Poder Judicial de la Nación

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Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
ISSN 1850 - 4159
CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO
BOLETÍN TEMÁTICO DE JURISPRUDENCIA
ENFERMEDADES INCULPABLES
(Arts. 208 a 213 LCT)
OFICINA DE JURISPRUDENCIA
Dr. Claudio M. Riancho
Prosecretario General
USO OFICIAL
Dra. Claudia A. Priore
Prosecretaria Administrativa
ACTUALIZACIÓN 2016
Domicilio Editorial: Lavalle 1554. 4°piso.
(1048) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel: 4124 - 5703
EMail:[email protected]
INDICE:
Enfermedades inculpables (arts. 208 a 213 LCT)
I.- Fallos plenarios. (pág. 2)
1.-Suspensión de la prestación de servicios. Plazos. (pág. 3)
2.-Remuneración. (pág. 6)
3.-Recidiva de enfermedades crónicas. (pág.9)
4.-Aviso al empleador (art. 209 LCT). (pág. 9)
5.-Control médico (art. 210 LCT) (pág.12)
6.-Conservación del empleo (art. 211 LCT). (pág. 16)
7.- Art. 212. (pág. 20)
a) Generalidades. (pág. 20)
b) Asignación de tareas acordes (1° párrafo). (pág. 21)
c) Indemnizaciones (2° y 3° párrafo) (pág. 23)
d) Incapacidad absoluta (4° párrafo). (pág. 24)
e) Compatibilidad o incompatibilidad con otras indemnizaciones. (pág. 28)
8.- Relación y diferencias entre normas de accidentes de trabajo y enfermedades inculpables. (pág.
31)
9.- Despido del trabajador (directo/indirecto) (pág. 34)
10.- Renuncia, mutuo acuerdo, muerte. (pág. 38)
11. - Estatutos especiales. (pág. 38)
- Citas bibliográficas
(pág. 38)
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I.- Fallos Plenarios .
Fallo Plenario Nº 46
"Bartoli, Arcangelo c/Cía. Swift de la Plata" – 26/9/1958
"El tripulante de un barco tiene derecho a percibir salarios por enfermedad por todo el tiempo de su
duración, vale decir, hasta su perfecto restablecimiento, aunque éste se opere después del regreso
al puerto de matrícula, salvo el supuesto de una enfermedad crónica, en que dicha obligación se
extiende hasta que exista declaración formal en aquel sentido".
Publicado: LL 92-284 - DT 1958-848 - JA 1958-IV-275
Fallo Plenario Nº 113
"Córdoba, Rosendo A. c/Compagnie d’Assurances Generales” - 6/11/1967
"Los salarios imputables a incapacidad temporaria que perciben los estibadores portuarios, deben
integrarse con el porcentaje correspondiente a vacaciones que se les liquida junto al salario diario
según el convenio que rige la actividad".
Publicado: LL 22.11.67 - JA 28.11.67
Fallo Plenario Nº 227
"Molinari, Elbio A. c/ELMA" – 25/6/1981
"La indemnización por incapacidad absoluta establecida en el art. 212 de la Ley de Contrato de
Trabajo (t.o. 1976) no es aplicable a la gente de mar comprendida en el acta convenio del 25.2.72
(CCT. 370/71)".
Publicado: LL 1981-D-18 - DT 1981-1224
Fallo Plenario Nº 241
"Querro, Oscar Santiago c/EFA" – 27/9/1982
"En caso de incapacidad absoluta derivada de accidente de trabajo, la indemnización establecida
en el art. 212 del RCT (to 1976) es acumulable a la fijada en el art. 8 de la ley 9688".
Publicado: LL 1983-A-3 - DT 1982-1442
Fallo Plenario Nº 254
"Villagra de Juárez, Eumelia del Carmen c/Instituto de Previsión Social para el Personal
Ferroviario" – 10/10/1986
"Si el contrato estuviere vigente, tiene derecho a la indemnización del art. 212, párr. 4 de la ley de
contrato de trabajo, el trabajador que se incapacita definitivamente, vencido el plazo del art. 211".
Publicado: LL 1987-A-389 - DT 1987-335
Fallo Plenario Nº 269
"Rosasco, Julio Horacio y otros c/Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires SA s/cobro de
pesos" – 15/11/1989
"El criterio utilizado en la empresa SEGBA de dividir por 30,417 el salario mensual para el pago de
días de enfermedad o accidente no infringe las normas legales que rigen el instituto".
Publicado: LL 1990-B-173; DT 1990-I-681
Fallo Plenario Nº 303.
"Juárez, Luis Sergio c/Expreso Quilmes SA s/despido” - 3/05/2002.
" Es aplicable lo dispuesto en la primera parte del artículo 254 de la LCT a los casos de pérdida de
habilitación especial contemplado en el segundo supuesto del mismo artículo, cuando tal
inhabilitación se origina en enfermedad o disminución psicofísica contraída sin dolo o culpa grave
del mismo trabajador".
Publicado: T y SS 2002-515.
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1
Sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 12 de la ley 26.853, se transcriben los fallos Plenarios de la CNAT sobre el tema
a tratar. Conf. Ac. CSJN Nº 23/2013 sobre la operatividad de dicha norma. Asimismo, respecto de lo establecido en los
arts. 12 y 15 de la ley de mención y la obligatoriedad o no de los plenarios, ver: CNAT, Sala II, Expte Nº 19.704/08 Sent.
Def. Nº 101.949 del 2/7/2013 “Heredia, Nelson Renes c/Difelbroc SRL y otros s/despido” y, de la misma sala, Expte Nº
48.830/09 Sent. Def. Nº 101.989 del 31/7/2013 “Valenzuela, Lorena Marsil c/Axa Assitance Argentina SA y otro
s/despido”; Sala VI, Expte Nº 36.338/2011 Sent. Def. Nº 65.883 del 29/11/2013 “Rusovic, G.R c/Tarshop SA s/despido” y
de la misma sala, Expte Nº 3876/2010 Sent. Def. Nº 65.889 del 29/11/2013 “Desiderato, A.C. c/Edit. Sarmiento SA s/ley
12.908”; Sala IV, Sent. Def. Nº 97.360 del 30/9/2013 “Ramos, María c/Banco Macro SA s/despido” y de la misma sala,
Expte Nº 2145/2013 Sent. Def. Nº 98.573 del 29/12/2014 “Cejas, Vanesa Patricia c/La Delicia Felipe Fort SAIICYF
s/despido”, Sala I Expte Nº 29.490/2012 Sent. Def. Nº 91.067 del 5/2/2016 “De Gregorio, Vanessa Paola c/Massalin
Particulares SA y otro s/despido”, entre otros.-
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1.- Suspensión de la prestación de servicios. Plazos.
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Concepto de carga de familia.
Si la trabajadora figuraba como divorciada en la empresa demandada, el sólo hecho de
que no percibiera asignaciones familiares no lleva necesariamente a concluir que tampoco
poseyera cargas de familia. Especialmente si se tiene en cuenta que ante la intimación de
la empleadora para que acreditara tal situación, la dependiente acompañó la partida de
nacimiento de su hija y la principal le exigió, además, constancias de testimonio de
sentencia de divorcio, tenencia y alimentos pactados.
CNAT Sala VII Expte N° 19.640/01 Sent. Def Nº 37.899 del 24/9/2004 « Martín, Graciela
C/ Ibope Opinión Pública Servicios y Mercados SA s/ despido” (Ferreirós - Ruiz Díaz)
Enfermedad inculpable. Trabajadora con riesgos en el embarazo. Extensión del
plazo. Procedencia.
Limitar el beneficio establecido en el art. 208 LCT (extensión del período de licencia paga
por enfermedad inculpable) sólo a quien percibe asignación familiar, constituye una
interpretación no ajustada a las circunstancias específicas del caso, ni a la naturaleza de
la norma. La norma, que dispone extender el tiempo de licencia paga sobre el presupuesto
de una “carga de familia”, no contiene descripción, individualización de su contenido, ni
limitación de su alcance, por lo que no puede dársele una interpretación restrictiva. Así, en
el caso de una trabajadora con más de cinco años de antigüedad, que había notificado
debidamente su embarazo a su empleadora, debiendo - por complicaciones en su estadohacer reposo durante los últimos tres meses de gestación, la asignación prenatal- en tales
circunstancias-, es asimilable o se identifica con las asignaciones familiares que
constituyen prestaciones que contempla el sistema de la seguridad social para compensar
al trabajador de los gastos que le pudieran ocasionar los deberes familiares. Por todo ello,
corresponde hacer lugar a la duplicación del tiempo de duración de la licencia paga por
enfermedad inculpable.
CNAT Sala X Expte N° 17.185/03 Sent. Def. Nº 13.377 del 16/2/2005 « Amaro Belki,
Janet c/ Centralab y otro s/ despido » (Corach - Scotti)
Enfermedad inculpable. Licencia. Período de prueba.
En el diseño del art. 92 bis de la LCT no se prevé la suspensión del período de prueba
durante el goce de la licencia por enfermedad inculpable.
CNAT Sala VI Expte N° 24.148/05 Sent. Def. Nº 59.364 del 6/2/2007 « Villalba, Daniel c/
Congelarg SA s/ despido » (Fernández Madrid - Fera)
Enfermedad inculpable. Suspensión de la prestación de servicios. Norma más
favorable.
El recurrente no tiene derecho a que se le considere el plazo establecido en el CCT que lo
comprende, duplicado en razón de las cargas de familia, tal como lo expresa el art. 208
LCT cuando la norma convencional no ha considerado ese elemento como dato para fijar
la extensión de la cobertura. Ello es así, toda vez que tal pretensión choca con la regla de
aplicación normativa contenida en el art. 9 LCT, a tenor de la cual debe ser seleccionada
la norma más favorable, según la teoría de la “conglobación por instituciones”. No es
válido tomar de cada bloque normativo, distintas reglas, sistema conocido como de
“acumulación”.
CNAT Sala II Expte N° 3052/06 Sent. Def. Nº 95.285 del 9/10/2007 « Bignoli, Pablo c/
HSBC Bank Argentina SA s/ despido » (Maza - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Trabajadora enferma en Neuquén. Plazo para reintegrarse.
En el caso, la empleadora dejó transcurrir algo más de tres meses abonándole los haberes
y tolerando las ausencias de la trabajadora quien acompañó certificados que acreditaban
su enfermedad y su estadía en la Provincia de Neuquén. De tales circunstancias se
desprende que la accionada estaba en conocimiento de la enfermedad de su dependiente
así como también de que la misma se encontraba a una distancia considerable del lugar
de prestación de tareas. Por ello, la intimación efectuada para que proceda a reintegrarse
en un plazo de 24 horas luce por demás exigua, y la rescisión del vínculo, injustificada.
CNAT Sala IX Expte N° 6643/06 Sent. Def. Nº 14.769 del 5/2/2008 “Silva, Zulma c/ Centro
Médico Vilella SA s/ despido” (Scotti - Stortini)
Enfermedad inculpable. Suspensión de la prestación de servicios. Afecciones
distintas y superpuestas.
El art. 208 LCT otorga el derecho por “cada accidente o enfermedad inculpable” y si la
trabajadora era portadora de dos afecciones distintas (una física y otra psicológica), aun
cuando las mismas pudieran haberse superpuesto en un mismo período de tiempo, tenía
derecho a gozar de una nueva licencia paga cuando una de las dolencias le impedía
concurrir a su trabajo de la misma manera que lo venía haciendo antes de su licencia
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psicológica. La decisión de la actora de colocarse en situación de despido indirecto, ante
la negativa de su empleadora de otorgarle la licencia en cuestión, fue ajustada a derecho,
pues tal comportamiento constituyó injuria suficiente en los términos del art. 242 LCT.
CNAT Sala VIII Expte N° 1220/06 Sent. Def. Nº 36.189 del 28/5/2009 « Almirón, Aurora c/
SPM Sistema de Protección Médica SA s/ despido” (Vázquez - Morando - Catardo)
Enfermedad inculpable. Carga de familia.
El concepto de carga de familia a la que se refiere el art. 208 LCT debe ser entendido con
un criterio realista y amplio, pero aun cuando se partiera desde una perspectiva más
restrictiva, no cabe duda que aquél comprende al grupo familiar primario, el cual está
constituido por los hijos y el/la cónyuge del trabajador, de acuerdo con lo dispuesto en el
art. 9 inc. a de la ley 23660.
CNAT Sala II Expte Nº 23.266/07 Sent. Def. Nº 96.782 del 10/6/2009 “Godoy, Rosa Ester
c/Instituto Libre de Enseñanza s/despido” (González – Maza)
Enfermedad inculpable. Pedido de inconstitucionalidad del art. 208 LCT.
Improcedencia.
Con las reformas introducidas por la Convención Nacional Constituyente de 1994 se
incorporaron cláusulas que insertan valores para proveer al desarrollo humano; el
progreso económico con justicia social; cobertura a las contingencias de la salud (dentro
de las cuales se encuentran las extra laborales o inculpables (arts. 208 a 213 LCT); para
equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones, dentro de un marco de
igualdad de oportunidades y posibilidades. De manera que cuando el cumplimiento de la
prestación de servicios por parte del trabajador no puede cumplirse por tales causas, el
ordenamiento prevé determinados presupuestos de hecho o circunstancias que permiten
suspender ciertos efectos de algunas obligaciones del contrato para posibilitar la
conservación del vínculo (art. 10 LCT). Por lo que no se existe mérito suficiente para la
declaración de inconstitucionalidad del art. 208 LCT.
CNAT Sala X Expte N° 8196/07 Sent. Def. Nº 16.694 del 18/6/2009 “ Cappellano, Eduardo
c/ Dominici, Elena s/ despido” (Corach - Stortini)
Enfermedad inculpable. Concepto de carga de familia. Conviviente.
El concepto de carga de familia comprende también a quienes, de algún modo, dependan
para su subsistencia de los ingresos de aquellas personas que trabajan y con las que
comparte su remuneración. Y en el punto se ha sostenido que la familia concreta del
prestador de trabajo está constituida por las personas que están pendientes de la llegada
de la fecha de pago del salario de aquél, para afrontar con el conjunto de los ingresos del
grupo familiar, la satisfacción de las necesidades propias y comunes (Ackerman, M.
“Tratado de Derecho del Trabajo” T. VI p.417, Rubinzal Culzoni). En ese orden de ideas, el
conviviente de la actora, cuya existencia no fue negada por la demandada (art. 356
CPCCN) debe integrar el concepto amplio de carga de familia.
CNAT Sala X Expte N° 1089/08 Sent. Def. Nº 16.785 del 31/7/2009 « Rivera, María c/
Global Center SA s/ despido » (Stortini - Corach)
Enfermedad inculpable. Indemnización por despido. Antigüedad. Computo de servicios.
Lapsos en los que el trabajador no prestó sus servicios.
A los efectos de la antigüedad deben considerarse como tiempo de servicio los lapsos en los cuales el
trabajador esté eximido de prestarlo por causa que no le es imputable, con independencia de que
durante esos periodos perciba o no remuneración, lo que incluye los periodos de ausencia por
accidente o enfermedad inculpable y el año de reserva del puesto (art. 208 y 211 LCT).
CNAT Sala IV Expte Nº 30.767/08 Sent. Def. Nº 95.149 del 28/02/2011 “Bertazzoli, María Gabriela c/
Superintendencia de Riesgos del Trabajo s/despido” (Guisado – Marino).
Enfermedad inculpable. Licencia por enfermedad. Art. 208LCT.
Toda vez que la manifestación clínica cardiológica que se le reconociera a la actora, no era más que
una exteriorización de la misma enfermedad por la que se le había concedido licencia médica tres
meses atrás, deviene infundada su pretensión de que se deba considerar un nuevo y originario
período de licencia en los términos del art. 208 LCT.
CNAT Sala IX Expte. N° 14.205/07 Sent. Def. Nº 17.061 del 13/06/2011 “Berardi, Verónica Antonella
c/Jumbo Retail Argentina SA s/despido”. (Pompa - Balestrini).
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Asignaciones familiares. Grupo familiar primario. Art. 208
LCT.
El cónyuge y los hijos –menores de 21 años- conforman el “grupo familiar primario”, es decir,
constituyen una “carga de familia” prescindiendo de que contaren o no con ingresos propios. Ello por
cuanto la circunstancia de que el cónyuge eventualmente trabajase o tuviese sus propios ingresos no
obsta a que se lo considere a los fines previstos por el art. 208 de la LCT, puesto que resulta acreedor
a potenciales derechos alimentarios, tal como lo prevé el art. 98 de la Ley de Matrimonio Civil.
CNAT Sala I Expte Nº 32.177/09 Sent. Def. Nº 86.835 del 12/07/2011 “Castilla, Daniela Fernanda c/
Laboratorios Temis Lostalo S.A s/despido”. (Vilela – Vazquez).
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“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Ley aplicable. Extensión de licencia. Art. 208 LCT.
Le asistía derecho a la actora a gozar una licencia paga por enfermedad de seis meses, y no tres
como le concediera la demandada, por lo cual medió una injuria no menor al privarla del goce en toda
su extensión de la licencia paga con motivo de su enfermedad inculpable, lo que implicó un grave
cercenamiento de su derecho alimentario durante un lapso durante el cual debía gozar de la
protección que le otorga el art. 208 LCT y la habilitaba a considerarse despedida, con justa causa.
CNAT Sala I Expte Nº 32.177/09 Sent. Def. Nº 86.835 del 12/07/2011 “Castilla, Daniela Fernanda c/
Laboratorios Temis Lostalo S.A s/despido”. (Vilela – Vazquez).
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Antigüedad. Cómputo plazo.
Si durante la enfermedad el trabajador adquiere una antigüedad superior a cinco años, la solución
debe ser favorable al reconocimiento de un mayor período pago, pues la antigüedad sigue su curso
y se adquieren todos los beneficios que de ella deriven (v. gr.: bonificaciones, o mejoras en los
cómputos de distintas prestaciones) y que también se incorporan al patrimonio del trabajador. En
esta inteligencia, a los efectos de la antigüedad deben considerarse, también, como tiempo de
servicio los lapsos en los cuales el trabajador esté eximido de prestarlo por causa que no le es
imputable, con independencia de que durante esos períodos perciba o no remuneración, lo que
incluye –entre otros- los períodos de ausencia por accidente o enfermedad inculpable y el año de
reserva del puesto –arts. 208 y 211 LCT-.
CNAT Sala VI Expte Nº 25.490/2011 Sent. Def. Nº 66.105 del 28/2/2014 “Lescano, Lidia
Beatriz c/Floor Clean SRL s/despido” (Fernández Madrid – Craig)
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Salario posterior art. 208 LCT. Concepto de carga de
familia.
En el caso, la demandada comunicó a la actora mediante CD que se había agotado el período
previsto en el art. 208 LCT correspondiente a enfermedades inculpables, comenzando el plazo de
conservación del empleo previsto en el art. 211, sin remuneración. La actora respondió que no se
había agotado el período de licencia paga por tener a su padre como carga de familia, por tener 78
años, estar enfermo y carecer de cobertura médica por lo cual la licencia paga se extiende 12
meses. Frente a la insistencia de la empleadora, la actora contesta la comunicación dándose por
despedida. El concepto de carga de familia incluido en el art. 208 LCT, es el que surge de la ley
23.660 de obras sociales, art. 9. Por otro lado debe entenderse por “cargas de familia” a aquellos
familiares amparados por la legislación de asignaciones familiares y de obras sociales, con la
condición de que –a excepción del cónyuge e hijos- los parientes hayan sido declarados y
acreditados “estar a cargo” del trabajador antes de la iniciación de la licencia. Y en el caso, no
surge que la actora hubiera probado haber comunicado a su empleadora con anterioridad a la
iniciación de su licencia que su padre se encontrara a su cargo, razón por la cual el despido en que
se colocara resulta injustificado.
CNAT Sala X Expte. Nº 7889/2012 Sent. Def. Nº 2197 del 22/04/2014 “Prado Rejas, Teresa
c/Asociación Mutualista de Empleados del Banco de la Provincia de Buenos Aires s/despido”.
(Corach - Stortini).
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Tiempo de servicio. Cómputo.
Deben incluirse como tiempo de servicio los lapsos en los cuales el trabajador esté eximido del
deber de prestar tareas por causas que no le son imputables, con independencia de que durante
tales períodos perciba o no remuneración. De acuerdo a ello deben computarse como tiempo de
servicio los períodos de ausencia por accidente o enfermedad inculpable y el correspondiente a
reserva del puesto previsto por el art. 211 LCT.
CNAT Sala I Expte. Nº 51.428/2011 Sent. Def. Nº 90.155 del 11/09/2014 “Calviño, Alejandro Omar
c/DIFEPA SA s/despido”. (Vilela - Vázquez).
Enfermedad inculpable. Licencia paga por enfermedad (art. 208 LCT). Amparo.
Improcedencia de la vía elegida para solicitar una medida innovativa.
El actor alegó haberse desempeñado durante casi treinta años, no sólo como miembro de
administración de la sociedad anónima demandada, sino también bajo su relación de dependencia
como “vicepresidente ejecutivo”, e interpuso acción de amparo destinada a que cese una suerte de
vía de hecho que consistiría en la violación al deber de ocupación, previsto por el art. 78 LCT, y al
de pagar los salarios correspondientes, motivada –según se denunció- en la enfermedad que aquél
padecía. No cabe utilizar la excepcional vía del amparo para conjurar un intento de acatamiento a
las obligaciones emergentes del contrato de trabajo, en el caso, el de pagar la remuneración; pues,
pese a que el trabajador solicita la reinstalación, la relación laboral no se habría finiquitado aunque,
como consecuencia del “trastorno por dependencia de sustancias psicoactivas-trastorno bipolar”
que padecería, aquél no prestaría servicios por consejo médico y habría comenzado licencia paga
por enfermedad en los términos previstos por el art. 208 LCT. El recurrente pretende mutar la
acción de amparo en una demanda de cumplimiento, y no debería olvidarse que la tipología
elegida no está pensada para alterar las reglas procesales vigentes, en particular en cuestiones de
facetas debatibles. Por lo tanto corresponde rechazar la medida innovativa solicitada. (Del DFG Nº
Nº 61.716 del 27/10/2014, al que adhirió la Sala)
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CNAT Sala IV Expte. Nº 48.452/2014 Sent. Int. Nº 51.784 del 30/10/2014 “Roviralta, Alejandro
Mariano c/Laboratorios Andrómaco SA s/acción de amparo”. (Marino – Pinto Varela).
Enfermedad inculpable. Licencias (Parte General, art 208). Carga de familia. Enfermedad. El
hijo por nacer como carga de familia. Art. 65 CC.
Conforme el art. 65 CC “el nasciturus es hijo de la madre que lo lleva en el vientre”. Por ende,
corresponde considerar al hijo por nacer como carga de familia, en tanto si la ley no distingue entre
hijos no nacidos y por nacer, no puede interpretarse las normas de derecho previsional de modo
restrictivo respecto del nacimiento del beneficio social. En consecuencia, cabe confirmar lo
dispuesto en origen con relación al plazo de licencia paga y su proyección sobre SAC y
vacaciones. (Del voto del Dr. Arias Gibert)
CNAT Sala V Expte Nº CNT 33014/2010/CA1 Sent. Def. Nº 76962 del 27/03/2015 “Díaz Belisle,
María Celeste c/ Over Edenia S.A s/ despido” (Arias Gibert – Zas – Raffaghelli)
Enfermedad inculpable. Licencias (Parte General, art 208). Carga de familia. Enfermedad. El
hijo por nacer como carga de familia. Art. 65 CC.
En un fallo de Sala X CNAT, in re: “Amaro Belki, Janet c/ Centralab y otro s/ despido” se sostuvo
que la asignación prenatal –en el caso de una trabajadora con más de 5 años de antigüedad que
había notificado debidamente su embarazo a su empleadora debiendo hacer reposo durante los
últimos meses de gestación por complicaciones en su estado– es asimilable o se identifica con las
asignaciones familiares, las cuales constituyen prestaciones que contempla el sistema de
seguridad social para compensar al trabajador de los gastos que pudieran ocasionar los deberes
familiares. Por ende, corresponde confirmar la sentencia de origen con fundamento en dicho fallo y
en consecuencia hacer lugar a la duplicación del tiempo de duración de la licencia paga por
enfermedad inculpable. (Del voto del Dr.Zas)
CNAT Sala V Expte Nº CNT 33014/2010/CA1 Sent. Def. Nº 76962 del 27/03/2015 “Díaz Belisle,
María Celeste c/ Over Edenia S.A s/ despido” (Arias Gibert – Zas – Raffaghelli)
Enfermedad inculpable. Invocación. Art. 75 LCT
Cuando el estado de enfermedad es invocado por el trabajador, cumple su función no sólo en los
sucesos que tornan imposible materialmente el cumplimiento del débito sino también aquellos
supuestos en los cuales existe una excesiva onerosidad sobreviniente que, sin tornar imposible la
prestación la tornan más gravosa (v.gr., la gripe normalmente no impide la prestación del servicio,
pero su justificación como consecuencia de la mayor onerosidad se encuentra fuera de duda). Por
el contrario, cuando el estado de enfermedad es invocado por el empleador, no puede invocar la
mayor onerosidad sobreviniente pues no es un factor que a él le afecte. Asimismo, teniendo en
cuenta que la enfermedad opera sobre el cuerpo del trabajador, el empleador sólo puede oponerse
al reintegro del trabajador alegando y probando que la enfermedad afecta alguna de sus
obligaciones contractuales, principalmente la obligación de seguridad, tanto cuando se refiere a la
persona del propio trabajador afectado como del resto de los trabajadores con los cuales el
trabajador debe convivir. Obviamente, también puede oponerse cuando la enfermedad lo
incapacita para prestar el servicio tenido en vista en la contratación. Los términos del art. 75 RCT
luego de la reforma producida por la discutida ley 24.557 afectan seriamente la posibilidad de
utilizar como causa de justificación la salud del propio trabajador o de los otros dependientes ya
que, en su nueva redacción, la obligación del empleador se limita a observar las normas legales
sobre higiene y seguridad en el trabajo y a hacer observar las pausas y limitaciones a la duración
del trabajo establecidas en el ordenamiento legal.
