DEL AMOR, LA FELICIDAD, Y LA LOCURA Platón en el Fedro discrimina dos locuras, La primera, la locura como enfermedad y la segunda la divide en cuatro 1) La locura profética (Apolo), 2) Los rituales míticos (Dionisio), 3) La poética (Las musas), 4 la del deseo corporal (Afrodita y Venus). En realidad, tanto el Fedro, como el Banquete, deben ser las obras más fundacionales del alma humana, que haya imaginado Platón. El resto de las mismas, creo yo, han sido más bien ejemplifica doras. Curiosamente tanto el Fedro como el Banquete, son las menos comentadas, pero son las más explicitas de occidente dado que luego del catolicismo, el amor y el sexo fueron discriminados. No hay que confundir con las cuatro moradas sublimes de Brahama, en un momento yo mismo pensé que eran parecidas. El único paralelismo es con el amor sexual que sería la primera morada, pero también el amor universal. La segunda morada es la Compasión. Luego la Alegría altruista y por último la Ecuanimidad. El mundo Hindú tiene un alma más generosa y va hacia la inclusión universal occidente va por la introspección personal. Somos másegoístas Platón solo pensaba en el orden social, pero en estas obras, Sócrates, esboza patrones de conducta distintos a su Atenas contemporánea. En principio analicemos el pensamiento griego sobre la mujer, que para ellos era la base de conducta social. No hubiera habido Esparta, si no hubiera habido madres espartanas. El amor y la mujer no corrían por andariveles paralelos. Por ejemplo, la palabra economía viene de “okonos”, casa, hogar. Para los griegos la administración de la casa corría por cuenta de las mujeres. Si bien le griega era una sociedad patriarcal se respetaba mucho a las mujeres y eran objeto de estudiopolítico por los atenienses. Al teatro solo concurrían los hombres, pero los argumentos eran motivo de reflexión para los conductores de la polis. Sófocles escribió Antígona, la hija de Edipo, que hizo tambalear un reino porque el rey no quiso hacer enterrar a su hermano (hijo de Edipo, considerado traidor y abandonaron el cuerpo para que lo devoraran los cuervos), tal cual la costumbre arraigada de Grecia (A los muertos se los vendaba con cal y se los enterraba). Para Antígona, la tradición tenía que cumplirse. Las mujeres griegas, aparte de manejar la economía, manejaban el lenguaje y las costumbres, que era trasmitido a los hijos. La ruptura de las costumbres, fue para ella incomprensible. Cuando el rey, dictó la ley que prohibía el entierro de su hermano, ella lo enterró igual, a desprecio de su propia vida (las costumbres estaban por encima de las leyes). Esta era la conducta de una mujer. Medea, en cambio, fue capaz de matar a sus hijos para perjudicar a su amor. Las mujeres entonces, son capaces de morir por amor (hermanos, hijos) y son capaces de matar a sus hijos por amor (Esposos, parejas). Esto se comprueba en la actualidad. Las mujeres, son capaces de arriesgarse como las Madres de Plaza de Mayo, y son capaces de abortar, si se embarazan con el hombre no deseado. Lo curioso, es que si bien eran consideradas políticamente peligrosas, el rapto fue una costumbre que se usóhasta bien entrada la edad media. Pero por otro lado, las vestales de los oráculos, eran vírgenes muy respetadas y profetizaban, en trance, el destino futuro de los hombres. Sócrates, en el Banquete, afirma que el amor lo aprendió con Diótima,que era la prostituta de Atenas. Pero claro, si bien Platón en la República, contemplaba la existencia de guardianas; las cuatro locuras pergeñadas por Sócrates, eran más bien cosas de hombres. Se puede pensar a la distancia que el orden social útil para la evolución de Atenas, no tiene el mismo correlato que el capitalismo salvaje. Pero también podremos afirmar, casi como un axioma, que si bien la sociedad ha cambiado, poco ha cambiado el alma humana. Las pasiones y las conductas son las mismas. Pero, si analizamos estas cuatro posibilidades del alma postuladas por Platón, podría servir, excluyendo cualquier interpretación sexista, para saber que nos ocurre, si de tejido social hablamos. Al afirmar Sócrates, de la existencia de las cuatro locuras del alma humana, surgen muchas preguntas y algunas afirmaciones que desarrollaremos ahora. La primera pregunta que surge es si las cuatro locuras actúan en el alma, todas todo el tiempo, o