Novedades Fiscales Mª Teresa Querol Inspectora de Hacienda del estado FICHA RESUMEN Autor: Mª Teresa Querol Título: Ajustes al resultado contable en el marco del I.S. Fuente: Partida Doble, núm. 129, páginas 94 a104, enero 2002 Localización: PD 02.01.07 Resumen: Este trabajo se centra en los ajustes o correcciones al resultado contable en el Impuesto sobre Sociedades que suponen una auténtica novedad para el año 2001: el nuevo método de exención de rentas de establecimientos permanentes y dividendos extranjeros y el nuevo tratamiento de las inversiones por implantación de empresas en el extranjero. Asi mismo se repasan los ajustes que se actualizan para terminar con unas breves reflexiones sobre esas otras correcciones que parecen ser menores en cuanto que las mismas no tienen previstas casillas específicas en el correspondiente modelo de declaración del impuesto. Descriptores ICALI: Impuesto de Sociedades. Ajustes extracontables. Ajustes al resultado contable en el marco del I.S. Para el ejercicio 2001, el legislador, junto con el mantenimiento de los ajustes o correcciones tradicionales (libertad de amortización, amortización acelerada, arrendamiento financiero, etc.), ha actualizado la normativa aplicable a algunos de estos ajustes, como el relativo a la corrección monetaria, y por último ha previsto ajustes que suponen auténticas novedades: el nuevo método de exención de rentas de establecimientos permanentes y dividendos extranjeros y el nuevo tratamiento de las inversiones por implantación de empresas en el extranjero 1. INTRODUCCIÓN E l campo de los ajustes extracontables en el Impuesto sobre Sociedades ha sido, es y será un mundo tremendamente abonado para los cambios legislativos y especialmente desde la aprobación de la Ley 43/1995. La citada Ley, reguladora en la actualidad del impuesto sobre Sociedades, nació enarbolando determinados principios que infundían su articulado, y entre dichos • 94 principios destacó, para bien o para mal, la aproximación que dicho texto legal promovía entre la contabilidad y la fiscalidad. Dicha aproximación se plasmaba, fundamentalmente, en considerar que el resultado contable iba a ser la base imponible del impuesto, salvo por los ajustes o correcciones del mismo que se establecían en la propia ley. Principio que, con independencia de su juicio, lo que sí sugería es que dicha coincidencia iba ser más o menos general o si se prefiere que dichas correcciones o ajustes iban a ser si no mínimos, poco representativos. Nº 129 • Enero de 2002 Sin embargo, la realidad ha probado lo inexacto o, quizás, ingenuo de dicho proyecto. Nos encontramos antes dos conjuntos normativos diferentes, que responden a principios diferentes y que se basan en criterios diferentes. Y ello, porque persiguen resultados diferentes y con distinta finalidad. Por un lado, la contabilidad goza, para envidia de muchos, de normas estáticas en el tiempo, que rara vez se alteran, corrigen o adaptan. Mientras que, para sufrimiento de otros, la fiscalidad o, más concretamente, las normas reguladoras del Impuesto sobre Sociedades, varía con gran velocidad, no se sedimenta, no da tiempo a realizar interpretaciones pausadas. Cuando un especialista o un mero intelectual curioso quiere conocer en profundidad su contenido, lo cual exige tiempo en su aplicación se encuentra que dicha norma ya no sirve, ha sido derogada, modificada, adaptada o incluso interpretada en el Boletín Oficial del Estado. Desde el punto de vista de los principios que informan una y otra materia también encontramos diferencias. La Contabilidad se basa en principios tales como el de imagen fiel, prudencia valorativa, empresa en funcionamiento.... Y ello, porque lo que está intentando medir no es ni más ni menos que un resultado contable, beneficio o pérdida, de una actividad económica con intención de perdurar y que precisamente por ello, tiene en cuenta tales principios. Sin embargo, la Fiscalidad pretende cuantificar una magnitud distinta cual es la base imponible del impuesto concretada en un lapso de tiempo determinado y que no tiene en cuenta tanto la marcha de la actividad económica realizada o las perspectivas de futuro, sino la medición fría y pura de “cuanto se ha ganado”. Incluso con independencia de “como”. Es decir, si para una entidad un ejercicio económico en el que hayan descendido las ventas, la producción o se aprecie una recesión en el sector, es un ejercicio malo con independencia del resultado monetario obtenido, Nº 129 • Enero de 2002 para la fiscalidad será más o menos bueno en función de las unidades monetarias que conforman la base imponible, con independencia de si las mismas proceden de la actividad normal de la entidad o de la venta de los activos de la misma. Y las razones de tanta diferencia radica precisamente en la propia finalidad diversa de dichos conjuntos normativos. Y eso, no es ni bueno ni malo, simplemente es que nos encontramos ante ciencias más divergentes de lo que, en un principio, pareció reconocer el legislador del 95. La Ley 43/95 ya contemplaba lo que a juicio de algunos autores se consideró como un número exagerado de ajustes extracontables o correcciones al resultado contable. Sin embargo, lejos de que la evolución de dicha realidad sea la de minorar dicha cuantía, la realidad nos demuestra que el legislador fiscal no sólo mantiene sino que aumenta el número de los mismos. La afirmación anterior no es una crítica, simplemente la plasmación de que es uno de los escasos campos que le quedan al legislador fiscal para introducir