Teoria de efectividad

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Teoría de Efectividad
Los gerentes que desean ser más efectivos se
preocuparán con las respuestas a las siguientes preguntas:
¿Es un estilo más efectivo que otro?
¿Puede un estilo ser más efectivo en
ciertas situaciones?
¿Existe un estilo perfecto, o la clave es la
flexibilidad de estilo?
Recientemente se ha conducido gran
cantidad de investigación sobre efectividad,
entre otros por los siguientes sicólogos: L. Coch
y J.R.P. French Jr. et al; R.C. Anderson; S.S. Sales;
E.A. Fleishman y D.R. Peters; así como A.K.
Korman. La conclusión que emerge con firmeza
de sus investigaciones es que ningún estilo es,
por sí mismo, más efectivo que otro de manera
natural. La efectividad depende de la
adecuación del estilo a la situación en la que
se utiliza.
L. COCH Y J.R.P. FRENCH, Jr.
En 1948, L. Coch y J.R.P. French, Jr. (40) publicaron un experimento bien diseñado y bien
ejecutado sobre el uso del estilo gerencial
participativo. El experimento se condujo en una
fábrica de pijamas en el sur de los Estados Unidos; en el mismo participaron obreras de
cuatro líneas cuya producción fue medida antes
y después de haber introducido el cambio. A
una de las líneas de producción se le permitió
participar plenamente en todo lo concerniente
al cambio propuesto; otras dos líneas
participaron a través de un grupo representativo de obreras, y hubo otra línea que no tuvo
ninguna participación en el mencionado
cambio. Los resultados fueron sorprendentes:
la productividad creció rápidamente en las tres
líneas que participaron y la producción se
W.J. Reddin, 1980, 2013
Consultores en Efectividad Gerencial, S.A. de C.V.
Prohibida su reproducción
estabilizó en 70 unidades por hora. En la única
línea que no se incluyó, la producción disminuyó rápidamente y se estabilizó en algo así
como 50 unidades por hora. En este experimento se registró hasta un 50% de incremento
de producción y esto aparentemente se debió
al uso de un alto grado de participación. Como
lo indica el estudio, la participación genuina
puede dar resultados.
Otros estudios muestran que la participación incrementó la producción (116),
disminuyó el ausentismo (128), condujo a una
preocupación mayor con respecto a los costos
(129), disminuyó la rotación de personal (192),
produjo más soluciones creativas en
situaciones de resolución de problemas (125)
e incrementó la exactitud de las mediciones
de desempeño (117). Se podría pensar que todo
esto indica con claridad que realmente existen
razones para el uso del estilo participativo en
la industria; sin embargo, existe una secuela
al estudio de Coch y French.
J.R.P. FRENCH, Jr. et al
En 1960, French y dos asociados (68) publicaron
un experimento diseñado para: “repetir el
experimento de Coch y French publicado en
1948 y para …descubrir si los resultados
generales… conducidos en los Estados Unidos
se mantendrían en una cultura diferente
(Noruega)". Un hallazgo clave fue que “no
había diferencia entre los grupos noruegos en
términos de producción". De modo que mientras en el primer experimento el estilo participativo condujo a una mayor productividad, no
tuvo efecto en el segundo. Estos resultados
pudieron ser explicados en gran parte por el
grado en el cual los obreros noruegos
aceptaron la participación.
más efectivo?“ Como conclusión escribe: “la
evidencia disponible no puede demostrar que
exista una vinculación consistente entre un
estilo de liderazgo dado, sea autoritario o
democrático, con una más alta productividad”.
El efecto de la participación o de cualquier
otro estilo depende, probablemente en un alto
grado, de las expectativas de los obreros con
respecto a cómo debiesen ser tratados, así
como ellos qué cambios estarían dispuestos
a hacer de buen grado, tanto en comportamiento como en la producción, por el hecho
de que se les trate en forma diferente. Algunos
aceptarían con buen grado la participación,
pero otros no. Tales diferencias pueden encontrarse incluso en dos fábricas contiguas, en dos
departamentos de la misma empresa, o aun
en dos subordinados inmediatos.
