378 ESTRATEGIA Revista de Publicaciones Navales LAS OPERACIONES EN AFGANISTAN COLOCAN AL EJERCITO BRITANICO BAJO LA MIRA Por Tim Ripley Debido a que la cantidad de bajas en Afganistán no sólo se ha incrementado sino que es superior a las sufridas en Irak, se está evaluando al Ejército Británico. os últimos tres meses han sido un período de prueba para el Ejército Británico. El mes de julio fue el peor en cuanto a cantidad de bajas desde el comienzo de la campaña en Afganistán hace ocho años, ya que la cifra fue superior a la registrada durante la participación británica en Irak. El malestar de los ciudadanos por el tratamiento brindado a los afectados por la guerra por parte del Ministerio de Defensa alcanzó un alto nivel, en tanto el entonces jefe del Ejército Británico, el General Richard Dannat, se vio envuelto en una discusión con integrantes del partido Laborista gobernante con motivo de la cantidad de helicópteros y tropas desplegadas a Afganistán. Como si esto no fuera suficiente, la crisis financiera del gobierno amenaza con impulsar recortes presupuestarios para las Fuerzas Armadas Británicas. El General David Richards, nuevo Jefe del Estado Mayor, asumió el 28 de agosto con el principal objetivo de lograr el éxito en la campaña en Afganistán. En un discurso brindado en el Instituto de Servicios Unidos Reales (RUSI = Royal United Service Institute) el General Richards describió el conflicto en el país asiático como un verdadero tema estratégico para nuestra nación. El General Richards sostuvo que durante su estadía en Afganistán en los años 2006 y 2007 como comandante de la OTAN, se dio cuenta de la importancia de la guerra contra los talibanes para resguardar la seguridad de Gran Bretaña y el futuro a largo plazo de las correspondientes fuerzas armadas. La reputación de nuestras fuerzas armadas es de por sí un importante tema estratégico, afirmó el General Richards. Se deben evitar las fallas estratégicas en Afganistán, agregó Richards, expresando así la frustración ante la incapacidad de algunos inte- Las operaciones en... grantes del gobierno británico para otorgarle a la guerra contra los talibanes el nivel requerido de atención. Por este motivo, el general Richards le ha brindado un importante respaldo a la propuesta del General Dannatt, aún no concretada, que consiste en desplegar 2000 efectivos extras a Afganistán. El principal desafío de Richards será convencer al gobierno para que le entregue recursos extras al ejército para la guerra. Asimismo, la incorporación del tema del poder terrestre en el próximo proceso del Análisis de Defensa Estratégico británico (SDR = Strategic Defence Review) será un tema prioritario para el General Richards, quien considera que la naturaleza del conflicto ha cambiado fundamentalmente. Según Richards se trata de nuestro caballo y tanque de la generación actual, y expresó su admiración por el modo en el cual se ha transformado el Ejército Norteamericano, que pasó de concentrarse en una guerra convencional de gran intensidad a ser una fuerza más utilizable, optimizada para lo que a menudo se refiere como guerra híbrida. Según el punto de vista del General Richards, la guerra híbrida no sólo se trata de disponer de una fuerza de infantería con un bajo nivel tecnológico para combatir en las guerras contra-insurgentes o montar operaciones para el mantenimiento de la paz, sino de contar con una fuerza configurada para luchar contra oponentes sofisticados e innovadores que recurren a la guerra de guerrillas, 379 terrorismo o ataques cibernéticos para lograr sus objetivos, que al mismo tiempo utilizan armas de avanzada, tal como quedó demostrado por Hezbollah en el Líbano en el año 2006. Esto representa un cambio ante un nuevo ambiente de amenazas, en el cual, aunque los países desafiaran a Gran Bretaña y sus aliados, es probable que utilicen tácticas asimétricas en lugar de la guerra convencional para lograr sus objetivos. En su presentación ante el RUSI, el General Richards señaló que el grueso de las Fuerzas Armadas Británicas siguen diseñadas principalmente para dirigir operaciones convencionales de una guerra de corta duración. Si bien aún se requiere un mínimo de capacidad de disuasión convencional, el General Richards sostuvo que las Fuerzas Armadas Británicas se deberían concentrar en la guerra híbrida del futuro y sugirió que se debería poner menos énfasis en los grandes buques de guerra y aviones de combate. Este tipo de enfoque requerirá numerosas capacidades de alta tecnología tales como la tecnología para enfrentar los dispositivos explosivos improvisados (IED = Improvised Explosive Devices), redes de comunicaciones de avanzada, operaciones de informática y vehículos aéreos no tripulados (UAV = Un amnned Aerial Vehicles). El General Richards denominó a la guerra en Afganistán como un laboratorio y las recientes experiencias de combate en Helmand han sido testigo de las capa- 380 Revista de Publicaciones Navales cidades no convencionales utilizadas tanto a nivel de las secciones como de los grupos en el Ejército Británico. Estas incluyen el despliegue de inteligencia de comunicaciones en el campo de combate, para escuchar las comunicaciones radiales o por intercomunicadores, y el uso de los enlaces en tiempo real desde los UAV y los dispositivos para adquisición de blancos en las aeronaves ISTAR, para transmitir las imágenes a las terminales portátiles que utilizan los infantes a fin de detectar las fuerzas de talibanes que se ocultan. Actualmente, casi todos los infantes que realizan patrullajes en Afganistán cuentan con elementos de contramedidas electrónicas para evitar a los IED. Para obtener el equipo necesario para la guerra híbrida, el General Richards apoya la reforma del tedioso sistema de compras del Ministerio de Defensa para lo cual sostuvo que al adquirir nuevos equipos deberíamos aprovechar la agilidad y oportunidad del proceso de requerimiento operativo urgente (UOR = Urgent Operational Requirement). Ejército y Fuerza Aérea Británicos, que consideran que se debería disponer de los recursos necesarios para preparar a las correspondientes fuerzas armadas para las operaciones híbridas, en los próximos cinco años, o tal como se denomina capacidad de contingencia en el corto plazo. No se trata de una elección binaria: reconstruir la capacidad para las operaciones de contingencia en el corto plazo o para el período 2025/ 2030, sostuvo un oficial. El temor es que el Ejército Británico se divida en dos fuerzas; una en Afganistán con equipo de última generación adquirido con fondos provenientes de UOR y el 90% restante en las bases del país, con equipos que se consideraron obsoletos al comienzo de la guerra en Irak en el año 2003. Si tuviéramos que hacer una operación de evacuación de civiles o intervenir en un conflicto similar al de Somalia en los próximos cinco años, el grueso de las tropas no estaría mejor equipada de lo que estuvo cuando participaron en la invasión a Irak, sostuvo un oficial superior. Para los oficiales del Ejército Británico, tal como el General Richards, con reciente experiencia de combate en Irak y Afganistán, el próximo SDR no será sólo un ejercicio abstracto para remodelar las Fuerzas Armadas Británicas ante un hipotético conflicto entre los años 2020/2030. Los ciudadanos no aceptarán que se produzcan bajas en ese tipo de misiones por utilizar equipos desactualizados. El resto de los efectivos del Ejército debe utilizar los mismos equipos que se emplean en Afganistán, finalizó el oficial. Hay un grupo creciente de oficiales superiores, en particular en el DE “JANE´S DEFENSE WEEKLY”, SEPT 9, 2009