RESOLUCION Nº 668 S.T.J En la ciudad de Posadas, Capital de la

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RESOLUCION Nº 668 ­S.T.J En la ciudad de Posadas, Capital de la Provincia de Misiones, a los ..............Dos........................ días del mes de ............Noviembre........... del año dos mil nueve, se reúnen Ss. Ss. los Señores Ministros del Superior Tribunal de Justicia, Dres. Cristina Irene Leiva, Manuel Augusto Márquez Palacios, Jorge Antonio Rojas, Humberto Augusto Schiavoni, Ramona Beatriz Velázquez y los Sres. Ministros Subrogantes Dres. Nicolás Este­ ban Ziman y Sofía Ana Kleinbielen, bajo la Presidencia del Dr. Roberto Rubén Uset, a fin de considerar los autos caratulados: " EXPTE. Nº 465­STJ­2007­ DIRECCIÓN GENERAL DE RENTAS S/ RECURSO EX­ TRAORDINARIO DE INAPLICABILIDAD DE LEY EN AUTOS: “ EXPTE. Nº 104/05 – D.G.R. C/ PROCOPIO, BASILIO S/ JUICIO DE APREMIO” .­ De acuerdo con el sorteo realizado correspon­ de votar a los Señores Ministros en el siguiente orden: 1) Dr. Roberto Rubén Uset, 2) Dr. Manuel Augusto Márquez Palacios, 3) Dr. Humber­ to Augusto Schiavoni, 4) Dr. Mario Dei Castelli, 5) Dra. Ramona Bea­ triz Velázquez, 6) Dr. Jorge Antonio Rojas, 7) Dra. Cristina Irene Lei­ va, 8) Dr. Nicolás Esteban Ziman (M.S.) y 9) Dra. Sofía Ana Kleinbie­ len (M.S.).­ Concedida la palabra al Dr. Roberto Rubén Uset, dijo: Vienen las presentes actuaciones a considera­ ción del Alto Cuerpo a los fines del dictado de la sentencia. De los antecedentes surge que, la Dirección General de Rentas interpone formal demanda de cobro de pesos por vía de apremio contra el Señor Basilio Procopio (fs. 4 y vta.), por la suma de
EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ pesos Cinco mil doscientos ochenta con noventa y nueve centavos ($ 5.280,99), proveniente de la deuda en concepto de impuestos sobre los ingresos brutos, intereses y multa del art. 45 del Código Fiscal deta­ llados en la boleta de deuda, resultado de la Resolución N° 1055/02 D.G.R. correspondiente al Expte. N° 1052/89 Procopio, Basilio s/ verifica­ ción impositiva. A fs. 7/8 la parte actora acompaña manda­ miento de intimación de pago y embargo debidamente diligenciado contra el demandado. A fs. 12 el demandado se presenta, y opone como defensa la prescripción de la acción para el cobro de la deuda, con­ forme lo establece el art. 4.027 inc. 3 del Código Civil. A fs. 15/18, la parte actora contesta el traslado conferido, manifestando que en las actuaciones administrativas acompa­ ñadas se puede constatar que a partir del año 1.989 (fecha de apertura del expte.) la DGR fue realizando distintos y numerosos actos administra­ tivos dirigidos a determinar el monto de la deuda por ingresos brutos y, en obtener su cobro extrajudicialmente. Agrega que desde el año men­ cionado, el Fisco Provincial llevó adelante innumerables actos administra­ tivos, que como dispone la legislación específica, tienen como efecto la interrupción del plazo de prescripción de la acción. Solicita el rechazo de la prescripción planteada. A fs. 40 y vta., la Sra. Juez de Primera Instan­ cia en lo Civil y Comercial N° 5, resuelve rechazar la excepción de pres­ cripción opuesta por el demandado, mandando llevar adelante la ejecu­
2 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ ción y decretando embargo sobre sus bienes. El demandado ­Sr. Basilio Procopio­ apela di­ cha sentencia, argumentando que la Juez de Primera Instancia se aparta de la doctrina de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la que se establece que las deudas por impuestos, tasas municipales, pres­ criben en un plazo de 5 años; y que ha omitido valorar prueba fundamen­ tal y conducente, como la boleta de deuda presentada por la actora me­ diante la cual se inicia el apremio sin que la misma haya sido debidamen­ te notificada, no estando firme y con lo cual no se encuentra habilitada para la acción ejecutiva. A fs. 75/77, la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, Sala I, dicta resolución, mediante la cual hace lugar al recurso de apelación interpuesto a fs. 45, revocando el fallo eje­ cutivo de fs. 40 y vta. declarando prescripta la deuda reclamada en la demanda. A fs. 79/91, la DGR interpone recurso extraor­ dinario de inaplicabilidad de ley, el que fuera declarado formalmente ad­ misible mediante Resolución N° 265­STJ­08 de fecha 02 de mayo de 2008 (fs. 118/119).