Tarpeya El rapto de las Sabinas. Jacques Louis David. Museo del

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Tarpeya
A Tarpeya le apasionaban las joyas de oro. Cuando vio al grupo de sabinos con sus
relucientes brazaletes quedó deslumbrada y les preguntó:- Dime, ¿Esos brazaletes
que llevas en tus muñecas, son de oro?
Tito Tacio respondió:- Son de oro puro y tú puedes tenerlos esta misma noche, si
quieres.-Dime qué debo hacer- Respondió Tarpeya .
Solo debes descorrer los cerrojos de esta puerta a medianoche y todos estos
brazaletes serán tuyo, -le confió Tito Lacio.
A la hora señalada, Tarpeya corrió los cerrojos y luego fue ante los sabinos a
reclamar su recompensa.
¿Tú quieres nuestros brazaletes? !Pues aquí los tienes! Y la golpearon duramente
hasta matarla.
Luego la arrojaron desde unas rocas, que desde entonces se llama Tarpeya .
Nadie esperaba ese sorpresivo ataque, y mucho menos Rómulo que dormía
plácidamente. Pero el dios Jano, defensor de las puertas de la ciudad, hizo brotar
ante los sabinos una fuente de calor y por unos momentos tuvieron que retroceder
su ataque. Los romanos trataron de defenderse ante una nueva embestida sabina.
Rómulo, desesperado le prometió al dios de los dioses erigirle un templo en el lugar
exacto en que ganasen la batalla y luego volvió a arengar a sus hombres con una
nueva esperanza y el combate que parecía perdido volvio a equilibrarse.
Los sabinos estaban al mando de Mecio Curcio, un charlatán que alardeaba
constantemente acerca de lo que haría una vez que traspasara las puertas de Roma.
Pero su caballo se encabritó y corrió hacia un pantano fuera de control y se ahogó.
Mecio Curcio se salvó de la muerte pero no del susto y huyó despavorido del
combate. Cuando la lucha se inclinó a favor de los romanos, las sabinos, tomaron a
sus hijos de la mano y se interpusieron entre ambos bandos.
Todos los que combatían eran o hermanos o padres o esposos de ellas, y les
pidieron por favor que no pelearan más, ya que no deseaban quedarse ni huérfanas
ni viudas. Esto terminó con todas las querellas. Rómulo y los sabinos firmaron una
alianza que los unió para siempre. Tito Tac i o go bi e rna juntam e nte c on
R ó m ulo hasta que fal l e c e y luego este fue el rey de romanos y sabinos.
El rapto de las Sabinas. Jacques Louis David. Museo del Louvre. Paris
157
Horacios y Curiacios
En tiempos del rey Tulo Hostilio se enfrentaron en guerra Roma y Alba Longa. Para evitar
que hubiera un gran derramamiento de sangre entre dos pueblos hermanos, se acudió a una
solución especial: había unos trillizos, los Curiacios, en el ejército albano y otros trillizos, los
Horacios, en el ejército romano; lucharían ellos solos y los que resultaran vencedores darían la
victoria a su pueblo.
El combate se iba a desarrollar a la vista de ambos ejércitos, que animarían cada uno a sus
campeones. Al primer choque de los seis combatientes, mueren dos de los Horacios y quedan
heridos los tres Curiacios, que rodean al Horacio ileso. Ante la desesperación de los romanos,
este escapa corriendo. Los albanos animan a los Curiacios para que acaben con él. Al
perseguirle, los Curiacios, que están heridos de diversa consideración, se van separando entre sí:
el menos herido es el que le sigue más de cerca. Cuando ha logrado separarlos lo suficiente,
Horacio se vuelve, lucha con el más próximo y lo vence. Para cuando llega el segundo le
resulta más fácil.
La muerte del tercero no le presentó ninguna dificultad. Así Roma quedó vencedora de Alba.
Cuando Horacio con los despojos de los tres Curiacios vuelve triunfante a Roma, su
hermana, que estaba prometida con uno de los Curiacios, reconoce los despojos de su prometido
y prorrumpe en lamentaciones. Horacio, irritado, mata a su hermana: "Muera así cualquier
romana que llore a un enemigo". Lo horrible del hecho lleva a Horacio ante el tribunal. Va a ser
condenado a muerte, cuando se presenta Publio Horacio, su padre, ante el pueblo: "Cuatro
hijos tenía - dijo -. Dos murieron por Roma, otra a manos de su hermano. Si al hijo que me
queda lo matáis vosotros, qué será de mí? ¿Qué delito he cometido?" Horacio fue absuelto,
mas por las lágrimas de su padre y por la admiración de su valentía que por la justicia de su
causa.
Horacios y Curiacios. Jacques Louis David. Museo del Louvre. Paris
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ATONEVIO
Con motivo de una guerra, quiso
el rey Tarquinio Prisco crear nuevas
centurias de caballería, ya que las tres
fundadas por Rómulo eran insuficientes.
Pero Ato Nevio, un adivino muy
famoso en aquella época, le dijo que
antes había que consultar los auspicios, y si los pájaros eran desfavorables, no se podría hacer. El rey se molesto y le dijo: "Veamos si realmente
sabe profetizar. Me gustaría saber si
puede hacerse lo que estoy pensando
en este momento". Nevio consulto los
augurios y le dijo que sí. El rey sonrió
maliciosamente y le dijo: "Lo que yo
pensaba era si serias capaz de cortar
esta piedra con tu navaja". Entonces
Ato Nevio sacó la navaja y cortó la
piedra.
En el lugar del prodigio, en medio
del foro, levantaron una estatua de
Nevio con la piedra cortada para maravilla de la posteridad. Desde entonces los augures adquirieron tanta importancia que nada se hacía sin ellos,
EL BESO DE BRUTO
Siendo rey Tarquinio el Soberbio
ocurrió en palacio un prodigio que lleno de preocupaciones al monarca y no
sabía cómo interpretar: una gran serpiente bajo de una columna de madera
asustando a todo el mundo. Así que
envió a dos hijos suyos a Delfos, a consultar el oráculo. No se fiaba de nadie
más. Con ellos iba L. Juno Bruto, más
de bufón que de compañero.
Era este Bruto un sobrino del rey
que se hacia el tonto para no caer víctima de aquel tirano que ya había matado a un hermano suyo, a varios senadores y a miembros de su propia familia.
De ese mismo modo, siglos después pudo sobrevivir el emperador
Claudio a las locuras de su sobrino Caligula.
Por eso le apodaban Bruto, aunque
de tonto no tenía un pelo, como vamos
a ver.
Después de hacer el encargo de su
padre, los dos hijos del rey quisieron
saber también quién sería el heredero
del trono y consultaron el oráculo por
su cuenta; la respuesta surgió desde lo
más hondo de la cueva: "Muchachos, el
primero de vosotros que bese a su madre, ese tendrá el poder en Roma". Los
dos hermanos, Tito y Arrunte, se ponen
de acuerdo para no decir ni una palabra a su hermano Sexto que estaba en
Roma y entre ellos dos, echan a suertes
quien será el primero en besar a su
madre cuando vuelvan a Roma.
Bruto mientras tanto tropieza, se
cae al suelo y aprovecha para besar la
tierra que es la madre de todos los
mortales.
Bruto fue el primer cónsul de Roma, después de expulsar al tirano y a
sus hijos, según cuentan antiguas leyendas.
ni en la guerra ni en la paz; si las aves
no eran propicias, se suspendían las
asambleas del pueblo, el reclutamiento de las legiones y cualquier decisión
pública importante. Desde entonces,
todo lo nuevo se inAUGURA.
