Las regiones industriales españolas y su dinámica Geografía de España-Guiones Volver a la página índice LAS REGIONES INDUSTRIALES ESPAÑOLAS Y SU DINÁMICA 1. INTRODUCCIÓN. FACTORES QUE HAN CONDUCIDO A NUESTRO MAPA INDUSTRIAL. El mapa industrial español se caracteriza por el desequilibrio es la distribución de las localizaciones: unos focos y ejes concentran la mayor parte de las actividades industriales, mientras que la mayor parte del territorio aparecen como un desierto. Pero el desequilibrio se agranda si analizamos el tipo de actividades que se localizan en los diferentes lugares. Las grandes concentraciones industriales localizan las actividades de mayor rango, aquellas que presentan un mayor componente tecnológico y una demanda en expansión y las actividades de gestión empresarial, mientras que en el resto del territorio encontramos las actividades industriales con menor contenido tecnológico, más contaminantes, más intensivas en mano de obra y con un producto estandarizado. De esta forma, podemos hablar de unos núcleos con una fuerte centralidad industrial y de una amplia zona que se puede considerar periferia industrial. Las causas de este reparto desequilibrado hay que buscarlas en dos procesos: ? La forma en la que se llevó a cabo el proceso industrializador español. España, en las etapas iniciales de su proceso industrializador (país «en vías de desarrollo»), ocupaba un lugar semiperiférico con respecto a los centros europeos y mundiales del desarrollo económico. Por ello: ?Las innovaciones -el proceso industrializador lo es- se introdujeron de forma lenta (lento proceso industrializador, de 1830 a 1975), tardía (con retraso con respecto a los países centrales) e incompleta (especialización en sectores “maduros”, deficiencias estructurales y amplios territorios al margen del proceso). Desde el punto de vista territorial, la industrialización llegó desde los centros a las zonas con mayor accesibilidad, como son las zonas portuarias del País Vasco y Barcelona, o a las que ejercían una centralidad sobre el territorio español, caso de Madrid y el sistema radial de comunicaciones. ?La “semiperifericidad” se manifestó en carencias importantes: falta de tecnología, de capitales, etc..., carencias o desventajas que se suplieron en parte recurriendo a las economías de aglomeración, que condujeron a localizaciones muy concentradas en los lugares en los que se estaba llevando a cabo la industrialización. ?España para industrializarse utilizó aquello en lo que tenía ventaja: una mano de obra muy abundante (éxodo rural) y barata. Por ello, se especializó en sectores intensivos en ella, sectores que habían 1 Las regiones industriales españolas y su dinámica Geografía de España-Guiones alcanzado el grado de «madurez» en otros ámbitos más desarrollados, donde el nivel de rentas-salarios era superior y donde la tecnología aportaba otras ventajas. Por ello, cuando las aglomeraciones industriales comenzaron a generar deseconomías, las empresas industriales buscaron nuevas localizaciones en zonas con bajos costes laborales, pero siempre bien comunicadas con los núcleos centrales industriales. Surgieron, así, los ejes del valle del Ebro, del litoral valenciano o las conexiones entre la cornisa cantábrica y Madrid, a través de Valladolid y de Burgos o en las periferias rurales de los focos centrales. ?La industrialización definitiva de España se llevó a cabo entre los años 1960 y 1975, bajo una política de planificación indicativa, en el marco de una política económica intervencionista, típica de una dictadura, y proteccionista. Nuestros planificadores fueron conscientes del desequilibrio que la distribución industrial estaba generando y de los problemas humanos y sociales que estaba generando (enorme éxodo rural, envejecimiento del campo, gran crecimiento de algunas ciudades -secuelas de hacinamiento, infravivienda, etc.-) e intentaron paliarlo a través de unos tibios intentos de ordenación territorial. Para ello, se fomentaron, dentro de los «Planes de Desarrollo», unos Polos de Promoción y Desarrollo Industrial, que pretendían incentivar localizaciones en zonas con mano de obra disponible y escasa implantación industrial, buscando un cierto reequilibrio. Aparecieron, así, focos industriales en el bajo Guadalquivir, en las costas gallegas y algunas zonas del interior. ? La fase «desarrollista» se vio interrumpida por el impacto de la crisis mundial de 1973 en nuestra economía. Se trataba de una crisis estructural en la que se ponía en entredicho la utilización intensiva de mano de obra y de recursos (especialmente energéticos) y