CNAT Sala V Expte Nº CNT 35.682/2007/CA1/CA2 Sent. Def. Nº 77.505 del 21/10/2015 “Pérez,
Sergio Javier c/Ciccone Calcográfica SA y otros s/accidente – acción civil” (Arias Gibert – Marino)
Enfermedad inculpable. Art. 208 LCT
El período de licencia paga por enfermedad estipulado en el art. 208 de la LCT, representa la
suspensión de ciertos efectos del contrato de trabajo, tal como lo es en el caso la interrupción de la
prestación de servicios de la trabajadora como consecuencia de la imposibilidad de hacerlo. (Del
voto de la Dra. Cañal, en mayoría)
CNAT Sala III Expte Nº CNT 19.788/2012/CA1 Sent. Def. del 17/11/2015 “Palomo,
Fernanda Viviana c/ADEA Administradora de Archivos SA s/despido” (Cañal – Pesino –
Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Asignaciones familiares. Carga de familia. Art. 208 LCT
Debe entenderse por “cargas de familia” a “…aquellos familiares amparados por la legislación de
asignaciones familiares y de obras sociales, con la condición de que –a excepción del cónyuge e
hijos- los parientes hayan sido declarados y acreditados “estar a cargo” del trabajador antes de la
iniciación de la licencia” (ver Altamira Gigena, Raúl, en Tratado de Derecho del Trabajo, Dir. A.
Vázquez Vialard, To.IV, Ed. Astrea, pág.896). Y, en el caso del cónyuge y los hijos –menores de
21 años, art.9 inc.a de la ley 23.660- que conforman el “grupo familiar primario”, de acuerdo a la
calificación de la ley mencionada, a cuyos términos estimo cabe remitirse (art.11, LCT), constituyen
una “carga de familia” prescindiendo de que contaren o no con ingresos propios.
CNAT Sala I Expte Nº 48.912/2011 Sent. Def. Nº 91.131 del 11/3/2016 “Villagra, Juan Manuel
c/Servipol SRL s/despido” (Pasten de Ishihara – Maza)
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“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
2.- Remuneración.
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Remuneración art. 213 LCT. Licencia. Despido.
El art. 213 LCT garantiza al trabajador la percepción de salarios por enfermedad (art. 208
LCT) aún en el supuesto de despido ocurrido durante el lapso allí previsto. Pero dicho
período de enfermedad, posterior a la extinción del contrato, que hubiera incapacitado al
trabajador para cumplir con sus tareas debe ser de interpretación estricta, ya que no
puede ejercerse el contralor por el empleador. La ley no asegura al trabajador ninguna
estabilidad en sentido propio durante los lapsos de licencias pagas por enfermedad o
accidente inculpables, pero cuando la cesantía se produce estando el trabajador gozando
de licencia remunerada, deberá abonársele los salarios hasta la fecha del alta o
vencimiento de dicha licencia.
CNAT Sala I Expte N° 2731/96 Sent. Def. Nº 83.108 del 4/10/2005 “Beatriz, Jorge
c/Telecom Argentina SA s/ despido” (Vilela - Puppo)
Enfermedad inculpable. Salarios por enfermedad. Gente de mar. Rubro divisas.
Improcedencia.
El CCT 218/93, al limitar la liquidación del pago de los salarios del trabajador ausente por
motivo de enfermedad inculpable, al importe que resulte del doble del salario básico más
la antigüedad (art. 24 inc. e) no deja margen para atender al reclamo que tiene como
presupuesto el carácter remunerativo de las “divisas”.
CNAT Sala VI Expte N° 14.145/03 Sent. Def. Nº 59.031 del 17/8/2006 « Zaballa, Antonio
c/ Armada Argentina Transportes Navales S/ diferencias de salarios » (Fernández Madrid Stortini)
Enfermedad inculpable. Remuneración. Licencia.
La letra del art. 208 de la LCT dispone no sólo que el trabajador tendrá derecho durante la
licencia por enfermedad o accidente inculpable, a percibir la remuneración habitual en
cuanto a los rubros fijos se refiere, sino también las retribuciones variables, dado que
expresamente prevé que de percibirse estas últimas se tomará un promedio de las que
hubiere tenido asignadas en los últimos seis meses anteriores al goce de la licencia.
CNAT Sala IX Expte N° 20.467/89 Sent. Def. Nº 13.780 del 28/11/2006 « Delmas de
Calcagno, Porfiria y otros c/ Entel s/ diferencias de salarios » (Balestrini - Zapatero de
Ruckauf)
Enfermedad inculpable. Trabajadora que sufre un accidente de trabajo y luego una
enfermedad inculpable. Eventos distintos. Pago de salarios. Procedencia.
Corresponde el pago de los salarios por enfermedad (art. 208 de la LCT) desde el alta
médica referida al accidente de trabajo in itinere y hasta el alta médica referida a la
afección inculpable posterior, pues el cuadro obligacional por parte de la empleadora es
diferente en ambos casos. Ello así por cuanto independientemente del restablecimiento de
su accidente laboral, se le diagnosticó a la trabajadora un padecimiento ovárico que debió
intervenirse quirúrgicamente. Por ello no correspondía que la empleadora le notificara la
reserva del puesto de trabajo sino que le abonara los salarios por enfermedad inculpable
con respecto a esta segunda afección.
CNAT Sala VII Expte N° 9126/05 Sent. Def. Nº 40.090 del 10/5/2007 « Moroni, Alejandra
c/ Siembra AFJP SA s/ diferencias salariales” (Rodríguez Brunengo - Ferreirós)
Enfermedad inculpable. Remuneración. Improcedencia de la disminución.
Si bien el consorcio demandada eximió al causante del cumplimiento de ciertas tareas,
debido a su estado de salud, contratando para ello a un ayudante, lo cierto y concreto es
que el empleador no debió disminuir la remuneración del trabajador enfermo, desde que el
art. 212 de la LCT en su primer párrafo no autoriza la merma en razón de la menor
proporción del trabajo que realice el dependiente.
CNAT Sala II Expte N° 18.649/02 Sent. Def. Nº 94.982 del 14/5/2007 « Bistoletti, Aldo c/
Consorcio de Propietarios Ángel Gallardo 743 s/ despido” (González - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Remuneración art. 213 LCT. Licencia. Despido.
Para que proceda el reclamo de los “salarios por enfermedad” el actor debe acreditar que
en el momento del despido se encontraba en la situación prevista en el art. 213 LCT, es
decir que el despido se hubiera producido durante el plazo de licencia paga por
enfermedad inculpable. Pero no se dan tales requisitos si el actor, se encontraba
trabajando al momento e su despido.
CNAT Sala VI Expte N° 5164/03 Sent. Def. Nº 60.372 del 3/4/2008 « Bulacio, José c/ Sony
Music Regional Sur SA s/ ley 14546 » (Fontana - Fera)
Enfermedad inculpable. Remuneración. Bonificación por tareas rotativas.
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Si el cambio de horario fue motivado por la recalificación laboral derivada de la
incapacidad parcial y permanente que adquirió el trabajador a raíz del accidente padecido,
ello no autoriza a la empleadora a suprimir la bonificación por tareas rotativas ya que ello
vulneraría la regla de garantía del nivel salarial que impone el art. 212 de la LCT. Esta
regla, que se aplica tanto a los accidentes y enfermedades provocados por el trabajo como
los ajenos a éste (conf. Ackerman, M., “Tratado de Derecho del Trabajo”, T. VI pág 582)
implica que el trabajador al que se le asignan nuevas funciones con motivo de la
incapacidad parcial y permanente, debe percibir la misma remuneración que habría
percibido de no haberse producido el impedimento y operado el consecuente cambio de
tareas.
CNAT Sala IV Expte N° 16.221/07 Sent. Def. Nº 93.458 del 24/6/2008 « Zarate, Miguel c/
SADESA SA s/ diferencias de salarios » (Guisado - Moroni)
Enfermedad inculpable. Salarios. Período de prueba.
De conformidad con lo que establece el punto 6) del art. 92 bis de la LCT, si la empleadora
decidió extinguir la relación durante el período de prueba, no le asiste a la trabajadora
derecho a percibir los salarios con posterioridad a esa fecha. Aunque pueda ser
cuestionable que el legislador laboral haya limitado el derecho salarial a la duración del
período de prueba (art. 208 LCT) apartándose de la regla del art 213 de la LCT, lo cierto
es que la remuneración sólo debió percibirse hasta la fecha de extinción del vínculo y no
más allá.
CNAT Sala II Expte N° 4750/05 Sent. Def. Nº 95.906 del 15/7/2008 « Fernández, María c/
Nahabedián, Silvia y otro s/ despido » (Maza - González)
Enfermedad inculpable. Salarios. Trabajo marítimo. Buque pesquero.
Corresponde determinar si la enfermedad es ajena o no a los servicios prestados en el
buque, ya que esa disparidad es la que determina hasta cuándo son exigibles los salarios
por enfermedad. En el primer supuesto, hasta el regreso del buque al puerto de ajuste del
tripulante; en el segundo, hasta que éste -desembarcado en el puerto de escala- se
encuentre en condiciones de retornar al de ajuste. (Derecho Laboral de la Navegación” A.
Malvagni, pág 259). Cuando, como en el caso, tal diferenciación no fue expresada por las
partes ni fue objeto de prueba, el límite temporal de la obligación de pagar salarios debiera
extenderse, al menos, hasta la fecha de regreso del buque al puerto de ajuste, que es
cuando habría terminado la contratación del accionante.
CNAT Sala VIII Expte N° 4047/07 Sent. Def. Nº 35.714 del 25/11/2008 « Gómez, Enzo c/
Bahía San Gregorio SA s/ diferencia de salarios » (Morando - Catardo)
Enfermedad inculpable. Salarios.
La necesidad del empleador de verificar el estado de salud puede legitimar la exención de
prestar servicios, pero no la suspensión del pago de salarios. Y si bien la empleadora no
estaba obligada, en el caso, a readmitir al actor, salvo en el supuesto de determinación de
una incapacidad funcional definitiva y parcial, si lo hizo libremente, aunque limitando los
alcances de su compromiso, asumió con ello en plenitud las consecuencias de ese acto.
CNAT Sala VIII Expte N° 485/07 Sent. Def. Nº 36.100 del 30/4/2009 « Lescano, Alfredo c/
Curtiembre Becas SA s/ despido » (Morando - Catardo)
Enfermedad inculpable. Art. 208 LCT. Remuneración.
El art.208 de la LCT, en lo pertinente, reza –respecto del salario- “no pudiendo en ningún
caso, la remuneración del trabajador enfermo o accidentado ser inferior a la que hubiese
percibido de no haberse operado el impedimento”, es decir, no debe ser inferior, más nada
indica que deba ser superior, dado que la intención del legislador ha sido que el trabajador
afectado de un accidente o enfermedad inculpable, que le impida la prestación del servicio
y que esté gozando de licencia, reciba una remuneración igual a la que le hubiera
correspondido de no haber mediado dicho accidente o enfermedad.
CNAT Sala I Expte Nº 19.932/09 Sent. Def. Nº 87.459 del 29/2/2012 “De Iriarte, José
Adrián c/Inc SA s/despido” (Vilela – Vázquez)
Enfermedad inculpable. Art. 208 LCT.
El art. 208 LCT establece, para los casos que contempla, que la liquidación pertinente se hará
“…conforme a la que perciba en el momento de la interrupción de los servicios…” y en el caso de
la pericia contable surge acreditado el pago de viáticos y gastos de comida, por lo tanto, dichos
importes deben incluirse en el pago.
CNAT Sala VI Expte Nº 28.185/09 Sent. Def. Nº 63.856 del 11/4/2012 “Drocco, Claudio c/Atacama
SA de Publicidad s/despido” (Craig – Raffaghelli)
Enfermedad inculpable. Art. 208 LCT. Rubro presentismo. Procedencia.
Resulta procedente el reclamo del rubro presentismo correspondiente a los meses de agosto y
septiembre 2006 (si de los recibos de sueldo no surge que dicho rubro fue abonado) toda vez que
en el responde la demandada reconoció que la actora envió la carta documento de fecha 1/8/2006
mientras se encontraba gozando de licencia por enfermedad y, al responder dicha misiva,
reconoció la entrega de certificados médicos presentados por la actora para justificar sus
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“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
inasistencias. Ello es así por cuanto la demandada reconoció expresamente en el responde que
durante esos meses la actora se encontraba gozando de licencia por enfermedad y, conforme lo
dispuesto en el art. 208 de la LCT, la remuneración que le corresponde percibir al trabajador
durante ese lapso es la misma que le hubiera correspondido percibir de haber continuado
trabajando. (Del voto del Dr. Zas, en mayoría)
CNAT Sala V Expte Nº 7302/07 Sent. Def. Nº 74.558 del 31/10/2012 “Berra, Natalia Alejandra
c/Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores s/despido” (Arias Gibert – Zas –
García Margalejo)
3.- Recidiva de enfermedades crónicas.
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Recidiva de enfermedades crónicas. Plazos retribuidos.
La ley establece que la recidiva de enfermedades crónicas no se considera enfermedad
salvo que se manifieste transcurrido los dos años. Ello significa que los plazos
determinados corresponden por cada enfermedad. Un trabajador puede padecer
diferentes enfermedades en el año y cada patología genera plazos retribuidos
independientes de licencia por cada enfermedad.
CNAT Sala VII Expte N° 2472/05 Sent. Def. Nº 39.917 del 2/3/2007 « Fernández, Liliana c/
Swiss Medical SA s/ diferencias de salarios » (Ferreirós - Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Recidiva de enfermedades crónicas. Plazos retribuidos.
Los plazos retribuidos -del art. 208 LCT- y el de conservación del empleo -art. 211- están
referidos a cada enfermedad o accidente, referencia ésta que hace que una nueva
enfermedad o accidente deberá dar derecho al goce pleno de los derechos reconocidos
por la ley. El adjetivo “cada” niega el derecho al goce de nuevos períodos de “suspensión”
-retribuidos o no- cuando se trate de nuevas expresiones incapacitantes de un mismo
accidente o enfermedad anterior (Cfr. Ackerman, M. “Tratado de Derecho del Trabajo”
Tomo VI pág 435 y 447).
CNAT Sala IV Expte N° 13.127/06 Sent. Def. Nº 93.254 del 25/4/2008 « García, Guillermo
c/ Servin Seguridad SA s/ despido » (Moroni - Guisado)
Enfermedad inculpable. Recidiva de enfermedades crónicas. Plazos. Cómputo.
Cuando una misma enfermedad (crónica) produce manifestaciones incapacitantes en
distintos momentos, dentro de los dos años de su primera exteriorización, ha de
considerarse que se trata de una sola dolencia. Pero finalizado el período de dos años
mencionado, se la debe tratar como una nueva enfermedad.
CNAT Sala VI Expte N° 27.620/06 Sent. Def. Nº 60.783 del 11/8/2008 « Castro, Miriam c/
Expresión Gráfica SRL y otro s/ despido » (Fera - Fontana)
Enfermedad inculpable. Complicaciones a partir de un trasplante de riñón. Concepto de
recidiva.
En el caso, la actora gozó de licencia por enfermedad desde el mes de octubre de 2008 hasta
marzo de 2009, debido a un rechazo agudo renal que le generó insuficiencia renal crónica. Vencido
dicho plazo de seis meses, y no encontrándose aún en condiciones de laborar, comenzó a correr el
período de reserva del puesto. El 19/7/09 recibió el alta médica, reincorporándose a trabajar, pero
a comienzos del mes de septiembre se vio nuevamente imposibilitada de hacerlo por una
hipertensión aguda severa y episodios de urgencias hipertensivas. Al reclamar la actora el pago de
los salarios devengados a partir de dicha fecha como salarios por enfermedad, la demandada
rechazó la pretensión al hacerle saber que los plazos correspondientes a los arts. 208 y sgts. LCT
se encontraban vencidos al considerarse esta nueva afección como una recidiva de la enfermedad
por la que ya había gozado de la licencia legal correspondiente. Recidiva es la repetición de una
enfermedad después de terminada la convalecencia. Si bien en los certificados médicos y en las
consultas que surgen de la historia clínica se deja constancia de la condición de paciente con
insuficiencia renal crónica y en diálisis, no existen elementos precisos y determinantes que creen
convicción acerca de que la hipertensión arterial fuera recidiva de su problema renal. La
hipertensión constatada a partir de septiembre de 2009 no es una “repetición” del problema renal, y
aun cuando pudiera concluirse la existencia de vinculación entre ambas dolencias, la hipertensión
aparece como factor agregado a la enfermedad renal de base, mas no constituye una recidiva de la
misma. Consecuentemente, la actora tenía derecho a gozar de una nueva licencia médica paga,
entre septiembre de 2009 y marzo de 2010.
CNAT Sala II Expte. Nº 21.680/2011 Sent. Def. Nº 102.830 del 28/02/2014 “Rupani, Ana Clara
c/Industrias Químicas Independencia SA s/despido”. (González - Pirolo).
4.- Aviso al empleador (art. 209 LCT).
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Requisitos.
A fin de que sea válida la notificación en la que el trabajador avisa a su empleador que se
encuentra afectado de alguna dolencia (art. 209 LCT) es necesario que se indique no solo
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el lugar en que se encuentra sino también el plazo por el cual le otorgaron el reposo que le
impide la prestación de tareas.
CNAT Sala VI Expte N° 28.993/05 Sent. Def. Nº 60.059 del 14/12/2007 « Migueles,
Alejandra c/ Rodríguez, Gabriel y otro s/ despido » (Fontana - Fera)
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Falta de control médico. Inasistencias
justificadas.
Tal como lo establece el art. 209 de la LCT el trabajador, salvo casos de fuerza mayor,
deberá dar aviso de la enfermedad o accidente y del lugar en que se encuentra, en el
transcurso de la primera jornada de trabajo respecto de la cual estuviere imposibilitado de
concurrir por alguna de esas causas. Mientras no lo haga perderá el derecho a percibir la
remuneración correspondiente salvo que la existencia de la enfermedad o accidente,
teniendo en consideración su carácter y gravedad, resulte luego inequívocamente
acreditada. Pero si el trabajador notificó cada una de las inasistencias, indicando
expresamente el lugar físico donde se encontraba, sin que la empleadora ejerciera su
derecho de control médico previsto en el art. 210 LCT, esta circunstancia permite entender
que consideró justificadas las ausencias del trabajador. Por ello, los descuentos de
haberes por tales faltas resultaron injustificados y la decisión del actor de retener tareas y
finalmente considerarse despedido resulta ajustada a derecho (art. 242 y 246 LCT).
CNAT Sala II Expte N° 12.003/07 Sent. Def. Nº 96.396 del 17/2/2009 « Maidana, José c/
Espejo SA s/ despido » (González - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Acreditación posterior de la
enfermedad.
La circunstancia de que el trabajador comunique la enfermedad al empleador apunta a
que este último pueda reemplazar al dependiente enfermo y que además pueda cumplir
con los controles al que alude el art 210 LCT. Sin embargo su derecho al cobro de los
salarios caídos por enfermedad subsiste si la dolencia padecida resulta luego
fehacientemente acreditada y razones objetivas tornan explicable la falta de aviso. Pero
este no sería el caso de quien no acreditó haber dado el aviso dispuesto por el art. 209
LCT ni tampoco demostró razones objetivas que tornaran explicable dicha falta.
CNAT Sala II Expte N° 3959/07 Sent. Def. Nº 96.764 del 9/6/2009 « Edintar Constructora
SA c/ Sciorra, Eduardo s/ consignación” (Maza - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Notificación de despido no entregada al
trabajador. Licencia y salarios por enfermedad. Procedencia.
La falta de entrega del telegrama -“por dirección inexistente- por el cual la demandada
rescindía el contrato con el actor, hace que la comunicación de éste solicitando la licencia
que prevé el art. 208 LCT enviada el mismo día y sí receptada debidamente, cobre
virtualidad y diera origen al período de licencia paga por enfermedad inculpable (art. 213
LCT). Ello así, por cuanto en nuestro derecho la comunicación de voluntad reviste carácter
recepticio y, en el caso, encontrándose la empleadora debidamente notificada de la
inhabilidad temporal que daba origen a la licencia solicitada por el trabajador, su decisión
de extinguir el vínculo se dispuso durante el plazo de interrupción paga por enfermedad
inculpable.
CNAT Sala II Expte N° 13.707/07 Sent. Def. Nº 96.775 del 10/6/2009 « Mariñansky, Luis /
Digser SA y otros s/ despido » (Pirolo - González)
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Obligación establecida en el art. 209 LCT.
El artículo 209 de la LCT impone al dependiente la obligación de dar aviso al empleador, durante el
transcurso de la primera jornada en la que se encontrase imposibilitado de concurrir y someterse
al pertinente control que en su caso, efectúe el médico designado por el dador de empleo (conf. art.
210 LCT); y además -el art. 209 LCT- establece en su párrafo final que mientras no lo haga,
perderá el derecho a percibir la remuneración correspondiente salvo que la existencia de la
enfermedad o accidente, teniendo en consideración su carácter y gravedad, resulte luego
inequívocamente acreditada.
CNAT Sala II Expte Nº 22.670/08 Sent. Def. Nº 98.129 del 11/6/2010 “Agüero, Víctor Daniel
c/Empaher SRL s/despido” (Pirolo – Maza)
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Art 209 LCT.
Si la actora consideraba que se encontraba afectada por una enfermedad inculpable o derivada de
la prestación de servicios (pánico o stress) debería haber dado aviso al empleador, obrando en
consonancia con las disposiciones del art. 209 LCT a fin de gozar de su licencia por enfermedad.
Empero, la única referencia a dichas patologías se encuentra en el mismo telegrama por el que
denunció el contrato de trabajo, todo lo cual permite concluir que la actora faltó al deber de buena
fe (art. 63, LCT) y optó por una decisión drástica, desoyendo las reiteradas intimaciones del
empleador a que retomara tareas y contraviniendo el deber de preservar el vínculo que le incumbe
a ambas partes (art. 10).
CNAT Sala IX Expte Nº 16.754/08 Sent. Def. Nº 17.081 del 17/6/2011 “Lois, María Soledad
c/Casino de Buenos Aires SA CIE SA UTE s/despido” (Balestrini – Corach)
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Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Art. 209 LCT. Obligación del trabajador.
Del art. 209 LCT no surge la existencia de una carga en cabeza del actor de entregar
certificado médico al reincorporarse a su puesto de trabajo, sino informar la
indisponibilidad dentro del primer día al empleador.
CNAT Sala I Expte Nº 39.848/09 Sent. Def. Nº 86.942 del 29/8/2011 “Villa, Cristian Adrián
c/Tradelog SA s/despido” (Pasten de Ishihara – Vilela)
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador en forma telefónica. Art. 209 LCT.
Procedencia.
Si el actor ante el requerimiento cursado por el empleador, comunicó que le había notificado
telefónica y personalmente al Sr. Pedro González que las inasistencias en las que habría incurrido
los días anteriores tenían por causa la rotura de tendones de la rodilla izquierda y que se
encontraba en tratamiento y, además, le hizo saber que esas circunstancias constaban en
certificados médicos y demás documentación que ponía a su disposición, más allá de que la
accionada haya alegado que nunca tuvo conocimiento acabado de la enfermedad, ni
documentación médica respaldatoria alguna, lo cierto es que el trabajador puso en conocimiento de
su empleadora la existencia de una causa que le impedía cumplir con su débito e, incluso, puso a
disposición los certificados médicos que daban cuenta de su existencia. En consecuencia, cabe
concluir que, a través de esa comunicación, el accionante cumplió con la obligación establecida en
el art. 209 de la LCT.
CNAT Sala II Expte Nº 7.591/2010 Sent. Def. Nº 100.385 del 11/4/2012 “Guzmán, Enrique Omar
c/Ambas SA y otros s/despido” (Pirolo – Maza)
Enfermedad inculpable. Omisión del aviso al empleador.