­ A fs. 124/129 opina el Sr. Procurador General, dictaminando que debe hacerse lugar al recurso planteado por la Direc­ ción General de Rentas de la Provincia. Del escrito recursivo se desprende que el que­ joso ­DGR­ se agravia por cuanto considera que la Excma. Cámara ha incurrido en exceso de jurisdicción. Sostiene que la demandada, en su
3 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ apelación se agravia por el apartamiento de la Juez de Primera Instancia de una doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la omisión de valorar prueba fundamental y conducente, y que nada dice respecto de la validez de los actos administrativos ni de lo dispuesto en el art. 105 del Código Fiscal de la Provincia. Continúa manifestando el recurrente que, pese a que la apelante no se agravió respecto de la interrupción de la pres­ cripción decidida por la A Quo, la Alzada hace de esta cuestión el funda­ mento central de su fallo y de la revocación de la sentencia. Por otro lado agrega que, los sentenciantes también incurren en exceso de jurisdicción al dejar de lado la aplicación del art. 105 del Código Fiscal (sobre actos interruptivos) sin declarar previamente su inconstitucionalidad. Manifiesta que los jueces no pueden subsanar las omisiones de la contraria y los defectos en que ha incurrido en sus distintas presentaciones; no pueden tratar agravios que no han sido planteados como tampoco decidir sobre la constitucionalidad de una ley que nunca ha sido cuestionada; circuns­ tancias éstas que hacen que el fallo atacado adolezca de los vicios de exceso de jurisdicción y consecuente arbitrariedad. Como último agravio sostiene que los senten­ ciantes han soslayado la aplicación del Código Fiscal, apoyando su deci­ sión en lo decidido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Filcrosa S.A."; cuando en este fallo la Corte no se expide sobre los actos interruptivos, sino sólo lo hacen en relación al plazo de prescrip­ ción. Agrega que nos encontramos frente a una dis­
4 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ cusión que no es nueva, cuales son las facultades impositivas locales y si las mismas se encuentran limitadas o no por lo que establece la legisla­ ción de fondo, sosteniendo el recurrente que la Alzada parece entender que este debate histórico ha sido cerrado por la Corte Suprema a partir del caso Filcrosa. Señala que la interpretación que hizo la Excma. Cáma­ ra sobre la aplicación de la legislación de fondo (Código Civil) implica limitar notoriamente el poder tributario local, toda vez que no podría ser ejercido con plenitud si la Provincia debiera abstenerse de regular un as­ pecto trascendental, cual es la prescripción de las acciones fiscales. Ahora bien, habiendo realizado un exhaustivo análisis de la cuestión traída a estudio, adelanto opinión favorable en el sentido de que el recurso debe prosperar. Con respecto a lo manifestado por el quejoso en cuanto a que la Excma. Cámara de Apelaciones se ha excedido en tratar el recurso de apelación, resolviendo respecto a la interrupción de la prescripción, cuestión esta que no ha sido cuestionada por el apelante; considero no le asiste razón al quejoso. En efecto, del escrito de apela­ ción, y bajo el título "2do. agravio: omisión de valorar prueba fundamental y conducente", el demandado manifiesta: "El Sr. Juez de 1ra. Instancia no ha merituado elementos de juicios ofrecidos, que surgen de las actuacio­ nes administrativas adjuntadas por la contraria de la que no surge de di­ cha actuación actos que interrumpan la prescripción en el término que la misma ha operado..."; de lo cual surge con total claridad que el agravio referente a la interrupción de los plazos de prescripción fue introducido por el demandado en la etapa procesal correspondiente; en base a ello
