En los estudios literarios y culturales mas recientes se oye ha

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En los estudios literarios y culturales mas recientes se oye hab1ar mucho de teoria; pero no de teorfa de la literatura, sino
de simple «teoria», sin mas. Tiene que resultar bien extrafio
para quien sea ajeno a la disciplina ... «(Teorfa de que?», entran ganas de preguntar. Sorprenderfa 10 diHcil que resulta
responder a eso. No es 1a teoria de nada en particular, tampoco es una teorfa exhaustiva que generalice sobre las cosas.
En ocasiones la teorfa parece incluso no ser siquiera la explicacion de nada, sino mas bien una actividad; algo que hacemos 0 dejamos de hacer. Uno puede andar metido en cuestiones de teorfa; ensefiar 0 estudiar teoria; se la puede odiar 0
tenerle miedo. Nada de eso ayuda, sin embargo, a clarificar
que es la teoria.
La «teorfa», se nos dice, ha modificado de raiz la naturaleza de 10sestudios literarios; pero quien afirma tal cosa no se
refiere a la teoria Literaria, a 1a explicacion sistematica de 1a
naturaleza de 1aliteratura y de los metodos que han de analizarla. Igualmente, cuando se escuchan quejas sobre el exceso
de teorfa en los estudios literarios recientes, no se quiere decir que se este reflexionando demasiado sobre la naturaleza
de 1aliteratura 0 se disc uta desproporcionadamente que rasgos caracterizan al 1enguaje literario, pOl' ejemplo. Nada de
eso. Es a1go distinto 10 que se tiene en mente.
Mas bien, 10 que preocupa es justamente que haya demasiada po1emica sobre cuestiones ajenas ala literatura, demasiada discusion sobre cuestiones generales cuya relaci6n con 1a
literatura es apenas manifiesta, demasiada lectura de complejos textos psicoanallticos, polIticos y filos6ficos. La teorfa son
un pufiado de nombres (en su mayorfa) extranjeros; significa
Jacques Derrida, Michel Foucault, Luce Irigaray, Jacques
Lacan, Judith Butler, Louis Althusser
otras.
0
Gayatri Spivak, entre
Entonces, ~que es la teoria? Parte del problema reside en el
propio termino de «teoria», que apunta en dos direcciones.
Asi, por ejemplo, hablamos de la «teoria de la relatividad», una
serie verificada de proposiciones cientificas. Pero este sentido
convive con el uso mas corriente de la palabra:
-(Tu que crees, por que habran roto Laura y Miguel?
-Yo tengo la teoria de que ...
(Que significa «teoria» en este caso? En primer lugar, se
advierte un componente de «especulaci6n». Sin embargo, tener una teoria no es 10 mismo que conjeturar; decir «Sospecho que ... » daria a entender que debe haber una raz6n, pero
que no alcanzo a saberla con seguridad: «Sospecho que Laura ha acabado por cansarse del tiquismiquis de Miguel, pera
ya nos 10 contara Maria en cuanto pueda hablar con ella».
Una teoria, en cambio, es una forma de especulaci6n que no
puede depender de la opini6n de Maria, es una explicaci6n
cuya verdad 0 falsedad posiblemente sera dificil verificar.
Por 10 demas, «Yo tengo la teoria de que ... » promete que
la explicaci6n no sera obvia. No se imagina uno que la frase
continue diciendo «Tengo la teoria de que es porque Miguel
estaba liado tambien con Pepa». Esa afirmaci6n no contaria
como teoria; no hay que ser un genio de la teoria para llegar a
la conclusi6n de que, si Miguel salia con Laura y estaba liado
con Pepa, ello podria quiza haber influido en la actitud de
Laura. Ahora bien, si se dijera «Tengo la teOl'iade que Miguel
estaba tambien liado con Pepa», seria ya la misma existencia
de esa relaci6n 10 que se estaria poniendo en duda y ello gene[aria suposiciones meramente hipoteticas, que son el germ en
de una posible teoria. Pero, normalmente, para que una hip6r is se con sidere teoria debe caracterizarse por una cierta
. mplejidad, adem as de no ser evidente: «Tengo la teoria de
que Laura todavia estaba enamorada plat6nicamente de su padre y de que Miguel no se lleg6 a transformar en el hombre que
ella esperaba». Una teoria ha de ser mas que una mera hip6tesis; no puede ser obvia; implica relaciones complejas y de tipo
sistematico entre diversos factores; y no se demuestra ni se descarta con facilidad. Si tenemos en mente estos aspectos, resulta
mas sencillo entender que implica la etiqueta de «teoria».
