ARTÍCULO DE REVISIÓN Las infecciones vinculadas a los dispositivos antiarrítmicos implantables Hyun S. Yoo, Julio D. Pastori, Pablo A. Chiale Laboratorio de Electrofisiología y Arritmología Intervencionista. División Cardiología. Hospital General de Agudos José M. Ramos Mejía Rev Electro y Arritmias 2009; 4: 131-138 En las últimas décadas, la población de pacientes portadores de dispositivos cardíacos eléctricos implantables creció de manera exponencial debido, por una parte, a que la prolongación de la expectativa de vida se asocia con una incidencia mayor de trastornos de ritmo y, por otra, a los progresos tecnológicos en esos dispositivos, cuya confiabilidad y versatilidad amplió el espectro de sus indicaciones. Se estima que en el mundo existen más de 3.000.000 de pacientes con marcapasos definitivos y más de 180.000 pacientes con cardiodesfibriladores automáticos implantables . Si bien la tasa de las complicaciones que involucran a estos dispositivos descendió en concordancia con las mejoras tecnológicas y con la simplificación de la técnica de implantación, las infecciones aún se asocian con una morbimortalidad significativa. En la actualidad, la tasa anual de infecciones vinculadas a los dispositivos antiarrítmicos implantables se ubica entre el 0,1% y el 7%, cifra que resulta exigua cuando se la compara con el 16% al 19% que existía en los albores de la estimulación cardíaca permanente.2, 3, 4, 5, 6, 7 Sin embargo, de acuerdo con los datos aportados por el registro de una compañía de seguros de salud, realizado en los Estados Unidos de Norteamérica durante el período 1990 – 1999, el porcentaje de dispositivos cardíacos eléctricos implantables mostró un incremento del 48%, mientras que en el mismo lapso la tasa de infecciones vinculadas a ellos se incrementó el 124%. Es destacable que la incidencia de infecciones en los cardiodesfibriladores implantables supera a la de los marcapasos definitivos, con tasas comprendidas entre el 1% y el 12%, un hecho que se debe a las mayores dificultades en la técnica de implantación y al tamaño todavía excesivo del generador, que predisponen para esa complicación. Klug y col., en un estudio prospectivo y multicéntrico que incluyo a 6.319 pacientes, comunicaron 44 casos de infecciones asociadas con los dispositivos antiarrítmicos implantables (0,68%). La presencia de fiebre en las 24 horas previas al implante (OR: 5,83; IC: 95% 2,00 a 16,98), la utilización de marcapasos transitorios (OR: 2,46; IC: 95% 1,09 a 5,13) y las reintervenciones tempranas (OR: 15,04; IC: 95% 6,7 a 33,73) son fuertes predictores de esta complicación8. Además, Sohail y col. publicaron que el antecedente de infecciones de los dispositivos implantados con antelación, las enfermedades oncológicas, la desnutrición, la diabetes, el tratamiento prolongado con corticosteroides o con fármacos oncológiCorrespondencia: Centro de Arrítmias Cardíacas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dirección: Gral. Urquiza 609 C.A.B.A. Tel: (54-11) 4931-4046 o 4127-0246 FAX: (54-11) 4956-2102 Email: [email protected] Los autores declaran no haber ningún tipo de conflicto de intereses cos, la presencia de una vía venosa central y el implante de más de dos catéteres-electrodo son los factores de riesgo principales para el desarrollo de infecciones que involucran a los dispositivos cardíacos eléctricos implantables9. El manejo de los pacientes que padecen de esta complicación trae aparejado un impacto económico negativo considerable debido a períodos prolongados de hospitalización y terapias antibióticas, al costo del reemplazo del sistema implantado y a la reiteración de las cirugías. Se estima que en los Estados Unidos de Norteamérica el costo promedio de cada marcapasos definitivo infectado es de U$S 24.000 y el de cada cardiodesfibrilador automático implantable es de U$S 57.000.10 La etiología Los microorganismos Gram positivos, que forman parte de la flora normal de la piel, son los agentes patógenos que con mayor frecuencia se hallan implicados en las infecciones que involucran a los marcapasos y los cardiodesfibriladores automáticos implantables. El