PRINCIPIOS PROCESALES

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PRINCIPIOS PROCESALES –Palacios, Gozaini, Couture, Clemente Díaz,
Remigio, De la Vega de Opl, entre otros.
Los principios procesales constituyen pautas o directivas que provienen de un plano supranormativo y,
por lo mismo, pueden ser enmarcadas dentro de los aportes de la filosofía del derecho procesal.
Según PALACIOS son las directivas u orientaciones generales en que se funda cada ordenamiento
jurídico procesal. Agrega que no revisten el carácter de absolutos.
No existe acuerdo entre los autores acerca del número y de la individualización de ellos. Sosteniéndose
que reviste los caracteres de BIFRONTALES – cada uno tiene sus antítesis lógica, por ejemplo oralidad –
escritura-, COMPLEMENTARIOS –del sistema- y PRACTICIDAD – no tienen una finalidad netamente
teórica-.
La doctrina tradicional viene mencionando desde antiguo que estas reglas o directivas tienen específicas
funciones. Sirven para:
a) Conformar la base previa sobre la que se habrán de estructurar las normas procesales.
b) Facilitar el estudio comparativo entre diversos ordenamientos procesales, ya sea vigentes o bien
derogados.
c) Ayudar en la hermenéutica del derecho procesal. En tanto, expresan valoraciones jurídicas
vigentes en un grupo social determinado, constituyen importantes instrumentos auxiliares en la
función interpretativa.
Los principios o reglas procesales no son estáticos sino que adquieren mayor o menor vigencia, o
cambian sus perfiles y alcances al compás de las modificaciones que experimenta la conciencia
axiológica y jurídica general de la comunidad que produce y, al mismo tiempo, rige sus destinos mediante
ese derecho. –MUTABLES Y VARIABLES-. Según PALACIO no reviste el carácter de ABSOLUTOS.
EL PRINCIPIO DISPOSITIVO
Aun cuando existan discrepancias en torno a la cantidad y entidad de los principios procesales, el
dispositivo o principio de disposición -como correlato técnico del derecho a la igualdad dentro del
proceso que en su seno habita- se encuentra dentro del reducido núcleo de aquellos cuya existencia es
aceptada por la generalidad de la doctrina procesalista civil.
Las definiciones clásicas de este principio establecen que el mismo consiste en "aquel en cuya virtud se
confía a la actividad de las partes tanto el estímulo de la función judicial como la aportación de los
materiales sobre los que ha de versar la decisión del juez"
De acuerdo con la versión originaria de este principio, en las contiendas civiles las partes -y sólo las
partes- son las dueñas del proceso, desde el momento en que poseen en forma exclusiva y utilizan a su
antojo la pretensión y la oposición a la misma, dos manifestaciones de sus sendos derechos de acción.
La mirada recae, entonces, sobre la imagen de dos sujetos procesales en igualdad de condiciones
disputando ante un juez-árbitro la vigencia de derechos netamente patrimoniales, disponibles y cuyo
resultado sólo a ellos interesa y a nadie más.
El principio se manifiesta a través de:
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Iniciativa: no puede haber proceso sin petición de parte.
Impulso Procesal: no basta con plantear la demanda, sino que ése es el punto de inicio de una
serie de cargas técnicas a través de las cuales ambas partes -movidas por sus propios interesesdeberán llevar adelante determinados actos regulados por los Códigos rituales para evitar que la
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litis se estanque y muera por caducidad. Por su parte el juez deberá esperar esta actividad de las
partes para tomar decisiones, no pudiendo adoptar medidas de impulso en forma oficiosa. Aquí
aparece el vínculo entre el principio dispositivo, la preclusión y su máxima expresión: la cosa
juzgada.
Delimitación del thema decidendum: son las partes las que a través del planteo de las
pretensiones y defensas construyen el infranqueable cerco dentro del cual debe moverse el juez
para resolver el pleito.