5 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ considero que no se avizora el vicio denunciado por el recurrente, de­ biendo, a mi juicio, rechazarse el presente agravio. Con respecto a los restantes agravios esgrimi­ dos por el quejoso considero que la cuestión a dilucidar es, si la legisla­ ción de fondo referente a la prescripción y causales de interrupción, debe prevalecer sobre los ordenamientos provinciales. En este sentido adelan­ to opinión afirmando que en materia tributaria, como el caso de autos, no resultan aplicables los plazos del Código Civil ­como pretende la parte demandada­ sino las disposiciones del Código Fiscal de la Provincia de Misiones. En efecto, la Provincia de Misiones no ha re­ signado su autonomía para delegarla al Gobierno Federal; constituye una parte sustancial de dicha autonomía la posibilidad de darse sus propios recursos, entre los que se encuentran los recursos tributarios y, a los fi­ nes de poder obtener esos recursos las provincias establecen impuestos y los aspectos procedimentales de la recaudación, así legislan sobre el procedimiento de determinación de los impuestos, sobre su recaudación, recursos, plazos y causales de interrupción de la prescripción. La Provin­ cia de Misiones, conforme con lo establecido en la Constitución Nacional, es un estado autónomo y posee facultades propias de legislación en ma­ teria tributaria; dentro de estas potestades es lógico que la normativa lo­ cal pueda regular tanto el nacimiento de la obligación tributaria como su régimen de cumplimiento y su exigibilidad, razón por la cual se le atribuye a su Poder Legislativo la facultad de establecer impuestos y contribucio­ nes, habida cuenta que, entre los derechos que constituyen su autonomía
6 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ es primordial la de imponer contribuciones y percibirlas, esta percepción de la renta pública excede el interés individual de las partes y atañe tam­ bién a la comunidad (CSJN, Sentencia del 22/VI/1989, in re "Trebas S.A.", "Jurisprudencia Argentina", 1989­III­713, entre muchos otros pre­ cedentes), lo que explica la especificidad del ejercicio de una facultad local, en la parte de poder que las provincias se han reservado (arts. 121, 122 y 123 de la Constitución Nacional), lo que además resulta una prefe­ rencia razonable por el interés público comprendido en materia de recur­ sos fiscales. Es importante destacar que, a mi juicio, la indi­ cación de los plazos de prescripción y causales de interrupción de la misma sobre los impuestos locales por medio de las autoridades legislati­ vas provinciales, no se opone ­atento a la naturaleza de la obligación­ a la supremacía que el art. 31 de la Constitución Nacional confiere a las leyes de la Nación, ni vulnera garantía alguna que reconoce nuestra Car­ ta Magna. Así, las disposiciones del Código Civil, en ma­ teria de prescripción, no pueden aplicarse porque legislan sobre materia de derecho privado, en cambio nuestra legislación tributaria provincial pertenece al ámbito del derecho público que no se ha delegado a la Na­ ción. Por esta razón considero que pretender regular la prescripción de la acción del cobro de impuestos ­materia por esencia jurisdiccional y propia de las provincias­ por el Código Civil, contraría no sólo la esencia de las instituciones tributarias, sino que también desconoce principios constitu­ cionales de poderes reservados por la provincias. En efecto, como se ha
7 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ sostenido (voto de la Dra. Ana María Conde, in re “Sociedad Italiana de Beneficiencia en Buenos Aires s/ queja por recurso de inconstitucionali­ dad denegado en: Sociedad Italiana de Beneficiencia en Buenos Aires c/ D.G.C.