A los fines del goce de la licencia paga por enfermedad, la obligación primordial del trabajador es la
de comunicar su impedimento con la indicación del lugar donde se asiste; pues sólo a partir del
cumplimiento efectivo de dicha comunicación, el empleador podrá ejercer el control médico que prevé
el art. 210 LCT, al que debe sujetarse el trabajador como condición sine qua non de su derecho a
percibir sus salarios respectivos. La omisión del aviso acarrea, en principio, la pérdida del salario, e
incluso la ausencia injustificada del trabajador constituye falta grave que faculta al empleador a
intimarlo a retomar sus tareas bajo apercibimiento de considerarlo despedido. Frente a casos de
fuerza mayor –que debe ser invocada y debidamente acreditada- dicha exigencia cede. Por
consiguiente, de configurarse dicha hipótesis, el trabajador tiene derecho al salario, aún sin haber
dado aviso oportuno y siempre que acredite luego de modo inequívoco la enfermedad o el accidente.
No cabe duda que la mera acreditación posterior de la existencia de una enfermedad no habilita –por
sí sola- el cobro de salarios desde el momento de su configuración si no se demuestra que esa
enfermedad, por sus características y por su gravedad, impidió (con el grado de fuerza mayor) que el
trabajador pudiera dar aviso de ella, inmediatamente después de su aparición.
CNAT Sala II Expte. Nº 6.064/09 Sent. Def. Nº 101.125 del 20/11/2012 “Almaraz, Orlando
c/Aerolíneas Argentinas SA s/despido”. (Pirolo - González).
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Arts. 209 y 210 LCT.
Del juego armónico de los arts. 209 y 210 de la LCT se desprende que el trabajador sólo
puede considerarse eximido de la comunicación que exige el art. 209 de la LCT - a la que,
está condicionado su derecho a percibir salarios por enfermedad-, en caso de
impedimento derivado de fuerza mayor. Por lo tanto, la mera acreditación posterior de la
existencia de una enfermedad no habilita -por sí sola- el cobro de los salarios desde el
momento de su configuración si no se demuestra que esa enfermedad, por sus
características y por su gravedad, impidió (con el grado de fuerza mayor) que la
trabajadora pudiera dar aviso de la imposibilidad de trabajar que supuestamente derivaba
de ella.
CNAT Sala II Expte Nº 39.286/08 Sent. Def. Nº 101.967 del 12/7/2013 “Borelli, Alicia
Susana c/Pabsa SA s/despido” (Pirolo – Maza)
Enfermedad inculpable. Aviso al empleador. Art. 209 LCT. Obligación del trabajador.
Del juego armónico de los arts. 209 y 210 de la LCT surge la obligación del trabajador de avisar
que está enfermo y el lugar en que se encuentra. Efectuada tal notificación, el empleador tiene la
facultad de control enviando un médico al domicilio del dependiente y aquél someterse al mismo.
La necesidad de acreditar inequívocamente la enfermedad es una circunstancia que el art. 209 de
la LCT ya citado prevé para los casos en los cuales el trabajador no puede dar aviso oportuno lo
cual, difiere del supuesto de marras. Por lo tanto, si en el caso se acreditó que el trabajador
comunicó a su empleadora que sus ausencias respondían a motivos de salud, lo cual a la postre se
corroboró con la prueba rendida, es claro que obró en consonancia con las previsiones del art. 209
de la LCT por lo que mal puede sostenerse que sus ausencias hayan sido injustificadas o que sus
actos hayan sido contrarios a la buena fe (cfr. art. 63 de la LCT).
CNAT Sala II Expte Nº 1912/08 Sent. Def. Nº 98.213 del 1/7/2014 “Galarza, Omar Valentín
c/ Dota SA de Transporte Automotor s/despido” (Maza – Pirolo)
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5. - Control médico (art. 210 LCT)
Enfermedad inculpable. Discrepancias entre los médicos que examinaron al
trabajador. Obligación de la empleadora.
Frente a las discrepancias entre los criterios médicos referidos a la capacidad o
incapacidad presentada por el trabajador y la ausencia de organismos oficiales donde se
pueda dirimir la cuestión, es el empleador quien debe arbitrar - por encontrarse en mejores
condiciones fácticas- una prudente solución para determinar la real situación del
dependiente (por ej., designar una junta médica con participación de profesionales por
ambas partes, requerir la opinión de profesionales de algún organismo público, etc.). Tal
obligación resulta de su deber de diligencia consagrado en el art. 79 de la LCT y de la
facultad de control prevista por el art. 210 del mismo cuerpo legal.
CNAT Sala VII Expte N° 13.563/01 Sent. Def. Nº 36.961 del 17/9/2003 « Barbé, José
María c/ Metrovías SA s/ despido » (Rodríguez Brunengo - Ferreirós)
Enfermedad inculpable. Discrepancias entre los certificados presentados por la
trabajadora y el control médico de la empleadora.
Una vez planteada la discusión judicial por discrepancias referidas al estado de salud de la
trabajadora, entre las certificaciones médicas presentadas por ésta y las emanadas de los
controles médicos de la empleadora, no cabe otorgar preeminencia formal ni a los unos ni
a los otros, sino que corresponde que los jueces resuelvan en base a la prueba producida
y teniendo en cuenta el mayor o menor valor convictivo que los respectivos instrumentos
médicos legales aportados por las partes posean, según las reglas de la sana crítica (art.
386 CPCC).
CNAT Sala X Expte N° 441/04 Sent. Def. Nº 14.474 del 12/7/2006 « Casaccio, Graciela c/
Transporte Automotor Plaza SA s/ accidente » (Maza - Corach)
Enfermedad inculpable. Control médico. Trabajador ausente del domicilio.
Explicaciones posteriores. Despido. Improcedencia.
Si bien es cierto que, en el caso, la demandada no logró verificar el estado de salud de la
trabajadora (conforme la facultad otorgada por el art. 210 LCT) lo concreto, y de mayor
relevancia, es que al día siguiente de recibir la intimación por parte del empleador, la
dependiente respondió describiendo las circunstancias que podían justificar tal situación.
Por tal razón, resulta apresurada la decisión de la empleadora de rescindir sin más
recaudos el contrato, máxime cuando del contenido de los telegramas intimatorio y
rescisorio, apreciados con criterio de coherencia y respeto a la graduación del
incumplimiento reprochado, no se autoabastece en orden a la configuración de una injuria
de gravedad tal que no consintiera la prosecución del vínculo (art. 242 y concordantes
LCT).
CNAT Sala VI Expte N° 2176/05 Sent. Def. Nº 59.284 del 15/11/2006 « Martínez Díaz,
Leonarda c/ Litwak, Manuel s/ despido » (Fera - Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Falta de control médico. Presunción.
Ante la enfermedad denunciada por la trabajadora, la demandada debe hacer uso de su
derecho de control médico, previsto en el art. 210 de la LCT. Si no lo hace, corresponde
entender que la enfermedad oportunamente denunciada por la trabajadora era real.
CNAT Sala VI Expte N° 28.622/05 Sent. Def. Nº 59.582 del 17/5/2007 « Peralez, Natalia
c/ Aérea SA s/ despido » (Fernández Madrid - Fera)
Enfermedad inculpable. Control de ausencias. Sistema contrario a la ley.
Viola el orden público laboral el procedimiento establecido por la demandada (Casino
Buenos Aires SA) por el cual si la ausencia por enfermedad era comunicada por la
afectada telefónicamente a su empleadora una vez transcurrido el plazo de una hora
anterior al horario de ingreso al trabajo, tal inasistencia se consideraba injustificada. Dicho
procedimiento resulta contrario al art. 209 de la LCT.
CNAT Sala VI Expte N° 8562/06 Sent. Def. Nº 60.065 del 14/12/2007 « Ponce, Adriana c/
Casino Buenos Aires SA s/ despido » (Fernández Madrid - Fera)
Enfermedad inculpable. Control médico. Discrepancias. Primacía del médico de
cabecera.
No existe un método arbitral o jurisdiccional que resuelva las discrepancias entre el
médico de cabecera del trabajador y el de control empresario - la ley 21297 eliminó el
sistema establecido en el texto original de la LCT-, por lo que, en principio, es razonable
privilegiar la opinión del primero de ellos, que es el profesional a cargo del tratamiento y,
por ello, el mejor conocedor del estado y aptitud el trabajador.
CNAT Sala VIII Expte N° 1693/07 Sent. Def. Nº 35.336 del 22/8/2008 « Farías, Héctor c/
Coto CICSA s/ despido » (Morando - Vázquez)
Enfermedad inculpable. Control médico. Discrepancias.
Frente a la comunicación de enfermedad que había hecho la accionante y en caso de que
existiera discrepancia sobre su capacidad para reintegrarse a su puesto de labor, la
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empleadora debió acudir a una junta médica oficial o a la búsqueda de una decisión
administrativa o judicial que dirima el conflicto, a fin de agotar las medidas tendientes a
mantener la continuidad del vínculo (arts. 10, 62 y 63 LCT) antes de decidirse a favor del
criterio del médico patronal y adoptar la extrema posición del despido.(Del voto del Dr.
Pirolo.)
CNAT Sala II Expte N° 4526/07 Sent. Def. Nº 96.294 del 15/12/2008 « Romero, Analía c/
Colorit SA s/ despido » (Pirolo - Maza)
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Control médico. Discrepancias.
Frente a la discrepancia que puede plantearse entre el trabajador y la empresa acerca de
la existencia de un impedimento nacido de enfermedad o accidente, es facultad del
empleador decidir en base a los fundamentos que cada dictamen o según su naturaleza
de la documentación presentada justifica o no las ausencias, haciéndose cargo de su
decisión que, obviamente, será finalmente revisada por los jueces si aquél la cuestiona.
No cabe limitar la libertad que el actual texto de la LCT otorga al principal desde las
mutaciones introducidas en 1976 para tomar esa decisión responsable, ni corresponde
imponerle acudir a juntas médicas, ni someterse a tribunales judiciales ni administrativos
como condición previa a tomar tales decisiones. (Del voto del Dr. Maza.)
CNAT Sala II Expte N° 4526/07 Sent. Def. Nº 96.294 del 15/12/2008 « Romero, Analía c/
Colorit SA s/ despido » (Pirolo - Maza)
Enfermedad inculpable. Control médico. Facultad del empleador. Obligación del
trabajador.
El art. 210 de la LCT le otorga al empleador el derecho de control médico, el cual puede o
no ejercer. Pero si lo ejerce, el trabajador debe ineludiblemente someterse al mismo y su
conducta debe responder a las pautas exigibles de acuerdo al principio de buena fe,
facilitando y colaborando con dicha realización (arts. 62 y 63 LCT). Pero no es obligación
de la empleadora reincorporar primero al trabajador y luego someterlo al control médico,
no hay normativa alguna que así lo disponga.
CNAT Sala X Expte N° 5456/09 Sent. Def. Nº 16.881 del 31/8/2009 « Da Ruda, Emmanuel
c/ Coca Cola FEMSA de Buenos Aires SA s/ despido » (Stortini - Corach)
Enfermedad inculpable. Control médico. Reingreso.
El art. 210 LCT establece que el trabajador está obligado a someterse al control que se
efectúe por el facultativo designado por el empleador. Dicho control es al sólo efecto de
establecer si las ausencias están justificadas, pero no constituye un requisito para producir
el reingreso del empleado a su puesto de trabajo.
CNAT Sala VI Expte N° 36.811/07 Sent. Def. Nº 61.609 del 30/9/2009 « Cantarutti, Natalia
c/ Coto CICSA s/despido» (Fontana - Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Discrepancia entre certificados médicos. Acción sumarísima.
La ley no prevé ningún mecanismo para dirimir la discrepancia existente entre opiniones médicas
contrapuestas puesto que la ley 21297 ha derogado el art. 227 originario de la LCT y ya no existe
en el ámbito del Ministerio de Trabajo el Tribunal Médico regulado por el decreto 825/74. Frente a
ello y no habiéndose arribado en la instancia conciliatoria previa a acuerdo alguno en torno al
tópico, ninguna razón se advierte para no habilitar la vía judicial intentada puesto que, la
intervención jurisdiccional no puede considerarse una intromisión en la esfera volitiva de la
empleadora o en el ejercicio de sus potestades exclusivas en tanto ha sido el propio sujeto
empleador el que dedujo la acción justamente con el objeto de requerirla.
CNAT Sala II Expte Nº 29.764/2010 Sent. Int. Nº 59.892 del 6/10/2010 “Empresa Tandilense SA
c/Reyes, Gabriel Reinaldo s/juicio sumarísimo” (González – Pirolo)
Enfermedad inculpable. Discrepancias entre médicos. Deber de buena fe.
Por imperativo del deber de buena fe (art. 63 LCT), la accionada debió extremar todos los recaudos
tendientes a comprobar el estado de salud de la dependiente y frente a las discrepancias entre los
criterios médicos de los profesionales de la trabajadora y del empleador acerca de la aptitud de
dependiente para retomar tareas, y la ausencia de organismos oficiales e imparciales donde se
pudiera dirimir la cuestión, era el principal quien debía arbitrar los medios -por encontrarse en
mejores condiciones fácticas- para una prudente solución para determinar la real situación de su
empleada (por ej. requerir a la actora que se sometiera a la opinión de profesionales de algún
nosocomio público, etc…), obligación que resulta de su deber de diligencia consagrado en el art.
79 de la LCT.
CNAT Sala X Expte Nº 35.069/08 Sent. Def. Nº 18.117 del 30/12/2010 “Castillo, Nancy Débora
c/Wal Mart SRL s/despido” (Corach – Stortini)
Enfermedad inculpable. Licencias. Licencia por enfermedad. Ausencia del trabajador de su
domicilio. Efectos.
El hecho de que los médicos de la empleadora concurrieran al domicilio del trabajador, en uso de
licencia por enfermedad, y no lo encontraran para constatar su estado, no puede interpretarse ni
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como obstaculización del control médico por parte de la empleadora ni como abandono de trabajo, si
del certificado médico surge que se le indicó reposo, no implicando tal recomendación que no pudiera
salir de su domicilio, sino sólo que no estaba en condiciones de trabajar.
CNAT Sala II Expte. N° 7.043/07 Sent. Def. Nº 99.031 del 15/03/2011 “Duarte, Darío Jorge
c/Hilandería Almafuerte SRL y otro s/accidente - acción civil”. (Pirolo - Maza).
Enfermedad inculpable. Licencias. Enfermedad. Criterio médico. Art. 210 LCT.
La norma del art. 210 RCT obliga al trabajador a seguir los consejos y opiniones de los facultativos
del empleador o de la ART cuando estos se contraponen a los consejos y opiniones de sus propios
facultativos. La norma faculta al empleador a ejercer el control de la enfermedad del trabajador a
través de sus facultativos, pero en modo alguno importa la posibilidad de imponer el criterio médico
de sus dependientes o contratados. En esta inteligencia, el trabajador que sigue el consejo de su
médico no interrumpe el débito laboral, ya que sólo sigue la opinión del facultativo en quien deposita
confianza. Aun así, si el dictamen del médico particular fuera erróneo no podría afirmarse que existe
incumplimiento del débito laboral a menos que se demuestre la existencia de colusión dolosa entre el
facultativo y el trabajador. Ello es así por cuanto este último defiende un bien jurídico prevalente como
es su salud.
CNAT Sala V Expte Nº 8.865/08 Sent. Def. Nº 73.727 del 23/12/2011 “Russo, Bárbara c/ Chaparro
Lazo, Abraham Amable s/ Despido”. (Arias Gibert – García Margalejo).
Enfermedad inculpable. Existencia de certificaciones médicas controvertidas.
Si bien no existe una norma legal o convencional que disponga expresamente la obligación de la
empleadora de convocar a una Junta Médica en caso de discrepancia entre los certificados médicos
aportados por el trabajador y en el control médico efectuado por la empleadora, de acuerdo a la
facultad prevista por el art. 210 de la LCT, lo cierto y concreto es que, el art. 62 de esta ley prevé que,
“las partes están obligadas, activa y pasivamente, no sólo a lo que resulte expresamente de los
términos del contrato, sino a todos aquellos comportamientos que sean consecuencia del mismo,
resulten de esta ley, de los estatutos profesionales o convenciones colectivas de trabajo, apreciados
con criterios de colaboración y solidaridad”. Por lo tanto, la empleadora debió ante la existencia de
certificaciones médicas controvertidas determinar el real estado de salud del accionante,
circunstancia que no aconteció en la causa.
CNAT Sala II Expte Nº 1.839/2010 Sent. Def. Nº 101.332 del 21/12/2012 “Manolio, Jorge Ricardo c/
El Cóndor Empresa de Transportes SA y otro s/accidente – acción civil”. (González - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Discrepancia de certificados médicos.
Si bien es cierto que ninguna norma legal o convencional impone en forma expresa la obligación de la
empresa de convocar a una junta médica ante la discrepancia que se produzca entre las
certificaciones médicas presentadas por un trabajador y el resultado del control médico previsto en el
art. 210 LCT, el art. 62 LCT ha establecido una regla genérica que determina el modo en que deben
actuar las partes del contrato de trabajo para superar aquellas cuestiones que no estén previstas en
forma específica. Así, precisamente, partiendo de un criterio de colaboración y solidaridad, la doctrina
y la jurisprudencia, coinciden en que constituye un obrar prudente del empleador realizar al menos
una tercera consulta. (En el caso, se suscitó una discrepancia entre el diagnóstico médico de la
empleadora, produciéndose la extinción del vínculo por decisión de la demandante, ante el
desconocimiento del alta médica presentada por su parte y la negativa a su reincorporación).
CNAT Sala X Expte. Nº 26.651/2011 Sent. Def. Nº 21.551 del 30/09/2013 “Colombo, Liliana Beatriz
c/Banco Macro SA s/despido”. (Brandolino - Corach).
Enfermedad inculpable. Certificado a disposición. No ejercicio del derecho de control por
parte de la empleadora.
La enfermedad puede operar como causa de justificación de la obligación de prestar servicios al
ser invocada por el trabajador y, en el caso, frente a la intimación de la empleadora, la actora
manifestó que se encontraba imposibilitada de concurrir a trabajar por estar cursando una
enfermedad y puso a disposición de la empleadora los certificados pertinentes. No obstante ello, la
empleadora procedió sin más a despedir a la trabajadora sin haber ejercido el derecho de control
que le confiere el art. 210 LCT. En este contexto, el despido dispuesto por la empleadora resultó
injustificado pues ante la comunicación efectuada por la trabajadora de que se encontraba
enferma, la empleadora puede o no ejercer el control previsto en el art. 210 LCT pero si no lo hace
no puede cuestionar la invocación de falta aptitud física para trabajar efectuada por su
dependiente.
CNAT Sala V Expte Nº 15.691/2012 Sent. Def. Nº 76.324 del 30/5/2014 “Durán, Bárbara Sabrina
c/Argentum Consulting SA s/despido” (Arias Gibert – Zas)
Enfermedad inculpable. Licencia por enfermedad. Peritaje que dispuso el reintegro del
trabajador a sus tareas habituales. Cuestionamiento patronal. Art. 78 LCT. Carga de la
prueba en caso de que la empleadora no quiera cumplir con su deber de ocupación.
Recae sobre la empleadora la obligación de otorgar tareas y, por ende, ante el expreso
requerimiento del actor acerca del cumplimiento de ésta por haberle sido otorgada el alta médica,
es aquélla quien debía demostrar que persistía la incapacidad temporal del trabajador, para lo cual
debía necesariamente demostrar que el alta otorgada por el profesional médico interviniente era
incorrecta o errónea. Razón por la cual, resulta inadmisible una mera negativa, tornándose
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“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
necesario que sea una junta médica quien se expida al respecto, sin perjuicio de que en todos los
casos es sobre la empleadora sobre quien recae la carga de justificar la excepción al cumplimiento
de la obligación prevista en el art. 78 LCT.
CNAT Sala V Expte. Nº 62.289/2013 Sent. Def. Nº 76.542 del 25/08/2014 “Maritatto, Gustavo
Adolfo c/Buenos Aires Container Terminal Services SA s/acción de amparo”. (Zas - Arias Gibert).
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Discrepancia certificados médicos.
Ante la existencia de duda en torno a la salud de la actora resulta aconsejable que la empleadora
afronte el pago de los salarios por enfermedad (art. 208 LCT). Y en el caso, por imperativo del
deber de buena fe (art. 63 LCT), la accionada debió extremar todos los recaudos tendientes a
comprobar el estado de salud de la dependiente y frente a las discrepancias entre los criterios
médicos de los profesionales de la trabajadora y del empleador acerca de la aptitud de la aquella
para retomar tareas, sumado a la ausencia de organismos oficiales e imparciales donde se pudiera
dirimir la cuestión, era el principal quien debía arbitrar los medios por encontrarse en mejores
condiciones fácticas para una prudente solución para determinar la real situación de su empleada,
obligación que resulta de su deber de diligencia consagrado en el art. 79 LCT. De allí que ante la
negativa de la empleadora a abonarle los salarios durante el período de enfermedad resulta
justificado el despido indirecto en que se colocó la trabajadora.
CNAT Sala X Expte. Nº 11.880/2012/CA1 Sent. Def. Nº 23.204 del 10/02/2015 “Comesaña, Silvina
Gabriela c/Casino de Buenos Aires SA Compañía de Inversión en Entretenimiento SA UTE
s/despido”. (Stortini - Corach).
Enfermedad inculpable. Licencia por enfermedad. Oposición del empleador al reintegro del
trabajador. Art. 78 LCT.
La enfermedad puede operar tanto como causa de justificación de la obligación de prestar
servicios, si es invocada por el trabajador, como causa de justificación de la obligación de dar
tareas conforme el art. 78 LCT cuando es invocada por el empleador. Puede entonces afirmarse
que existe asimetría en el alta médica de acuerdo a si ésta es invocada por el trabajador o por el
empleador. Teniendo en cuenta que la enfermedad opera sobre el cuerpo del trabajador, el
empleador sólo puede oponerse a su reintegro alegando y probando que la enfermedad afecta
alguna de sus obligaciones contractuales, principalmente la obligación de seguridad, tanto cuando
se refiere a la persona del propio trabajador afectado como del resto de los trabajadores con los
cuales debe convivir. También puede oponerse cuando la enfermedad lo incapacita para prestar el
servicio tenido en vista en la contratación. En aquellos supuestos en que el peligro para la salud del
trabajador u otros dependientes justifique el incumplimiento de la obligación de ocupación por parte
del empleador o no se encuentre contemplado entre las reducidas causales dispuestas por el art.
75 LCT reformada, resulta conveniente que el empleador plantee la inconstitucionalidad de la
norma.
CNAT Sala V Expte. Nº 40.418/2012/CA1 Sent. Def. Nº 77.442 del 30/09/2015 “Barrios, Alberto
Ramón c/Prosegur SA s/despido”. (Arias Gibert - Zas).
Enfermedad inculpable. Discrepancia entre el informe del médico de cabecera de la
actora y del médico de la empleadora. Valoración. Preeminencia.
No existe un método arbitral o jurisdiccional que resuelva las discrepancias entre el médico de
cabecera del trabajador y el de control empresario –la ley 21.297 eliminó el sistema establecido en
el texto original de la LCT - por lo que en principio, es razonable privilegiar la opinión del primero de
ellos, que es el profesional a cargo del tratamiento y, por ello, el mejor conocedor del estado y
aptitud del trabajador.
CNAT Sala VI Expte. Nº 13.262/2010 Sent. Def. Nº 67.975 del 27/10/2015 “Di Ciocco Olivera,
María Carmen c/Inc SA s/despido”. (Raffaghelli - Craig).
Enfermedad inculpable. Discrepancia certificados médicos. Control empleador.
Si bien se advierte un vacío legal para aquellas situaciones en las que existen opiniones científicas
encontradas entre el médico del trabajador y el profesional que efectúa el control en representación
del empleador, lo cierto es que dicha diversidad de opiniones no autoriza a éste último a otorgar
preeminencia a la de su servicio médico ni, mucho menos, a insistir y/o a emplazar al empleado a
presentarse bajo apercibimiento de despido, pues en el marco de los principios de buena fe,
colaboración y solidaridad (arg. cfr. arts. 62 y 63 LCT), así como de continuidad de la relación
laboral (art. 10 LCT), pesa sobre él la carga de actuar prudentemente, realizando las diligencias
necesarias para determinar la real situación del dependiente como -por ejemplo- disponer la
celebración de una junta o efectuar otras consultas médicas. Por lo tanto, luce evidente la sinrazón
del proceder de la empleadora quien, ante la discrepancia médica, en orden a los principios de
buena fe y de conservación del contrato previstos por los arts. 10 y 63 de la LCT, debió convocar a
un tercer galeno o en su caso, respetar las previsiones del art. 208 de la LCT.
CNAT Sala IX Expte Nº CNT 48.033/2012/CA1 Sent. Def. Nº 20.779 del 11/2/2016 “Greppi,
Estefanía Andrea c/Fressini Instalaciones Sociedad Colectiva s/despido” (Balestrini – Pompa)
Enfermedad inculpable. Discrepancia certificados médicos. Control empleador.
