concentraciones de ozono en ciudad universitaria relacionadas con

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CONCENTRACIONES DE OZONO EN CIUDAD UNIVERSITARIA
RELACIONADAS CON CAMBIOS EN LA GASOLINA VENDIDA EN LA CIUDAD DE MÉXICO.
UN ANÁLISIS ESTADÍSTICO
M. Herrera Hernández*
A. García Gutiérrez, H. Bravo Álvarez**
Introducción
La contaminación atmosférica es un fenómeno indeseable, reciente en los países en desarrollo,
especialmente en las grandes áreas urbanas. Ciudades como Lagos, El Cairo, Karachi, Santiago
de Chile, Sao Paulo y la ciudad de México padecen problemas similares: rápida urbanización, uso
inadecuado de la tierra y transporte insuficiente. En un estudio previo1 se mostró que la tendencia
en las concentraciones de Partículas Suspendidas Totales (PST) desde 1975, cuando se inició su
monitoreo en la Ciudad de México, era presentar violaciones frecuentes a las normas de calidad
del aire, tanto las mexicanas como las internacionales recomendadas por la OMS, mostrando que
estas concentraciones de PST estaban entre las más altas del mundo mencionadas en la
“literatura abierta” (revistas, libros, etc.).
El plomo, presente en las PST, ha sido también de gran importancia desde el inicio de la década
de los 70´s. La mala calidad de las gasolinas vendidas en el área metropolitana de la Ciudad de
México justificó la adición de tetralquil−plomo como agente antidetonante en concentraciones tan
altas como 3.5 ml/galón.2 A mediados de 1986, PEMEX decidió cambiar los componentes de la
gasolina intentando controlar la detonación mediante la adición de olefin−amina como detergente y
metil−terbutil−eter (MBTE) pare reducir sustancialmente el tetralquil−plomo agregado a los 16
millones de litros de gasolina vendida diariamente en el área metropolitana. Sin embargo,
inmediatamente las deficiencias de esta medida empezaron a mostrarse aun para la comunidad no
científica.
Desde 1960, el Dr. Humberto Bravo y su grupo de investigación del Centro de Ciencias de la
Atmósfera de la UNAM, han hecho monitoreo de la contaminación atmosférica en el sur de la zona
metropolitana. Y desde 1986, el Centro empezó a prevenir a las autoridades acerca del incremento
en las concentraciones de ozono. La contaminación por ozono es un problema serio que ha sido
estudiado en Estados Unidos, Europa y Japón.3 Inicialmente, la presencia de ozono estaba
asociada con el desarrollo urbano y la utilización de vehículos típica de Los Ángeles, California,
basada en la tasa de transporte individual con pocos ocupantes por vehículo (o/v). Pero el ozono
pronto fue encontrado en concentraciones peligrosas en Europa,4 Japón y en ciudades de países
en desarrollo como Atenas5 y Bagdad6 donde la tasa o/v es alta.
* División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
** Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
Sin embargo, las autoridades en los países menos desarrollados han respondido con lentitud al
deterioro atmosférico causado por la contaminación por ozono.
Se necesitaron 20 años de investigación en PST y plomo en la sangre y cabello de las poblaciones
urbanas para reducir la cantidad de este metal adicionado a las gasolinas en México. Y desde
1986 que el tetralquil−plomo fue subsistido por la olefin−amina como detergente y por el MBTE
como antidetonante, las violaciones por ozono a las normas mexicanas de la calidad del aire (0.11
ppm en 1 hora) han pasado de muy pocas a muy frecuentes (casi 2 por día como promedio para el
periodo 1987−89).