modificaciones en la normativa del impuesto, dejando a un lado el mundo de las deducciones y bonificaciones de la cuota. La contabilidad no es tan estricta como la Fiscalidad, permite registrar bien las operaciones de varias formas, quizás unas más técnicas que otras, pero el resultado final no varía. El resultado contable es el mismo se realicen abonos o se minoren los cargos. Sin embargo, dicha libertad no se predica en el campo de la Fiscalidad, incluso las menciones formales en las Cuentas, Memorias o incluso en los Modelos de Declaración pueden llegar a tener transcendencia. Para el ejercicio 2001 el legislador junto con el mantenimiento de los ajustes o correcciones tradicionales, libertad de amortización, amortización acelerada, arrendamiento financiero, reversión de beneficios extraordinarios, transparencia C onforme avanza el tiempo surgen nuevos ajustes extracontables que separan el resultado contable de la base imponible fiscal, el propio impuesto..... ha actualizado la normativa aplicable a algunos de estos ajustes, como el relativo a la corrección monetaria, y por último ha previsto ajustes que suponen autenticas novedades: el nuevo método de exención de rentas de establecimientos permanentes y dividendos extranjeros y el nuevo tratamiento de las inversiones por implantación de empresas en el extranjero. Vamos a centrar este trabajo en los ajustes o correcciones que suponen una auténtica novedad, recordaremos los ajustes que se actualizan para terminar con unas breves reflexiones sobre esas otras correcciones que parecen ser menores en cuanto que las mismas no tienen previstas casillas específicas en el correspondiente modelo de declaración del impuesto. 95 • Novedades Fiscales L a participación, directa o indirecta, en la filial extranjera de la que se perciben los dividendos ha de ser al menos del 5 por ciento 2. EXENCIÓN DE DETERMINADAS RENTAS OBTENIDAS EN EL EXTRANJERO A TRAVÉS DE UN ESTABLECIMIENTO PERMANENTE El Real Decreto-Ley 8/1996, de 7 de junio, constituyó un modelo para evitar la doble imposición económica internacional sobre los dividendos percibidos de inversiones financieras en sociedades extranjeras y sobre las plusvalías obtenidas en la transmisión de los títulos representativos de las mismas. Este modelo consistía en una deducción en la cuota del impuesto español por la parte de la misma que se correspondía con la base imponible imputable a estas rentas. Estaba desarrollado en el nuevo artículo 30 bis de la LIS, un artículo que sufrió prontas modificaciones; primero en la Ley 10/1996, de 18 de diciembre, y, poco después, en la Ley 66/1997, de 30 de diciembre. • 96 Y para abordar la doble imposición jurídica que soportan las rentas obtenidas por una sociedad española de sus establecimientos permanentes en el extranjero, la citada Ley 10/1996 desarrolló un modelo análogo: una deducción en la cuota por el importe resultante de aplicar el tipo de gravamen español a la parte de su base imponible imputable a la renta del establecimiento permanente extranjero. Era el nuevo artículo 29 bis, también retocado posteriormente por la Ley 66/1997. Pues bien, ambos artículos, el 29 bis y el 30 bis, han sido derogados por el Real Decreto-Ley 3/2000, de 23 de junio con efectos para los períodos impositivos que se inicien a partir del 25 de junio de 2000 (así lo aclara la Disposición derogatoria primera de la Ley 6/2000, de 13 de diciembre) y sustituidos por otros dos nuevos artículos, los 20 bis y 20 ter, que deciden excluir directamente de la base del Impuesto las rentas anteriores. Las rentas que se declaran exentas, a los efectos de realizar la correspondiente corrección al resultado contable son las que se comentan seguidamente. 2.1. Dividendos de sociedades no residentes en España Los requisitos establecidos por la LIS para la exención de estos dividendos son los siguientes: 1. La participación, directa o indirecta, en la filial extranjera de la que se perciben los dividendos ha de ser al menos del 5 por ciento. 2. Esta participación ha de mantenerse ininterrumpidamente durante un año, ya sea antes de la obtención del dividendo o computando, además, el tiempo de permanencia posterior a esta fecha. También puede considerarse a estos efectos la permanencia de los valores en alguna otra sociedad del grupo. 3. La filial extranjera ha debido estar sometida a un Impuesto de naturaleza idéntica o análoga a nuestro Impuesto sobre Sociedades. La Ley aclara algunos supuestos en los que se entiende cumplida esta exigencia, así, cuando la participada extranjera reside en un país con el que España tenga suscrito convenio para evitar la doble imposición, que este convenio sea de aplicación y que contenga cláusula de intercambio de información. 4. Los beneficios repartidos por la filial han de proceder de actividades empresariales desarrolladas en el extranjero. Este requisito se entiende cumplido cuando al menos el 85 por ciento de los ingresos procedan de las rentas que minuciosamente describe el Real Decreto-Ley 3/2000 y que posteriormente matizó la Ley 6/2000. 5. También pueden formar parte de aquellos ingresos que han de superar el 85 por ciento de los totales los dividendos procedentes de otras sociedades no residentes o de plusvalías procedentes de la venta de valores, cuando se cumplan los mismos requisitos respecto de estas sociedades. 