LA SENCILLEZ DE LO SOBRENATURAL Mateo 19:26

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LA SENCILLEZ DE LO SOBRENATURAL
Mateo 19:26
INTRODUCCIÓN.
Se acerca el tiempo de la Navidad, un tiempo en el que celebramos el mayor
milagro jamás acontecido en la historia de la humanidad: la encarnación de Dios en forma
de hombre. Recordamos y celebramos el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios.
Suele ser un tiempo de alegría y de celebración en el cuál la gente tiende a mostrar
su lado más solidario. Tiempo de reunión y, hasta en ocasiones, de reconciliación. Tiempo
de compras y más compras, de cenas de empresa, cenas familiares y, el dinero…
¡DESAPARECE!
Al final, todo se limita a lo temporal, pasajero, a lo material. Sin embargo, todo
empezó con un milagro, el mayor de los milagros. Uno que trasciende el tiempo, el espacio
y los límites conocidos. Por desgracia, un evento que suena tan lejano…
1. Ya no vemos/vivimos como al principio.
Cuando conocimos a Jesús, la mayoría de nosotros, debido a nuestra vida de pecado
y desorden, sufrimos una transformación radical que hizo de nosotros personas
completamente diferentes. Dejamos atrás vicios y pecados. Cambiamos nuestra forma de
hablar, de pensar, de sentir y, hasta de vestir. Se abrió ante nosotros un nuevo horizonte
donde los límites los marcaba el Señor y, nada o casi nada, nos parecía imposible.
Orábamos con fervor, creyendo que Dios iba a responder todas y cada una de nuestras
oraciones. Esperábamos ver la mano de Dios en todo momento. No nos cansábamos de
decirles a los demás todo lo que Dios tenía para sus vidas. Vivíamos gozosos, alegres y
transmitíamos esperanza. Algunos lo llaman estar en las nubes. La Biblia lo llama el
primer amor. Yo creo que era, simplemente, vivir en la esfera de Dios, en lo sobrenatural.
“Pero es que la vida ha sido tan dura conmigo. Me he llevado tantos palos y
desilusiones. He sufrido tanto…” Jesús dijo: “… En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33). Todo cuanto ha acontecido nos ha hecho
perder la visión real de nuestra vida: QUE JESUS HA SIDO, ES Y SIEMPRE SERÁ SOBERANO.
Pero nos cuesta tanto creer en milagros. (Alguno incluso dirá que estos son sólo para los
Pentecostales).
Nos hemos dejado engañar por el materialismo, la comodidad y la conformidad. Nos
hemos vuelto legalistas y nos importa más la forma que el fondo. Nos preocupa el qué
pensarán los demás. Lo que sucede es que el secreto está en el fondo, en lo que a simple
vista no se ve, en el interior. Es ahí donde se produce el milagro.
2. “…, pero mis palabras no pasarán”. (Mateo 24:35)
El mismo apóstol Pablo nos recuerda que “Toda la Escritura es inspirada por
Dios…” (2 Timoteo 3:16) y, si así es, todo cuanto ella contiene es necesario y esencial para
nuestras vidas. No nos podemos permitir el lujo de vivir tomando o quitando de aquí y allá
según nos apetezca o interese. Tal como Pedro dice, citando a Isaías: “Toda carne es
como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca y
la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre”. (1 Pedro 2:24- 25).
No somos nada y, dependemos de Él para todo. Dependemos de su gracia, de su perdón, de
su misericordia, de su provisión, de su sanidad, de su poder sobre nuestra vida. ¿Cuándo
fue la última vez que hemos visto un milagro? Debería ser lo cotidiano.
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Si Dios es Omnipotente y nosotros confiamos en El, como hemos leído, ¡TODO ES
POSIBLE!
Entonces, ¿por qué vivimos angustiados, afanados y preocupados? Hoy Jesús te dice:
Ven a mí si estás trabajado y cargado, y yo te haré descansar. Lleva mi yugo y
aprende de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarás descanso para tu
alma; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga. (Mateo 11:28)
Vuelve a mi Palabra y recuerda mis promesas:
- Aunque todos te abandonaren, Yo estaré contigo (Salmo 27:10).
- En la tempestad Yo estoy a tu lado y hago calmar el viento y las aguas (Mateo
8:23- 27).
- En la enfermedad Yo Soy tu sanador (Marcos 10:46- 52).
- En la depresión y el rechazo, Yo te restauro y levanto tu cabeza (Lucas 8:43- 51)
- En la angustia, Yo Soy tu fortaleza (Salmo 37:39)
- En todas tus necesidades, Yo Soy tu proveedor (Mateo 6:25- 34)
3. Atraviesa la puerta hacia lo sobrenatural.
Todas estas promesas e infinitas más te esperan en su Palabra para que te apoderes
de ellas y las hagas vivir en tu propia vida. Hacerlo te permitirá vivir en lo sobrenatural,
lo celestial, allí donde es Dios el que tiene control absoluto.
En estos días de celebración navideña, el Señor quiere que volvamos a la esencia del
milagro de la Navidad.
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