Ética a Nicómacó Libro II, 4-6; Libro X, 6-8 Se han conservado tres obras éticas de Aristóteles que corresponden a tres etapas de su vida, sin embargo ésta, dedicada muy probablemente a su hijo, es una de las más importantes y completas para entender el sentido de la ética aristotélica. Beatriz Álvaro Libro II CAPÍTULO 4 LAS ACCIONES Y LA VIRTUD Punto de partida: Carácter práctico de la ética aristotélica, solo se convierte en justo aquel que practica la justicia. (vs. Platón) A partir de esta afirmación Aristóteles advierte una posible paradoja: ¿Cómo es posible hacer cosas justas si quien realiza acciones justas ya es justo al igual que sucede en las artes? Para solucionar este problema Aristóteles establece una diferenciación entre VIRTUDES Y ARTES: 1. Las artes son actividades que pueden ser llevadas a cabo por casualidad o por consejo de otro (LAS VIRTUDES NO) 2. Las cosas producidas por el arte tienen su bien en sí mismas, basta con que tengan determinadas cualidades (LAS VIRTUDES NO) 3. LAS VIRTUDES A DIFERENCIA DE LAS ARTES TIENEN QUE SER: libremente elegidas, importa la intención con la que realizamos las acciones y las elegimos con convencimiento. El capítulo termina con una crítica, ya que la mayoría no cree estas cosas y “al refugiarse en la teoría” se olvidan lo que importa de verdad y se cierran la puerta de la rectitud ética, Aristóteles ilustra a este tipo de personas a través de un ejemplo, los enfermos que escuchan al médico pero no le hacen caso. MODO DE SER = HÁBITO CAPÍTULO 5 LA VIRTUD COMO MODO DE SER Punto de partida: Análisis de la virtud a través de la clasificación de las cosas del alma en tres tipos: pasiones, facultades y modos de ser. 1. Definición de pasión: lo que va acompañado de dolor o placer 2. Definición de facultad: capacidad de sentir pasiones 3. Definición de modo de ser: el hecho de comportarnos mal o bien respecto a las pasiones (mal =extremos / bien = moderado) A partir de esta clasificación Aristóteles nos proporciona EL SIGUIENTE ARGUMENTO: RAZONES POR LAS QUE LAS VIRTUDES NO SON PASIONES NI FACULTADES 1. Porque no se nos llama buenos o malos por las pasiones, sino por el modo de actuar ante ellas. 2. Porque las virtudes se eligen mientras que las pasiones son involuntarias. CONCLUSIÓN: Argumentación por exclusión, como son tres las cosas que hay en el alma y dos de ellas no son: LAS VIRTUDES SON MODOS DE SER (HÁBITOS) CAPÍTULO 6 NATURALEZA DEL MODO DE SER Punto de partida: la virtud es un hábito, pero ¿qué clase de hábito es? Para ello Aristóteles parte del análisis del término VIRTUD (en griego areté que significa excelencia, perfección en la realización de la función propia de cada ser), para ilustrar esta afirmación Aristóteles pone un ejemplo con el ojo y la visión. A partir de aquí deduce que como la función propia del ser humano (alma racional) es la sabiduría/conocimiento, la virtud debe estar relacionada con la razón. Así Aristóteles nos explica como la razón nos conduce a la virtud: a través de la teoría del término medio. Aristóteles analiza el concepto de término medio, a partir de una diferenciación de las dos maneras en las que puede ser entendido: 1. Desde el punto de vista del objeto: aceptado por todos (término que dista igual de ambos extremos) 2. Desde el punto de vista del sujeto: relativo al individuo (término que no sea ni mucho ni poco), término que es ejemplificado por Aristóteles a través del apetito de un atleta respecto a otra persona. Conclusión: el hombre razonable tiende siempre al término medio (relativo a cada uno) y huye de los excesos. La virtud es un término medio situado entre dos vicios (aunque hay cosas que son siempre virtuosas y otras que son siempre viciosas, y en estas nunca existe un justo medio). Libro X CAPÍTULO 6 EL CONTENIDO DE LA FELICIDAD Punto de partida: la ética de Aristóteles (al igual que el resto de sus teorías) es teleológica, y es la felicidad el fin de todas nuestras acciones (eudemonía). El capítulo se inicia con un análisis del problema de la felicidad y la vida que nos permite conseguirla. En primer lugar afirma que la felicidad es un fin en sí misma y no un medio para alcanzar otra cosa (es una actividad deseada en sí misma) Luego el texto se centra en un análisis sobre el tipo de vida que nos conduce a la felicidad; una vida dedicada al disfrute y entretenimiento (aunque nos parezca que sí) nunca nos puede conducir a la felicidad. La excelencia se consigue a través de la realización de la función propia de cada ser, en el caso del hombre dicha función es la inteligencia, dada el alma racional, por lo que la vida más feliz será la vida virtuosa, que será la vida que se ajusta a la razón. CAPÍTULO 7 LA FELICIDAD PLENA Tema principal del capítulo: La felicidad plena consiste en la vida contemplativa. Punto de partida: El capítulo 7 se inicia con una reflexión del capítulo anterior, la felicidad está relacionada con la parte más divina del hombre, el conocimiento. Para a partir de aquí iniciar una descripción de la vida teorética/contemplativa (vida dedicada a la búsqueda de la sabiduría): 1. Es excelente, porque el intelecto es la mejor parte que hay en nosotros. 2. Es placentera 3. Es autárquica (el sabio no necesita a nadie más) A partir de esta descripción diferencia esta, del resto de las actividades prácticas, por el fin que poseen. Llegando a la conclusión que a diferencia del resto de actividades prácticas, como la política o la guerra, la sabiduría es la única que se elige en sí misma. Sin embargo una vida así (puramente intelectual) es imposible, porque el alma racional está unida al cuerpo. Aunque nuestro fin sea esforzarse por acercarse al máximo, pues en ello consiste nuestra felicidad. CAPÍTULO 8 ARGUMENTOS A FAVOR DE LA VIDA CONTEMPLATIVA Tema principal del capítulo: defensa de la vida contemplativa entendida como la felicidad perfecta del ser humano. Punto de partida: Diferencia de las virtudes éticas y dianoéticas. Las virtudes dianoéticas son superiores a las éticas por varios motivos: 1. Las virtudes éticas están relacionadas con el cuerpo y las pasiones, siendo esto algo propio del hombre. 2. Requieren de recursos externos (y además pone una serie de ejemplos, como lo que necesita el hombre liberal o valiente) Sin embargo, las virtudes dianoéticas (el hombre contemplativo) no necesita de nada de esto, es una actividad propia de dioses, y es lo que nos proporciona la felicidad perfecta, por lo que los animales nunca podrán ser felices, ya que carecen de alma racional. Sin embargo para llevar esto a la práctica el ser humano requiere “salud en el cuerpo, alimento y todos los demás cuidados” a partir de aquí Aristóteles formula su teoría de la felicidad como una combinación de: virtudes intelectuales+ virtudes éticas+ bienes externos (moderados). Y apoya este argumento a través de la opinión de dos sabios: Solón y Anaxágoras, quienes afirmaban que la felicidad no consistía ni en el poder ni las riquezas. El capítulo termina expresando el amor de los dioses a aquellos que más de les parezcan.