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Frente a las discrepancias entre los criterios médicos de los profesionales del trabajador y del
empleador acerca de la aptitud del trabajador para retomar tareas, y la ausencia de organismos
oficiales donde se pudiera dirimir la cuestión, de conformidad con el deber de diligencia e iniciativa
que el artículo 79 LCT le impone al empleador, es éste quien debe arbitrar –por encontrarse en
mejores condiciones fácticas- una prudente solución para determinar la real situación de salud del
trabajador. De este modo, el obrar prudente del empleador le exige, cuando menos, la realización
de una tercera consulta y si continuara la discrepancia, puede para ello designar una junta médica
con participación de profesionales de ambas partes, requerir la opinión de profesionales de algún
organismo público e incluso zanjar la cuestión en forma administrativa o judicial. A falta de esta
solución, en algunos casos se ha considerado razonable privilegiar la opinión del médico del
trabajador, que es el profesional a cargo del tratamiento y, por ello, el mejor conocedor del estado y
aptitud del dependiente.
CNAT Sala IV Expte Nº 6678/2012 Sent. Def. Nº 100.096 del 25/2/2016 “Martínez, Néstor
Alberto c/Línea 17 SA s/despido” (Pinto Varela – Guisado)
6.- Conservación del empleo (Art. 211 LCT).
Enfermedad inculpable. Conservación del puesto.
Luego de que el deber de prestar servicios por parte del dependiente y la obligación de dar
ocupación del empleador se suspende por impedimento derivado de enfermedad o
accidente inculpable, se requiere la acreditación y notificación al principal de la obtención
del alta médica por parte de aquél, a fin de que el principal tenga el deber de
reincorporarlo en el mismo puesto y tareas o en otras que pueda realizar según en caso
de incapacidad parcial. De no producirse el alta médica, el sistema adoptado por la LCT
en los arts. 208 y 211 prevé que el empleador deba reservar el puesto hasta el transcurso
de un año contado desde el agotamiento del plazo de licencia paga del art. 208 quedando
luego autorizadas las partes -en rigor, el empleador- para extinguir el contrato sin
responsabilidad indemnizatoria.
CNAT Sala II Expte N° 11.324/06 Sent. Def. Nº 95.252 del 21/9/2007 « Carrizo, Carmen c/
Artes Gráficas Raal SA s/ despido » (Maza - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Conservación del puesto. Alternativas del empleador.
Una vez iniciado el lapso de reserva del puesto previsto en el art. 211 LCT, la empleadora
debe adoptar alguna de las alternativas prevista en el art. 212, a saber: otorgar tareas
acordes si estaba en condiciones de hacerlo, comunicar al trabajador la imposibilidad de
ocuparlo en esas condiciones o - si se encontraba totalmente incapacitado- poner fin a la
relación laboral con el pago de las indemnizaciones respectivamente previstas por los
párrafos segundo y tercero de la norma citada. Por ello, la sola manifestación de haber
celebrado un acuerdo con el actor (sin producir prueba idónea al respecto) para que se le
abonara el 50% de las remuneraciones por el período de licencia, carece de sustento
jurídico, ya que aun habiendo acreditado dicho acuerdo -lo cual tampoco sucedió- ello
habría merecido reproches (conf. arts 12 y 58 y concordantes de la LCT).
CNAT Sala VI Expte N° 8403/05 Sent. Def. Nº 60.265 del 29/2/2008 « Sanabria, Miguel c/
Secoma Automatismes SA y otro s/ despido » (Fera - Fontana)
Enfermedad inculpable. Conservación del puesto. Notificación.
Para que comience el período de reserva del puesto, al que se refiere el art. 211 LCT, es
necesario que el empleador notifique al trabajador a partir de cuándo comienza a correr el
plazo.
CNAT Sala VII Expte N° 23.377/05 Sent. Def. Nº 40.956 del 30/5/2008 « Bozzani, Carlos
c/ SAMTI Sala Móvil de Terapia Intensiva SRL y otros s/ despido” (Ferreirós - Rodríguez
Brunengo)
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Año de espera. Art. 211 LCT. Incapacidad permanente.
Desaparición del objeto.
Una vez finalizada la etapa de temporalidad de la incapacidad derivada de accidente de trabajo, y
habiendo sido determinada por la autoridad interviniente la persistencia de una incapacidad total de
carácter permanente, ya no hay más incertidumbre sobre la configuración del daño a la capacidad
psicofísica y que ello hace inoperativo en tales supuestos el régimen excepcional del art. 211 LCT,
permitiendo tal situación permanente considerar extinguido el contrato de trabajo por desaparición de
su objeto, aunque dicha incapacidad total y permanente sea de grado provisorio.
CNAT Sala II Expte Nº 33.992/09 Sent. Def. Nº 100.010 del 20/12/2011 “Iglesias, Blanca Lydia c/
PAMI – Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados s/ Indemnización art.
212 LCT”. (Maza – Pirolo).
Enfermedad inculpable. Periodo de reserva del puesto por enfermedad inculpable. Empleador
que continuó abonando salarios vencido el plazo de reserva.
El plazo de reserva del puesto por enfermedad inculpable no implica la interrupción del vínculo
laboral, sino solo la suspensión de algunos efectos de éste, en especial la obligación de prestar
servicios y la correlativa de pagar salario. Por ello, teniendo en cuenta el acto propio de la
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“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
demandada de continuar abonando salarios aun dos años más de lo que le hubiera correspondido,
generaba en el actor la expectativa de continuidad del contrato del trabajo.
CNAT Sala VI Expte Nº 19.655/06 Sent. Def. Nº 64.855 del 25/02/2013 “Almada, Domingo c/
Iluminación Buenos Aires SA s/ Despido”. (Raffaghelli – Fernández Madrid)
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Art. 211 LCT. Rubros rechazados.
Resultan improcedentes los rubros “SAC 1º semestre/07”, “vacaciones no gozadas/07” y “sac s/
vacaciones”, toda vez que durante ese período regía el plazo de conservación del empleo (conf.
art. 211 LCT) durante el cual el contrato subsiste sin que resulten exigibles obligaciones de
contenido patrimonial.
CNAT Sala V Expte Nº 27.761/09 Sent. Def. Nº 74.997 del 11/4/2013 “Vargas, Juan Carlos
c/Consorcio de Propietarios del Edificio Pacheco de Melo 1960” (Zas – Arias Gibert)
Enfermedad inculpable. Nueva enfermedad mientras se está gozando de licencia por otra.
Reserva del puesto.
En el caso, la licencia por enfermedad inculpable excedió el plazo de un año previsto por el art. 208
de la LCT, puesto que el perito contador informó que el trabajador estuvo ausente durante 407 días,
coincidiendo las fechas con las constancias médicas agregadas por la demandada, resultando
acreditada su autenticidad con la respectiva prueba informativa. Y, si bien es cierto que la ley
manifiesta que corresponde computar distintos plazos de licencia, por cada una de las
enfermedades que contraiga el trabajador, este no es el caso al que se refiere la norma, puesto
que, la segunda patología comienza, se desarrolla, y finaliza, mientras se encontraba vigente la
licencia por lumbociatalgia (la nueva enfermedad ginecomastia, aparece mientras el accionante
estaba gozando de la licencia por lumbociatalgia izquierda – la cual no se había suspendido). De
modo que, no resultaría razonable computar dos plazos distintos de licencia y tampoco sería
posible otorgar una fecha más lejana para comenzar a computar la reserva del puesto de trabajo,
dado que la empleadora utilizó la más distante. En virtud de ello, el plazo dispuesto en el art. 208 de
la LCT se encontraba excedido, y la empleadora estaba asistida de derecho para comunicar al
trabajador la reserva del puesto de trabajo.
CNAT Sala III Expte Nº 56.974/2011 Sent. Def. Nº 94.017 del 30/5/2014 “Cassini, Ricardo Daniel
c/Gador SA s/despido” (Cañal – Pesino)
Enfermedad inculpable. Reserva del puesto. Pago de salarios.
Notificar la reserva del puesto cuando no corresponde hacerlo, es una injuria que no se ve
menguada por el hecho del pago de salarios durante ese período. Hecho que, por otra parte, deja
al trabajador supeditado a la “buena voluntad” patronal cada mes, toda vez que se trata de un pago
no obligatorio. Con lo cual, esta ambivalente situación de no dar lo que corresponde, y brindar lo
que no, también justifica la decisión del actor.
CNAT Sala III Expte Nº 48.241/2012 Sent. Def. Nº 94.057 del 30/6/2014 “De Luca, Alejandro Diego
c/Aguas Danone Argentina SA s/despido” (Cañal – Pesino)
Enfermedad inculpable. Art. 211 LCT. Guarda del trabajo por un año. Efectos.
Si bien el plazo previsto por el art. 211 LCT produce la suspensión del contrato de trabajo en lo que
a obligaciones principales se refiere (prestación de tareas y pago de remuneración), lo que apareja
la falta de devengamiento de los mismos, no lo es menos que la LCT, al igual que todo el
ordenamiento jurídico, debe ser interpretado de modo conjunto y armónico. Por ello, la falta de
previsión de la norma respecto del salario aplicable al caso cuando éste se modificaba a la alza,
respondió a la inclusión del art. 276 en el mismo cuerpo normativo que permitía la actualización
monetaria. El art. 4 de la ley 25.561 le quitó ámbito de aplicación, pero el sistema le permite al
juzgador, en casos donde se controvierta el monto de las remuneraciones, estimarlas
prudentemente de acuerdo a las circunstancias de cada caso (arts. 56 y 114 LCT). Por lo tanto, es
acertado calcular la base remuneratoria conforme los parámetros de jornada, categoría y convenio
colectivo aplicable al actor durante el último año del vínculo que –hasta el 21 de junio del año
2.011- subsistió conforme art. 211 LCT in fine.
CNAT Sala I Expte. Nº 51.428/2011 Sent. Def. Nº 90.155 del 11/09/2014 “Calviño, Alejandro Omar
c/DIFEPA SA s/despido”. (Vilela - Vázquez).
Enfermedad inculpable. Art. 211 LCT. Rechazo medida cautelar para suspender plazo.
Lo concerniente a la conducta de las partes del contrato de trabajo, en el marco de los arts. 208,
211 y 212 de la LCT, en principio, se subsume en un régimen de estabilidad relativa en el cual no
es admisible, conminar la subsistencia del vínculo más allá de las indemnizaciones que podrían
emerger del proceder antijurídico de la empleadora. Por otra parte, no existen indicios vehementes
que permitan sostener, sin dogmatismos, la prioridad de la opinión de determinado médico, y, lo
cierto, en lo que hace al lapso del ya mencionado art. 211, es que se ha optado por un
procedimiento celérico idóneo para que la discusión no se agote de una manera extemporánea.
Por lo tanto, en este supuesto, ante la discrepancia entre médicos y la imposibilidad de dar
prioridad a una de ellos, teniendo en cuenta además que se otorgó a la causa el procedimiento
sumarísimo, corresponde confirmar el pronunciamiento atacado sin que ello implique avalar la
conducta de la empresa y sin perjuicio de lo que podría llegar a decidirse de variar la situación
17
fáctica en una temática que por su esencia no causa estado.- (Conf. DFG Nº 61.280 del 27/8/2014,
al que adhiere la Sala).
CNAT Sala I Expte Nº 37.678/2014 Sent. Int. Nº 66.031 del 10/9/2014 “De Olazábal, María Solange
c/ISS Argentina SA y otro s/acción de amparo” (Vázquez - Vilela)
Enfermedad inculpable. Art. 211 LCT. Guarda del trabajo por un año. Efectos.
Corresponde confirmar el incremento por antigüedad, previsto por el CCT 260/75 y calculada en
siete años (incluyendo el período de reserva de puesto), puesto que deben incluirse como tiempo
de servicio los lapsos en los cuales el trabajador esté eximido del deber de prestar tareas por
causas que no le son imputables, con independencia de que durante tales períodos perciba o no
remuneración. De acuerdo a ello deben computarse como tiempo de servicio los períodos de
ausencia por accidente o enfermedad inculpable y el período de reserva del puesto previsto por el
art. 211 de la LCT.
CNAT Sala I Expte. Nº 51.428/2011 Sent. Def. Nº 90.155 del 11/09/2014 “Calviño, Alejandro Omar
c/DIFEPA SA s/despido”. (Vilela - Vázquez).
Enfermedad inculpable. Art 211 LCT.
Si el empleador abonó oportunamente a la dependiente los salarios respectivos de su licencia
médica por enfermedad inculpable, en los términos del artículo 208 LCT, ( superando su obligación
legal, ya que se trataba de una empleada con antigüedad superior a los cinco años y sin carga de
familia, por lo que aquel lapso no debió superar los seis periodos mensuales), es decir que la
licencia debió extenderse hasta el 10/12/2010 y, más allá de que se siguieron abonando salarios
durante los meses de enero, febrero y marzo de 2011 y recién el 29/3/2011 se comunicó que
comenzaba a regir el plazo de un año de conservación del empleo (artículo 211 de la LCT), no
corresponde admitir el derecho a percibir la remuneración del mes de abril/2011, en tanto no sólo
no existe una fuente generadora de esa obligación, sino que de aceptarse el punto de vista del
quejoso se estaría convalidando un enriquecimiento sin causa a partir del error de uno de los
contratantes, que amen de los motivos que condujeron a su yerro respecto de la extensión de la
licencia médica paga, ello no puede ser utilizado como fundamento de la pretensión, que así
aparece carente de sustento legal (arts.208 y 211 de la LCT).
CNAT Sala IX Expte CNT 44.913/2011/CA1 Sent. Def. Nº 19.716 del 14/11/2014 “Fileni,
Roberto Oscar y otros c/Arditti, Héctor Ramón s/consignación” (Pompa – Balestrini)
Enfermedad inculpable. Art. 211 LCT.
En atención a la buena fe que debe primar en la relación de trabajo (art. 62 y 63 LCT), y
de la especial tutela a los derechos a la salud, a la integridad psicofísica de la persona, a
la vida y, en especial a la dignidad de las personas, el empleador debió haber tomado las
medidas necesarias a los efectos de conservar realmente el puesto de trabajo del
accionante – como, por ejemplo, suplantarlo mediante un contrato de carácter transitorio -,
por lo menos hasta tanto venciera el año de reserva establecido en el art. 211 de la LCT.
(En el caso, el empleador, sin estar vencido el plazo del art. 211 LCT, decidió contratar a
otra persona en su reemplazo en forma permanente)
CNAT Sala IX Expte Nº CNT 21.465/2013/CA1 Sent. Def. Nº 19.766 del 12/12/2014 “R., R.
B.E c/Iguatemi SA y otro s/despido” (Pompa – Balestrini)
Enfermedad inculpable. Art. 211 LCT.
La primera parte del artículo 211 establece que “vencidos los plazos de interrupción del trabajo por
causa de accidente o enfermedad inculpable, si el trabajador no estuviera en condiciones de volver
a su empleo, el empleador deberá conservárselo durante el plazo de un año contado desde el
vencimiento de aquellos”. Es decir que, una vez que concluyen los plazos de enfermedad
retribuidos, fijados en el artículo 208 LCT, comienza el de reserva de puesto de trabajo. En éste, la
obligación del empleador es la conservación del empleo sin el deber de retribución remuneratoria
alguna. Durante ese año, el trabajador se puede reintegrar al trabajo, se le puede determinar una
incapacidad absoluta o continuar imposibilitado de trabajar.
CNAT Sala VIII Expte Nº CNT 7457/2008/CA1 Sentencia del 11/2/2015 “D.,C.J.L
c/Carrefour Argentina SA s/despido” (Pesino – Catardo)
Enfermedad inculpable. Art. 211 LCT.
En los supuestos en que el reintegro del trabajador al trabajo no afecta su propia salud o de sus
compañeros, el empleador sólo puede eximirse de su obligación de dar ocupación efectiva en la
imposibilidad del cumplimiento del contrato. Esto surge de la norma del art. 211 RCT que establece
que si el trabajador “no estuviera en condiciones de volver a su empleo” deberá conservarlo por el
plazo de un año. Es condición entonces para eximirse de la obligación de dar tareas que el
trabajador se halle imposibilitado de volver al empleo. No es causa suficiente la mera mayor
dificultad.
CNAT Sala V Expte Nº CNT 35.682/2007/CA1/CA2 Sent. Def. Nº 77.505 del 21/10/2015 “Pérez,
Sergio Javier c/Ciccone Calcográfica SA y otros s/accidente – acción civil” (Arias Gibert – Marino)
Enfermedad inculpable. Licencia por enfermedad. Art. 211 LCT. Evolución de la enfermedad.
El art. 211 LCT comprende una situación de transitoriedad que excluye la certeza, por tal motivo el
año de reserva que prevé permitirá que se opere un mayor desarrollo de la enfermedad inculpable
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Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
que desemboque en su desaparición o en su concreción en un déficit definitivo, poniéndose de
todos modos un límite prudente a tal espera legal, pues si al año no se definió la situación se podrá
disolver la vinculación para que el trabajador tenga derecho a pedir la reincorporación debiendo
acreditar que ya no existe esa incertidumbre, por lo que deberá presentar el alta médica y
demostrar que está en condiciones de desempeñar sus tareas habituales o una incapacidad si
quiere que se le den tareas de menor esfuerzo.
CNAT Sala VI Expte. Nº 35.535/2013 Sent. Def. Nº 67.988 del 29/10/2015 “Olmos, Gabriela Beatriz
c/Lessiver SRL s/despido”. (Craig - Raffaghelli).
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Art 211 LCT. Deber de las partes de obrar de buena fe.
Una vez concluido el período de licencia paga por enfermedad (art. 208 LCT), comienza el plazo de
reserva del puesto, que se extiende por un año, y en cuyo lapso se suspenden las obligaciones de
prestación de ambas partes. De esta forma, la trabajadora está exceptuada de prestar servicios y
la empleadora, de pagar la remuneración. Sin embargo, esta última tiene la obligación de
conservarle el puesto de trabajo de conformidad con lo estipulado en el art. 211 de la LCT y,
además, durante ese período subsisten los deberes recíprocos de conducta, como la de obrar de
buena fe estipulada en el art. 63 de la LCT. Este deber recíproco, también constituye un principio
general del derecho que adquiere connotaciones particulares, que tienen esencial relevancia en el
Derecho del Trabajo, debido al carácter personal de las obligaciones de prestación que tiene una
de las partes (en algunas oportunidades también puede resultar relevante la figura del empleador).
(Del voto de la Dra. Cañal, en mayoría)
CNAT Sala III Expte Nº CNT 19.788/2012/CA1 Sent. Def. del 17/11/2015 “Palomo,
Fernanda Viviana c/ADEA Administradora de Archivos SA s/despido” (Cañal – Pesino –
Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Art 211 LCT. Deber de las partes de obrar de buena fe.
El art. 211 LCT establece que: “Las partes están obligadas a obrar de buena fe, ajustando su
conducta a lo que es propio de un buen empleador y de un buen trabajador, tanto a celebrar,
ejecutar o extinguir el contrato o la relación de trabajo”. Esta obligación comprende el deber de
adoptar conductas adecuadas en el cumplimiento de sus obligaciones durante toda la relación
laboral, tanto al momento de celebrar y ejecutar el contrato de trabajo, como así también al
extinguirlo. En todas las etapas debe existir ausencia total de fraude, dolo o culpa, lo cual supone
que ambos sujetos de la vinculación laboral están obligados a adoptar una posición de honestidad
y honradez en los actos jurídicos que lleva implícita la plena conciencia de no engañar, no
perjudicar, ni dañar. Todo ello, comprende el deber de actuar con fidelidad en cuanto a la conducta
que deben adoptar en el cumplimiento de sus obligaciones, y resulta aplicable en todos los
momentos de la relación laboral. (Del voto de la Dra. Cañal, en mayoría)
CNAT Sala III Expte Nº CNT 19.788/2012/CA1 Sent. Def. del 17/11/2015 “Palomo,
Fernanda Viviana c/ADEA Administradora de Archivos SA s/despido” (Cañal – Pesino –
Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Art 211 LCT. Deber de las partes de obrar de buena fe.
En el caso, la empleadora, lejos de adoptar una conducta acorde a lo estipulado en el art. 211 LCT,
no le otorgó en su totalidad el plazo de licencia paga por enfermedad que establece el art. 208 de
la LCT, que le correspondía de acuerdo con su antigüedad, toda vez que no esperó a que
concluyeran en su totalidad los 6 meses. Por el contrario, mantuvo una conducta rígida en notificar
la conservación del puesto de trabajo con anterioridad a la conclusión del mismo, privándola del
cobro de salario, no obstante su estado de salud, antes de que finalizara en su totalidad el plazo
que la ley le otorga para su recuperación. (Del voto de la Dra. Cañal, en mayoría)
CNAT Sala III Expte Nº CNT 19.788/2012/CA1 Sent. Def. del 17/11/2015 “Palomo,
Fernanda Viviana c/ADEA Administradora de Archivos SA s/despido” (Cañal – Pesino –
Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Art 211 LCT. Deber de las partes de obrar de buena fe.
Notificación del periodo de conservación del contrato de trabajo.
Resulta relevante la notificación de la finalización del período de licencia paga establecida en el art.
208 de la LCT y del comienzo del plazo previsto en el art. 211 del mismo cuerpo legal, puesto que,
el período de conservación del puesto es un plazo de suspensión del contrato de trabajo en el cual,
la trabajadora no tiene derecho a percibir remuneración, pero debe ser considerado tiempo de
servicio y computado como antigüedad en el empleo para la determinación de los restantes
beneficios que surgen de la ley. Y además, durante ese período subsisten los deberes recíprocos
de conducta, como la de obrar de buena fe estipulada en el art. 63 de la LCT, que comprende el
deber de adoptar conductas adecuadas en el cumplimiento de las obligaciones durante toda las
etapas de la relación laboral, incluso al momento de extinguir el contrato de trabajo. Por ende,
la empleadora no ajustó su conducta a derecho al momento de la extinción de la relación laboral, si
notificó el comienzo del plazo de reserva del puesto tres días antes a que venciera la licencia paga
del art. 208 LCT, razón por la cual, resultó ajustada a derecho la decisión de la trabajadora de
considerarse despedida. (Del voto de la Dra. Cañal, en mayoría)
19
CNAT Sala III Expte Nº CNT 19.788/2012/CA1 Sent. Def. del 17/11/2015 “Palomo,
Fernanda Viviana c/ADEA Administradora de Archivos SA s/despido” (Cañal – Pesino –
Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Art. 211 LCT. Inexistencia de mala fe de la empleadora.
Al momento en que la accionada comunicó a la actora el inicio del cómputo del plazo del artículo
211 de la LCT, se había cumplido el período máximo de licencia paga del artículo 208 del mismo
cuerpo legal. Así surge del informe pericial contable, el que da cuenta que la actora usufructuó de
seis meses de licencia paga por enfermedad inculpable (Síndrome Depresivo). Asimismo, debe
tenerse por acreditado a través del reconocimiento efectuado en el mismo escrito de demanda
como así también por el informe médico privado acompañado como prueba y los certificados
arrimados a la causa. Al tratarse de una misma enfermedad en ambos plazos, la accionada obró
conforme a derecho al comunicarle el inicio del plazo de reserva del puesto, razón por la cual, la
accionante carecía de derecho a exigir de su empleadora el pago de haberes con posterioridad a la
fecha mencionada en último término. Y, la circunstancia de que la accionante hubiese denunciado
que se trataría de una enfermedad causada por el trabajo no puede modificar la situación, ya que
la empleadora le hizo saber que pondría ese hecho en conocimiento de la ART, lo que imponía a la
actora actuar con la prudencia del caso, máxime cuando la depresión es una enfermedad no
listada y, en el caso de aceptarse la denuncia, la obligación de pago de haberes se trasladaba a la
ART, con excepción de un breve período que, en el caso, no reviste significación. En definitiva, la
actora careció de derecho a darse por despedida por no verificarse una conducta de la empleadora
violatoria de las obligaciones emergentes de los artículos 62, 63 y concordantes de la LCT, que
impidiese la continuación del vínculo y que, en su situación, debió haber obrado con mayor
prudencia y privilegiar el mantenimiento del contrato de trabajo. (Del voto del Dr. Pesino, en
minoría)
CNAT Sala III Expte Nº CNT 19.788/2012/CA1 Sent. Def. del 17/11/2015 “Palomo,
Fernanda Viviana c/ADEA Administradora de Archivos SA s/despido” (Cañal – Pesino –
Rodríguez Brunengo)
7.- Art. 212 LCT.
Fallo CSJN
Enfermedad inculpable. Despido. Invalidez. Art. 212 LCT.
La indemnización prevista en el art. 212 del Régimen de Contrato de Trabajo puede considerarse
una prestación de seguridad social, naturaleza evidentemente disímil de la que cabe atribuir al
resarcimiento por antigüedad en el supuesto de despido incausado, aunque resulten coincidentes
en cuanto a las pautas sobre las que se calculan.