En los estudios literarios actuales, la teoria no es una descripci6n de la naturaleza de la literatura 0 de los metodos mas
adecuados para su estudio (aunque ambas cuestiones son parte de la teoria y se trataran en este libro, especialmente en los
capitulos 2, 5 y 6). Es un conjunto de reflexi6n y escritura de
lfmites extremadamente dificiles de definir. El fi16sofo Richard Rorty ha hablado de un genero nuevo, mixto, que naci6 en el siglo XIX: «Con origen en la epoca de Goethe, Macaulay, Carlyle y Emerson, se ha desarrollado una nueva forma
de escritura que no es la evaluaci6n de los meritos relativos de
una obra de arte, ni es historia de las ideas, ni filosofia moral,
ni profecia social, sino todo ello mezclado en un nuevo genero». La manera mas adecuada de referirse a este genero miscelaneo es con el simple apelativo de «teoria», nombre que
ha pasado a designar aquellas obras que han supuesto un reto
a la forma de pensar mas com un en campos de estudio diferentes a los que en apariencia les son mas propios. Esta es la
explicaci6n mas sencilla de que convierte a un texto en teoria; las obras que se consideran teoria producen efectos mas
alla de su ambito original.
Se trata sin duda de una definici6n poco satisfactoria, pero
al menos parece reflejar que ha venido sucediendo en este
campo desde los anos sesenta: los estudios literarios han prestado atenci6n a escritos ajenos al ambito literario, cuyos analisis del lenguaje, la mente, la historia 0 la cultura ofrecian
explicaciones nuevas y convincentes para los problemas tex-
wales y culturales. La teoria, en este sentido, no es un conjunto d metodos para el estudio literario, sino una serie no articulada de escritos sobre absolutamente cualquier tema, desde las
cuestiones mas tecnicas de filosofla anaHtica hasta las divers as
maneras en que se ha pensado y se ha hablado de nuestro cuerpo. El genera «teoria» incluye obras de antropologia, cinematografla, filosofla, filosofia de la ciencia, gender studies,! histori a
del arte, historia social y de las ideas, linguistica, psicoanalisis,
sociologia y teoria poHtica. Esas obras responden alas discusiones propias de su campo, pero se han convertido en «teoria» porque su perspectiva 0 sus razonamientos son sugerentes y utiles para estudiosos de otras disciplinas. Las obras que
devienen «teoria» ofrecen explicaciones que otros pueden
usar sobre muy diversas cuestiones: el significado, la naturaleza y la cultura, el funcionamiento de la psique 0 la interrelaci6n de la experiencia privada y la publica 0 de la experiencia
individual y la de las gran des fuerzas hist6ricas.
Si definimos la teoria por sus efectos pracdcos, como aquello
que alter a nuestra perspectiva, que nos hace ver de forma diferente nuestras objetos de estudio y las practicas de analisis,
(de que tipo de efectos hablamos?
El efecto mas importante de la teoria es que pone en duda
el «sentido com un», las ideas que son de sentido com un sobre el significado, la escritura, la literatura 0 la experiencia.
Por ejemplo, la teoria cuestiona:
• la concepci6n de que el significado de un enunciado 0
un texto se corresponde con 10 que el autor «queria
decir»;
1. Literalmente, «estudios del genera (sexual)>>,corriente de la critica
1l0l'lcamericana moderna, en la que cobran gran importancia las nocioncs
d ·1scxo y la orientaci6n sexual de 10s c1iversos participantes en la comuni '11 'ion literaria. El nombre del movimiento juega en parte con los genre
I/lItlil'! () studios sobre el genera literario. (N. del t.)
• la idea de que la escritura expresa una verdad que reside fuera del texto, en la experiencia 0 la situaci6n que
expresa;
• 0 la noci6n de que la realidad es 10 que esta «presente»
en un momenta dado.
La teoria es, con frecuencia, una critica belicosa de las nociones de senti do comun y, mas todavia, intenta demostrar
que 10 que damos por seguro como «de sentido com un» es,
de hecho, una construcci6n hist6rica, una teoria particular
que ha llegado a parecernos tan natural que ya ni siquiera la
percibimos como teoria. AI ofrecer una Cfitica de 10 aparentemente razonable y desarrollar la exploraci6n consiguiente
de concepciones alternativas, la teoria nos lleva a cuestionar
las premisas 0 los supuestos mas basicos en el estudio de la
literatura, y perturba to do 10 que se puede haber dado hasta
ahora por sentado: (Que es el significado? (Que es un autor?
