enterramientos en iglesias de bizkaia

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KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao
Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia
N.º XXIII, pp. 5-110, 1996
ISBN 0214-7971
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Las necrópolis interiores de Santo Tomás Apóstol (Arrázua), Santa María de
ldibaltzaga (Errigoiti), Santa María de Uríbarri (Durango ), San Agustín de
Etxebarria, San Martín de Arteaga (Zamudio), Santa María (Güeñes),
San Pedro de Romaña (Trucíos)
C. de la Rúa (*)
M. D. del Monte (#)
J. Orúe (*)
RESUMEN
Este trabajo surgió a partir de un proyecto encargado por la Dirección del Patrimonio Histórico de la Diputación Foral de Bizkaia, a fin de evaluar el interés antropológico de los cementerios contenidos en las iglesias,
de cara a planificar futuras intervenciones que pudieran afectar a dichos espacios. Se eligieron siete templos
representativos de la provincia de Bizkaia, realizándose dos sondeos en cada uno. En base a las evidencias
arqueológicas y a los datos documentales se ha establecido la extensión y estructura de los espacios sepulcrales, la cronología de uso de los cementerios, las prácticas inhumatorias y otros aspectos asociados a los enterramientos tales como rituales funerarios; asimismo se ha evaluado la información antropológica contenida en
los restos óseos recuperados, con vistas a futuros estudios de las necrópolis interiores de las iglesias.
SUMMARY
This paper arose from a project commissioned by the Diputación Foral (Provincial Council) of Bizkaia's
Historie Heritage Directorate, which was designed to evaluate the anthopological interest of church cemeteries,
as an aid in planning future interventions affecting such areas. Seven representative churches in Bizkaia were
chosen, with two soundings being performed in each. Archaeological evidence and documentary data were used
to establish the size and structure of the cemeteries, time-scale of use, burial practices and other related features of burials such as funeral rites. Anthropological information supplied by the bones recovered was also evaluated with a view to further studies of inchurch necropolis.
(*) Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Facultad de Ciencias. Dpto. Biología Animal y Genética. Apdo. 644. 48080 Bilbao.
(#)Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Facultad de Bellas Artes. Dpto. de Historia del Arte. Apdo. 1797. 48080 Bilbao.
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C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
LABURPENA
Idazlan hau, Bizkaiko Foru Aldundiko Ondare Historikoko Zuzendaritzak enkargatu zuen proiektu batean
oinarrituaz sortu zen, elizetan barrusartutako hilerrien antropologiazko interesa ebaluatzeko asmotan, aipatu
espazioetan eragina izan ditzaketen geroagoko partehartzeak planifikatzeari begira. Bizkaiako lurraldearen erakusgarriak diren zazpi eliza hautatu ziren, bakoitzean bina sakonketa-lan eginaz. Arkeologiaren ikuspegitik
nabaria dena eta agiri bidezko datuak oinarritzat hartuaz, hilobietako espazioen hedapen eta egitura, hilerriak
erabiltzeko kronologia, lurperatzeko praktikak eta, hiletazko erritoak kasuko, lurperaketekin zerikusia duten
beste arlo batzuk ezarri izan dira; halaber, berreskuratu diren hezurrezko hondakinetan barrusartzen den antropologiazko argibidea ebaluatu izan da, elizetako barruko hilerrien geroagoko azterlanei begira.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
INDICE
1.- INTRODUCCIÓN
1.1. Presentación
1.2. Objetivos del estudio
1.3. Metodología:
1.3.1. Intervenciones arqueológicas
1.3.2. Investigación documental
2.- LOS DATOS RECUPERADOS
2.1. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua)
1. Introducción
2. Las sepulturas: estructura y disposición
3. Las inhumaciones: restos esqueléticos y ajuares
4. Las cronologías: evidencias arqueológicas y registro documental
5. Anexo documental
2.2. Iglesia de Santa María de Idibaltzaga (Errigoiti)
l. Introducción
2. Las sepulturas: estructura y disposición
3. Las inhumaciones: restos esqueléticos, ajuares y registro documental
4. Anexo documental
2.3. Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango)
1. Introducción
2. Estructura sepulcral
2.1. El sondeo 2
2.2. El sondeo 3: definición de la estructura sepulcral
3. Las inhumaciones: evidencias antropológicas y materiales
4. Las cronologías: evidencias arqueológicas y registro documental
5. Anexo documental
2.4. Iglesia de San Agustín de Etxebarria
l. Introducción
2. El suelo interior del templo y localización de los sondeos
3. Estructura de las sepulturas
4. Las inhumaciones: evidencias arqueológicas y antropológicas
5. Las cronologías
6. Anexo documental
2.5. Iglesia de San Martín de Arteaga (Zamudio)
1. Introducción
2. Las sepulturas: estructura y disposición
2.1. El sondeo A y el enlosado delantero
2.2. El sondeo B: la definición de un espacio sepulcral
3. Las inhumaciones: restos esqueléticos y ajuares
4. Las cronologías: evidencias arqueológicas y registro documental
5. Anexo documental
2.6. Iglesia de Santa María (Güeñes)
l. Introducción
2. La estructura sepulcral
3. Las inhumaciones: restos esqueléticos y ajuares
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4. Las cronologías
5. Anexo documental
2.7. Iglesia de San Pedro de Romaña (Trucíos)
l. Introducción
2. La estructura sepulcral
3. Las inhumaciones
4. Las cronologías
5. Anexo documental
3.- DISCUSION Y VALORACION GENERAL
3.1. El espacio sepulcral
l. Localización de los sondeos
2. Configuración del espacio sepulcral
3. Estructura del cementerio: características constructivas y cronología
4. La utilización del cementerio interior
4.1. Cronología del uso de los cementerios en el interior de las iglesias
4.2. Disposiciones sobre enterramientos
5. Restos antropológicos y prácticas de inhumación
6. Los Osarios y los Camposantos
3.2. El ritual funerario
l. Usos y costumbres en tomo a la muerte
2. El uso de las sepulturas: aspectos legales y etnológicos
3. Inhumaciones infantiles
4. Ajuares
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
1.- INTRODUCCIÓN
1.1. Presentación
El trabajo que aquí se presenta surgió a partir de
un proyecto encargado por el Servicio del Patrimonio
Histórico de la Diputación Foral de Bizkaia, que pretendía inicialmente disponer de una valoración científica de los cementerios contenidos en las iglesias, de
cara a planificar futuras intervenciones (obras varias)
que pudieran afectar a dichos espacios. La elección
de los templos se realizó teniendo en cuenta la importancia histórica de los mismos y su localización geográfica.
El trabajo se inició con la búsqueda de datos documentales sobre enterramientos y noticias constructivas, que permitieran planificar la realización de los
sondeos de la manera más adecuada y productiva posible. Se realizaron dos sondeos en cada templo que en
función de su interés, supusieron en ocasiones la intensificación de la investigación. Debido a ello, el trabajo
acabó adquiriendo mayor complejidad de lo previsto,
abriendo vías de investigación en aspectos no contemplados en el proyecto inicial. Los resultados del trabajo realizado fueron recogidos en sendos informes
entregados en el Servicio de Patrimonio de la Diputación Foral de Bizkaia tras los años 1992 y 1993, fecha
en que se realizaron los trabajos de campo. Posteriormente, dicho Organismo consideró de interés proceder
a la publicación de los resultados, para lo que se ha llevado a cabo una ampliación y reelaboración de los
datos, con el fin de presentarlos de forma integrada,
aún a riesgo de evidenciarse algunas lagunas interpretativas, ya que la problemática planteada requeriría en
algunos casos reunir datos que exceden el carácter
prospectivo con que se abordó el estudio.
En el proyecto han participado antropólogos,
arqueólogos y una historiadora-documentalista.
Como colaboradores en los sondeos arqueológicos
han intervenido Raquel Felstein, Javier Fernández
Bordegarai, Txema Salgado, Gloria Vázquez y J.
