CONFIDENCIAL PARA AUTORES G. Herranz Grupo de Trabajo de Bioética. Facultad de Medicina. Universidad de Navarra Muchos autores piensan que la sección Bibliografía es la advierte que, mientras iba escribiendo y sin darse mucha menos importante del artículo y que la preparación de esta cuenta, la lista ha ido engrosándose hasta hacerse desmeparte del manuscrito puede confiarse a una secretaria con surada. No queda entonces otro remedio que aligerar el texun poco de experiencia. Todo se reduce, en su opinión, a to de citas superfluas y de referencias sobrantes. la Bibliotranscribir en una lista, ordenada según las Instrucciones grafía. para los Autores de la revista en la que se va a publicar el Tal régimen de adelgazamiento se nos hará más llevadero aliículo, los datos de los trabajos citados. en primer lugar si lo aderezamos con un poco de buen hu: Los que así piensan están en un error porque, al no tomarse mor. Me atrevo a recomendar al autor que se prepare a reen serio esa tarea, desaprovechan una oportunidad insus- visar su trabajo leyendo el divertido artículo de Hirschmann2 tituible. de mejorar su trabajo. Olvidan. qu~ un artículo. no en lud~brio de los vicios de la citación. Estoy seguro de que muy brillante puede salvarse de la mediocridad, o hundirse atacara entonces su tarea con una sana y alegre aversión difinit,ivamente en ella, a.causa d~ su bibliografía. Si el a.pa- contra los peligros morales (egolatría, erudición fingida) que rato bibliográfico, es decir, el conjunto formado por las citas acechan al autor a la hora de citar. En segundo lugar, no incluidas en el texto y las correspondientes referencias in- omitirá una nueva lectura de las Instrucciones para los Aucluidas en Bibliografía, tuviera calidad, al artículo se le po- tores, para aprender su letra y su espíritu. No se trata simdrían pasar por alto otros defectos, porque cumpliría al me- plemente de adaptarse al estilo de citación recomendado nos una de las funciones de la publicación científica: la de sino, y sobre todo, de recordar cómo ser parcos en las re: ser un vehículo para difundir información críticamente eva- ferencias. Para ello, renunciemos a citar artículos antiguos, luada. ..' a apoyar con citas de autoridad asertos comúnmente acepDos proposltos han de guiar al autor a la hora de crear el tados o a citar a granel. Demos, por el contrario, preferencia aparato bibliográfico,de .s.uartículo. El primero le llevará a a. los artículos que permiten acceder a la bibliografía anteser mesurado en la cltaclon. El segundo le Impone el deber rlor y a los que ofrecen una visión panorámica del pasado. de eliminar cualquier error que haya podido infiltrarse en Ningún autor debería ocultar las referencias recientes más las referencias bibliográficas. importantes por el hecho de haberse inspirado abundantemente en ellas. Primer propósito: citar con mesura En tercer lugar, la eliminación ~e lo s.uperfluo ha de proseguirse hasta que el aparato blbllograflco tenga unas diLa a~steridad en citar tiene muchas ventajas. Es más fácil mensiones aceptadas por los editores. Éstos tienen puntos publicar artículos que no estén lastrados por pesados apa- de vista muy dispares en lo relativo al número ideal o toratos bibliográficos: la probabilidad de que un artículo sea lerable de referencias que puede llevar cada tipo de artículo. aceptado para publicación pOI una revista es, en general, Basta, para verlo, ech.ar un vistazo y unas cuentas a las reinversamente proporcional a su longitud. Y si la revista es vistas. MEDICINA CLINICA (son datos de los diez primeros de las de primera fila, tanto más firme será en exigir bre- números de 1987) permite listas bibliográficas bastante larvedad, El autor no puede olvidar que los editores tienen un gas tanto en los Originales (26,9 :t. 11,5) (X :::: DE) como prejuicio casi invencible contra los manuscritos gruesos. en los Editoriales (26,3 :t. 18,1). en comparación con el Citar con mesura favorece, además, la calidad intrínseca del British Medical Journal (18,2 :t. 8,6 y 13.8 :t. 9,4) y con trabajo. Hemos de persuadirnos de que lo que hoy hace bue- la Nouvelle Presse Médicale (14,0 :t. 5,8 y 10,7 :t. 5.2), no al artículo no es un crecido número de citas. sino la respectivamente. tarea, ard.ua y oscura, de seleccionarlas. Las Normas No conviene mover a ira a los editores. Algunos de ellos. Uniformes', al aconsejar al autor que Incluya en el trabajo convencidos de que con consejos no es posible frena" el ímsóio las referencias estrictamente pertinentes. le estan In- petu citatorio de bastantes autores. han decidido po,er ur, vitando. en realidad. a usar criterios de selección muy se- limite rigldo al número de referencias bibllográflca5 para veros. Y. aunque a primera vista podría parecer que esa re- cada tipo de artícul03. Yo no tendría inconveniente en adcomendación debe aplicarse mientras se escribe la Introherirme a esa norma, e incluso lo haría gustosamente. si ducción, el Método y. en especial, la Discusión, es sólo con admitiera el pequeño número de excepciones inevitables y la lista de referencias delante de los ojos cuando el autor justificadas. y. sobre todo, si no se quedara en un mero formalismo exterior. Sino que ayudara a un camolo de r!".e!"'talldad. G ur'G verdadera conversiór,. de los au¡:¡res Es::: ::'O"¡'.