La lectura como actividad placentera CURSO Animación Lectora La Lectura como actividad placentera La lectura como actividad placentera Existen muchas formas diferentes de diversión y no son sustituibles. La primera parte de la oración suena obvia, pero ¿a qué nos referimos con “y no son sustituibles”? Veámoslo con un ejemplo: Imaginemos a una buena profesora. Preguntémosle cuál es su comida favorita. Luego de pensar un momento, con una sonrisa en los labios nos responde: “El chocolate”. ¡Delicioso! Ahora le preguntamos: “¿Podría usted comer solamente chocolate por el resto de su vida?”. “¡Ah, una pregunta capciosa!” —piensa ella—. “Por supuesto que no, me volvería loca al poco tiempo, y eso sin tomar en cuenta el desbarajuste nutricional... ¡y la cantidad de espinillas que me saldrían!” —agrega riendo. Vemos que nuestra profesora tiene toda la razón y también un excelente sentido del humor. a. Nuestras actividades favoritas Nadie en su sano juicio querría comer exactamente la misma comida por el resto de su vida, mañana, tarde y noche. Aunque sea su comida favorita. De hecho, si le preguntamos a usted ¿cuál es su comida favorita? ¿Qué respondería? Tal vez: “Depende de si es dulce o salado”. Ah, ¡muy bien! Una respuesta astuta: son dos grandes categorías. Supongamos que nosotros elegimos dulce. “Bueno” —dice usted— . “Depende de si es caramelo, postre o fruta”. ¡Bravo! Tres subcategorías. ¡No se deja sorprender fácilmente usted! Podríamos seguir así por largo rato. Pero el concepto ya está claro: diferentes comidas nos entregan distintas sensaciones y tipos de placer. Lo mismo ocurre con los pasatiempos. A nuestra profesora le gusta leer, bailar tango o andar en bicicleta. Cada una de sus actividades favoritas le entrega un placer distinto. No son lo mismo, ni siquiera son comparables. Entonces, es evidente que no son sustituibles. ¿Y nuestro niño común y corriente? Pensemos un momento en él. ¿Acaso no le ocurre lo mismo? Claro que sí. Él puede divertirse con sus videojuegos y también con la televisión y también con una simple pelota de trapo e incluso también… — redoble de tambores— ¡con un libro! Cómo vamos a conseguir el milagro, lo iremos viendo de a poco, pero ya es bueno saber que se puede. Animación Lectora para Bibliotecas Escolares CRA La Lectura como actividad placentera b. Diferentes formas de pasarlo bien Tenemos aquí una interesante conclusión: distintas formas de entretención estimulan distintos “centros de placer”. La profesora no lo pasa mejor andando en bicicleta que bailando tango. Lo pasa igual de bien, pero de manera diferente. Entonces surge otro precepto que debemos tener siempre presente: Es perjudicial crear falsas expectativas con respecto al tipo de placer que se obtiene al leer. Es decir, nunca digamos: “Mira niño, deja de jugar en el computador y lee este libro, te aseguro que lo vas a pasar mejor”. Esa es una gran mentira. Ya sabemos que ambos pueden ser igual de divertidos, pero en forma diferente. Igual que el tango y la bicicleta, igual que el chocolate y los porotos granados. Nos encantan, pero en forma diferente. Muy bien, al ir avanzando nuestra reflexión será cada vez más interesante. Son muchas las ideas preconcebidas, los prejuicios que debemos dejar a un lado. Animación Lectora para Bibliotecas Escolares CRA