CSJN A.139.XXII. “Andrade, Romualdo Inocencio /Siderca SA s/cobro de pesos” – 18/5/1989 – T.
312, P. 727
a) Generalidades.
Enfermedad inculpable. Art. 208 LCT. Pago por error de una licencia de 12 meses cuando
hubiera correspondido al trabajador el pago de 6 meses de licencia. Error inexcusable del
empleador.
En el caso el empleador pagó por error una licencia de 12 meses cuando debió haber sido de 6
meses en atención a las pautas establecidos en el art. 208 LCT y la ausencia de carga de familia.
Medió una convención de origen individual que significó un progreso sobre dicho mínimo inderogable.
A partir de la reforma introducida por la ley 26.574, los términos del art. 12 LCT extienden la
irrenunciabilidad no sólo a los derechos previstos en dicha ley, estatutos profesionales y
convenciones colectivas, sino además a los derivados de los contratos individuales. La ampliación del
plazo de licencia paga por enfermedad inculpable que oportunamente se le reconoció al trabajador se
inscribe en este último supuesto, resultando inatendible la invocación de un presunto error que
efectúa la demandada una vez finalizado el vínculo e iniciada la presente acción en procura de la
indemnización prevista en el último párrafo del art. 212 LCT. El supuesto error no resultaría
excusable, ya que derivaría de una negligencia culpable de quien por contar con las amplias
facultades de organización económica, administrativa y técnica de la empresa que se le reconocen en
los arts. 64/65 LCT cuenta con los registros, instrumentos y medios necesarios para establecer con la
debida precisión las obligaciones a su cargo.
CNAT Sala IX Expte. N° 17.076/09 Sent. Def. N° 17.607 del 23/02/2012 « Assalone, Eugenio Alberto
c/Rocaraza SA s/indemnización art. 212”. (Balestrini - Pompa).
Enfermedad inculpable. Art. 212. Despido discriminatorio. Indemnización del daño moral.
El despido del actor invocando la situación del art. 212, 2º párrafo LCT., cuando la empresa tenía
tareas acorde para asignarle, encubrió un trato discriminatorio fundado en la condición social del
trabajador (su estado de enfermedad), contemplado por la ley 23.592 y por los tratados
internacionales incorporados al art. 75 inc. 22 de la CN. Dicha discriminación configura un acto ilícito
(conf. Arts. 1066 y sgtes. CC), que vulnera los derechos y garantías emergentes del principio de no
discriminación arbitraria establecido en las normas legales y de jerarquía constitucional y supralegal.
20
Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
Las consecuencias que derivan de la conducta discriminatoria son susceptibles de reparación
integral, la que abarca también el daño moral que se fundamenta en lo normado por el art. 1078 CC.
Por ello, acreditado el ilícito su existencia se presume, habida cuenta que no puede desconocerse la
lesión en los sentimientos y el dolor que padeció el actor como consecuencia de haber sido objeto de
discriminación, en razón de la cual la empleadora prescindió de sus servicios por la merma en su
salud, por la prestación de tareas a sus órdenes.
CNAT Sala IX Expte. Nº 2877/2010 Sent Def. Nº 18.363 del 28/12/2012 “Encina, Luis Alejandro
c/Bridgestone Argentina SA s/despido”. (Pompa - Balestrini).
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Despido discriminatorio. Daño moral.
El hecho de que el empleador no haya otorgado tareas acordes al estado de salud del trabajador,
dando por extinguida la relación en los términos del art. 212, 2º párr. LCT y sin que haya acreditado
la imposibilidad de dar cumplimiento a su obligación de asignarle tareas más livianas, supone un
despido discriminatorio y por lo tanto requiere la plena restitución, esto es no sólo la reparación del
daño material sino también del moral. (Del voto del Dr. Zas, en mayoría).
CNAT Sala V Expte. Nº 27.771/2010/CA1 Sent. Def. Nº 76.681 del 30/10/2014 “R.M.R.D.
c/Interbas SA s/despido”. (Zas - Arias Gibert - Raffaghelli).
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Despido discriminatorio. Daño moral. Improcedencia.
El apartamiento del resarcimiento contemplado en el régimen tarifado RCT –art. 245- , es de
carácter excepcional y de ello, que a los fines de habilitar la reparación extra tarifaria con sustento
en la ley 23.592 y la procedencia del daño moral, debe demostrarse malicia y dolo –art. 507 CC –
por parte del empleador, lo cual no resultó probado en el caso. No toda situación que no resulte
adecuada a los parámetros del art. 212 2º párrafo RCT, deviene per se discriminatoria, en tanto la
reparación extra tarifaria amerita la acreditación de los extremos aquí indicados, lo que no excluye
el análisis de las probanzas de modo dinámico a tenor de las implicancias particulares que toda
situación que resulte discriminatoria habilita a los efectos de su análisis. Por ello, en el caso no
procede la reparación del daño moral. (Del voto del Dr. Arias Gibert, en minoría).
CNAT Sala V Expte. Nº 27.771/2010/CA1 Sent. Def. Nº 76.681 del 30/10/2014 “R.M.R.D.
c/Interbas SA s/despido”. (Zas - Arias Gibert - Raffaghelli).
b) Asignación de tareas acordes (1° párrafo).
Enfermedad inculpable. Pedido de tareas acordes. Ausencia de prueba de
incapacidad. Improcedencia.
No constituye injuria que justifica el despido indirecto resuelto por el trabajador el pedido
de realización de tareas livianas, si no está fundamentado en pruebas que acrediten que
se encontraba incapacitado para la realización de sus tareas habituales. Aún ante el
silencio de la empleadora ante tal requerimiento del accionante, hubiera sido necesario
que en la comunicación telegráfica se explicara qué tareas podía cumplir y se
fundamentara alguna opinión científica referida a su estado de salud en ese momento,
requisito indispensable a los fines de evaluar adecuadamente el emplazamiento que se
formulaba.
CNAT Sala X Expte N° 27.686/01 Sent. Def. Nº 13.379 del 16/2/2005 « Curima, Juan c/
Coca Cola FEMSA de Buenos Aires SA s/Indemnización art. 212” (Scotti - Corach)
Enfermedad inculpable. Asignación de tareas acordes. Incapacidad de la trabajadora
para seguir desempañándose en la misma sección.
Si de las pruebas de la causa surge que la incapacidad que afectaba a la trabajadora se
circunscribía a realizar tareas en la misma sección que le había provocado su estado de
stress, más allá de que debiera continuar con tratamiento médico, la demandada debió
cambiarla de sector, al no hacerlo, la decisión de la demandante de considerarse
despedida por este hecho, aparece como justificada.
CNAT Sala V Expte N° 23.746/02 Sent. Def. Nº 69.504 del 20/4/2007 « Spagnoli de
Bruzzi, Elisabet c/ Medicus SA s/despido » (García Margalejo - Zas)
Enfermedad inculpable. Asignación de tareas acordes. Piloto de Transporte de
Líneas Aéreas. Despido injustificado.
Si bien los elementos de juicio evaluados permiten concluir que el actor se encontraba
incapacitado para el desarrollo de sus tareas habituales como piloto de transporte aéreo
de pasajeros, no era así para el desarrollo de otras actividades desde que no existían
pruebas que su patología psiquiátrica le impidiera realizar tareas en tierra compatibles con
la estructura empresarial de la demandada y con la capacitación profesional del
dependiente. Por ello, la situación del trabajador debió ser enmarcada en el primer párrafo
del art. 212 LCT. En la medida que la minoración que lo afectaba no implicaba un déficit
absoluto, el contrato no pudo extinguirse automáticamente como pretendió la accionada.
CNAT Sala II Expte N° 8382/05 Sent. Def. Nº 95.375 del 8/11/2007 « Plá, Julio c/
Aerolíneas Argentinas SA s/ cobro de salarios » (Maza - Pirolo)
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Enfermedad inculpable. Asignación de tareas acordes. Certificado médico.
A los efectos de la reincorporación de la trabajadora al desempeño de tareas dentro de la
empresa (ya sean las habituales o las acordes a su capacidad física disminuida) no es
necesario el “alta médica definitiva” sino simplemente el certificado médico que acredite
que la dependiente si bien padece una disminución de su capacidad laborativa definitiva
(es decir, no reversible), está en condiciones de realizar tareas de acuerdo a la misma,
aunque no sean las habituales.
CNAT Sala X Expte N° 30.386/06 Sent. Def. Nº 15.895 del 25/2/2008 « Sergio, Natalina c/
Arcos Dorados SA s/ despido » (Corach - Stortini)
Enfermedad inculpable. Piloto aerocomercial. Año de espera.
El art. 211 de la LCT es claro y preciso en orden a imponer la espera de un año antes de
disolver el vínculo laboral, exigiendo adicionalmente la manifestación expresa de la
voluntad de una de las partes a fin de dar por rescindido el contrato. En efecto, si se
supera el período de reserva sin que el trabajador haya solicitado su reincorporación por
hallarse en condiciones de trabajar, la extinción del contrato no se produce en forma
automática, sino que el empleador tiene el derecho (pero no la obligación) de considerar
extinguido el vínculo laboral sin tener que pagar ningún tipo de indemnización por ese
motivo. En el caso, el actor no requirió la asignación de otras tareas que pudiera ejecutar,
sino que intimó a la empleadora a fin de que se resolviera su situación laboral a efectos de
proceder a su extinción como consecuencia de padecer una afección cardíaca de carácter
permanente, generadora de una incapacidad absoluta para ejercer las tareas de piloto.
Situación no corroborada con el informe del perito médico en la causa que le atribuye al
accionante una incapacidad parcial y permanente del 29% de la total obrera.
CNAT Sala IV Expte N° 9582/05 Sent. Def. Nº 93.964 del 20/3/2009 “Díaz, Eduardo c/
Aerolíneas Argentinas SA s/ despido” (Guisado - Zas)
Enfermedad inculpable. Incapacidad. Asignación de tareas acordes.
En el espíritu que inspira la norma del art. 212, no interesa para qué tipo de tareas haya
sido contratado el trabajador, sino cuáles hayan de ser aquéllas que pueda realizar
después de una enfermedad o accidente a efectos de hacer primar la continuidad del
vínculo sobre su disolución. Y, sin desmedro sustancial de las facultades de organización
que le reconoce la ley al empleador (art. 65 de la LCT), la norma de cuya aplicación
específica aquí se trata, lo condiciona en medida razonable. No le impone la obligación de
crear un puesto de trabajo innecesario, sino que adopte un criterio de cierta elasticidad
cuando por la estructura de la propia actividad se vislumbra la necesidad de ciertos
sectores de trabajo. (En el caso se trataba de una empresa de autotransporte de larga
distancia, el actor había sido contratado como chofer, pero en la misma también existían
puestos de mecánicos, personal de encomiendas, boleteros etc. y no se probó la
imposibilidad de reubicarlo).
CNAT Sala VII Expte N° 17.524/08 Sent. Def. Nº 41.805 del 13/5/2009 « Taboada, Lucas
c/ Nueva Chevallier SA s/ despido » (Ferreirós - Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Otorgamiento de tareas acordes. Certificado médico.
Insuficiencia.
El “alta médica” constituye un acto médico de trascendencia jurídica y por eso no puede
presumirse su existencia. Para que cese la suspensión de los principales efectos del
contrato de trabajo se requiere certeza de que el trabajador ya no sufre incapacidad
temporal, pues si el empleador lo reincorpora sin esa seguridad, hay grave riesgo de que
aquél se agrave. Por ello, si no se determinó la incapacidad parcial y permanente (art. 212
2° párrafo), era carga del trabajador acreditar que, pese a subsistir la situación de
incapacidad temporaria, estaba en condiciones de reincorporarse para realizar nuevas
tareas consideradas livianas, y esa prueba debe cumplirse con el adecuado respaldo de
certificaciones fundadas, emitidas por un profesional de la medicina. En tal caso, el
empleador no tiene obligación de efectuar el control que establece el art. 210 LCT dado
que ésta resulta una “facultad” del mismo.
CNAT Sala II Expte N° 21.968/07 Sent. Def. Nº 96.709 del 27/5/2009 « Cejas, Juan c/
Cortestamp SA s/ despido » (Maza - González)
Enfermedad inculpable. Otorgamiento de tareas acordes. Carga de la prueba.
Corresponde al empleador acreditar en forma objetiva y concreta que al momento en que
debía efectuar la reubicación del dependiente no existía en la empresa puesto o vacante
disponible que resultase compatible con el estado de salud de aquel.
CNAT Sala VI Expte N°22.360/04 Sent. Def. Nº 61.318 del 23/4/2009 “Villalba, Leonardo
Javier c/ Organización Fiel SA s/ despido” (Fernández Madrid - Fontana).
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Despido indirecto. Incumplimiento por parte de la
empleadora del deber de dar nuevas tareas.
El desconocimiento de la demandada del derecho a la asignación de otras tareas tal como lo prevé el
art. 212 1º párrafo, y que la trabajadora hizo valer epistolarmente implica un incumplimiento de los
22
Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
deberes de buena fe, de diligencia y de preservación de la integridad psicofísica de la trabajadora, lo
que justifica su decisión de disolver el vínculo laboral en los términos establecidos en los arts. 242 y
246 LCT.
CNAT Sala IX Expte. Nº 35.110/09 Sent. Def. Nº 18.343 del 28/12/2012 “Olguín Núñez, Pamela
Solange c/Obra Social del Personal Gráfico s/despido”. (Pompa - Balestrini).
Enfermedad inculpable. Reincorporación. Tareas acordes. Innecesariedad del alta médica
definitiva.
A los efectos de la reincorporación de la trabajadora al desempeño de tareas dentro de la empresa
(ya sean las habituales o las acordes a su capacidad física disminuida), no resulta necesaria un
alta médica definitiva sino simplemente el certificado médico que acredite que la trabajadora si bien
padece disminución de su capacidad laborativa, está en condiciones de realizar tareas de acuerdo
a la misma.
CNAT Sala VI Expte. Nº 13.262/2010 Sent. Def. Nº 67.975 del 27/10/2015 “Di Ciocco Olivera,
María Carmen c/Inc SA s/despido”. (Raffaghelli - Craig).
USO OFICIAL
c) Indemnizaciones (2° y 3° párrafo)
Enfermedad inculpable. Art. 212, 2º párrafo LCT. Despido Indirecto. Falta de dación de tareas
livianas.
El art. 212, 2º párrafo de la LCT solo justifica la falta de dación de tareas livianas en los casos en que
la demandada no pudiera dar cumplimiento con su obligación por circunstancias que no le fueran
imputables. No se trata de que se lo obligue a crear un puesto de trabajo innecesario sino que adopte
un criterio de cierta elasticidad cuando razonablemente la estructura propia de la actividad permite
avizorar que ciertos sectores de trabajo son necesarios.
CNAT Sala VI Expte Nº 29.451/06 Sent. Def. Nº 62.718 del 15/03/2011 “Nogueira, Dora Beatriz c/
Kalczynski, Roberto y otros s/ Despido” (Raffaghelli – Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Art. 212 segundo párrafo LCT. Imposibilidad de otorgar tareas más
livianas conforme a la minusvalía. Prueba.
A los efectos de aplicar el segundo párrafo del art. 212 LCT, el empleador no sólo debe acreditar la
inexistencia de vacantes en las cuales pudiera asignar al trabajador tareas livianas, sino además que
quienes se encuentran realizándolas no pueden desempeñarse en otras, o la imposibilidad de
efectuar una rotación que permita dar al trabajador tareas compatibles con su estado.
CNAT Sala IX Expte. N° 27.083/07 Sent. Def. N° 17617 del 29/02/2012 « Suare, Edelmiro Clemente
c/Sevenplast SA s/despido”. (Balestrini - Pompa).
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo 3º.
La indemnización prevista por el 3° párrafo del art. 212 LCT constituye una sanción para el
empleador que deliberadamente omite el cumplimiento de sus obligaciones, que en lo específico
se traducen en dar ocupación a su dependiente en tareas compatibles a su nueva aptitud
psicofísica. La inexistencia de tareas de tal índole es un hecho cuya prueba corresponde al
empleador, si éste intenta por esa vía eximirse de pagar la indemnización completa del art.
245 LCT.
CNAT Sala IX Expte Nº8062/09 Sent. Def. Nº 17.506 del 12/12/2011 “Zabala, Héctor Daniel
c/Westfalia Separator Argentina SA y otro s/accidente – acción civil” (Balestrini – Pompa)
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Reinserción del dependiente en un puesto diferente
debido a la minusvalía laboral sufrida.
La disposición del art. 212 LCT no prevé la utilización por parte del empleador de la facultad de
dirección para modificar la metodología de trabajo. No persigue la creación de nuevas plazas ni la
modificación de las existentes en cuanto a su modo de desenvolvimiento, sino que determina como
obligación a cargo del empleador la de reinsertar al dependiente afectado por una minusvalía laboral
en un puesto diferente y dentro de las posibilidades que brinda la empresa en marcha.
CNAT Sala II Expte Nº 25211/08 Sent. Def. Nº 101.381 de 27/12/2012 “Gutiérrez, Rubén Edgardo c/
Colectiveros Unidos SA s/despido”. (Pirolo - González)
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo segundo. Despido. Imposibilidad de asignación de
tareas livianas. Carga de la prueba.
A los efectos de aplicar el segundo párrafo del art. 212 LCT, la empleadora no sólo debe acreditar la
inexistencia de vacantes en las cuales pudiera asignar al actor tareas livianas, sino además que
quienes se encuentran realizándolas no pueden desempeñarse en otras o la imposibilidad de efectuar
una rotación que permita dar al trabajador tareas compatibles con su estado.
CNAT Sala IX Expte. Nº 2877/2010 Sent Def. Nº 18.363 del 28/12/2012 “Encina, Luis Alejandro
c/Bridgestone Argentina SA s/despido”. (Pompa - Balestrini).
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Despido indirecto. Inexistencia de puestos disponibles
en los que pudiera desempeñarse la trabajadora. Indemnización: procedencia.
23
La demandada no ha logrado demostrar la configuración del presupuesto fáctico previsto en el art.
212 2º párrafo de la LCT en tanto luce evidente que la ex empleadora no tuvo una conducta
colaborativa y diligente acorde a las circunstancias, consistente en la adopción de medidas tendientes
a reorganizar el trabajo, haciendo uso de las facultades que le otorga el art. 65 LCT, destinadas a
conservar el contrato de trabajo y evitar que la trabajadora afectada por una contingencia social
perdiera el empleo. Al respecto, cabe memorar que rige en la materia el principio de continuidad de la
relación de trabajo, aun cuando el vínculo no pueda continuar en las mismas condiciones en que
había sido originariamente pactado. Por lo tanto, cabe concluir que la situación se rige por lo
dispuesto en el art. 212 3º párrafo de la LCT y que la trabajadora resulta acreedora a la
indemnización prevista en el art. 245 de dicho cuerpo legal.
CNAT Sala V Expte Nº 8.577/2010 Sent. Def. Nº 74.808 del 13/02/2013 “Espínola, Teresa Noemí c/
Pepsico de Argentina SRL s/ Despido”. (Zas – Arias Gibert)
Enfermedad inculpable. Art. 212 2º párrafo LCT. Asignación de tareas livianas.
A los efectos de aplicar el segundo párrafo del art. 212 LCT, el empleador no sólo debe acreditar la
inexistencia de vacantes en las cuales pudiere asignar a la trabajadora tareas livianas, sino además
que quienes se encuentran realizándolas no puedan desempeñarse en otras o la imposibilidad de
efectuar una rotación que permita dar al actor tareas compatibles con su estado. No se trata de exigir
a la empleadora que cree un nuevo puesto de trabajo, sino que, en uso de sus facultades de
organización y dirección, reorganice –de ser posible- las tareas existentes de modo tal que la
trabajadora pueda realizar aquellas labores para las cuales se encontraba capacitada.
CNAT Sala X Expte. Nº 26.651/2011 Sent. Def. Nº 21.551 del 30/09/2013 “Colombo, Liliana Beatriz
c/Banco Macro SA s/despido”. (Brandolino - Corach).
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Disminución en la capacidad de trabajo. Obligación
del empleador de conceder al trabajador tareas acordes a su estado. Deber de reubicar.
Responsabilidad social empresaria.
Es el empleador quien debe demostrar la alegada imposibilidad de satisfacer la obligación de
otorgar ocupación (art. 78 LCT), de acuerdo al estado de salud del trabajador, y que la misma no le
resulta imputable, sin que resulte suficiente esgrimir argumentos fundados en la conveniencia
empresarial, pues se trata de una obligación legal que se origina en el deber de solidaridad del
empleador, frente a la contingencia de incapacidad parcial y permanente. Asimismo, no debe
soslayarse que la falta de puestos de trabajo acordes a esta última debe consistir típicamente en la
inexistencia misma de las tareas livianas en el establecimiento, requiriéndose al empleador la
realización de los esfuerzos del caso (arts. 78 y 79 LCT) que sólo podrán excusarse cuando resulte
imposible cumplir la obligación legal o resulte excesivamente oneroso. Si bien el empleador no está
obligado a crear nuevos puestos de trabajo ni despedir o cambiar las condiciones de labores de
otros empleados para generar la vacante, no es menos cierto que debe poner empeño y mostrar
solidaridad y colaboración para resolver este problema vinculado con la responsabilidad social que
el legislador ha delegado en él.
CNAT Sala II Expte. Nº 31.222/2010 Sent. Def. Nº 102.823 del 28/02/2014 “Re, Eduardo Alberto
c/PAMI Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados s/despido”.
(González - Pirolo).
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo 3º.
La indemnización del art. 212, párrafo 3º, de la LCT – a diferencia de la que prevé el párrafo 4to.
de la norma – constituye una sanción para el empleador que deliberadamente omite el
cumplimiento de su obligaciones, que, en lo especifico, se traduce en dar ocupación a su
dependiente en tareas compatibles a su nueva aptitud psicofísica. La inexistencia de tareas de tal
índole es un hecho cuya prueba corresponde al empleador.
CNAT Sala VI Expte Nº CNT 37.61/2010/CA1 Sent. Def. Nº 68.115 del 3/12/2015 “Robol, Liliana
Beatriz c/Labesta SA y otros s/despido” (Raffaghelli – Craig)
d) Incapacidad absoluta (4° párrafo).
Fallos CSJN
Enfermedad inculpable. Fuerzas Armadas. Accidentes de trabajo. Empleados públicos
El cuarto párrafo del art. 212 del Régimen de Contrato de Trabajo no es aplicable al personal
regido por el Estatuto para el Personal Civil de las Fuerzas Armadas (ley 20.239) y su decreto
reglamentario 2355/73.
CSJN G. 12. XXII.; “González, José c/ Estado Nacional (Fuerza Aérea Argentina Área Material
Córdoba) s/ art. 8 ley 9688 y art. 212 LCT”. - 08/08/1989 - T. 312, P. 1245
Enfermedad inculpable. Fuerzas Armadas. Accidentes de trabajo. Empleados públicos
La armónica interpretación de lo establecido en los arts. 19, 20 y 38 del Estatuto para el Personal
Civil de las Fuerzas Armadas (ley 20.239) y 19 de su decreto reglamentario 2355/73 conduce a
reconocer el derecho del agente incapacitado en forma absoluta y permanente para la prestación
del servicio que no pueda ser reubicado, a percibir la indemnización que determina el cuarto
párrafo del art. 212de Régimen de Contrato de Trabajo (Disidencia de los Dres. Carlos S. Fayt y
Jorge Antonio Bacqué).
24
Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
CSJN G. 12. XXII.; “González, José c/ Estado Nacional (Fuerza Aérea Argentina Área Material
Córdoba) s/ art. 8 ley 9688 y art. 212 LCT”. - 08/08/1989 - T. 312, P. 1245
Enfermedad inculpable. Recurso Extraordinario. Sentencias arbitrarias. Procedencia del
recurso. Defectos en la fundamentación normativa. Jubilación por invalidez. Art. 212 párrafo
4º LCT. Incapacidad.
El derecho a percibir la indemnización prevista en el cuarto párrafo del art. 212 de la LCT no podía
desconocerse so pretexto de que el dependiente ya había obtenido el beneficio de retiro por
invalidez; asignarle ese alcance a las disposiciones del art. 252 sobre extinción del contrato laboral
por jubilación del trabajador, prácticamente implicaba dejar sin efecto la norma primeramente
mencionada, la cual contemplaba el supuesto, diferenciado por la ley, de extinción del contrato por
incapacidad absoluta para cumplir tareas (art. 254). (Mayoría: Lorenzetti, Highton de Nolasco, Fayt,
Petracchi, Maqueda)
CSJN R. 1097. XXXIX; RHE “Ramos, Ernesto c/Ingenio Ledesma S.A.A.I.” - 24/04/2007
T. 330, P. 1910
USO OFICIAL
Fallos CNAT
Enfermedad inculpable. Indemnización art. 212 4° párrafo. Procedencia. Año de
espera.
Si el actor padecía incapacidad absoluta estando vigente el período de espera previsto en
el art. 211 LCT, tiene derecho a percibir la indemnización prevista en el 4° párrafo del art.