­res. Nro. 1881/DGR/2000­ s/ recurso de apelación judicial c/ deci­ siones de DGR –art. 114 Cód. Fiscal." Sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 17­XI­ 2.003) ''...La regulación de la prescripción liberatoria en el Código Civil está destinada a proyectarse sobre aspectos relativos a los efectos adje­ tivos de las relaciones sustantivas que ese Cuerpo Normativo contempla. Si tenemos en cuenta que las provincias no han delegado en el Gobierno Federal el dictado de los códigos de procedimientos, parece razonable pensar que el legislador federal, al dictar las normas que constituyen la legislación común de la República, ha querido asegurarse cierta homo­ geneidad en algún aspecto atinente a tal regulación. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha entendido, así, que "...la facultad del congre­ so nacional para dictar tales códigos comprende las de establecer las formalidades necesarias para hacer efectivos los derechos que reglamen­ ta (Fallos 320:1345, considerando 7°). Toda vez que esa regulación constituye un avance sobre las facultades inherentes a los estados que integran el sistema federal, debe considerársela limitada a las relaciones jurídicas establecidas con base en los cuerpos normativos mencionados en el art. 75 inc. 12 de la Constitución Nacional, aún cuando se parta de una relación jurídica de derecho público ­V. gr. cuando se demanda un estado provincial por daños y perjuicios derivados de una relación de de­ recho público­. Pero es claro que no puede admitirse su aplicación en
8 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ materias cuya regulación no ha sido delegada en el gobierno federal, co­ mo es la tributaria local. Es importante destacar que, cuando en la nor­ ma constitucional citada se establece que es atribución del Congreso Na­ cional la de "Dictar los códigos civil, comercial, penal, de minería y del trabajo y la seguridad social, en cuerpos unificados o separados..." se agrega "...sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales...", ex­ presión que no deja lugar a dudas respecto de los alcances de las dispo­ siciones contenidas en la legislación común y que permite afirmar que, desde el punto de vista del diseño constitucional argentino, la jurisdicción tributaria local no se encuentra regulada por las disposiciones de los cuerpos normativos enunciados en el precepto citado..." En base a lo expuesto considero que, cuando el art. 75 inc. 12 de la Constitución Nacional menciona los diferentes códigos de derecho de fondo, sólo establece una pauta de distribución de competencia legislativa entre la Nación y las provincias respecto del de­ recho común pauta que debe respetar las autonomías legislativas reco­ nocidas (legislación local, la regla, legislación nacional la excepción). No cabe dudas que el poder de legislación de ciertos tributos reside en las legislaturas locales, también el poder de someter a plazo ese deber tribu­ tario o su ejecución reside en la legislatura local creadora del deber, habida cuenta que la norma precitada no encomienda al Congreso la re­ gulación exclusiva de la institución de la prescripción y sus plazos, sino muy por el contrario, le atribuye el poder de legislación sobre las relacio­ nes civiles, de derecho privado, aún cuando en esas relaciones interven­
9 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ ga el Estado. En este sentido se ha dicho : "Que siendo in­ negable el poder amplio de las provincias para establecer impuestos, sin otras limitaciones que las que establece la Constitución, ninguna restric­ ción que se invoque de otras leyes, como el Código Civil, puede trabar el ejercicio de ese poder en cuanto a la materia misma de la imposición..." (CSJN, Fallos 174:358); "Tampoco las demás circunstancias concretas del impuesto pueden tener otras limitaciones que las provenientes de la Constitución, pueden las provincias establecer impuestos y determinar los medios de distribuirlos, en el modo y alcance que les parezca mejor; y en el ejercicio de su poder soberano, pueden adoptar cualquiera o todos los medios conducentes a crear renta, y sus decisiones sobre lo que es propio, justo y político, y respecto a la materia imponible, como a la natu­ raleza y cantidad del impuesto deben ser finales y concluyentes, sus po­ deres son discrecionales..." (Desty, citado por Joaquín V. González, Obras completas, t. III. P. 599). "Por elementales razones de