El rey Tarquinio, por su parte, renuncio a crear nuevas centurias y lo
que hizo fue reclutar más gente pero
dentro de las tres que ya había: Ramnes, Tities, Luceres.
LUCRECIA
Tarquinio el Soberbio asediaba la
ciudad de Ardea en una guerra más
larga que cruenta por lo que las licencias entre jefes y tropa eran frecuentes.
Los jóvenes, descuidando la vida
militar, pasaban los días en orgías y
fiestas. En una de ellas se encontraba
Sexto, hijo de Tarquinio. La conversación giraba en torno a la belleza y fidelidad de las mujeres. Cada uno de
ellos defendía que su mujer era la mejor, y para acabar con la discusión,
partieron a Roma para comprobar la
verdad de sus palabras. Al llegar, encontraron a sus mujeres celebrando,
cenas y festejos. Solo una, Lucrecia, la
mujer del Colatino, se encontraba en
su casa hilando en medio de las criadas a altas horas de la noche. Así
pues, el Colatino ganó la apuesta,
pues su mujer era la única que había
permanecido fiel en ausencia de su
marido.
Muerte de Lucrecia,
E. Rosales (1871).
Madrid, Museo del Prado
Sexto, hijo de Tarquinio, quedó
impresionado no solo por la belleza de
Lucrecia sino también por su virtud.
Unos días después fue a verla a
escondidas. La mujer le recibió amablemente como correspondía al hijo de
rey y le dio alojamiento; pero cuando
ella dormía, él se levantó y,
amenazándola con la espada, la violó
159
Lucrecia llamó a su marido y a su
padre al día siguiente, y tras
contarles lo sucedido, sacó un
cuchillo que tenía en el pecho y se lo
clavó en el corazón. Ellos no
pudieron evitarlo, pero el Colatino
juró vengarse; sublevó al pueblo y
Tarquinio no pudo volver a Roma,
así que perdió su trono. Con él
terminó la monarquía
Horacio Cocles, Mucio Escévola, Clelia y Porsena
Porsena, rey etrusco deClusio, ataca Roma para reponer, según dicen, a los Tarquinios en el
trono de Roma. Los etruscos tomaron por sorpresa el Janículo, al otro lado del rio, y estaban a
punto de entrar en Roma a través del puente de madera que unía las dos orillas. Ante el
terror de sus defensores, Horacio Cocles les conmina a que corten el puente por todos los
medios posibles; mientras tanto el lo defenders saliendo solo a la entrada del puente. Dos
romanos más le ayudaron, Espurio Larcio y Tito Herminio. Entre los tres aguantaron el ataque
etrusco en la estrechez del puente. Cuando los que lo estaban cortando avisaron que ya estaba
a punto, Horacio Cocles obligo a retirarse a sus compañeros. Quedo el solo soportando el
acoso enemigo, con el escudo erizado de los venablos que le habían arrojado. Cuando el
estruendo del puente que se derrumbaba detuvo un momento el ataque etrusco, Cocles,
invocando al padre Tíber, se lanzó al río y, a pesar de la armadura que llevaba y de los
venablos que le arrojaban, logro ponerse a salvo nadando.
Mucio Escévola en el campamento de Porsena
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Porsena continuo asediando Roma y los romanos pasaban grandes apuros. Un
joven patricio, Gayo Mucio, se infiltró en el campamento etrusco y se acercó al
tribunal del rey. Saca un puñal que llevaba oculto y, como no lo conocía, mató al
secretario en vez de al rey. En el revuelo consiguiente fue apresado y llevado ante
Porsena. Ante las amenazas del rey y viendo a su lado un brasero encendido para los
sacrificios, Mucio mete en el su mano derecha y la deja quemarse: "Así castigó a la
mano que se equivoca de objetivo; tenía que haberte matado a ti". Impresionado por
este gesto, el rey manda que lo dejen marchar. Entonces Mucio, como si estuviera
agradecido al rey, le avisa: "Somos trescientos los jóvenes romanos que nos hemos
comprometido a matarte. Yo he fallado, pero otro acertara".
Ante el peligro por su vida, Porsena se apresuró a llegar a unas negociaciones con
los romanos y abandonar el asedio de Roma. A Gayo Mucio se le dio desde entonces
el sobrenombre de "Escévola" (el Zurdo), por su pérdida de la mano derecha. A lo
largo de los tiempos se le conoce como Mucio Escévola.
En el acuerdo que Porsena estableció con los romanos iba incluida la entrega de
rehenes. Clelia, una joven que formaba parte de ellos, consiguió burlar a sus
guardianes y a la cabeza de las otras jóvenes logró escapar a sus perseguidores y,
cruzando a nado el Tíber, volvieron a salvo a sus casas. Irritado y admirado de su
valor, Porsena exigió que le devolvieran por lo menos a Clelia; en caso contrario
daría por roto el tratado. Cuando Porsena la tuvo ante sí, alabó su valor y, además de
concederle la libertad, le ofreció liberar a una parte de los restantes rehenes, los que
ella eligiera. Clelia escogió a los más jóvenes, que eran los expuestos a mayores
peligros. Restablecida la paz, los romanos erigieron en lo alto de la via Sacra una
estatua ecuestre femenina en honor de Clelia.
Las Cien Vírgenes atraviesan el Tíber como rehenes.
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Anécdotas históricas de La Roma Republicana
Retirada de la plebe al monte Sacro
En los primeros tiempos de la Republica los plebeyos alistados en el ejército,
agobiados por las deudas y sin que los magistrados patricios les ofrecieran solución,
abandonaron Roma y se retiraron al Monte Sacro . En Roma la situación se hizo crítica. Se
acordó enviar a Menenio Agripa a parlamentar con los insumisos. Al parecer los convenció
con una fábula: "Las diversas panes del cuerpo humano, hartas de trabajar en beneficio del
estómago,
al que entre todas proporcionaban la comida sin que él se molestase en nada, se pusieron en
huelga y dejaron de mandarle alimento. Pero vieron que no era sólo el estómago el que moría,
sino que morían también ellas. Todos eran necesarios". Se llegó a un acuerdo con los plebeyos:
los insurrectos volverían a Roma; pero desde entonces tendrían magistrados que los defendiesen,
los tribunos de la plebe, elegidos entre los plebeyos y "sacrosancti" (inviolables). El
tribunado de la plebe, junto con las asambleas de solo plebeyos “concilia plebis” fueron los
primeros logros en la lucha por conseguir la igualdad de derechos con los patricios.
Coriolano
S u ced ió q u e Cn eo Marcio Coriolan o ,
u n i n t ré p i d o p at ri c i o, f am o s o po r s u
valor y por sus ataques contra la
institución del tribunado encontró su
oportunidad cuando Roma sufrió
escasez de trigo. Entonces pidió al
S en ad o q u e n o s e di s t ri bu ye r a el q ue se
había traído de Sicilia, hasta que la
plebe no renunciara a sus
rep res en t an t es : l os t ri bunos . ¿ C óm o
s o p o rt arem o s a un t ri buno l o que no l e
t o l eram o s a Tarq ui ni o? "- ex cl am ó,
d e s a f i a n t e a n t e e l S e n a d o . Pero los
plebeyos consiguieron citarle ante un
tribunal y viendo su causa p e r d i d a ,
d e c i d i ó e x i l i a r s e y b u s c a r r efu gi o
ent re un puebl o enem i gos d e los
romanos: los Volscos.