2.2. Plusvalías obtenidas de aquellos valores de filiales extranjeras Ya sea por venta o por separación de socios o disolución de sociedades, siempre que se cumplan los mismos requisitos anteriores, salvo que el nuevo titular de los valores resida en un paraíso fiscal. En este punto, la Ley introduce algunas normas cautelares que condicionan la aplicación de esta exención. Así, dispone que: a) Cuando el valor de mercado de las participaciones en entidades residentes en territorio español y de los activos situados en dicho territorio que posea la entidad no residente, directa Nº 129 • Enero de 2002 ● Ajustes al resultado contable en el marco del I.S. o indirectamente, supere el 15 por ciento del valor de mercado de sus activos totales, la exención se limitará a la parte de la renta obtenida en la transmisión que se corresponda con el incremento neto de los beneficios no distribuidos generados por la entidad participada durante el tiempo de tenencia de la participación. b) Cuando el sujeto pasivo hubiera efectuado alguna corrección de valor (provisión por depreciación de los valores) sobre la participación transmitida que hubiera resultado fiscalmente deducible, la exención se limitará al exceso de la renta obtenida en la transmisión sobre el importe de aquella corrección. c) Cuando la participación en la entidad no residente haya sido adquirida a otra entidad que reúna las circunstancias a que se refiere el art. 42 del Código de Comercio para formar parte de un mismo grupo de sociedades, se aplicarán estas especialidades: 1. La renta negativa obtenida en la transmisión de la participación en la entidad no residente, se minorará en el importe de la renta positiva obtenida en la transmisión de la misma participación a la que se hubiera aplicado la exención. 2.La renta positiva obtenida en la transmisión de la participación en la entidad no residente será gravada hasta el importe de las rentas negativas obtenidas en transmisiones anteriores que se hubiesen integrado en la base imponible de este impuesto. d) Cuando las acciones transmitidas que generan la plusvalía se adquirieron en virtud de alguna operación de fusión, escisión, … acogida a su régimen especial, la exención alcanzará únicamente a la diferencia entre el valor de la transmisión y el normal de mercado Nº 129 • Enero de 2002 en el momento de su adquisición. Y, paralelamente, la diferencia entre este valor normal de mercado de adquisición y el valor histórico aceptado por el indicado régimen especial se integrará, sin beneficio alguno, en la base imponible. 2.3. Normas comunes a dividendos y plusvalías de fuente extranjera. El Real Decreto-Ley 3/2000 ha establecido una serie de incompatibilidades de este nuevo régimen de exención: con la transparencia fiscal; con la aplicación de la deducción por doble imposición jurídica del art. 29 y con la de la deducción por doble imposición económica del art. 30; o cuando la filial se haya constituido en el país extranjero con la finalidad de disfrutar de su régimen fiscal. La Ley 6/2000 ha añadido otro apartado cautelar: si en la transmisión de estos valores extranjeros se ha obtenido una renta negativa y se habían adquirido de otra sociedad del grupo (si se dan los requisitos del art. 42 del Código de Comercio), aquella minusvalía se minorará en el importe de la plusvalía de esta transmisión previa si se acogió a este régimen de exención. E l RD-Ley 3/2000 estableció un beneficio tributario dirigido a alentar la adquisición de títulos representativos del patrimonio de sociedades extranjeras 2.4. Rentas procedentes de establecimientos permanentes en el extranjero. miento permanente no debe hallarse situado en un país o territorio calificado reglamentariamente como paraíso fiscal. El nuevo art. 20 ter extiende este régimen de exención a las rentas obtenidas por medio de un establecimiento permanente en el extranjero. Estas rentas no se integran en la base del Impuesto español bajo un cuadro de requisitos y condiciones semejante al que hemos visto en las letras anteriores. También establece, cuatelarmente, que si en anteriores períodos impositivos el establecimiento permanente ha generado pérdidas que se hubieran integrado en la base imponible de la entidad, la exención actual sólo se aplicará a las rentas positivas obtenidas con posterioridad a partir del momento en que superen la cuantía de aquellas pérdidas. Así, las rentas han de proceder de la realización de actividades empresariales en el extranjero, han debido ser gravadas por un impuesto de naturaleza idéntica o análoga a este Impuesto, y el estableci- Pues bien, todos estos componentes de los beneficios de las sociedades o entidades que se constituyan como sujetos pasivos del impuesto se excluyen de tri97 • Novedades Fiscales L a deducción por inversiones para la implantación de empresas en el extranjero tiene dos limites: uno absoluto y otro relativo en los períodos impositivos que concluyan en los cuatro años siguientes, y por partes iguales, aquella cantidad se reintegrará a la base imponible. La reducción en la base imponible se instrumenta mediante un corrección negativa al resultado contable y la posterior reversión requerirá correccciones positivos en los ejercicios afectados. Los requisitos exigidos por la citada normativa para poder practicar la citada minoración del resultado contable arrojado por la Contabilidad, son: • La participación tomada en la sociedad extranjera ha de permitir alcanzar la mayoría de los derechos de voto. • La sociedad participada no ha de residir en la Unión Europea ni en un paraíso fiscal. • La sociedad participada ha de desarrollar una actividad empresarial, entendida esta en los mismos términos que hemos comentado más arriba con