lógica, quien tiene la facultad de crear la obligación tributaria también está habilitado para regular la forma de su extinción" (CSJN, Sentencia del 22­ VI­1989). En base a lo expuesto, considero que la apli­ cación de los plazos de prescripción establecidos en el art. 4.027 del Código Civil al caso de autos, carece de sustento, ya que la normativa aplicable al sub lite ­Código Fiscal de la Provincia de Misiones­ es es­ pecífica del derecho administrativo local que no puede ser desplazado por otras de carácter general. Es que, si el sistema fiscal establece es­ pecíficamente el plazo de prescripción de la deuda proveniente de im­
10 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ puestos provinciales, las normas generales de la prescripción civil solo serían aplicables subsidiariamente, a falta de disposiciones expresas, desde que el Código Civil rige las relaciones de derecho privado y no las que se originan entre el estado y sus gobernados cuando aquél obra co­ mo poder público. En este sentido se ha dicho que: "En las acciones deri­ vadas de leyes especiales, como son las conferidas al Fisco para perse­ guir el cobro de tributos, rigen los plazos de prescripción que las mismas establecen, con prescindencia de las normas del Código Civil que sólo son de aplicación supletoria. Ello es así por cuanto la relación entre el contribuyente y el Fisco, en virtud del tributo, es eminentemente de dere­ cho público y, por ende, no pueden serIe aplicables normas que, como las que estatuyen sobre prescripción en el Código Civil, no han podido referirse sino a créditos provenientes de obligaciones de derecho priva­ do." (Jurisprudencia Civil y Comercial de Buenos Aires, Jz. 0000 To. 84 Rsi­29­98 l, 06/05/1.998 "Giles de Hourcade, María B. y otro s/...). "Si el sistema fiscal establece específicamente el comienzo del plazo de pres­ cripción de la deuda proveniente de impuestos municipales las normas generales de la prescripción civil solo serán aplicables supletoriamente a falta de disposiciones expresas, desde que el código civil está destinado a regir relaciones de derecho privado..." (SCBA, Ac. 58937, 31/03/1.998 "Municipalidad de Vicente López cl Maitini y Sinai S.A. S/ apremio). A mayor abundamiento, considero oportuno transcribir el art. 118 del Código Fiscal de la Provincia de Misiones que establece que: "Prescriben por el transcurso de diez (10) años las facul­ tades y poderes de la Dirección de determinar las obligaciones fiscales,
11 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ verificar y rectificar las declaraciones juradas de contribuyentes y respon­ sables y aplicar multas. Prescriben por el transcurso de diez (10) años la acción para el cobro judicial de impuestos tasas y contribuciones, sus accesorios y multas por infracciones legales. Prescriben por el transcurso de diez (10) años la acción de repetición de impuestos, tasas y contribuciones y acceso­ rios...".­ Como así también el art. 121 que establece que "La prescripción de facultades, poderes y atribuciones de la Direc­ ción para determinar las obligaciones fiscales, aplicar sanciones y exigir su pago se interrumpirá: …f) por cualquier acción judicial o administrativa tendiente a establecer sus créditos o a obtener su pago…”.­ Por todo lo expuesto, y estableciendo en forma expresa nuestra legislación provincial los plazos de prescripción en mate­ ria tributaria y las causales de interrupción, y considerando que el único límite al que debe sujetarse el poder tributario local es a la observancia de los derechos y garantías constitucionales, tales como la igualdad y no confiscatoriedad, lo que no se encuentra comprendido en el sub lite; con­ sidero que la prescripción de los tributos provinciales debe regirse por los términos establecidos por el Código Fiscal, no sólo por cuanto la deter­ minación, fiscalización y percepción de los tributos es una facultad no delegada a la Nación, sino porque ni los impuestos provinciales ­ni los nacionales, a mi juicio­resultan alcanzados por los incisos del art. 4.027 del Código Civil, como pretende la parte demandada.
