El acoso mediático sobre los electricistas del Sindicato Mexicano de

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El acoso mediático sobre los electricistas del Sindicato Mexicano de Electricistas tras la
extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
Las repercusiones empíricas y emocionales entre ellos y sus familias.
Dr. Mario Ortega Olivares
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
[email protected]
Para justificar la arbitraria extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro los medios de
comunicación electrónicos desplegaron una campaña con el fin de desprestigiar a los
trabajadores sindicalizados. Los calificativos de privilegiados, corruptos e ineficientes lanzados
ante la opinión pública en forma constante y sistemática, funcionaron como una forma de
acoso laboral contra los electricistas.
Aunque se ha estudiado la influencia política y económica de tal tipo de campañas a nivel
macro; los efectos a nivel micro de esta forma de mobbing sobre los trabajadores y sus familias
han sido poco estudiados. En los sondeos ellos reportan alteraciones en su situación emocional
como enojo, frustración y depresión; y la presencia de alteraciones orgánicas como gastritis o
pérdida del sueño. Lo cual también ha afectado la vida cotidiana de su familia. Esta ponencia
discutirá los efectos del acoso laboral sobre los sindicalizados y las repercusiones empíri cas y
emocionales sobre ellos y sus familiares.
Acoso Mediático.
En junio de 2005 Marina Parés definió al Acoso mediático:
"Este término se hace servir para identificar situaciones en que una persona o un
grupo de personas ejercen un conjunto de comportamientos caracterizados por una
violencia psicológica, aplicada de forma sistemática durante un tiempo sobre otra
persona tendente a provocar el desprestigio de la misma, utilizando para ello
cualquier medio de comunicación de masas incluido las redes virtuales de internet"
Por su parte Santiago Camacho recuerda aquella máxima de: Calumnia que algo queda. La
mentira siempre ha existido y existirá mientras alguien obtenga algún beneficio de ella. Según
el autor los medios de comunicación pierden su vocación de servicio público cuando se ven
sometidos a la lógica implacable de las leyes del mercado.
Dos características del acoso mediático son la hostilidad abierta, manifestada porque el
acosador demuestra hallarse siempre en lo cierto y se irrita con facilidad cuando algo o alguien
pone en duda su posición de superioridad. Todo el mundo debe ajustarse a él. Y porque el
acusador culpabiliza en forma a la víctima, la señala como la única responsable de que haya
surgido un determinado problema. Se constituye deliberadamente en juez.
Correa advierte al respecto que muchas guerras han sido precedidas por una gran mentira
mediático como ocurrió con la invasión norteamericana en Vietnam. «Nos justifican» cada gran
guerra con lo que aparecerá más tarde (demasiado tarde) como una información falsa. Como
cuando se informó que dos barcos estadounidenses habían sido atacados por los
norvietnamitas en la bahía de Tonkin. Después se supo que tal agresión nunca existió, pero las
enormes pérdidas de vidas de ambos lados del conflicto armado las conocemos todos.
En el caso de la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro que proporcionaba
energía eléctrica a la Ciudad de México y a la zona central del país . Por lo cual quedaron en la
indefensión las 44 mil familias de los empleados de dicha empresa, ocurrió algo semejante.
Granados Chapa una de las voces más equilibradas en los medios de comunicación mexicanos
analizó dicha temática al cumplirse un año y medio de la extinción de dicho organismo estatal ,
a la que reconoce como atrevida pero no se atreve a llamar inteligente.
“Hoy se cumple año y medio, 18 meses de que se decretó la extinción del organismo
público descentralizado Luz y Fuerza del Centro. El conflicto a que dio lugar esa
decisión, calificada de valerosa pero que nadie se ha atrevido a llamar inteligente,
continúa vivo. Dieciséis mil miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas no han
depuesto su decisión de resistir y aun de hacer volver atrás el procedimiento de
liquidación, meta en apariencia imposible por resoluciones judiciales como la de la
Suprema Corte que determinó la constitucionalidad de la actuación del Ejecutivo.