Staphylococcus aureus y el Staphylococcus epidermidis son los agentes patógenos responsables de más del 80% de las infecciones. Por su patogenicidad, el Staphylococcus aureus es el microorganismo que causa las infecciones tempranas del catéter-electrodo y de las estructuras cardíacas. En cambio, otros microorganismos de menor virulencia como Staphylococcus epidermidis, Streptococcus spp., Enterococcus spp., Corynebacterium spp., bacilos Gram negativos (Escherichia coli, Proteus spp., Klebsiella spp., Serratia marcescens, Salmonella typhimurium y Pseudomonas aeruginosa) y los hongos (fundamentalmente Candida spp.) se hallan con mayor frecuencia en las infecciones tardías11, 12, 13 . También se ha descrito que la infección llega a ser polimicrobiana hasta en el 20% de los casos, en especial en pacientes diabéticos o inmunocomprometidos14 . Los microorganismos llegan al dispositivo por tres mecanismos. El más frecuente se debe a la contaminación durante el acto quirúrgico y depara infecciones habitualmente tempranas. Una infección contigua puede extenderse y comprometer al dispositivo, como ocurre en las erosiones mecánicas de la piel causadas por el generador o por los catéteres-electrodo. Por último, la siembra hematógena por bacteriemias es, en cambio, muy inusual, excepto cuando el microorganismo implicado es el Staphylococcus aureus. Las manifestaciones clínicas La infección asociada con los marcapasos definitivos y los cardiodesfibriladores automáticos implantables puede clasificarse en temprana o tardía, en función del tiempo transcurrido desde el implante o la última manipulación. La infección temprana representa aproximadamente un ELECTROFISIOLOGÍA y ARRITMIAS, Vol 2, N° 4 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2009 131 hyun s. yoo y col tercio de los casos y suele manifestarse en los primeros 3 meses (generalmente antes de las 2 semanas del implante) como resultado de una contaminación en el momento de la cirugía. La variedad tardía es la más frecuente y ocurre después de los 3 meses desde la implantación y su evolución es más tórpida15, 16. Sohail y col. publicaron que el tiempo transcurrido entre la implantación del marcapasos y la aparición de la infección en 138 pacientes con marcapasos y 51 pacientes con cardiodesfibriladores implantables fue, en promedio, de 415 días para los primeros y de 125 días para los últimos. Esta diferencia temporal en la aparición de la infección estaría relacionada, al menos en parte, con el hecho de que los pacientes con cardiodesfibriladores tienen mayor incidencia de infecciones por Staphylococcus aureus y los marcapasos, por Staphylococcus coagulasa negativo17. La manifestación clínica de las infecciones vinculadas a los dispositivos cardíacos eléctricos implantables depende del tipo de presentación (del “bolsillo”, del generador, del generador y los catéteres-electrodo o sólo de los catétereselectrodo), de la vía elegida para la implantación (intravascular o epicárdica), del microorganismo implicado y del estado general del paciente. Es habitual distinguir tres variedades: a. Infecciones que involucran de manera exclusiva al generador. Es la forma más frecuente de presentación (70% de los casos) y compromete al “bolsillo” subcutáneo o retropectoral14. La infección ocurre durante la implantación del dispositivo. Se caracteriza por la aparición de síntomas y signos locales, como dolor, eritema, edema, y eventualmente supuración purulenta a través de la incisión quirúrgica no completamente cerrada o de un trayecto fistuloso. En la infección aislada del bolsillo del generador, los hemocultivos son negativos en el 80% de los casos. Las figuras 1A y 1B Figura 1 A. Exteriorización del generador de un marcapasos por decúbito del bolsillo. Figura 1 B. Ulceración de la piel por decúbito del “bolsillo” del generador de un marcapasos. muestran ejemplos de este tipo de presentación. b. Infecciones que comprometen al generador y a los catéteres-electrodo. La infección concomitante de los catéteres-electrodo está presente en menos del 20% de los casos y puede afectar tanto a la porción extravascular como a la