Demuestra que los enfoques antiguos de
disyuntiva entre opuestos, sugeridos por
términos como:
AUTÓCRATA CONTRA DEMÓCRATA
DIRECTIVO CONTRA NO DIRECTIVO
SUPERVISOR CONTRA PARTICIPATIVO
CENTRADO EN EL JEFE CONTRA CENTRADO
EN EL EMPLEADO,
Vromm (184) encontró que aquellos individuos que tenían una gran necesidad de
independencia, estaban más motivados y más
satisfechos con supervisión participativa que
aquellos que tenían poca necesidad de
independencia. También encontró que los
individuos con un alto grado de autoritarismo
tendían a estar menos satisfechos y menos
motivados bajo participación. Un hallazgo
similar fue registrado por Tannenbaum (178),
quien encontró que los subordinados dependientes reaccionaban negativamente a un
incremento de la participación. Parecería que
los gerentes que verdaderamente valoran al
individuo reconocerán las diferencias individuales y, por lo tanto, no usarán un enfoque
participativo en quienes no lo desean.
no son maneras útiles de describir comportamiento de liderazgo y que, en cualquier caso,
un tipo de comportamiento no es generalmente más efectivo que otro.
S.S. SALES Y OTROS
En 1966 S.S. Sales (168) publicó su revisión
independiente de las principales investigaciones de la literatura autocrática/
democrática. Concluyó que “la hipótesis de
que la supervisión democrática evocara un
mayor esfuerzo de los empleados, que lo que
evocara la autocrática, no puede ser apoyada
ni rechazada con certeza”.
El hecho de que una marcada orientación
hacia las relaciones no es siempre la clave, es
apoyada más aún por Dunteman y Bass (51)
quienes hallaron que los supervisores que
ellos denominaron orientados hacia la tarea
se les califica como más efectivos que aquellos
que están orientados a la interacción, lo que
es similar a nuestro OR. Patchen (159) informó
que la supervisión cercana y la presión por el
logro de eficiencia tienden a incrementar el
desempeño de un grupo cuando el supervisor
tiene poder, como lo evidencia, siendo él la
fuente del premio y “peleando por ellos”.
Patchen cree que la supervisión cercana puede
ser vista por los subordinados como prueba de
un interés en su bienestar.
R.C. ANDERSON
Una revisión importante hecha por R.C.
Anderson (4) arrojó luz sobre una barrera
fundamental en los estudios de liderazgo. Él
analizó 49 estudios en los que se comparó
experimentalmente el liderazgo autoritario con
el democrático.
Escribe que su objetivo era revisar
“estudios experimentales en los cuales se
comparó liderazgo autoritario y democrático
…plantearse interrogantes con respecto a esta
investigación… ¿existe suficiente evidencia
que uno de estos dos estilos de liderazgo es
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numerosos sicólogos participantes en los
estudios elegidos usaron una variedad de
indicadores de efectividad tales como lo son
la productividad, el salario y el desempeño bajo
tensión.
Sin embargo, muchos estudios formales
muestran que la orientación a la tarea (OT) casi
siempre parece necesitar algo del fermento de
la orientación a las relaciones (OR). Cuando
esto no ocurre, el gerente de alta OT es visto
como poco más que un duro mandón. Existe
prácticamente consistencia en todos los estudios hacia mostrar que el superior amenazante
y castigador generará, ya sea baja productividad, ya sea insatisfacción, o ambas (146, 9, 44).
Concluyó que “en el presente no podemos ni siquiera decir si es que (estructura y
consideración) tienen algún significado de
predicción… no hay prácticamente evidencia
aún sobre la eficiencia predictiva de
“consideración” y de “iniciar estructura”. Esto
significa simplemente que Korman no pudo
hallar ninguna evidencia que sugiriera que un
estilo fuese generalmente mejor que otro.
Naturalmente, algunos estudios individuales
indicaron relación, pero cuando se les tomó a
todos en conjunto se encontró tanta evidencia
para un punto de vista como para el otro.
Parece ser entonces que, dado que las
situaciones varían, lo mismo debe ocurrir con
el estilo gerencial. Numerosos hallazgos y
sentido común apoyan esta posición.