Pero tratándose de un fenómeno extremadamente complejo, aún están abiertas
vías legales de impugnación, como la que reprocha al Gobierno Federal haber
emitido el decreto del 11 de octubre de 2009 sin apegarse a los términos de la Ley
Federal de Procedimiento Administrativo. Están igualmente en curso demandas de
orden laboral, pues el tribunal constitucional fue claro al establecer que la extinción
no afectó por sí misma las relaciones de trabajo entre el organismo liquidado y sus
asalariados. Al propio tiempo que la resistencia obrera prueba que el cálculo de
exterminar al sindicato se fundó en supuestos falsos, aparecen algunas de las
razones de fondo de la inviabilidad financiera del organismo afectado, que
condujeron a extinguir a una empresa más que centenaria a través de sus diversas
modalidades.”
Los electricistas que laboraban en la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y se agremi an en el
Sindicato Mexicano de Electricistas titular del contrato colectivo firmado con la empresa, ha
denunciado ser víctima de una campaña de comunicación perversa que ha lastimado su imagen
frente al público de usuarios. Desde el momento en que saltándose a la legislación vigente la
Policía Federal tomó con medidas de fuerza las instalación de Luz y Fuerza del Centro, varios
medios los calificaron de privilegiados por contar con un contrato colectivo de trabajo, de ser
empleados costosos por contar con altos salarios y prestaciones, por lo que sería la causa de la
penuria económica de la empresa eléctrica.
Algunos medios de comunicación de la prensa y la televisión mexicana se cargaron contra los
trabajadores ignorando que al cerrarse la empresa, cuarenta y cuatro mil familias quedaron en
la incertidumbre por dejar de recibir un salario. Los sindicalistas han sufrido un acoso mediático
por parte de exitosos comunicadores que detrás de su amable y educada apariencia externa,
olvidaron que detrás del conflicto por el cierre de la empresa habían seres humanos que han
sido sometidos a un sufrimiento constante. Desde los noticieros se llevaba un conteo puntual
de aquellos electricistas que aceptaban su liquidación para desanimar al gremio. El daño ha
llegado a tal grado que cuando los despedidos buscan otro empleo, son rechazados bajo el
argumento de pertenecer a un sindicato conflictivo.
Para el editorialista Granados Chapa una razón no explicitada del cierre de la empresa fue
estimular la privatización del sector eléctrico en beneficio de productores particulares. Por lo
que nos recuerda que ellos generan energía eléctrica, a pesar de que la constitución mexicana
lo prohíbe explícitamente. El periodista analizó los datos sobre el sector de energía incluido por
la Auditoría Superior de la Federación en su informe sobre la Cuenta Pública del 2009, para
referirse al tema desde datos duros no sesgados por intereses partidistas.
“LFC desde su creación había recibido transferencias presupuestales cuantiosas y
que entre 2001 y 2009 se incrementaron en más de 200 por ciento, ya que pasaron
de 13 mil millones de pesos en el primer año a 42 mil millones en el segundo. Sin
embargo, debe aclararse que eso no fue exclusivo del organismo liquidado; también
la CFE recibió cuantiosas transferencias que se mantuvieron altas, al incrementarse
de 46.6 miles de millones de pesos a 98.3 miles de millones durante ese mismo
periodo.
“Los costos casi duplicaron sus ingresos por ventas. De 2001 a 2008 la entidad
registró ingresos por ventas de 282 mil millones de pesos, mientras que sus costos
ascendieron a 524 mil millones de pesos, es decir 186 por ciento sus ingresos. Debe
reiterarse que la inversión en proyectos de infraestructura autorizados por los
coordinadores sectoriales, SHCP y SENER, para la entidad fueron insuficientes para
generar la electricidad que demandaba la zona centro del país y en consecuencia
esta provenía de compras a la CFE. Los altos costos de la energía comprada a CFE
implicaron que estos aumentaran 90.8 por ciento como proporción de los ingresos
totales de 2001 a 119.5 por ciento en 2008”.
Las cifras desmienten por sí mismas el argumento esgrimido que atribuía a las costosas
prestaciones de los trabajadores electricistas la situación ruinosa de la Compañía de Luz y
fuerza del Centro. Pues la empresa energética fue colocada en una situación difícil. La Auditoría
Superior de la Federación reconoce como notorio él:
“desplazamiento que está sufriendo el servicio público de generación, transmisión y
distribución de energía eléctrica en el país por los Productores Externos de Energía
(PEE) y el alto grado de desocupación de la planta productiva del SEN (Sistema
Eléctrico Nacional) en propiedad del Estado.