se suceden intermitentemente. Ya, entonces podremos hacer una afirmación, no las llamemos locuras, mejor, las llamaremos estados de la mente. Me parece este nombre más pedagógico y nos va a permitir entendernos mejor. Si los estados de la mente, no son todo el tiempo, sino intermitentes, cabe cuestionarse si, cuando uno se encuentra con una persona, en cuál de los estados de la mente está transitando. Puede que esté en uno de ellos o puede que nunca haya tenido ninguno. Que los estados son intermitentes, a mí, no me cabe duda, porque uno nunca está permanentemente inspirado, ni siempre está rezando o amando. La realidad es que uno ama, odia, reza o escribe un verso cuando esos estados lo asaltan. Hasta diría que son ingobernables, nadie está inspirado cuando quiere, ni ama cuando lo decide ni tiene la sensación de Dios, con el simple hecho de proponérselo. Estos estados penetran al alma y son ingobernables. De la intensidad, tampoco el alma toma cuenta, ni decide su cauce. Si esto es cierto, como parece serlo, ¿Qué lugar ocupa la razón en todo esto? De dónde se espera que sea razonable una persona que este inspirado o enamorado o en contemplación religiosa. Kant también da cuenta de esta conclusión. El conocimiento “a priori” contradice la razón y afirma que un estado de la mente de Sócrates es verdadero, el profético. Interpelar al futuro con la imaginación, como lo hizo Leonardo Da Vinci con el helicóptero, es por lo menos profético. Kant lo llamaría conocimiento “ A priori”. El segundo tema es preguntarse, si todos los hombres son capaces de poseer este tipo de estados o realmente no todos lo poseen. Yo imagino prejuiciosamente, que los que no tienen el don de poseerlos son los razonables y los realistas, Son los que viven el presente, porque nada del futuro les llama la atención, ni nada de la naturaleza los inspira. El tercer tema es, si todos tenemos todos los estados de la mente o nos es negado alguno de ellos. Esto es fácilmente comprobable dado que ve que no todos son inspirados y no todos son contemplativos. Entonces parece ser que algunos podemos aspirar a tener alguno de ellos. Algunos tendrán uno, dos, no más y otros ninguno y solo unos pocos, poseerán todos. Yo diría que el que tenga todos está más cerca de la sabiduría. Me parece útil, a nivel explicativo, hablar de los alcances de las locuras, pensadas por Platón y sus implicancias en el alma. La primera es la locura profética, guiada por Apolo. Apolo era el dios protector de los rebaños era el dueño del destino de las cosas, muy citado por Homero en la Ilíada. Era el dios de los aventureros y de las vestales, estaba intrincado con las musas. Los animales que lo representaban fueron, la serpiente y el cuervo. Atributos de la inteligencia. Esobvio que para Platón el hombre es un animal de futuro. Kant, dice algo parecido. Él afirma que cuando Galileo enunció que la tierra se mueve y lo comprobó, la evidencia fue posterior al conocimiento. Tampoco Leonardo hubiese podido proyectar un buzo, que ni siquiera funcionó en su época (pero la idea funcionó 500 años después). El hombre se proyecta en el futuro lo intuye y lo presume. Es el secreto de los grandes inventores. Al gran Volta, le dijeron si 7000 pruebas para que la lámpara de luz funcione, no eran suficientes para, saber que no se puede. Volta contestó, que de ninguna manera, solo eran 7000 veces de saber que así no era. Posteriormente, Volta finalmente inventó la lámpara eléctrica. La única manera de interpretar un estado de la mente profético, es el conocimiento previo o a “priori del futuro”. Esta forma de penetraral futuro, es una fórmula que tienen todos los animales. Desde lo más simple, como sucede con el perro, que sabe en qué lugar caerá el palito tirado por su dueño, hasta cuándo, el amo, va a volver a su casa, Es probable que la profecía en los hombres, sea más compleja. Pudieron saber, desde llegar a la Luna, luego de Julio Verne, hasta hacer trasplantes del corazón luego de Frankeinstein. Yo diría que toda idea descabellada tiene su correlato en el futuro. O también se podría decir que el destino de la humanidad no es razonable sino profético. Todo pensamiento de factibilidad en el tiempo, hace una idea posible. La segunda locura los rituales míticos, representados por Dionisio, que, según la mitología griega, hacia