212 del mismo cuerpo legal, sin importar la forma en que se haya producido la ruptura del
vínculo laboral, siempre que el dependiente pruebe que estaba absolutamente
incapacitado antes de ese acto formal de rescisión. El hecho de que la empleadora
supiese o no que la enfermedad del actor lo incapacitaba para la realización de cualquier
tarea no modifica el derecho de éste a percibir la indemnización.
CNAT Sala IV Expte N° 25.503/03 Sent. Def. Nº 93.102 del 17/3/2008 « Sánchez, Carmelo
c/ Consorcio de Propietarios Av. Santa Fe 2885 s/ despido” (Guisado - Guthmann)
Enfermedad inculpable. Art. 212 4° párrafo. Indemnización del trabajador jubilado
que sigue prestando tareas. Cómputo de la totalidad de la antigüedad.
Cuando, como en el caso, el trabajador se jubiló, pero siguió prestando tareas para la
demandada sin solución de continuidad, a los fines del cálculo de la indemnización
correspondiente al 4° párrafo del art. 212 de la LCT debe tomarse la totalidad de la
antigüedad desde el inicio de la relación. Ello es así por cuanto el art. 253 del mismo
cuerpo legal habla del trabajador que “volviera” a prestar servicios para la empleadora, lo
que aparece indicando que debe haber necesariamente un lapso en blanco en la relación
o paréntesis necesario, que no ocurre si no hubo interrupción de la relación en ningún
momento.
CNAT Sala VII Expte N° 18.145/06 Sent. Def. Nº 40.891 del 16/5/2008 « Domingo,
Ricardo c/ A. Delor y Cía SA s/ indem. Art. 212” (Ferreirós - Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Art. 212 4° párrafo. Obtención del beneficio previsional.
Falta de notificación. Intrascendencia.
El hecho de que el accionante no haya dado aviso a su empleadora de que se le dictaminó
que estaba en condiciones de obtener el retiro previsional carece de toda relevancia
jurídica para obstar al derecho del trabajador absoluta y definitivamente incapacitado a
obtener la indemnización de equidad del cuarto párrafo del art. 212 LCT, más allá de que
pudiese ser objeto de algún señalamiento ético al amparo de los deberes genéricos
nacidos de los arts. 62 y 63 del mismo cuerpo legal. Ello así, pues ninguna norma jurídica
exige tal comunicación ni prevé la improcedencia del reclamo indemnizatorio en cuestión.
CNAT Sala II Expte N° 24.512/05 Sent. Def. Nº 96.158 del 31/10/2008 « Rodríguez,
Argelino c/ Matos, Clara s/ art. 212 LCT” (Maza - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Incapacidad absoluta. Carga de la prueba.
El art. 212, 4° párrafo se refiere a toda disminución física o psíquica que afecte al
trabajador impidiéndole reintegrarse al mercado laboral en condiciones de competitividad.
Y otorga un resarcimiento por la terminación del contrato motivada en la imposibilidad del
trabajador de prestar servicios en ese trabajo o en cualquier otro. Obvio es que la prueba
de la incapacidad está a cargo del trabajador y el medio para hacerlo es a través de una
pericia médica en sede judicial.
CNAT Sala VII Expte N° 11.037/05 Sent. Def. Nº 41.943 del 30/6/2009 « Cardozo
Benítez, Eligio c/ H E Antoluiche SRL s/ indemnización art. 212” (Ferreirós - Rodríguez
Brunengo)
Enfermedad inculpable. Indemnización art. 212 4° párrafo. Procedencia. Beneficio
previsional.
En virtud de lo demostrado en la causa, corresponde concluir que en el caso, la relación
entre las partes se extinguió por la consolidación de la incapacidad absoluta de la actora
25
para seguir prestando sus tareas habituales, lo que resulta más contundente si se
considera que la demandada es una empresa dedicada a prestar servicios de limpieza. En
ese sentido, la incapacidad absoluta de la accionante se convirtió en una causal autónoma
de extinción del contrato, y por ende, dicha extinción debe regirse por las normas que
prevén tal supuesto. Cualquier otra supuesta causal, como la obtención del beneficio
jubilatorio, carece de efectos, en tanto el contrato solamente se rescinde una vez, y por
una sola causa.
CNAT Sala VI Expte Nº 15.623/07 Sent. Def. Nº 61.587 del 30/9/2009 “Cristaldo, Genara
c/ Limpiolux SA s/indemnización art. 212” (Fontana - Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Art. 212. Indemnización especial. Incapacidad absoluta y muerte.
Legitimación de los herederos para pedir la indemnización. Derecho a exigir la indemnización
del art. 212 4°.
El único legitimado para reclamar la indemnización del art. 212 4° párrafo de la LCT no es el
trabajador, por cuanto también pueden exigirla los herederos. El hecho de que el empleador obligado
no hubiese satisfecho la indemnización del art. 212 no lo libera por el deceso posterior del
dependiente, a manera de un crédito no trasmisible “mortis causae”, ello por cuanto no existe
disposición legal que establezca lo contrario. Determinada la existencia de una incapacidad absoluta,
ésta extingue, por sí sola, la relación laboral imponiendo, simultáneamente, a cargo del principal la
obligación de indemnizar. (Del DFG 51.570 del 09/11/2010, al que adhirió la Sala)
CNAT Sala IX Expte. N° 35.234/07 Sent. Def. Nº 15.707 del 30/11/2010 “Peralta, Raúl Alberto
c/Consorcio de Propietarios del Edificio O´Higgins 2791 s/indemnización art. 212” ( - )
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT párrafo 4º. Indemnización especial. Incapacidad absoluta.
Parámetros.
Si bien el párrafo 4 del art. 212 de la LCT no establece un grado concreto de minusvalía a los fines de
determinar la existencia de una incapacidad absoluta, dicha valoración debe efectuarse en función de
las concretas circunstancias personales del trabajador y la posibilidad de desempeñar su actividad
habitual o sustituir ésta por otra compatible con sus aptitudes profesionales.
CNAT Sala II Expte Nº 3.660/08 Sent. Def. Nº 99.282 del 31/05/2011 “Carmona, Daniel Alberto
c/Consorcio de Propietarios del Edificio José Andrés Pacheco de Melo 2541/2543/2545
s/indemnización art. 212 LCT”. (Maza – González)
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Solicitud de la indemnización del art. 212 4° párrafo.
Improcedencia del argumento sobre la concesión de una jubilación por invalidez.
Imposibilidad de acumular sistemas legales diferentes.
Si bien el informe médico arrojó una incapacidad del 3% del aparato locomotor debido a una
limitación parcial de la movilidad del tobillo derecho del actor, dicho porcentaje no constituye una
incapacidad absoluta que habilitaría la aplicación al caso de lo dispuesto en el art.212 4° párrafo.
Tampoco resulta un argumento de relevancia la concesión de la jubilación por invalidez por parte de
la ANSES, puesto que estamos en presencia de instituciones distintas, reguladas por sistemas
legales diversos. El empleador no tiene posibilidad de ser parte del expediente previsional,
careciendo de esta forma de la garantía de bilateralidad que integra el derecho de defensa (art. 18
CN).
CNAT Sala IX Expte. N° 28.131/09 Sent. Def. Nº 17.339 del 30/09/2011 “Montero, Mariano Nicolás
c/Telefónica de Argentina SA y otro s/despido”. (Pompa - Balestrini).
Enfermedad inculpable. Art 212 cuarto párrafo LCT. Afección psicológica. Indemnización
especial. Subsiste en caso de renuncia o despido posterior.
El carácter crónico de la enfermedad de la actora en modo alguno permite exceptuarla del pago de la
reparación prevista por el cuarto párrafo del art. 212 de la LCT. En efecto, si el trabajador se
incapacita en forma absoluta durante la relación laboral adquiere el derecho a la indemnización. Este
derecho no se ve afectado por los actos disolutorios posteriores a la aparición de la minusvalía, como
la renuncia o el despido.
CNAT Sala I Expte Nº 41153/09 Sent. Def. Nº 88.104 del 28/09/2012 “Mendoza, Delia Aida c/
Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP) s/ Indemnización art.
212”. (Vázquez - Vilela)
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo 4º. Indemnización. Requisitos para su procedencia.
Para que la indemnización del art. 212 de la LCT sea procedente, es necesario que se cumplan dos
requisitos, a saber: que la incapacidad sea absoluta y que esté vigente la relación laboral al momento
en que la incapacidad del trabajador se haya configurado, requisitos ambos que se encuentran
cumplidos. En este sentido, la circunstancia que el empleado sufra una incapacidad absoluta al
momento en que el contrato de trabajo se extingue, es suficiente para que tenga derecho a percibir la
“indemnización” que establece el art. 212 párrafo 4to. LCT, cualquiera sea la causa a través de la cual
se opera la resolución contractual, no enervando este derecho la forma en que pueda exteriorizarse la
extinción del vínculo, lo que resulta irrelevante pues en este supuesto el contrato se extingue por falta
de objeto.
CNAT Sala VII Expte Nº 16.166/2010 Sent. Def. Nº 44.857 del 19/11/2012 “Gutiérrez, Félix Antonio c/
Crucero del Norte SRL y otro s/ Indemnización art 212” (Rodríguez Brunengo - Ferreiros)
26
Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT 4º párrafo. Indemnización especial.
En el caso, la empleadora alega la falta de legitimación de la cónyuge del trabajador para percibir la
indemnización con fundamento en el art. 212 4º párr. Dado la gravedad de su estado de salud
(finalmente el trabajador fallece) y la imposibilidad física de que el trabajador reclamara por sí, fue la
esposa quien en vida de aquél cursó el intercambio telegráfico y, en definitiva, realizó las gestiones
tendientes a la vigencia y efectivización de los derechos laborales que al trabajador asistían, así como
–en definitiva- a su grupo familiar. Ninguno de los extremos señalados (carácter de derechohabientes,
trabajador sostén del grupo familiar e imposibilidad física del dependiente) han sido rebatidos o
desvirtuados por la demandada. Cabe concluir que no se puede desconocer el derecho de los actores
a la percepción de los rubros indemnizatorios (artículo citado). (REVISAR REDACCIÓN)
CNAT Sala IX Expte. Nº 19.362/2010 Sent. Def. Nº 18.751 del 31/07/2013 “Benítez, Catalina y
otros c/Modo SA s/indemnización art. 212”. (Pompa - Balestrini)
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT párrafo 4º. Indemnización especial. Trabajador que
renunció para acogerse al beneficio jubilatorio. Incapacidad absoluta.
Si el actor padecía incapacidad absoluta estando vigente el período de espera previsto en el art.
211 LCT, tiene derecho a percibir la indemnización prevista en el cuarto párrafo del art. 212 del
mismo cuerpo legal, sin importar que hubiera renunciado para acogerse al beneficio jubilatorio por
invalidez previsto por la ley 20.745, siempre que pruebe que estaba absolutamente incapacitado
antes de ese acto formal de rescisión, y sin resultar relevante el carácter crónico de la enfermedad.
Por ello, y habiendo probado que se encontraba definitivamente incapacitado durante la vigencia
del vínculo laboral, más allá del carácter de la misma, es indudable que tenía derecho a la
indemnización del art. 212 LCT.
CNAT Sala I Expte. Nº 30.194/2010 Sent. Def. Nº 89.305 del 23/10/2013 “Luna, Claudio Daniel
c/Lotería Nacional SE s/indemnización art. 212 LCT”. (Vázquez - Pasten).
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT 4º párrafo. Indemnización especial en el supuesto de
incapacidad absoluta.
El inc. 4 del art. 212 LCT prevé el caso en que el trabajador no pueda reincorporarse a su trabajo
por padecer una incapacidad definitiva total (absoluta), es decir aquélla que equivale al 66% o más
de la capacidad obrera total que le impide desarrollar cualquier actividad productiva. La
incapacidad a la que se refiere el inc. 4 del art. 212 LCT abarca toda disminución física o psíquica
que afecte al trabajador impidiéndole reintegrarse al mercado laboral en condiciones de
competitividad. No se exige una minusvalía que no le impida hacer nada, sino que le impida
realizar una labor en las condiciones de intensidad y continuidad que todo trabajo requiere
afectando definitivamente su capacidad de ganancia. Allí la ley establece que en ese caso el
empleador deberá abonarle una indemnización de monto igual a la expresada en el art. 245 LCT.
Esta prestación es una compensación al trabajador por la incapacidad en que haya caído y que le
impide continuar no ya la relación individual sino su incorporación al mercado de trabajo general.
Se trata de una indemnización tarifada en relación con la antigüedad del trabajador que pone
particular énfasis en el empleo que pierde.
CNAT Sala VII Expte. Nº 40.070/2010 Sent. Def. Nº 46.366 del 28/02/2014 “Lescano, Segundo
Antonio c/Mapuche Country Club Asociación Civil s/despido”. (Ferreirós - Rodríguez Brunengo).
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Indemnización especial. Excepción al principio del 4to
párrafo. Situación particular.
Si bien el art. 212 LCT no establece pautas numéricas para determinar lo que debe entenderse, en
su contexto, por incapacidad absoluta, no puede dejar de advertirse que en un supuesto tan
particular como el del caso, la situación física de la actora no permite ejercer trabajo alguno. De allí
que corresponda aplicar la solución del art. 212, 4º párrafo. (En el caso, la actora padece como
consecuencia de un traumatismo cerrado de cráneo -producto de la caída de espaldas de una
escalera en ocasión de una prestación laboral- un cuadro de hipoacusia postraumática con
acufenos permanentes - fenómeno de Tullio -, lo cual implica que su nivel de confort sonoro es de
30 o 40 decibeles, cuando el de una persona normal es de 90 o 100 decibeles, lo que le ocasiona
crisis de vértigo y nistagmos desencadenados por un estímulo sonoro de alta intensidad. Como
consecuencia del cuadro posee una incapacidad del 46,66% de la total obrera).
CNAT Sala VI Expte. Nº 41.922/2011 Sent. Def. Nº 66.490 del 26/06/2014 “Zabala, María Celina
c/Radio y Televisión Argentina SE y otro s/accidente - acción civil”. (Craig - Raffaghelli).
Enfermedad inculpable. Art 212 LCT. Incapacidad absoluta. Minusvalía inferior al 66% T.O.
Excepción.
La incapacidad absoluta a la que hace referencia el art. 212 LCT es aquella que no permite al
trabajador la realización de tareas que cumplía ni otras adecuadas a su situación deficitaria dentro
de la organización empresarial (ver S.D. Nº 20170 de esta Sala X del 23/08/2012 en autos
“Chávez, Esther c/ Cerraduras y Laminación S.A. s/ indemnización art. 212”, entre otras). Por ende,
pese a que del dictamen médico practicado se desprende que posee una incapacidad del 49 % de
la T.O, sin alcanzar el 66 % requerido por la normativa aludida, el hecho de que el actor era un
hombre de 50 años imposibilitado de deambular correctamente por tener seriamente afectado su
miembro inferior izquierdo; que se encontraba imposibilitado de superar un examen médico
27
preocupacional; que persistía un proceso infeccioso en su rodilla con perspectiva de degeneración
meniscal sin posibilidad de cura pero sí de agravamiento del mal; que el actor gozó de un año de
licencia por enfermedad y entró en reserva de puesto de trabajo en dos ocasiones y que intentó
volver a prestar servicios con bastón o muletas, revelan la imposibilidad fáctica de que se hubiera
podido reintegrar a la empresa en una tarea redituable. En consecuencia la aludida minusvalía del
49% debe ser calificada como absoluta en los términos del 4º párr. del art. 212 LCT.
CNAT Sala X Expte Nº 25.956/2011 Sent. Def. Nº 23.038 del 28/11/2014 “Diessler, Miguel Ángel c/
Metrovías S.A. s/ despido” (Corach - Brandolino)
e) Compatibilidad o incompatibilidad con otras indemnizaciones.
Enfermedad inculpable. Integración del mes de despido. Improcedencia.
La “integración del mes de despido” no está prevista por el art. 212 de la LCT toda vez que
dicho instituto constituye un complemento de la indemnización sustitutiva del preaviso,
institución cuya procedencia queda descartada cuando se trata de casos de incapacidad
absoluta pues elimina toda posibilidad de que el trabajador obtenga otra ocupación, por lo
que la institución del preaviso carece de sentido.
CNAT Sala X Expte N° 15.436/01 Sent. Def. Nº 11.038 del 26/9/2002 « Villanueva,
Horacio c/ Olchansky, Aron s/ indemnización art. 212” (Corach - Scotti)
Enfermedad inculpable. Muerte del trabajador. Multa art. 2 ley 25323.
La multa que establece el art. 2 de la ley 25323 es un concepto a cuyo reclamo está
legitimado el trabajador, y por tratarse de una penalidad, no es susceptible de
interpretaciones extensivas o analógicas. En el caso, el trabajador, fallecido, no había
realizado la intimación correspondiente, y no resulta eficaz, a tal efecto, la realizada por
sus derechohabientes.
CNAT Sala II Expte N° 5072/01 Sent. Def. Nº 94.602 2/11/2006 « Graib Kehoe, María por
sí y en representación de sus hijos c/ Produmet San Luis SA y otros s/ despido” (Pirolo González)
Enfermedad inculpable. No otorgamiento de tareas acordes. Despido arbitrario.
Multa del art. 2 ley 25323. Procedencia.
Al no probar la empleadora la imposibilidad de otorgarle al trabajador tareas acordes a su
capacidad disminuida se la condenó al pago de una indemnización igual a la prevista en el
art. 245 LCT (con. art. 212 LCT, 3° párrafo). No se trató pues de un hecho ajeno a la
voluntad de la accionada (como los previstos en los arts. 212 4° párrafo y 248 LCT), ya
que fue ésta quien dispuso disolver el vínculo invocando la imposibilidad fáctica de
suministrar tareas que no probó. En tal contexto, la situación aparece enmarcada en un
supuesto especial de despido arbitrario, por lo que corresponde mantener la multa
contenida en el art. 2 de la ley 25323. (Del voto de la Dra. González, en mayoría).
CNAT Sala II Expte N° 23.259/01 Sent. Def. Nº 94.699 del 26/12/2006 “Arias, Ramón c/
Buenos Aires Refrescos SAT s/ accidente” (González - Pirolo - Maza).
Enfermedad inculpable. No otorgamiento de tareas acordes. Despido arbitrario.
Multa del art. 2 ley 25323. Improcedencia.
El modo de extinción previsto en cualquiera de las hipótesis contempladas en el art. 212
LCT no es el que proviene de la simple voluntad unilateral de alguna de las partes, sino de
la confluencia de un factor no imputable a ninguna de ellas (inhabilidad sobreviviente del
trabajador) con una circunstancia que puede o no ser imputable al empleador (si es que
hay posibilidad objetiva de reubicar al dependiente), a cuyo efecto la actitud remisa de
éste solo puede actuar como agravante del monto de la indemnización, pero no como
determinante exclusivo de la extinción que, aún en los supuestos en los que la
incapacidad es relativa, se origina en el estado de salud del trabajador. La indemnización
que, en el caso, la empleadora deuda al accionante es la del art. 212 3° párrafo de la LCT
y no la del art. 245 del mismo cuerpo legal; y la circunstancia de que la primera norma
remita para su determinación a la metodología de cálculo prevista en la segunda, no
puede hacer olvidar que se trata de indemnizaciones diferentes. Por ello no resulta
procedente la aplicación de la multa dispuesta por el art. 2 de la ley 25323. (Del voto el Dr.
Pirolo, en minoría).
CNAT Sala II Expte N° 23.259/01 Sent. Def. Nº 94.699 del 26/12/2006 “Arias, Ramón c/
Buenos Aires Refrescos SAT s/ accidente” (González - Pirolo - Maza).
Enfermedad inculpable. No otorgamiento de tareas acordes. Despido arbitrario.
Multa del art. 2 ley 25323. Procedencia.
El art. 2 de la ley 25323 agrava las consecuencias del despido imputable a la
responsabilidad patronal y, desde tal perspectiva, resulta inequívoco que la situación que
contempla el 3° párrafo del art. 212 de la LCT encuadra en dicha hipótesis, al punto que
prevé una reparación tarifada del daño -por remisión al art. 245 de la LCT- ante el
incumplimiento del empleador que, con su comportamiento antijurídico, impide que su
dependiente desarrolle tareas adecuadas a su condición deficitaria. (Del voto del Dr.
Maza, en mayoría).
28
Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
CNAT Sala II Expte N° 23.259/01 Sent. Def. Nº 94.699 del 26/12/2006 “Arias, Ramón c/
Buenos Aires Refrescos SAT s/ accidente” (González – Pirolo - Maza). En igual sentido,
Sala IV Expte N° 20.800/06 Sent. Def. Nº 93.650 del 16/10/2008 “Beltrán, Georgina c/
Disco SA s/ accidente” (Guisado - Zas) y Sala I Expte N° 33.995/07 Sent. Def. Nº 85.486
del 30/4/2009 “Paz, Oscar c/ Finexcor SRL s/ despido” (Vilela - González)
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Preaviso e integración. Procedencia. Remuneraciones
variables. Cálculo.
Sólo en la hipótesis del cuarto párrafo del art. 212 LCT, que regula el supuesto de
extinción de la relación laboral por imposibilidad absoluta de ejecución, no rige la
obligación de preavisar. Los supuestos de los párrafos 2° y 3° no excluyen tal obligación.,
conceptual y prácticamente adecuada a situaciones en las que el trabajador conserva un
grado de capacidad de trabajo que le permite aspirar a un nuevo empleo (CNAT Sala VIII
8/2/01 “Cecherini, Norberto c/ Línea 213 de Transporte “). En tal caso, para el cálculo del
preaviso omitido debe aplicarse el principio de “normalidad próxima”, computando el
promedio de remuneraciones obtenidas por el agente en el último semestre.
CNAT Sala IV Expte N° 29.443/05 Sent. Def. Nº 93.343 del 20/5/2008 « Bufo, Hugo c/
Sierras de Córdoba SA s/ despido” (Guisado - Moroni)
Enfermedad inculpable. Incapacidad. Procedencia de la indemnización agravada.
Si la demandada decidió despedir al actor invocando la aplicación de la normativa
contenida en el art. 212 LCT, tercer párrafo, el distracto quedó subsumido en los
lineamientos del art. 245 de la LCT y, en consecuencia, el trabajador debe percibir la
indemnización agravada conforme a las disposiciones del art. 16 de la ley 25561. El
debate que algunos autores han introducido acerca de la clase de despidos que quedan
aprehendidos en la norma no resulta relevante toda vez que la ley es clara cuando hace
referencia al despido sin causa justificada, lo que incluye a aquellos que se producen con
alegación de causa inexistente.
CNAT Sala VII Expte N° 11.604/06 Sent. Def. Nº 40.978 del 12/6/2008 « Ferrero, Juan c/
Coto CICSA s/ despido » (Rodríguez Brunengo - Ferreirós)
Enfermedad inculpable. Preaviso e integración del mes de despido. Procedencia.
La integralidad de la reparación prevista en el art. 212 de la LCT comprende no sólo el
rubro “indemnización por despido”, sino los conceptos anexos como son el preaviso y la
integración del mes de despido en virtud de que la actitud del empleador, en el caso, de no
otorgar tareas acordes a la incapacidad del dependiente, resulta asimilable a la decisión
de despedir sin causa.
CNAT Sala VII Expte N° 11.604/06 Sent. Def. Nº 40.978 del 12/6/2008 « Ferrero, Juan c/
Coto CICSA s/ despido » (Rodríguez Brunengo - Ferreirós)
Enfermedad inculpable. Incapacidad. Arts 212 y 245 LCT.
Habida cuenta que la indemnización del art. 212 LCT responde a la misma causa
contemplada en el art. 245 LCT - ruptura del contrato de trabajo - ambas no resultan
acumulables.
CNAT Sala I Expte N° 9660/05 Sent. Def. Nº 85.235 del 23/7/2008 “López, Diego c/
Correo Argentino SA y otro s/ despido” (Vilela - González).En el mismo sentido, Sala VI
Expte N° 21.224/06 Sent. Def. Nº 61.356 del 8/5/2009 “Villafañe, Antonio c/ Fibraltex SA y
otro s/ accidente” (Fontana - Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo 4. Trabajador decide disolver relación
laboral. Improcedencia art. 2 25.323.