(Que es leer? (Que es el «yo» 0 el sujeto que escribe, el que
lee, el que actua? (Que relaci6n hay entre los textos y las circunstancias en que se producen?
Pero (podemos ver algun ejemplo de «teoria»? En lugar
de hablar sobre la teoria en general, sumerjamonos al fin en
la obra ?e dos de los te6ricos mas influyentes y veamos a que
c~ncluslones llegamos. Trataremos dos casos relacionados pera
dlspares, que implican criticas a algunas ideas de sentido comun sobre el «sexo», la «escritura» y la «diferencia».
En su libro La historia de fa sexualidad, el historiador de las
i?eas Mic~el Foucault somete a analisis la que llama «hip6teSlSrepreSlva»: el lugar comun segun el cual el sexo es algo
que, en epocas precedentes, particularmente en el siglo XIX,
ha sido reprimido y que la modernidad ha luchado por liberar. No obstante, Foucault plantea que, lejos de ser algo
natural que hubiera sido reprimido, el «sexo» es una idea
compleja creada por la confluencia en el siglo XIX de un con-
gl
111
rado de pnicticas sociales, investigaciones, actos de con-
v rsaci' n y escritura; creada por «discursos» 0 «pnicticas dis-
ursivas», en resumen. Todos los mensajes -de
medicos, no-
v listas, psicologos, moralistas, asistentes sociales, politicos 0
la i lesia- que relacionamos con la idea de la represion de la
s xualidad fueron, de hecho, maneras de provocar el nacimiento de ese algo que llamamos «sexo». Escribe Foucault:
«la nocion de "sexo" permitio agrupar en una unidad artificial
lementos anatomicos, funciones biologicas, conductas, sensaciones, placeres, y permitio el funcionamiento como principio
causal de esa misma unidad ficticia; como principio causal,
pero tambien como sentido omnipresente, secreta a descubrir en todas partes». Con ello Foucault no pretende negar
que haya actos ffsicos de relacion sexual, 0 que los seres humanos tengan un sexo biologico y organos sexuales; afirma
mas bien que el siglo XIX encontra nuevas maneras de agrupar
bajo una {mica categoria (el «sexo») una serie de cosas que
son en potencia bastante diferentes: ciertos actos, que llamamos sexuales; distinciones biologicas; partes del cuerpo; reacciones psicologicas y, sobre todo, significados sociales. Las
maneras en que se hablaba y se trataba de esas conductas, sensaciones y funciones biologicas dio lugar a algo diferente, a
una unidad artificialllamada «sexo», que paso a ser considerada como fundamental para la identidad del individuo. Posteriormente se opera un trastrocamiento crucial en la relacion
y esa cosa llamada «sexo» fue considerada la causa de la di~
versidad de fenomenos que anteriormente se habia reunido
para originar la idea. Este proceso otorgo a la sexualidad una
importancia y un papel nuevos, convirtiendola en el secreta de
la naturaleza del individuo. Hablando de la importancia del
«impulso sexual» y de nuestra «naturaleza sexual», Foucault
bserva que se ha alcanzado un punto en que
hemos llegado ahora a pedir nuestra inteligibilidad a 10 que
durante tantos siglos fue considerado locura, ... nuestra identidad a 10 que se percibia como oscuro empuje sin nombre.
De ahi la importancia que Ie prestamos, eI reverencial temor
con que 10 rodeamos, la aplicacion que ponemos en conocerlo. De ahi eI hecho que, a escala de los siglos, haya llegado a ser mas importante que nuestra alma.
La manera en que el sexo fue convertido en el secreta del
ser del individuo, en un venero clave de nuestra identidad
como individuos, se puede ilustrar por ejemplo con la creacion
en el siglo XIX del «homosexual» como categoria, casi como
«especie». En period os anteriores se habian estigmatizado las
relaciones sexuales entre individuos del mismo sexo (como la
sodomia), pero en ese momenta deja de ser una cuestion de
actuacion para convertirse en una cuestion de identidad; no
de si uno habia cometido actos prohibidos, sino de si «era»
homosexual. La sodomia era un acto, escribe Foucault, pero
«el homosexual es ahora una especie». Anteriormente existian
actos homosexuales que una persona podia realizar; ahora es
mas bien un nucleo 0 esencia sexual el que determina el ser
autentico del individuo: (se trata de un homosexual?
