Análisis Legal Semanal Nº 149 - Año 4 Viernes 13 de junio de 2014 Edición Semanal Análisis Legal Semanal LA JURISPRUDENCIA Y EL PROSPECTIVE OVERRULING Federico Escóbar Klose Asesor Legal FEPC La jurisprudencia y su naturaleza jurídica ha sido motivo de un largo debate doctrinal respecto a si es o no una fuente formal o material del Derecho, si es o no una norma equiparable a la ley. Una posición doctrinal, considera que la jurisprudencia no crea ni constituye una norma jurídica nueva, ya que sólo es la interpretación de ésta, que fija el sentido y alcance de la norma jurídica preexistente. En ese sentido, la función de la jurisprudencia es interpretar y aplicar el Derecho, no lo crea. Otra posición sostiene que la jurisprudencia resulta ser una de las fuentes más importantes del Derecho. Es así que, en el sistema jurídico anglosajón, la jurisprudencia resulta ser la fuente principal del Derecho; en dicho sistema jurídico, los tribunales y jueces para dictar una sentencia revisan el conjunto de sentencias precedentes. Por otro lado, en el sistema jurídico franco - germánico - romano, la ley escrita es la principal fuente del Derecho; por ello, los tribunales y jueces sólo aplican la ley, sin crear o modificar el Derecho, y la jurisprudencia resulta un criterio auxiliar para resolver casos similares. Consideramos que la jurisprudencia surge de la interpretación y aplicación de la norma existente a casos concretos, y que las normas jurídicas no son creadas por la interpretación; no obstante, es importante diferenciar la jurisprudencia que resulta del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) y la que emerge del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); ya que la jurisprudencia constitucional tiene fuerza vinculante, conforme lo reglado por el art. 203 de la Constitución Política del Estado y por el art. 8 de la Ley N° 027 del Tribunal Constitucional Plurinacional, ambas que de forma similar sostienen: “Las decisiones y sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de carácter vinculante y de cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario ulterior alguno.”; por su parte, la jurisprudencia que resulta de las resoluciones del TSJ no tiene carácter vinculante reconocido expresamente, solamente encontramos las disposiciones de la Ley N° 025 del Órgano Judicial, que, en su art. 38 numeral 9, otorga a la Sala Plena del TSJ la atribución de sentar y uniformar la jurisprudencia y en su art. 183, parágrafo III numeral 9, señala como atribución del Consejo de la Magistratura el establecer políticas para publicar y uniformar la jurisprudencia producto de los fallos judiciales. En ese orden, como el Derecho cambia, se transforma, de igual forma la jurisprudencia puede cambiar en el tiempo y acá es donde aparece el Prospective Overruling o jurisprudencia constitucional prospectiva. El TCP, a partir de la Sentencia Constitucional Plurinacional 0032/2012 de 16 de marzo, dentro de una acción de libertad, aplicó el Prospective Overruling; señalando que la eficacia prospectiva de la jurisprudencia se refiere al cambio de un precedente vinculante o la sustitución por otro que a partir de la introducción de un nuevo razonamiento adquiere carácter vinculante en casos posteriores; es decir, el cambio del precedente vinculante, se aplicará en lo sucesivo y conforme a los criterios asumidos en el fallo que establece el nuevo precedente vinculante . El entendimiento que ha sido asumido por el TCP, en dicha SCP 0032/2012, es que el nuevo precedente vinculante que se estable en un determinado fallo “no puede afectar las situaciones jurídicas que ya gozan de protección de la cosa juzgada, menos puede impedir la ejecución de sentencias firmes, ni alterar lo ejecutado jurisdiccionalmente; resultando así, necesaria la aplicación de la eficacia prospectiva de la jurisprudencia constitucional o conocida también como prospective overruling.” La aplicación en lo venidero de una nueva modulación realizada por el TCP encuentra sentido en la estricta observancia al principio de seguridad jurídica.