Domingo Villarroel; la dirección arqueológica ha
corrido a cargo de Jase Luis !barra, la documentación
histórica ha sido estudiada por Mª Dolores del Monte y el Proyecto en su conjunto ha sido dirigido por
los Dres. Concepción de la Rúa y Josu Orúe. Gran
parte de los datos expuestos en esta publicación proceden de las Memorias de excavación. Estas se
encuentran depositadas en el archivo Foral de Bizkaia
(sección arqueológica) con las siguientes signaturas:
Arrázua, Etxebarria, Zamudio y Güeñes 28/1; Errigoiti, Durango y Trucíos 38/1. En las mismas, la
documentación arqueológica (descripción detallada
de UU.EE., periodización de la estratigrafía, registro
de materiales) fue redactada por J.L. !barra; la documentación procedente de archivos por M.D. del Mon-
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te y la valoración antropológica de las distintas iglesias por C.de la Rúa y J. Orúe. El trabajo que aquí
presentamos es una reelaboración de aquéllos,
habiéndose añadido nuevos datos y una discusión
general de la que son responsables los firmantes.
Queremos agradecer la colaboración de los párrocos de todas las iglesias estudiadas, quienes han facilitado en todo momento la realización de los sondeos,
en algunos casos en difíciles condiciones, por desarrollarse en los templos funciones de culto de forma
habitual. Asimismo destacar la ayuda prestada por el
área de Urbanismo del Ayuntamiento de Durango en
la realización de los sondeos en la iglesia de Santa
María de Unoarri.
1.2. Objetivos del estudio
l.- Efectuar sondeos en diversos templos de la
provincia de Bizkaia, tomados como representativos
de distintas zonas del territorio, a fin de: a) precisar la
extensión y configuración del espacio sepulcral existente en su interior, b) determinar los tipos de sepulturas así como el contexto arquitectónico y arqueológico asociados, c) determinar la cronología de utilización de los cementerios en base al análisis de los
datos históricos y arqueológicos y d) analizar los
cambios experimentados por los espacios sepulcrales
a lo largo del tiempo.
2.- Valorar el estado de conservación de los
cementerios contenidos en las iglesias y el grado de
perturbación experimentado a causa de construcciones y obras sucesivas. En función de ello, determinar
la conveniencia o no de excavar y conservar la totalidad de las sepulturas y establecer los criterios y el
interés científico en cada caso.
3.- Valoración antropológica sobre el estado de
preservación de los restos esqueléticos y la información potencial contenida en estos materiales. Informar sobre la conveniencia de efectuar análisis antropológicos sobre el terreno cuando los restos presenten
un deficiente estado de conservación. Diferenciación
de restos antropológicos pertenecientes a espacios
sepulcrales de distinta cronología.
4.- Analizar la representatividad .de la población
inhumada, a fin de valorar la posibilidad de efectuar
estudios familiares, demográficos y otros relativos al
modo de vida, alimentación y estado de salud de la
población en distintas épocas. Para ello se considerarán tanto los datos documentales como las evidencias
recuperadas en los sondeos.
5.- Reconstruir el ritual de inhumación mediante
la toma de algunos datos "in situ" tales como identificación anatómica, posición de los restos óseos, desplazamientos postmortem, reconocimiento de conexiones anatómicas, mezcla de huesos de distintos
individuos e identificación de posibles osarios.
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6.- Ilustrar las interacciones existentes entre la
problemática histórica y la información antropológica en el caso de inhumaciones realizadas en el interior de los templos. Para ello se interrelacionan los
datos provenientes de tres fuentes, arqueológica,
documental y antropológica.
1.3 Metodología
1.3.1. Intervenciones arqueológicas
Durante la planificación del presente trabajo, y en
función de los objetivos marcados inicialmente, se
optó por la aplicación de las directrices de análisis
estratigráfico propuestas por Edward C. Harris en su
obra "Principios de Estratigrafía Arqueológica", al
tiempo que se tomaron también en consideración los
planteamientos que el Departamento de Arqueología
Urbana del Museo de Londres propone para la descripción y registro de los yacimientos, basado en un
registro gráfico y escrito en fichas individuales de
contexto o unidad estratigráfica simple.
Sin embargo problemas de tipo metodológico surgidos durante el propio proceso de excavación, así
como durante la fase posterior de interpretación, obligaron a replantearse la aplicación sensu stricto de los
sistemas reseñados, a fin de alcanzar una mejor comprensión de los procesos reflejados en los rellenos
arqueológicos de las sepulturas. En este sentido se
decidió no otorgar número de unidad estratigráfica a
los esqueletos, y considerarlos por tanto como hallazgos, aislándolos así de la secuencia estratigráfica. La
razón que justificaba este proceder era obviar los problemas que plantea el hallazgo de varios individuos,
a idéntico o distinto nivel, dentro de una capa indiferenciable.
Asimismo, y a fin de salvar la dificultad que supone no detectar variaciones en unos rellenos que se
presumía cronológica y secuencialmente distintos, se
tomó la decisión de establecer distinciones cuando se
encontrara alguna evidencia que permitiera su caracterización. De este modo si una capa se diferenciaba
por la aparición de un límite o estructura (presencia
de ataúdes o restos de ellos, distintos modelos de
prácticas inhumatorias ... ), se individualizaba en dos
hechos distintos, aún y cuando compositivamente no
se observara variación alguna. Así la superficie donde yacía un esqueleto se utilizó como criterio de diferenciación estratigráfica.
Otro aspecto al que hacer referencia en relación a
la secuencia estratigráfica, tiene que ver con las
cubiertas de las sepulturas, fundamentalmente en
aquellos casos en que se relacionan con estructuras de
muros configuradoras del espacio sepulcral. Este·ele~
mento se consideró como el de deposición más tardía
de todo el conjunto, a pesar de que obviamente
cubierta y sepultura resultan constructivamente coetáneas.
Sin embargo, a medida que se efectuaban los sondeos nos encontrábamos con casuísticas propias que
obligaban a la adopción de soluciones diversas y puntuales. Lo que en unos casos se mostraba acertado,
por lo general allí donde existía una delimitación
estructural de los espacios sepulcrales, y una ordenación seriada de las inhumaciones, en otros casos revelaba una cierta inadecuación, manifestada bien en el
propio yacimiento, o bien durante el posterior proceso de análisis de la información.
Para el registro de los datos se han utilizado dos
modelos diferentes de fichas, unas para los aspectos
arqueológicos y otras para los vinculados a la Antropología Física. Ambas fueron cumplimentadas por
especialistas de cada ámbito.
La intervención antropológica se desarrolló fundamentalmente in situ, ya que es precisamente durante la excavación cuando hay que soslayar diversos
problemas planteados por las prácticas y condiciones
inhumatorias. A excepción de los esqueletos integrados en ataúdes, el mayor problema lo han supuesto
los esqueletos depositados directamente sobre los
rellenos, ya que éstos contenían frecuentemente una
elevada cantidad de restos óseos sin conexión anatómica, lo que dificultaba la individualización de los
sujetos. Esta labor adquiría un nivel de complejidad
superior en aquellos casos en que encontrábamos
individuos desplazados y alterados a causa de inhumaciones posteriores. En estas condiciones hemos
hallado varios esqueletos infantiles, lo que unido a la
fragilidad de estos restos, permite comprender la dificultad de su recuperación íntegra.
Las fichas antropológicas anteriormente reseñadas se cumplimentaron para aquellos individuos cuyo
esqueleto se hallaba más o menos completo o representado por un importante número de componentes,
anotando la posición de los restos, su estado de conservación, alteraciones o desplazamientos y cuantas
incidencias se observaran en relación con los inhumados. En el caso de los huesos dispersos y sin conexión anatómica, simplemente se tomó nota de su
importancia numérica y compositiva (proporción de
distintos elementos anatómicos).
