“El de Cataluña es un proceso unilateral condenado al fracaso”

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LATERCERA Domingo 15 de noviembre de 2015
IGNACIO MOLINA
Mundo
Investigador y académico
Es Investigador Principal para Europa
del Real Instituto Elcano y profesor
en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la
Universidad Autónoma de Madrid.
Ignacio Molina
Investigador del Real Instituto Elcano:
“El de Cataluña
es un proceso
unilateral
condenado
al fracaso”
R El experto en integración europea dice a
La Tercera que los separatistas catalanes
no cuentan con apoyo dentro de la UE.
RR Catalanes realizan una cadena humana durante el Día Nacional de Cataluña, en 2013. FOTO: AFP
Fernando Fuentes
Ha sido claro en señalar que una declaración de independencia unilateral de Cataluña “carece de efectividad jurídica”. Por ello, tras la resolución soberanista aprobada por
el pleno del Parlamento el lunes, Ignacio Molina se muestra seguro de
que los separatistas catalanes no
cuentan “en absoluto” con apoyo
dentro de la Unión Europea (UE).
Investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid,
Molina es experto en el proceso de
integración europea y la política
exterior y europea de España. En
esta entrevista con La Tercera analiza los alcances del proceso de “desconexión” iniciado por Cataluña.
Usted ha dicho que una declaración de independencia unilateral
de Cataluña “carece de efectividad jurídica”. ¿A dónde apunta
entonces la estrategia del jefe del
gobierno catalán, Artur Mas?
No está nada claro. Es cierto que
existe una importante parte de la
población catalana (cerca del 48% de
los votantes, que supone el 38% del
censo total) que ha votado en las últimas elecciones partidos independentistas, pero es evidente que con
esos números -y por tanto con una
Cataluña muy dividida y el conjunto de España abrumadoramente en
contra- es imposible ir adelante en
un proceso unilateral condenado
al fracaso interno por sus fragilidades fácticas y de legitimidad. Por
tanto, la estrategia de Mas puede
consistir solo en dos posibilidades.
Una es mostrarse maximalista de
manera calculadora para tratar de
asustar al Estado dada la fuerza del
movimiento y obligarlo a una negociación no de ruptura sino de mayor autonomía. Esta es la estrategia
más pragmática. O bien, mostrarse maximalista pero sin ninguna
pretensión de negociar y persiguiendo de hecho el choque con
Madrid ya que, consciente de que el
proceso no puede triunfar, lo que
queda es intentarlo hasta el final, ser
“derrotados/reprimidos” por el Estado y pasar a la historia como héroe. Esta es la estrategia de la épica.
¿Los separatistas catalanes cuentan con apoyo en su lucha soberanista dentro de la UE?
No, en absoluto. El fracaso de la dimensión internacional/europea
del proceso soberanista es una de
sus principales debilidades. No solo
las instituciones de la UE y los principales líderes europeos o mundiales han rechazado públicamente la hipótesis de la secesión, sino
que cuentan con escasas simpatías
a nivel social y mediático. Se considera un caso interno español que,
eso sí, preocupa por su potencial
desestabilizador sobre una potencia media como es España.
Muchos se preguntan si el País
Vasco seguirá la ruta de Cataluña. ¿Cree que las elecciones autonómicas de 2016 pueden ser la
ocasión para que esta comunidad lance su desafío soberanista?
Es muy difícil porque, a diferencia
de lo que ocurre en Cataluña, el nacionalismo vasco está dividido entre moderados (PNV) y radicales
(los antiguos apoyos políticos de
ETA) y entre ellos es difícil la cooperación. Además, el PNV es más
consciente que el nacionalismo catalán de que más o menos la mitad
de los vascos se sienten también
fuertemente españoles y que un
proceso así rompería a la sociedad
vasca. Por eso, el PNV prefiere cooperar en el País Vasco con el Psoe
y no entrar en estas aventuras.
Además, hay tres factores adicionales: el trauma del terrorismo que
duró 40 años, el hecho de que el
País Vasco tiene una situación fiscal privilegiada y un intento similar que se realizó en 2003/2004 (el
Plan Ibarretxe) y que acabó en fracaso para el PNV.
A la luz de casos como el de Escocia y Cataluña pareciera que los
movimientos soberanistas están
más vivos que nunca en la UE.
El auge del secesionismo en cier-
tos territorios de la Unión Europea
es, en cierto modo, un efecto del
éxito de la UE. Porque para los independentismos moderados (es
decir, los escoceses o parte de los
catalanes que quieren separarse
de España o Reino Unido pero seguir dentro de Europa) la existencia de una organización así significa que ahora ya no resulta tan necesario como en los siglos XIX y XX
formar parte de un Estado más
grande que permitiera economías
de escala para mayor prosperidad
y seguridad.
¿En qué otras zonas de Europa se
visualiza hoy un riesgo inminente de irrupción de movimientos
independentistas?
Centrándonos en la UE (y sin incluir Ucrania, Cáucaso o los Balcanes donde hay muchos problemas
de este tipo), diría que claramente Escocia y luego Flandes en Bélgica, Véneto, Tirol del Sur o Chipre,
que de hecho está ya tristemente
dividido entre turcos al norte y la
parte “griega” al sur.b
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