“En 2007, Unión Fenosa, productor privado independiente de origen español vendió
el Kw (quilovatio hora) a CFE a 59 centavos y CFE lo vendió a su vez a LFC a 1 peso y
93 centavos...En 2008, las compañías eléctricas en su conjunto aumentaron el Kw a
93 centavos y CFE lo transfirió a LFC a 1.50 pesos, y la SHCP obligó al organismo
liquidado a vender al usuario a 1.18 centavos (sic, por pesos). Ello originó que los
costos de explotación de CFE fueran absorbidos por LFC generando un sobreprecio
de cerca de 13 mil millones de pesos en 2009. La energía comprada a CFE tuvo un
costo que se incrementó de 41.5 miles de millones de pesos en 2001 a 108.4 miles de
millones de pesos en 2008; así, los costos de explotación se integraron 56 por ciento
de electricidad comprada a CFE y 26 por ciento de pasivo laboral principalmente. Los
altos costos de energía eléctrica que la CFE adquiere de los PEE fueron transferidos a
la propia LFC deteriorando aún más su situación financiera.
Granados Chapa señala como otros costos adicionales afectaron el desempeño financiero de la
Compañía de Luz, como los adeudos que tenían los gobiernos de los Estados de México,
Hidalgo, Morelos y Puebla. Los cuales ascendían a 7.4 mil millones de peos hasta junio de 2009.
Así como el deficiente cobro de los adeudos empresariales que ascendían a 2.4 mil millones de
pesos para esas fechas.
Un caso mediático.
Aunque el acoso mediático sobre los sindicalistas del SME fue generalizado, salvo honrosas
excepciones. Un caso especial fue el del distanciamiento que se manifestó entre los
sindicalistas y un comunicador del diario Milenio. Como prueba de tal desazón, el periodista
reconoció su desconcierto la:
“virulencia con que nos estaba tratando el SME. Secuela de esa hostilidad fue la
tumultuosa protesta nocturna afuera de nuestras instalaciones el frío jueves 5 de
noviembre. Nos parecían injustas las acusaciones, dolían los adjetivos.
“Sin aviso previo, y para nuestra sorpresa, la gente de Martín Esparza se acercó para
informar que él aceptaba una entrevista en vivo con Carlos Marín. Esa rara
conversación se transmitió sin incidentes el jueves 26. El lunes 30, Esparza regresó a
MILENIO Televisión para proponer un enlace de cinco notables como primer paso
para abrir una ruta de contacto con el gobierno federal.
“Ayer transmitimos en vivo el momento en que las mujeres levantaron con dignidad,
y se puede decir que victoriosas, la huelga de hambre.
“Escribo lo anterior para dejar registro de cómo se dieron las cosas. Qué bueno que
en esta ocasión nuestro trabajo periodístico haya servido para acercar a las partes
en conflicto. Pero ese no era ni es nuestro objetivo. A nosotros nos toca registrar
información, procesarla y difundirla. Lo mejor que se pueda.” (Gómez Leyva, 10 de
diciembre de 2009).
Al respecto Figueroa en su columna Café Avenida publicada el 17 de octubre de 2009, en el
Heraldo de Chihuahua comentó lo siguiente:
“Pura propaganda no puede vencer a las movilizaciones, por el contrario, pueden
incendiar las praderas porque hasta suenan a burla y están llenas de cinismo. Un
ejemplo de la estulticia y manipulación de los medios para aplaudirse a sí mismos de
estos gobiernos la tenemos en lo escrito por Ciro Gómez Leyva que desde el título de
su artículo sentencia al SME: ‘Hoy, el último canto del SME’.”
Y a continuación selecciona algunos párrafos de dicho artículo, sobre los cuales invitamos a los
lectores para que saquen sus propias conclusiones :
"El SME presumirá esta noche que 100 mil almas, o más, marcharon en respaldo de
su lucha.