intravascular. Es habitual su aparición tardía, varios meses luego del implante, y se acompaña con bacteriemia y fiebre persistente18, 19. En estos casos, la infección local del generador avanza por el catéter-electrodo en su trayecto por los tejidos blandos, por el sistema venoso, o por ambos, hacia el endocardio (valvular o no valvular) y aún el trayecto hasta el epicardio en los casos en que se emplea esta vía de abordaje. Las infecciones intravasculares profundas pueden involucrar a la válvula tricúspide y/o a 132 los sitios de inserción de los catéteres-electrodo en las cámaras cardíacas (aurícula derecha, ventrículo derecho, o ambas) e incluso a los trombos que se forman alrededor de los electrodos en el sistema venoso o en las cavidades cardíacas. Esta forma de presentación suele acompañarse con manifestaciones sistémicas: fiebre elevada, escalofríos y quebrantamiento general y ocasionar complicaciones graves, como trombosis venosa profunda, embolia séptica y shock que deparan una mortalidad del 40% si no se implementa con rapidez el tratamiento adecuado. c. Infecciones exclusivas del trayecto intravascular de los catéteres-electrodo. Esta forma de presentación es rara ya que se presume que, como cualquier material protésico, los catéteres-electrodo comienzan a ser recubiertos por neoepitelio y fibrosis desde el momento mismo de la implantación, lo que dificulta su colonización por microorganismos desde un foco distante pasados los tres meses desde la implantación. Los microorganismos responsables, en especial el Staphylococcus aureus, poseen en su superficie celular proteínas como las fibronectinas A y B, que son moléculas de adhesión que unen al microorganismo de manera irreversible con la matriz extracelular que cubre la superficie del catéter-electrodo. La unión del microorganismo con la superficie del catéter-electrodo genera a su vez un biofilm constituido por los propios microorganismos, proteínas y componentes celulares, que conforma una barrera de protección contra la respuesta inmune del huésped (que es incapaz de remover los gérmenes contenidos en el biofilm) y un medio metabólico local capaz de modificar la sensibilidad para los antibióticos. En estos casos, los signos locales de infección que indican una complicación infecciosa están ausentes. El diagnóstico diferencial de este tipo de presentación con las bacteriemias provocadas por un foco infeccioso alejado en pacientes portadores de marcapasos o cardiodesfibriladores implantables es difícil20. El término “endocarditis asociada a los dispositivos cardíacos eléctricos implantables” se refiere a la presencia de vegetaciones en la porción intravascular de los catétereselectrodo y/o en las estructuras cardíacas, con hemocultivos positivos o sin ellos. La válvula tricúspide es la válvula más afectada en los casos de endocarditis valvular. Con menor frecuencia, las vegetaciones se observan en el endocardio mural de la aurícula y del ventrículo derecho. En muchos casos, el cuadro suele acompañarse con episodios de embolia pulmonar (30-40%) . También se describieron endocarditis de las cavidades izquierdas, aunque ellas son muy infrecuentes. La aparición de esplenomegalia, nuevo soplo cardíaco o fenómenos vasculares embólicos sistémicos es también excepcional12,22. Las pautas para el diagnóstico La aproximación al diagnóstico de certeza comienza con la sospecha clínica y es obvio cuando existen signos inflamatorios locales o drenaje purulento en la herida quirúrgica. Sin embargo, en muchos pacientes los signos locales de infección están ausentes y, en ellos, la fiebre o la bacteriemia suelen ser la única manifestación clínica de una endocarditis infecciosa. La figura 2 muestra la incidencia de síntomas y signos clínicos presentes en las infecciones de los dispositivos cardíacos eléctricos implantables. ELECTROFISIOLOGÍA y ARRITMIAS, Vol 2, N° 4 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2009 Las infecciones vinculadas a los dispositivos antiarrítmicos implantables especial en la etapa previa al procedimiento de extracción de los dispositivos. Los hemocultivos son positivos en el 60% al 12 Sepsis 80% de los casos, a menos que 20 Bacteriemia acompañada con el microorganismo responsable síntomas generales sea de crecimiento lento (HA21 Malestar general CEK), se trate de un hongo, o 22 Escalofríos que el paciente haya recibido tratamiento antibiótico previo. 