Curso: Asignatura: Tema: 1º Grado en Derecho Alumno: Haidar Najem Gª de Vinuesa Historia del Derecho El Derecho de los pueblos primitivos, tema 2 – Bloque 2 2.1-La ordenación del sistema religioso-normativo de los pueblos prerromanos En primer lugar reseñamos que las fuentes del Derecho prerromano español no son directas. No tenemos documentos directos, sino comentarios y apuntes de historiadores romanos que valiéndose de fuentes fenicias y griegas hablan del Derecho prerromano. Otros historiadores antiguos, como Polibio de Megalópolis, que acompañó al general Escipión, realizaron observaciones in situ, que sirvieron de modelo para las obras de Julio César y Plinio el Viejo. Estrabón (63 a.C.-19 d.C.), historiador y geógrafo griego autor de Geografía, habla de las costumbres prerromanas de índole jurídico. Estrabón dedica el tercer volumen de Geografía a Iberia, escribiendo sobre la Turdetania, culta y rica en recursos, regada por el Betis y muy romanizada. Comenta además que los turdetanos eran grandes navegantes. De la Lusitania (actual Portugal) comenta sus costumbres ancestrales y su riqueza en oro y plata, lo que motivaba constantes luchas entre sí y con sus vecinos del otro lado del Tajo. Según Estrabón la Celtiberia sería un país pobre, de suelo y clima inhóspito y dividida en cuatro partes habitadas respectivamente por: arévacos, lusones, bellos y tittios (los dos últimos fueron atestiguados por Polibio de Megalópolis y Alpiano). El Derecho de las sociedades prerromanas, matriarcales muchas de ellas, se caracterizaba por su pluralidad y diversidad, ya que en un mismo territorio convivieron muchos pueblos distintos. El Derecho, de carácter consuetudinario, estaba ligado a la religión. Distinguimos dos clases de Derecho, el antiguo y el urbano. La vida familiar fija una voluntad colectiva la costumbre Derecho consuetudinario 2.2-Los pueblos primitivos y sus áreas culturales La Península fue conocía como Iberia por los griegos. Los iberos, asentados en la franja mediterránea, confluyeron con los invasores celtas, asentados en el norte, para construir un tercer pueblo, los celtíberos, “tronco de España” según el historiador latino Floro. Cabe destacar el comentario de Montesquieu en El Espíritu de las leyes: “los pueblos que se asientan en zonas agrestes tienden a sistemas democráticos; por el contrario, en pueblos esteparios la tendencia es a regímenes totalitarios”. 2.2.1-Área del norte: galaicos, astures, cántabros y vascones Sus formas de vida fueron ciertamente rudimentarias. Habitaron en castros o pequeños poblados, dedicándose al cultivo de la tierra y a la recolección de frutos naturales. Conocieron las propiedades medicinales de algunas plantas. Fue común la creencia en cierto dios de la guerra, en un clima de prácticas politeístas y predicciones. Los ejercicios bélicos eran regulares y optaban por la guerrilla y las emboscadas. Eran sociedades matriarcales con un fuerte sentimiento de unidad. 2.2.2-Área oriental: iberos La presencia ibérica fue resultado de un complejo cultural de pueblos indígenas en la zona mediterránea, constituido bajo el influjo de los colonizadores griegos y fenicios. Geográficamente, el área ibérica se extiende desde el norte de los Pirineos, a lo largo de la costa mediterránea, hasta la zona de Murcia. 1 La ciudad, núcleo de convivencia, fue construida en lugares elevados y protegida con murallas. Las casas ibéricas eran pequeñas, por lo común, de una sola planta. Tales viviendas corresponderían a familias pequeñas y monógamas. El mundo económico, basado en el cultivo de tierras fértiles, se caracterizó por la acuñación de moneda propia (dracma ibérica). El comercio industrial ofrece dos novedades: el uso normal del hierro y la utilización del torno del alfarero. En el mundo de la cultura hay que subrayar dos fenómenos de alto rango: la escritura y el arte. 2.2.3-Área central: celtíberos y vacceos En territorios montuosos y cubiertos de bosques, aparecen hacia el 600 a.C. unas tribus de pastores nómadas, que más tarde se fusionan en el pueblo celtíbero, consolidando una economía pastoril guerrera. La industria siderúrgica alcanza notable desarrollo, tanto en su vertiente bélica para obtener armas, como en el uso pacífico de las fraguas para obtener herramientas. En la zona de