Usualmente para los contaminantes atmosféricos primarios, las agencias gubernamentales
esperan un análisis estadístico de tendencia a largo plazo de concentraciones ambientales para
darle credibilidad, para no considerar cualquier factor meteorológico que varíe de año en año, y
para auxiliarse en el establecimiento de una base para cualquier estrategia racional de control.7
Bajo la incertidumbre de cómo tratar con datos insuficientes acerca del transporte de precursores
(NOx, HC), eficiencias de control, reactividad de hidrocarburos o mecanismos químicos no
específicos (en otras palabras, cinéticas no-EKMA), la APCA (ahora la AWMA) realizó en 1987 una
conferencia internacional especializada, realizada en Hartford, Connecticut, que terminó sin
conclusiones definitivas en cuanto a estrategias comprensibles para ozono para cada caso
discutido."8 Sin embargo, se han gastado millones de dólares en controles para fuentes móviles y
fijas y en sus emisiones de HC y NOx para el abatimiento del smog, en los Estados Unidos y en
otros países, y ya hay el reconocimiento de que pequeñas reducciones han sido logradas.9 Entre
las recomendaciones dE la conferencia estaba el abandonar la idea de que la misma estrategia de
control podría ser implementada para todas las áreas urbanas.
No hay duda de que las autoridades necesitan tiempo para ajustar sus estrategias de control y
necesitan ser cautelosas para no llegar a conclusiones equivocadas cuando traten con problemas
de contaminación atmosférica. No obstante, el análisis estadístico de tendencias a largo plazo,
convencionalmente utilizado para establecer estrategias de control es inadecuado cuando se
enfrentan con una serie de eventos inesperados e incontables como los que han sucedido en la
ciudad de México en los últimos años. Ahora hay suficiente información de monitoreo para
demandar una acción inmediata y prevenir a 20 millones de habitantes de la exposición a altas
concentraciones de ozono con frecuencias no registradas.
Metodología
Los datos fueron obtenidos diariamente en el edificio del Centro de Ciencias de la Atmósfera
localizado al sur del área metropolitana. El viento, las más de las veces viene del norte, esto es, el
campus universitario se encuentra viento abajo de las principales fuentes de HC y NOx. El monitor
de ozono utilizado es un analizador quemiluminiscente Beckman (Beckman Instruments, modelo
950A, Fullerton, California). La operación y la calibración del instrumento se hicieron de acuerdo
con el manual del fabricante. Las concentraciones de ozono son reportadas cada hora,
continuamente.
Las concentraciones de ozono monitoreadas durante 1985, 1987, 1988 y 1989 se utilizaron
para hacer comparaciones estadísticas. No se tienen datos anteriores a 1985. Los datos para
1986 no se incluyeron porque en agosto de ese año se cambiaron las gasolinas y en los últimos
meses del año salieron al mercado motores menos contaminantes.
Se hicieron tres comparaciones estadísticas: distribuciones de frecuencia para cada mes de los
cuatro años analizados; número de veces que las concentraciones de ozono eran mayores de
0.12 ppm (es decir, número de veces que se excedió la norma); y pruebas de hipótesis de medias
y varianzas. Las tablas consultadas son de libros convencionales de estadística.10
Resultados
A) Distribuciones de frecuencias
La tabla 1 muestra la distribución de frecuencias acumulada para cada mes de los datos
reportados para el año 1985. De igual modo, las tablas 2, 3 y 4 muestran esto para los años
1987,1988 y 1989. La distribución de frecuencias para el año 1985 (esto es, antes de los cambios
en las gasolinas) para cada mes fue sorpresivamente estable a lo largo del año, cuando 90% de
los datos horarios estaban por debajo de 0.105 ppm, y las concentraciones de ozono resultaron
independientes de los factores meteorológicos.
Las distribuciones de frecuencia empezaron a cambiar drásticamente a partir de agosto de 1987
(oficialmente 12 meses después de que las nuevas gasolinas fueron comercializadas), cuando el
90% de las concentraciones de ozono reportadas estaban por debajo de la norma de calidad del
aire, o 10% rebasaban esto valor.