“Denunciará la "ilegalidad" en la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Reclamará
una mesa de diálogo con el gobierno que ya lo liquidó. Señalará la estrategia
privatizadora de "la oligarquía". Renegará de los medios y soltará una que otra
mentira, comprensible en los días de batalla
“La suerte del SME, contrario a lo que varios creíamos, no se jugará en las calles, así
vengan otras "megamarchas". Se definirá en la capacidad que tenga la Comisión
Federal de Electricidad en los próximos 15, 20 días para operar la desmadrada
infraestructura, más o menos como la operaba el satanizado SME. Si la CFE lo hace,
y además el número de electricistas que pasen a cobrar las suculentas liquidaciones
es cuantioso, el SME, ya derrotado en los hechos, habrá sido barrido de la faz de la
tierra. La marcha de esta tarde, pues, no sería más que el canto del cisne. Ronco.
Triste: no por los líderes, sino por los muchos buenos electricistas que hoy pisarán el
Zócalo religioso".
A más de un año y medio del paso del control de servicio eléctrico a la Comisión Federal de
Electricidad en la Ciudad de México. La suspensión del flujo eléctrico es una vivencia frecuente
para la población capitalina y el costo del servicio para el público usuario se ha incrementado
en algunos casos de manera espectacular.
Datos históricos.
La industria eléctrica surgió en México a finales del siglo XIX, cuando grupos de empresarios
nacionales e internacionales fundaron empresas como la Electric Light Company Ltd. La
Mexican Light and Power Company y la Compañía Explotadora de las Fuerzas Hidroeléctricas de
San Ildefonso S.A. A inicios del siglo XX se inicia la construcción de la infraestructura eléctrica
con obras como la presa que inundaría al poblado de Necaxa. Aunque esta industria es creada
por la iniciativa privada, a partir de 1938 se inició un proceso de nacionalización que concluyó
en 1960.
La Compañía de Luz y Fuerza del Centro fue un organismo descentralizado creado con
personalidad jurídica y dotada de su propio patrimonio, para servir a los mexicanos. Hasta 2009
fue operada por el Estado. Se encargaba de suministrar el fluido eléctrico al Distrito Federal y a
varios municipios de los Estados de México, Hidalgo, Morelos y Puebla.
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). El 14 de diciembre de 1914 se coaligaron los
electricistas con los telefonistas para constituir un sindicato de empleados y obreros del ramo
eléctrico. Unos cuantos días después, el 21 de diciembre cambiaron su nombre por Sindicato
Mexicano de Electricistas. En tan sólo cinco meses el SME estalló dos huelgas y mejoró sus
salarios y condiciones laborales, incluyendo la incautación de la Mexican Telegraph and
Telephone.
En 1936 el SME inició otro histórico paro en el marco de un movimiento huelguístico que
incluyó a los ferrocarrileros. El pliego de demandas del SME incluía el reparto de utilidades, la
semana de 42 horas, el incremento de la prima de antigüedad, vacaciones, servicio médico y
una mejora salarial. En dicho movimiento el pueblo se solidarizó con los huelguistas a pesar de
las dificultades que generaba la falta de luz eléctrica en la capital del país.
Al año siguiente se constituyó una Comisión Federal de Electricidad y en 1938 se publicó el
proyecto de ley de energía eléctrica que inició la gradual nacionalización de la industria
eléctrica. Se esperaba que la CFE como organismo descentralizado controlara paulatinamente
el potencial hidráulico de nuestro país.
En 1963 se modificó la denominación social de la empresa por el nombre de Compañía de Luz y
Fuerza del Centro. Once años después en enero de 1974 se decretó la liquidación de la
compañía de Luz y fuerza del Centro y asociadas.
En 1985 se firmó un convenio de delimitación de zonas entre la Compañía de Luz y Fuerza del
Centro y la Comisión Federal de Electricidad, donde se redujo en más del 50 por ciento la zona
de influencia de la primera empresa. Por decreto presidencial se descentralizó la empresa
pública y se transformó en Luz y Fuerza del Centro, al recibir una personalidad jurídica y un
patrimonio propio. En junio de 2003 arrancó la operación de su quinta subestación en
Teotihuacán. El sábado 10 de octubre de 2009 sin ninguna comunicación previa a los afectados,
unos cinco mil elementos de la Policía Federal ocuparon antes de las 23:00 horas las
instalaciones de la empresa, antes de que se hubiera publicado oficialmente la extinción de Luz
y Fuerza, así como la liquidación de sus 44 mil trabajadores.