23 Drenaje purulento en el "bolsillo" Los cultivos superficiales o del del generador 23 material purulento sólo son Aumento de la temperatura local positivos en el 20 al 30% de los 29 Fiebre casos. 32 Los hallazgos ecocardiográErosión de la piel ficos son pilares importantes 33 Bacteriemia sobre los cuales se sostiene el 36 diagnóstico de la endocarditis. Edema La utilidad del ecocardiograma 42 Drenaje seroso transtorácico es limitada debido 55 a que su sensibilidad es de alreEritema dedor del 60% en las válvulas 55 Dolor nativas y sólo del 25% en los catéteres-electrodo23. Las figuras 3A y 3B son imágenes de 0 20 40 60 ecocardiograma transtorácico % que muestran las vegetaciones Figura 2. Incidencia de los síntomas y signos más frecuentes relacionados con las infecciones de adheridas al catéter-electrodo los dispositivos antiarrítmicos implantables20. ventricular y el auricular, respectivamente. El ecocardiograEn general, los criterios para el diagnóstico de la endocar- ma transesofágico es el método de diagnóstico por imagen ditis vinculada a estos dispositivos son los mismos que los de elección, que debe indicarse en los pacientes con sosseguidos para las endocarditis bacterianas no protésicas. pecha de infección vinculada a los dispositivos cardíacos La utilización de los criterios de Duke (Tabla 1) permite implantables; tiene una sensibilidad de 95% y su valor predetectar hasta el 85% de las endocarditis relacionadas con dictivo negativo es de 85%. Su superioridad se fundamenta dispositivos cardíacos eléctricos implantables23. sobre el hecho de que la imagen se ve menos afectada por El diagnóstico definitivo de la infección se basa sobre el las reverberaciones provocadas por el catéter-electrodo, y aislamiento del microorganismo causal en los dispositivos porque permite una visualización más completa del trayecinfectados extraídos. Los hemocultivos constituyen la he- to intravascular de éste, desde la vena cava superior hasta rramienta fundamental para el diagnóstico etiológico, en las cavidades cardíacas derechas, y del tamaño de las veCRITERIOS MAYORES 1. Hemocultivos positivos para endocarditis infecciosa a) Dos hemocultivos positivos para microorganismos típicos (Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis) b) Hemocultivos persistentemente positivos para microorganismos no frecuentes 2. Evidencia de compromiso intracavitario Ecocardiograma transesofágico positivo para endocarditis infecciosa: Masa intracardíaca oscilante, en la válvula o las estructuras de soporte, en el trayecto de un chorro de regurgitación, o en el trayecto del catéter-electrodo CRITERIOS MENORES 1. Predisposición: cardiopatía congénita o consumo de drogas por vía intravenosa. 2. Fiebre > 38ºC 3. Fenómenos vasculares: embolia de una arteria importante, infartos pulmonares sépticos, aneurisma micótico, hemorragia intracraneal, hemorragias conjuntivales, lesiones de Janeway. 4. Fenómenos inmunitarios: glomerulonefritis, nódulos de Osler, manchas de Roth, Factor Reumatoide. 5. Pruebas microbiológicas: hemocultivo positivo pero que no cumple con los criterios mayores (excluyendo un solo hemocultivo para Staphylococcus coagulasa negativo y microorganismos no asociados con endocarditis infecciosa) o evidencia serológica de infección activa por un microorganismo asociado con endocarditis infecciosa. Tabla 1. Criterios mayores y menores de Duke para el diagnóstico de la endocarditis infecciosa23 ELECTROFISIOLOGÍA y ARRITMIAS, Vol 2, N° 4 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2009 133 hyun s. yoo y col Figura 3 A. Ecocardiograma transtorácico. Vegetación adherida Figura 3 B. Ecocardiograma transtorácico. Vegetación adherida al catéter-electrodo ventricular (hiperecogénico) en un paciente al catéter-electrodo auricular en un paciente con infección vincucon infección vinculada a marcapasos