las formas empresariales ligadas a la gran fábrica. La salida de la crisis había de venir a través de un doble proceso complementario: ? El redimensionamiento empresarial que capacitaba para financiar la innovación, que debía venir acompañado de la desconcentración productiva: la localización de los diferentes segmentos productivos en los lugares en los que fuese más óptimo para abaratar costes. Es decir, las actividades más intensivas de mano de obra allí donde fuese ésta más barata y las de gestión, innovación y control en los lugares donde hubiese una mayor centralidad. ? La introducción de innovaciones tecnológicas sustitutorias de mano de obra y transformadoras del propio proceso productivo: aumentan la productividad, permiten el fraccionamiento productivo, etc. Las repercusiones territoriales de este proceso fueron: 2 Las regiones industriales españolas y su dinámica Geografía de España-Guiones ?La aparición de zonas industriales «en declive» en los lugares altamente especializados en sectores y formas organizativas en crisis. Alta especialización que impedía una fácil reconversión, o que si ésta se producía ocasionaría importantes problemas sociales (paro, etc.). Se trata de la cornisa cantábrica: Asturias, Cantabria y el País Vasco. ?Las zonas tradicionalmente industriales sufrieron la crisis, deteniendo o ralentizando su crecimiento. Menos los lugares más diversificados o los que tenían sectores más innovadores, como eran los casos del eje levantino-valenciano, del valle del Ebro o de Madrid. ?Las zonas tradicionalmente industriales sufrieron procesos de deslocalización industrial, bien porque algunas empresas salieron del país buscando ubicarse en lugares con costes sociales o ambientales menores, bien porque otras buscaron dentro de la misma España localizaciones en lugares con estas características, que encontraron en el territorio que era de «vacío industrial», donde había mano de obra disponible (ahora no podía emigrar a los núcleos industriales en crisis), esto es en la periferia, pero siempre en torno a los ejes de comunicaciones. Así, tuvo lugar un doble proceso: -Aparecieron localizaciones industriales en la periferia de los núcleos industriales. -En lo rural bien comunicado comenzó a introducirse la industrialización. Esta relocalización industrial no quiere decir que los tradicionales núcleos industriales se desindustrializasen. Por el contrario, conservaron aquellas actividades de mayor rango, vinculadas a la innovación, el control y la gestión, y aquellas que suponían un mayor nivel tecnológico. Las actividades deslocalizadas fueron las DCTB. ?El estado español, desde 1986 con la ayuda de la CEE, llevó a cabo políticas de apoyo a la reconversión, que incentivaron la relocalización y el reequilibrio industrial, a la par que la innovación. El resultado de estos procesos es nuestro actual mapa industrial. 2. EL MAPA INDUSTRIAL ESPAÑOL Y SU DINÁMICA La localización de la industria en España se corresponde “grosso modo” con el mapa del sistema urbano español. Así, podemos hablar de un sistema industrial español, en el que diferenciamos: 1. Subsistemas evolucionados o desarrollados, caracterizados por las altas densidades industriales y por la amplia difusión territorial de las empresas industriales. Son: 3 Las regiones industriales españolas y su dinámica Geografía de España-Guiones -Eje cantábrico -Eje mediterráneo (de Cataluña a Murcia) -Eje del valle del Ebro -Madrid. En el seno de estos ejes se observa un progresivo desplazamiento del centro de gravedad hacia el eje mediterráneo, que se integra en el eje mediterráneo europeo y tiende a crecer (ayudado por las numerosas inversiones públicas en infraestructuras) hacia el Sur, hacia la Andalucía litoral. Igualmente, Madrid tiende, por medio de procesos de desconcentración, a extender su área de influencia industrial sobre CastillaLa Mancha, especialmente a lo largo de las nuevas vías de comunicación. Dentro de estos subsistemas podemos diferenciar entre: 1.a. Grandes aglomeraciones industriales (Madrid y Barcelona). Presentan una gran cantidad de empresas industriales muy diversificadas. Son los lugares preferentes para la localización de las grandes empresas y las de DCTA. También son los principales centros de innovación o donde estas llegan más temprano. Sufren un doble proceso: *Renovación de su estructura productiva: instalación de empresas con un alto índice de innovación y reconversión o cierre de empresas de sectores maduros (metalurgia, automóvil, textil y electrodomésticos. *Fragmentación de su estructura productiva, diferenciando las actividades de control, gestión, innovación y las que requieren una elevada cualificación de mano de obra, que tienden a localizarse en estas grandes aglomeraciones, y los segmentos productivos más intensivos en trabajo que, huyendo de las deseconomías de escala, tienden a localizarse en sus periferias cercanas-accesibles. El resultado es la formación de mallas industriales cada vez más extensa, cuyos ejes principales son las principales carreteras, y con un elevado índice de centralidad en las capitales. 