El gobierno justificó el haber trasgredido a su propio Estado de derecho en base a los siguientes
criterios. El que la mayor parte de los recursos que generaba Luz y Fuerza del centro se
destinaban a sufragar los privilegios de los trabajadores electricistas y las onerosas prestaciones
que habían conseguido en sus revisiones sindicales.
La justificación.
Desde el punto de vista de las autoridades el contrato colectivo de los electricistas les había
arrebatado el control de la compañía, pues antes de toma decisiones debían consultar al
sindicato. Además se contrataban trabajadores innecesarios para ofrecer el servicio eléctrico,
sólo porque así lo establecía dicho contrato.
Por ello Luz y Fuerza del Centro ya no era una compañía financieramente viable, lo cual
afectaba la calidad y la cobertura de energía eléctrica a los usuarios. También la empresa sufría
pérdidas ocasionadas por robos y presentaba fallas técnicas por ineficacia y corrupción, que
representaban la tercera parte de la electricidad distribuida.
El gobierno mexicano se comprometía en esos días a no privatizar el servicio eléctrico, lo cual
resultaría inconstitucional, por lo que la Comisión Federal de Electricidad administraría el
proceso de liquidación de Luz y fuerza y se comprometería a ofrecer la energía eléctrica en el
área de influencia. Por lo cual el servicio se garantizaría con toda normalidad, en los hechos
poblaciones como la capitalina sufrieron frecuentes y prolongadas interrupciones del servicio
eléctrico que pusieron en cuestión la supuesta calidad mundial de la CFE.
Se respetarían los derechos de los electricistas despedidos pues serían indemnizados conforme
a lo establecido en la Ley Federal del Trabajo (LFT) y el propio contrato colectivo. Cada
trabajador recibiría el equivalente a dos años y medio de sueldo en promedio y se cumpliría lo
establecido por el artículo 436 de la LFT. Para apresurar la liquidación de los electricistas y
debilitar la resistencia sindical, las autoridades federales otorgarían un bono adicional a quienes
se retiraran voluntariamente antes de una fecha tope establecida. Dicho pago extraordinario
dependería de la antigüedad del trabajador de acuerdo a la siguiente tabla:
Antigüedad
Premio
Menor a 6 años
10%
Desde 6 años pero menor a 11
20%
Desde 11 años pero menor a 21
40%
Desde 21 años pero menor a 26
60%
26 años o más
80%
Al trece de julio de 2010 a pesar de los continuos llamados en los medios de comunicación,
habían cobrado su liquidación unos 16 mil de los 44 mil ex trabajadores de la compañía.
A los electricistas ya jubilados se les garantizaría el pago integro y puntual de sus jubilaciones y
se prometió recontratar a diez mil ex trabajadores de la compañía de luz, algo que a un año y
medio de su extinción nunca ha ocurrido ni se ve que podría ocurrir. A un puñado de ex
trabajadores integrados en cooperativas se les otorgaron unos cuantos contratos para podar
árboles que dañan las instalaciones, pero se han encontrado con dificultades para renovarlos.
El punto de vista sindical.
Para el SME las autoridades mexicanas pretenden privatizar la industria eléctrica para ofertarla
a empresas nacionales e internacionales. La razón real de la extinción de Luz y Fuerza del
Centro habría sido eliminar una posible oposición sindical al uso de la red eléctrica para ofertar
el llamado triple play de cable, teléfono e internet, pues los avances tecnológicos ahora
permiten la transmisión de datos no solo por fibra óptica sino también por cable de cobre. Pues
en marzo del 2008 se había firmado en el contrato colectivo una cláusula donde se abría la
posibilidad para que el SME solicitara una concesión para la explotación de una red pública de
comunicaciones. A través de la cual los trabajadores de Luz y Fue rza del Centro hubieran
podido ofertar el servicio de transmisión de datos y video. Incluyendo el servicio telefónico, el
Internet y la televisión de paga.