é,~no~r::,é "'(C'" ~¡,'ror,~(;'.J:>r:J""7'a:.é'v;¡~ S,~::é ra:J::a: ne:eslt2 ur,2 expilcación. °" ~/~:.:'r,é un've'~i¡¡.: o': "0;0.'. t.vé",a:¡c, 273 3: :)8: Fa-:-:.:)r,é Conviene poner limite al -número de referenCias para 2:1,;)"t,',anu!.crlto re::blooel ó-ó.198E Mea G/Ir (Bar:) 198E.9: 452-453 tlguar lOSefectos de la explosión bibllograflca dE:nuestro tiempo. Años atrás. reunir los artículos y separatas para \)'12 t I nutrida lista de referencias bibliográficas era una operación meritoria. Pero hoy, cuando disponemos de sistemas de búsqueda bibliográfica de eficacia apabullante, que están al alcance de cualquier talento y de cualquier bolsillo, lo que verdaderamente tiene mérito es que el autor demuestre su habilidad para extraer, de la irgente masa de material bibliográfico que tan fácil es reunIr. la flor de ios artículos originales, los que contienen investigación innovadora, bien diseñada y analizada, y la nata de los trabajos de revisión, los que siendo más recientes integren sinérgicamente la información objetiva con la crítica madura. La conversión arriba aludida radica en convencernos de que no todo lo que se publica es de recibo y de que son muchos los trabajos que no alcanzan el nivel de calidad mínimo exigible. Con esa mentalidad nueva, podremos adoptar una actitud escéptica ante cada artículo que leemos. Y sólo siendo lectores escépticos y críticos, seremos buenos autores, sabremos escoger de entre la masa ingente de material bibliográfico lo que hemos de citar y lo que es mejor silenciar u olvidar. Hay, por tanto, que ir cambiando de mentalidad: no podemos seguir citando artículos por el hecho de haber tenido acceso a ellos. Sólo seleccionando crítica mente lo que leemos seremos capaces de hacer una lista bibliográfica verdaderamente moderna4.5. Esta es la razón fundamental para tener presente el propósito de ser mesurados en la citación. Gracias a la inteligente eiiminación de todo lo superfluo. la redacción de una referencia bibliografica se ha convertido en un ejercicio sencillo y racional. Merece la pena estudiar una y otra vez el epígrafe Referencias bibliográficas de las Normas Uniformes. para aprenderlo de memoria en todos sus detalles y habituarnos así a tomar nota de las referencias según ese estilo. hasta llegar a hacerla de modo automático e impecable. Tengamos la prudencia de anotar los datos bibliográficos siempre a la vista del documento original. Quien se fía de fuentes secundarias será, más pronto o más tarde. arrastrado al error y se condena con ello a sí mismo a llevarse un disgusto cuando alguien descubra su incorrecto modo de proceder. La Bibliografía es una parte muy significativa del artículo original. que el autor no puede descuidar. Todos estimamos en mucho algunos artículos que no contenían ideas originales, pero que nos guiaron a la mejor bibliografía del momento. Y lo hicieron sin engañarnos. con una precisión infalible. Deseemos escribir artículos así. No se concede a muchos en esta vida la oportunidad de hacer una contribución descollante y original ala Medicina. Todos debemos, sin embargo, poner atención en los pequeños detalles que dan valor a los trabajos corrientes. Por eso, quien se decide a escribir un artículo deberá exigirse a sí mismo, a la hora de construir el aparato bibliográfico, la disciplina intelectual de preferir lo poco y bueno a lo mucho y malo. Los lectores y los editores se lo agradecerán. Segundo propósito: la exactitud de las referencias En un artículo. ya antiguo pero lleno de encanto, sobre los principios de la citación bibliográfica, refiere Fulton6 la anécdota del anciano profesor de Oxfocd al que, poco antes de morir, un joven discípulo le pidió un consejo que compendiara la experiencia de su larga carrera académica. El viejo maestro respondió lacónicamente: -Comprueba siempre tus referencias.» Es un consejo digno de un hombre sabio que, ¡XIrdesgracia, es seguido por muy pocos. Las molestias que la citación incorrecta puede traer para los lectoces han sido referidas recientemente en esta revista7.8. Pero el fenómeno no es exclusivamente español. Por ahí fuera se han hecho estudios sobre la frecuencia y tipos de los errores de las publicaciones biomédicas, incluidos los bibliograficos9 y de las citas y referencias en revistas médicas l°. El descuido en la transcripción exacta de las referencias hace mucho daño. Primero a la reputación del autor, porque el lector de un artículo que presenta errores en las citas y referencias tiene derecho a sospechar que el autor es una calamidad tanto.a la hora de escribir sus artículos como a la de trabajar en la clínica o en ellalXlratorio. El formato que proponen las Normas Uniformes para las referencias bibliográficas ha sido quizás el factor principal del gran éxito y aceptación del llamado estilo de Vancouver1. BIBLIOGRAFíA l. Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Normas Uniformes para los originales enviados a las revistas biomédicas. Med Clin (Barc) 1985; 84: 184-188. 2. Hirschmann JV. Medical references. N Engl J Med 1978; 299: 252-253. 3. Bóttiger LE. 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