E.A. FLEISHMAN Y D.R. PETERS
E.A. Fleishman y D.R. Peters (58) estudiaron a
39 gerentes, desde capataces hasta gerentes
de fábrica en la producción continua de jabón
y detergentes. La evaluación de la efectividad
gerencial estaba basada en la evaluación
hecha por sus propios superiores. Su estilo
gerencial fue medido con una prueba
sofisticada. Las principales conclusiones del
estudio fueron que “no existe relación entre
las actitudes de liderazgo y la efectividad
medida… ninguna combinación particular de
actitudes de estructura y consideración fue
pronóstico del grado de efectividad”.
No existe un estilo ideal
Toda esta investigación sugiere fuertemente
que la noción de existencia de un estilo ideal
único no es sensata y, por lo tanto, no es útil.
No existe evidencia consistente que un estilo
sea generalmente más efectivo que otro.
Sugerir que lo es, sería incurrir en lo que los
científicos sociales denominan error normativo, es decir, sugerir que una cosa es mejor
que otra con base tan solo en lo que uno
prefiere creer en vez de lo que la evidencia
sugiere.
A.K. KORMAN
El principal estudio para nuestros propósitos
es el de A.K. Korman (115), quien publicó en
1966 la revisión más completa hecha a esa
fecha, sobre 25 estudios clave de liderazgo
conducidos por sicólogos experimentados. No
lo hizo en forma casual: “Fueron examinadas
todas las revistas que se podía esperar que
informaran sobre investigación de esta
naturaleza… y se mantuvo correspondencia
privada con todos los sicólogos que están
prominentemente asociados con esta
investigación… para descubrir estudios no
publicados…”
Los gerentes deben despedirse de quien
adquiere el conocimiento de una sola teoría
de comportamiento en un seminario, y pasa
los años siguientes cantando “seamos todos
como yo soy” y que no cambia a nadie en el
proceso. Los investigadores, sobre cuya teoría
pudo estar basado el diseño de ese seminario,
ciertamente confiaban que él no se hiciese tan
rígido. La dirección es demasiado compleja
para ser encapsulada en una sola creencia. A
Buscó aquellos estudios que investigaron
sobre las relaciones entre el uso que un
gerente daba a “iniciar estructura” y “consideración” y su efectividad (iniciar estructura y
consideración son similares a OT y OR). Los
3
lo largo de los siglos una ideología rígida
siempre fue atractiva y excitante a corto plazo,
pero a largo plazo genera guerras.
Necesitamos menos “creyentes fieles” del tipo
que Eric Hoffer (90) describió tan bien. En vez
de ellos necesitamos racionalismo y
objetividad.
Situa c iones
apro piada s
Relacionado Integrado
El entrenamiento gerencial debe orientarse hacia la flexibilidad de estilos en vez de
a la rigidez, ni siquiera hacia un estilo ideal,
pero rígido. Por supuesto que es cierto que los
estilos ideales tienen algo de mágico y
proveen una bandera conveniente para aunar
a los fieles; sin embargo, esto parece ser, a
pesar de todo, un terreno muy flojo para basar
programas de cambio organizativo y de
efectividad gerencial.
OR
Separado Dedicado
OT
E
Situa c iones
inapro piadas
Figura 4-1. Los estilos están incrustados en las
situaciones. Los estilos básicos son usados
en situaciones que les son apropiadas o
inapropiadas.
Algunos gerentes han aprendido que,
para ser efectivos, deben crear a veces una
atmósfera que inducirá automotivación entre
sus subordinados, mientras que otras deben
de actuar de tal modo que parezcan duros o
blandos. En otros momentos deben saber
desaparecer por un tiempo y aparentar no
hacer nada. Parecería ser más correcto decir
entonces que cualquier estilo básico puede
usarse más o menos efectivamente, dependiendo de la situación en que se aplique.
Ocho estilos gerenciales
Por lo visto anteriormente, cualquier estilo
básico puede ser más o menos efectivo
dependiendo de la situación particular en la
que se usa. Cada estilo básico tiene su
contraparte más o menos efectiva, como se
indica en la figura 4-2.
