estos aspectos positivos y negativos que se aprendan en su análisis, hacia espacios de ocio de otros ámbitos. Por tanto, se ponen las bases para conseguir una verdadera sistematización de las experiencias como base para una verdadera formación de un sistema verde y de ocio a nivel metropolitano, teniendo en cuenta como punto de partida, que la participación ciudadana es la única forma o de las más importantes para conseguir que tales ámbitos funcionen por y para los habitantes de la ciudad y su entorno. Referencias bibliográficas Aglomeración Urbana de Sevilla, 1996. Diagnóstico sobre los Espacios Libres y el Paisaje. J.J.A.A., Sevilla, Consejería de Obras Públicas y Transportes. Área metropolitana de Sevilla, 1989. Directrices para la Coordinación urbanística. J.J.A.A., Sevilla, Dirección General de Urbanismo, Centro de Estudios Territoriales y Urbanísticos, Consejería de Obras Públicas y Transportes. _____________________________________ Facilitado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes 2006 - Reservados todos los derechos Permitido el uso sin fines comerciales Súmese como voluntario o donante , para promover el crecimiento y la difusión de la Biblioteca Virtual Universal www.biblioteca.org.ar Si se advierte algún tipo de error, o desea realizar alguna sugerencia le solicitamos visite el siguiente enlace. www.biblioteca.org.ar/comentario