12 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ Por todo lo precedentemente expuesto, voto por hacer lugar parcialmente al recurso extraordinario incoado, y en su mérito revocar la sentencia de la Excma. Cámara de Apelaciones en cuanto declara prescripta la deuda reclamada en demanda; debiendo aplicarse al caso de autos la normativa específica en la materia (art. 118 y art. 121 del Código Fiscal de la Provincia de Misiones), conforme lo es­ tablecido en los considerandos, confirmando el fallo de Primera Instancia, con costas.­ Concedida la palabra al Dr. Manuel Augusto Márquez Palacios, dijo: Habiéndose declarado formalmente admisible el recurso extraordinario incoado en autos, y oído el Señor Procurador General, procede resolver sobre el fondo.­ Los antecedentes del caso fueron expuestos con claridad y precisión por el Señor Ministro que votó en primer término, por lo que a ellos me remito brevitatis causa.­ Sin embargo, con respecto al fondo de la cuestión, me permitiré propiciar una solución distinta, con arreglo a los siguientes fundamentos.­ La D.G.R. promovió ejecución fiscal o juicio de apremio contra el demandado reclamando una deuda por Impuesto a los Ingresos Brutos correspondiente a los anticipos 2 a 9 del año 1987; 5 a 8 y 10 del año 1988; 2, 4 a 6 y 9 a 11 del año 1989; 2 a 6 del año 1990; más intereses y una multa; todo ello en base a una boleta de deuda emi­ tida el 10 de febrero de 2005.­
13 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ La ejecución fue promovida el 23 de febrero de dicho año 2005.­ El demandado opuso excepción de prescrip­ ción, la que fue rechazada en Primera Instancia y acogida en cambio por la Excma. Cámara de Apelaciones, lo que determinó la suerte adversa del juicio de apremio.­ Interpuesto recurso extraordinario, éste se funda en dos agravios que desarrolla en profundidad: 1) Exceso de juris­ dicción, por cuanto la Excma. Cámara, dice, incursiona y resuelve cues­ 25 tiones que no habían sido materia de agravios; y 2) Improcedencia de la aplicación de una doctrina de la CSJN. que estableció la prescripción de las obligaciones tributarias, en cinco (5) años, cuando nuestro Código Fiscal la fija en Diez (10).­ Por razones metodológicas que se advertirán de inmediato, trataré primeramente el segundo agravio que, desde ya lo adelanto, no puede tener recepción favorable.­ Esto es así por cuanto de la lectura de la con­ testación a la excepción opuesta por el demandado (fs. 15/18) surge con toda claridad que el accionante D.G.R. aceptó sin reservas que el plazo de prescripción de estas obligaciones es el de CINCO (5) AÑOS, limitán­ dose a oponer la existencia de actos interruptivos de esa prescripción, como así el consentimiento del deudor respecto de trámites administrati­ vos vinculados a la determinación de la deuda.­ No sólo admitió el accionante la prescripción quinquenal, al no cuestionarla durante el trámite de la excepción, sinó
14 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ que también consintió la sentencia de Primera Instancia en cuanto ésta expresó que “…en materia tributaria no se discute que la prescripción es la de cinco años, que además es el plazo establecido legalmente conforme los términos de la ley provincial Nº 4028…” (actualmente dero­ gada).­ Al contestar agravios a fs. 51/54, nuevamente la DGR. sostuvo que el plazo de prescripción de cinco años no está con­ trovertido en autos porque –dice­ la sentencia de Primera Instancia “ …deja en claro que no existe contradicción sobre la aplicación del plazo de cinco años para la prescripción de los impuestos provincia­ les” .­ (sic). A la luz de estas afirmaciones debe concluirse en que la actora ha admitido, en el caso de autos, la prescripción quin­ quenal para las obligaciones impositivas, resultando en consecuencia irrelevante, abstracto e inoficioso, considerar este tema, que no está con­ trovertido.­ Establecido esto, corresponde abordar el úni­ co punto en disputa, que es el referido a los actos interruptivos de la prescripción.­ La actora dice que al apelar la sentencia de Primera Instancia, la demandada, por una parte no expresó agravios so­ bre ello, y por otra, introdujo una excepción de inhabilidad de título que resultaba totalmente extemporánea.­ Con relación a esto último, si bien estoy de acuerdo con que la inhabilidad de título resulta extemporánea, también es