En la presente publicación y en los apartados descriptivos de cada sondeo, se ha evitado hacer referencias concretas de la secuencia estratigráfica, que si
bien hubiesen ordenado seriadamente los hallazgos
referidos, no habrían ayudado en la interpretación de
cada sepultura como un conjunto heterogéneo de elementos interrelacionados, desviándose finalmente del
planteamiento y propósito que animan el presente trabajo. En cualquier caso, tales precisiones de la
secuencia estratigráfica, quedan recogidas en los
informes de cada excavación.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
1.3.2. Investigación documental
La documentación comenzó a vaciarse antes de
iniciarse los sondeos arqueológicos, con el fin de realizar éstos en las áreas del templo más informadas. La
investigación se ha centrado en la documentación de
procedencia eclesiástica, especialmente libros de
Fábrica y de Finados.
Primeramente se analizaron los libros de Fábrica,
de las fechas más modernas a las más antiguas, pues
el interés prioritario estaba en un primer momento en
documentar las transformaciones recientes del espacio sepulcral. Interés que luego se amplió. Las noticias constructivas en época moderna se han indicado
somera y selectivamente, a fin de indicar intervenciones que pudieran haber incidido en el ámbito mortuorio.
Después se vaciaron los libros de Finados, transcribiéndose sólo aquellas noticias que proporcionaban información sobre el lugar de enterramiento o
relaciones familiares. En algún caso se vació únicamente el libro de Finados más antiguo (Arrázua, Trucíos ), por considerar que proporcionaba suficiente
información.
Asimismo, se han consultado otros documentos
(Libros de Aniversarios y Capellanías, Libros de
Cofradías, Libros de Cabildo, Papeles Varios), que
han proporcionado información escasa, y en su
mayor parte nula (en Arrázua, Trucíos, Errigoiti,
Zamudio ), de tal modo que se han obviado en aquellas parroquias que contaban con suficientes datos de
Fábrica y de Finados (Güeñes, Durango).
Un primer hecho a destacar es la desigualdad
informativa resultante según parroquias, la cual obedece, en nuestra opinión, no tanto a falta de exhaustividad en el vaciado, como al diferente celo o minuciosidad en la consignación de los haberes y deberes
de las fábricas, y en el cumplimiento de los mandatos
de los Visitadores por parte de los mayordomos, problema al que se enfrenta también la documentación
de cualquier otra intervención en edificios religiosos.
Esta desigualdad es especialmente manifiesta en
los Libros de Finados. Así, no se indica el lugar de
enterramiento en Etxebarria, Güeñes, y Durango (si
bien en Santa María de Unoarri disponemos del listado de asignación de sepulturas en el S. XVIII proporcionado por la documentación municipal); sólo
circunstancialmente en Zamudio, y en Trucíos. En
cambio, en Errigoiti hay abundantes datos. En Arrázua, el 1º libro de Finados proporciona información
exhaustiva de los lugares de enterramiento en el siglo
XVI.
Con todo hemos de destacar la riqueza de los
Libros de Fábrica de las dos parroquias perteneckntes a las Encartaciones, especialmente la información
que proporcionan las Visitas, exhaustivamente reco-
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gidas en las fuentes, cuya prolijidad ha determinado
que transcribamos sólo las directamente relacionadas
con el espacio sepulcral.
En todas las parroquias investigadas hemos omitido mandatos sobre "cementerios", "pórticos" o
"atrios", por considerar que en la edad Moderna y en
las parroquias objeto de sondeos se entierra en el
interior, y porque la intervención arqueológica iba a
tener lugar dentro de los edificios. Asimismo sólo
hemos referenciado otras disposiciones como prohibiciones de asistencia de clérigos a banquetes fúnebres, etc.
En las parroquias de Durango, Errigoiti, y Zamudio hemos localizado también información de interés
en la documentación municipal (Libros de Actas y
Cuentas), por ejemplo la referente al pago de la obra
de encajonado de sepulturas realizada en el siglo
XVIII. En las Villas de Durango y Errigoiti, el Ayuntamiento es promotor de dicha obra, explicable porque el Concejo es en ellas patrono de las Iglesias,
corriendo a su cargo las obras más perentorias o costosas. En Zamudio, aún siendo Anteiglesia, el Ayuntamiento aparece asimismo como promotor de la
obra, contratándola y costeándola, si bien percibiendo en el mismo año cantidad similar por los dueños
propietarios de las fuesas.
Siglas Archivos:
AFB:
AHEB:
AHPB:
AGSB:
AMD:
AME:
Archivo Foral de Bizkaia (en Bilbao)
Archivo Histórico Eclesiástico de
Bizkaia (en Derio)
Archivo Histórico Provincial Bizkaia
(en Bilbao)
Archivo General del Señorío de Bizkaia
(en Gernika)
Archivo Municipal de Durango (en
Museo de Arte e Historia de Durango)
Archivo Municipal de Errigoitia
Glosario términos (documentación):
ANIVERSARIO: celebración de misas conmemorando el día de la muerte del difunto.
AÑAL: paño negro y ofrenda (candela de cera y
torta de pan) que la mujer más allegada pone sobre la
sepultura familiar de la Iglesia durante el año de duelo ( 1º año) a partir de la muerte de un pariente o en
otras misas por el difunto. Parece que al principio los
paños de sepulturas podían permanecer allí depositados de modo permanente durante el 1º año de duelo,
y durante la celebración de oficios de difuntos. Con el
paso del tiempo se va restringiendo la costumbre a su
permanencia sólo cuando hay oficios de difuntos. Las
candelas sólo se permiten, ya desde el siglo XVI,
durante la celebración de oficios por el difunto.
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CAPELLANÍA: mantenimiento de uno o varios
sacerdotes a cambio de una celebración cotidiana o
semanal a perpetuidad, para lo cual se lega cierta cantidad de dinero.
CARIDADES O CHARIDADES: también llamados Refrescos, el término aparece en la documentación de Trucíos y consiste en el reparto por parte de
los testamentarios, a instancia de los clérigos, de pan
y vino y carne entre los asistentes al término del funeral, novenario o cabo de año. En otros lugares, generalmente estos "asistentes" eran pobres, que recibían
tales viandas a la puerta de la iglesia o de la casa del
finado, a cambio de contribuir con sus rezos a la salvación del difunto.
CARNER o CARNERA: Osario
CIRIO: Vela enrollada en tomo a un taco de
madera.
CUERPO MENOR: según las Constituciones
Sinodales de Burgos de 1575, el varón menor de 14
años, y la mujer menor de 12.
FUESA: Sepultura.
HACHA: Vela gruesa.
HACHERO: soporte de madera en donde se colocaban velas y hachas.
MEMORIA: reducido número de misas anuales,
generalmente conmemorativas de alguna fiesta del
calendario litúrgico
OBLADA: Pan de ofrenda que se lleva a la iglesia por los difuntos.
RUMEN: sepultura.
Según L. Gómez, las ofrendas, caridades y añales
deben ponerse en relación con la creencia de que "el
muerto no estaba del todo muerto: un "doble" sobrevivía durante cierto tiempo, generalmente un año,
hasta que las ceremonias de los segundos funerales
-el añal abarca este período- consagraba la incorporación del difunto al mundo de los muertos".
Las ofrendas y caridades son comunes a diversas
zonas y hacen pensar en la pervivencia de ciertos
ritos paganos conservados por la tradición popular.
La costumbre, afirma la misma autora, "se remonta a
los primeros tiempos del cristianismo: en las primeras sepulturas cristianas se preparaba a veces un conducto por el cual se enviaba un poco de agua al difunto sediento, plasmándose también relieves de comidas sobre las tumbas, signos que mostraban la creencia de una muerte no concluida del todo. Los banquetes sobre las tumbas el día de los funerales, el
noveno día o el día del aniversario de la muerte fueron poco a poco prohibidos, pero las ofrendas alimenticias continuaron practicándose hasta el siglo
XVIII .... " (GOMEZ NIETO, L. Ritos funerarios en el
Madrid medieval, Madrid, A. C. Al-Mudayna, D. L.
1991, p. 69).
2.- LOS DATOS RECUPERADOS
2.1. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua)
l. Introducción
El templo ocupa un lugar dominante en el camino
Gemika-Lumo, alejado de la población de la Anteiglesia de la que es parroquia.
