Informativo Caballero Bustamante Fuente: www.caballerobustamante.com.pe Derechos Reservados Acreditación de entregas con fines promocionales a fin de calificar como gastos deducibles RTF N° 04967-1-2010 Expediente Nº:15506-2009 ––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– Asunto :Queja ––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– Procedencia :Lambayeque ––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– Fecha :Lima, 15 enero 2010 I. Criterio adoptado por el Tribunal Fiscal “(…) si bien los gastos incurridos por la recurrente por la entrega gratuita de sus productos terminados a instituciones y público en general, a fin de incrementar sus ventas, calificarían como gastos de promoción, ésta no ha acreditado que dicha entrega cumplió con el referido principio de causalidad, esto es que estuvo relacionada con la producción de renta gravada, lo que pudo acreditar con documentación contable y/o documentación interna sobre la medida de promoción adoptada, tales como solicitudes de promoción, correos, memorándum (sic), cartas, órdenes de promoción o de despacho, u otros (…)”. II. Planteamiento del Problema Los problemas que se presentan en la Resolución materia de comentario son los siguientes: • ¿Cuándo nos encontramos frente a una liberalidad y un gasto promocional? • ¿Cómo se acredita el gasto promocional? III.Argumentos esgrimidos en el presente caso 1. Argumentos de la Administración Tributaria La Administración Tributaria repara la entrega gratuita de cajas de cervezas a particulares al no haberse acreditado documentalmente que se encuentran dirigidas a la masa de consumidores reales o potenciales, motivo por el cual, al no cumplir con el Principio de Causalidad, no califican como actos de promoción de ventas, sino como de liberalidad, los mismos que se encuentran prohibidos a tenor de lo previsto por el artículo 44° de la Ley del Impuesto a la Renta, LIR en adelante. La Administración Tributaria afirma que el contribuyente presentó la “Cartilla de Atención de Raciones y Productos Terminados” que establece el procedimiento para la transferencia gratuita de sus productos terminados a los beneficiarios, los que son definidos como cualquier persona, empresa o institución, pudiendo entregarse por diversos conceptos, tales como degustaciones, aniversarios, visitas a la fábrica, conferencias, etc. Sin embargo, la Administración estableció que el referido documento no acredita la relación del gasto con la generación de renta gravada. 2. Argumentos del Contribuyente El contribuyente sostiene que fabrica y comercializa cerveza de consumo masivo, lo que la lleva a realizar prácticas comerciales comunes en el mercado, como son las entregas gratuitas de cerveza a clientes reales, clientes potenciales, público en general e instituciones para promocionar e incentivar su venta y ampliar su mercado; por tal motivo, la entrega gratuita de cerveza cumple el Principio de Causalidad. A su vez, el contribuyente sostiene que los desembolsos no tienen el carácter de liberalidad, y con la finalidad de acreditar tales afirmaciones, presenta la “Cartilla de Atención de Raciones y Promociones de Productos Terminados”, “El Cuadro Comparativo de Promociones otorgadas en el Ejercicio 1998” y un diskette que contiene el total de promociones entregadas, así como el detalle de aquéllas realizadas a favor de clientes mayoristas, por puntos de venta. 3. Consideraciones del Tribunal Fiscal En Tribunal Fiscal concuerda que los gastos incurridos por el contribuyente por la entrega gratuita a entidades públicas y privadas, a fin de incrementar sus ventas califican como gasto de promoción. No obstante ello, el contribuyente no ha cumplido con demostrar el cumplimiento del Principio de Causalidad. Para el Órgano Colegiado esto se evidencia, al analizar la cartilla presentada, la cual únicamente contiene las condiciones o procedimientos a seguir para la atención de las promociones. El Tribunal Fiscal establece que, para acreditar la casualidad, el administrado debió respaldar con documentación contable y/o documentación interna la medida de promoción adoptada, tales como solicitudes de promoción, correos, memorandos, cartas, órdenes de promoción o de despacho, entre