Tuve que esperar un año antes de salirme de viaje a Chiapas despuès de la capacitaciòn con Peacewatch, un largo año de trabajo duro para que pudiera dejar todo durante dos meses, el periodo de vacaciones màs largo de mi vida. Despuès de una pequeña visita a mis amig@s “chilang@s” en el DF, lleguè a San Cristòbal en un frio y despejado dìa de invierno, lista para mi primera salida a comunidades indìgenas en resistencia o rebeldes. Pude escoger entre dos diferentes comunidades: Acteal y Cruztòn y, como sabìa que mi estancia iba a coincidir con el aniversario de la masacre del 22 Deciembre del 1997, eligì a Acteal. De hecho, fue todo un èxito. Primera Comunidad Acteal, Municipio de Chenalho, Chiapas. Periodo de estancia: de 8 de Diciembre 2010 a 22 de Diciembre 2010 Organizaciones o partidos polìticos en la comunidad La comunidad de Acteal està dividida en Acteal Centro, sede de la Mesa Directiva de la Organizaciòn de la Sociedad Civil “Las Abejas”, una organizaciòn en resistencia no violenta a los gobiernos estatal y federal, y Acteal Bajo, una comunidad a prevalencia zapatista, que depiende del Caracol Oventic. En Acteal Bajo tambièn viven unas familias priistas, aunque la mayorìa de los priistas se halla en Acteal Alto en donde, segùn dicen los hermanos de las Abejas, todavìa viven los paramilitares que fueron responsables de la masacre y siguen armados. Entonces, Acteal Centro y Acteal Bajo estàn apretadas por los paramilitares arriba y por el ejercito, que ocupa una base bastante grande, abajo. Situaciòn La comunidad de Acteal Centro, en donde nos quedamos las observadoras (yo y una chava mexicana), sufriò la gran masacre del 1997. Los paramilitares irrumpieron en una noche de Deciembre, durante una vela de rezo y ayuno y asesinaron a 45 personas, incluso a 4 mujeres en estado de embarazo. La matanza formaba parte de la estrategia de contrainsurgencia del gobierno que, en aquel entonces, querìa aislar a los zapatistas e impedir, con el uso del terror, que nuevas comunidades se unieran a la rebeliòn armada. El gobierno federal sigue rechazando la inculpaciòn por crimen de estado, aunque la masacre se llevò a cabo en condiciones de control absoluto del territorio por parte de la policia y del ejercito federal. El crimen no tiene culpables, todavìa, a pesar de que l@s sobrevivient@s conozcan muy bien las caras de los asesinos que vivìan y continuan viviendo a pocas centenares de metros de ell@s. Por eso, la comunidad sigue temiendo por un nuevo ataque o conflicto provocado por el gobierno. Ademàs, la reciente liberaciòn de la càrcel de unos de los paramilitares que habìan sido detenidos como culpables, y saber que estàn en comunidades cercanas l@s aterra. Por ejemplo, un integrante de la mesa directiva nos comentò que un compa de las Abejas escuchò balazos mientras trabajaba su milpa y en la cercana comunidad La Esperanza confirmaron la presencia de paramilitares. Durante nuestra estancia no occurriò nada de relevante. Sòlo en algunas ocasiones vimos pasar camiones de militares por la carretera principal y, en los dìas 19 y 20 de diciembre, un helicòptero de un color obscuro, que parecia militar, sobrevolò la zona por la tarde. El paso del helicòptero causò sorpresa en algunos miembros de la mesa directiva, ya que nos comentaron que no es comùn: hay campamentos militares cerca, pero ninguno con una base para este tipo de transporte. Al Frayba, tambièn nos confirmaron que es algo raro. Los dìas de estancia fueron caracterizados por el gran trabajo comunitario de organizaciòn de las celebraciones de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe (Virgen de la Masacre en Acteal) y del aniversario de la masacre. En ambos casos las observadoras participamos a las actividades de preparaciòn de las fiestas como qualquier integrante de la comunidad y eso nos permitiò desarrollar buenas relaciones con much@s compas. Los dias de celebraciòn (3 para la Virgen y 3 para la masacre) fueron muy impactantes, con muchisimos huèspedes de las comunidades cercanas y solidarias y, en al caso de la masacre, una gran presencia de extranjer@s y mexican@s de otras zonas del paìs, que compartiron con nosotr@s las emociones fuertes provocadas por el recuerdo y los cuentos de los sobrevivientes. En ocasiòn del dìa de la masacre, tambièn llegaron unos representantes de l@s compas zapatistas de San Salvador Atenco que, con su potencia, fuerza y determinaciòn trajeron una explosiòn de energìa y entusiasmo y nos abrieron las puertas sobre el violento y apasionado Mèxico mestizo