El plano frontal es el de menor efectividad, el de en medio es el plano de estilos
básicos y el plano posterior es el que corresponde a mayor efectividad. Los ocho estilos
que reflejan el nivel de efectividad se llaman
estilos gerenciales, para distinguirlos de los
cuatro estilos básicos. Las dos dimensiones
básicas son siempre OT y OR . La tercera
dimensión es la efectividad gerencial (E) o sea
el grado en que un gerente logra los requisitos
de producto (resultados) de su posición.
Los estilos se interpretan mejor en relación con situaciones específicas. Cualquier
estilo tiene una situación que le es más apropiada y muchas situaciones inapropiadas. El
hecho de que los estilos se perciben mejor
como enraizados en situaciones, se puede
representar como se indica en la figura 4-1.
La tercera dimensión podría titularse
“adecuación del estilo a la situación”. Como
tal adecuación resulta en efectividad (“E”) se
usa este término en vez del anterior que es
más largo. Por lo tanto, estilo más adecuado y
estilo más efectivo tienen el mismo
significado.
La distinción vital entre los estilos más o
menos efectivos no reside en el comportamiento gerencial expresado en términos de
OT y OR. Cualquier cantidad de OT y OR no
4
Promotor Ejecutivo
Burócrata Autócrata
Benévolo
Relacionado Integrado
OR
Separado Dedicado
De
Misionero Transacción
OT
E
Desertor
Autócrata
Figura 4-2 El modelo de estilos 3D. El modelo completo se compone de cuatro estilos básicos, cuatro estilos
gerenciales más efectivos y cuatro menos efectivos.
garantiza efectividad; ésta resulta de la
adecuación de un estilo dado a la situación en
la que se usa. Por lo tanto, cuando se usa un
estilo básico DEDICADO en una situación en que
no es el apropiado se le percibe como y se le
denomina “AUTÓCRATA”, mientras que cuando
se le usa apropiadamente se le percibe como
y se le denomina “AUTÓCRATA BENÉVOLO”. Las
versiones más o menos efectivas de los estilos
básicos se indican en la tabla que se muestra
más abajo.
Promotor Ejecutivo
Burócrata Autócrata
Benévolo
De
Misionero Transacción
Desertor
Los ocho estilos gerenciales pueden representarse solos en el modelo 3D (véase figura
4-3) y se les define como sigue:
Figura 4-3.El modelo 3D de estilos gerenciales.
El plano medio puede omitirse una vez que
el concepto de los estilos básicos se haya
comprendido.
orientación a la tarea, así como una marcada
orientación hacia las relaciones, en una
situación en que tal comportamiento es
DESERTOR
MISIONERO
AUTÓCRATA
DE TRANSACCIÓN
Autócrata
OT
EJECUTIVO: Gerente que usa una marcada
Cuando se le usa inapropiadamente y por lo tanto menos
efectivamente
E
OR
Estilo básico
SEPARADO
RELACIONADO
DEDICADO
INTEGRADO
5
Cuando se le usa apropiadamente y por lo tanto más
efectivamente
BURÓCRATA
PROMOTOR
AUTÓCRATA BENÉVOLO
EJECUTIVO
apropiado y quien es, por lo tanto, más efectivo. Se le percibe como un buen motivador que
establece elevadas normas de desempeño,
trata a cada persona en forma algo diferente y
prefiere la conducción en equipo.
ción donde tal comportamiento es inadecuado
y quien es, por lo tanto, menos efectivo. Se le
percibe como interesado básicamente por
lograr la armonía.
DE TRANSACCIÓN : Gerente que usa una
elevada orientación hacia la tarea y una
elevada orientación hacia las relaciones, en
una situación que requiere una elevada
orientación hacia solamente una o ninguna de
las dos y quien es, por tanto, menos efectivo. Se
le percibe como indeciso, como alguien que
permite que las presiones de las situaciones
lo influyan demasiado y como alguien que evita
o minimiza las presiones y problemas inmediatos en vez de maximizar la producción a
largo plazo.
orientación hacia la tarea, así como una
limitada orientación hacia las relaciones, en
una situación donde tal comportamiento es
adecuado y quien es, por tanto, más efectivo.
Se le percibe como básicamente interesado en
reglas y procedimientos per se, queriendo
controlar la situación mediante su uso y siendo
consciente de sus obligaciones.
