TÉCNICAS DE RASTREO DE UNA PIEZA DE CAZA HERIDA (II) EL TRABAJO SOBRE EL RASTRO por Jean-Guy Gendras (UNUCR) 1. Al llegar al anschuss: 1.1. Caso genérico: anschuss y dirección de huida conocidos y marcados. • Sentar al perro, preferentemente “al aire”. • Buscar los indicios: todos y por todas partes. • Atraillar al perro (excepcionalmente podrá trabajar suelto). • Permitir al perro que investigue los alrededores y de varias vueltas al anschuss. Deje que emplee para ello el tiempo necesario y no ayude al perro de inmediato. 1.2. Otros casos posibles: • El cazador se equivoca en la localización del anschuss o en la dirección de huida. • El anschuss no está marcado. • Cuando se toma el rastro en otro punto diferente al anschuss, por ahorrar tiempo o trabajo. Riesgo de equivocarse en la dirección del rastro. • Cuando se encuentra por casualidad un rastro de sangre sin origen conocido. • Cuando la sangre no interesa al perro. Posibles explicaciones. 2. Rastreando: • Dar consignas claras y precisas al acompañante. Resulta muy útil contar con un tirador de confianza, extremando la seguridad. • Dónde colocar las marcas. Recordar la dirección y marcar indicios distintos con marcas distintas y recordarlo. • “Leer” el lenguaje corporal del perro. • No frenar al perro. • ¿Se debe animar al perro? • Nunca abandonar un rastreo cuando el perro quiere continuar. • Descansar de vez en cuando y siempre antes de tomar la decisión de abandonar. • Cuando se decida abandonar, indicárselo claramente al perro. • Si se abandona por causa de que ha oscurecido o no se tiene más tiempo, no dudar en volver a la mañana siguiente, excepto si se abandona en una zona muerta. 3. El contacto con la pieza de caza herida: 3.1. Cuando se encuentra la pieza muerta: • El perro late a muerto o no. • El perro se apodera de la pieza, no permitirle nunca comer la carne por su cuenta. • ¿Se debe recompensar al perro? • Tradición del homenaje al cazador, al perro y a la pieza abatida, con rama de abeto o roble. 3.2. Cuando se encuentra la pieza encamada: • Extremar la atención cuando se llega a zonas querenciosas de encame. • Indicios de un encame próximo: • - Comportamiento de la pieza (actitudes diferentes, en función de la especie perseguida) - Comportamiento del perro. El encuentro: - Dejar uno o dos segundos que se vean pieza y perro. Esperar esos dos segundos para rematar. - Cuando la pieza planta cara. Diferente riesgo según la especie. Acercarse con cautela. - Cuando se viene el jabalí contra el perro o el conductor (por sorpresa o después del encuentro). - El agarre. Ventajas de un perro que late a los jabalíes sin agarrar. - La pieza se escapa… 3.3. Cuando la pieza huye (la vemos, la oímos o lo suponemos): • ¿Se trata con seguridad de la pieza herida? • Perseguir con el perro atraillado o soltarle sin perder tiempo. Ventajas y riesgos de perseguir con el perro suelto. • Ojo con una persecución accidental libre, con el perro unido a la correa. Es lo peor que puede pasar. • Persecución con perro de agarre. • Seguir al perro, cuando está en persecución de la pieza, para intervenir lo antes posible en caso de que pueda rematarse la pieza. 3.4. Cuando se complica el rastreo: • Cuando los indicios y los efluvios del rastro van disminuyendo y desaparecen (lenta o súbitamente). • Cuando se encuentra de nuevo mucha sangre. • Encuentro con una zona muerta. • El cambio de rastro (vía sana). Síntomas y soluciones. • Tropezar con rastros o madrigueras de zorro. • Cruzar una carretera o un río. Considerar todas las posibilidades. • Atravesar espesuras impenetrables. • Rastrear de noche. ¿Usar la linterna o volver a la mañana siguiente?