Numancia no faltó la actividad agrícola. En tiempos de paz eran gente hospitalaria en razón de principios religiosos, y con creencias más proclives al culto privado que al público. En la guerra su dureza y valor fueron proverbiales. Los celtíberos eran de fácil fascinación ante caudillos, a quienes se vinculaban como clientes y devotos. Como pueblos de llanura levantaron ciudades fortificadas. Se reunían en clanes organizados en torno a un regulo. Celebraban acontecimientos colectivos y litúrgicos. Entre tribus existía la guerra, la paz y los tratados. Existían fuertes vínculos sociales entre sus miembros que se reforzaban mediante vínculos militares. Los vacceos, a su vez, se asentaron en Tierra de Campos, y fueron un pueblo eminentemente agricultor. La gran producción de trigo originó excedentes que llamaron la atención de los pueblos vecinos. También practicaron actividades pastoriles. La notoriedad histórica de este pueblo tiene que ver con la práctica de una especie de colectivismo agrario, mencionado por Diodoro de Sicilia. 2.2.4-Área del sur: Tartessos El proceso colonizador de fenicios y griegos entró en contacto con unos pueblos meridionales, los turdetanos y tartesios, cuya rica civilización contrastaba con la de las restantes comunidades indígenas de la Península. Las relaciones de los tartesios con las gentes del Mediterráneo oriental se vieron afectas luego por la rivalidad entre griegos y cartagineses, pueblo que destruiría la capital, Tartessos, aniquilando su imperio. Justino menciona la monarquía tartésica y refiere la existencia de los reyes míticos. Los perfiles legendarios se convierten en realidad histórica con reyes como Argantonio. La sociedad presentó grandes diferencias, con un sistema de castas cuyo grupo dominante lo fue por nacimiento o trabajo. Se trata además de una cultura urbana y desarrollada, basada en la metalurgia. No solo explotaban las minas de oro, plata y cobre, sino que trabajaban los metales para luego comerciar con ellos. 2.3-Modos de expresión del Derecho: derecho consuetudinario y derecho legal 2.3.1-Derecho consuetudinario patriarcal y matriarcal Las fuentes del Derecho prerromano español no son directas. Trabajamos sobre comentarios y apuntes de historiadores romanos que se valieron de fuentes fenicias y griegas. Por otra parte podemos suponer la existencia de unas mínimas reglas organizativas de acatamiento al jefe cazador y de ordenación de funciones a la hora de cazar y repartir las piezas cobradas. Inicialmente, la aparición de la cultura pastoril pudo favorecer un sistema patriarcal de carácter poligámico. Debían concurrir muchos para hacer lo que había que hacer, pero no todos debían hacer lo mismo. De forma elemental está presente el derecho consuetudinario. 2 Constan de otra parte testimonios sobre la existencia de un régimen matriarcal desde tiempos primitivos. Según el texto de Estrabón, este sistema era uno de las más “exageradamente matriarcales”: quienes contraían matrimonio con una mujer debían abandonar sus casas y familias. Este comportamiento se corresponde con la vigencia de la institución del avunculado. El marido queda relegado a un puesto secundario. El régimen matriarcal fue posible gracias a la extraordinaria fortaleza de la mujer, ostensible en otra institución, la covada. Apenas habían dado a luz, las mujeres volvían a sus labores en el campo, cediendo el lecho a sus maridos. Con frecuencia parían en plena labor. Otros pasajes jurídicos de Estrabón mencionan el despeñamiento de los criminales, la lapidación del parricida o la práctica de matrimonios al modo griego (monogamia). 2.3.2-Derecho legal: leyes tartésicas Refiriéndose a los turdetanos, Estrabón observa que “tienen escritos de antigua memoria, poemas y leyes en verso, que ellos dicen de seis mil años”. Es clara y explícita la afirmación de un derecho legislado. Tales leyes no resultarían un fenómeno insólito, pues se ha constatado la existencia de otras en diversos pueblos del Mediterráneo oriental, con quienes precisamente los tartesios mantuvieron intensas relaciones. 