del Norte. Comentarios adicionales Uno de los logros de la resistencia de las Abejas es la lucha en contra del proyecto de Ciudad Rural, un hormiguero de casitas minùsculas en donde el gobierno estatal querìa desalojar a l@s indìgenas, con la esperanza de que la lejanìa de sus tierras l@s obligara a cederlas. Como la vida en este tipo de estructuras significarìa acabar con la comunidad y con las costumbres tradicionales, ademàs que con el trabajo del campo, l@s indìgenas estàn bien convencid@s en rechazar el proyecto y, de hecho, obtuvieron una gran victoria, debido a que el proyecto ha desaparecido de la agenda estatal y el presupuesto se va a utilizar para mejorar las viviendas de l@s campesin@s. En lo personal, la experiencia en Acteal fue maravillosa y enriquecedora. Como compañeras todo funcionò muy bien, no hubo conflictos y nos adaptamos perfectamente a la comunidad. El ùnico defecto de la estancia en Acteal fue el gran frio que sufrimos las observadoras durante las largas noches del invierno de Los Altos de Chiapas. Por eso, al regresar, le pedì a Barbara, en el Frayba, de enviarme a un lugar con un clima màs dulce y, ademàs, como mi segunda estancia iba a incluir el dìa 1 de Enero, que posiblemente fuera zapatista, por si a caso l@s compas iban a celebrar el aniversario del levantamiento. Gracias a Barbara, mi segundo destino fue Agua Clara, base de apoyo zapatista en la selva, a la orilla de un espectacular rio de agua turquesa. Segunda Comunidad Oficial: Comunidad de Agua Clara, Municipio de Salto de Agua, Chiapas. Autonoma: Comunidad Nuevo Paraìso, Municipio Comandanta Ramona, Chiapas. Periodo de estancia: de 29 de Diciembre 2010 a 12 de Enero 2011 Organizaciones o partidos politicos en la comunidad En la comunidad viven alrededor de 60 familias, unas de ellas son zapatistas. No pudimos conseguir informaciones màs detalladas, puès los zapatistas estàn muy callados y acorralados. Situaciòn Agua Clara es tierra recuperada y, de manera constante, vigilada por turnistas enviados por el Caracol Morelia. Toda la zona, es decir las tierras agrìcolas y un hotel con balneario a la orilla del rio, formaba parte de una hacienda de 1000 hectàreas, abandonada por su dueño al tiempo del levantamiento zapatista del 1994. En seguida, campesin@s priistas ocuparon las tierras y las transformaron en ejido. Fue con la presidencia Fox, durante la qual se impulsò la venta de las parcelas de los ejidos para animar la privatizaciòn de la tierra y su tranferencia en las manos de grandes inversionistas transnacionales, que l@s priistas empezaron a deshacerse de sus milpas. La idea del gobierno era el desarrollo de un gran plan turìstico, que incluyera el area de Palenque (nuevo aeroporto internacional), el balneario de Agua Clara y otros sitios de “ecoturismo” como las cascadas de Agua Azul, Bolom Ajaw y Misol Ha, que tenìan que convertirse en paraìsos de lujo para ricos turistas extranjeros. El proyecto desatò la reacciòn zapatista. El Caracol Morelia ocupò Bolom Ajaw y Agua Clara y bases de apoyo zapatista tomaron posesiòn de los dos sitios y de las tierras. En Bolom Ajaw hubo una lucha muy larga con las familias priistas y los paramilitares que siguen ocupando el sitio cercano de Agua Azul y que se acabò, aunque de manera provisoria, gracias a la mediaciòn del Frayba. El ùltimo enfrentamiento violento data del 6 de Febrero 2010 y provocò la muerte de 5 priistas, segùn cuentan l@s compas. En Agua Clara, la pequeña comunidad zapatista està acorralada en un entorno a prevalencia priista y sufre por contìnuas provocaciones y amenazas. El Caracol mantiene una vigilancia constante de la zona a travès de grupos de compas que se turnan en el balneario, en donde viven juntos a l@s observadore@s. Por lo que l@s observador@s vimos en el Caracol Morelia y en Agua Clara, tuvimos la impresiòn de que l@s compas estàn viviendo una situaciòn muy tensa. La falta de celebraciòn del aniversario del levantamiento parece una confirma de nuestra sensaciòn. Ademàs, durante el festejo de Noche Vieja, que se llevò a cabo en el balneario con la comunidad zapatista al completo, un compa me dijo que estuvieron esperando el ingreso del ejercito por Navidad y, como nada habìa pasado, seguian esperando un ataque en los primeros dìas de Enero. De hecho, los compas reforzaron la vigilancia desde el 31 de Deciembre hasta el 2 de Enero, nadie se quedò dormido en la noche y todos permanecieron despiertos en los lugares de aceso a la estructura y en constante contacto radio con el Caracol. Los