La red de la extinta Luz y Fuerza del Centro ya contaba con once anillos metropolitanos de mil
kilómetros de fibra óptica, de la cual el 80% tiene 12 y 24 pares de fibra, mientras que el otro
20% se compone con 36 paras de fibra.
Aunque el tamaño de la fibra óptica de la extinta compañía no se puede comparar con la de
CFE, su importancia es estratégica pues atendía al corazón del país.
Repercusiones subjetivas entre los sindicalistas.
Un equipo modular de estudiantes de administración de la UAM-Xochimilco se propuso
identificar las repercusiones emocionales padecidas por los ex trabajadores y sus familias a
consecuencia de la arbitraria extinción de Luz y Fuerza del Centro. En lo particular se enfocaron
en describir la forma en que fue alterada su vida cotidiana por la pérdida del empleo y la
percepción que tuvieron de la campaña de acoso mediático a la que se vieron expuestos. Sin
embargo desconozco los nombres de los autores, por ello lo consideraré anónimo hasta que los
identifique para reconocer su esfuerzo.
Como era un ensayo exploratorio la muestra no fue representativa pues sólo se aplicó el
cuestionario con preguntas cerradas a sesenta ex trabajadores electricistas. También se
entrevisto a los miembros de la familia de un sindicalista para conocer su punto de vis ta.
Además se encuestó a sesenta personas ajenas al conflicto para evaluar su conocimient o e
interpretación del conflicto laboral. Un setenta por ciento del público consideró que los medios
no concedieron la misma importancia informativa a la posición del sindicato y las autoridades.
Los estudiantes concluyeron que “siendo la TV el medio informativo que más se utiliza para
conocer los avances del problema, y teniendo en cuenta que la TV sólo difunde información por
parte del Gobierno que está en contra del SME, se ha construido una opinión negativa en
contra de los ex-trabajadores afectados.”
Entre los resultados de la encuesta a personas externas al conflicto destacó que un 55% estaba
de acuerdo con la forma en que los trabajadores se habían defendido hasta ese momento. Un
porcentaje importante de 37% no estaba de acuerdo y el restante permanecía indiferente.
“Esto puede deberse a que a pesar de que la mayoría de las personas encuestadas
estuvo de acuerdo en el cierre de de dicha organización, están consientes de que de
alguna manera deben luchar por recuperar sus empleos. Sin embargo es
considerable el porcentaje de las personas que no están de acuerdo (37%), lo cual
suponemos que se puede deber a que sobre todo las manifestaciones, afectan la
vialidad y de cierta forma la imagen de la ciudad.”
En cuanto a las repercusiones en el ambiente familiar de los sindicalistas se reporta que un 57%
dijeron ser el sustento principal, por lo que las familias han sido seriamente afectadas por la
ausencia de dicha fuente de ingresos.
Del 51% de los electricistas encuestados dependen más de tres personas. Se encontró que
estas familias no hubieran podido subsistir sin el apoyo familiar que han recibido.
Recibe medio para subsistir de
Asociación externa
Apoyo social
%
2
27
Negocio propio
2
Apoyo familiar
75
Otro
12
“Sin embargo, a pesar de las fuertes carencias por las que están pasando las familias
que dependían de LyFC, en general manifiestan tener mayor integración (70%). Pero
otras tantas (8%), confiesan que sus familias se encuentras desintegradas lo cual
agrava aún más su estado emocional.
Es importante mencionar que en algunas de estas familias ha habido violencia (5%)
y discusiones (13%), las cuales surgen a partir de la ausencia de recursos
económicos.”
El 73% de los ex electricistas admitieron que su modo de vida se ha alterado pues sufren
tensión nerviosa. Destaca el hecho de que 63% de ellos reporte una disminución en la
frecuencia con la que se alimentan, pues han reducido de tres veces a sólo una comida al día.
Como efecto de su situación el 48% de los encuestados reportó una disminución de sus horas
de sueño.
Ante la pérdida de su empleo los electricistas manifiestan alteraciones en su subjetividad.