relación al nuevo art. 20 bis; una actividad que, además, no ha de ser inmobiliaria, financiera, de seguros, ni ha de consistir en prestar servicios a sociedades vinculadas residentes en España. butación del mismos mediante la corrección negativa de su importe, es decir, mediante lo que coloquialemnte denominamos ajuste al resultado contable, y no como venía siendo tradicional, mediante el mecanismo de las deducciones para evitar la doble tributación. • 3. DEDUCCIÓN POR INVERSIONES PARA LA IMPLANTACIÓN DE EMPRESAS EN EL EXTRANJERO Con efectos para los ejercicios que se hayan iniciado a partir del 25 de junio de 2000, el Real Decreto-Ley 3/2000 estableció un beneficio tributario dirigido a alentar la adquisición de títulos representativos del patrimonio de sociedades extranjeras. Este beneficio tributario consiste en permitir una reducción en la base imponible por una cantidad equivalente al coste de adquisición de estos valores. Posteriormente, • 98 Esta deducción en la base imponible tiene dos límites: uno absoluto, de 5.000 millones de pesetas; y otro relativo, el 25 por ciento de la base imponible previa a esta deducción. Lógicamente se hace incompatible esta especie de crédito tributario con la provisión por depreciación de los valores adquiridos. Así, si en el mismo ejercicio de su adquisición se dota tal provisión y esta es aceptable fiscalmente, la deducción en la base será la diferencia entre el valor de la inversión menos esta provisión. Y si, en alguno de los cuatro años posteriores en los que se ha de realizar la reversión se ha dotado una provisión, esta no será deducible. También se proclama la incompatibilidad de este régimen con el de fomento a las inversiones de exportación del art. 34 de la LIS. Recordemos que en este artículo se ofrece un crédito fiscal en función de la adquisición de valores extranjeros. Para alcanzarlo se exigen unos requisitos: participación mínima del 25%, actividad de la filial relacionada con la exportación de la sociedad española, etc. Pues bien, ambas medidas resultan incompatibles, como cabía esperar. Así, si en la inversión financiera realizada concurren los requisitos exigidos por el art. 20 quater y por el art. 34, el sujeto pasivo deberá optar por una u otra medida; por la reducción temporal en la base imponible del art. 20 quater o por la deducción (permanente) en la cuota. Incluso podrá distribuir la inversión entre la reducción en la base imponible y el crédito. Pero el mismo importe no podrá acceder a ambas medidas. 4. DEPRECIACIÓN MONETARIA: ATENUACIÓN DE LOS EFECTOS DE LA INFLACIÓN 4.1 Premisas básicas de la corrección Nos encontramos con uno de los ajustes o correcciones al resultado contable ya clásicos en la normativa que supone la Ley 43/95 y su posterior desarrollo. Y si nos referimos a la misma es por el hecho de que se trata de una corrección en la que el paso de un ejercicio a otro genera variaciones, aun cuando sólo sean numéricas al variar los porcentajes aplicables, que con dicha vigencia temporal se actualizan. Recordemos las premisas básicas en las se fundamenta esta corrección. En la transmisión de elementos de inmovilizado, material o inmaterial, la contabilidad del sujeto pasivo refleja el resultado determinado por el enfrentamiento Nº 129 • Enero de 2002 ● Ajustes al resultado contable en el marco del I.S. entre el precio de venta y el valor contable del elemento -precio de compra menos amortizaciones y/o provisiones. Sin embargo, la actual Ley del Impuesto entiende, con gran sentido de justicia tributaria, que en aquel resultado contable hay un componente meramente monetario, de mayor o menor cuantía, que no representa una ganancia real. Un componente que se debe, exclusivamente, a que la unidad de cuenta, la peseta, no tiene el mismo valor en el momento de venta del activo que el que tenía en el momento en que éste se incorporó al patrimonio de la sociedad. En consecuencia, al objeto de tener en cuenta este “efecto de la inflación”, a la hora de determinar la base imponible se debe reducir el importe valorado de este componente meramente monetario mediante la correspondiente corrección. El artículo 15.11 del texto legal es el que se ha ocupado desde la aprobación de la Ley de la regulación del procedimiento para tener en cuenta este “efecto de la inflación” en la determinación de la base imponible. Aunque su contenido ha sufrido, como otros muchos artículos de la vigente ley, modificaciones a lo largo de su corta pero intensa vida jurídica. Modificaciones que, en algunos casos, han sido sustanciales. En el momento de realizarse una transmisión de un elemento del inmovilizado se producirá, por el mero enfrentamiento entre el valor contable del mismo y el valor venal acordado entre las partes, un resultado, beneficio o pérdida. Y es en el caso de que dicha transmisión genere un beneficio cuando procede la aplicación de los denominados coeficientes correctores para delimitar que parte de dicho beneficio es renta real y por lo tanto gravable y que parte es mero efecto de la inflación y por lo tanto debe quedar al margen de la tributación fiscal. Es decir, la aplicación de esta corrección sólo se producirá cuando la transmiNº 129 • Enero de 2002 sión haya producido renta positiva. Nunca en el caso de pérdidas. Por ello, este algoritmo se aplica para reducir las plusvalías generadas en la transmisión, pudiendo eliminarlas por completo o incluso, desde la nueva redacción otorgada por la Ley 40/1.998, de 9 de diciembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y otras