otros; siendo ello así, queda claro que para el Órgano Colegiado la causalidad de las erogaciones realizadas por el contribuyente debe ser objeto de acreditación. IV. Nuestros comentarios 1. Liberalidad El término “liberalidad” es definido por el Diccionario de la Real Academia Española (1) como la: “Disposición de bienes a favor de alguien sin ninguna prestación suya”. A nivel doctrinario cuando, con ocasión de un acto jurídico, una de las partes se obliga a realizar alguna prestación y la otra parte a ninguna a cambio, nos encontramos ante actos jurídicos gratuitos (2). Estas definiciones nos permiten comprender al contrato de donación, regulado en el artículo 1621° del Código Civil, norma esta última que a la letra prescribe lo siguiente: “Por la donación el donante se obliga a transferir gratuitamente al donatario la propiedad de un bien”. Es decir la donación, es un acto jurídico bilateral mediante el Informativo Caballero Bustamante cual sólo una de las partes ejecuta una prestación; siendo ello así, resulta claro que la donación constituye el acto de liberalidad por antonomasia. En el campo del Derecho Tributario, el inciso d) del artículo 44° de la LIR, proscribe la deducción como gasto de las donaciones y cualquier otro acto de liberalidad en dinero o en especie (3). 2. El Principio de Causalidad El Órgano Colegiado en la RTF N° 7102-99, ha señalado respecto de este principio consagrado en el artículo 37° de la LIR, que: “(…) el Principio de Causalidad es la relación de necesidad que debe establecerse entre los gastos y la generación de renta o el mantenimiento de la fuente, noción que en nuestra legislación es de carácter amplio pues se permite la sustracción de erogaciones que no guardan dicha relación de manera directa; no obstante ello, el Principio de Causalidad debe ser atendido, por lo cual, para ser determinado deberán aplicarse criterios adicionales como que los gastos sean normales de acuerdo al giro del negocio o éstos mantengan cierta proporción con el volumen de las operaciones, entre otros”. En este punto resulta pertinente tener en cuenta que este principio debe su razón última de existencia, al Principio del Enriquecimiento Neto, según el cual los sujetos generadores de renta deberán tributar siempre por las ganancias, siendo este el motivo por el cual se hace necesario reconocer los gastos que sirvieron para generarla. 2.1. Criterios conformantes del Principio de Causalidad A nivel jurisprudencial el Tribunal Fiscal ha desarrollado los criterios que integran este principio a saber: a) El Criterio de Razonabilidad Sobre este criterio el Tribunal Fiscal refiere en la RTF N° 3228-1-2010 lo siguiente: “(…), la Administración observó los comprobantes de compra de repelente y los artículos de tocador y aseo: shampoo, talco, crema dental y jabón al considerar que constituían gastos ajenos al giro del negocio y no guardaban relación de causalidad con la renta gravada, sin embargo, toda vez que la actividad principal de la recurrente es la producción de carne y de productos cárnicos, resulta razonable que facilite a sus traba- Fuente: www.caballerobustamante.com.pe Derechos Reservados jadores los mencionados artículos [de] tocador y aseo personal durante la jornada laboral, e incluso antes y después de ésta, más aún si la cantidad y el costo de éstos no son excesivos, ni desproporcionados, así como la entrega [de] repelente, que involucraría, en el caso en particular, el cumplimiento de normas de seguridad y salud en el trabajo, por lo que corresponde levantar la observación formulada a los comprobantes de compra (…)”. De la resolución anteriormente citada se colige que aún cuando los gastos podrían aparentemente no encontrarse vinculados al giro del negocio, se advierte que por la naturaleza de los mismos –como es el caso de las labores propias que tiene que ver con el quehacer diario del centro de trabajo–, resulta razonable su adquisición y correspondiente deducción por parte de la empresa. b) El Criterio de Proporcionalidad De otro lado, en la RTF N° 04845-2006 el Tribunal Fiscal expresa lo siguiente: “(…) según el Principio de Causalidad, todo ingreso debe estar relacionado con un gasto cuya causa sea la obtención de dicha renta o