definitivo. lada a marcapasos definitivo. getaciones24, 25, 26, 27. En la figura 3C se observa una imagen de la vegetación adherida al catéter-electrodo-auricular mediante un ecocardiograma transesofágico28. Por lo antedicho, se recomienda realizar por lo menos dos hemocultivos y el ecocardiograma transesofágico durante la evaluación inicial a todos los pacientes con sospecha de infección que involucra a un dispositivo cardíaco eléctrico implantable (cualquiera fuera el resultado de los hemocultivos y aun en quienes recibieron antibioticoterapia previa a los hemocultivos). Cuando la infección del “bolsillo” es evidente deben efectuarse cultivos del material extraído de aquél, del generador y del catéter-electrodo. Figura 3 C. Ecocardiograma transesofágico. Vegetación adherida al catéter-electrodo auricular (flecha) en un paciente con infección vinculada a cardiodesfibrilador automático implantable.28 Tratamiento Si bien no se cuenta con estudios prospectivos y aleatorizados para evaluar el papel de la antibioticoterapia aislada en comparación con su combinación con la remoción del sistema implantado, el análisis de varios estudios retrospectivos mostró una ventaja incuestionable de la última estrategia para obtener la curación clínica y microbiológica, evitar las recaídas y reducir la mortalidad. Durante mucho tiempo, el tratamiento de la infección del bolsillo del generador sin bacteriemias consistió en la apertura del bolsillo, el debridamiento del tejido comprometido, la desinfección local y la extracción parcial del sistema implantado (el generador y no los catéteres-electrodo). Con este esquema terapéutico, la tasa de recidivas de infecciones vinculadas al dispositivo 134 era del 77% (porque se asumía que la bacteriemia debía estar presente en la infección del catéter-electrodo cuando en realidad ello ocurre sólo en el 20% de los casos con compromiso de este elemento). La extracción total del dispositivo en las infecciones del bolsillo del generador logró reducir la tasa de recidivas a sólo el 8%29. En concordancia, la tasa de mortalidad en pacientes con endocarditis infecciosa asociada con los dispositivos cardíacos eléctricos implantables tratados sólo con los antibióticos varía entre el 31% y el 66%, porcentajes que contrastan con los que reciben tratamiento combinado (antibioticoterapia más remoción de los catéteres-electrodo) en quienes sólo es del 18%2,22, 30, 31 . De modo que en los pacientes con endocarditis valvular, de catéter-electrodo, infección local del bolsillo (absceso y/o erosión) y bacteriemia estafilocócica debe indicarse la remoción completa del sistema comprometido (recomendación de clase I, nivel de evidencia B, según las pautas para la remoción transvenosa del catéter-electrodo del Comité de Expertos del Ritmo Cardíaco y de la Asociación Americana de Corazón32). En la actualidad, la extracción del catéter-electrodo no está indicada sólo cuando la infección es superficial o se limita a la incisión del “bolsillo” del generador y no involucra al generador ni al catéter-electrodo (recomendación de clase III: nivel de evidencia C). Con respecto a la “remoción del catéter-electrodo” es ineludible aclarar que dentro de esta categoría debe distinguirse el procedimiento de “explantación” (utiliza la técnica de tracción simple, que no requiere de instrumental especializado como estiletes, vainas telescópicas o herramientas de extracción femoral), que se recomienda cuando los catéteres-electrodo llevan menos de 6 meses de implantados, del procedimiento de “extracción” (requiere elementos y equipos especializados), que se utiliza para catétereselectrodo de marcapasos con más de un año de implantación o para catéteres-electrodo de cardiodesfibriladores ( para ellos siempre se emplea la técnica de extracción). La técnica de extracción de los catéteres-electrodo puede ser dificultosa y con riesgos potenciales. Los datos publicados por un registro que incluyó a 7.823 procedimientos de extracción de 12.833 catéteres-electrodo revelaron una tasa de complicaciones graves del 1,6% y que los predictores de esas complicaciones fueron: a) el tiempo de implante