principales sucesos que observamos durante la estancia fueron provocaciones verbales en forma de ofensa a los compas turnistas y, el dìa 7 de Enero, a las 19.30 de la noche, escuchamos un ruido que identificamos como un helicòptero que sobrevolaba la zona. Se lo comunicamos a los compañeros turnistas y nos dijeron que no nos preocupàramos, que habìa sido un trailer en la carretera. Sin embargo, al dìa siguiente, uno de ellos nos comentò, sin preguntàrselo, que habìa sido un helicòptero y que estuvieron toda la noche al pendiente. Pero no pasò nada. El incidente màs relevante sucediò el martes 11 de Enero. A las 13 horas de la tarde los compañeros turnistas nos llamaron a l@s observador@s para comunicarnos que a las 12 horas de la tarde, cuando se encontraban cinco compañeros turnistas en la caseta de cobro, pasaron dos hombres que se dirigìan a la comunidad desde su milpa y los amenazaron diciendo “Conozco a ese. Quiero tirar con una bala!”. Los compañeros turnistas no respondieron a la provocaciòn e inmediatamente dieron el aviso al Caracol. Ante estos hechos l@s observador@s decidimos, de acuerdo con los turnistas, hacer turnos en la caseta de cobro el resto del dìa para acompañarlos. Desde ese momemento hasta el final del turno no hubo màs incidentes. En seguida, los compañeros trataron de identificar a las dos personas que los amenazaron. Ya en la noche los habìan identificado y estàban averiguando sus nombres. Comentario adicional La esperiencia con l@s compas zapatistas de Agua Clara fue muy diferente de la de Acteal. El alto nivel de organizaciòn del movimiento y la necesidad de proteger a sus miembros y su trabajo pueden crear, al principio, dificultades en el desarrollo de las relaciones humanas y del diàlogo. Sin embargo, aunque sea màs difìciles que en otras circunstancias, siempre se encuentran grietas que permiten de abrirse el camino en la personalidad de l@s compas. Cuando eso pasa, el impacto con la fuerza y la decisiòn con las que se enfrentan a la lucha y a las dificultades diarias deja una huella profunda. Le preguntè a uno de ellos, con el cual me gustaba platicar en la mañana afuera de su cabaña, esperando a l@s otr@s observador@s para desayunar: “Tienes miedo a la muerte?” Y el me contestò sin vacilar: “No, no le tengo miedo. Pueden venir y matar a mi y a toda mi familia, pero no tengo miedo, por que yo sè EXACTAMENTE porquè estoy aquì!” Si tengo que hacer una comparaciòn entre las Abejas y l@s compas zapatistas, mi impresiòn es que la comunidad de Acteal vive su resistencia pacìfica como contìnuo procesamiento de su luto y del recuerdo de la masacre, llamando, en su camino, a otras comunidades, observador@s y cooperantes para compartir una forma de psicoanalisis colectiva, que le permite seguir resistiendo. Las Abejas son vìctimas pidiendo reconocimiento. Por lo contrario, l@s zapatistas que he conocido en Morelia y en Agua Clara son sujeto activo, con un proyecto claro, en constante lucha para lograr sus objetivos, sin limitarse a la resistencia, sino bien determinad@s en llevar a cabo su propuesta de sociedad. Como ninguna estancia puede ser perfecta, en Agua Clara, lastimadamente, tuvimos problemas entre nosotr@s, que no se pudieron solucionar. Mi impresiòn es que, como el Frayba sòlo pide compromiso mìnimo de dos semanas, muchas veces llegan jòvenes que piensan añadir algo muy excitante a su vacaciòn en Mèxico. Eso pasa de manera particular en el caso de estancias en comunidades zapatistas, que son las màs solicitadas por ell@s. Est@s jòvenes tienen muy poca capacitaciòn (a veces sòlo la pequeña que proporciona el Frayba) y no estàn preparad@s para las reglas de la comunidad y la tarea de observador. Como la realidad de la comunidad l@s decepciona (nada que hacer, condiciones muy humildes, dificultad en relacionarse con l@s miembros de la comunidad, dificultad en conseguir comida, imposibilidad de salir de los lìmites impuestos), pueden perjudicar de manera muy seria la vida del grupo. Tercera Comunidad Cruztòn, Municipio Venustiano Carranza, Chiapas Periodo de estancia: de 19 de Enero 2010 a 2 de Febrero 2011 Organizaciones o partidos politicos en la comunidad En la comunidad viven dos familias zapatistas, alrededor de 24 familias adherentes a la otra campaña y 14 familias priistas. Situaciòn Cruztòn es zona de tierra recuperada. Antes del 1994 formaba parte de una gran hacienda. Campesinos de Teopisca y Guadalupe Victoria, que se hicieron pasar por zapatistas y aprovecharon del levantamiento, la ocuparon en 1994 y corrieron