Las distribuciones de frecuencia para los años 1987, 1988 y 1989 (tablas 2, 3 y 4) no mostraban
dependencia de los factores meteorológicos cuando caían por abajo de la norma de calidad de
ozono; pero en los meses de otoño e invierno (septiembre a febrero) mostraban una fuerte
dependencia. Para 1989, 10% de los datos estaban por encima de la norma.
Discusión: La distribución de frecuencias de ozono cambió sustancialmente de 1985 a 1987,
1988 y 1989.
B) Número de rebases a la norma
Una clasificación directa de los datos mensuales de concentraciones de ozono separados por
intervalos también se utilizó para hacer comparaciones. La tabla 5 muestra el número de veces
que las concentraciones de ozono cayeron en los intervalos 0 - 0.1, 0.1 - 0.12, 0.12 - 0.14, 0.14 0.16, 0.16 - 0.18 y más de 0.18 ppm para cada mes de 1985. Un tratamiento similar para los
datos de 1987,1988 y 1989 se muestra en las tablas 6, 7 y 8.
En el año 1985, hasta el mes de septiembre, ningún dato horario cayó por arriba de 0.12 ppm,
mientras que 8 datos excedieron este valor durante los últimos meses de este año. Esto es, sólo
ocurrieron 8 rebases en este año, antes de los cambios de las gasolinas.
Las tablas 6, 7 y 8 muestran situaciones completa y drásticamente diferentes. Cada mes de los
años 1987, 1988 y 1989 presentan concentraciones que exceden la norma de calidad, por arriba
de 0.12 ppm, sin dependencia aparente de las variaciones mensuales con los factores
meteorológicos (estabilidad atmosférica, época de lluvias, vientos, etc.); mientras que estos datos
que cayeron por arriba de 0.18 ppm y máis muestran una dependencia con la época de frío
(otoño e invierno).
También en las tablas 5, 6, 7 y 8 se muestra otro detalle importante: en 1985 se tuvieron 8
rebases (concentraciones horarias por arriba de 0.12 ppm). pasando en un periodo corto (menos
de 12 meses) a 636 rebases en 1987, 670 en 1980 y 694 durante los 10 meses monitoreados en
1989.
Discusión: Los rebases a la norma de calidad para ozono se incrementaron de ser casi
inexistentes en 1985 a 636 en 1987 (un incremento de 9,086% en 2 años), 670 en 1983 y casi 700
en 1989.
C) Comparaciones de medias y varianzas
De acuerdo con Walker,7 se requieren 10 años de datos de concentraciones de ozono para poder
considerar tendencias en la calidad del aire sin que se tenga cualquier influencia meteorológica
posible. Sin embargo, una posibilidad a corto plazo es demostrar diferencias definitivas en las
poblaciones de datos.
De las tablas 5, 6, 7 y 8 para cada uno de los años bajo estudio se calculó la marca de clase
(xi), la frecuencia de clase (fi), la media (xi la desviación estandard (si^2) y el coeficiente de
varianza (cv = s / x). La tabla 9 muestra estos cálculos para cada año.
Para la utilización de las tablas de inferencia estadística se escogió un nivel de significancia de
5% y un número infinito de grados de libertad para la comparación de varianzas utilizando la tabla
'F"; mientras que para la comparación de las medias se utilizó la tabla normal estandard
N(0,1)con un nivel de significancia de 5%:10
Zo = (x1 – x2/[(s1^2/n1^2) + (s2^2/n2^2)]: z a /2 = + 1.96 y F = s1^2 / S2^2: F(1 – a /2, n1, n2) = 1
/[F (a /2,n1,n2) y con la hipótesis nula Ho: u1 - u2 y la hipótesis alternativa Ha: u1 =/= u2 para
comparar medias, y la hipótesis nula Ho: s1^2 = 2^2 y la hipótesis alternativa Ha: s1^2 = s2^2
para comparar varianzas. Los resultados que se obtuvieron fueron los siguientes:
Medias:
Varianzas:
Ha: u 1985 =/= u1987
Ha: S ^ 2(1985) = / = ^ 2(1987)
Ha: u 1985=/= u1988
Ha: S ^ 2(1985) = / = ^ 2(1988)
Ha: u 1985=/= u1989
Ha: S ^ 2(1985) = / = ^ 2(1989)
Ha: u 1987=/= u1988
Ha: S ^ 2(1987) = / = ^ 2(1988)
Ha: u 1987=/= u1989
Ha: S ^ 2(1987) = / = ^ 2(1989)
Ha: u 1988=/= u1989
Ha: S ^ 2(1988) = / = ^ 2(1989)
Discusión: Las poblaciones de concentraciones de ozono son diferentes desde 1985, con una
fuerte dependencia a la introducción de gasolinas nuevas oxigenadas con agentes
antidetonantes (MBTE y olefinamina).