En s u afán de rev a ncha i nci t ó a es t o s
para m a rcha r cont r a R om a. Al frent e
162
de su ejército arrasaron campos y a abrazar a su madre, pero ella le
c i u d a d e s c o m e t i e n d o t o d o t i p o d e f r e n o c o n e s t a s p a l ab r a s :
atropellos. En Roma empezó a reinar " A n t e s d e q u e m e a b r a c e s , d i m e s i
e l m i e d o y l a c o n f u s i ó n . E n t o n c e s estoy ante un enemigo o ante un hijo,
decidieron enviar embajadores con si estoy en tu campo como cautiva o
proposiciones de paz pero fueron como madre. ¿Para esto he vivido
tratados con insolencia. A
tanto? ¿Para verte desterrado y
continuación el Senado envió
enem i go d e l a pat ri a ? Al di vi s ar R om a
sacerdotes que obtuvieron el mismo n o h a s p e n s a d o q u e d e n t r o d e s u s
r e s u l t a d o . F i n a l m e n t e f u e r o n l a s muros está tu casa, tus dioses lares,
mujeres quienes idearon un plan que tu mujer, tu madre y tu hijos? !Ojalá
pusiera a salvo a la ciudad.
hubiera sido estéril y así Roma no se
Pronto
salió de
la ciudad
una v e r í a h o y a t a c a d a ! ! S i yo n o h u b i e r a
silenciosa comitiva de mujeres, todas t e n i d o u n h i j o c o m o t ú , h u b i e r a
v e s t i d a s d e n e g r o . A l a c a b e z a d e muerto libre en una patria libre!
e l l a s , i b a l a m a d r e d e C o r i o l a n o , "Volveos a casa -dijo Coriolano en
Ven tu ria, encorvada y torpe por la voz baja, mi cólera ha muerto en este
edad y su lado Volumnia, su esposa, instante. Besó, a los suyos unos tras
con sus dos hijo s pequeños .
otro y él regreso con su ejército
Cuando C o r i o l a n o las reconoció, corrió d e c e p c i o n a n d o a l o s V o l c o s , q u e l e
dieron muerte.
Cincinato
A m ed i ad o s d el s i gl o V a. C . vol vi eron
a es t ar en p el i gro frent e a sus vecinos :
los Ecuos.
C u an d o u no d e los cóns ul es al m ando
del ejercito cosechó derrota tras
derrota frente a ellos, el Senado
i n vis ti ó com o di ct ador a Lu cio Qu in cio
Cincinato (el del cabello ensortijado)
cu ya fama se había cimentado en el
desempeño de su cargo de cónsul que
e j e r c i ó c o n t o t al h on r a d e z .
Cuando los delegados del Senado
fueron a buscarle lo encontraron
tranquilamente trabajando en su
campo.
163
Al día siguiente, entró en el Foro
vestido
con
la túnica
dictatorial
adornada de púrpura y convocó a las
a r m a s a t o d o s l o s ci u d a d a n o s .
Amparándose en la oscuridad los
soldados
romanos
rodearon
al
en em i go , i n fi l t r án d os e e n s us pr op i as
filas, y constru ye ron sigilosamente
una empalizada. De esta manera, los
sitiadores quedaron atrapados entre
dos fuegos: el de los romanos y el
levantado por orden de Cincinato. Casi
concluido el trabajo, el dictador les
ordenó que profirieran gritos de
guerra. Los ecuos presas del pánico
a n t e t a l s i t u a c i ó n , solicitaron la paz.
Cincinato les dejo marchar en libertad
a cambio de entregar las armas y
dejaran como rehenes a sus jefes.
Hacia tan solo una semana que era
dictador, y habiendo cumplido su
misión se despojó de los símbolos de
poder y se marchó de nuevo a
ocuparse de su arado. Pudo haber
conservado su cargo hasta los seis
meses de la elección, pero no quiso.
De es t a m an e ra s u act i t ud l e convi rt i ó
para la posteridad en el encarnación
de los valores más representativos de
l a h o n rad ez y el ci vi s m o.
contaba casi con ochenta años de
edad, fue d e nuevo i nves t i do di ct ado r.
Esta vez para hacer frente a un
patricio muy rico e influyente que
intentó dar un golpe de estado:
Espurio Melio. Su intervención
fue decisiva para evitar que este
reclutara apoyos entre Ia plebe y
ordenó a tiempo su detención.
Hoy en EE.UU. Una ciudad lleva
su nombre y el padre de la patria
norteamericana
es
considerado
como el nuevo Cincinato: George
Washington.
Veinte años después, cuando ya
DETALLE DE ESCIPIÓN
En España, como en casi todos los
lugares que los romanos conquistaron, se cometieron multitud de atrocidades junto a gestos de gran generosidad, idealismo y buen gobierno.
Un buen gobernante fue Sempronio Graco, el padre de los
Gracos, que logró más de 25 años de
paz por su buen hacer con los
hispanos.
ATIO RÉGULO
Los Cartagineses creyeron ver un
espejismo en las arenas africanas cuando Atio Régulo avanzaba hacia ellos
por el desierto al frente de un ejército
romano, allí, en su propia tierra.
Ya duraba ocho años la Primera
Guerra Púnica y las armas no se inclinaban claramente a favor de ninguno
de los contendientes. Por eso Régulo
decidió llevar la guerra a Cartago. Este
atrevimiento, a pesar de las iniciales
victorias, lo pago con la derrota y la
prisión.
Al cabo de unos años decidieron
los cartagineses entablar negociaciones de paz y enviaron unos emisarios
y con ellos a Régulo a Roma.
En el Senado y delante de los enviados cartagineses le preguntaron su
opinión. Fue muy escueto: la guerra
debía seguir. Y sabia lo que le esperaba a su regreso.
Escipión conquisto Cartagena diciéndoles a sus soldados que el dios
Neptuno se le había aparecido en
sueños y le habìa dicho que al día siguiente podrían atacar la ciudad por
el lado de las marismas cruzándolas a
pie enjuto. Les parecía imposible, pero cuando vieron al general cruzar a
pie el primero le siguieron como un
solo hombre estupefactos ante el milagro. Conquistaron la ciudad a la primera. Escipión había aprendido los ciclos de las mareas con los pescadores
de Tarragona.
Su mujer y los amigos le suplicaron que no volviera a Cartago, y que
aprovechara para quedarse en Roma
en libertad. "Mi honor, respondió ReEn Cartagena se encontraron un
gulo, es más importante que mi vida"
y regresó con los cartagineses. Allí le gran número de rehenes españoles
sometieron a la tortura de no dejarle que tenían los cartagineses. A todos
los trató muy bien. LLamó la atención
dormir hasta que murió.
de todos una joven extraordinariamenAl saberlo sus hijos, cogieron a te guapa, y Escipión le preguntó por
dos prisioneros cartagineses de nobles su origen y su familia. Así supo que
familias que tenían en Roma y les hi- estaba prometida; cuando vinieron sus
cieron morir con el mismo tormento padres a recogerla se la entregó gratis
que había muerto su padre.
y el dinero que traían para el rescate
El sentido del honor, la crueldad y se lo dio a la chica como regalo de bola venganza eran diferentes conceptos das. El novio de la chica era un jefe de
tribu y en agradecimiento por su gesde los de nuestros días.
to siempre fue leal a Escipión.