La indemnización del art. 212 cuarto párrafo de la ley laboral constituye una prestación de la
seguridad social que el legislador hace recaer sobre el empleador y por ende, su naturaleza es
evidentemente disímil a la del art. 245 que regula la indemnización por despido, aunque resulten
coincidentes las pautas para el cálculo indemnizatorio en razón del reenvío utilizado por la norma
legal. De este modo, la indemnización del mentado art. 212 resarce la extinción del contrato de
trabajo por resultar imposible su subsistencia en atención a que el trabajador se encuentra
absolutamente impedido para prestar servicios, lo cual alude a una causal autónoma de extinción
contractual que opera con independencia de cualquier otra pues comprende incluso la renuncia al
empleo, debiendo en tal supuesto abonarse la indemnización por incapacidad “absoluta”. En cambio,
la finalidad perseguida por el legislador del art. 2º de la ley 25.323 es diferente por cuanto sanciona al
empleador moroso con un incremento indemnizatorio ante la presencia de un despido sin justa causa,
sea directo o indirecto (arts. 242 y 246 LCT), que obliga al trabajador a iniciar una acción judicial o una
instancia previa obligatoria para lograr el cobro de su crédito. Tal situación evidencia la necesidad de
que el contrato de trabajo se haya extinguido por un incumplimiento contractual grave del empleador
que originó el despido (despido indirecto) o cuando la denuncia la produjo el empleador sin justa causa
para ello. Por lo tanto, de una interpretación teleológica de las normas en juego, cabe concluir que el
agravamiento indemnizatorio del art. 2º de la ley 25.323 no resulta de aplicación cuando, como en el
presente caso, es el trabajador el que decidió disolver la relación laboral al hallarse impedido de
29
prestar servicios por una incapacidad “absoluta” en los términos del art. 212 cuarto párrafo de la ley de
contrato de trabajo.
CNAT Sala X Expte Nº 28.242/06 Sent. Def. Nº 18.494 del 12/5/2011 “Soto, Roque c/Roca Argentina
SA y otros s/ accidente – acción civil” (Stortini – Corach)
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo 4. Procedencia del art. 2 ley 25323.
Más allá de que el supuesto extintivo de la relación contemplado en el 4to. párrafo del art. 212 de
la LCT (ante la imposibilidad de continuar la relación por incapacidad absoluta del trabajador),
configurado en el caso en análisis, posee naturaleza disímil a la finalidad del que persigue el art.
245 del citado cuerpo legal, que es la indemnización por despido incausado, esta circunstancia no
obsta la procedencia del incremento previsto por el art. 2 de la ley 25.323 por cuanto dicha norma
deviene aplicable a las consecuencias jurídicas o efectos contractuales que no hayan sido
cumplidos por el empleador debidamente intimado. La norma apunta a morigerar el daño que
se produce al trabajador cuando no se cumple lo debido y a poner un marco diferencial entre el
empleador que cumple con las indemnizaciones previstas en la ley y aquél que se toma los
tiempos judiciales, aun sabiendo que debe pagar (conf. ERREPAR, Nº 185, enero/01, T. XV,
"Nuevo régimen de indemnizaciones laborales establecido por la Ley 25.323", Dra. E.M.
Ferreirós).
CNAT Sala VII Expte Nº 36.159/09 Sent. Def. Nº 43.763 del 31/8/2011 “Navarro, Julio Luciana
c/Pesquera Santa Margarita SA s/despido” (Ferreirós – Rodríguez Brunengo). En el mismo sentido,
Sala VII Expte Nº 40.070/2010 Sent. Def. Nº 46.366 del 28/2/2014 “Lescano, Segundo Antonio
c/Mapuche Country Club Asoc. Civil s/despido” (Ferreirós – Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo 3º. Procedencia del art. 2 de la ley 25.323
La indemnización prevista por el 3° párrafo del art. 212 LCT constituye una sanción para el
empleador que deliberadamente omite el cumplimiento de sus obligaciones, que en lo específico
se traducen en dar ocupación a su dependiente en tareas compatibles a su nueva aptitud
psicofísica. La inexistencia de tareas de tal índole es un hecho cuya prueba corresponde al
empleador, si éste intenta por esa vía eximirse de pagar la indemnización completa del art.
245 LCT. El art. 2 de la ley 25.323 agrava las consecuencias del despido imputable a la
responsabilidad patronal y, desde tal perspectiva, resulta inequívoco que la situación que
contempla el mentado art. 212, tercer párrafo de la LCT encuadra en dicha hipótesis, al punto
que prevé una reparación tarifada del daño - por remisión al art. 245 de dicho cuerpo
normativo- ante el incumplimiento del empleador que, con su comportamiento antijurídico,
impide que su dependiente desarrolle tareas adecuadas a su condición deficitaria. (En el caso,
la empleadora decidió despedir al trabajador de manera automática al quedar con una
capacidad laboral disminuida luego de un accidente laboral, sin siquiera invocar -y menos aún
probar- la imposibilidad fáctica de asignarle tareas livianas acordes con su capacidad
disminuida).
CNAT Sala IX Expte Nº 8062/09 Sent. Def. Nº 17.506 del 12/12/2011 “Zabala, Héctor Daniel
c/Westfalia Separator Argentina SA y otro s/accidente – acción civil” (Balestrini – Pompa). En el
mismo sentido, Sala IV Expte Nº 18.216/2010 Sent. Def. Nº 98.316 del 30/9/2014 “Palacio, Hugo
Raúl c/Metalpar Argentina SA s/despido” (Marino – Pinto Varela)
Enfermedad inculpable. Inaplicabilidad art. 2 ley 25323 en caso de art. 212 LCT
párrafo 4º.
El recargo del art. 2 de la ley 25323 se encuentra limitado a los supuestos de despidos en
los que el empleador resulta moroso en el pago de las indemnizaciones previstas en los
arts. 232, 233, 245 y 6 y 7 de la ley 25.013. Pero si la extinción del vínculo contractual se
operó en virtud de lo normado en el art. 212, 4° párrafo LCT, el hecho de que deba
abonarse una indemnización igual a la contemplada en el art. 245 LCT no autoriza a hacer
una interpretación extensiva del incremento del art. 2º de la ley 25.323.
CNAT Sala IV Expte Nº 7589/2011 Sent. Def. Nº 97.968 del 30/5/2014 “Serrano, Domingo
Faustino c/Laboratorios Elea SA s/despido” (Guisado – Pinto Varela)
Enfermedad inculpable. Inaplicabilidad art. 2 ley 25323 en caso de art. 212 LCT
párrafo 4º.
Resulta improcedente el incremento indemnizatorio consignado en el artículo 2º de la ley
25.323 cuando la extinción del contrato de trabajo operó en virtud de lo normado en el
artículo 212, cuarto párrafo, de la ley de contrato de trabajo, pues el hecho que deba
abonarse una indemnización igual a la contemplada en el artículo 245, de la citada norma,
no autoriza a hacer una interpretación extensiva del referido incremento (esta Sala in re
"Boccolini, Rene c/ Sebamar SA y otros s/ cobro de salarios", S.D. 81.691 del 13/5/04).
CNAT Sala I Expte Nº 6855/2010 Sent. Def. Nº 90.325 del 12/11/2014 “Aguirre, Samuel
c/Zeliz SA s/despido” (Vázquez – Pasten de Ishihara)
Enfermedad inculpable. Inaplicabilidad art. 2 ley 25323 en caso de art. 212 LCT
párrafo 4º.
Resulta improcedente el incremento indemnizatorio del art. 2 de la Ley 25.323, pues dicho
recargo se encuentra supeditado a los supuestos de despidos en los que el empleador
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Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
resulta moroso de las indemnizaciones previstas en los arts.232, 233, 245 y 6 y 7 de la
Ley 25.013. Pero si, como en el caso, la extinción del vínculo contractual se operó en
virtud de lo normado en el art.212 4° párrafo LCT, el hecho de que deba abonarse una
indemnización igual a la contemplada en el art.245 LCT no autoriza a hacer una
interpretación extensiva del incremento del art. 2 de la ley citada.
CNAT Sala VI Expte Nº CNT 35.467/2010/CA1 Sent. Def. Nº 67.220 del 12/2/2015
“Espíndola, Liliana Alicia c/Cía. Arg. De Seguro de Crédito a la Exportación SA s/despido”
(Craig – Raffaghelli)
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Inaplicabilidad art. 2 ley 25323 en caso de art. 212 LCT
párrafo tercero.
Si el vínculo laboral finalizó conforme lo previsto en el tercer párrafo del art. 212 LCT, sin
perjuicio que la indemnización allí prevista remita al monto referido en el art. 245 de la
misma ley, e implica que el contrato se rescinde por la causal prevista en el primero, lo
cierto es que el artículo 2 de la Ley 25.323 establece una sanción para el empleador que,
habiendo sido fehacientemente intimado por el trabajador al pago de las indemnizaciones
allí mencionadas, obligare a este último a iniciar una acción para percibirlas. Por ende, es
clara la letra de la ley al establecer que las indemnizaciones cuya falta de pago sanciona
son las previstas en los artículos 232, 233 y 245 de la LCT (además de las contenidas en
los artículos 6 y 7 de la Ley 25.013), o las que en un futuro las reemplacen. Si el legislador
pretendió incluir otras causas de ruptura del contrato generadoras de indemnización, lo
hubiera hecho expresamente. Como no lo hizo, no cabe sino interpretar la norma en el
sentido aludido.
CNAT Sala VIII Expte Nº CNT 21.905/2010/CA1 Sent. Def. del 18/6/2015 “Echeverz
Penella, Malena Elvira c/Interbaires SA s/despido” (Catardo – Pesino)
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo 3º. Procedencia del art. 2 de la ley 25.323
La indemnización del art. 212, párrafo 3º, de la LCT – a diferencia de la que prevé el párrafo 4to.
de la norma – constituye una sanción para el empleador que deliberadamente omite el
cumplimiento de su obligaciones, que, en lo especifico, se traduce en dar ocupación a su
dependiente en tareas compatibles a su nueva aptitud psicofísica. La inexistencia de tareas de tal
índole es un hecho cuya prueba – insisto– corresponde al empleador. A su vez, el art. 2º de la ley
25.323, como es sabido, agrava las consecuencias del despido imputable a responsabilidad
patronal y, desde esta perspectiva, lógico es concluir que resulta inequívoco que la situación que
contempla el art. 212, tercer párrafo, de la LCT encuadra la hipótesis prevista en el citada norma
legal
CNAT Sala VI Expte Nº CNT 37.61/2010/CA1 Sent. Def. Nº 68.115 del 3/12/2015 “Robol, Liliana
Beatriz c/Labesta SA y otros s/despido” (Raffaghelli – Craig)
Enfermedad inculpable. Art. 212 párrafo 4º. Procedencia del art. 2 de la ley 25.323.
Si bien es cierto que el supuesto extintivo de la relación contemplado en el 4to. párrafo del art. 212
de la LCT (ante la imposibilidad de continuar la relación por incapacidad absoluta del trabajador),
configurado en el caso en análisis, posee naturaleza disímil a la finalidad del que persigue el art.
245 del citado cuerpo legal, que es la indemnización por despido incausado, ello no obsta la
procedencia del incremento previsto por el art. 2 de la ley 25.345. Ello es así porque la mencionada
norma deviene aplicable a las consecuencias jurídicas o efectos contractuales que no hayan
sido cumplidos por el empleador debidamente intimado. La norma apunta a morigerar el daño
que se produce al trabajador cuando no se cumple lo debido y a poner un marco diferencial
entre el empleador que cumple con las indemnizaciones previstas en la ley y aquél que se toma
los tiempos judiciales, aun sabiendo que debe pagar (conf. ERREPAR, Nº 185, enero/01, T. XV,
"Nuevo Régimen de Indemnizaciones Laborales Establecido por la Ley 25.323", Dra. Estela M.
Ferreirós). Por ende, si el actor intimó fehacientemente y debió iniciar el presente juicio para poder
obtener el cobro, resulta acreedor del incremento indemnizatorio allí establecido.
CNAT Sala VII Expte Nº 48.419/2014 Sent. Def. Nº 48.759 del 19/4/2016 “Lugones, Leonardo Luis
c/El Espartano SA s/despido” (Ferreirós – Rodríguez Brunengo)
8.- Relación y diferencias entre normas de accidentes de trabajo y enfermedades inculpables.
Enfermedad inculpable. Relación con la LRT. Incapacidad temporaria. Art 208 LCT
La interrupción del trabajo que prevé la LCT art. 208 no se interrumpe ni desaparece
temporariamente porque el accidente haya ocurrido camino al trabajo - ni tampoco si hubiera
acaecido dentro del establecimiento del empleador-; dura en tanto dure la imposibilidad de prestar
servicios (con derecho a remuneración en los períodos allí fijados); y en este caso concreto el actor
recibió prestaciones dinerarias por un lapso que coincide con el máximo que prevé la LCT. Por
ende, cuando un trabajador sufre un accidente efectivamente incapacitante de cualquier tipo, no
puede -no debe- trabajar, está impedido de prestar servicios porque una afección incapacitante así
se lo impone, esa prestación de servicios legalmente se interrumpe por ese motivo y a partir del
momento mismo en que la incapacidad irrumpe (ya sea por remisión al texto del art. 13.1 L.R.T. o
del 208 LCT) no puede interrumpirse lo que ya está interrumpido, por el mismo motivo
31
incapacitante. Por lo tanto, debe confirmarse lo decidido en grado en cuanto a que, si durante todo
el año desde la primera manifestación invalidante la ART pagó las prestaciones dinerarias del art.
13 LRT, dicho pago debe ser interpretado en forma paralela como si se estuviera gozando de la
licencia por enfermedad inculpable que prevé el art. 208 LCT y que, la circunstancia de que la
afección pueda haberse originado en un accidente in itinere no extiende la obligación de la
demandada más allá del período del art. 208 citado. (Del voto de la Dra. García Margalejo, en
mayoría)
CNAT Sala V Expte Nº 35.765/07 Sent. Def. Nº 72.795 del 30/11/2010 “Peralta, José Domingo c/El
Nuevo Halcón SA s/diferencias de salarios” (Zas – García Margalejo – Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Relación con la LRT. Incapacidad temporaria. Art. 208 LCT.
En lo que se refiere al tratamiento de la incapacidad temporaria, la relación entre la ley 24.557 y la
LCT es de complementación, produciéndose la acumulación de las prestaciones previstas en uno y
otro sistema (Ackerman, M., Tratado de Derecho del Trabajo, Rubinzal Culzoni, Tomo VI, pág.
747/748). En virtud de lo dispuesto por el art. 208 LCT y, dado que el Capítulo I del Título X de la
LCT al referirse a los accidentes y enfermedades inculpables engloba tanto las contingencias
ajenas como las vinculadas al trabajo al considerar que el vocablo “inculpables” evoca la falta de
culpa del trabajador (ver Ackerman, “Accidentes y enfermedades inculpables, Hammurabi, Buenos
Aires, 1985, t. I. ps. 69 y ss y Maza, “Reflexiones sobre las relaciones de la ley 24.557 y los
artículos 208, 211 y 212 de la LCT a propósito de un pronunciamiento judicial” en Revista de
Derecho Laboral Nro. 2000-2, Extinción del Contrato de Trabajo-II, Rubinzal Culzoni, pág.
381/417), nada obsta a que, una vez vencido el plazo de un año estipulado por el art. 7 inc. c de la
ley 24.557 y manteniéndose para la LCT la situación de incapacidad temporaria comience a correr
el plazo de licencia paga del art. 208 de la LCT. (Del voto del Dr. Zas, en minoría)
CNAT Sala V Expte Nº 35.765/07 Sent. Def. Nº 72.795 del 30/11/2010 “Peralta, José Domingo c/El
Nuevo Halcón SA s/diferencias de salarios” (Zas – García Margalejo – Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Relación con la LRT. Incapacidad temporaria. Art. 208 LCT.
Si bien la regla del artículo 13.3 de la ley 24.557 cancela el derecho del trabajador a devengar
remuneración de su empleador durante el período de incapacidad laboral temporaria, de cara a la
literalidad de la regla del artículo 208 de la LCT, no resultaría arbitrario interpretar que el curso del
derecho a la remuneración durante 3, 6 o 12 meses –según corresponda- de acuerdo con lo
establecido en este último, debería comenzar al agotarse el plazo establecido en el artículo 7 de la
LRT” (Ackerman, ob. cit. pág. 752). Y es esta solución la que se adecua a la télesis de las normas
en juego pues nada obsta a que –debido a la complementación de ambas- una vez vencido el año
fijado fictamente por la LRT como cese de la incapacidad temporaria se torne operativo lo
dispuesto en la LCT para los casos de enfermedades inculpables. (Del voto del Dr. Zas, en
minoría)
CNAT Sala V Expte Nº 35.765/07 Sent. Def. Nº 72.795 del 30/11/2010 “Peralta, José Domingo c/El
Nuevo Halcón SA s/diferencias de salarios” (Zas – García Margalejo – Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Relación con la LRT. Incapacidad temporaria. Art. 208 LCT.
Las prestaciones dinerarias que debe abonar la ART conforme el art 13 de la ley 24.557 no son
equivalentes al salario al que se refiere el art. 208 de la LCT pues la primera se trata de una
prestación de pago mensual de cuantía igual al valor mensual del ingreso base (cfr. art. 12 LRT) en
tanto la segunda prevé que: “La remuneración que en estos casos corresponda abonar al
trabajador se liquidará conforme a la que perciba en el momento de la interrupción de los servicios,
con más los aumentos que durante el período de interrupción fueren acordados a los de su misma
categoría por aplicación de una norma legal, convención colectiva de trabajo o decisión del
empleador. Si el salario estuviere integrado por remuneraciones variables, se liquidará en cuanto a
esta parte según el promedio de los percibido en el último semestre de prestación de servicios, no
pudiendo, en ningún caso, la remuneración del trabajador enfermo o accidentado ser inferior a la
que hubiese percibido de no haberse operado el impedimento”. En efecto, esta última establece
una regla de garantía del nivel salarial que no está prevista en la LRT en tanto también son
diferentes la base de cálculo en uno y otro sistema por lo que no podría considerarse que una
suple a la otra en las particulares circunstancias del caso. Por ende, de la interpretación armónica y
complementaria de ambos regímenes no existe reparo legal alguno para hacer lugar al reclamo del
actor (pago de salarios por enfermedad a cargo del empleador) en tanto de conformidad con lo
dispuesto en el art. 9 de la LCT en caso de duda, debe efectuarse la interpretación más favorable
al trabajador. (Del voto del Dr. Zas, en minoría)
CNAT Sala V Expte Nº 35.765/07 Sent. Def. Nº 72.795 del 30/11/2010 “Peralta, José Domingo c/El
Nuevo Halcón SA s/diferencias de salarios” (Zas – García Margalejo – Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Incapacidad del art. 212 LCT. Diferencia con LRT.
Ante el planteo de la demandada relativo a que de la prueba pericial se advierte ausencia de relación
causal o concausal entre las afecciones detectadas por el perito y el factor laboral, y el hecho que
dichas afecciones no estén contempladas en la LRT, cabe aclarar que la incapacidad a la que se
refiere el art. 212, cuarto párrafo, de la LCT se apoya en presupuestos disímiles a los que tienen en
cuenta la ley especial de accidentes de trabajo, en tanto no exige demostración alguna sobre la
vinculación de la dolencia con el trabajo.
32
Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
CNAT Sala IV Expte. Nº 17.297/08 Sent. Def. Nº 96.382 del 22/06/2012 “Rolón, José Rubén
c/Antonio Espósito SA s/indemnización art. 212”. (Guisado - Pinto Varela).
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Trabajo marítimo. Pescador. Indemnización art. 212 LCT. Sentido
amplio. LRT.
El alto porcentaje de incapacidad sufrido por el actor conduce sin más al otorgamiento de la
indemnización prevista en el art. 212 4º párrafo de la LCT, resultando indiferente que la
incapacidad fuera originada en una enfermedad laboral o atribuible al trabajador, dado que el texto
legal en su primer párrafo se refiere al “accidente o enfermedad” sin distinción alguna, lo que ha
permitido otorgarla independientemente de su carácter y en forma acumulativa con una
indemnización originada en un accidente o enfermedad laboral. Así lo tiene resuelto la doctrina y
jurisprudencia coincidiendo en que el último párrafo del artículo referido debe ser entendido con un
sentido abarcador de otras posibles superposiciones, como la derivada de la indemnización de la
ley 24557 o del resarcimiento que prevé la ley común, ya que se trata de ámbitos jurídicos
diferentes en los que representa la misma incapacidad.
CNAT Sala VI Expte Nº 31.905/09 Sent. Def. Nº 64.903 del 06/03/2013 “Vera, Luis Alberto c/ Vieira
Argentina SA y otro s/despido”. (Raffaghelli – Fernández Madrid)
Enfermedad inculpable. Relación con la LRT.
La relación existente entre las normas sobre accidentes y enfermedades inculpables y el régimen
de reparación de daños a la salud del trabajador diseñado en la ley 24.557 es de
complementación, por cuanto coinciden sus ámbitos personales de aplicación y los presupuestos
de hecho de ambos sistemas, aunque difieran en los bienes jurídicos tutelados (cfr. Ackerman, M.,
Tratado de Derecho del Trabajo, Tomo VI, págs. 739 y sgtes., Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2007).
Desde la precitada perspectiva, el pago de las prestaciones dinerarias correspondientes al período
de la incapacidad laboral temporaria (ILT) que prevé el art. 7º de la LRT puede asimilarse en
cuanto a sus efectos al período de la incapacidad temporaria que regula el art. 208 de la LCT
respecto de las enfermedades y accidentes inculpables, de modo tal que procederá en forma
excluyente el pago de una u otra de ambas prestaciones según sea el caso (cfr. voto de la mayoría
integrada por los Dres. García Margalejo y Fernández Madríd, en SD 72.795 del 30/11/2010 en
autos “Peralta, José Domingo c/ El Nuevo Halcón S.A. s/ diferencias de salarios”, del registro de la
sala V de esta Cámara)
CNAT Sala X Expte Nº 29.861/09 Sent. Def. Nº 21.624 del 24/10/2013 “Durán, Beatriz Margarita
c/Lamerich SRL y otro s/despido” (Stortini – Corach)
Enfermedad inculpable. Prestación por incapacidad laboral temporaria y licencia por
enfermedad.
La prestación por incapacidad laboral temporaria que debe abonar la Aseguradora de Riesgos del
Trabajo reemplaza al salario que abona el empleador en el caso de goce de licencia por
enfermedad (conf. art. 208 LCT) pues la norma expresamente prevé que durante ese período no se
devengan remuneraciones por parte del empleador. Por ende, si el empleador – por no haber
efectuado la denuncia correspondiente a la ART- abonó los salarios por enfermedad a la
trabajadora, no corresponde condenar a la ART a abonar una prestación que ya fue percibida por
aquella, independientemente de quien la hubiera abonado, pues ello implicaría una duplicación
expresamente dejada de lado por la ley. Ello, por cuanto la prestación dineraria a cargo de la ART
reemplaza la obligación remuneratoria del empleador por lo que, aun cuando la empleadora no
hubiera invocado un pago parcial, no corresponde acumular la prestación a cargo de la ART.
CNAT Sala V Expte Nº 6867/09 Sent. Def. Nº 76.072 del 20/3/2014 “Grippo, Sabrina Alejandra
c/Jumbo Retail Argentina SA y otros s/despido” (Zas – Arias Gibert)
Enfermedad inculpable. Salario posterior. Art. 208 LCT. Enfermedad inculpable. La
obligación del pago de salarios recae sobre el empleador.
La situación de la demandada que ha reconocido el acaecimiento del accidente de trabajo
denunciado y no ha invocado ni demostrado la contratación de una ART, ni estar incluida en el
régimen de autoseguro, queda enmarcada en las previsiones del inc. 1) del art. 28 de la ley 24557
que establece que: “si el empleador no incluido en el régimen de autoseguro omitiera afiliarse a
una ART, responderá directamente ante los beneficiarios por las prestaciones previstas en esta
ley”, (situación asumida por la ex empleadora desde el momento en que reconoce su obligación de
pagar salarios durante la licencia médica posterior al infortunio). La empleadora, una vez producida
la contingencia prevista en el art. 208 LCT, no puede sustraerse válidamente de la responsabilidad
que establece dicha norma, y la circunstancia de que la considerara relacionable o no con un
accidente no la exime de esa obligación, sobre todo cuando no existan dudas que se trató de un
accidente “inculpable” y que no se hubiera denunciado que por haber contratado una ART, debía
ser ésta la obligada al pago en los términos del art. 13 de la LRT.
CNAT Sala II Expte Nº 9713/2012 Sent. Def. Nº 104.256 del 30/03/2015 “Achával, Roberto c/
Amercon S.A y otro s/ ley 22250” (Pirolo - Maza)
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9.- Despido del trabajador (directo/indirecto).
Fallos CSJN
Enfermedad inculpable. Recurso extraordinario. Sentencia arbitraria. Procedencia
del recurso. Contradicción.
Corresponde dejar sin efecto la sentencia que hizo lugar a las indemnizaciones
determinadas por el art. 213 LCT, pues resulta contradictorio admitir que el pago de los
salarios hasta el vencimiento del plazo de interrupción por enfermedad inculpable puede
considerarse una prestación de seguridad social, ya que cubre riesgos de subsistencia, y
al mismo tiempo extender la obligación de solventarlos con posterioridad al otorgamiento
del beneficio jubilatorio.
CSJN “López, Alberto Raúl c/Kenia SA y otro” – T. 308 P. 2630 – 23/12/1986.Enfermedad inculpable. Contrato de trabajo. Art. 213 LCT.