15 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ cierto que la Cámara no hizo mérito alguno de la misma para resolver como lo hizo.­ La cuestión queda reducida entonces a verifi­ car si la Instancia previa incurrió o no en exceso de jurisdicción al tratar los actos interruptivos de la prescripción.­ Por mi parte, sin perjuicio de entender que el tratamiento de una excepción de prescripción no puede normalmente sos­ layar o prescindir de la consideración de eventuales actos interruptivos que pudieren alterar el curso liberatorio, se advierte que el demandado introdujo en su apelación como agravio concreto la "omisión de valorar prueba fundamental y conducente", consistiendo este agravio en que “el Señor Juez de Primera Instancia no ha valorado elementos de juicio ofre­ cidos que surgen de las actuaciones administrativas adjuntadas por la contraria, de la que no surge de dicha actuación actos que interrumpan la prescripción en el término que la misma ha operado". Más allá de la inco­ rrección gramatical, y de la parquedad de la exposición, es para mí evi­ dente que el apelante puso en conocimiento de la Alzada un item vincu­ lado a los interruptivos de la prescripción, que consideró le agraviaba. Podrá decirse que la introducción del agravio no constituye una crítica concreta y razonada del fallo en ese aspecto, pero entiendo que ello no es óbice para que la Alzada pueda tratarlo en el contexto de la excep­ ción.­ Partiendo de esta premisa, procede analizar la aptitud interruptiva de la prescripción que puede poseer los actos y trámi­ tes cumplidos en sede administrativa.­
16 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ Admitida como está por ambas partes la pres­ cripción quinquenal, vemos que las deudas impositivas del demandado son de los años 1987 (prescribiría en 1992); 1988 (prescribiría en 1993); 1989 (prescribiría en 1994); y 1990 (prescribiría en 1995).­ Según el expte. Administrativo Nº 3240­1502­ 89 agregado por cuerda, las actuaciones tendientes a la determinación y cobro de impuestos contra el demandado comenzaron en octubre de 1989 y durante su curso se advierten múltiples notificaciones al deudor y reconocimientos de obligaciones por parte de éste, incluso con depósitos de dinero en parte de pago, que datan de 1990, 91, 92, 93, 94, 95 y 96, que es la última comunicación de la existencia de una deuda al deman­ dado (fs. 129/130).­ A partir de allí y hasta el año 2002 en que se dicta Resolución de determinación de deuda y aplicación de multa, cesa toda participación, notificación y/o intervención de Procopio en el expte. admi­ nistrativo.­ Aún considerando que por aplicación del Código Fiscal Provincial hubiese habido actos interruptivos de la pres­ cripción (lo que no está muy claro a la luz de la doctrina contraria invaria­ ble de la CSJN (Fallos: 173:289; 179:160; 184:611; 197:553; 210:144; 224:39; 277:373; 293:427; 301:709; 316:439; 317:1437; entre otros) fun­ dados en la intervención, participación o conocimiento del trámite admi­ nistrativo por parte del deudor, aquéllos operaron hasta la notificación del 16 de mayo de 1996, ya que desde allí el demandado no tuvo más cono­ cimiento de las acciones de la DGR.­. Desde este punto de vista resulta procedente