comunicar los vivos con los muertos. Un Dios cuyo atributo era la provocación del éxtasis y las orgias. Los orientales saben que la sabiduría se alcanza con el éxtasis. El nirvana de los budistas (O el Satori), dan prueba de esto. Pareciera ser que hay una línea muy fina entre el éxtasis y la divinidad. En esto interviene la satisfacción. En esto, hay que hacer una distinción del concepto de dios para interpretar que se entiende por un ritual mítico. Para un panteísta como yo, una exaltación de los sentidos es estar frente a un desierto o ver el fondo del mar, me sensibiliza. La creación por si misma me subyuga. Yo no creo que a los dioses haya que invocarlos. Los dioses son la naturaleza y yo me someto a sus designios. Para mí, los designios naturales son un misterio, peo son necesarios. Para los soberbios, Dios es una oficina que debe atender a sus pedidos, sino, hasta son capaces de enojarse. Muchos creen, que la invocación a los dioses, ciertamente hace que los dioses tuerzan el destino natural para beneficiarlos. Es difícil de entender estos estados de la mente solo los conoce quien los siente. Muchas de esas conductas, para mí, también son tan incomprensibles, como dudosos sus resultados. La poética es representada por las musas. Probablemente uno de los más hermosos estados de la mente. Para mí, no hay cosa más hermosa que, de un rejuntado de palabras, urdir un verso o, de sonidos dispersos, organizarlos en una canción. Creo que no existe mayor atributo, que gozar de la belleza. La última locura, es el amor corporal, conducido por Venus, Afrodita y Eros. Eros, Diosdel amor masculino, era hijo de Phoros, Dios de la abundancia y Phenia diosa de la carencia. El dios masculino, oscila entre el éxtasis y la soledad. Para la mujer el amor es una ciencia, para el hombre, una estrategia. Los dos saben que el campo de batalla es el cuerpo de la mujer. Para eso la mujer lo cuida, por eso el hombre lo mira. Es patrimonio de la ciencia la descripción del amor para y la mujer se prepara para eso, es patrimonio de la estrategia el abordaje y la realización. Pero de todos estos estados está lejos la razón. Es difícil sostener un futuro razonable, porque la razón, está basada en los sentidos (Los sentidos son la base de la evidencia) y el futuro es incierto. La evidencia, se encuentra cuando se busca. Se busca, cuando se presume. Se conoce, cuando es real. Pero, se halla y se produce, cuando se trabaja. Es difícil imaginar que un evento suceda en el futuro, pero no es imposible. Los pájaros, han existido desde antes de la presencia del hombre sobre la tierra. Pero la historia, debió esperar hasta el nacimiento de Da Vinci, para que lo asocie a la invención de un aparato que vuele y a los hermanos Whright, para llevarlo a la realidad. Claro que deseos como la quimera de los griegos, u observaciones como los barriletes, en la antigua China ya se estaban manifestando como génesis de posibilidad. Vamos ahora a plantearnos otra posibilidad. Vamos a determinar a estos estados de la mente como funciones del alma. Sabemos de antemano que cada función tiene su intensidad. Demos un ejemplo, un tenista, tiene por función tirar la pelota hacia el otro lado de la red. Ahora sabemos que hay tenistas que cumplen su función mejor que otros. Estos integran el Top Teen. O sea, que dentro del hombre, existe la posibilidad de ejercer una función y diferenciarse de otro que la realiza mejor. Esto dentro del capitalismo se llama eficiencia. Ahora llevémosla a los estados de la mente, estos estados son una cualidad del alma y, a parte, se presentan con una determinada intensidad. Imaginemos ahora, que le podemos asignar a cada estado, un color puro. Entonces le asignaremos, a la profética: blanco, a la mística: azul, al amor sexual: rojo y a la inspiración: amarillo. Asignemos ahora un número para la intensidad, digamos del 1 al 10. Una vez hecha esta mensuración, veamos cómo puede ser que se encuentre el alma humana en un lapso de su vida, que ni siquiera debe ser toda. Para ser específicos,digamos en un día de la vida de cualquier sujeto. Puede ser entonces que el sujeto se encuentre con la conjunción de dos de estos estados de la mente, ejemplo, desbordado por el amor sexual e inspirado por una mujer, El rojo, sería el amor sexual, y amarillo la inspiración, entonces su alma estaría