En la perspectiva de Foucault, el «sexo» es construido
por discursos relacionados con pnicticas e instituciones soc~alesde divers a clase: la manera en que los medicos, la igleSIa,los funcionarios publicos, los asistentes sociales e incluso
los novelistas tratan los fenomenos que identifican como sexuales. Sin embargo, esos discursos representan el sexo como si
fuera previa a ellos. Modernamente se suele aceptar este ultin10 enfoque y se acusa a esos discursos y practicas sociales de
intentar controlar y reprimir el sexo que, en la practica, estan
cons~ruyendo. El analisis de Foucault invierte el proceso y
cOl1S1derael sexo antes un efecto que una causa; es decir, un
producto de los discursos que pretenden analizar, describir y
regular las actividades humanas.
El razonamiento de Foucault ilustra como una discusion
del campo de la historia se ha convertido en «teoria» porque
ha inspirado a estudiosos de otros campos, que han hecho uso
de ella. No se trata de una teoria de la sexualidad en el sentido de un conjunto de axiom as pretendidamente universales.
Quiere ser el analisis de un desarrollo historico concreto, pero
18.
Breve introducci6n a fa teoda fiteraria
es evidente que tiene implicaciones mas amplias, ya que impulsa a sospechar de 10 que se identifica como natural 0 como
un hecho: (acaso no podrian haberlo generado, por el contrario los discursos de los expertos, las practicas ligadas a discurso~ del saber que dicen describirlo? Segun la explicacion
de Foucault, 10 que ha creado el «sexo» como un secreta de
la naturaleza humana es la tentativa de conocer la verdad sobre los seres humanos.
Una caracteristica de la reflex ion que se convierte en teoria es
que realiza ~~jugadas»sorprendentes, que resul~a~ utiles para
el analisis de otros temas. Uno de estos mOVlmlentos es la
hipotesis de Foucault conforme a la cualla supuest~ oposicion entre una sexualidad natural y las fuerzas sOClales (el
«poden» que la reprimen es en realidad, probablemente, una
relacion de complicidad: las fuerzas sociales origin an la cosa
(<<sexo»)que aparentemente intent an controlar. Una jugada
subsiguiente -el «bonus» de la partida, par Hamarlo. a.siseria preguntarse que se consigue al ocultar esta comphCldad
entre el poder y el sexo (supuestamente reprimido por el poder). (Que se consigue al mostrar esta interdependencia no
como dependencia, sino como oposicion? La respuesta de
Foucault es que asi se enmascara la omnipresencia del poder:
uno cree que esta resistiendose al poder al defender el sexo,
y en realidad esta operando completamente dentro de los
terminos establecidos por el poder. Por decirlo de otro modo,
mientras esa cosa Hamada «sexo» aparenta estar fuera del poder, como algo que las fuerzas sociales intentan en.vano controlar, el poder parece limitado, no parece demaslado poderoso (no puede domar al sexo). Pero en realidad el poder es
omnipresente: esta en todas partes.
.
.
El poder, para Foucault, no es algo que se eJerce; se eJerJa dualidad «poder/saber»: poder bajo la forma de saber 0
s<lb r bajo la forma de poder. Lo que creemos saber del mun-
(Que es fa teodal
19
do -el armazon conceptual con el que se nos impulsa a pensar sobre el mundo- ejerce un gran poder. Poder/saber ha
originado, par ejemplo, la situacion en la que se nos define
por nuestro sexo; ha originado la situacion que define a una
mujer como alguien que se realizara como persona al tener
una relacion sexual con un hombre. La idea de que el sexo
esta fuera del poder y se opone a el oculta el alcance generalizado del poder/saber.
Hay que tener en cuenta diversos aspectos impartantes
de este ejemplo de teoria. La teoria de Foucault es analitica
-analiza un conceptopero es tambien inherentemente
especulativa, pues no hay evidencia que permita demostrar
que est a es la hipotesis correct a sobre la sexualidad. Es decir, hay muchos elementos que hacen plausible su explicacion, pero no hay prueba determinante. Foucault Hamo critic a «genealogica» a este tipo de investigacion: exponer como
una categoria supuestamente fundamental, como la del
«sexo», es producida por practicas discursivas. Una critic a
como esta no pretende decirnos que es el sexo «en verdad»,
sino que intenta averiguar como se ha creado ese concepto.