164
LA ESPADA DE BRENO
Los pueblos antiguos tenían unas curio- asamblea de ancianos de largas barbas,
sas costumbres. Una de estas consistía en lo vestidos con su blanca toga, silenciosos e
siguiente: cuando en sus territorios ya no inmóviles. Parecían estatuas. Uno de los
había recursos para todos, se reunían unos galos tiro de las barbas a Papirio para avecuantos y emigraban. Estos emigrantes sa- riguar si eran viejos de verdad.
queaban, quemaban y asesinaban a su paEl senador le respondió dándole un
so cruelmente.
bastonazo. Como castigo los degollaron a
Una de estas "emigraciones" la hicieron todos.
los galos de Francia a finales del siglo V a.
Luego intentaron asaltar el Capitolio
de C. Ocuparon el Norte de Italia donde
amparados
en el silencio de la noche. Pese quedaron tras echar a sus habitantes.
Un grupo de estas "emigrantes", los más ro los gansos sagrados no dormían como
aventureros, se dirigieron hacia el sur a las los guardias y se pusieron a graznar con lo
cual Manlio Capitolino se desperta y orgaórdenes de Breno.
El año 390 pusieron en fuga al ejército nizo la defensa.
Por fin pactaron la retirada a cambio
romano en el rio Alia y acto seguido entra,
de
un
montón de kilos de oro y plata. Paron en la ciudad sin encontrar resistencia.
La población había huido, algunos se ra pesarlos Breno consiguió una balanza
atrincheraron en el Capitolio y los ancia- trucada. Los romanos se dieron cuenta y le
nos que no pudieron ponerse en viaje se llamaron la atención; entonces Breno,
reunieron en el Senado y esperaron.
arrojando su espada en el plato de las peCuando los bárbaros hicieron su entra- sos, "Vae victis!" (jAy de los vencidos!). Esta
da en el salón de sesiones, se quedaron expresión la aprendieron los romanos y en
pasmados ante aquella impresionante los siglos siguientes demostraron que los
vencidos carecen de todo derecho.
Sertorio recibe de Atenea un mapa universal
165
SERTORIO
Durante la dictadura de Sila perecieron muchos ciudadanos en Roma y
algunos de los condenados en las
proscripciones pudieron escaparse;
ese fue el caso de Sertorio que se refugia en Hispania.
Aquí se puso al frente de los
hispanos y organiza una resistencia
que duro unos anos. Al final fue
derrotado por Pompeyo.
Se cuentan muchas anécdotas sobre su manera de ganarse el apoyo de
los hispanos.
Una de ellas dice que le regalaron
una bonita cierva blanca que tenía la
costumbre de acercársele y ponerle el
hocico en la oreja; Sertorio convenció
a sus gentes de que se trataba de la
personificación de la diosa Diana y
que le daba los recados al oído y por
eso resultaba vencedor.
En otra ocasión quería convencer
a los lusitanos de que un ataque frontal contra los ejércitos romanos sería
fatal; entonces trajo a la asamblea dos
caballos, el uno fuerte y el otro flaco;
mandó a un viejo que le arrancara la
cola al caballo fuerte pero tirando de
los pelos de uno en uno. Ordenó
también a un veterano robusto que le
arrancara la cola al caballo flojo pero
toda de una vez. Naturalmente, es de
suponer el resultado. "Asi precisamente podemos vencer, les dijo a sus
hombres. A base de pequeños golpes
podremos dominar a los ejércitos romanos pero nunca en un enfrentamiento global".
Los Decenviros y su caída
En los primeros tiempos de la República, para evitar los enfrentamientos y las irregularidades en la
interpretación de las leyes, se decidió que hubiera leyes escritas. Una comisión viajó a Grecia para
conocer las leyes de Atenas y otras ciudades. A su vuelta se suspendieron en Roma todas las
magistraturas (cónsules, tribunos, etc.) y se nombró a diez personas, los decenviros, para que
redactaran las leyes y gobernaran mientras lo hacían. En un año, el 451 a.C., los decenviros
redactaron la famosa "Ley de las XII Tablas", primera y fundamental ley escrita del pueblo
romano.
Pero los "decenviros" le cogieron gusto al poder: ese abuso, tanto en la campaña militar como en la
ciudad, contribuyó a su caída. En Roma, Apio Claudio, uno de los decenviros se encaprichó de una
joven plebeya, Virginia. Aprovechándose de que el padre de la chica, Lucio Virginio, estaba
ausente (militaba como centurión en el ejército en campaña) intentó hacerse con ella por medio de
un cómplice que la reclamaría como su esclava. El tumulto que se provocó ante el intento de ese
sujeto para apoderarse de la joven, hizo que se acudiera ante el tribunal el propio Apio Claudio.
Este quiso declararla esclava del demandante; pero la oposición de los ciudadanos, sobre todo de
Icilio, el novio de la joven, logro que se aplazara la decisión hasta el día siguiente, para que
acudiera el padre. Al dia siguiente, Lucio Virginio viendo que no iba a poder librar a su hija de la
deshonra, cogió el cuchillo de un carnicero y se lo clavó a la joven: "Hija, te doy la libertad de la
única manera que puedo" y a Apio: "Que esta sangre caiga sobre tu cabeza".
En la conmoción que siguió a hecho tan horrendo, Publio Virginio inicia una marcha con su
ejército hacia Roma. La plebe se retira, como antaño, al Monte Sacro. Los decenviros no logran
imponer su autoridad y se yen forzados a convocar el Senado y negocia con los plebeyos: se acuerda
una amnistía general y el restablecimiento del tribunado de la plebe y del derecho de apelación. Los
decenviros por fin dimiten. Apio Claudio acabará suicidándose antes de verse obligado a declarar
en un juicio contra él.
Saqueo de Roma
P. Jamin Brenn
1893. Museo de Bellas
Artes . La Rocheta
166
Los Reyes de Roma (753 a. C.-509 a.C.)
Tras el fundador se van sucediendo una serie de reyes nativos (latino-sabinos): Numa, que organiza los primeros cultos
religiosos e instituye el primer calendario; Tulo Hostilio, que
impone la supremacia de Roma en el Lacio y destruye Alba Longa; Anco Marcio, que extiende el territorio de Roma hasta el
mar y levanta el puerto de Ostia. Mientras, Roma ha ido agrupando al resto de as aldeas levantadas sobre las siete colinas
próximas al Tíber, constituyendo la federación del Septimontium y fortaleciendo así su posición frente a sus belicosos vecinos del otro lado del no: los etruscos.
Pero de nada les valió a los romanos, porque en su expansión hacia el sur los etruscos se anexionaron el Lacio y en Roma se sucedieron tres reyes de origen etrusco: Tarquinio «
Prisco ( el antiguo)», Servio Tulio, gran reformador, que
reorganizó la sociedad romana y la propia ciudad segUn el
modelo de las ciudades etruscas, y el ultimo, Tarquinio «el
soberbio», contra cuya tiranía se sublevó la nobleza romana,
los patricios, apoyada por el pueblo, los plebeyos, poniendo asi
fin a la época monárquica y dando paso al nuevo régimen: la
República.
La República romana (509-31 a. C.)
Tras la caída de la monarquía, los romanos fueron desarroIlando las instituciones propias de una República: Senado, magistraturas elegidas, etc., tratando siempre de evitar el poder
personal. Salo accidentalmente dieron poderes excepcionales a
una persona, y siempre por tiempo limitado.
Tras la revolución del 509 a. C., considerada siempre por los
romanos como una auténtica «guerra de liberación», la ciudad-estado de Roma quedó en manos de la oligarquía patricia,
que controlaba el Senado y la Asamblea. Sustituyeron el sistema monárquico vitalicio, más o menos hereditario, por un gobierno de dos magistrados Ilamados cónsules, elegidos cada
ario por la Asamblea de la ciudad, también controlada por el
patriciado. La plebe empezó a reaccionar en seguida contra este estado de cocas y obligó a instituir unos magistrados plebeyos, los tribunos de la plebe, y una asamblea también propia,
el concilio de la plebe.
