07: Se puede comprar la felicidad

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¿Se puede comprar la felicidad?
“El dinero es un químico estupendo como abono. Lo malo es que muchos lo toman
como cosecha.”
La semana pasada vimos como ganar la lotería no hace más feliz, porque uno se adapta
rápidamente al nuevo nivel de ingresos. Pero en realidad hay estudios que demuestran
que el dinero no puede comprar la felicidad, y hay otros que demuestran que si. ¿Cómo
explicar este fenómeno?.
Para mí, el dinero es un arma de doble filo: si lo sabes usar, te puede ayudar a ser más
feliz. Pero también el dinero puede tener un efecto neutro o negativo y no sumar felicidad
a la vida.
La siguiente formula podría explicar por qué el dinero da más felicidad a algunos que
otros.
COMPONENTE
DE FELICIDAD
=
LO QUE TIENES
LO QUE DESEAS
Supongamos que una persona tiene dinero equivalente a una cifra de 2, pero sus deseos
equivalen a 1. Por consiguiente, su componente de felicidad es de 2/1=2. Otra persona
tiene el doble de dinero, es decir una cifra de 4, pero a la vez desea mucho más y no esta
satisfecho con lo que tiene. Siente que quiere cambiarse a un departamento más grande y
tener esa casa maravillosa en la playa. Desea tanto esas cosas, pero el dinero no le
alcanza. Con una cifra de desea de 5, el componente de felicidad será de 4/5=0,8. Es
decir tiene el doble de dinero, pero por la cantidad de deseos es menos feliz. Entonces
el dinero da felicidad, pero si los deseos son muchos, la reduce. Entonces la moraleja
sería “Si quiere ser más feliz, aprenda a estar mas contento con lo que tiene y a
disfrutarlo.”
Cuento:
Cuentan que un rey tenía un paje que estaba siempre feliz. Al rey le daba rabia verlo todo
el día sonreír, y no entendía cómo una persona tan pobre que sólo usaba ropas viejas
podía ser tan feliz.
El rey le preguntó- ¿Cómo eres tan feliz? Dame tu secreto.
A lo que el paje respondió, - No tengo secreto. Tengo una familia que quiero, me siento
agradecido del maravilloso trabajo que tengo, me encanta lo que hago.
Inconforme con su respuesta, el rey mandó a llamar al sabio del reino y le preguntó por el
secreto del paje:
-Su majestad, lo que ocurre es que está fuera del circulo, le dijo del sabio.
-¿Cómo? ¿Qué circulo? ¿El círculo lo hace feliz?, preguntó el rey.
-más bien no estar en el círculo lo hace feliz. Si desea que su paje sea infeliz, tiene que
meterlo al círculo 99, afirmó el sabio. El único problema es que la entrada al círculo debe
ser voluntaria. Nadie te puede obligar, pero sé como hacerlo: debemos preparar una bolsa
con 99 monedas de oro, dijo el sabio.
En la noche silenciosamente fue el rey con el sabio a la casa del paje y dejaron en la
puerta la bolsa con 99 monedas. Cuando el paje encontró el paquete, lo llevó al interior de
su vivienda y la abrió.
No podía creer lo que veía, había decenas de monedas de oro: era millonario.
Contó las 99 monedas, ¿Por qué no está completo? Falta una moneda, pensó el paje.
Buscó por todos lados tratando de encontrarla, pero no la halló. Decidió que debía ahorrar
todo lo que podía, hasta tener esa moneda de oro que le faltaba.
Calculó que, ahorrando todo lo que ganaba y viviendo muy humildemente, podía ahorrar y
completar su fortuna.
El paje comenzó a preocuparse por el dinero, andaba molesto todo el día. No se
compraba nada, la ropa suya y la de su familia se caían a pedazos, sus zapatos ya no
tenían suela. No comía para ahorrar y andaba con mucha hambre. Tomaba trabajos
adicionales que le impedían ver a su familia. Sólo trabajaba y lo hacía de muy mal humor.
El rey se cansó de su mala vibra y lo terminó despidiendo. El paje había entrado
voluntariamente al circulo 99 y no podía salir de él.
¡Que difícil es desear menos cuando vivimos en un mundo donde uno se encuentra con
una variedad de ofertas de todo tipo de productos que nos despiertan el deseo!!!
Un antídoto para evitar caer en el círculo vicioso del deseo es estar consciente de que no
importa qué nos compremos, en poco tiempo nos adaptaremos y los productos dejarán
de hacernos sentir especiales. Hay que elevarse y caminar con zancos para no caer en el
espiral materialista.
Sin embargo, el dinero si aumenta la felicidad en algunos aspectos. Las personas que
tienen dinero, en general, tienen menos ansiedad con respecto a sus cuentas y
obligaciones. Es decir, el dinero puede reducir las preocupaciones y emociones negativas.
Por otro lado, el dinero otorga libertad. Por ejemplo, si uno tiene dinero y no le gusta el
trabajo que tiene, uno puede tener la oportunidad de buscar un empleo de mayor
realización personal sin las angustias económicas. Ahora si a uno le falta el dinero, tendrá
menor campo de acción para buscar su felicidad de forma proactiva. Por último, como
veremos en una semanas más, ayudar es una forma de aumentar la felicidad, y tener
dinero permite ayudar a otros.
En conclusión, tener dinero te puede hacer más feliz, pero no te garantiza la felicidad. Si
uno tiene dinero y nunca está contento con lo que tiene, entonces éste no contribuye a la
felicidad. En cambio, si uno lo usa para ganar libertad y dedicarse a lo que nos apasiona y
ayudar a los demás, estará más cerca de la felicidad.
“Muchas personas buscan su felicidad en las compras, pero es como tratar de
tomar una manzana en el reflejo del manzano en el lago. Al final es sólo un
espejismo que nos deja con hambre.”
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