Normas Tributarias, convertirlas en minusvalías, pero no será de aplicación en los casos en los que la transmisión haya generado una minusvalía. Esta discriminación de las minusvalías podía entenderse con mayor facilidad en la redacción originaria de la Ley, la cual sólo permitía la minoración de las plusvalías hasta el límite de las rentas positivas, es decir, permitía que por aplicación de esta corrección se eliminara el beneficio tributable derivado de la transmisión pero no admitía que por aplicación del mismo se generara una minusvalía, es decir, una pérdida fiscal. En este contexto se admitía con mayor facilidad que por aplicación de las mismas normas la minusvalía contable no se convirtiera en una mayor pérdida fiscal. Ahora bien, si desde el 1 de enero de 1.999, fecha de entrada en vigor de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, se permite convertir un beneficio contable en una pérdida fiscal, ¿por qué no aceptar que una pérdida contable se incremente a efectos fiscales?. Sin embargo, con ser importante, esta no es la única modificación sustantiva que introdujo la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en esta corrección. En efecto, hasta la aprobación de la citada norma legal, el mecanismo previsto en el artículo 15.11 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades se aplicaba a las rentas positivas derivadas de la transmisión de elementos del inmovilizado, con independencia de la naturaleza de los mismos. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 1.999, sólo es de aplicación para las transmisiones de inmuebles integra- L a aplicación de la corrección por depreciación monetaria sólo se producirá cuando la transmisión haya producido renta positiva dos en el activo fijo. Por lo tanto los coeficientes a los que posteriormente nos referiremos no operan en las transmisiones de elementos del inmovilizado inmaterial, o del inmovilizado material distintos de los inmuebles. 4.2 Procedimiento de cálculo de la corrección Veamos el procedimiento previsto para tener en cuenta el “efecto de la inflación” en el caso de rentas positivas derivadas de transmisiones de bienes inmuebles. Evidentemente la contabilidad y por ello el resultado contable, englobará la totalidad del citado beneficio, por lo que, una vez aplicados los coeficientes correctores y cuantificada la parte que va a ser objeto de gravamen será preciso realizar el correspondiente ajuste extracontable. La renta positiva, es decir, la plusvalía, se minora en el importe de la depreciación monetaria producida desde el 1 de enero de 1.983, de conformidad con la siguiente mecánica: 99 • Novedades Fiscales L os coeficientes correctores no operan en las transmisiones de elementos del inmovilizado inmaterial, o del inmovilizado material distintos de los inmuebles a) Se multiplica el precio de adquisición o coste de producción de los activos transmitidos por el coeficiente que corresponda al año de adquisición o producción, de los establecidos al respecto por la Ley de Presupuestos. Para los períodos impositivos que se inicien durante el año 2.001 los coeficientes recogidos en el Cuadro 1 En el caso de mejoras realizadas durante el tiempo de utilización del activo ahora transmitido, el importe de éstas se multiplicará por el coeficiente que corresponda al año que se realizaron. b) Las amortizaciones contabilizadas se actualizan multiplicándolas por el coeficiente correspondiente al año en que se realizaron. Sobre este punto volveremos posteriormente para poner de manifiesto los vaivenes que el concepto de amortizaciones actualizables ha sufrido a lo largo de las di- ferentes redacciones del artículo 15.11 de la L.I.S. c) La diferencia entre el valor de adquisición actualizado y las amortizaciones actualizadas representa el valor actualizado del elemento patrimonial transmitido. d) La diferencia entre el valor actualizado y el valor contable representa el “efecto monetario”. e) Por último, dicho “efecto monetario” se multiplica por el denominado “coeficiente de financiación” , es decir, el que representen los fondos propios respecto del pasivo total minorado en la tesorería y los derechos de crédito. Los indicados valores serán, a opción del sujeto pasivo, los habidos durante el tiempo de tenencia del elemento patrimonial transmitido o durante los cinco ejercicios anteriores a la transmisión si este plazo fuere menor. Este coeficiente no resultara de aplicación cuando sea superior a 0,4%, es decir cuando los fondos propios superan el 40% del pasivo. CUADRO 1 A ÑO DE ADQUISICIÓN C OEFICIENTE Con anterioridad a 1 de enero de 1984 En el ejercicio 1984 En el ejercicio 1985 En el ejercicio 1986 En el ejercicio 1987 En el ejercicio 1988 En el ejercicio 1989 En el ejercicio 1990 En el ejercicio 1991 En el ejercicio 1992 En el ejercicio 1993 En el ejercicio 1994 En el ejercicio 1995 En el ejercicio 1996 En el ejercicio 1997 En el ejercicio 1998 En el ejercicio 1999 En el ejercicio 2000 En el ejercicio 2001 1,938 1,760 1,625 1,530 1,458 1,393 1,332 1,280 1, 236 1,208 1,193 1,171 1,124 1,071 1,047 1,033 1,026 1,021 1,000 • 100 El referido procedimiento se ha mantenido sin alteraciones desde su entrada en vigor salvo el punto relativo a las amortizaciones computables. 