1.b. Los ejes industriales del valle del Ebro, litoral catalán y comunidad valenciana y Murcia. Son el resultado de la primera difusión industrial desde los centros tradicionales (Barcelona y el País Vasco), o de una segunda difusión desde núcleos secundarios (Valencia, por ej.), de allí la importancia de las carreteras para su localización. Presentan una gran diversificación de sectores y una gran variedad empresarial, que va desde las empresas familiares de industrialización endógena hasta las grandes multinacionales. Esta diversidad les permite una gran resistencia ante las crisis y una gran capacidad de adaptación ante los cambios del mercado. 4 Las regiones industriales españolas y su dinámica Geografía de España-Guiones 1.c. Áreas industriales en declive (País Vasco, Cantabria y Asturias). Presentan las siguientes características: *Importantes niveles previos de industrialización y elevadas cuotas de producción y renta por habitante, como corresponde a áreas de “antigua industrialización”, pero que hoy sufren procesos de desindustrialización. *Están sometidos a una evolución más negativa que la del resto del país, por haber tenido una especialización industrial en sectores básicos que en el pasado fueron promotores del desarrollo, pero que en la actualidad se han convertido en “maduros”. Esta circunstancia les hace perder posiciones en la jerarquía territorial. *Manifiestan escasa capacidad de respuesta y adaptación a las nuevas tendencias y a los cambios del mercado. *Presentan unas infraestructuras tradicionales y poco adecuadas (obsoletas) para los nuevos requerimientos industriales. *Tienen déficit importantes en servicios avanzados para las empresas. *Suelen tener mercados laborales poco flexibles, monoespecializados en sectores “maduros” y con una fuerte implantación sindical que genera fuertes rigideces salariales o para el despido. *La iniciativa empresarial, con escaso desarrollo de las PYMEs y clara preponderancia de grandes empresas DCTB, presenta también fuertes rigideces y escasa capacidad de adaptación a los cambios. *Presentan un fuerte deterioro medioambiental. No obstante, cabe establecer diferencias entre Asturias y Cantabria que iniciaron su declive en los años 60, y el País Vasco que lo inició más tarde, a partir de la crisis de 1975, y presenta ámbitos diferenciados: Vizcaya (Gran Bilbao) y la industrialmente dependiente Guipúzcoa, tiene dos zonas distintas, la orilla izquierda del Nervión, donde predominan los sectores maduros, y la orilla derecha, donde se están produciendo los nuevos emplazamientos industriales de empresas más vitales, con DCTA, etc...y desde fechas recientes está comenzando a dar cifras de crecimiento económico. 2. Regiones del interior y Canarias. Presentan una bajísima densidad industrial y las localizaciones industriales se dan en lugares1 en los que se da una especial concentración de recursos transformables (industrias agroalimentarias), o son puntos estratégicos en la red de transporte, o presentan mercados de consumo de una amplitud suficiente (industrias 1 Generalmente las capitales de provincia o las cabeceras comarcales. 5 Las regiones industriales españolas y su dinámica Geografía de España-Guiones ligeras de bienes de consumo). Carecen de procesos difusores propios y se han especializado en actividades de DCTB, muy intensivas en trabajo, pues su principal ventaja radica en su bajo nivel salarial y escasa conflictividad laboral. 3. Subsistemas industriales de desarrollo tardío, localizados en los ejes litorales gallegos (La Coruña-Ferrol y Vigo-Porriño-Redondela) y en la Andalucía occidental (Huelva-Sevilla-Cádiz y zonas del alto Guadalquivir), presentan una estructura industrial poco diversificada y especializada en sectores DCTB, muy intensivos en trabajo y “maduros”, muchas veces relacionados con la instalación de grandes empresas públicas de sectores básicos (químico, astilleros...) y los fenómenos de industrialización inducida que producen. Se han visto sometidos a fuertes procesos de reconversión, algunas veces aún sin acabar, que han frenado su crecimiento. 6