Durante los dos siglos y medio siguientes el proceso de igualación de derechos fue lento pero continuo, hasta Ilegar a un
equilibrio politico entre las dos clases, muy complicado pero
aceptable para todos. Este equilibria quedó reflejado en el lema de la Republica romana, SENATVS POPVLVSQVE ROMANVS («el
senado y el pueblo romano») expresado normalmente con las
siglas S P Q R.
La conquista de Italia
El proceso de democratización impuesto por la plebe, y asimilado con dificultad por la nobleza, no se habría producido si
149
Ulpiano Fernandez-Checa y Saiz, Numa
y la ninfa Egeria (1885). Madrid,
Museo del Prado.
F RASES HECHAS
“Tirios y troyanos”
Se aplica esta expresión para referirse a
partidos, bandos o grupos con intereses
contrapuestos.
El origen de esta frase nos remonta a la
historia de Roma. Si alguna vez ha habido dos pueblos enemigos a muerte, esos
fueron los romanos y los cartagineses,
que durante dos siglos compitieron ferozmente por el dominio del Mediterráneo en las Guerras Púnicas. Pero este
odio tiene un origen mucho más antiguo: cuando Eneas, troyano superviviente
de la guerra de Troya, Rego a las costas
de Cartago, y recibió toda la ayuda que
precisaba de la reina Dido, que huyendo
de Tiro donde su hermano había
asesinado a su esposo, acababa de fundar la ciudad. Dido se enamoró locamente
de Eneas, y cuando este la abandonó, se
suicidó. Allí nació un odio que no acabaría
hasta la total destrucción de Cartago.
Anécdotas históricas de la Roma Imperial
AUGUSTO Y LAS MORENAS
Augusto murió a los 76 años de
edad de los cuales pasó en el poder
58, los 13 primeros compartiéndolos
con M. Antonio y los restantes, desde
el 31 a. de C., él solo.
Como un buen romano era bromista y zumbón. Tenía buen sentido
de humor; se pasó la vida con una salud muy delicada y murió más viejo
que los que le rodeaban. Los primeros años fue muy duro , incluso cruel,
como en la guerra de Perusa. Decía
que César había perdonado demasiado y por eso le habían matado sus
enemigos.
Cuando estuvo seguro en el trono
se portó de forma más tolerante. De
él se cuentan infinitas anécdotas.
Cenaba un día en casa de un rico
ciudadano que poseía una cristalería
de vidrio de valor incalculable de la
que se sentía enormemente orgulloso.
Y como en aquel día cenaba en su casa
el príncipe, la ocasión era especialmente
adecuada para sacar los vasos de la
vitrina y lucirlos.
Fue construido entre el 13 y el 9 a.C. en acción de gracias por las victorias
de Augusto en Hispania y Galia, y dedicado a la diosa de la Paz en el
Campo de Marte, (“pax” que este habia impuesto;), Alli cada año se
sacrificaban un camero y dos bueyes. Representa la mitica fundación de
Roma.y los frisos laterales a Augusto, su famlia, amigos y magistrados.
Uno de los muchachos que servían
se puso nervioso y rompió una copa.
El dueño montó en cólera y ordenó
que le arrojasen a las morenas. Tenía
este caballero una piscina llena de peces carnivoros. El esclavo corrió a los
pies de Augusto suplicando su protección; pero no pedia por su vida, ya
que consideraba justo el castigo; sino
que suplicaba ser enterrado en una
tumba y no recibir sepultura en el
vientre de animales.
Augusto intercedió por el pero el
amo no cedió.
Entonces Augusto rompió la copa
que tenía en la mano y siguió así de
una en una hasta que destrozó todas.
Y además acogió bajo su protección
al muchacho y le dio la libertad.
L a Columna Trajana fue erigida por orden del emperador Trajano para conmemorar su victoria frente a
los dacios ( actual Rumania) . Concluida en el año 114 d. C. tiene 38 metros de altura. y 4 de grosor. La columna se
compone de 18 enormes bloques de 40 toneladas. El friso escultóric-o es un bajorrelieve en espiral de unos 200
metros y da 23 veces la vuelta a la columna. En el interior, una escalera de caracol de 185 peldaños permite el
acceso a la cima. Antes una estatua del propio Trajano y ahora una estatua de San Pedro corona el monumento.
167
BUENHUMORDE VESPASIANO
Había sido soldado toda su vida,
era italiano y casi no conocía la Urbe
cuando se hizo con el poder en la guerra civil que siguió a la muerte de Nerón.
Vespasiano tenía pocas ideas, pero
muy claras:
 la aristocracia es una clase de
vagos,
 las cuentas solo salen bien
cuando se aborra,
 con disciplina es fácil gobernar el mundo.
Así que empezó por recaudar todo
lo posible; entregó el cobro de las impuestos en las provincias a los funcionarios más avaros y menos escrupulosos y les dio plenos poderes. Cuando
terminaban su labor, les llamaba a
Roma, les condecoraba, les confiscaba
las ganancias y con todo ello equilibró
el presupuesto. Las sobras se las
devolvió a las victimas provinciales.
An fi t ea tr o Flavio o C olis eo, c on st r uido po r
ord en del emperador Vespasiano en 72 d. C.
Roma .
Arco de Constantino (315 d. C.).
Roma.
Como la ciudad de Roma olía mal,
construyó letrinas públicas. Cobraba
una tasa por usarlas y al que no las
usaba le ponía una multa por ensuciar
la calle. Su hijo Tito protestó y Vespasiano le puso unos denarios bajo la nariz diciendo: “Ves como no huelen”
Un día se puso enfermo de repente
y presintiendo la muerte les dijo a sus
amigos: "Me parece que me estoy volyiendo dios". (El Senado divinizaba a
los emperadores cuando se morian). A
la hora de morir se levantó de la cama
y bromeó: "Un emperador debe morir
de pie". Y murió de pie.
En los funerales de este gran
gobernante un bufón iba en el cortejo
imitando la muerte y preguntaba:
¿Cuánto cuesta este entierro?"
- Dos millones de sestercios,
respondia el coro. Y el bufón:
- Pues que me los den a mí y que
me tiren al río.
En los entierros al igual que en los
triunfos nunca faltaba el humor.
LA
GRANDEZA
DE
TRAJANO
Cuando leemos barbaridades de
Calígula, o los baños de sangre de Mario o de Sila no podemos por menos
que sentir un cierto escalofrío. Lo mismo nos ocurre cuando pensamos en
los esclavos sometidos al despotismo
de dueños sanguinarios o sádicos. Sila,
después de dejar la dictadura, se retiró
a la vida privada, pero no abandonó la
fría crueldad que le habia caracterizado; por una falta sin importancia mandó estrangular delante de él a un antiguo veterano. No se inmutó.
Trajano, sin embargo, probablemente el mejor y más poderoso emperador, consiguió que el poder no se
le subiera a la cabeza. Siempre fue
respetuoso con el Senado y nunca
llegó a ser el déspota sanguinario que
tantas veces se ve en la historia.
En una ocasión se descubrió una
conspiración organizada por Licinio
Sura. La reacción del emperador fue
digna de un gran hombre: se fue a
corner a casa de Licinio, comió de todos los platos que le sirvieron, sin teONSTANTINO I "EL GRANDE rror al posible veneno, y para terminar
llamas al barbero del traidor y le pidió
(Emperador desde el 306
que le afeitase. iSerenidad y sangre
fria!
hasta el 337 d. C.)