Su fundación parece ser medieval. Sin embargo el
edificio actual es renacentista en sus muros perimetrales (el año de 1530 se suele dar como fecha de
construcción), con intervenciones posteriores .barrocas, y sobre todo neoclásicas, que le han convertido
en una Iglesia-salón o· columnaria. La torre es del
siglo XVII, al menos en sus dos cuerpos bajos.
Se asienta sobre una terraza artificial elevada, con
muros de contención. Los paramentos están enlucidos salvo en esquinas y contrafuertes.
Dispone de tres naves de igual altura, y cuatro tramos, más capilla mayor rectangular coronando la
central. El abovedamiento es de comienzos del siglo
XIX (1817), atribuible a la intervención neoclásica de
Juan Bautista Belaunzaran, elevando las paredes laterales (al menos metro y medio) y proyectando el abovedamiento actual en medio punto o baídas, en sustitución de anteriores bóvedas "artesonadas". El ábside, en cambio, se cubre con bóveda de crucería. Los
soportes interiores son columnas toscanas y pilares,
además de pilastras en los muros.
Cuenta además, coro alto a los pies en donde
consta la fecha de ejecución (1772), sustituyendo a
otro anterior de madera, de sacristía en la cabecera, y
torre-pórtico centralizada a los pies, que se concluye
en 1797.
Rodea el edificio un pórtico cubierto sobre pies
derechos y murete de mampuesto, y enlosado de arenisca (1).
Nuestra intervención se centró en dos puntos distintos del espacio interior del templo, localizándose el
denominado sondeo A (2,32 x 1,46 m) en el segundo
tramo de la nave central, en una zona limitante con el
intercolumnio que comparte con la nave del Evangelio, y el sondeo B (1,90 x 1,45 m) en el tramo posterior de la misma nave, desplazándonos ligeramente
hasta alcanzar la nave de la Epístola (Fig. 1) Ambos
sondeos permitieron identificar un mismo tipo de evidencias, correspondientes a un espacio destinado a
uso funerario.
(!)
OAR-ARTETA ARZANEGUI, S. y BARRIO LOZA, J. A.
"Iglesia de Sto Tomás de Arrazua. Gemika-Lumo",. en Monu·meñtós0déBizkaia. Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao 1987, T.
11. Uribe-Busturialdea-Lea-Artibai, pp. 121-132.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
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Figura l. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua): Plano y planta de la iglesia indicando la localización de los sondeos (Dibujo de J.L. !barra
sobre plano de J. Allende Landa, publicado en VV.AA.: Monumentos de Bizkaia, T.II. Uribe-Busturialdea-Lea-Artibai. Bilbao, 1987,
p. 122.
2. Las sepulturas: Estructura y disposición
Se procedió a retirar el entarimado que constituye
el suelo actual de las naves, poniéndose al descubierto dos cubiertas completas de sepulturas en cada sondeo (Figura 2). Estas presentan su eje mayor en
orientación este-oeste, y están integradas en un conjunto sepulcral más amplio ordenado en filas o bandas norte-sur, que se suceden contiguas y paralelas
por el interior del templo.
Las cubiertas estaban realizadas en planchas de
madera de castaño, presentando formas perfectamente rectangulares en planta. Sobre su extremo oriental
portaban una . indicf!t;:,ión pumérica seriada, que se
ordena secuencialmente de norte a sur en la nave
(Figura 2). El número grabado sobre la madera, pre-
sentaba sección en V y con mucha probabilidad era
obra del mismo artesano. Los números 31 y 32
corresponden a las sepulturas exhumadas en el sondeo A y los números 111 y 112 a las del sondeo B.
Similares en su aspecto general, estas cubiertas
muestran algunas peculiaridades de interés. Así, en el
sondeo A se observa la impronta donde se alojó una
argolla circular, presumiblemente metálica, destinada
a facilitar su apertura y levantamiento. Ésta se halla
próxima al extremo oriental de la cubierta y sobre su
eje longitudinal central.
Tal elemento está ausente en las cubiertas del sondeo ·B que, además, se encuentran en general peor
conservadas que las del sondeo A. Ambas exhiben en
su extremo oriental un estrecho listón que se les añade claveteado para completar su longitud total ( 1,985
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m); además en la cubierta nº 112 se aprecian dos
tablas de desigual anchura. En este último caso, el
conjunto se refuerza desde su cara inferior con tres
estrechos listones de madera, dispuestos transversalmente a intervalos regulares, también claveteados a
las tablas de la cubierta.
Otro aspecto a señalar es la distinta anchura que
presentan estas cubiertas entre ambos sondeos, siendo las del B inferiores en 50 mm a las del sondeo A
(0,60 m).
En su ordenación en bandas transversas a las
naves, las cubiertas se van sucediendo contiguas sin
elementos interpuestos de separación. Éstos, sin
embargo, se hacen evidentes en sus límites oriental y
occidental, no tanto para individualizar bandas contiguas, sino como elementos de apoyo para la sustentación de las cubiertas por sus extremos cortos.
Tales apoyos aparecen formados por ristreles en
madera de castaño, y originalmente presentaban formas de paralelepípedo recto de sección prácticamente cuadrangular (0,15 x 0,16 m), dos de cuyos vértices fueron eliminados a fin de obtener un rebaje en
ángulo recto entrante, que sirviese para sustentar y
afirmar las cubiertas (Figura 3).
bazón. Cinco ladrillos superpuestos componen la única cara vista del pilar del sondeo A, de 45 mm de
espesor y 0,29 m de longitud (Figura 3). En los cuatro ladrillos que conforman el pilar del sondeo B, la
longitud es de 0,255 m (Figura 4). Los ladrillos se
encuentran recorridos por grietas y fracturas debidas
seguramente al peso de la estructura sustentada y n la
presión presumiblemente añadida del deambular de
los feligreses.
b) el pilar del perfil oriental del sondeo A ha sido
realizado con piedras areniscas de diverso tamaño,
ordenadas en dos «hiladas» a hueso. Este pilar permite pocas observaciones más ya que se localiza muy
esquinado al norte del sondeo y excede el límite del
área excavada.
Todos los pilares se alojan en el interior de una
«Zanja de cimentación» practicada en el relleno subyacente, caracterizada por: bordes lisos y rectos, la
inclinación gradual de sus lados hacia un fondo plano, y su escasa profundidad.
En ese mismo relleno, en el espacio comprendido
entre los ristreles y justo bajo las cubiertas de madera, se hallan excavadas las fosas sepulcrales. Las
correspondientes al sondeo A presentan en planta formas rectangulares de ángulos redondeados, con dimensiones bastante
regularizadas (Figura 3). Por el contrario, en el sondeo B la fosa más
meridional muestra una forma claramente trapezoidal, en contraste con
la marcada irregularidad de la sepultura inmediata. Por otra parte, en
este último sondeo parece evidenciarse que la forma y dimensiones
de una fosa sepulcral condicionan
las de la contigua. Todos los ejemplares documentados muestran
paredes verticales rectas y fondos
planos (2).
A diferencia de lo que se observa a
nivel de las cubiertas -que no presentan solución de continuidad- las
fosas sepulcrales se encuentran individualizadas unas de otras por una
Figura 2. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua), Sondeo A: sepulturas nº 31 y 32. En el delgada franja de tierra medianera
extremo oriental de las cubiertas se aprecian los número grabados y la impronta de (Figura 3 y 4).
una argolla circular.
Quedaría por determinar el número
de sepulturas que cubren el suelo de
Los ristreles, por su parte, se apoyan en cortos
las naves; a este respecto no hemos hallado ningún
pilares (0,16-0,19 m de altura), habiéndose documentado parcialmente dos de estos pilares en los perfiles
(2)
Nos encontramos con fosas abiertas en la tierra, sin asociación
este y oeste del sondeo A (Figura 3), y un tercero en
con lúnites estructurales y donde las inhumaciones de adultos se
el cantil occidental del sondeo B (Figura 4), difirienpractican sobre el mismo fondo de la fosa, lo que supone la
do en sus materiales constructivos:
excavación íntegra del relleno sepulcral cada vez que se utiliza
una sepultura. En estas circunstancias, hay que cuestionarse el
a) aquellos que asoman en los perfiles occidentavalor de la forma de la sepultura como informador histórico.
les, se aparejan en ladrillo sin elemento alguno de tra-
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
15
dato documental, y, ateniéndonos a
las evidencias exhumadas, se puede
indicar que existen al menos 112
sepulturas.