Aportación de los hechos: las partes llevan al proceso los hechos constitutivos del conflicto cuya
solución se persigue. el juez no puede tener por existente un hecho que las partes no
introdujeron en el pleito; y, a la inversa, no puede negar la existencia de aquello afirmado por los
dos contrincantes.
Aportación de la prueba: el principio dispositivo manda que el aporte de los hechos a la causa
habrá de ser completo, esto es, no bastará con alegarlos -como se vio-, sino que también habrá
que acreditarlos. Tarea que, nuevamente, recaerá en forma exclusiva en las partes.
Disponibilidad del derecho material: Couture explica que una vez que se entabla la demanda "el
actor puede abandonarla expresamente (desistimiento), tácitamente (deserción), por acuerdo
expreso con el adversario (transacción) o por abandono tácito de ambas partes (perención o
caducidad). El demandado, por su parte, puede allanarse a la demanda", caso donde el juez está
obligado a dictar sentencia en contra de este sujeto procesal. Cabe aclarar que estas pautas sólo
son plenamente aplicables respecto de derechos disponibles.
Legitimación para recurrir: Si el proceso es de las partes, ellas y sólo ellas pueden motorizar la
revisión de lo decidido en la medida en que hayan sufrido un agravio concreto.
Efectos de la cosa juzgada: Finalmente, como colofón de esta serie de manifestaciones del
principio dispositivo encontramos como regla básica que la sentencia afecta sólo a las partes y
con un mismo alcance a todas ellas.
Se señalan como EXCEPCIONES del mismo a las MEDIDAS PARA MEJOR PROVEER, el
PRINCIPIO IURA NOVIT CURIA, las PERICIAS DE OFICIO, las MEDIDAS URGENTES EN EL
SUCESORIO, y las MEDIDAS PRECAUTORIAS EN CASO DE DEMENCIA NOTORIA.
EL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN
También llamado de bilateralidad o de controversia, deriva de la cláusula constitucional que asegura la
inviolabilidad de la defensa en juicio de la persona y de los derechos (art. 18, Const. Nac.), aunque, como
advierte MILLAR, es inseparable de toda administración de justicia organizada.
En términos generales, implica la prohibición de que los jueces dicten alguna resolución o dispongan la
ejecución de alguna diligencia procesal sin que, previamente, hayan tenido oportunidad de ser oídos
quienes pudieran verse directamente afectados por tales actos.
La vigencia del principio de contradicción requiere, fundamentalmente, que las leyes procesales acuerden,
a quienes se encuentren en las situaciones mencionadas, una suficiente y razonable oportunidad de ser
oídos y de producir pruebas. No exige la efectividad del ejercicio de tales derechos. De allí, por ejemplo,
que las leyes procesales estructuren el llamado proceso contumacial o en rebeldía, el cual puede
desenvolverse válidamente, y en su integridad, sin la intervención del demandado que es debidamente
citado al proceso y se abstiene voluntariamente de comparecer a él, o bien proseguir con prescindencia de
la participación de cualquiera de las partes que lo abandona después de haber comparecido.
En el caso de la medidas cautelares –decretadas inaudita parte- y los procesos de ejecución, que excluyen
la posibilidad de que en ellos se deduzcan defensas o excepciones concernientes a la existencia o
legitimidad de la relación jurídica sustancial, o fundadas en hechos anteriores a la creación del título
ejecutivo (judicial o extrajudicial) que le sirve de fundamento, en ninguno de esos casos media una
derogación del principio que nos ocupa, sino, simplemente, una postergación o aplazamiento
momentáneo de su vigencia estricta.
Como regla, el principio que examinamos sólo resulta aplicable en los procesos contenciosos, pues las
sentencias con que éstos culminan son las únicas susceptibles de pasar en autoridad de cosa juzgada
Se vinculan con éste principio la regla de IGUALDAD ENTRE LAS PARTES y el PRINCIPIO DE
ADQUISICIÓN.