En el 325 fundó una nueva capital (sobre Bizancium,
antigua colonia griega ) llamada Constantinopla por su
nombre.
Es conocido por su supuesta visión de la cruz antes de la
batalla final sobre el puente Milvio contra Majencio en
Roma. (312 d. C.), en la que se podía leer la siguiente
inscripción: In hoc signum vinces (Con este signo
vencerás). Por ello, desde entonces, signo de la cruz
figuraba en sus estandartes.
Dio libertad a los cristianos para ejercer su culto en el
Imperio plasmada en el edicto de Milán.
Acostumbraba aparecer en público, en los concilios y ante
la corte vestido con las ropas más lujosas y adorrnos de
oro, al estilo oriental, marcando un antecedente del
emperador que gobierna rodeado de riquezas en nombre de
Dios,
En su vida personal Constantino asesinó a su propio hijo por
haber intentado violar a su mujer, y cuando se enteró de que
esto no era cierto, asesinó también a esta.
Este hecho no impidió su bautismo cristiano en su lecho de
muerte, tal vez con la esperanza de perdón, ni su
santificación por paste de la Iglesia, la cual le debe gran parte
de su existencia, y su afianzamiento en el Imperio.
168
Durante los siglos II y I a. C. el imperio romano fue extendiendose por todos los 'países ribereños del Mediterráneo. Durante la primera mitad del siglo Il a. C., al mismo tiempo que se
dedicaba concienzudamente y sin demasiados escrúpulos a
«pacificar» el interior de Ia península lbérica, venciendo la resistencia de los celtíberos, que se hacían fuertes en lugares como Numancia, y de caudillos lusitanos, entre los que el mas
celebre fue Viriato. Roma inicia su expansión hacia oriente. Primero Macedonia, región situada al norte de Grecia, y luego
Grecia entera, dividida administrativamente también en dos
provincias en el 146 a. C.
El mismo año, 146 a. C., en una guerra «relámpago» (Ia llamada tercera Guerra Púnica), los romanos arrasaron la
ciudad de Cartago, que había conseguido volver a levantar
cabeza, y toda la región fue convertida en la nueva provincia de
África. Poco después Roma recibe el reino de Pérgamo, en la
actual Turquía, como herencia de su rey, muerto sin sucesión. A
mediados del siglo I a. C., Cayo Julio César conquista en solo
diez años las Galias, que incluían los actuales territorios de
Francia, Países Bajos y Suiza, e invade por primera vez Inglaterra.
Finalmente se produce la anexión de Egipto, como
consecuencia de la victoria de Octavio sobre Marco
Antonio y Cleopatra en la batalla de Actium (31 a. C.), la
misma victoria que convirtió a Octavio en el dueño de ese
inmenso imperio, «el mas grande después del de los dioses»,
como diría Tito Livio. Se cierra el círculo. Roma ya puede llamar
al Mediterráneo, con razón, Mare Nostrum.
Jose de Madrazo (1781-1859), La muerte de
Viriato. Madrid, Museo del Prado.
El Imperio romano (31 a. C.- 470 d. C.)
La época imperial duró unos quinientos arios. Durante este
periodo, el Senado fue perdiendo progresivamente todas sus
funciones y el emperador ejercía, directa o indirectamente, todos los poderes.
El Alto lmperio (siglo I a. C.-siglo II d. C)
A partir de Actium comienza con Octavio Augusto un nuevo sistema político y una nueva época, la última, de la historia
de Roma. El final de la Republica se produjo tras un siglo de
convulsiones políticas, enfrentamientos entre el partido popular
y el senatorial, golpes de Estado y, finalmente, dos guerras
civiles: la que enfrentó a Cesar contra Pompeyo (49-45 a. C.) y
la que resolvió la disputa por la sucesión de Cesar, tras su asesinato en el 44 a. C., protagonizada por su hijo adoptivo, Octavio, y por su lugarteniente Marco Antonio, que acabó con la
proclamación del primero como emperador.
Los dos siglos y medio primeros («Alto lmperio») se conocen
como periodo del Principado, pues el Título oficial de los emperadores era el de “príncipes”. En resumidas cuentas, el nuevo
régimen bien podría ser calificado de «dictadura militar», pues
151
Moneda del emperador Trajano (siglo a d. C.).
Madrid, Museo Arqueologico Nacional.
el Senado no hubiera acometido una política expansionista a
ultranza para la que necesitaba la colaboración de la plebe,
principal integrante del ejército.

Primero los romanos dominaron el Lacio, donde los
pueblos alli ubicados habían constituido una «liga latina» que
acabó dirigiendo Roma como miembro mas fuerte.

Luego les tocó el turno a los demas pueblos del
centro de Italia: sabinos, ecuos, volscos, y a los
propios etruscos, sus dominadores antaño, a los que
vencieron tras conquistar Veyes, su ciudad más importante,
en el año 396 a. C. A comienzos del siglo IV a. C., Roma
fue conquistada por los galos, recién establecidos en el
valle del Po. Se liberó de ellos a cambio de un fortísimo
rescate. Los pueblos sometidos se volvieron a sublevar,
incluidos los latinos, y Roma solo pudo restablecer la situación
a mediados del siglo.

En la segunda mitad de este siglo IV a. C. comenzaron los enfrentamientos con los pueblos del sur del Lacio: los
belicosos samnitas. Tres guerras, en las que los romanos
sufrieron humillantes reveses, les hicieron falta para
imponerse.

A comienzos del siglo III a. C. Roma controlaba ya casi toda la
península italiana, con la excepción del norte (la «Galia Cisalpina ») y de las florecientes colonias griegas del sur.

La lucha con los griegos de la Magna Grecia
constituyó la tercera gran fase de la conquista de
Italia. El punto culminante fue la guerra contra Tarento, que
se rindió en el año 272 a. C. Roma logra el dominio de
toda Italia en el ano 264 a. C.
Senatus
Populusque
Romanus,
inscripción sobre una placa de mármol.
Roma, Museo Capitolino.
La conquista del Mediterráneo
A mediados del siglo Ili a. C., Roma era ya una de las potencias del Mediterráneo. Las otras dos eran Cartago, que dominaba el flanco sur: norte de África, sur de la Península lbérica,
la mayor parte de Sicilia y las islas importantes de la zona; y
Macedonia, que como heredera máxima del imperio de Alejandro, ejercía la hegemonía en el mundo griego. La política
expansionista de Roma y, todo hay que decirlo, su «seguridad
nacional», hicieron inevitable el choque, primero con Cartago
con quien se enfrentó en las Guerras Púnicas, y más tarde con
Macedonia.
 La primera Guerra Púnica (264-241 a. C.) se saldó con la
«liberación» de Sicilia de los cartagineses y su anexiOn por
Roma. Sicilia seria la primera provincia del imperio.
 La victoria romana en la segunda Guerra Púnica (218202 a. C.), en la que se enfrentaron las tropas romanas al
mando de Escipión, contra los ejércitos del caudillo
cartaginés Aníbal, acabó con el imperio cartaginés, que cayó
en manos de Roma: como consecuencia el imperio romano
se extendió por el norte de África, el sur y este de la
Península lbérica, el sur de Francia y el norte de Italia.