2.3.3-Colonias fenicias y griegas Las colonias fenicias y griegas debieron regirse por un sistema análogo a las metrópolis. Las colonias fenicias fueron tanto establecimientos oficiales como meras delegaciones mercantiles. Unas y otras permanecían vinculadas a las ciudades promotoras por motivos religiosos. Contando con una asamblea popular y un senado restringido, su gobierno corrió a cargo de dos sufetes (magistrados). A mediados del siglo VII a.C. un movimiento popular reivindicó la compilación de las normas. El pueblo fenicio respetaba la ética y la moral, y prohibía el consumo de vino, el exceso de lujo y el préstamo. Las leyes fenicias influyeron en las normas de la Magna Grecia. Establecieron diferentes códigos monetarios. El doble carácter político y comercial fue también característico de los establecimientos griegos, que aparecen como colonias oficiales o bien como simples factorías. Las colonias mantuvieron siempre una estrecha relación con la metrópolis. En todo caso, el régimen interno de las colonias griegas en el Mediterráneo fue muy variable, desde el aristocraticismo pujante en Italia a la democracia de las colonias orientales. 2.4-Relaciones entre grupos: hospitalidad y clientela Los romanos llamaron a la comunidad política gens o tribu. Por otra parte nos encontramos con las gentilidades, como forma intermedia entre la familia y la tribu. La gentilidad sería un clan suprafamiliar con significación en la vida pública. Los derechos del individuo derivan de su pertenencia a una determinada gentilidad. Presentaban cierto grado de territorialidad. 2.4.1-Vínculos de solidaridad pública: hospitalidad Elemento corrector del carácter cerrado de las gentilidades es la institución de hospitalidad, que amplía la protección social y jurídica de una gentilidad a miembros ajenos a ella. Así, el huésped se acoge a la tutela del grupo en que ingresa, pasando a ser considerado gentil, con los mismos derechos que los demás componentes. Los acuerdos o pactos de hospitalidad (años 27 y 152 de nuestra era) quedaban fijados por escrito. El hospicio u hospitalidad era también una forma de relacionarse entre gentilidades. 3 2.4.2-Vínculos de sumisión personal: clientela y “devotio” El establecimiento de los vínculos de sumisión personal fue debido a la idiosincrasia de los españoles primitivos, y muy especialmente de los iberos, caracterizados por su capacidad de seducción espontánea ante las cualidades de jefes o caudillos, como Viriato o Sertorio. Por otra parte, y según parece, inicialmente los iberos, dada su pobreza, siguieron fielmente a los líderes aguerridos que les permitían amontonar riquezas mediante el robo. Si bien la hospitalidad se realiza entre un individuo y un grupo social extraño, la clientela militar crea un vínculo de sumisión de persona a persona. El cliente se acoge a la protección del patrono, quien recibe a cambio su fidelidad y servicios. Los servicios del cliente, por la naturaleza de la acción bélica característica de esta época, consisten en su ayuda y asistencia en las actividades guerreras. La clientela se establece mediante juramento, reconociendo el cliente en su patrono a su rey. La ruptura de la clientela depende del incumplimiento del acuerdo. La clientela militar revistió en España características peculiares por la incidencia en el pacto de elementos religiosos, lo que la transformó en la llamada “devotio ibérica”: los clientes consagran su vida a las divinidades infernales, ofreciéndola a cambio de la del jefe o caudillo. Si el caudillo resultase muerto en combate, el cliente ha de entender que la deidad le juzgó indigno al rechazar su ofrenda y en consecuencia debe suicidarse. Por último, cabe destacar que el régimen político de los Estados prerromanos fue cambiante: unas veces monárquico, regido por personas que ostentan el poder supremo y lo transmiten por herencia, y otras aristocrático, desempeñado por magistrados de forma temporal. La ciudad era el centro de la comunidad política. Los escritores romanos llaman rey o regulus (reyezuelo) a quien estaba al frente de las organizaciones aristocráticas de la ciudad o al caudillo de una clientela. Más comunes son las menciones a princeps (príncipes). En la vida política de los Estados indígenas existió una asamblea popular formada por todos los hombres libres, el concilium, y otra aristocrática, el senado, compuesta por los “notables” o primores (Sagunto), que custodiaban el tesoro público, tomaban las decisiones trascendentales y declaraban la guerra. 4