LOS PRINCIPIOS DE ESCRITURA Y DE ORALIDAD
Estos principios se vinculan con la forma de expresión que ha de observarse para aportar la materia de la
decisión judicial. De allí que regirá el principio de escritura, o el de oralidad, según que la sentencia deba
fundarse tan sólo en aquellas alegaciones y pruebas que se hayan producido, respectivamente, por escrito
o de palabra.
Sin embargo, como lo hace notar CHIOVENDA, "es difícil concebir hoy un proceso escrito que no
admita en algún grado la oralidad, y un proceso oral que no admita en algún grado la escritura".
Se han señalado con ventajas e inconvenientes que: 1) El de escritura exhibe la ventaja de proporcionar
fijeza o permanencia a la actividad desplegada durante el curso del proceso que, en tanto queda
documentada en el expediente permite su examen en cualquier momento, particularmente en las
instancias superiores. Sin embargo, como inconveniente se señala la complejidad formal y consecuente
lentitud, derivadas del sistema de comunicación que inevitablemente debe instituir entre las partes y entre
éstas y el órgano judicial. 2) El principio de oralidad presenta, entre sus principales ventajas, la de
simplificar el procedimiento y establecer una estrecha vinculación entre los jueces, las partes y los
órganos de prueba. Tiene en cambio el inconveniente representado por los equívocos a que pueden
conducir eventuales deficiencias de memoria o de concentración en los jueces que asisten a las
audiencias, particularmente cuando éstas son prolongadas.
EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
El principio de publicidad requiere que los actos procesales puedan ser presenciados o conocidos incluso
por quienes no participan en el proceso como partes, funcionarios o auxiliares. Reconoce fundamento en
la conveniencia de acordar a la opinión pública un medio de fiscalizar la conducta de magistrados,
litigantes y auxiliares judiciales.
La determinación de las causales de excepción al principio de publicidad queda librada en cada caso al
prudente arbitrio de los jueces, contra cuyas resoluciones en tal sentido no cabe recurso alguno, salvo que
mediante ellas se excluya la comparecencia de alguna de las partes, o de sus letrados o apoderados. Con
relación a la consulta de expedientes judiciales, el principio de publicidad se halla sujeto a diversas
restricciones.
EL PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN
Enseña J. Ramiro Podetti que el vocablo preclusión, que deriva del vocablo latino praeclusio que significa
la acción de cerrar, encerrar, impedir o cortar el paso. Es de imponderable eficacia para aclarar conceptos
y delimitar institutos, como el de cosa juzgada y los efectos de los plazos procesales. Sin embargo, no
resulta fácil su definición. Chiovenda dice "entiendo por preclusión la pérdida, o extinción o caducidad
de una facultad procesal, que se produce por el hecho: a) o de no haberse observado el orden señalado por
la ley para su ejercicio, como los términos perentorios o la sucesión legal de las actuaciones o de las
excepciones; b) o por haberse realizado un acto incompatible con el ejercicio de la facultad, como la
proposición de una excepción incompatible con otra, o la realización de un acto incompatible con la
intención de impugnar una sentencia; c) o de haberse ejercitado ya una vez válidamente la facultad
(consumación propiamente dicha)".
El efecto de la preclusión es, en primer lugar, la clausura de un estadio procesal, sea por el ejercicio de un
derecho (contestación de la demanda), o por el transcurso de un plazo y el instituto de la rebeldía o
decaimiento de un derecho procesal (incontestación de la demanda, acusación de rebeldía), o por una
resolución judicial firme (rechazo de las excepciones previas).
El principio de preclusión reconoce su fundamento en motivos de seguridad jurídica y en la necesidad de
lograr una administración de justicia rápida dentro de lo razonable, evitando así que los procesos se
retrotraigan a etapas ya superadas y se prolonguen indefinidamente.
Los actos procesales se precluyen cuando han sido cumplidos observando las formas legales. La
preclusión impide que en un proceso se retrograden etapas y actos para discutir algo ya superado, o que se
reabran plazos procesales transcurridos, o que se rehabiliten facultades procesales después de vencidos
los límites legales para su ejercicio. El efecto propio del principio de preclusión es impedir nuevos
planteos sobre cuestiones ya decididas en forma expresa o implícita.