(También se hizo otra comparación estadística utilizando el coeficiente de sesgo de Pearson:
Sk,1985 = -1.6888 sesgo negativo; Sk, 1987 - 0.78 sesgo positivo, Sk, 1988 - 0.8377 sesgo
positivo; y Sk, 1989 - 0.1088 sesgo positivo, lo que también confirma la suposición de que las
concentraciones de ozono son diferentes.)
Conclusiones
A) Las nuevas gasolinas sin plomo con antidetonantes oxigenados definitivamente
incrementan la formación de smog mediante la introducción de precursores de ozono con
mayores tasas de reacción. Sin embargo, la investigación en mecanismos cinéticos está
aún en desarrollo, debido a un conocimiento insuficiente de datos confiables en los
inventarios de emisión utilizados actualmente.
B) Para estrategias a corto plazo, el análisis de tendencias no es útil y se pueden utilizar otras
técnicas de inferencia estadística. Las distribuciones de frecuencia, el número de rebases y
las pruebas de hipótesis de medias y varianzas se utilizaron exitosamente para comparar
los efectos creados por las nuevas gasolinas en las concentraciones horarias de ozono.
C) Se requiere un esfuerzo técnico más profundo en el establecimiento de las normas de
calidad del aire en cuanto a contaminantes secundarios, como es el caso del ozono, pues
hay ambigüedades en lo que se refiere a periodos de observación.
Reconocimientos
El presente trabajo es el resultado de un esfuerzo conjunto del personal del Centro de Ciencias de
la Atmósfera y de la Sección de Ingeniería Ambiental de la División de Estudios de Posgrado de la
Facultad de Ingeniería, ambas instituciones de la Universidad Nacional Autónoma de México. Un
agradecimiento especial a Ricardo Torres, Rodolfo Sosa y Virginia Zamora por su apoyo técnico.
Tabla 1. Perfil de frecuencias acumuladas mensuales para las concentraciones de ozono
monitoreadas durante 1985 en CU (ppm)
TOTALES
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
P10
0.0873
P25
0.0907
P50
0.0965
P75
0.1023
P90
0.1058
“
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“
Tabla 2. Perfil de frecuencias acumuladas mensuales para las concentraciones de ozono
monitoreadas durante 1987 en CU(ppm)
TOTALES
P10
0.0873
P25
0.0907
P50
0.0965
P75
0.1023
P90
0.1058
Enero
0.0873
0.0907
0.0964
0.1020
0.1055
Febrero
0.0872
0.0906
0.0961
0.1017
0.1058
Marzo
0.0873
0.0908
0.0965
0.1023
0.1058
Abril
0.0873
0.0908
0.0965
0.1023
0.1058
Mayo
0.0873
0.0908
0.0965
0.1023
0.1058
Junio
0.0873
0.0906
0.0962
0.1018