BURÓCRATA: Gerente que usa una limitada
DESERTOR: Gerente que usa una limitada orien-
tación hacia las tareas y una limitada orientación hacia las relaciones, en una situación
donde tal comportamiento es inapropiado y,
por tanto, es menos efectivo; se le percibe
como alguien que no se compromete, pasivo o
negativo.
AUTÓCRATA BENÉVOLO: Gerente que usa una
marcada orientación hacia la tarea y una
limitada orientación hacia las relaciones en
una situación donde tal comportamiento es
adecuado y quien es, por tanto, más efectivo.
Se le percibe como quien sabe lo que quiere y
cómo lograrlo sin generar resentimientos.
¿Qué hay en un nombre?
Los ocho rótulos de estilos gerenciales se han
elegido deliberadamente con fuertes connotaciones, ya que cada uno sugiere que el estilo
es bueno o malo. Esto facilita mucho el uso
del modelo durante el entrenamiento; sin
embargo, para enseñanza universitaria,
investigación y otras situaciones, se usan
valencias de estilos en lugar de nombres, y
entonces el PROMOTOR se transforma en
RELACIONADO (+), MISIONERO se convierte en
RELACIONADO (-), AUTÓCRATA se transforma en
DEDICADO (-), y así sucesivamente.
AUTÓCRATA: Gerente que hace uso de una
marcada orientación hacia las tareas y una
limitada orientación hacia las relaciones en una
situación en que esa conducta es inapropiada y
que, por tanto, es menos efectivo. Se le percibe
como una persona que no tiene confianza en
los demás, que es desagradable e interesado
tan solo en la tarea inmediata.
PROMOTOR: Gerente que usa una limitada
orientación hacia las tareas y una marcada
orientación hacia las relaciones, en una situación donde tal comportamiento es apropiado
y quien es, por tanto, más efectivo. Se le
percibe como alguien que tiene una confianza
implícita en la gente y que se preocupa básicamente por el desarrollo de los individuos.
Algunos de los ocho rótulos de estilos,
tales como DESERTOR y AUTÓCRATA, perturbarán
a los lectores. Se eligieron para hacerlo porque
su uso principal es el de entrenamiento. Las
siguientes denominaciones 3D son equivalentes:
SEPARADO (-)
Uso del estilo separado inapropiadamente
MISIONERO: Gerente que usa una limitada
orientación hacia la tarea y una marcada
orientación hacia las relaciones, en una situa-
DESERTOR
6
Estilos gerenciales tridimensionales
Promotor Ejecutivo
Burócrata
Los estilos en sí representan un rango bastante
amplio de comportamiento; cualquiera de los
ocho estilos gerenciales puede representar
más o menos OT, OR o E. La figura 4-4 muestra
el estilo DE TRANSACCIÓN tal como es en
realidad. No es un punto sino que es un rango
de comportamiento.
Autócrata
benévolo
Relacionado Integrado
OR
Cómo funciona la tercera dimensión
Separado Dedicado
OT
Un gerente puede desplazarse a lo largo de la
tercera dimensión, que es la efectividad, adecuando su estilo básico a las necesidades de
la situación. Es muy posible y lógico que el
razonamiento titulado “DESERTOR ” en una
situación sea denominado “ BURÓCRATA” en
otra. El estilo gerencial con sus connotaciones
de efectividad no puede definirse simplemente
con referencia al comportamiento; se debe
definir siempre con referencia a las demandas
de la situación. Cuando se hace una evaluación
de estilo gerencial, dos cosas se deben tomar
en cuenta: una es el comportamiento que se
usa realmente expresado en términos de OT y
OR y la otra son las demandas de la situación
en que se le usa.
E
De
Misionero transacción
Desertor Autócrata
Figura 4-4.Los estilos son tridimensionales. Los estilos
no son conceptos estrechos. Cada estilo
gerencial tal como el “DE TRANSACCIÓN” que
está sombreado en esta figura, incluye una
amplia variedad de comportamientos y un
rango de efectividad.