El 1º Libro de Fábrica de la
parroquia recoge en 1781, fecha en
la que ya se encontraba en uso la
estructura sepulcral que hemos descrito, la construcción de un enlosado que afectaba a «los dos tramos
que hay entre las sepulturas y las
paredes de ambos costados de la
iglesia, y bajo el coro, por cuanto
estaban antes de empedrado o calzada, que a menudo se saltaban las
piedras» (3), sin que se pueda conocer el área del templo cubierto por
las sepulturas. No obstante, a tenor
de la numeración existente en las
Figura 3. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua), Sondeo A: se observan los ristreles ~e
cubiertas del sondeo A (nº s 31 y
apoyo de las cubiertas de las sepulturas, los pilares sobre los que se sustentan los ns32), puede sugerirse que el primer
treles y la franja de tierra medianera.
tramo de la nave quedaba al margen
3. Las inhumaciones: restos esqueléticos y
de la necrópolis, centrándose ésta en los dos tramos
ajuares
traseros. A este respecto habría que considerar la
influencia que pudieron tener los dos pilares de susCada una de las sepulturas puestas al descubierto
tentación localizados en el área señalada, a la hora del
en el sondeo A (nº s 31 y 32) aparecen ocupadas por
diseño del espacio sepulcral en el interior del templo.
dos inhumaciones completas y articuladas, situadas
en posición de decúbito supino, con la cabeza mirando al este. La sepultura 31 contenía un esqueleto
adulto en la zona más baja del rell~no (esqueleto nº 3)
(Figura 5). Este presenta los
miembros superiores extendidos
a lo largo del cuerpo, descansando la mano derecha sobre la epífisis proximal del fémur. En la
posición más alta del relleno se
halló un esqueleto infantil (nº 1)
(Figura 5) situado en la mitad
occidental de la fosa sepulcral,
con las extremidades extendidas
y cuyo cráneo se hallaba ligeramente elevado respecto al nivel
de deposición del cuerpo. La
sepultura 32 contenía asimismo
un esqueleto adulto ocupando la
inhumación inferior (nº 4) y un
infantil en la superior (nº 2)
(Figura 6). El adulto presentaba
las extremidades superiores
extendidas, descansando las
Figura 4. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua), Sondeo B, sepultura nº 112: se observan los
manos sobre las epífisis proximaristreles de apoyo de las cubiertas de las sepulturas, los pilares sobre los que se sustende ambos fémures. Los eleles
tan los ristreles y la franja de tierra medianera.
mentos óseos de los pies y epífisis distales de las tibias, estaban muy deteriorados. El
(3)
cráneo, ladeado hacia el norte, presentaba una conAHEB, 12 Libro de Fábrica.
16
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
Figura 5. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua), Sondeo A, sepultura nº 31: esqueleto adulto (nº 3) ocupando la inhumación inferior
(izda.), y esqueleto infantil (nº 1) en la posición superior (dcha.).
servación muy deficiente. El esqueleto infantil situado sobre éste, se hallaba muy incompleto, careciendo
de cráneo y de la mayoría de los elementos óseos de
las extremidades, conservando fundamentalmente
ambos húmeros y fémures. Este infantil se encontró
situado en la parte media de la fosa sepulcral.
En el sondeo B se detectaron dos sepulturas (nº s
111 y 112), excavándose únicamente la nº 112, dado
que apenas aportaban información adicional a lo ya
detectado en el sondeo A. En esta sepultura se ha
documentado la inhumación de dos esqueletos articulados, situados en posición de decúbito supino y con
la cabeza mirando al este. Al igual que en el sondeo
A, se detectó un infantil (esqueleto nº 3) en el nivel
más superior, y un adulto (esqueleto nº 2) en el fondo
de la sepultura (Figura 7). El esqueleto adulto aparece muy encájonado en los límites laterales de la
sepultura, presentando las extremidades superiores e
inferiores extendidas, con los pies juntos y las manos
sobre las epífisis proximales de los fémures. El cráneo se hallaba bastante deteriorado, sobre todo en la
región facial (Figura 8). El esqueleto infantil se
encontró en muy mal estado de conservación, careciendo de los elementos óseos de las porciones distales. La extremidad superior derecha estaba completamente extendida mientras que la izquierda se presentaba en flexión, con el codo hacia el extremo caudal
del esqueleto. El cráneo estaba asimismo fragmentado (Figura 8).
En todas las sepulturas puestas al descubierto en
los sondeos A y B, las inhumaciones infantiles no
presentaban ninguna relación física con el adulto subyacente, existiendo una tierra de relleno que contenía
un gran número de elementos óseos, dispersos y sin
conexión anatómica. La deposición del individuo
adulto, por la posición estratigráfica que ocupa, permite suponer que en cada nueva inhumación se producía el vaciado de la fosa sepulcral, y en consecuencia, la exhumación de los ocupantes anteriores de este
espacio. Desconocemos cómo se efectuaba esta labor,
esto es, si en la excavación del relleno se mostraba
especial cuidado por extraer los restos de la inhumación precedente o si ésta era vaciada junto con el
relleno. Lo cierto es que se procedía a una limpieza
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
17
Figura 6. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua), Sondeo A,
sepultura nº 32: esqueleto adulto (nº 4) ocupando la inhumación inferior (dcha.), y esqueleto infantil (nº 2) en la
posición superior (izda.).
de las sepulturas ante la necesidad de una nueva inhumación, retirándose selectivamente algunos elementos óseos, ya que por lo general los huesos largos y
los restos craneales no aparecen como integrantes del
relleno, frente a la elevada frecuencia que muestran
los huesos cortos (vértebras, rótulas, huesos del carpo
y tarso) (4).
Los cadáveres debieron ser depositados directamente sobre la tierra, al no haberse encontrado evidencia alguna de ataúdes. Esta circunstancia motiva
que los inhumados se encuentren en contacto directo
con el relleno de las fosas sepulcrales y por tanto con
los restos de diverso tipo que éste contiene. Esto hace
difícil, en muchos casos, aislar aquello relacionado
con las inhumaciones in situ de lo asociado a inhumaciones precedentes alteradas.
La inhumación de los infantiles parece regirse por
otras pautas, que no podemos precisar por el momento. Se ha optado por enterrarlos en la parte media-alta
del relleno, sin que su deposición haya afectado de
alguna manera al adulto subyacente. Esta característica no concurría en la inhumación del adulto, en la
que se procedía al vaciado íntegro de la sepultura.
Este hecho podría suponer, bien una distinta consideración de la práctica funeraria para individuos infantiles, bien la utilización de una sepultura ya en desuso por abandono de la necrópolis interior del templo,
(4)
AHEB, 1ºLibro de Fábrica, la limpieza de las sepulturas parece
ser una práctica habitual en esta parroquia En 1726 y 1731 se
efectúan pagos por dos canastos y una carreta con su cesto, respectivamente, para recoger los huesos de las sepulturas cuando
se abren y transportan a la osera.
al menos para el común de los parroquianos. Aunque
también cabría la posibilidad de encontrarnos ante la
coincidencia de ambos procesos.