el mantenimiento de su fuente productora, noción que sin embargo debe analizarse, en cada caso en particular, considerando los Criterios de Razonabilidad y Proporcionalidad, atendiendo a la naturaleza de las operaciones realizadas por cada contribuyente, el volumen de éstas (…)”. Teniendo en consideración lo indicado en la resolución anteriormente citada, es claro que las promociones deben guardar una proporcionalidad con las ganancias de la empresa, resultando evidente que, a fin de ser deducibles para fines del Impuesto a la Renta, las entregas promocionales no deberían generar una pérdida a la empresa, toda vez que ello no se condice con una lógica racional de mercado, debiendo encontrarse sustentada con la documentación contable-financiera pertinente. c) El Criterio de Normalidad En torno a este criterio, el Tribunal Fiscal ha emitido la RTF N° 39641-2006, resolución en la que deja sentado el siguiente pronunciamiento: “(…) todo gasto debe ser necesario y vinculado a la actividad que se desarrolla, debiendo apreciarse ello considerando los Criterios de Razonabilidad y Proporcionalidad así como el “modus operandi” del contribuyente (…)”. De la resolución anteriormente glosada queda claro que el Órgano Colegiado sostiene que el gasto no solo basta que sea razonable o proporcional, sino que también debe cumplir con el criterio de normalidad teniendo en consideración las actividades propias e inherentes al giro del negocio. d) La Fehaciencia Si bien no constituye técnicamente un criterio conformante del Principio de Causalidad, sí es un elemento trascendental para poder acreditar el gasto. Respecto de la fehaciencia (4), el Tribunal Fiscal se ha pronunciado en la RTF N° 8281-5-2008 en los siguientes términos: “(…) la sola afirmación del proveedor, reconociendo la realización de las operaciones cuestionadas, no resulta suficiente para acreditarlas de manera fehaciente ni su vinculación con la generación de renta o mantenimiento de su fuente (…)”. Este punto es el que más problemas genera entre los contribuyentes al momento de hacer frente a una fiscalización realizada por la Administración Tributaria, en tanto entraña la comprensión de una categoría de claros contornos jurídicos más cercana y accesible a los letrados que desempeñan su práctica en el ámbito del Derecho Procesal. De ello se desprende que, no solo es necesario cumplir con los criterios anteriormente glosados para que el gasto califique como deducible para fines de determinar la renta neta, sino que se deberá acreditar que el mismo ocurrió realmente, para lo cual resulta pertinente servirnos de toda la documentación que pudiera generarse en la operación, como pueden ser cartas, memorandos, correos electrónicos, entre otros. Siendo ello así, podemos concluir que el Principio de Causalidad conforme a nuestra legislación, y tal como lo ha perfilado nuestra juris- Informativo Caballero Bustamante Fuente: www.caballerobustamante.com.pe Derechos Reservados prudencia, tiene un carácter amplio, encontrándose delimitado por los Criterios de Razonabilidad, Proporcionalidad y Normalidad, debiendo cumplir además con la fehaciencia, elemento este último imprescindible para la acreditación de la veracidad del gasto. ELEMENTOS COMPLEMENTARIOS PARA ACREDITAR LA CAUSALIDAD DEL GASTO Razonabilidad: Respecto a los gastos realizados los cuales deberán obedecer a una causa en especial. CRITERIOS CONCURRENTES DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD Proporcionalidad: Parámetro cuantitativo, la cantidad de los gastos realizado por la empresa debe guardar debida proporción con el volumen de operaciones. Normalidad: En la actividad que genera la renta gravada. Fehaciencia: acredita la veracidad del gasto incurrido (*). (*) Técnicamente no constituye un criterio concurrente con el Principio de Causalidad. 