En el contexto del trabajo científico se
tiende a usar “SEPARADO ” (-); en conversaciones
sobre este tema la expresión que se emplea
más frecuentemente es “usa el estilo separado
de forma inapropiada”; mientras que en los
cursos de capacitación la expresión
“DESERTOR” es la más común. Las denominaciones fuertes transmiten el mensaje con
claridad en un encuadre de entrenamiento;
AUTÓCRATA es el mejor ejemplo. Una o dos de
las denominaciones tal como MISIONERO, se
prestan evidentemente a una variedad de
interpretaciones, pero tal ambigüedad
desaparece si se entiende el concepto y la
definición, y si están disponibles estas
definiciones. Si el lector encuentra que tiene
dificultad con un rótulo de estilo dado, tiene
toda nuestra anuencia para cambiarlo de
acuerdo con sus propios propósitos, ya que es
la idea y no el nombre, lo que es más
importante.
Cuando el comportamiento particular no
se adapta a las demandas de la situación,
debería usarse uno de los rótulos de estilos
menos efectivos para describir tal situación.
Cuando el comportamiento es apropiado para
la situación, debería usarse uno de los rótulos
de estilos más efectivos. La evaluación de
estilo gerencial incluye, por tanto, lo que con
frecuencia es una evaluación inconsciente de
las necesidades de la situación, a la vez que
la evaluación consciente sobre el comportamiento.
Esta evaluación múltiple se percibe muy
bien en expresiones como: “yo soy firme, usted
es obstinado”, “él es un cabeza dura”. Las
piruetas semánticas* del columnista Sidney J.
*Antics with Semantics (N. del T.)
7
Si se adaptan uno a la otra y se le considera
apropiado, se aplica el rótulo de “más efectivo”;
en caso contrario se aplica el que corresponde
al estilo “menos efectivo”.
Harris, que aparecen en muchos diarios norteamericanos, van al fondo de la cuestión. Cada
vez muestra que no juzgamos solamente el
comportamiento sino su impacto sobre nuestros sentimientos personales al respecto. Por
ejemplo, yo soy “pragmático”, usted es “un
oportunista”, él es “maquiavélico”. Yo expreso
“las viejas verdades”, usted “la sabiduría heredada”; él expresa “lamentos”, yo soy “imparcial”; usted es un “indeciso”, él es un “malabarista”. Lo que algunos ven como elasticidad,
otros lo ven como rigidez; todos pueden
observar el mismo comportamiento y, sin
embargo, evaluarlo en forma muy diferente.
La mejor manera de explicar estas diferencias
reside en la forma de percibir lo que demanda
la situación. Si pensamos que un comportamiento dado es apropiado para la situación
le daremos un título positivo, y viceversa.
Como surge de un ejemplo simple, el
hombre que gritara “todos afuera” en un
cinematógrafo en llamas sería denominado
“AUTÓCRATA BENÉVOLO”; pero precisamente el
mismo comentario usado para cerrar una
oficina o un restaurante en la noche podría ser
denominado “AUTÓCRATA”. Los rótulos de estilo
gerencial indican el grado de adecuación que
se percibe en un comportamiento, a la vez que
el estilo del mismo. Esto es una característica
clave de la teoría 3D que la distingue de muchos
otros enfoques.
Para tomar otro caso se podría señalar
que muchas tareas gerenciales son puramente
administrativas, consisten esencialmente en
tomar documentos de una canasta o gaveta
de entrada, aplicar unas pocas reglas de
decisión a los mismos y colocarlos en una
canasta de salidas. Frecuentemente la
cantidad de trabajo que viene en la canasta
de entrada no está bajo el control del
administrador y él tiene tan solo subordinados
nominales, quienes tal vez reciben en su
canasta papeles que provienen de la canasta
de salida de este administrador. ¿Qué estilo
se demanda para este trabajo?, obviamente
el estilo SEPARADO es el ideal. Un gerente que
pudiese usar un comportamiento SEPARADO en
su trabajo se le denominaría BURÓCRATA.
Cualquiera de los rótulos de una de las
líneas arriba mencionadas, puede describir
comportamiento idéntico. Los de la columna
izquierda se usan típicamente cuando se
considera que el comportamiento es apropiado
y los de la derecha cuando se considera que
es inapropiado. Esto refuerza lo que ocurre
realmente cuando se hace una evaluación de
la efectividad: el comportamiento y la situación
se consideran en conjunto.