0.1078
Julio
0.0872
0.0905
0.0960
0.1015
0.1048
Agosto
0.0874
0.0911
0.0972
0.1033
0.1354
Septiembre
0.0874
0.0909
0.0969
0.1027
0.1424
Octubre
0.0873
0.0907
0.0964
0.1021
0.1174
Noviembre
0.0876
0.0914
0.0978
0.1042
0.1597
Diciembre
0.0874
0.0909
0.0968
0.1028
0.1322
Tabla 3. Perfil de frecuencias acumuladas mensuales para las concentraciones de ozono
monitoreadas durante 1988 en CU (ppm)
TOTALES
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
P10
0.0873
P25
0.0908
P50
0.0967
P75
0.1025
P90
0.1284
0.0872
0.0873
0.0872
0.0872
0.0873
0.0872
0.0875
0.0873
0.0875
0.0875
0.0873
0.0875
0.0906
0.0906
0.0904
0.0906
0.0908
0.0904
0.0913
0.0908
0.0912
0.0914
0.0908
0.0914
0.0966
0.0963
0.0959
0.0961
0.0965
0.0958
0.0977
0.0965
0.0974
0.0977
0.0966
0.0978
0.1018
0.1019
0.1013
0.1017
0.1023
0.1013
0.1040
0.1023
0.1037
0.1041
0.1023
0.1042
0.1071
0.1120
0.1046
0.1066
0.1057
0.1045
0.1463
0.1058
0.1633
0.1598
0.1248
0.1890
Tabla 4. Perfil de frecuencias acumuladas mensuales para las concentraciones de ozono
monitoreadas durante 1989 en CU (ppm)
TOTALES
Enero
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Septiembre
Octubre
Noviembre
Diciembre
P10
0.0875
P25
0.0912
P50
0.0974
P75
0.1037
P90
0.1445
0.0877
0.0871
0.0877
0.0873
0.0876
0.0876
0.0876
0.0874
0.0876
0.0882
0.0917
0.0902
0.0918
0.0908
0.0916
0.0916
0.0915
0.0909
0.0914
0.0930
0.0984
0.0954
0.0987
0.0966
0.0982
0.0982
0.0979
0.0968
0.0979
0.1010
0.1059
0.1006
0.1125
0.1023
0.1049
0.1048
0.1044
0.1028
0.1043
0.1217
0.1502
0.1037
0.1963
0.1206
0.1665
0.1852
0.1574
0.1350
0.1733
0.2066
Tabla 5. Concentraciones de ozono clasificadas por intervalo (en ppm) para cada mes de
1985 en CU (en número de veces)
MES
0−<0.1
0.1−<0.12
0.12−<0.14
0.14−<0.16
0.16−<0.18
>0.18
ENE
FEB
MAR
ABR
MAY
JUN
JUL
AGO
SEP
OCT
NOV
DIC
TOTAL
EXCEDENCIAS
388
503
530
530
548
489
605
532
611
435
602
212
1
1
1
0
7
4
2
1
3
2
7
5
0
0
1
0
0
0
0
0
0
2
2
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
5
2
1
0
Tabla 6.
Concentraciones de ozono clasificas por intervalo (en ppm) para cada mes de 1987 en CU
(en número de veces)
MES
0−<0.1
0.1−<0.12 0.12−<0.14 0.14−<0.16 0.16−<0.18
>0.18
ENE
FEB
MAR
ABR
MAY
JUN
JUL
AGO
SEP
OCT
NOV
DIC
TOTAL
EXCEDENCIAS
(008)
520
398
611
381
551
533
410
450
562
512
380
560
(636)
25
18
16
18
30
24
20
29
20
24
21
27
15
12
13
6
21
19
10
21
30
21
26
20
9
6
3
5
10
12
4
21
18
20
18
15
3
5
10
3
2
1
4
12
12
24
20
12
19
4
4
1
5
7
3
16
24
40
21
29
214
141
108
173
Tabla 7.