4.3 Amortizaciones actualizables La Disposición Adicional 9ª de la propia LIS contempla los coeficientes de corrección monetaria aplicables para los períodos impositivos que se inicien durante 1.996. Pero su mayor “aportación” es que señala que los mismos se aplicarán a las amortizaciones contabilizadas. Independientemente de cual fuera la opinión técnica al respecto la disposición legal no dejaba lugar a dudas de la voluntad del legislador. Sin embargo, la Ley 12/1.996, de P.G.E. para 1.997 indica que las amortizaciones serán las que hayan tenido el carácter de Nº 129 • Enero de 2002 ● Ajustes al resultado contable en el marco del I.S. gastos fiscalmente deducible. En ese momento se podría pensar que el legislador había reconsiderado su postura inicial y puesto que lo que estaba cuantificando era una renta fiscal tomaba en consideración las amortizaciones fiscales. Cuando ya parecía que las aguas se habían calmado, la Ley 65/1.997, de P.G.E. para 1.988 indica que las amortizaciones que se tienen que tener en cuenta a efectos de aplicar los coeficientes de depreciación monetaria son las contabilizadas. Es de comprender el desconcierto del que fueron presa los obligados tributarios: la mecánica de aplicación de los coeficientes no ha variado, como ya hemos apuntado, pero según sea el ejercicio en el que se produzca la transmisión del elemento serán las amortizaciones contabilizadas o las que hayan sido gasto fiscal las que se verán afectadas por dichos coeficientes. Sin embargo, esta posición de considerar como amortizaciones actualizables las contabilizadas se ha mantenido en la Ley 49/1.998, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1.999, en la Ley 40/1.998, de 9 de diciembre, del I.R.P.F., en la Ley 54/1.999, de 29 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 2.000 y en la Ley 13/2000 de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 2.001. En esta situación hay que tener en cuenta que ciertos territorios español gozan de autonomía normativa en el marco del Impuesto sobre Sociedades y que en el ejercicio de la misma aprueban las normas que consideran adecuadas en la regulación de la materia que le es propia. Pues bien, dentro de este marco hay que hacer referencia a la Ley Foral 24/1.996, de 30 de diciembre, del Impuesto sobre Sociedades aprobada por el Parlamento de Navarra, en base a su potestad para mantener, establecer y regular su propio régimen tributario, según se establece en el artículo 45 de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra. Nº 129 • Enero de 2002 La citada Ley Foral contempla en su artículo 27 y bajo la rúbrica “Corrección de la depreciación monetaria” el mismo procedimiento que se establece en la ley estatal para paliar el “efecto de la inflación”. Sin embargo, y en base a la autonomía normativa indicada introduce una variación que afecta a las amortizaciones a las que se les aplica los indices correctores. En efecto el citado precepto, desde su incorporación al Ordenamiento Jurídico y hasta la fecha, considera que las amortizaciones que se tienen que tener en cuenta a estos efectos son las amortizaciones acumuladas que fueran fiscalmente deducibles. La indica mención se contiene en la Ley del Impuesto navarro y no en una Ley de Presupuestos, con lo que ello supone, no sólo de vigencia temporal, sino también respecto a su posible modificación. 4.4 Elementos transmitidos actualizados al amparo del RD-Ley 7/1996 Por último, hay que hacer una mínima referencia a la aplicación de el procedimiento para corregir el “efecto de la inflación” en el caso de que el elemento transmitido se hubiese actualizado anteriormente al amparo del Real Decreto Ley 7/1996, de 7 de junio. En este caso los coeficientes que hemos visto más arriba, aprobados por la Ley de Presupuestos, se aplican sobre los valores históricos; no sobre los actualizados. En un paso siguiente, la diferencia entre el valor de adquisición «histórico» actualizado y las amortizaciones «históricas» asimismo actualizadas, en ambos casos por los coeficientes de la Ley de Presupuestos, se minora en el importe del «valor anterior» del activo transmitido, y a la diferencia se le aplica el factor K, o «factor de financiación», que hemos señalado más arriba. L os coeficientes correctores se aplican sobre los valores históricos; no sobre los actualizados al amparo del RD Ley 7/1996 Y del resultado así obtenido se resta el incremento provocado en este activo por las operaciones de actualización realizadas al amparo del citado Real Decreto Ley 7/1996. Es importante aclarar que el «valor anterior» a que antes nos hemos referido es el valor sobre el que se han aplicado los coeficientes de revalorización presupuestarios. 5. OTRAS CORRECCIONES Nos vamos a referir a esos otros aumentos o disminuciones que procede efectuar sobre el resultado contable para la determinación de la base imponible, que estando previsto en la propia normativa del impuesto como no podía ser de otra manera, sin embargo no tienen expresamente prevista una casilla en los Modelos de declaración del Impuesto y a las que se refiere el citado impreso bajo la rúbrica de “Otras Correcciones”. Queremos hacer hincapié en estas corecciones por cuanto que quizás no 101 • Novedades Fiscales L a retribución de los Administradores puede valorarse bajo los criterios de las “operaciones vinculadas” del art. 16 Ley del sean tan llamativas como las derivadas de los régimenes de aceleración de las amortizaciones, o tan específicas como las derivadas del arrendamiento financiero, pero que sin duda son bastante más frecuentes en la vida fiscal de los obligados por el tributo. Entre las circunstancias que darán lugar a la existencia de estas “Otras Corecciones” se pueden citar a título de ejemplo las siguientes: 1. Participación de los administradores en los beneficios de la