3. Los Gastos Promocionales Sobre este punto, la máxima instancia administrativa en materia tributaria se ha pronunciado en la RTF N° 049671-2010, expresando que: “(…) aquellos gastos realizados para efectos de promoción masiva, entre los cuales incluiría la publicidad, promoción de ventas y las relaciones públicas de acuerdo con la referencia que para tal efecto hace Philiph Kotler en su libro “Fundamentos de la Mercadotecnia (5)”, actividades desarrolladas por la empresa con la finalidad de informar, persuadir, recordar sobre la organización o sobre el producto, dirigidos a la masa de consumidores reales o potenciales”. En este sentido la entrega de bienes a consumidores reales o potenciales, de acuerdo con el citado autor, tienen un fin de recordación del producto en la mente de los consumidores con la finalidad de posicionarlo en el mercado y por ello ser consumido. Por esta razón, en aplicación del Principio de Causalidad, las promociones al estar vinculadas a la generación de ingresos (mayor consumo), son deducibles como gasto para fines del Impuesto a la Renta. 3.1. Fehaciencia de los gastos promocionales Sobre este tema en particular, en la RTF N° 5995-1-2008 (09.05.2008) a la letra se sostiene lo siguiente: “(…) los gastos incurridos por el contribu- yente por la entrega gratuita de sus productos terminados a instituciones y público en general, a fin de incrementar sus ventas, son razonables como gasto de promoción; sin embargo, ésta no ha acreditado que dicha entrega tuvo efectivamente tal destino, ya sea a través de documentación contable o documentación interna respecto de la medida de promoción adoptada, no siendo suficiente el memorando ni la cartilla de atención a raciones y promociones que acompañó como prueba, pues lo primero sólo tiene justificación técnica del empleo de promoción como herramienta de marketing para incrementar sus ventas con las instituciones mediante la utilización de órdenes de promoción por transferencia gratuita, y la última las condiciones de procedimiento a seguir para la atención de las promociones (…)”. Tal como podemos advertir, no resulta suficiente contar con documentación que desarrolle y ex- plique la política de promociones de la empresa, sino que resulta imprescindible probar o acreditar la entrega de los bienes promocionales. En el caso de entrega de bienes terminados que son requeridos por los propios consumidores, resulta necesario que se deba recibir las cartas de solicitud del producto y la respuesta en la que conste la aceptación de dicho pedido; asimismo, es posible sustentar el referido gasto con la documentación referida al despacho de los productos, entre otros. Esta documentación resulta relevante, sin perjuicio de la emisión de los respectivos comprobantes de pago por las entregas promocionales. Siendo ello así, y al no haberse acreditado que las entregas de cerveza tuvieron fines promocionales, la Administración Tributaria concluyó que nos encontramos ante liberalidades a favor de personas naturales o instituciones, y por tanto el contribuyente incurre en un gasto no admitido a la luz de la normatividad vigente, criterio que es compartido por el Tribunal Fiscal. V. Conclusiones Coincidimos con el pronunciamiento vertido por el Tribunal Fiscal en la resolución materia de comentario, a través de la cual recuerda la exigencia del cumplimiento del Principio de Causalidad con la finalidad de que el gasto pueda ser deducible para los fines de la determinación de la renta neta de tercera categoría y, muy en especial, la exigencia de la presencia inequívoca de la fehaciencia, como elemento que permite acreditar que el gasto se ha producido, lo que se logra no solo con la documentación interna que puede generar el propio contribuyente, sino sobre todo con aquella que se genera con la participación conjunta del contribuyente con los partícipes de la promoción, como pueden ser actas o listados de entrega en las que conste el motivo de la entrega, la fecha, las firmas y demás datos de identificación de los destinatarios de la promoción. NOTAS (1) Voz liberalidad. DRAE: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=liberalidad. (2) VIDAL RAMIREZ, Fernando. El Acto Jurídico. Pág. 78. (3) Cabe precisar que el propio inciso d) del artículo 44° de la LIR, permite como excepción, la deducción de las donaciones conforme a las previsiones contempladas en el inciso x) del artículo 37° de la LIR. (4) Dícese de algo que es fidedigno, digno de fe y crédito. (5) KOTLER, Philiph. Fundamentos de la Mercadotecnia. Editorial Prentice Hall Hispanoamericana S.A Graw Hill, 4ta. Edición, México 1997, pág. 461. n