El concepto de preclusión no debe confundirse con el de cosa juzgada, aunque ellos guardan entre sí
alguna relación. Es inherente a la cosa juzgada, en efecto, la incontestabilidad futura del bien reconocido
o negado en una sentencia definitiva; incontestabilidad que puede hacerse valer en el proceso en el que
aquélla se dictó o en cualquier otro proceso. La cosa juzgada produce, pues, efectos fuera del proceso, por
cuanto, al alcanzar la sentencia dicha calidad, la declaración de certeza sale del proceso en que se ha
formado para ir a regular las relaciones sustanciales y a influir sobre ellas. La preclusión, en cambio, si
bien impide que se renueve el debate respecto de aquellas cuestiones que han sido decididas mediante
resoluciones interlocutorias firmes, sólo produce efectos dentro del proceso. Pero sin embargo podemos
decir que la cosa juzgada tiene siempre su base en una preclusión: la misma presupone -a través de la
preclusión de la impugnabilidad de la decisión- la preclusión de la cuestionabilidad del derecho.
Se señala como EXCEPCIONES la DENUNCIA DE HECHOS NUEVOS, AMPLIACIÓN DE
DEMANDA, OFRECIMIENTO DE CIERTAS PRUEBAS COMO LA CONFESIONAL Y LA
DOCUMENTAL, O LA POSIBILIDAD DEL REBELDE DE OFRECERLAS EN SEGUNDA
INSTANCIA.
EL PRINCIPIO DE ADQUISICIÓN
Si bien las cargas de la afirmación y de la prueba se hallan distribuidas entre cada una de las partes, los
resultados de la actividad que aquéllas realizan en tal sentido se adquieren para el proceso en forma
definitiva, revistiendo carácter común a todas las partes que en él intervienen. Es decir que los actos
procesales son susceptibles de beneficiar o de perjudicar a cualquiera de las partes, y, por lo tanto, incluso
a aquella que solicitó su cumplimiento.
EL PRINCIPIO DE ECONOMÍA PROCESAL
Este principio es comprensivo de todas aquellas previsiones que tienden a la abreviación y simplificación
del proceso, evitando que su irrazonable prolongación torne inoperante la tutela de los derechos e
intereses comprometidos en él. Constituyen variantes de este principio los de concentración,
eventualidad, celeridad y saneamiento. Igualmente tiene relación con la ECONÓMIA DE GASTOS, es
decir evitar el insumo de costos innecesarios y reducir al mínimo el costo de la FUNCIÓN JUDICIAL,
para que todos puedan tener acceso a ella, conforme las normas constitucionales.
El principio de concentración
A la abreviación del proceso apunta, en primer lugar, el llamado principio de concentración, propende a
reunir toda la actividad procesal en la menor cantidad posible de actos, y a evitar, por consiguiente, la
dispersión de dicha actividad.
El principio de eventualidad
Estrechamente vinculado con el principio precedentemente examinado, así como con el de preclusión,
configura otra de las manifestaciones en que se traduce el principio de economía, en virtud del cual todas
las alegaciones que son propias de cada uno de los períodos preclusivos en que se divide el proceso,
deben plantearse en forma simultánea y no sucesiva, de manera tal que, en el supuesto de rechazarse una
de ellas, pueda obtenerse un pronunciamiento favorable sobre la otra u otras.
El principio de celeridad
Otro aspecto de la aplicación del principio de economía procesal, se halla representado por este principio,
por el cual se fijan normas destinadas a impedir la prolongación de los plazos y a eliminar trámites
procesales superfluos u onerosos.
El principio de saneamiento
Deriva, finalmente, del principio de economía procesal, el principio de saneamiento o de expurgación, en
cuya virtud se acuerdan al juez facultades suficientes para resolver, in limine, todas aquellas cuestiones
susceptibles de impedir o entorpecer el pronunciamiento sobre el mérito de la causa o de determinar, en
su caso, la inmediata finalización del proceso.