del catéter-electrodo, b) el sexo femenino, c) el catéterelectrodo de cardiodesfibrilador y d) el uso de la técnica de extracción con láser33. Sin embargo, con respecto al último ELECTROFISIOLOGÍA y ARRITMIAS, Vol 2, N° 4 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2009 Las infecciones vinculadas a los dispositivos antiarrítmicos implantables los casos. Otras complicaciones menores incluyen a la migración de vegetaciones (30%), el derrame pericárdico (10%), la lesión de la válvula tricúspide, la laceración de las venas, el sangrado, la fractura del catéter-electrodo que requiere la intervención quirúrgica y el accidente cerebrovascular. El abordaje quirúrgico por toracotomía se asocia con una mortalidad cercana al 13% y se reserva para los casos en los que la técnica percutánea fracasa o implica un riesgo importante de complicaciones mayores, como la embolia pulmonar séptica o la rotura del miocardio. La presencia de vegetaciones de gran tamaño (mayor de 10 mm de diámetro), de sistemas implantados por un tiempo prolongado y el compromiso de la válvula tricúspide constituyen las indicaciones para la extracción quirúrgica. En todos los casos se recomienda el tratamiento antibiótico específico por lo menos durante 2 semanas antes de la extracción, tras lo cual se debería repetir el ecocardiograma transesofágico, ya que las vegetaciones pueden disminuir de tamaño y determinar un cambio en la estrategia de extracción35, 36. De modo que cuando existe certeza de infección que involucra sólo al generador del marcapasos, a éste y al catéter-electrodo o a las cavidades cardíacas se impone el tratamiento combinado de antibioticoterapia y remoción del dispositivo implantado. Las variantes en las estrategias de tratamiento dependen del momento de aparición de la complicación infecciosa, del microorganisFigura 4. Algoritmo de manejo de la infección de los dispositivos antiarrítmicos implantables. CDI: cardiodesfibrilador implantable; MCP: marcapasos. mo involucrado y de la forma de presentación clínica. punto, el estudio PLEXES, prospectivo y aleatorizado, que Sin embargo, en muchos pacientes los signos de certeza comparó la técnicas de extracción convencional y con láser están ausentes y la infección se sospecha por signos indien 301 pacientes con 465 catéteres-electrodo no mostró rectos (fiebre persistente, bacteriemia, neumopatía, leucodiferencias significativas entre los dos procedimientos, ya citosis, etc.). Cuando existen evidencias de una infección que la tasa de éxito con la técnica de láser fue del 94% y vinculada al dispositivo cardíaco eléctrico implantable es la tasa de complicaciones mayores, del 1,9%34. La morta- ineludible realizar al menos 2 hemocultivos y el ecocardiolidad atribuible al procedimiento varió entre el 0,6% y el grama transesofágico. Luego puede iniciarse con rapidez 2,5%. Las complicaciones graves, como el taponamiento un tratamiento antibiótico empírico hasta la identificación cardíaco o el hemotórax, ocurren en el 1,4% al 7,5% de ELECTROFISIOLOGÍA y ARRITMIAS, Vol 2, N° 4 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2009 135 hyun s. yoo y col Figura 5. Algoritmo de reimplantación de dispositivos antiarrítmicos implantables después de la extracción del sistema infectado. HC: hemocultivos; MCP: marcapasos. del microorganismo responsable. El hallazgo de hemocultivos positivos y la demostración de vegetaciones en el ecocardiograma transesofágico, sea en el trayecto del catéter-electrodo o intracavitarias, confirman el diagnóstico de endocarditis del catéter-electrodo o de endocarditis valvular. En tal caso se recomienda la extracción temprana y completa del sistema implantado, incluyendo los catéteres-electrodo, y antibioticoterapia durante 4 a 6 semanas (recomendaciones clase IIb, nivel de evidencia C, según la Guía para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la endocarditis infecciosa de la Sociedad Europea de Car136 diología)37. Si el hemocultivo es positivo para Staphylococcus aureus y el ecocardiograma no muestra vegetaciones se infiere que la infección involucra al generador y a los catétereselectrodo, ya