Observese que, en su analisis, Foucault no habla en ningun
caso de literatura; pero su teoria ha demostrado ser muy interesante para los estudiosos de la literatura. Por un lado,
porque la literatura trata de sexo; la literatura es uno de los
lugares en donde se construye esa idea del sexo, y en la literatura se encuentra una defensa de la nocion de que la
identidad mas profunda de las personas esta ligada al tipo
de deseo que sienten por otro ser humano. La explicacion de
Foucault ha resultado importante para los estudiosos de la
novela y tam bien para los que trabajan en estudios gay y
~~(..Al.~sbiana, 0 en general en los gender studies: La influencia de
1
=-.:nucault reside particularmente en haber mventado nuevos
objetos historicos: cosas como el «sexo», el «castigo» 0 la
«1ocura», que no se habia considerado previamente que tuvieran una historia. Sus obras tratan estos objetos como
construcciones historicas y, par tanto, impulsan a analizar
como las practicas discursivas de un periodo -incluyendo la
Iii 'ratura'~n
pueden haber modelado las cosas que nos parevidentes.
Como segundo ejemplo de «teoria», tan influyente como la
revision foucaultiana de la historia de la sexualidad, pero con
matices que ilustran algunas diferencias importantes, podriamos tomar el analisis que el filosofo Jacques Derrida dedico
a una discusion sobre la escritura y la experiencia en las Confesiones, dejean-Jacques Rousseau. A Rousseau se Ie ha atribuido con frecuencia el merito de haber colaborado en el
nacimiento de la no cion modern a del yo individual.
Pero antes, veamos algunos antecedentes. Tradicionalmente, la filosoffa occidental ha diferenciado la «realidad» de la
«apariencia», las «cosas» en sf de sus «representaciones» y el
«pensamiento» de los «signos» que 10 expresan. Los signos y
representaciones, en esta perspectiva, no son sino un camino
de acercamiento a la realidad, a la verdad 0 a las ideas; y deben ser 10 mas transparente posible, no deben estorbar, no han
de afectar ni infectar el pensamiento 0 la verdad que representan. Seglin este esquema, el habla parece ser la manifestacion 0 la presencia inmediata del pensamiento, en tanto que la
escritura, que opera en ausencia del emisario del mensaje, se
ha considerado una representacion artificial y secundaria del
habla, un signo, potencialmente engaiioso, de otro signo.
Rousseau se inscribe en esta tradicion, que ha pasado a
integrarse en el sentido comlin, al escribir: «Los lenguajes estan hechos para ser hablados; la escritura sirve solo de suplemento al habla». En este punto interviene Derrida, preguntandose «~Que es un suplemento?». En el Diccionaria de uso
del espanal de Maria Moliner2 se dice que un suplemento es
III~ I'
111111
2. El autor citaba aqui la definici6n del Merrzam Webster's. Parte de
·ferencias culturales y ejemplos literarios, as! como las tiras c6micas, se
fldllptado en la version espanola de este libra. (N. del t.)
un «complemento; cosa que sirve para completar otra 0 agrandarla hasta cierta medida». Entonces, ~la escritura «completa» a la palabra al suplir algo esencial que Ie faltaba? ~O bien
aiiade algo suplementario, de 10 que el habla podria prescindir tranquilamente? Rousseau caracteriza repetidamente la
escritura como una mera adicion, un aiiadido no esencial, incluso una «enfermedad del habla»: la escritura se compone
de signos que introducen la posibilidad de la confusion, pues
se los lee en ausencia del hablante, que no esta presente para
aclarar 0 rectificar. No obstante, aunque Rousseau califique la
escritura de suplemento no esencial, sus obras la reflejan
como 10 que completa 0 suple 10 que se echa en falta en el habla: se hace intervenir a la escritura para compensar las imperfecciones del habla, como por ejemplo la posibilidad de
confusion. Asf, Rousseau escribe en las Confesiones, ellibro
que inaugura la nocion del yo como realidad «interior» desconocida por la sociedad, que ha optado por escribir ese
libro y esconderse de la sociedad porque en sociedad se mostraria «no solo en desventaja, sino completamente diferente a
10 que soy ... Si estuviera presente, la gente nunca hubiera
conocido mi valor». Para Rousseau, entonces, su yo «verdadero» es diferente del yo que se muestra en la conversacion
con los demas, y requiere de la escritura para suplir los signos
equfvocos de su habia. La escritura adquiere de repente un
papel esencial porque el habla tiene rasgos que antes parecfan
ser propios de la escritura: como la escritura, se com pone de
signos que no son transparentes, que no transmiten sin mas el
significado que el hablante tiene en mente, sino que estan
abiertos a la interpretacion.