entidad, siempre que no hubiera sido contabilizada como gasto. Recordemos que las participaciones en beneficios de los administradores han de acomodarse a las exigencias mercantiles. Así, si el sujeto pasivo es una Sociedad Anónima, “el sistema de retribución, si lo tuvieren” deberá constar en los Estatutos Sociales (art. • 102 9.h del Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas); y el art. 130 del mismo texto legal dispone: “La retribución de los administradores deberá ser fijada en los estatutos. Cuando consista en una participación en las ganancias, solo podrá ser detraída de los beneficios líquidos y después de estar cubiertas las atenciones de la reserva legal y de la estatutaria y de haberse reconocido a los accionistas un dividendo mínimo del 4 por ciento o el tipo más alto que los estatutos hayan establecido”. Si el sujeto pasivo es una Cooperativa, el art. 40 de la Ley 27/1999, de 16 de julio, establece que “Los Estatutos podrán prever que los consejeros y los interventores no socios perciban retribuciones, en cuyo caso deberán establecer el sistema y los criterios para fijarlas por la Asamblea”. Es decir, que los Estatutos sociales no solo deben tener prevista la posibilidad de una retribución para estos cargos, sino que, además, deben establecer “el sistema y los criterios para fijarla” por la Asamblea de socios. En este punto conviene recordar la posición de la Dirección General de Tributos emanada en una consulta de fecha 21 de febrero de 1997, en la que considera que la retribución de los Administradores de una Sociedad Limitada en forma fija determinada cada año por la Junta General, es un gasto deducible siempre que este sistema de retribución esté determinado en los Estatutos. Y que la retribución de los Administradores puede valorarse bajo los criterios de las “operaciones vinculadas” del art. 16 Ley del impuesto, recordatorio realizado por la misma Dirección General de Tributos en Consulta de fecha 6 de mayo de 1997. 2. Correcciones ocasionadas por la aplicación de lo dispuesto en la Disposición Adicional 5.ª de la Ley 42/1994, que establece la no integración en la base imponible de las rentas positivas que se hayan puesto de manifiesto en el período impositivo como consecuencia de la percepción de las ayudas de la política agrícola comunitaria por el abandono definitivo del cultivo de viñedos, la prima de arranque de plantaciones de manzanos, la prima de arranque de plataneros y el abandono definitivo de la producción lechera. Posteriormente la Ley 66/1997, de 30 de diciembre, amplió la relación anterior para incluir en ella el abandono definitivo o el arranque de plantaciones de melocotoneros y nectarinas. Y, más tarde, la Ley 40/1998, de 9 de diciembre, ofreció la misma exención a las rentas positivas derivadas de las ayudas para el abandono definitivo o el arranque de plantaciones de peras. Recordemos al respecto que el apartado 2 de la Disposición Adicional 5.ª de la Ley 42/1994 establece que no se excluye de la base imponible el importe de la ayuda pública percibida, sino el exceso de ésta respecto de las pérdidas patrimoniales generadas. Es decir, si no existen estas pérdidas, se excluye de la base imponible el importe de la ayuda. Y si existen pérdidas, éstas se restan de dicha ayuda; si la diferencia es positiva (la ayuda percibida supera el importe de las pérdidas), ese exceso no se incluye en la base imponible, pero si es negativa, es decir, si las pérdidas superan cuantitativamente el montante de la ayuda percibida, entonces esa diferencia sí podrá integrarse, como tal pérdida, en la base imponible. 3. Correcciones derivadas de la percepción de ayudas públicas que tengan por objeto reparar la destrucción, por incendio, inundación o hundimiento, de elementos patrimoniales afectos al Nº 129 • Enero de 2002 ● Ajustes al resultado contable en el marco del I.S. ejercicio de actividades empresariales. (Ley 40/1998, de 9 de diciembre. Disp. Adicional 22.ª) 4. Correcciones ocasionadas por la aplicación de lo dispuesto en la Disposición Adicional 10.ª de la LIS, que establece la no integración en la base imponible de las rentas que se pongan de manifiesto como consecuencia de la percepción de las ayudas de la política pesquera comunitaria, la paralización definitiva de la actividad pesquera de un buque, así como la transmisión de éste para la constitución de sociedades mixtas en terceros países. 5. Correcciones derivadas de las cantidades que las Cajas de Ahorro destinen de sus resultados a la financiación de obras benéfico-sociales, de acuerdo con los requisitos establecidos para la aplicación de esta deducción fiscal en el artículo 22-2 de la Ley del impuesto. Igualmente, correcciones derivadas de los gastos de mantenimiento de la obra benéfico-social, así como las rentas derivadas de la transmisión de inversiones afectas a la dicha obra. 6. Aplicaciones del resultado del ejercicio que las cooperativas fiscalmente protegidas destinen, con carácter obligatorio, al Fondo de Educación y Promoción, en la cuantía que, con los requisitos y limitaciones establecidos en la Ley 20/1990, de 19 de diciembre, sobre Régimen Fiscal de las Cooperativas, resulte fiscalmente deducible en cada caso, así como las rentas de las sociedades cooperativas derivadas de la transmisión de elementos afectos al citado Fondo. De igual manera, las rentas obtenidas por las sociedades cooperativas como consecuencia de la atribución patrimonial de bienes y derechos de las Cámaras Agrarias que hayan tenido lugar a partir del 1 de enero de 1994. 