que ése es el microorganismo responsable del 70% de las infecciones que devienen de aquellos elementos, en especial si ellas ocurren en las primeras semanas desde su implantación. En esas circunstancias se recomienda la extracción total del sistema implantado y el tratamiento antibiótico durante 2 a 4 semanas, excepto cuando existe un foco primario claro y se descartó con certeza razonable el ELECTROFISIOLOGÍA y ARRITMIAS, Vol 2, N° 4 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2009 Las infecciones vinculadas a los dispositivos antiarrítmicos implantables compromiso del dispositivo. A diferencia de la bacteriemia no estafilocócica, la de origen estafilocócica originada por un foco primario alejado tiene elevada probabilidad de colonizar los dispositivos eléctricos cardíacos implantables38. Cuando los resultados de los hemocultivos y el ecocardiograma transesofágico son negativos se infiere que la infección se localiza en el bolsillo del generador, aun en ausencia de signos de inflamación local. En estos casos se procede a la remoción del generador y del catéter-electrodo y se instituye tratamiento antibiótico durante 10 a 14 días. La figura 4 muestra el algoritmo de manejo de las infecciones debidas a los dispositivos eléctricos cardíacos implantables. El momento para la reimplantación de un nuevo dispositivo y su ubicación Una vez extraído el sistema infectado, el tiempo que debe transcurrir para implantar un nuevo dispositivo es aún motivo de debate. En el momento mismo de decidir la remoción del dispositivo infectado es necesario considerar si el paciente es o no dependiente de aquél. En los pacientes cuyo ritmo cardíaco no depende de la estimulación artificial se plantea la duda con respecto a la indicación del dispositivo. Se ha publicado que luego de la remoción del dispositivo infectado, entre el 13% y el 52% de los pacientes no tenían indicación para su reimplantación39, 40. Cuando la estimulación cardíaca permanente es imprescindible se recomienda la implantación contralateral del nuevo dispositivo, después que la antibioticoterapia logró esterilizar el espacio intravascular. En la endocarditis valvular deben aguardarse como mínimo 2 semanas luego de la negativización de los hemocultivos para implantar un nuevo dispositivo intracavitario. En ausencia de compromiso de las válvulas, el nuevo dispositivo puede implantarse 72 horas después de comprobar que los hemocultivos son negativos (Figura 5)12, 15, 31, 41, 42. Los pacientes dependientes de la estimulación cardíaca artificial generan mayor controversia. Algunos autores recomiendan la implantación del nuevo dispositivo alejado de la zona de la infección, por la vía epicárdica, en el Referencias 1. Chua JD, Wilkoff BL, Lee I, Juratli N, Longworth DL, Gordon SM. Diagnosis and management of infections involving implantable electrophysiologic cardiac devices. Ann Intern Med 2000;133:604–8. 2. Baddour LM, Bettmann MA, Bolger AF: Nonvalvular cardiovascular device-related infections. Circulation 2003;108:2015-31. 3. 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Por lo antedicho, la colocación de un marcapasos transitorio es debatida, aunque predomina la opinión de evitarlo a menos que sea indispensable48. Conclusiones La infección asociada con los marcapasos definitivos y los cardiodesfibriladores automáticos implantables es una complicación grave con implicaciones económicas y clínicas importantes. Los estafilococos son responsables de la mayoría de las infecciones locales y sistémicas. Para el manejo de la infección, son imprescindibles la antibioticoterapia prolongada y la extracción completa de los elementos involucrados. Tanto el tratamiento médico conservador como la extracción parcial de los dispositivos infectados suelen ser ineficaces. En caso de estar indicado, un nuevo dispositivo intracavitario debe implantarse en un sitio diferente cuando esté asegurada la esterilidad del espacio intracavitario. Una alternativa es colocar un dispositivo con catéter-electrodo epicárdico, en especial en los pacientes dependientes del marcapasos. 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