La finalidad del art. 213 LCT es proteger al trabajador dependiente contra el despido
arbitrario durante el periodo de enfermedad, pero no penalizar al empleador imponiéndole
una carga que se prolongue más allá del lapso de duración de esa misma protección.
CSJN “López, Alberto Raúl c/Kenia SA y otro” – T. 308 P. 2630 – 23/12/1986.Fallos CNAT
Enfermedad inculpable. Art. 213 LCT. Despido indirecto.
Aun cuando es cierto que el art 213 expresamente dispone “…si el empleador despidiese
al trabajador durante el plazo de las interrupciones pagas por accidente o enfermedad
inculpable…”, no existe impedimento para equiparar esta situación a la del despido
indirecto. El art. 242 LCT reconoce al trabajador la posibilidad de disolver el vínculo laboral
cuando se origina una situación injuriosa de la cual se trasunta la voluntad del principal de
extinguir la relación. Esa voluntad “presunta” permite asimilar, en todos sus efectos, la
situación del trabajador que se considera despedido con aquél que lo fue mediante acto
expreso del empleador. (Conf CNAT Sala III sent del 26/8/93 “Fernández, Blas c/ Dota SA
de Transporte Automotor”).
CNAT Sala VII Expte N° 16431/04 Sent. Def. Nº 40.203 del 22/6/2007 « Torrez Zeballos,
Hugo c/ DOTA SA de Transporte Automotor s/ despido » (Ferreirós - Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Despido del trabajador. Salarios caídos. Prueba de la
enfermedad.
Conforme surge del art. 213 LCT, acreditación mediante, se otorga derecho al trabajador
para que perciba, amén de las indemnizaciones por despido, los salarios correspondientes
a todo el período en que estuviese imposibilitado de prestar servicios por causa de su
patología y/o el mayor lapso prescripto por el art. 208 de la LCT. Nuestro más Alto Tribunal
ha dicho que la finalidad del art 213 LCT es proteger al dependiente contra el despido
arbitrario durante el período de enfermedad, pero no penalizar al empleador imponiéndole
una carga que se prolongue más allá del lapso de duración de esa misma protección (conf
CSJN 23/12/86 “López c/ Kenia SA” Fallos 308:2630). Dado que una vez producida la
desvinculación del trabajador éste ya no se encuentra sujeto al control del patrono, la
norma citada, in fine, pone a su cargo la prueba de que continúa enfermo e imposibilitado
de trabajar.
CNAT Sala II Expte N° 9570/05 Sent. Def. Nº 95.092 del 29/6/2007 « Mouro, Manuel c/
Artes Gráficas Rioplatenses SA s/ despido » (Maza - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Falta de notificación al actor de su situación de período de
reserva. Despido arbitrario.
Si bien la empleadora cumplimentó el pago de salarios por enfermedad durante el lapso
correspondiente (en el caso, tres meses) y procedió a reservarle el puesto al trabajador
por el término de un año, procedió a efectivizar el despido directamente vencido ese plazo.
No se configuró entonces ninguno de los supuestos del art. 212 que es el que
complementa la regulación del art. 211, ambos de la LCT, en lo atinente a las
circunstancias que puedan darse estando vigente el plazo de conservación del empleo.
Para más, tampoco notificó al actor que había quedado enmarcada su situación en el
período de reserva del puesto ante el vencimiento de la licencia paga por enfermedad
decidiendo no pagar más los salarios y vencido el año, resolver el vínculo. Sin duda tal
comportamiento no se ajusta a lo normado en los arts. 63 y 63 de la LCT.
CNAT Sala VII Expte N° 14.610/04 Sent. Def. Nº 40.245 del 2/7/2007 « Olguín, Javier c/
Formatos Eficientes SA y otro s/ despido » (Rodríguez Brunengo - Ferreirós)
Enfermedad inculpable. Despido del delegado gremial. Invalidez.
El trabajador, delegado gremial, portaba una incapacidad que le impedía realizar sus
tareas habituales. La demandada encuadró la situación en el 2° párrafo del art. 212 LCT y
le notificó el distracto laboral con causa justificada poniendo a su disposición la
indemnización establecida en el art. 247 del mismo cuerpo legal. En ese contexto es
necesario tener en cuenta que todo intento de afectar el contrato de trabajo, ya sea su
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Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
modificación o su extinción debe transitar por el procedimiento de exclusión de tutela
previsto en el art. 52 de la ley 23551.Por ello, en el caso, correspondía que la demandada
interpusiera una acción sumarísima en la cual expusiera su posición.
CNAT Sala V Expte N° 20.240/06 Sent. Def. Nº 70.666 del 16/5/2008 « Junco, Tomás c/
Andrés Lagomarsino e hijos SA s/ juicio sumarísimo” (Zas - García Margalejo)
Enfermedad inculpable. Despido del trabajador. Salarios caídos.
Si bien el despido se configuró mientras el accionante se encontraba con uso de licencia
por enfermedad, con fecha de reinicio de la actividad laboral, conforme el art. 213 LCT el
despido es válido, pero los salarios se deben hasta que termine el lapso pago o se dé de
alta al trabajador.
CNAT Sala VI Expte N° 14.991/05 Sent. Def. Nº 61.203 del 9/3/2009 « Vega, José c/ ISE
SA s/ despido » (Fernández Madrid - Fontana)
USO OFICIAL
Enfermedad inculpable. Abandono de trabajo. Improcedencia.
El abandono de trabajo es un instituto que encierra renuncia y es por ello que el legislador
ha introducido el recaudo de la puesta en mora con requerimiento expreso. No puede
funcionar tal instituto que presume que el trabajador ha querido abdicar del puesto de
trabajo, mientras haya requerimientos concretos y actuales que revelan la vocación de
continuidad, y menos puede inferirse cuando un trabajador se encuentra enfermo.
CNAT Sala VII Expte N° 34.412/07 Sent. Def. Nº 41.725 del 20/4/2009 « Solís, Elida c/
UPCN Seccional Río Negro s/despido” (Ferreirós - Rodríguez Brunengo)
Enfermedad inculpable. Art. 208 LCT. Distracto del trabajador cuando aún no se le había
otorgado el alta médica.
El trabajador que es despedido estando en uso de licencia médica, y cuando aún no se le ha
otorgado el alta, resulta acreedor al pago de los salarios posteriores al distracto devengados hasta el
alta médica (art. 213 LCT). Si bien la ley sólo menciona la continuidad del pago de los salarios
correspondientes a todo el tiempo que faltare para el vencimiento de la licencia o alta médica, sin
aclarar si ello implica también mantener la asistencia médica del trabajador, resulta evidente que éste
tiene derecho a mantener la prepaga hasta la finalización de su licencia por enfermedad.
CNAT Sala II Expte. N° 3.715/09 Sent. Def. N° 100.194 del 29/02/2012 « Brizuela, José Ramón
c/Fundación Universidad Argentina de la Empresa s/despido”. (González - Pirolo).
Enfermedad inculpable. Despido sin alta médica. Art. 213 LCT.
Si en el caso existió una contradicción evidente entre el diagnóstico del servicio médico de la
demandada y del médico personal del actor, es evidente que la empresa –que tenía conocimiento
de la nueva licencia otorgada al actor hasta el 9/7/08- debió arbitrar los medios, mediante la
realización de una junta médica, a fin de determinar el real estado de salud del accionante, con
anterioridad a disponer sin más la disolución del contrato de trabajo. De tal modo, si bien el
despido decidido por la empleadora nada tuvo que ver, al menos en apariencia, con la enfermedad
del actor, y tuvo como causa una reorganización empresaria, lo dispuesto por el art. 213 de la LCT
torna procedentes los salarios posteriores al despido, devengados hasta el 30/10/08.
CNAT Sala II Expte. N° 3.715/09 Sent. Def. N° 100.194 del 29/02/2012 « Brizuela, José Ramón
c/Fundación Universidad Argentina de la Empresa s/despido”. (González - Pirolo).
Enfermedad inculpable. Art. 208 LCT. Distracto del trabajador cuando aún no se le había
otorgado el alta médica. Pagos durante la enfermedad. Reparación del daño moral.
El art. 208 LCT dispone que la remuneración que en los casos de licencia por enfermedad o
accidente inculpable corresponde abonar al trabajador se liquidará conforme a la que perciba en el
momento de la interrupción de los servicios, con más los aumentos que durante tal período fueren
acordados a los de su misma categoría por aplicación de una norma legal, convención colectiva de
trabajo o decisión del empleador. En tal inteligencia, el pago durante la enfermedad de salarios
inferiores a los que le hubieran correspondido al trabajador por su categoría –sin justificación alguna-,
a lo que se agrega las vicisitudes que debió afrontar por la falta de cobertura médica (fue despedido
antes del alta médica) llevan a considerar procedente el pago de una suma en concepto de daño
moral.
CNAT Sala II Expte. N° 3.715/09 Sent. Def. N° 100.194 del 29/02/2012 « Brizuela, José Ramón
c/Fundación Universidad Argentina de la Empresa s/despido”. (González - Pirolo).
Enfermedad inculpable. Stress laboral. Reclamo de salarios caídos por enfermedad. Art. 213
LCT. Improcedencia.
Para que proceda el reclamo de los “salarios por enfermedad” el actor debe acreditar que en el
momento del despido se encontraba en la situación prevista en el art. 213 LCT, es decir que haya
operado durante el plazo de licencia paga por enfermedades inculpables, circunstancia que no se
encuentra demostrada en autos, ya que de los propios términos del actor se desprende que se
encontraba trabajando al momento del distracto.
CNAT Sala VI Expte Nº 32.051/08 Sent. Def. Nº 63.699 del 15/03/2012 “Mazzella, Walter Javier c/
Sobreaguas S.A. y otro s/accidente – acción civil”. (Fernández Madrid – Craig)
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Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Trabajador que al término de su licencia solicita tareas
livianas. Despido. Art. 213 LCT
El despido dispuesto por la empleadora del trabajador que se encontraba de licencia por enfermedad,
y aun vencido el período de reserva del puesto de trabajo continuaba incapacitado para prestar
tareas, resulta violatorio de los deberes establecidos en los arts. 62, 63 y 78 LCT, teniendo en cuenta
el pedido formulado por el trabajador para que se le otorgaran tareas acordes a su nueva capacidad.
Aun cuando la empleadora hubiera tenido dudas acerca de la condición física del actor para su
reincorporación, en modo alguno la habilitaba a rescindir sin más el contrato (art. 210 LCT).
CNAT Sala VI Expte. Nº 1.403/09 Sent. Def. Nº 63.952 del 27/04/2012 “Reales, Marcelo Oscar
c/Minera Alumbrera Limited s/despido”. (Craig - Raffaghelli).
Enfermedad inculpable. Tratamiento de fertilización asistida. Licencia por enfermedad. Art. 213
LCT.
Si la demandada conocía en forma fehaciente la fecha de iniciación del tratamiento de fertilización
asistida y en definitiva de la fecha en que se produciría la gestación, y el despido tuvo lugar luego
de llevado a cabo la fertilización del ovulo y de su implantación en el vientre materno, mientras la
trabajadora se encontraba de licencia por tal motivo, resulta procedente el reclamo en concepto de
salarios por enfermedad, máxime si del propio sistema informático de la empleadora surgía
acreditado que la actora se encontraba con licencia por enfermedad.
CNAT Sala VI Expte Nº 230/2010 Sent. Def. Nº 64.036 del 31/5/2013 “V.,G.M.I c/Grupo
Concesionario del Oeste SA s/despido” (Fernández Madrid – Raffaghelli)
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Salario posterior. Arts. 208 y 209 LCT. Trabajadora no se
encontraba en goce de la licencia cuando fue despedida. No art. 213 LCT.
De los arts. 209 y 210 de la LCT se desprende que el trabajador solo puede considerarse eximido de
la comunicación que exige el art. 209 –a la que está condicionado su derecho a percibir salarios por
enfermedad -, en caso de impedimento derivado de fuerza mayor. De modo que la mera acreditación
posterior de la existencia de una enfermedad no habilita el cobro de los salarios desde el momento de
su configuración si no se demuestra que esa enfermedad, por sus características y por su gravedad,
impidió que la trabajadora pudiera dar aviso de la imposibilidad de trabajar que supuestamente
derivaba de ella. En el caso, lo cierto es que a la fecha en que se produjo el despido, la actora no se
encontraba en goce de la licencia por enfermedad prevista en el art. 208 de la LCT, por lo que,
indudablemente, carece de derecho a percibir los salarios por enfermedad que contempla el art. 213
solo respecto a quienes sean despedidos en uso de esa licencia.
CNAT Sala II Expte Nº 39.286/08 Sent. Def. Nº 101.967 del 12/07/2013 “Borelli, Alicia Susana c/
Pabsa SA s/ Despido”. (Maza - Pirolo)
Enfermedad inculpable. Alta médica. Art. 213 LCT. Improcedencia.
Si el actor contaba con el alta médica pertinente, a pesar de la recomendación de efectuar tareas
livianas y no levantar peso y, a la luz de tan clara indicación médica, no puede considerarse en
modo alguno que la previsión de no levantar peso ni hacer tareas de esfuerzo denote que el actor
se encontraba inhabilitado de prestar servicios para la demandada ni, menos aún, que se
encontrara gozando de licencia por enfermedad alguna. Por lo tanto, no puede afirmarse que el
despido dispuesto por la empleadora se haya producido mientras el actor se encontraba gozando
licencia por enfermedad, por lo que, es evidente que el accionante carece de derecho a percibir el
beneficio previsto en el art. 213 de la LCT.
CNAT Sala II Expte Nº 1056/2011 Sent. Def. Nº 102.383 del 29/10/2013 “Esteche, Norberto
Fernando c/Marmicoc Argentina SA s/despido” (Pirolo – Maza)
Enfermedad inculpable. Art. 213 LT. Despido sin alta médica.
Si al momento de producirse el distracto la accionante no contaba con el alta médica, es decir, no
se hallaba posibilitada de prestar tareas, resultan procedentes los salarios por enfermedad
correspondientes hasta la fecha del alta respectiva. (conf. art. 213 LCT).
CNAT Sala VI Expte Nº 2797/2012 Sent. Def. Nº 65.800 del 31/10/2013 “Belfortti, Natalia Esther
c/Nextel Communication SRL s/despido” (Raffaghelli – Craig)
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Despido indirecto. Indemnización. Procedencia. Art.
213 LCT.
El trabajador se encontraba en uso de licencia legal por enfermedad en los términos del art. 208
LCT cuando, frente a la negativa de la demandada a reintegrarle las sumas reclamadas, debió
considerarse despedido, en tanto aquella causa justificó la ruptura del vínculo. En dicho contexto,
deviene procedente la indemnización prevista en el art. 213, toda vez que la norma no efectúa
distingo alguno para el supuesto de despido indirecto.
CNAT Sala VII Expte Nº 55.220/2011 Sent. Def. Nº 46.223 del 30/12/2013 “Espinosa, Rubén
Alberto c/ Obra Social Bancaria Argentina” (Rodríguez Brunengo - Ferreiros)
Enfermedad inculpable. Despido injustificado. Art. 213 LCT.
Si el actor, al momento de extinguirse en forma injustificada el contrato de trabajo, se hallaba
accidentado e imposibilitado de asistir a sus tareas, por un hecho ajeno al trabajo, ello generaba su
derecho a percibir salarios por accidente inculpable y tornaba aplicable el art. 213 de la ley 20.744,
en tanto la empleadora disolvió el contrato mientras el trabajador tenía derecho al goce de licencia
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Poder Judicial de la Nación
“Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional”
USO OFICIAL
paga por enfermedad. La citada norma garantiza al trabajador la percepción de los salarios por
enfermedad (art.208 LCT) aún en el supuesto de despido ocurrido durante el lapso allí previsto.
Esto es así por cuanto el período de enfermedad posterior a la extinción del contrato que hubiera
incapacitado al trabajador para cumplir sus tareas debe ser de interpretación estricta, ya que no
puede ejercerse el contralor por el empleador.
CNAT Sala I Expte Nº 32.525/2011 Sent. Def. Nº 89.893 del 27/5/2014 “Ruiz Ruiz, Ángel Leonardo
c/Teplitzki, David s/despido” (Vázquez – Vilela)
Enfermedad inculpable. Inasistencias injustificadas. Negación a asistir a Centro Médico.
Despido justificado.
Si bien la trabajadora para justificar su inasistencia al control médico argumentó respecto de la
misiva remitida por la empleadora “haberla recibido sobre el horario en que se hallaba citada”, lo
cierto es que omitió consignar el horario en que la recepcionó. Asimismo, se debe destacar que ,
entre el domicilio de la actora y el del Centro Médico donde debió presentarse para constatar su
estado de salud existe una distancia inferior a diez cuadras y, en tal sentido, teniendo en cuenta la
hora en que recibió la comunicación y la distancia que la separa de su domicilio particular y el
consultorio médico, tuvo el tiempo suficiente para apersonarse, sin embargo, sabiendo que el art.
210 de la LCT le imponía una obligación, prefirió justificar su negativa en la manera indicada. En
consecuencia, la conducta adoptada por la recurrente no se ajustó a las previsiones contenidas en
el art. 63 de la LCT ya que, por un lado, no justificó que se encontraba impedida de concurrir al
control médico fijado por la empleadora y por el otro no acreditó que su estado de salud le impedía
poner su fuerza laboral al servicio de la demandada, todo ello, sumado a que las ausencias
señaladas en la comunicación rescisoria (las cuales ya habían sido objeto de suspensión) tampoco
fueron desacreditadas y, en mérito a ello, la decisión de disolver el vínculo laboral adoptada por la
empresa resultó ajustada a derecho.
CNAT Sala I Expte Nº 6414/09 Sent. Def. Nº 90.152 del 11/9/2014 “Pacheco, Andrea Lorena
c/Cienciaruso, Carlos Eugenio s/despido” (Vilela – Pasten de Ishihara)
Enfermedad inculpable. Art. 212 LCT. Despido indirecto. Art. 388 CPCCN. Presunción en
contra.
Al quedar acreditado que el demandante, por prescripción médica acreditada ante el empleador
mediante los pertinentes certificados, se encontraba en condiciones de desarrollar solo labores
livianas que no perjudicaran su afección columnaria, y no haber demostrado la empleadora la
imposibilidad de otorgar tareas acordes con su aptitud física (arts. 78 y 212 LCT), resulta ajustada
a derecho la decisión del actor de considerarse despedido. La omisión de la demandada de
adjuntar la documentación requerida constituye una presunción en su contra (art. 388 CPCCN).
CNAT Sala V Expte Nº CNT 55082/2012/CA1 Sent. Def. Nº 76.920 del 11/03/2015 “Cáceres, José
Brigido c/ Wal Mart Argentina S.R.L. s/ despido” (Zas - Arias Gibert)
Enfermedad inculpable. Ausencias y retención de tareas. Despido directo justificado.
Más allá de que según la postura de la trabajadora, dos eran las circunstancias que obstaban a su
concurrencia a prestar servicios: una enfermedad –herpes zoster- y una retención de tareas por
irregularidades registrales, lo cierto es que, respecto de la primera, no demostró en modo alguno
que cumpliera con el aviso que exige el art. 209 de la LCT – máxime si la actora cursó una
intimación por la segunda cuestión mencionada (la irregularidad registral) y omitió toda referencia a
una imposibilidad física de concurrir a trabajar-, amén de que no arrimó elemento alguno que
revele que, al momento de la extinción del contrato hubiera estado afectada por alguna
enfermedad que le impidiera trabajar, por lo que los argumentos que ensaya sobre el control que
pudo ejercer la demandada conforme al art.210 de la LCT carecen de todo asidero, ya que nada
indica que hubiera tenido conocimiento de algún padecimiento físico que debiera controlar en la
trabajadora. Por ende, corresponde confirmar la sentencia de grado en cuanto desestimó la
demanda incoada.
CNAT Sala I Expte Nº 39.267/2011 Sent. Def. Nº 90.551 del 6/4/2015 “Luber, Corina Vanesa c/Leo
ART SA y Asoc. SA y otros s/despido” (González – Pasten de Ishihara)
Enfermedad inculpable. Licencia por enfermedad. Trabajador que es despedido durante el
plazo de interrupción paga por accidente o enfermedad inculpable. Art. 213 LCT.
En la hipótesis del art. 213 LCT, aunque el despido es válido, se otorga derecho al trabajador para
que perciba, además de las indemnizaciones derivadas del despido, los salarios correspondientes
a todo el período en que estuviese imposibilitado de prestar servicios por causa de su patología, o
bien por el lapso prescripto por el art. 208 LCT. Por su naturaleza, en rigor de verdad este pago se
asemeja más a una indemnización, representativa de los importes que hubiese debido percibir de
no haberse extinguido el vínculo. Una vez producida la desvinculación del trabajador, éste ya no se
encuentra sujeto al control del patrono, poniendo el art. 208 in fine LCT al trabajador a cargo de la
prueba de que continúa enfermo e imposibilitado de trabajar.
CNAT Sala IV Expte. Nº 20.133/2010 Sent. Def. Nº 98.934 del 30/04/2015 “Otegui, Cristina Judit
c/Fundación Educare s/despido”. (Pinto Varela – Guisado - Marino).
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Enfermedad inculpable. Determinación de incapacidad por Comisión Médica Central.
Empleador no demostró imposibilidad de otorgar tareas. Despido indirecto válido.
Si el trabajador expresamente requirió la dación de tareas acorde con su estado de salud y el
empleador no invocó y menos aún demostró la imposibilidad de asignarle tareas adecuadas con la
incapacidad que el actor poseía en dicho momento y que conforme la Comisión Médica Central era
permanente, parcial y definitiva en el orden del 52,25%, es decir que, la empleadora no adujo la
imposibilidad de otorgar dichas tareas sino que se limitó a controvertir el estado de salud del
trabajador a pesar de la determinación de la incapacidad efectuada por la Comisión Médica
Central, el despido dispuesto por el accionante se ajustó a derecho.
CNAT Sala V Expte Nº CNT 35.682/2007/CA1/CA2 Sent. Def. Nº 77.505 del 21/10/2015 “Pérez,
Sergio Javier c/Ciccone Calcográfica SA y otros s/accidente – acción civil” (Arias Gibert – Marino)
10.- Renuncia, mutuo acuerdo, muerte, jubilación
Enfermedad inculpable. Renuncia del trabajador durante la licencia.
No tiene fundamento legal el argumento referido a que la renuncia del trabajador durante
el período de licencia por enfermedad o accidente no es válida, porque la LCT no prevé tal
imposibilidad, ni siquiera restringe la facultad de despedir sin causa por parte del
empleador, pues si bien el preaviso notificado al trabajador enfermo o accidentado carece
de efectos y solo comienza a correr a partir del momento en que cesa la causa que
determinó la suspensión de la prestación de servicios, lo cierto es que aun así el despido
es eficaz , sin perjuicio de que el empleador deba abonar además de las indemnizaciones
derivadas del despido injustificado, los salarios correspondientes a los días de licencia por
enfermedad o accidente hasta el vencimiento de éstas o hasta la fecha del alta (arts. 239 y
213 LCT).
CNAT Sala III Expte N° 34.214/07 Sent. Def. Nº 91.204 del 31/7/2009 « Falbo, Andrés c/
Raón Vilaro e Hijos SA s/ despido » (Porta - Guibourg)
Enfermedad inculpable. Despido. Empleado en condiciones de jubilarse. Art. 252 LCT.
Licencia por enfermedad. Salarios por enfermedad no se devengan después de disolución
vínculo por art. 252 LCT.
Si el cese se produjo por jubilación del trabajador, resulta improcedente el pago de salarios por
enfermedad (art. 208 LCT) posteriores a la extinción del vínculo, puesto que el sueldo ha sido
reemplazado por el haber jubilatorio, razón por la cual, teóricamente, existe continuidad en la
percepción de ingresos. De resolverse lo contrario, los salarios por enfermedad se superpondrían
con el haber jubilatorio.
CNAT Sala IX Expte Nº 30.057/2011 Sent. Def. Nº 20.400 del 28/9/2015 “Amicarelli, Jorge Daniel
c/Consorcio Propietarios de Escalada 2515 s/despido” (Pompa - Fera)
11. - Estatutos especiales.
Enfermedad inculpable. Gente de mar. Incapacidad parcial y permanente.
Progresa la indemnización prevista por el art. 212 tercer párrafo de la LCT para el caso de un
trabajador comprendido en el CCT 370/71 cuando es portador de una incapacidad parcial y
permanente, por tratarse de un caso distinto al estipulado en la doctrina del Fallo Plenario “Molinari,
Elbio c/Elma” (25/6/81), en el cual se sostuvo que “la indemnización por incapacidad absoluta
establecida en el art. 212 de la LCT no es aplicable a la gente de mar comprendidas en el acta
convenio del 25/2/72 (CCT 370/71)”.
CNAT Sala II Expte N° 29.235/05 Sent. Def. Nº 95.979 del 29/8/2008 « Santa Cruz,
Alejandro c/ Fluvialmar SA s/ despido » (González - Pirolo)
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