Los rótulos son juicios sobre la efectividad
La lista que sigue tiene rótulos, en la columna
izquierda están los más efectivos y en la
derecha los menos efectivos.
ESTILO O SITUACIÓN
Más efectivo
Supóngase que un gerente de ventas o
un capataz general se comportara de esa
manera; se les podría ver o describir como
“DESERTORES ” ya que el comportamiento
SEPARADO en la mayor parte del trabajo que
ellos realizan es altamente inapropiado. Por
lo tanto, la misma conducta representada por
el estilo SEPARADO , es efectiva en algunas
tareas, pero en otras no. Surge claramente de
todo esto, que un gerente debe conocer, y la
teoría 3D debe explicar cómo se evalúan las
Menos efectivo
Cálido
Flexible
Serio-digno
Firme
Estilo de hombre de negocios-directo
Conservador
Progresista
Perceptivo
Dinámico
Sentimental
Débil
Pomposo
Rígido
Brusco
Reaccionario
Izquierdista
Blando
Arrollador
8
ejemplo, tratar con vendedores y con clientes
o científicos y empleados de oficina.
situaciones y cómo se incrementa la flexibilidad de estilo de tal forma que se pueda usar
el estilo más adecuado.
Estilo de sostén
Utilidad de los rótulos de estilo
Un estilo gerencial de sostén es el que se usa
con la mayor frecuencia después del dominante. Cualquier estilo puede ser de sostén
para cualquier estilo dominante, aunque
algunas combinaciones de dominante-sostén
parecen darse con mayor frecuencia que otras.
Se ha encontrado que ocho rótulos de estilo
gerencial son útiles para describir el comportamiento gerencial. Algunos conceptos adicionales, como son el de estilo dominante, el de
estilo de sostén y el de estilo sobrerrechazado,
permiten realizar una descripción más
completa. Cualquiera de estos tres conceptos
puede referirse tanto a un estilo básico como
a un estilo gerencial; por lo tanto, cuando se
evalúa a un gerente con ellos, tan solo debe
usarse uno de los rótulos, sea básico o
gerencial, para cada estilo.
Estilos sobrerrechazados
Un estilo sobrerrechazado es el estilo básico
o el estilo gerencial que se usa con mucho
menor frecuencia que lo que lo utiliza el promedio de los gerentes. El sobrerrechazo es
deseable en situaciones donde el estilo
sobrerrechazado es menos efectivo; sin
embargo, algunos gerentes sobrerrechazan
estilos como PROMOTORo AUTÓCRATA BENÉVOLO. La carencia de deseo o la incapacidad
de usar cualquiera de ellos, cuando la situación
lo requiera, conduce a una pérdida de
efectividad.
Estilo dominante
El estilo dominante de un gerente es el estilo
gerencial o el estilo básico que usa más frecuentemente. El estilo dominante puede ser
cualquiera de los ocho estilos gerenciales o
de los cuatro estilos básicos.
Punto de estilo gerencial
Es fácil detectar cuál es el estilo dominante en algunos gerentes ya que lo usan con
gran frecuencia. En otros casos puede ser sólo
dominante en pequeño grado y, por lo tanto,
es difícil identificarlo sin una observación
prolija y un análisis cuidadoso durante un largo
tiempo. Los estilos dominantes están más
claramente manifestados cuando un gerente
tiene muy alta o muy baja la OT y la OR .
Tal como ocurre con las escalas de OT y OR, la
escala de evaluación es de 0 a 4, donde cero
implica carencia de efectividad y 4 es la
máxima.
Al igual que el punto de estilo básico, el
punto de estilo gerencial (PEG ) provee una
evaluación cuantitativa del estilo de comportamiento. Se usan tres valores para representar
OT, OR y E. La escala de cada valor va de 0 a 4.
Un PEG de 1.0/1.0/1.0 sería de DESERTOR; un
PEG de 1.0/3.0/4.0 sería de PROMOTOR.
Algunas situaciones gerenciales requieren un gerente que use dos estilos dominantes
en diferentes partes de su tarea; puede por
* Capítulo 4 del libro "Efectividad Gerencial".
W.J. Reddin; Editorial Diana; México
9
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