La escritura es un suplemento del habla, pero el habla es
igualmente un suplemento; los nmos, escribe Rousseau, aprenden rapidamente a hablar para «suplir su debilidad ... pues
no es necesaria demasiada experiencia para darse cuenta del
placer que supone actuar a traves de las manos de otros y mover el mundo con solo mover la lengua». Derrida hace un
movimiento de deriva caracteristico de las obras de «teoria»
y trata este caso concreto como ejemplo de una estructura
J' j a eneral: una <J6gicade la suplementariedad» que encuentra n las obras de Rousseau. Esta 16gica es una estructura en
la qu 10suplementado (el habla) acaba necesitando un suplemento, porque demuestra tener los mismos rasgos que originaJmente se pensaba que caracterizaban exclusivamente al
suplemento (la escritura). Intentare explicarme.
. Rousseau necesita escribir porquecuando habla se Ie malinterpreta. 0, en terminos mas generales, necesita signos porque las cosas en Sl no Ie satisfacen. En las Confesiones describe su amor adolescente pOl' Madame de Warens, en cuya
casa resid1a y a la que llamaba «Maman»:
No acabarfa nunca si tuviera que describir en detalle
todas las locuras que eJ recuerdo de mi querida Maman me
hacia cometer cuando ya no estaba en su presencia. Cuantas
veces bese mi cama, recordando que ella habfa dormido aW,
mis cortinas y todos 10smueb1esde ]a sa1a,pues pertenecfan
a ella y su mana hermosa ]os habfa tocado, incluso el suelo,
sobre el que me postraba, pensando en como ella habfa discurrido por el.
Esos objetos que menciona Rousseau funcionan, en la
ausencia de Maman, como suplementos 0 sustitutos de su presencia. Pero resulta que incluso en su presencia se mantiene
la misma estructura, la misma necesidad de suplementos. El
texto continua:
En ocasiones cometia, induso en su presencia, extravagancias que solo el mas vioJento amor parecfa capaz de inspirar. Un dia, sentados a ]a mesa, justo cuando se habia introducido un bocado en ]a boca, grite que habfa un peJo en
el. Dejo eJ bocado de nuevo en el plato; yo 10 agarre y 10
deglutf con avidez.
La ausencia de Maman, cuando ha de conformarse con
sustitutos 0 signos que la recuerdan, se contrasta primero
con su presencia. Pero se advierte que su presencia no es un
momento de satisfacci6n, de acceso inmediato a la cosa mis-
ma, sin suplementos ni signos intermedios; en su presencia
la estructura, la necesidad de suplementos es exactamente la
misma. De aqu1 el grotesco incidente de tragarse la comida
que ella se hab1a llevado a la boca. La cadena de sustituciones podrfa continual'; incluso si Rousseau llegara a, como
se suele decir, «poseerla», perdurarfa la sensaci6n de que
Maman se Ie escapa y de que s610 es posible prometerse tenerla 0 recordar haberla tenido. Y quiz a Maman sea tam bien
un sustituto de la madre que Rousseau nunca tuvo; madre
que, a su vez no hubiera sido suficiente y que, como todas las
madres, hubiera generado insatisfacci6n y requerido suplementos.
«A traves de esta serie de suplementos», escribe Derrida,
«emerge una ley: la de una serie vinculada infinitamente, que
multiplica ineludiblemente las mediaciones suplementarias
que producen la sensaci6n de la misma cosa que postergan: la
impresi6n de la cosa en sl, de presencia inmediata 0 de percepcian imaginaria. Se deriva la inmediatez. Todo empieza
pOl' el intermediario». Cuanto mas insiste un texto en la importancia de la presencia de la cosa misma, mas resulta que
muestra la necesidad de intermediarios. Estos signos 0 suplementos son en realidad los responsables de que creamos que
hay algo ah1 fuera (como Maman) que podemos tocar y comprender. Lo que estos textos nos enseiian es que la idea del
originalla crean las copias, y que el original siempre resulta
diferido y no podemos alcanzarlo nunca. La conclusi6n es que
no podemos seguir manteniendo 10 que nos dicta nuestro sentido com un: que la realidad esta presente y que el original es
10que estuvo presente. La experiencia, por el contra rio, sufre
la mediaci6n de los signos y el «original» es generado como
efecto de los signos 0 suplementos.