150
Jacopo Ripanda, Lutacio Catulo discutiendo
la paz con Amílcar, Oleo perteneciente a
una serie sobre las Guerras Púnicas (15081513). Roma, Museo Capitolino.
el emperador se fue convirtiendo en una especie de dictador
apoyado en la fuerza del ejército, al que controlaba con su “imperium”, nombre que recibía el mando supremo.
Durante este periodo el imperio romano alcanzó su mayor
extensión. En el siglo I d. C. se expandió por el norte hasta establecer definitivamente sus fronteras en la línea formada por los
rios Rhin y Danubio, además de conquistar y convertir en provincia romana a Inglaterra; por el sur incorpora el actual
Marruecos, con el nombre de Mauritania. En el siglo II d. C. la
expansión mayor fue hacia el este: provincias de Arabia,
Armenia, Mesopotamia, etc., y en Europa la conquista de la
Dada (la actual Rumania), Ilevada a cabo por el emperador
Trajano, nacido en Hispania.
No contentos con aumentar el territorio, los emperadores romanos defendieron las fronteras más estratégicas con gigantescas fortificaciones, como el Muro de Adriano, construido
por este emperador, sucesor de Trajano e hispano como él, a lo
largo de la frontera entre Inglaterra y Escocia, que quedó sin
conquistar, o la línea de fortificaciones y acuartelamientos levantados en Germania entre el Rhin y el Danubio.
El Bajo lmperio (siglos III-V d. C.)
A partir de mediados del siglo III d. C. todo este magnífico
edificio empezó a resquebrajarse: crisis económica, anarquía
militar, presión cada vez más apremiante de los distintos pueblos bárbaros, orientalización» del poder imperial en cuanto a la
procedencia de los emperadores y en cuanto a los modos de
gobernar. Comienza el Bajo Imperio o Dominado.
En un último intento de evitar el caos, el emperador Diocleciano, a finales del siglo III d. C., reestructura por completo el
sistema económico y el régimen político: divide el imperio en
dos, Oriente y Occidente. En cada parte estableció un emperador, con el nombre de Augusto, y un lugarteniente y heredero, denominado César. Este sistema, que no sobrevivió a su
creador, es conocido con el nombre de tetrarquia (gobierno a
cuatro).
El imperio volvió a unificarse con Constantino (313-337
d. C.) y se dividi6 definitivamente a finales del siglo IV d. C. con
Teodosio, el tercer gran emperador hispano.
El final del imperio
El imperio romano de Occidente fue invadido por los distintos pueblos bárbaros: desde el este los visigodos, por el
norte suevos, vándalos, alanos, burgundios, etc. Este desmoronamiento culminó con la toma de Roma y el derrocamiento del último emperador, que lo era ya solo de nombre,
el 476 d. C.
A su vez, el imperio romano continuó su andadura histórica con el
nombre de Imperio Bizantino, con capital en Constantinopla, la
antigua Bizancio.
152
Muro de Adriano, línea
fronteriza entre Inglaterra y
Escocia
Resumen por Periodos históricos
La historiografía fa romana databa la fundación de Roma en la
primavera del año 753 a. C. Junto a la version mítica que relaciona
héroes con divinidades en la fundación de la ciudad, la historiografía y
la arqueología actuales aportan datos que testifican que en el siglo VIII
a. C. existían diversos asentamientos en suelo romano. A partir del
siglo VII a. C. se observan elementos urbanos propiciados por la
influencia del pueblo etrusco, sobre todo, durante el siglo VI a. C.
La historia de Roma se puede dividir en tres grandes periodos:
 Monarquía, VIII a. C - VI a. C.
 República, V a. C. - I a. C
 Imperio, I a. C. - V d. C.
LA MONARQUÍA ROMANA DESDE 753
HASTA EL
590 A. C
Según las propias fuentes latinas, hubo siete reyes, el primero de los
cuales fue Rómulo, el fundador de la ciudad. Los tres primeros
fueron de origen sabino y los cuatro últimos etruscos.







Rómulo, 753 - 715 a. C.
Numa Pompilio, 715 - 672 a. C.
Tulio Hostilio, 672 - 640 a. C.
Anco Marcio, 640 - 616 a. C.
Tarquinio el Antiguo, 616 - 578 a. C.
Servio Tulio, 578 - 534 a. C.
Tarquinio el Soberbio, 534 - 509 a. C.
EL IMPERIO ROMANO se suele dividir en dos etapas:
ALTO IMPERIO, DESDE 27 A. C. HASTA EL 192 D. C.

Dinastía Julio-Claudia (27 a. C. - 69 d. C.): Augusto, Tiberio, Calígula,
Claudio y Nerón.
 Dinastía Flavia (69 - 96): Vespasiano, Tito y Domiciano.
 Dinastía de los Antoninos (96 - 192): Nerva, Trajano, Adriano,
Antonio Pío, Marco Aurelio y Cómodo. Fue una de las dinastías más largas
y se caracterizó por la estabilidad y la buena administración. Durante ese
periodo el Imperio logró su máxima extensión territorial.




BAJO IMPERIO, DESDE 192 HASTA 476 D.C.
Dinastía de los Severos (193 - 235): Septimio Severo, Caracalla,
Heliogábalo y Alejandro Severo.
Diocleciano (284 - 305): dividía el Imperio en dos zonas (Oriente y
Occidente), cada una con su propio emperador.
Constantino (306 - 337): reconoció el cristianismo mediante el
Edicto de Milán (313) y transformó la ciudad de Bizancio en capital
imperial.
Teodosio (379 - 395): declaró el cristianismo religión oficial del Imperio
(380) y prohibió los cultos paganos.
A partir de finales del siglo IV, la presión de los bárbaros fue imparable y
tras diversas incursiones de diferentes pueblos, en 476 el jefe germano
Odroaco depuso al último emperador de Occidente Rómulo
Augústulo. En Oriente. el Imperio se mantuvo hasta 1453 en que
Constantinopla cayó en manos del Imperio Otomano.
153
Anécdotas históricas de La Roma Antigua
1. ENEAS, HÉROE PIADOSO
Eneas, hijo del mortal Anquises y la diosa
Venus, se convirtió en los versos de Virgilio en
el héroe nacional romano, por sus virtudes de
rectitud y valor, de respeto por las tradiciones y
obediencia a los dioses. El poeta retrata con la
leyenda el pasado enfrentamiento con
Cartago por el dominio del Mediterráneo
occidental.
Aquiles, durante el asedio de Troya,
conquistó Dárdano, la ciudad neutral que
Eneis escapa de Troya, F. Barocci (siglo XVI). Roma, Villa
gobernaban Anquises y Eneas. Como el
Borghese. En epoca de Julio Cesar y, sobre todo, de su suhéroe estaba casado con Creusa, hija del
cesor, Augusto, la leyenda de Eneas renov6 su importancia
rey Príamo, la familia se trasladó a la ciupropagandfstica en el arte y la literatura.
dadela troyana. Desde entonces, el joven
príncipe demuestra su coraje enfrentándose
a los más valerosos héroes griegos. En una ocasión, Diomedes lo hirió, pero su madre Venus
acudió presurosa al rescate, y esto le costó a la divina Cipris una herida en la mano.
Cuando cayó Troya, Eneas logro huir entre las llamas de la destrucción, cargando con
su anciano padre y su pequeño hijo. Ya en el monte Ida, descubrió la ausencia de su mujer; dispuesto a regresar a la ciudad, se le apareció el espíritu de Creusa que le desveló su
destino: debía viajar hasta donde los dioses le indicaran para fundar una nueva patria.