7. Correcciones derivadas de la no integración en la base imponible de las Nº 129 • Enero de 2002 subvenciones otorgadas por las Administraciones públicas a las sociedades de garantía recíproca ni las rentas que se deriven de dichas subvenciones, siempre que unas y otras se destinen al fondo de provisiones técnicas. (Ley 1/1994, de 11 de marzo). 8. Correcciones derivadas de la no integración en la base imponible de las subvenciones otorgadas por las Administraciones públicas a las sociedades de reafianzamiento ni las rentas que se deriven de dichas subvenciones, siempre que unas y otras se destinen al fondo de provisiones técnicas y que se refieran a las actividades que, de acuerdo con lo previsto en el artículo 11, Ley 1/1994, de 11 de marzo, sobre el Régimen Jurídico de las Sociedades de Garantía Recíproca, han de integrar necesariamente su objeto social. 9. Correcciones derivadas del disfrute de la exención parcial por las rentas que obtengan las sociedades y fondos de capital-riesgo en la transmisión de acciones y participaciones en el capital de las empresas a que se refiere el artículo 69 de la Ley del Impuesto, en la redacción dada por la Ley 1/1999, de 5 de enero, modificada por el art. 6 del Real Decreto-Ley 3/2000, de 23 de junio. Igualmente, las correcciones que surjan como consecuencia del disfrute de la citada exención parcial por las sociedades de promoción de empresas que adapten sus estatutos al de las sociedades de capital-riesgo o se transformen en éstas, de acuerdo con lo establecido en la Disposición Transitoria 7.ª del mismo texto legal. P or el convenio hispano-austríaco no se someten a tributación en España los rendimientos del capital obtenidos por entidades residentes, de bonos austríacos 10. Correcciones motivadas por la aplicación de la Disposición Adicional 26.ª de la Ley 31/1991, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1992, relativa a la no integración en la base imponible del impuesto de los incrementos y disminu103 • Novedades Fiscales L as provisiones eliminadas sin pasar por la cuenta de resultados incrementan la base imponible del impuesto ciones de patrimonio que se pongan de manifiesto como consecuencia de la adscripción del equipo profesional a una sociedad anónima deportiva de nueva creación. 11. Correcciones derivadas del disfrute de la exención parcial por las rentas que obtengan las sociedades de desarrollo industrial regional reguladas en la Ley 18/1982 en la transmisión de acciones y participaciones en el capital de las empresas en que participen (art. 70, LIS). 12. Correcciones que puedan surgir de la aplicación de los supuestos contemplados en la Disposición Transitoria 15.ª, “Régimen transitorio de acomodación de los compromisos por pensiones mediante planes de pensiones” y Disposición Transitoria 16.ª “Régimen transitorio de acomodación de los compromisos por pensiones”, de la Ley 30/1995, de 8 de noviembre, de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados. 13. Gastos contabilizados por operaciones con paraísos fiscales. Según el artículo14-1.g, de la Ley del impuesto, para determinar la base imponible del mismo no son deducibles los gastos de servicios correspondientes a operaciones: • • Realizadas directa o indirectamente con personas o entidades residentes en países o territorios calificados como paraísos fiscales. Que se paguen a través de personas o entidades residentes en dichos países o territorios. No obstante, dichos gastos son deducibles en la medida en que el sujeto pasivo pruebe que el gasto devengado responde a una operación o transacción efectivamente realizada. Se produce así una inversión de la carga de la prueba: la sociedad residente que soporta el gasto debe probar la realidad de la operación de la • 104 que deriva el gasto. Por tanto, en caso de que no lo pueda probar procederá practicar un ajuste extracontable por el total de dichos gastos. 14. Correcciones por rentas obtenidas en el extranjero que no tributan en España. Determinados convenios internacionales para evitar la doble imposición someten algunas rentas a tributación exclusivamente en el país de origen. En estos casos si una sociedad española obtiene estos tipos de rentas en el extranjero no deberá acumularlas para determinar la base imponible, lo que se conseguirá mediante un ajuste extracontable negativo por el rendimiento neto derivado de dichas rentas. Por ejemplo, por el convenio hispanoaustríaco no se someten a tributación en España los rendimientos del capital obtenidos por entidades residentes, de bonos austríacos. 15. El nuevo apartado 9 del artículo 19 de la Ley del impuesto, añadido por la Ley 50/1998, de 30 de diciembre, señala que las provisiones que se eliminen contablemente, por no haberse aplicado a su finalidad, sin abonarse a la cuenta de resultados, deberán integrarse en la base imponible de la entidad que la hubiese dotado, en la medida en que dicha dotación fue gasto fiscalmente deducible. 16. También podrán anotarse aquí las correcciones derivadas de la restitución del patrimonio incautado en la guerra civil, o la compensación pecuniaria prevista cuando los citados bienes o derechos no puedan ser devueltos total o parcialmente por no haber quedado suficientemente identificados, por pertenecer a terceras personas distintas del Estado o por cualquier otra causa; conforme señala el artículo 8 de la Ley 43/1998, tanto la restitución de los bienes como, en su caso, la compensación económica, no se integrarán en la base imponible del Impuesto. Nº 129 • Enero de 2002