Todas las inhumaciones documentadas se hallan
asociadas directamente con diferentes elementos textiles, también presentes como parte integrante del
relleno sepulcral. Sin embargo, lo exiguo de lo conservado impide cualquier reconstrucción de sus formas originales ni relacionarlos con posibles sudarios,
entendidos en sentido amplio, es decir como prendas
de vestir o hábitos que cubriesen el cadáver.
f'.n este sentido, los únicos restos realmente significativos se corresponden con las dos inhumaciones
de la fosa septentrional del sondeo A (nº 31): el
esqueleto nº 1, el infantil, aparecía envuelto en un
paño negro y con la cabeza ceñida por una sencilla
corona confeccionada en cartón (Figura 9); el esqueleto nº 3, el adulto, mostraba sobre una de sus vértebras lumbares una hebilla metálica de cinturón, asociada a una estrecha tira de tela de color marrón, y
portaba en su mano izquierda un rosario de cuentas
blancas (Figura 5).
Los demás restos textiles son de difícil identificación e interpretación por lo limitado de la muestra
18
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
(fragmentos de paño, lana o piel), aunque creemos
pueden relacionarse con elementos de ajuares funerarios, en su mayoría de carácter religioso-cristiano
(rosarios, escapularios).
4. Las cronologías: evidencias arqueológicas y
re'gistro documental
El registro documental consultado ha puesto de
relieve la existertcia de diversos pagos relacionados
con obras relativas a la estructural sepulcral que venimos comentando. Se trata de dos fechas (1736 y
1825) que nos van a permitir encuadrar en un contexto cronológico, la estructura sepulcral que actualmente ocupa el suelo de esta iglesia.
El Libro de Fábrica de la parroquia recoge que el
16 de julio de 1736 Juan de Ariategui, vecino de
Ajánguiz, y sus oficiales iniciaron las obras para el
entarimado de las sepulturas, empleando para ello
madera de castaño que se hizo traer desde la villa vizcaína de Rigoitia. En este mismo año también se anota la compra de una pala de hierro para la apertura de
las fosas sepulcrales (5).
En el año 1825, coincidiendo con la obra de abovedamiento de la iglesia, se vuelven a consignar
importantes pagos por tabla de castaño para sepulturas, traída desde Gernika (6). Suponemos que dichos
pagos van referidos a la reparación de los desperfectos que, con motivo de las obras de abovedamiento,
debieron ocasionarse en la estructura lígnea sepulcral
de 1736, fecha de la que sin duda dataría el diseño y
estructuración de esta necrópolis interior.
Desconocemos el alcance total de la superficie
sepulcral afectada y el número y tipo de elementos de
la estructura dañados y restituidos; ello dificulta la
interpretación cronológica de algunas de las evidencias documentadas. En este sentido, no podemos precisar si las diferencias en conservación y técnicas
constructivas apreciadas en las cubiertas de los dos
sondeos, pueden atribuirse a su realización en diferentes etapas cronológicas o a otros factores. Tampoco podemos conocer el momento en que se lleva a
cabo el proceso de numeración de las sepulturas, ya
que en el año 1795 se consignan pagos por la compra
de sepulturas, pero su identificación no alude a una
referencia numérica sino que se recurre a describir su
localización geográfica en la estructura sepulcral: " ...
es la sexta de la primera fila de parte del Evangelio"
(7). Esto parece suponer que no existían referencias
numéricas en las sepulturas. Sin embargo, no encontramos razones para que la numeración se efectúe
(5)
(6)
[l)
AHEB, 1° Libro de Fábrica.
Ibídem.
AHEB, 1ºLibro de Fábrica, cargo relativo al año 1795
Figura 7. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrázua), Sondeo B,
sepultura n2 112: esqueleto infantil (nº 3) sobre esqueleto
adulto (nº 2).
más tarde con motivo de las obras de 1825, ya que en
ese momento se inicia el abandono del templo para
uso sepulcral.
La construcción sepulcral de 1736, a partir de los
pocos datos de que disponemos, parece suponer una
reducción y readaptación de un espacio que ya venía
siendo utilizado con fines sepulcrales. Respecto a lo
primero, un dato a valorar es la presumible clausura
de la huesa de las freylas en 1781, año en que se procedió al enlosado del área bajo el coro. La existencia
en 1560 de un lugar de enterramiento para las freylas
bajo el coro, consta en el 1º libro de Finados (8). Por
otro lado, los datos de los enterramientos registrados
en el citado libro (1555-1589), nos hacen pensar en
una readaptación del espacio sepulcral ya que en
algunos casos se indica el lugar de enterramiento de
los parroquianos según hileras. Así, por ejemplo, en
(8)
AHEB, 1ºLibro de Finados, "Mari Lopez de Sagargaste, frey la,
fallesi;:io a 23 de Octubre de 1560 años, enterróse en la huesa de
las Freylas, debaxo del coro".
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
19
Figura 8. Iglesia de Santo Tomás Apóstol (Arrazua), Sondeo B, sepultura nº 112: esqueleto adulto (nº 2) ocupando la inhumación inferior (izda.),
y esqueleto infantil (nQ 3) en la posición superior (dcha.).
el año 1555 se registra el fallecimiento de Teresa de
Urqui<;a, sepultada en la hillera primera en la sepultura de la casa de Urqui<;a; y de Marinachu de Aguirre, enterrada en la sepultura de Aguirre en la hillera
más baxa junto a la escalera del coro.
Sin embargo, desconocemos si estas inhumaciones referenciadas en el 1ºlibro de Finados, se realizaron en sepulturas con una estructura semejante a la
de 1736. Los únicos datos documentales que poseemos se refieren al primer libro de Fábrica conservado
(1725), en L""f cual no existen partidas de gastos relativas a reparaciones en las sepulturas, aunque es cierto
que son muy escasos los años que restan hasta 1736,
fecha de la renovación del espacio sepulcral.
Junto a todo esto, señalar por último que en las
zonas aún intactas de la capa de tierra donde se practicaron las inhumaciones del XVIII, es posible observar la existencia de diferentes huesos humanos aprisionados en el relleno, provenientes de inhumaciones
precedentes (anteriores a 1736); un ejemplo de ello es
un cráneo que se localiza bajo el pilar occidental de
sustentación de cubiertas del sondeo A, a la altura del
límite medianero de las fosas (9). Al mismo tiempo,
esta constatación señalaría la utilización de un mismo
nivel para practicar las inhumaciones en dos momentos históricos distintos.
Un último dato que interesa destacar es la presencia de cortes en la roca caliza natural del terreno. Si
bien presentes en ambos sondeos, nos centraremos en
el documentado en el sondeo B. Éste surge del límite
oriental de dicho sondeo, mostrando un desarrollo
lineal recto con orientación este-oeste, punto en el
que se curva para adoptar una dirección N-S. Presenta bordes regulares e inclinación gradual de sus lados.
El lado sur del corte es coincidente con el límite meridional de la sepultura nº 112.
Los escasos datos recogidos sobre estos cortes,
(9)
Esta circunstancia plantea dificultades a la hora de interpretar
cronológicamente los restos antropológicos y arqueológicos
documentados en esta intervención como parte integrante de los
rellenos de las fosas sepulcrales. Debido a que no es factible aislar lo que pudiera pertenecer a inhumaciones anteriores y posteriores a la organización sepulcral que aquí nos ocupa.
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
20
sepulturas y tampoco hay una
asignación numérica a cada propietario (11).