de color anaranjado. Claro que un estado podría predominar sobre otro, entonces sería un anaranjado más rojizo si predominara el sexo o más amarillento si prevaleciera la inspiración. Agreguemos ahora la intensidad, podría ser que la intensidad del sexo, fuera 8, y la de la inspiración 4, el resultado del alma de este sujeto seria: anaranjado rojizo de intensidad 12. Si tuviera más de un estado de la mente que sería marrón de una intensidad que podría llegar hasta el cuarenta en el mejor de los casos. Por último imaginemos ahora recorrer una calle transitada de gente, ¿a cuantas almas encontraríamos en periodos rojos, anaranjados, marrones, blancos con intensidades del 0 al 40? Y ¿A cuantos negros que no tienen color ninguno y ninguna intensidad? Visto de esta manera podremos ver que los sucesos del mundo en ese día será la resultante de todas estas posibilidades. Ahora si dijimos que estas sensaciones del alma eran ingobernables, ¿Quién domina al mundo? ¿La razón? Si todo esto fuera cierto, que podría serlo, claramente queda delimitada una energía centrípeta, que es una realidad que impresiona a los sentidos y una energía centrífuga, que es la reacción del alma a la realidad sensible. O sea que, hay almas que transforman la realidad, que como máxima posibilidad, son los santos iluminados y los que son los vencidos por la realidad que su máxima expresión son los mediocres insoportables. José Ingenieros en el “Hombre mediocre” afirmaba que el hombre era razón y pasión” (No olvidemos que Ingenierosera el autor racionalista de nuestras costas). Luego de esta concepción, me parece que el racionalismo de ingenieros es un simplismo. El hombre es mucho más que eso. Claro, que depende de que el hombre transforme a la realidad, o la realidad transforme al hombre y de esto se nutre la existencia humana. La opción es: ser un imaginativo poeta del propio futuro o un timorato esclavo de la realidad. Nos falta el último tópico, que es el de la felicidad. Platón nunca se refirió a la felicidad, (Pero habla de las locuras del alma) y en realidad muy pocos filósofos lo hicieron. Es probable, que se deba a la evolución estoica de occidente. El primer manual sexual se manejó en oriente 5000 años antes de Cristo, mientras que en occidente el primer consejo de índole sexual era que había que hacer con una erección, cuando se producía dentro de la armadura. Los Chándales en la India, construyeron un templo destinado a la exaltación sexual en el Kajhurao (Llamado el templo del amor), pero pocos hablan de la felicidad, como función del alma. A riesgo de desconocer a alguien con más autoridad que yo, voy a aventurar una concepción personal de la felicidad. Yo creo, que la felicidad no está vinculada estrictamente al amor. El alma goza con la verdad y la felicidad ocurre cuando el alma comprueba que su conclusión es verdadera. Cuando uno espera ser amado por una mujer y posteriormente comprueba que esa mujer lo ama, se siente feliz. Si uno desea construir un puente y finalmente lo construye y sirve como puente, se siente feliz. La felicidad es la comprobación de que el alma está inmersa en la realidad. El éxtasis en cambio, son los diferentes estadios de la realidad, que uno consigue alcanzar y goza. Para ser feliz, se precisa de una realización;para el éxtasis se precisa una calidad de función de la mente que alcance un particular estado, que solo puede ser alcanzada por esa alma, y solo comprendido por esa alma. La felicidad puede ser compartida, porque la verdad es a todos vista. Pero el éxtasis es una vinculación personalísima de la realidad que solo pocas almas los consiguen. Algunos incluso dudan de su existencia y otros lo vinculan tanto con la génesis de la vida que es compatible con la muerte. El éxtasis está más vinculado a la sabiduría, la felicidad más vinculada a verdad de una realidad. No creo ser injusto en pensar que la felicidad no está vinculada con el psicoanálisis. El psicoanálisis, es una visión de la razón sobre la realidad emotiva pasada, y la felicidadestá vinculada al futuro es la comprobación del alma que un acontecimiento es posible en el futuro y evidentemente, lo fue. Aparentemente la felicidad está más vinculada a las “cuatro locuras” de Platón que a un manual de autoayuda de Osho. Dr. Horacio Miles Noticias de un mundo feliz; filosofía alternativa