“El 57% de las personas encuestadas dijeron sentir enojo, sobre todo hacia el
presidente de la república, ya que se les hace totalmente injusto y arbitrario el
decreto anunciado por éste; el 50% declararon sentir frustración e impotencia,
porque están consientes que a pesar de la lucha que están haciendo, el gobierno
tiene mayor poder, por lo que saben que es probable que éste manipule la
situación.”
La decepción por la manera en los medios interpretaron la toma policiaca de las instalaciones
se manifestó en el 35% de los casos. El 28% de ellos se sienten angustiados por no encontrar la
manera de sostener a su familia y por las pocas posibilidades de encontrar otro empleo. La
penuria
de
sus
familias
ha
despertado
tristeza
en
el
27%
de
los
casos.
Como era de esperarse la situación por la que atraviesan también ha repercutido en la salud de
los ex electricistas. Quienes reconcieron padecer al menos tres de nueva enfermedades
consultadas. Un 43% sufre dolores de cabeza, 25% padece gastritis, otro 27% dolores
musculares. Pero la enfermedad más reportada fue la depresión que hace estragos entre la
mitad de quienes fueron encuestados.
Entrevista
a
un
integrante
del
Sindicato
Mexicano
de
Electricistas.
El once de octubre de 2009 fue muy lamentable para los trabajadores electricistas y para el
pueblo de México. Fue la extinción de una empresa pública, prestadora del servicio público de
energía eléctrica. En un abrir y cerrar de ojos el gobierno la extinción sin ponerse a pensar en
nada más que en beneficiar a las empresas transnacionales, a las empresas contratistas que le
trabajan a Comisión Federal de Electricidad y que vinieron a hacer el trabajo que realizábamos
los del SME.
La noche del 10 de octubre sonó el teléfono, y me dicen: prende la televisión están tomando las
instalaciones de Luz y Fuerza del Centro, al verlo me dio un vuelco el corazón. La policía federal
tomó con lujo de violencia las instalaciones con armas de fuego.
En cuanto a la manera como estoy cubriendo los gastos familiares, te comento que como mi
suegro es jubilado de la compañía, él nos apoya a mi esposa y a mis tres hijos. Con un dinero
para solventar los gastos más necesarios, como mi hijo el mayor estudia en la universidad y
tiene un trabajo extra también nos apoya. Pero lo que me brindan mi hijo y mi suegro es
insuficiente para salir adelante. Hemos reducido los gastos al máximo, dejamos de comprar
ropa y zapatos.
Hemos bajado el nivel de vida, pero gracias a Dios con mucha dignidad. El gobierno federal no
se ha tocado el corazón para denigrarnos y difamarnos a más no poder, nos puso una etiqueta.
Si vamos a buscar trabajo a una empresa, lo primero que es que tu último patrón fue Luz y
Fuerza del Centro. Nos han vetado para que no nos den un empleo que nos permita algún
recurso para mantener a nuestras familias.
La verdadera intención al decretar la extinción de Luz y Fuerza del Centro, que no fue liquidar
por ineficiente, por corrupta. Hoy tras 17 meses de lucha digna resistencia. Hemos demostrado
al legislativo y a la ciudadanía que ellos sólo querían apoderarse de la fibra óptica. Y
desaparecer a un sindicato que ha sido la piedra en el zapato contra los intentos de privatizar a
la industria eléctrica.
Fue un robo no nada más a nosotros sino a todos los mexicanos, pues la energía eléctrica es un
servicio indispensable para cualquier persona que debería tener un costo al alcanza de todas las
personas. No a los costos a los que Comisión Federal de Electricidad pretende cobrar.
La huelga de hambre fue una forma de resistencia que se levantó porque el secretario de
gobernación se comprometió a solucionar el problema. Pero después de 7 meses de que se
levantó la huelga de hambre no ha cumplido.
En cuanto a mi familia te comento. Tengo un hijo de 11 años que eh afortunadamente ha
entendido mi situación. La situación es difícil, no te voy a decir que yo lo tenía acostumbrado a
lujos porque no es cierto. Ganaba 6 mil pesos mensuales, un salario que no se puede comparar
con
los
147
mil
pesos
mensuales
que
recibe
Lozano.