En la documentación histórica
consultada, existe un gran número
de datos de interés antropológico,
que incrementan la importancia de
los restos esqueléticos recuperados
en el interior de este templo. El 1º
libro de Finados, cuyas partidas de
defunción se han transcrito desde
el año 1555 hasta el de 1567, en
parte, indica la asociación sepultura-casería desde el año 1555. En la
mayoría de las inhumaciones se
hace referencia al nombre individual de la sepultura, que se corresponde con el de la casa y asimismo
con el "apellido" de los feligreses;
Figura 9. JOHVLa de Santo Tomás Apóstol (Arrázua), Sondeo A, sepultura nº 31: esqueleto
en
otros casos simplemente se
infantil (nº 1) envuelto en un paño negro.
indica que fueron enterrados "en
su fuesa". Así, de los 160 finados
p~ecen apuntar su. posible relación con una ocuparecogi~os en los años citados, en 83 de ellos (un 52%)
c10n sepulcral antenor. Una observación interesante a
se verifica documentalmente la inhumación en la
este respecto, es que la tierra arenosa en la que se
sepultura de l~ casería, en 20 casos (12%) no hay
practicaron las inhumaciones que hemos documentacorrespondencia entre la denominación de la huesa y
d?, ~~tá su~erpuesta a un~ capa de tierra arcillosa que
el apellido de la persona, y en el resto de los casos no
srrv10 para igualar el desmvel que estos cortes ocasiose especifica este dato.
naron en la roca natural. El carácter no natural de
En relación a los apellidos, se observan en la
estos cortes y los datos arriba apuntados, señalan su
documentación algunas aparentes incongruencias a la
relación con el momento inicial de la utilización de
h~z del significado actual de los mismos, así, por
este espacio con fines sepulcrales, que sería anterior a
ejemplo, se describen apellidos diferentes entre
los dos referenciados en la documentación existente.
padres e hijos o entre hermanos. Sin embargo, hay
Todas estas evidencias arqueológicas nos muesque tener en cuenta que en esta época, los apellidos
tran la dificultad de encuadrar los datos de las inhuno tenían la fijeza que actualmente poseen, sino que
maciones registradas en los libros de Finados, dentro
el apellido hacía referencia al lugar de procedencia
de un contexto de organización del espacio sepulcral.
-pueblo o casa- de su portador (12). Esta asociación
Aunque los registros documentales consultados en el
presente tr~b~j? se refieren a los finados del siglo
XVI, la posibilidad de acercarnos al conocimiento de
00
La numeración existente sobre Ja cubierta de las sepulturas (nºs
la organización de las sepulturas, incrementaría el
31.' 32, 111, 11.2 de Jos sondeos A y B) podría corresponder a Ja
asignada también a las casas, por cuanto hay referencias de ello
interés antropológico de los restos inhumados. En las
en otros templos [Ritos Funerarios en Vasconia (Ritos de Pasafechas tempranas a que se refiere el 1º libro de Finaje, 2), Bilbao, Etniker Euskalerria, Eusko Jaularitza, Gobierno
dos. (1555-1?~9), los datos existentes sobre el lugar
de Navarra, 1995. (Atlas Etnográfico de Vasconia, Tomo X)].
de inhumac10n de los parroquianos difuntos, deja
02
) Existe documentación antigua sobre el origen y significado de
entrever la existencia de una organización de las
los apellidos vascos. En el documento de donación del monassepulturas en hileras. Si bien nos es desconocido el
terio de Varrfa (San Agustm de Echevarrfa, en Elorrio) en el año
número total de éstas y su extensión transversal en las
1053, encontramos ya los nombres seguidos de un patronímico
y ~e ~n apellido qm~ indicaba la procedencia de sus portadores.
naves, la partida de uno de los difuntos, Marinachu de
As1m1smo, en el Libro de Rubro o Libro de las Cuentas del
Aguirre, fallecida en 1555, nos permite conocer su
Monaste~o de Iranzu, escrito en su mayor parte en el siglo XIII,
límite inf~rior al hab~r sido enterrada "en la sepultulos apellidos señalaban la procedencia -pueblo o casa- de su
ra de Agmrre en la hillera mas baxa junto a la escalep.ortador. El P. Omaechevarrfa ha reseñado cómo aún para el
siglo XVI los apellidos no tenían la fijeza actual, sino que "el
ra del coro" (10). Por tanto, al menos en estas fechas,
apellido toponímico sólo significaba que el individuo portador
no hay una identificación clara de la situación de las
(to)
AHEB, F Libro de Finados.
de! mismo era natural o vecino del solar o Jugar así llamado".
Michelena, L., Apellidos vascos, Ed. Txertoa, San Sebastián
1989 (4º edic.), pág. 20-23.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
sepultura-casería aparece también documentada en
los libros de Fábrica, en donde hay algunos pagos por
compra de sepulturas que los propietarios adjudican a
su "nueba casa" (13).
Sobre el modo de utilización de las sepulturas, se
han recogido en la documentación algunos datos de
importancia a la hora del análisis antropológico de los
restos esqueléticos contenidos en las mismas. En los
años recogidos en el 1º libro de Finados, se señala
para el siglo XVI que una misma sepultura se abre y
se utiliza siempre que sea necesario, sin que entre dos
inhumaciones consecutivas medie un plazo determinado que permitiese la descomposición de los cadáveres, ya que no es hasta 1698, cuando las Constituciones Sinodales del Obispado de Calahorra y la Calzada, establecen la prohibición de utilización de la
sepultura hasta después de transcurrido un año desde
el último enterramiento (14). En la documentación
hay numerosos ejemplos de inhumaciones consecutivas en breves períodos de tiempo. Así: en la sepultura de la casa de Urqui\:a, se registra un enterramiento
el 14 de febrero de 1555 [1] y otro enjulio del mismo
año [5]; en la huesa de Aguirre hay sendos enterramientos en octubre y noviembre de 1557 [42 y 43];
en la de <;;abala, uno en setiembre de 1557 [40] y otro
en julio de 1558 [63], ... etc. Por otro lado, se documenta en algunos casos, el parentesco existente entre
las personas inhumadas. De esta forma se indican
enterramientos en la huesa arriba de los padres (Mari
Iñiguez de Lauriz [10], Ana de Marmex Bengoechea
[128]), arriba de la madre (Mari Loyola [107],
Ochanda de Aguirre [123]) y arriba del padre (Marina de Unoarri de Elorriaga y de Rementeria [101],
Domingo de Minteguia [134]) (15).
La llegada del siglo XIX viene a marcar el abandono del interior del templo con fines sepulcrales, transfiriéndose dichas funciones a un Campo Santo externo
construido ya para 1824 (16). Desconocemos si dicho
proceso se realiza de forma brusca o paulatina y si
afecta a todas las posibles inhumaciones a practicar o
se contemplan casos especiales, como el de los infantiles, que pueden continuar disfrutando del interior del
templo. La fecha de 1894 señalaría el momento final
de utilización del suelo de la nave como cementerio,
ya que en tal año se procede a la colocación del entarimado actual que ocultara a la vista la estructura
sepulcral, haciéndola impracticable (17).
3
Ct J
0 4J
c15 J
• (16)
0 7J
AHEB, 1º Libro de Fábrica, Cuenta relativa al año 1795.
Constituciones Synodales antiguas y modernas del Obispado de
Calahorra y la Calzada ... por D. Pedro de Lepe ... en el año de
mil y seiscientos y noventa y ocho, Madrid, por A.G. de Reyes,
1700. Constitución X, Título IX. "De sepulturis".
AHEB, 1º Libro de Finados.
AHEB, l2 Libro de Fábrica.
AHEB, 2º Libro de Fábrica.
21
5. Anexo documental. Iglesia de Santo Tomás
Apóstol (Arrázua)
La documentación de archivo consultada en esta parroquia es
exclusivamente eclesiástica, depositada en el AHEB. Se han vaciado
los Libros de Fábrica (de 1725 a 1973), parcialmente el 1º Libro de
Finados (1555-1589), y el Libro de Aniversarios y Capellanías del
Cabildo (1678-1833) que informa de algunas denominaciones de
sepulturas, pero no de su localización.
Existen además otros libros de Finados (de 1638 a 1905), Libros
de Cofradías (Rosario, Vera Cruz) y Papeles Varios que no han sido
consultados.
Relación documentación vaciada
- Libros de Fábrica:
1º Libro de Fábrica: 1725-1877 (sig. 07-03)
2º Libro de Fábrica: 1878-1973 (sig. 08-01)
- Libros de Finados
lº Libro de Finados: 1555-1589 (sig. 01-01)
-Libro de Aniversarios y Capellanías: 1678-1833 (sig. 01-02)
1º Libro de Fábrica: 1725-1877 (sig. 07-03)
Descargo referido al año 1726 (dado en 1727-enero-12)
- 22,5 rs por dos canastos para llevar de las sepulturas los huesos
a la osera.
Descargo referido al año 1729
- 4 rs al sacristán por componer y barrer la iglesia y las sepulturas en Semana Santa.