Concentraciones de ozono clasificas por intervalo (en ppm) para cada mes de 1988 en CU
(en número de veces)
MES
0−<0.1
0.1−<0.12
0.12−<0.14
0.14−<0.16
0.16−<0.18
>0.18
ENE
FEB
MAR
ABR
MAY
JUN
JUL
AGO
SEP
OCT
NOV
DIC
TOTAL
EXCEDENCIAS
555
567
620
122
392
430
320
595
339
493
547
495
29
23
21
5
22
9
22
29
14
26
22
18
15
20
11
3
16
9
21
14
17
27
19
27
7
12
10
1
6
11
17
15
17
20
17
24
3
5
6
0
9
2
12
15
10
16
11
20
11
12
7
5
6
5
14
19
25
45
16
50
199
157
109
205
(670)
Tabla 8.
Concentraciones de ozono clasificas por intervalo (en ppm) para cada mes de 1989 en CU
(en número de veces)
MES
0−<0.1
0.1−<0.12 0.12−<0.14 0.14−<0.16 0.16−<0.18
>0.18
ENE
FEB
MAR
ABR
MAY
JUN
JUL
AGO
SEP
OCT
NOV
DIC
TOTAL
EXCEDENCIAS
254
361
156
738
517
385
404
638
259
86
23
3
10
38
40
16
32
341
15
21
(694)
21
5
7
21
32
27
26
21
9
1
13
6
11
23
26
16
14
12
10
7
13
1
6
10
20
13
14
15
12
6
16
0
23
23
50
51
33
38
25
17
170
138
110
276
Tabla 9. Coeficientes de inferencia estadística para las concentraciones de ozono por año
Promedio x
Desviación
Estándar S2
Coeficiente de
Variancia C. V.
to(1985/n)
to(1987/n)
to(1988/1989)
1985
0.095179
1987
0.102456
1988
0.103613
1989
0.107702
5.845 x 10 6
5.120 x 10−4
6.165 x 10−4
9.332 x 10−4
0.025401
0.220851
26.3
0.239632
27.028
2.79
0.283631
28.069
10.028
7.535
Notas
1
V. Fuentes Gea y A. García Gutiérrez, “Air Pollution Trends in Mexico City, TSP (1976-1986)”,
en Proceedings of the 83rd Congress, Air and Waste Management Association, Pittsburgh,
Pennsylvania, junio 1990, Paper No. 90-135.2.
2
H. Bravo, F. Perrín, R. Sosa y R. Torres, “Gasoline's Lead Reduction in Mexico City−Its Effect
in the Air Quality”, en Proceedings of the International congress of the Engineering Society for
Advancing Mobility Land Sea Air And Space, Detroit, Michigan, febrero 1989, Paper No. 890583.
3
Y. S. Chang, G. R. Carmichael, H. Kurita et al., “The Transport and Formation of
Photochemical Oxidants in Central Japan”, Atmospheric Environment 23(2):363-393 (1989).
4
H. Varey, D. J. Ball, A. J. Crane et al., “Ozone in London Plume”, Atmospheric Environment
22(7): 1335-1345 (1988).
5
D.P. Lalas, M. Trombau-Tsella, M. Petrakis et al., ”Horizontal and Vertical Ozone
Concentrations in Athens”, Atmospheric Environment 21(12):2681-2693 (1988).
6
F.I. Kanbour, S.Y. Faiq, F.A. AI-Taie et al., ”Ozone in Baghdad”, Atmospheric Environment
21(12):2673-2679 (1987).
7
H.M. Walker, “Ten Year Ozone Trends in California and Texas”, J. Air Pollut Control Ass.
35(9):903-912 (1985).
8
G.T. Wolff, J.T. Hanisch, K.L. Schere and R .Cahaly, “The Scientific and Technical Issues
Facing Post-1987 Ozone Control Strategias; A Conference Summary”, J. Air Pollut. Control Ass.
38(7):895-900 (1988).
9
H.C. McKee, “Comment on Long Term Ozone Trends”, J. Air Pollut. Control Ass.
36(3):271,272 (1986).
10
A.F. Siegel, Statistics and Data Analysis. An Introduction, John Wiley & Sons, New York,
1988, p. 492.
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