Para Derrida, los textos de Rousseau, entre otros, nos proponen que rio concibamos la vida como una realidad exterior
a la que se superponen signos y textos con la mera funcian de
representarla, sino mas bien como algo baiiado de signos,
convertido en 10 que es pOl' procesos de significaci6n. Una
obra puede pretender que la realidad es previa: al significado,
pero de hecho muestra, en una formulaci6n que se ha hecho
famosa, que «il n'y a pas de hors-texte» (<<Noexiste 10 fueradel-texto»): cuando creemos estar fuera de los signos y el texto y alcanzar la «realidad en SI misma», 10 que encontramos
es mas texto, mas signos, cadenas de suplementos. Escribe
Derrida:
Lo que hemos intentado mostrar al seguir el hilo conductor del «suplemento peligroso» es que en 10 que llamamos
la vida real de esas criaturas «de carne y hueso» ... nunca ha
habido mas que escritura, nunca ha habido mas que suplementos y significados sustitutivos que s6lo podian generarse
en una cadena de relaciones diferenciales ... Y asi indefinidamente, pues hemos lefdo en el texto que el presente absoluto,
la Naturaleza, 10 que nombramos con palabras como «madre
real», etc., siempre se ha escapado, nunca ha existido; que
es la escritura, en tanto que desaparici6n de la presencia natural, la que inaugura el significado y ellenguaje.
Esto no quiere decir que no haya diferencia entre 1a presencia de Maman 0 su ausencia, 0 entre un suceso «real» y uno
de ficcion; implica que su presencia no es sino una forma particular de la ausencia, que continua precisando de mediaciones y suplementos.
Foucault y Derrida entran con frecuencia en una misma lista,
la de los teoricos «postestructuralistas» (vease el Apendice),
pero estos dos ejemplos de teoria presentan diferencias notables. Derrida realiza una lectura, una interpretacion de textos
n los que identifica el funcionamiento de una logica. La prorllesta de Foucault, por el contrario, no se basa en textos (de
h ho, cita un numero sorprendentemente escaso de docuIII 'ot S 0 practicas discursivas), sino que ofrece un esquema
'on . ptllal generico para pensar sobre los textos y 10s discuros '0 r n ral. La interpretacion de Derrida muestra hasta que
punto una obra literaria, como por ejemplo las Confesiones de
Rousseau, es en SI misma teorica: por una parte, ofrece un razonamiento especulativo explicito sobre la escritura, el deseo
y la sustitucion 0 suplementacion, pero al mismo tiempo nos
lleva a pensar sobre estos temas de acuerdo con formas implicitas en el texto. Foucault, por su parte, no nos propone considerar cuan penetrantes 0 sabios son los textos, sino en que
medida los discursos de medicos, cientificos y novelistas, entre
otros, crean los objetos que dicen meramente analizar. Derrida muestra que las obras literarias son teoricas, Foucault que
los discursos del saber son creativamente productivos.
Tambien parece haber diferencias en las pretensiones de
ambos y en las implicaciones que se derivan. Derrida quiere
explicarnos que dicen 0 muestran los textos de Rousseau, por
10 que la cuestion que surge a continuacion es saber si 10 que
dicen los textos de Rousseau es cierto 0 no. Foucault aspira a
analizar un momento historico determinado, de 10 que se deriva la cuestion de si sus grandes generalizaciones son aplicables tambien a otras epocas 0 lugares. Derivar cuestiones implicadas en las afirmaciones, como acabamos de hacer, es ya
una manera de entrar en la «teoria» y practicarla.
Ambos ejemplos ponen de manifiesto que la teoria implica una forma practica de especulacion: las nuevas explicaciones del deseo, ellenguaje, etc., suponen un desafio a nuestras
ideas previas (que exista algo naturaillamado «sexo», 0 que
los signos representen realidades preexistentes). De ese modo,
nos incitan a pensar de nuevo en las categorlas a las que recurrimos para reflexionar sobre literatura. Estos ejemplos muestran la que ha sido la tarea principal de la teoria mas reciente:
la critica de todo 10 que se tom a por natural, la demostracion
de que todo 10que se ha pensado 0 declarado como «natural»
es en realidad un producto historico y cultural. Se podra comprender 10 que sucede recurriendo a un nuevo ejemplo: cuando Aretha Franklin canta You make me feel like a natural woman (<<Hacesque me sienta como una mujer natural»), parece contenta de hallarse confirmada en una identidad sexual
«natural», previa a la cultura, cuando un hombre la trata de
determinada man era. Pero a la vez esta formula cion, «haces
que me sienta como una mujer natural», sugiere que la identidad supuestamente natural 0 dada es un rol cultural, un efecto producido dentro de una cultura: la Franklin no es una
mujer natural, tiene que lograr sentirse como si 10 fuera. La mujer natural es un producto cultural.