De lo reseñado se advierte la vinculación de este principio con el PRINCIPIO DE AUTORIDAD –
actuación y postura del juez ante el proceso-.
EL PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN
En sentido estricto, y sólo con referencia a los procesos dominados por el signo de la oralidad, llámase
principio de inmediación a aquel que exige el contacto directo y personal del órgano judicial con las
partes y con todo el material del proceso, excluyendo cualquier medio indirecto de conocimiento
(escritos, informes de terceros, etc.).
De conformidad con la idea precedentemente expuesta, la inmediación significa que tanto las alegaciones
de las partes como la recepción de la prueba deben producirse en forma directa ante el órgano judicial.
El mecanismo de los procesos escritos atenúa, aunque no excluye, la importancia de la inmediación, pues
si bien en aquéllos no resulta indispensable la identidad entre el juez que recibió la prueba y aquel que
debe decidir la causa, y, por lo demás, el sistema de la doble instancia limita la apreciación probatoria de
los jueces superiores a las constancias escritas, la delegación de la actividad recepticia en los auxiliares
del órgano judicial.
LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD E INSTRUMENTALIDAD DE LAS FORMAS
El principio de legalidad de las formas excluye la posibilidad de que las partes convengan libremente los
requisitos de lugar, tiempo y forma a que han de hallarse sujetos los actos procesales, requiriendo, por lo
tanto, que aquéllas se atengan a los requisitos que determina la ley. Este principio, sin embargo, está
limitado por la existencia de las llamadas normas procesales optativas, que acuerdan a las partes la
facultad de regular aspectos parciales del proceso.
Frente a esta concepción encontramos una postura intermedia entre la reseñada y la libertad de formas,
esta es la FLEXIBILIDAD DE FORMAS. Según ésta el Juez, como director del proceso tiene
atribuciones suficientes para adaptar las formas procesales a las exigencias de cada pleito.
PRINCIPIOS DE TRASCENDENCIA, CONVALIDACION Y CONSERVACIÓN – NULIDADESEstos son principios propios de las NULIDADES. Por el de TRASCENDENCIA, se sostiene que los
pruritos formales no pueden socavar el respeto al debido proceso. El de CONVALIDACIÓN, implica la
preclusión de los actos. Y finalmente la CONSERVACIÓN, acarrea el reconocimiento de los actos que
cumplió con su finalidad.
Es presupuestos de la Nulidad Procesal el PRINCIPIO DE ADMISIBILIDAD: Que a su vez se basa en:
* Principio de Especificidad: No hay nulidad sin que la ley la declare. No debe mediar
convalidación del interesado en su declaración. O haberla provocado. Si se entiende que la Nulidad es la
consecuencia necesaria de la omisión de las formas esenciales, debe admitirse la declaración de nulidad,
aún cuando no exista ley que lo disponga. Estas sería las llamadas NULIDADES VIRTUALES o
IMPLICITAS. Tales son los casos de PROCESOS IRREGULARES –o simulados-, ACTOS
PROCESALES MALICIOSOS -.
* Principio de Convalidación. Aquí solo agregaremos que existe una doctrina que sostiene que
el llamamiento de Autos para resolver, cierra toda posibilidad de volver sobre supuestos vicios del
proceso.
* Principio de Trascendencia. No existe la nulidad por la nulidad misma.
* Principio de Protección. Quien dio origen al acto nulo no puede pretender su declaración.
* Principio de Conservación. Se busca la obtención de actos procesalmente firmes
PRINCIPIO DE MORALIDAD
Este principio tiene vinculación con normas deontológicas que importan un sistema de reglas éticas que
regulan el actuar de los sujetos intervinientes en el proceso. Se exige de las partes actuar con BUENA
FE, lo que hace presumir un actuar leal, honesto, fiel, confiable, creíble y equitativo.