Cada quince días pedíamos una pizza en tu pobre casa, ahora mi hijo le pide una y yo le digo
aguántame porque no hay. En broma le digo no te voy a comprar una, te voy a comprar dos,
pero cuando regrese a trabajar. Ahora cuando me pide algo el mismo dice: -pero cuando
regreses a trabajar. Imagínate lo que siento cuando mi hijo me hace esa observación. Es una
cosa que de verdad te muerdes la lengua, porque es tu familia…
En mi casa la familia me ha comprendido, pero nos hemos enterado de que hay compañeros
que han tenido muchos problemas aún después de haberse liquidado, pues los han
abandonado sus hijos y su esposa.
Hay compañeros que están solos en la en la resistencia porque su esposa no quiso luchar junto
con él. O no quiso atenerse a lo poco que nos iban a poder ayudar.
Nos tienen que regresar el trabajo, porque legalmente hemos acreditado ante las autoridades
que tenemos la razón. Nos tiene que regresar nuestro trabajo porque está en la Constitución,
en la Ley Federal del Trabajo, está en nuestro contrato colectivo. No estamos pidiendo nada a
lo que no tengamos derecho.
En un principio si me afecto la campaña de desprestigio que armaron en la televisión, la gente
nos veía como bichos raros. Nos pusieron una etiqueta, cuando le dábamos un volante a la
gente, parecía que le íbamos a pegar lepra, que le íbamos a darle un pellizco o que le íbamos a
morder un pedazo. Fue una cosa muy fuerte pero gracias a Dios hemos tenido el valor de ver a
la gente a la cara, porque tenemos la dignidad y tenemos la razón. Hoy después de 17 meses, la
gente voltea a vernos y se regresa a pedirnos un volante, a pedirnos información. Porque la
gente ya despertó, la gente ya se está dando cuenta que todo lo que se dijo fue mentira. Hoy la
gente nos busca a nosotros para que hagamos una asamblea de usuarios y les informemos la
verdadera situación por la que se extinguió la empresa. Quiere que les informemos del fraude
con los medidores de prepago. Es un fraude porque ni en la ley del servicio público de energía
eléctrica está permitido que ustedes paguen el servicio por adelantado.
Todavía hay gente que nos rechaza, a lo mejor sigue creyendo en la idea de que éramos muy
costosos para el erario. Pero ya la comisión de la Cámara de Diputados demostró que el
problema no éramos nosotros, porque somos los que administramos el patrimonio de la
empresa.
Nuestro contrato colectivo de trabajo porque está -como dicen los abogados- subjudice. Está en
litigio, para nosotros el contrato todavía está vigente.
La extinción de la compañía de luz me ha provocado un sentimiento de impotencia. Porque aun
demostrando a las autoridades que tenemos la razón, que lo que peleamos es justo, no se hace
justicia. No sé qué esperan los diputados, los senadores, la misma Suprema Corte de la Nación,
que no hacen nada.
Conclusión.
Como hemos visto la premura por extinguir a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro llevó a las
autoridades a tomar en forma violenta y pasando por encima de la ley, las instalaciones de la
empresa. Para justificar su actuación se articuló en la mayoría de los medios , un discurso que
culpó al contrato colectivo de los trabajadores, por la ineficacia y lo oneroso de la generación
de energía eléctrica en Luz y Fuerza del Centro.
El acoso mediático y la precarización de su modo de vida por la ausencia del sueldo, alteró las
condiciones de reproducción tanto del trabajador como de su esposa e hijos. Algunas familias
reforzaron sus lazos ante la agresión, pero otras se han desestructurado. Las consecuencias
orgánicas y psicológicas del acoso para los ex electricistas, han ido desde la disminución del
número de comidas al día, hasta la presencia de depresión. La falta de sueño es un fenómeno
común junto con la presencia de gastritis y otros trastornos psicosomáticos. Pero los
trabajadores se enorgullecen de que la resistencia sindical ha evitado que pierdan su dignidad.
Referencias.
Anónimo (2010)
Sin titulo
México, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, licenciatura en Sociología.
Camacho, Santiago (2006)
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