a los habitantes de Cruztòn que, desde aquel entonces, se quedaron trabajando pequeños pedazos de milpa que, en los años de servicio en la hacienda, habìan comprado ahorrando sus sueldos. Aunque estàn en posesiòn de un tìtulo de propriedad, dejado por el antiguo dueño de las tierras, las autoridades nunca quisieron reconocer sus derecho y siguieron apoyando a los falsos zapatistas. El dìa 5 de Mayo del 2007, despuès de un largo trabajo de organizaciòn y de persuasiòn al interior de la comunidad, llevado a cabo gracias al apoyo del Caracol Oventic, l@s campesin@s de Cruztòn recuperaron parte de sus tierra, aunque la mayorìa de las milpas sigua bajo la ocupaciòn de la gente de Guadalupe Victoria. En 2008 Cruztòn fue atacada por la policia que, ademàs de destruir casas, robar bienes y aterrar a la poblaciòn, tratò de desalojar a l@s compas de sus milpas con la fuerza. El dìa 22 de Julio del 2008, la determinaciòn y el valor de tod@s, junto al apoyo de Oventic y del Frayba, obligaron a los policias a huir, dejando sus campamiento y sus cosas. A pesar de la fuga precipitada, la intervenciòn de la policia dejò 11 òrden de aprehensiòn por delitos muy graves a los que se habìan enfrentado, aunque de manera pacìfica, a las autoridades. 8 de los buscados por la policia son compas y 3 se han vuelto priistas. Ademàs del conflicto por la propriedad de la tierra, hay otro asunto, que està afectando a la comunidad de Cruztòn: la planeada actividad minera en el Cerro Grande que, con sus manatiales, abastece agua para Cruztòn y muchas otras comunidades cercanas. Toda la zona està bajo amenaza de inicio de la actividad por una compañia canadiense, que obtuvo la concesiòn gubernamental para sacar oro. Como Guatemala està muy cerca, los habitantes de Cruztòn estàn bien enterados de los efectos de la minerìa sobre las fuentes de agua y, màs en general, el nivel de contaminaciòn que el uso de material altamente tòxico aporta al medio ambiente. Por eso estàn al pendiente y, para armar una resistencia eficaz al proyecto, andan buscando el apoyo de otras comunidad cercanas. Hasta la fecha, no hubo sucesos relevantes y la comunidad sigue viviendo tranquila. Se hacen guardias diarias al ingreso de la comunidad para impedir la entrada a policias o a gente en busqueda de informaciòn sobre los 8 compas que tienen òrden de aprehensiòn. A pesar de que unas familias sean priistas, no se observa tensiòn entre ellos y l@s integrantes de la otra campaña o l@s zapatistas. Sin embargo, como tod@s son muy amables con l@s observadores, hay que tener mucho cuidado en las relaciones sociales, para que no se creen conflictos o malentendidos. Comentario adicional La experiencia en Cruztòn me permitiò añadir otra pieza al mosaico de la resistencia y de la rebeldìa chiapaneca y, al final, recoger una idea bastante completa de su base social. Sin embargo, no pude evitar observar que la presencia de l@s observador@s, que a veces son hasta 8 personas y a menudo no tienen mucha capacitaciòn, està generando dependencia en la comunidad. Observè muchos casos en que l@s famili@s enviaban a niños al campamiento de l@s observador@s, pidiendo medicamentos o servicios fotogràficos. Ademàs, como la mayorìa de l@s observador@s a menudo se cansan de la humilde comida que se puede llevar desde San Cristòbal, compran mucho en la tienda priista, que es la ùnica que puede proporcionar fruta, verdura y, de vez en cuando, chorizo y comida para llevar. Un@s familias de comp@s se estàn acostumbrando a cenas de despedida organizadas por l@s observador@s, que compran pollos en la comunidad o preparan pizzas. Esta costumbre puede causar, ademàs que dependencia, conflictos entre las familias de la comunidad. Ahora estoy de regreso en San Cristòbal, en espera del largo viaje que me restituirà a la vida “normal”, recorriendo con el pensamiento las miles imàgenes y sensaciones de los ùltimos dos meses: el pacifismo callado y encerrado en la terrible memoria de la massacre en Acteal, la firme resistencia de los campesinos en Cruztòn y la extraordinaria e inolvidable fuerza de l@s compañer@s zapatistas. Y, ademàs, la noticia de la muerte de don Samuel Ruiz, que nos alcanzò en Cruztòn. Pude rendir homenaje a su sepulcro en la catedral sòlo una semana despuès de su entierro, cuando los indìgenas seguìan acudiendo con flores y velas. Él, tambièn, luchaba para un mundo donde quepan muchos mundos y, segùn dicen los compas: “Allì vamos, poco a poco”. Emilia Giorgetti (Italia) San Cristòbal de Las Casas, Chiapas 3 de Febrero 2011