2. EL VIAJE DE ENEAS
Acompañado de veinte naves, inició Eneas su particular «odisea». Surcó el Egeo y el
Jónico; en el sur de Italia eludió a la voraz Escila y a la vertiginosa Caribdis; sufrió la
muerte de su padre en Sicilia; y, cuando avistaba nuevamente la costa italiana, una tormenta ordenada por su enemiga, la diosa
Juno, lo arrastró a Cartago, en el norte de África. Alli la reina Dido lo acogió con generosidad y ambos vivieron tiempos de amor y felicidad. Pero el destino de Eneas lo aguardaba
en Italia, y asi se lo recordó Júpiter. Eneas partió
y Dido, despechada y herida, se suicida no sin
antes maldecir a los descendientes del troyano.
Eneas, obedeciendo a Júpiter, puso rumbo a
Italia. En Cumas visitó a la Sibila para conocer
su destino. La sacerdotisa de Apolo lo acompañó
en su descenso a los Infiernos. En ellos conversó
con su padre, quien le predijo el futuro de Roma.
Muerte de Dido, El Guercino (siglo XVII). Hija del
rey de Tiro, Elisa (nombre fenicio de Dido) huyó de
su hermano África, que pretendía el poder. Cuando arribó a África, los indígenas le permitieron tomar
posesión de la tierra que pudiese abarcar una piel de
buey. Ella trazó el amplio recinto de la ciudad de Cartago cortando en delgadísimas tiras la piel del animal.
154
Vuelto al mundo de los vivos, Eneas se dirigió a la desembocadura del Tíber. Allí, aliado con el rey Evandro, de
origen arcadio, y a quien le unían lazos de hospitalidad,
derroto a los raulos y dio muerte a su rey Turno.
Poco tiempo después de fundar la ciudad de Lavinio y de
asegurarse el respeto de las tribus aborígenes lideradas por el
rey Latino, Eneas desapareció durante una tempestad.
Sibila de Cumas, Miguel Ángel (1510). Roma, Capilla
Sixtina. Nacida en Eretria, sus padres la consagraron al templo de
Apolo. El dios, enamorado de ella, le prometió que le concedería su
primer deseo, la joven le pidió una larga vida pero olvidó la
juventud eterna. Con el tiempo acabó convertida en una cigarra.
Pedro Pablo Rubens, Rómulo y Remo (siglo XVII). Roma, M u s e o
C a p i to li n o .
Los mitos de Eneas y Rómulo
Eneas lleva a su padre fuera de Troya,
(550 a. n. e.). Londres, Museo Británico. La
diosa Venus se enamor6 del joven Anquises
con apariencia de princesa frigia se uni6 al
mortal. Pero el príncipe dardánida se jactó más
tarde de su relación con la diosa. Júpiter lo
castigó dejándolo cojo con su rayo.
Los romanos, una vez convertidos en los due-nos del
mundo conocido consideraban que si todas. las antiguas
ciudades, ahora sometidas a ellos, acostumbraban a
enaltecer sus orígenes atribuyéndolos a dioses o
semidioses, ellos podían hacerlo con más derecho que
ninguna. Así que en el s. I a. C. dos de sus más grandes
escritores, el historiador Tito Livio en su historia de Roma,
titulada “Ab urbe condita”, y el poeta Virgilio : en la
“Eneida”, dieron forma literaria definitiva a los . mitos de
Rómulo y Eneas. El primero, hijo del dios Mane, como
fundador de Roma. El segundo, hijo de Venus, como más
lejano antepasado suyo.
El mito o leyenda de Rómulo y el de la fundación de Ia
ciudad tenían su origen en una tradición popular que se
perdía en la noche de los tiempos: hay representaciones suyas
muy antiguas en esculturas y en monedas. Era por tanto un
mito autóctono, es decir, de la propia tierra de los
romanos. El mito de Eneas y su relación con Roma tenía,
por el contrario, un origen literario y lejano. Eneas era un
príncipe de la zona de Troya en Asia Menor y aparece por
primera vez en la Ilíada de Homero.
155
Lucas Jordan, Turno vencido por Eneas (siglo xvii).
M ad r id , M us e o d e l P r ad o.
El Rapto de las Sabinas
Cuando Rómulo terminó de fundar la ciudad de Roma, con la finalidad de poblarla
rápidamente, invito a que se instalara toda clase de gente, aduciendo que era la mejor
ciudad para vivir en libertad.A pesar que la mayoría de los habitantes no eran muy
recomendables, Rómulo estaba feliz.
Designó a los hombres "Padres de la Patria " o Patricios para asegurar el orden y la
seguridad de esta nueva ciudad. Pero el problema más grave que tenían era la falta de
mujeres. Si no las conseguían rápidamente, el futuro de la ciudad estaba destinado at
fracaso.
Luego de muchas reuniones donde analizaron todas las posibilidades, los Senadores
creyeron que lo mejor sería visitar a los pueblos vecinos para explicarles sus
intenciones. Ninguno acepto la oferta de los romanos, porque como ya sabemos los
habitantes de Roma dejaban mucho que desear y ningún padre quería entregar a sus
hijas a ese tipo de gente.
Los romanos se sintieron agraviados ante la negativa, pero Rómulo los calmó cuando
les dio a conocer un nuevo plan.
Cuando llegó la fiesta del dios Consus, Rómulo organizó unas grandiosas carreras de
caballos invitando a las poblaciones vecinas. Roma se llenó de visitantes para la fiesta
ya que llegaban familias enteras para celebrar el gran acontecimiento.
En aquel entonces, los vecinos ms numerosos y poderosos de la región eran los sabinos
y eran los que en mayor número se habían presentado para honrar al dios Consus.
Cuando todos los visitantes se hallaban entretenidos participando de las competencias,
los hombres de Rómulo raptaron a todas las muchachas que encontraron y las
escondieron.
Los vecinos se enfurecieron y solo pensaban en vengarse de los romanos.
Las Sabinas secuestradas estaban muy asustadas ya que no conocían los planes de los
romanos. Pronto, Rómulo se presentó ante ellas para calmarlas diciendo: “-No debéis
tener miedo. Nada malo os ocurrirá”. Solo deseamos que conozcáis a los
ciudadanos romanos, os enamoréis, os caséis y tengáis muchos niños para que
la ciudad de Roma crezca y sea próspera”.
Los ciudadanos romanos se mostraron atentos y cariñosos con las jóvenes y ellas
pronto accedieron formar nuevos hogares.
Las poblaciones vecinas no podían perdonar a los romanos por haber quedado sin hijas
y para rescatarlas eligieron a Tito Lacio, rey de los sabinos.
Como en esos tiempos, las mujeres estaban consideradas como una clase inferior, Tito
Tacio pensó que no valía la pena derramar sangre por unas cuantas mujeres.
Otras poblaciones vecinas buscando vengarse atacaron Roma, pero los romanos
supieron defenderse y ganaron todas las batallas. Rómulo se mostró comprensivo con
sus atacantes y, en lugar de hacerlos prisioneros, los perdonó; así formaron un pueblo
unido.
Al ver que el poderío de Roma avanzaba sobre los otros pueblos, Tito Lacio cayó en la
cuenta de que, si no hacía algo pronto para atacar a Roma, los sabinos terminarían
bajo el dominio romano. Entonces comenzó a trazar un plan de ataque.
Mientras estudiaba cuidadosamente la manera de atravesar la muralla de Roma, vio a
una joven muchacha que salía de las puertas de la ciudad para llenar su cántaro con
agua. Esa joven se llamaba Tarpeya y era hija del alcalde de la ciudad.
156
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