La teoria ofrece razonamientos analogos al anterior; mantiene por ejemplo que los acuerdos e instituciones sociales,
aparentemente naturales, e igualmente los habitos de pensamien to de una sociedad, son producto de relaciones economicas subyacentes y luchas continuadas por el poder; 0 que
los fenomenos de la vida consciente pueden ser producidos
por fuerzas inconscientes; 0 que 10 que llamamos el yo 0 sujeto se produce en y a traves de sistemas lingiiisticos y culturales; 0, en fin, que 10 que llamamos «presencia», «origen» 0
«el original» son efectos de repeticion creados por las copias.
En definitiva, ~que es la teoria? Hemos visto hasta el momento cuatro rasgos principales:
1.
2.
3.
4.
La teoria es interdisciplinaria; su discurso causa efecto fuera de la disciplina de origen.
Es analitica y especulativa; intenta averiguar que se
implica en 10 que llamamos sexo, lenguaje, escritura,
significado 0 sujeto.
Critica las nociones de sentido com un y los conceptos considerados naturales.
Es reflex ion , pensamiento sobre el pensamiento, un
analisis de las categorias que utilizamos para dar sentido alas cosas en literatura y el resto de practicas discurSlvas.
Como consecuencia, la teoria intimida. Una de las caracristicas mas descorazonadoras de la teoria actual es que no
Li ne fin. No es algo que se pueda llegar a dominar, no es un
'rupo cerrado de textos que se puedan aprender para «saber
I . ria». Es un muestrario inconexo de escritos que crece sin
I '~11 r, pu s tanto los recien llegados como los veteranos critit
can las directrices anteriores defendiendo las contribuciones
teoricas de nuevos autores 0 redescubriendo auto res anteriores que en su momenta habian quedado al margen. En este
escenario intimidador, el protagonismo pasa sin cesar a mana
de nuevos autores: «~Como? jNo has leido a Lacan! ~Y como
pretendes hablar de poesia sin tener en cuenta el estadio del
espejo en la constitucion del sujeto?», 0 bien «~Como puedes
escribir sobre la novela victoriana sin recurrir a la explicacion
foucaultiana del despliegue de la sexualidad y la histerizacion
del cuerpo de la mujer sin olvidar la demostracion que hizo
Gayatri Spivak de como afecta el colonialismo a la construccion del sujeto de la metropolis?». Actualmente, la teoria es
como una sentencia diabolica que condena a leer obras dificiles de campos no familiares, en la que el completar una tarea no supone un respiro sino una nueva asignatura pendiente: «~Spivak? Claro, pero ... ~has leido la critic a que Ie hizo
Benita Parry, y la respuesta posterior de Spivak?».
La imposibilidad de dominarla es una de las causas mas
importantes de la resistencia a la teoria. No importa cuanto
'reas saber; nunca sabras con certeza si «tienes que leer»
a Jean Baudrillard, Mijail Bajtin, Walter Benjamin, Helene
ixous, C. L. R James, Melanie Klein 0 Julia Kristeva 0 bien
si puedes olvidarlos «sin peligro». (Dependera, claro, de
quien seas tu y de quien quieras ser.) Gran parte de la hostilidad contra la teoria proviene sin duda de que admitir su importancia es comprometerse sin termino limite a quedar en
una posicion en la que siempre habra cosas importantes que
no sepamos. Pero eso es serial de que estamos vivos.
Sin embargo, Ia teoria invita a desear Ia excelencia; se sueIe creer que Ia teorfa nos dara los conceptos necesarios para
organizar y comprender Ios fenomenos que nos importan.
Pero la teorfa imposibilita tal maestria, no ya solo porque no
10 podamos saber todo, sino especialmente -y eso duele
mas- porque la teoria es en sf misma el cuestionamiento de
las presunciones y los supuestos en que las basamos. La naturaleza de la teorfa consiste en deshacer 10 que uno creia
saber, mediante un combate de premisas y postulados; por
tanto, no se puede predecir que efectos se derivaran de Ia
teoria. No se domina un tema, pero tampoco permanecemos
en el punto de partida; contamos con nuevas maneras de reflexionar sobre 10 que Ieemos, con preguntas nuevas y con
una idea mas ajustada de que implicaciones tienen las preguntas que hacemos a los libros que Ieemos.
En consecuencia, esta Breve introduccion no convertira a
los Iectores en maestros, y no solo por su brevedad; pero perfila lineas significativas del pensamiento y delimita Ias areas de
debate recientes, especialmente las propias de la literatura.
Pres nta ejempIos de investigacion teorica, con Ia esperanza
de que resulten valiosos para elIector y Ie animen a catar los
plac res del pensamiento teorico.
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