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
Fundado en la garantía constitucional del art.18, implica la exigencia de una correlación entre la
pretensión deducida, su oposición y lo que el Tribunal debe decidir en la sentencia. Debe atenerse a los
tres elementos de la relación SUJETO, OBJETO Y CAUSA.
EJEMPLOS DE LOS PRINCIPIOS PROCESALES EN EL CPCC
CONCENTRACIÓN
Art.178: Acumulación de acciones
Art. 7: Conexidad.
Art. 181: Litis Consorcio
Art. 158: Reconocimiento judicial y pericial de una misma persona
Art. 430: Incidentes conjuntos
Art. 348: La perención concluye con todos los acumulados y la reconvención e
incidentes
ADQUISICIÓN
Art. 236: Confesional (Posiciones)
PRECLUSIÓN
Art. 49: Plazos fatales
EXCEPCIONES DEL CONTRADICTORIO Y DISPOSITIVO
Cuando dicen sin recurso alguno
Art. 54: Audiencia privada
Art. 230: Posición ilícita ---se resuelve sin recurso
Art 273: Contradicción necesaria en la recusación de peritos
Art. 279: Nombramiento de otros peritos
Art. 311: Admisión o rechazo del testigo
CONTRADICTORIO
SANEAMIENTO (no debe olvidarse que el rechazo in límine de una
demanda es otra variante de éste principio)
PRINCIPIO DE MORALIDAD
Postulado en los art. 83 y 84 del CPCC, 622 C.C., 565 C.Com.
LOPJ art. 12 inc. 5º: Sanciones del TSJ a Magistrados, funcionarios y
empleados
Poder de Policía -Art. 51 (jueces de Paz de Campaña, hast 10 jus)
-Art. 37 y 18 LOPJ (apercibimientos y multas hasta 50 Jus)
oficio
- Art. 126 LOPJ oficio
- Art. 56 y 57 del CPC oficio
- Art. 301 litigante que interrumpe al testigo. Oficio
-Art. 74 (multa por retención de expediente) a pedido de parte
-Acordada 338: Denuncia comisión de ilícito
Medidas Disciplinarias del Art. 126 LOPJ:
-Pronto despacho o retardo de justicia, costas disciplinarias a los jueces (art.135)
(de las partes al juez)
-Prueba dilatoria (art. 214), notificación ilegal (art. 160), desconocimiento
insincero de firma (art. 250) )aplicación del art. 83 CPCC)
-Falso testimonio (detención y remisión a la justicia penal, art. 313) (de oficio)
-Retardo injustificado del informe (art. 321) recordar solo para prueba, nunca en
embargo (a pedido de parte)
Conducta de las partes
-Art. 253 (exhibición de documentos)
-Art. 222 (Tenerlo por confeso)
-Art. 316 (presunción judicial)
Valoración por parte del juez
ACTUACIONES
DE
OFICIO-
EXCEPCIONES
AL
PRINCIPIO
DISPOSITIVO
Art. 1: Competencia material
Art. 58: Audiencia de conciliación
Art. 77: Nulidad de oficio
Art. 117 y 130: Pronunciamiento sobre costas
Art. 46: Suspensión de oficio de los plazos
Art. 129: Revocatoria por contrario imperio
Art. 141: Cosa Juzgada (puede ser alegada de oficio)
Art. 198: Apertura prueba
Art. 255: Inspección judicial
Art. 260 y 261: Pericial
Art. 279: Ampliación de pericia
Art. 282: Informe a los entes públicos
Art. 289: Repregunta a los testigos
Art. 477: Interventor informante
Dispositivo
Impulso Procesal---no hay caducidad sin
pedido salvo plazo fatal
Pedido de parte ---arts 1 y 188
Va unido a tres conceptos
art. 111 (rebeldía)
art. 339 (perención)
art. 802 (ejec. de sent.)
Aporte de elementos probatorios
Disponibilidad del derecho
-Susp
y
abreviacion
plazos(art 5 y52)
- Desistimiento (art349)
- Allanamiento (art.
352)
-Transacción(art353 y768)
-Recurrir
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