44 LATERCERA Domingo 15 de noviembre de 2015 IGNACIO MOLINA Mundo Investigador y académico Es Investigador Principal para Europa del Real Instituto Elcano y profesor en el Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid. Ignacio Molina Investigador del Real Instituto Elcano: “El de Cataluña es un proceso unilateral condenado al fracaso” R El experto en integración europea dice a La Tercera que los separatistas catalanes no cuentan con apoyo dentro de la UE. RR Catalanes realizan una cadena humana durante el Día Nacional de Cataluña, en 2013. FOTO: AFP Fernando Fuentes Ha sido claro en señalar que una declaración de independencia unilateral de Cataluña “carece de efectividad jurídica”. Por ello, tras la resolución soberanista aprobada por el pleno del Parlamento el lunes, Ignacio Molina se muestra seguro de que los separatistas catalanes no cuentan “en absoluto” con apoyo dentro de la Unión Europea (UE). Investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, Molina es experto en el proceso de integración europea y la política exterior y europea de España. En esta entrevista con La Tercera analiza los alcances del proceso de “desconexión” iniciado por Cataluña. Usted ha dicho que una declaración de independencia unilateral de Cataluña “carece de efectividad jurídica”. ¿A dónde apunta entonces la estrategia del jefe del gobierno catalán, Artur Mas? No está nada claro. Es cierto que existe una importante parte de la población catalana (cerca del 48% de los votantes, que supone el 38% del censo total) que ha votado en las últimas elecciones partidos independentistas, pero es evidente que con esos números -y por tanto con una Cataluña muy dividida y el conjunto de España abrumadoramente en contra- es imposible ir adelante en un proceso unilateral condenado al fracaso interno por sus fragilidades fácticas y de legitimidad. Por tanto, la estrategia de Mas puede consistir solo en dos posibilidades. Una es mostrarse maximalista de manera calculadora para tratar de asustar al Estado dada la fuerza del movimiento y obligarlo a una negociación no de ruptura sino de mayor autonomía. Esta es la estrategia más pragmática. O bien, mostrarse maximalista pero sin ninguna pretensión de negociar y persiguiendo de hecho el choque con Madrid ya que, consciente de que el proceso no puede triunfar, lo que queda es intentarlo hasta el final, ser “derrotados/reprimidos” por el Estado y pasar a la historia como héroe. Esta es la estrategia de la épica. ¿Los separatistas catalanes cuentan con apoyo en su lucha soberanista dentro de la UE? No, en absoluto. El fracaso de la dimensión internacional/europea del proceso soberanista es una de sus principales debilidades. No solo las instituciones de la UE y los principales líderes europeos o mundiales han rechazado públicamente la hipótesis de la secesión, sino que cuentan con escasas simpatías a nivel social y mediático. Se considera un caso interno español que, eso sí, preocupa por su potencial desestabilizador sobre una potencia media como es España. Muchos se preguntan si el País Vasco seguirá la ruta de Cataluña. ¿Cree que las elecciones autonómicas de 2016 pueden ser la ocasión para que esta comunidad lance su desafío soberanista? Es muy difícil porque, a diferencia de lo que ocurre en Cataluña, el nacionalismo vasco está dividido entre moderados (PNV) y radicales (los antiguos apoyos políticos de ETA) y entre ellos es difícil la cooperación. Además, el PNV es más consciente que el nacionalismo catalán de que más o menos la mitad de los vascos se sienten también fuertemente españoles y que un proceso así rompería a la sociedad vasca. Por eso, el PNV prefiere cooperar en el País Vasco con el Psoe y no entrar en estas aventuras. Además, hay tres factores adicionales: el trauma del terrorismo que duró 40 años, el hecho de que el País Vasco tiene una situación fiscal privilegiada y un intento similar que se realizó en 2003/2004 (el Plan Ibarretxe) y que acabó en fracaso para el PNV. A la luz de casos como el de Escocia y Cataluña pareciera que los movimientos soberanistas están más vivos que nunca en la UE. El auge del secesionismo en cier- tos territorios de la Unión Europea es, en cierto modo, un efecto del éxito de la UE. Porque para los independentismos moderados (es decir, los escoceses o parte de los catalanes que quieren separarse de España o Reino Unido pero seguir dentro de Europa) la existencia de una organización así significa que ahora ya no resulta tan necesario como en los siglos XIX y XX formar parte de un Estado más grande que permitiera economías de escala para mayor prosperidad y seguridad. ¿En qué otras zonas de Europa se visualiza hoy un riesgo inminente de irrupción de movimientos independentistas? Centrándonos en la UE (y sin incluir Ucrania, Cáucaso o los Balcanes donde hay muchos problemas de este tipo), diría que claramente Escocia y luego Flandes en Bélgica, Véneto, Tirol del Sur o Chipre, que de hecho está ya tristemente dividido entre turcos al norte y la parte “griega” al sur.b