Oficio 220-31665, 21 de junio de 2005 Ref: Creación de Comités de Trabajo en Junta Directiva. Me refiero a su comunicación radicada con el número 2005-01-083137, mediante la cual, previa la exposición de algunos motivos que justificarían la creación de los Comités de Trabajo en la Junta Directiva, como es entre otros el de descongestionar y descentralizar el estudio de temas que requieran un análisis más detallado, plantea la posibilidad de que los miembros de los comités los conformarán miembros de la Junta Directiva, establece unos procedimientos y plantea los siguientes interrogantes: 1. Se pueden o no crear comités dentro del seno de la Junta Directiva de una empresa, teniendo en cuenta el marco estatutario anteriormente señalado. 2. Es necesario que la reglamentación de los Comités de una Junta Directiva esté previsto dentro de los estatutos de la Empresa o se puede manejar como un reglamento interno de la junta directiva. 3. 4. Cual podría ser el alcance y las facultades de los mismos. 5. 6. Pueden los miembros de junta recibir remuneración por la asistencia a los comités. Pueden los comités, previa autorización y delegación expresa de la junta, tener la facultad de deliberar y tomar decisiones sobre temas objeto de estudio. En caso de que los comités pudieran llegar a tener facultad decisoria, podrían las decisiones tomadas por el comité, ser objeto de impugnación por ineficacia, nulidad o inoponibilidad. Al respecto, corresponde precisar la naturaleza de las funciones de los órganos de administración, así como las funciones que deben cumplir. En efecto, basta primero citar el artículo 110 del Código de Comercio, en cuanto consagra cuál debe ser el contenido de la escritura de constitución de una sociedad y en el numeral 6º dispone: "la forma de administrar los negocios sociales, con la indicación de las atribuciones y facultades de los administradores, y de las que se reserven los asociados, las asambleas y las juntas de socios, conforme a la regulación legal de cada tipo de sociedad; ". Del presupuesto anterior, se concluye que los administradores tienen las facultades que les confieren las asambleas y juntas de socios, las que en todo caso deben estar de acuerdo con la regulación legal de cada tipo de sociedad. Así, debe tenerse en cuenta que las reglas de las sociedades anónimas aplicables a las sociedades por acciones y por disposición del artículo 372 del Código de Comercio, a las sociedades de responsabilidad limitada, en lo que corresponde a la junta directiva, señalan entre otras, lo siguiente: Artículo 434: "Las atribuciones de la junta directiva se expresarán en los estatutos. Dicha junta se integrará con no menos de tres miembros y cada uno de ellos tendrá un suplente. A falta de estipulación expresa en contrario, los suplentes serán numéricos." Por su parte, el artículo 438 ibidem dispone lo siguiente: "Salvo disposición estatutaria en contrario, se presumirá que la junta directiva tendrá atribuciones suficientes para ordenar que se ejecute o celebre cualquier acto o contrato comprendido dentro del objeto social y para tomar las determinaciones necesarias en orden a que la sociedad cumpla sus fines". Los referidos presupuestos permiten concluir que las funciones que la ley defiere en el cuerpo colegiado denominado junta directiva, son indelegables y en esta medida deben actuar directamente pues su designación es "intuito personae", de lo que se deriva su carácter de personal e intransferible; en este sentido, el doctor José Ignacio Narváez en su libro Teoría General de las Sociedades" página 271, expresa lo siguiente: "Su existencia y funcionamiento suelen preverse en los estatutos de toda clase de sociedades, especialmente cuando los asociados son numerosos, o las actividades sociales se han diversificado, o la dirección de los negocios se torna difícil o el patrimonio es muy cuantioso, en vista de que se considera un órgano de probada eficiencia hacia en la gestión de la compañía, tanto en su ámbito interno como en sus proyecciones externas. Sea que la junta comparta el peso y las responsabilidades de la gestión con el gerente, o que su misión específica sea de consejo o asesoría, la evidencia es que representa un margen de seguridad para el asociado que por cualquier motivo no puede intervenir en la administración social. Su conveniencia es irrebatible, pues el gerente encuentra en ella colaboración eficaz de personas informadas en las actividades empresariales, que indagan o supervigilan la actuación de los mandos medios, formulan iniciativas, recomiendan determinadas operaciones o la abstención de negocios arriesgados; y las cuestiones que se someten a su estudio suelen analizarse y discutirse por quienes están obligados a enterarse de los negocios en general y de la marcha de la sociedad en particular. Y comoquiera que suple a la asamblea de accionistas o a la junta de socios, según el caso, cuyas reuniones se celebran muy de tarde en tarde, su utilización se extiende cada día más a todas las formas asociativas, mercantiles o no. En verdad el criterio de un solo administrador- llámese gerente, presidente, director, representante legal- no siempre es bastante para sortear los múltiples problemas que normalmente afronta el empresario. De ahí que comúnmente los asociados aprovechan la experiencia y conocimientos de socios o extraños versados en aspectos industriales, económicos contables o fiscales, en los vaivenes del comercio de importación y exportación, en síntesis en esa vasta área denominada administración de empresas" (la negrilla no es del texto). Efectuadas las precisiones legales y doctrinales que anteceden, las respuestas a los interrogantes se responden así: Primero, segundo y quinto interrogantes: Es viable crear comités dentro del seno de la junta directiva, siempre que en los estatutos estén reguladas las condiciones de su creación, aspecto que puede incluir la asignación de honorarios; pero si la propuesta es que quienes integran el comité, tengan la vocación de vincular a la sociedad con su voto sobre los asuntos técnicos sometidos a su consideración, a juicio de esta oficina, ello no es posible; salvo que los miembros del comité al hacer parte de la Junta Directiva actúen como cuerpo colegiado. En cuanto al alcance y facultades de los comités que nos ocupa, tema que se plantea en el tercer interrogante, basta afirmar que el alcance y facultades de los diferentes comités, son las que están otorgadas en los estatutos. De acuerdo con las consideraciones expuestas, con relación al cuarto interrogante, es claro que no pueden los comités por delegación expresa de la junta directiva, deliberar y tomar decisiones en nombre de la sociedad dentro de la cual no forman parte. En los anteriores términos he dado contestación a su consulta, no sin antes advertirle que el presente oficio tiene los efectos previstos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.