17 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ la excepción de prescripción opuesta por el demandado, ya que la inter­ pelación idónea, tanto para la constitución en mora, como para la inte­ rrupción de la prescripción, es una declaración de voluntad recepticia que sólo produce efectos a partir de que llega o puede llegar a conocimiento del deudor (conf. C.C.Com. y C. Adm. de Río Cuarto­Córdoba, citado en Revista de Derecho Público ­"Derecho Tributario” Tomo II – pág. 543, Rubinzal­Culzoni ­2008).­ Esto está en consonancia con el art. 121 del Código Fiscal que dispone que la prescripción se interrumpe por la "noti­ ficación" administrativa de la determinación o verificación impositiva.­ Es entonces a partir del 16 de mayo de 1996 que debe contarse el nuevo plazo de prescripción de cinco años, con la modalidad que establece el anteúltimo párrafo del art. 121 del Código Fiscal; es decir, desde el 1º de enero del año siguiente. Practicando di­ cho computo, resulta del mismo que la prescripción de las obligaciones reclamadas habría operado el 1º enero del año 2002.­ En consecuencia, la Resolución de fs. 139/141 se dictó cuando las obligaciones ya estaban prescriptas y a su turno, la demanda de apremio se inició bajo igual condición.­ Expuesta mi opinión de esta manera, conside­ ro que la sentencia recurrida no se ha apartado de las normas comunes de un adecuado razonamiento lógico­jurídico, por lo que expido mi voto en el sentido de rechazar el recurso extraordinario deducido en autos, con costas.­ Concedida la palabra al Dr. Humberto Au­
18 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ gusto Schiavoni, dijo: Que adhiere al voto del Dr. Márquez Palacios y agrega, que de las actuaciones no surge que la cuestión planteada en el recurso bajo examen, por la Dirección General de Rentas, referida a la prescripción decenal, se introdujera con anterioridad en el sub lite, ni al contestar excepción a fs. 15/18, ni los agravios a fs. 51/54. Por lo tanto, resulta inatendible en esta instancia extraordinaria considerarla, y ello es así porque en esta jurisdicción no se abre un nuevo debate: es la senten­ cia y no el proceso el que se somete a examen de este Superior Tribunal. En consecuencia, resulta extemporáneo presentar por medio del recurso de inaplicabilidad de ley argumentos que no se hicieron valer ante los jueces previos (confr. SCBA, Ac. y Sent., 1961, v.V, p. 603). “No corres­ ponde analizar los planteos que no fueron sometidos a consideración de los jueces de la instancia ordinaria” (SCBA, 6/9/94­ Domínguez Juan R. y otro c/ Acindar S.A.); “No es posible examinar en casación argumentos o temas que se exponen por primera vez en la instancia extraordinaria o que se han planteado antes con un enfoque y dimensión distinto, o con variantes en la defensa” (SCBA, Ac. y Sent., Tomo 1996­ II­ p. 63); “No pueden ser introducidas como agravio en el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley las cuestiones no sometidas al juzgamiento en la instancia ordinaria” (SCBA, L. 55.078, 14/6/96­ Tomo 1996 – II ­ p. 513).­ Concedida la palabra a la Dra. Ramona Bea­ triz Velázquez, dijo: Que adhiere al voto del Dr. Roberto Rubén Uset.­
19 EXPTE. Nº 465­STJ­ 2007.­ Concedida la palabra al Dr. Jorge Antonio Rojas, dijo: Que adhiere al voto del Dr. Manuel Augusto Márquez Palacios.­ Concedida la palabra a los Dres. Cristina Irene Leiva, Nicolás Esteban Ziman (M.S.) y Sofia Ana Kleinbielen (M.S.), dijeron: Que adhieren al voto del Dr. Roberto Rubén Uset.­ Por Secretaría, se deja constancia que no suscribe la presente resolución el Dr. Mario Dei Castelli, por encontrarse en uso de licencia (art. 18 de la ley 2441).­ Por ello, oído el Sr. Procurador General y siendo concordante la opinión de la mayoría (Art. 15 de la Ley 2441, mo­ dif. por Ley 2819) EL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA R E S U E L V E: I).­ HACER LUGAR al Recurso Extraordinario de Inaplicabilidad de Ley interpuesto en autos.­ II).­ REVOCAR la sentencia de la Excma. Cámara de Apelaciones en cuanto declara prescripta la deuda reclamada en la demanda, y en su mérito, CONFIRMAR el fallo de Primera Instan­ cia, por los fundamentos expuestos en los considerandos, con costas.­ III).­ REGISTRESE, cópiese, notifíquese y oportunamente vuelvan los autos a origen, oficiándose a tales efectos.­
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