Descargo referido al año 1730
- Los beneficiados hacen oración y dicen responsos en las sepulturas antes de la misa conventual, como es práctica, uso y costumbre.
- Todos los años cobra el sacristán por barrer la iglesia y a veces
por componer los paños de las sepulturas.
Descargo referido al año 1731
- El 9 de marzo se paga a Bartolomé de Urquiza una carreta con
un cesto para recoger los huesos de las sepulturas cuando se abren y
transportan a la osera, 1 real y medio.
- El 2 de abril se paga a Juan Ventura de Olalde 12 rs por el azadón nuevo para romper y abrir las sepulturas en los entierros.
- Antonio de Orbe hace unas andas torneadas al féretro para
difuntos párvulos.
Visita 1736-marzo-17
Sepulturas. El Visitador del Obispado de Calahorra y la Calzada,
Felipe López de Salazar y Angulo, manda se compongan las sepulturas de esta iglesia por sus dueños y los que no lo hicieren se compondrán a costa de la fábrica.
Cuenta referida al año 1736
Cargo: la Fábrica cobra:
- 36 rs "que Don Diego Antonio de Allende contribuió a la yglesia con dos tablas de las sepulturas de Mansa o Berreino-Ondo,
Zubiaur y Solaurren".
- "Mas otros 39 rs que Don Francisco Bruno de Urdaibai y Velendiz contribuió por tres tablas de las sepulturas de la Torre de Velendiz,
de la de Ybinarriaga y Lejarza".
- "Mas debe 26 rs que contribuió María de Lagandara y Urtubei
por dos tablas de las sepulturas de Arrospide y Aramburuchu".
- "Mas debe 8 rs por la tabla de la sepultura de Juan de Aruiategui".
- "Mas debe 13 rs por la tabla de la sepultura de Olea que contribuió Don Josef Francisco de Mezeta y la Rentería".
- "Mas debe 19 rs por la tabla de la sepultura de Loiola Echeandia que contribuyeron los inquilinos".
Descargo: [Obra del entarimado de sepulturas y retejo de la Iglesia]
- El día 16 de julio empezó la obra Juan de Ariategui, con sus oficiales, y éste tiene 25 días, los 22 de a 8 rs con su jornal y comidas, y
los 3 de a 4 rs, y por ellos [cobran] 188 rs .
- Para travesaños de encajonar la tabla de las sepulturas, el mismo maestro Juan de Aruiategui, vecino del Concejo de Ajánguiz, y
22
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
feligrés de esta parroquia, ajustó 172 codos de castaño brabo, a real de
plata codo, puestos en la arboleda de San Juan de Guernica desde
Rigoitia, que con dos acarreos que se hicieron desde dicha arboleda a
esta iglesia, tuvieron de coste, el primer acarreo 14 rs y 3 cuartillos, y
el segundo 18 rs y 3 quartillos, que todo el principal de travesañas y
sus partes para esta yglesia importan 356 rs.
- 3 peones y medio se emplearon en limpiar la iglesia de la broza
de tierra que se sacó de las sepulturas, 12 rs.
- 3 rs y tres quartillos por una pala de hierro para abrir las sepulturas.
- Más ocupó el mayordomo un día con sus bueyes y carro en acarrear alguna broza o tierra de ferrerías para acomodar y ajustar las travesañas de las sepulturas, 4 rs de plata que hace gracia de los 2 rs de
plata.
Visita del año 1741
Sepulturas. "Otrosí en atención a que el suelo desta yglesia se
halla muy indecente y no se consigue el fin del coste que ha tenido por
el abuso que se practica de tener continuamente sobre casi todas las
sepulturas retazos de bayetas y de trapos, mandaba y mandó así bien
su Merced que todos se quiten, y que únicamente se cubran las sepulturas en que hubiere entierro, novena, onrras o cabo de año, y en este
caso con la decencia que se corresponde a la yglesia, y así se cumpla
pena de 4 reales aplicados como se aplican a la luminaria del Santísimo Sacramento que se sacaran a cada uno de los que contravinieren".
Descargo referido al año 1781
- Coste de la losadura de la Iglesia: Se enlosaron los dos tramos
que hay entre las sepulturas y paredes de ambos costados de la iglesia,
y bajo del coro, " ... por quanto estaban antes de empedrado o calzada,
que a menudo se saltaban las piedras, y a tiempo de barrer dicha iglesia se levantaba mucho polvo, y se ensuciaban las paredes de la iglesia, por cuyo motivo pareció a ambos cabildos ser más necesario enlosar dichos parajes y ocurrir a otras obras vigentes con el importe que
podía costar la lampara de plata, para la que se sacó licencia del escribano; y poniendo en ejecución dicha losadura por los meses de mayo,
junio y octubre se ajustó por la saca y traída de 388, 5 baras de losa,
así para dichas obras como para reparar el vicio del arco maior del
coro, y extender el presbiterio, con Domingo de Ynchausti y Joseph de
Tellaecheondo, a 2,5 rs por bara, las que midió Juan de Pertica y
Miriategui, e importan" 971, 5 rs.
- Se trae cal de la calera de Lexarragana.
Visita 1793-junio-15
Entierro de pobres: "Y por quanto también se halla informado Su
Yllustrisima que los entierros de pobres, aunque asiste todo el Cabildo y canta el oficio de sepultura, se deja de celebrar misa de cuerpo
presente cuando no hay limosnas para ello ... mandó que en lo sucesivo, antes de darse sepultura al cadáver de los que se entierren como
pobres, se celebre presente el cuerpo, permitiéndola la hora del santo
sacrificio de la misa y, si no pudiere hacerse por el entierro después de
las doce del día, se dirá precisamente en el inmediato permitiéndose
como se permite al Cabildo que pueda valerse en algún sacerdote que
quiera por caudal y devoción decirla graciosamente por el alma del
difunto, o demandar de los fieles la limosna, no omitiendo en caso
alguno, aun cuando nada se recoja, la celebración del santo oficio".
Cuenta referido al año 1795
- Se cobran 22 rs de una sepultura y es la sexta de la primera fila
de parte del Evangelio que Juan de Zabala, vecino desta, ha adjudicado a su nueba casa Ansotegui Aldaza.
- 22 rs de una sepultura de ánimas y es la séptima en la primera
fila de parte del Evangelio, adjudicada por Francisco de Minteguia a
su nueva casa de Larrazabal.
- 22 rs de una sepultura de ánimas que Josef de Olavarrieta ha
adjudicado a su casa torrecilla de Arragoetachu en el barrio de Loyola " ... y es la tercera de la quarta fila de la parte de la Epístola".
Descargo referido al año 1797 [Obra de las bóvedas y tejados]
- 12.200 rs a Francisco y Pedro de Justiniani en que se ajustó la
manufactura de las bóvedas artesonadas, pilares y blanqueo general.
- Consta además pagos por las obras de la cornisa de la torre, tejados de la iglesia, y de la casa sacristía.
Descargo referido al año 1803
- 210 rs dados a José de Arasoza, maestro ensamblador, por unas
andas para difuntos.
- 39 rs dados a D. Juan Diego de Arrospide de 17 codos de tabla
para tres sepulturas con 2 rs de favor.
- 32 rs a Jose de Yzpizua y otros quatro oficiales que ocuparon un
día y medio en componer las sepulturas de la iglesia.
- 49 rs dados a Agustín de Minteguia por la ocupación de siete
días en sacar fuera la tierra de las sepulturas, a 7 rs por día.
- 49 rs a Manuel de Pinaga que se ocupó otros siete días en lo
mismo.
- 40 rs dados a Juan de Zarragoicoechea de 20 quintales de cal
traída para las sepulturas.
Descargo referido al año 1811
- Consta la relación detallada de materiales y obreros que intervienen en la construcción del Huerto Santo.
Descargo referido al año 1812
- Se anotan 7 60 rs que correspondían al año anterior por la traída
de 190 quintales de cal de Cortezubi para el Huerto Santo, a 4 rs quintal, y 36 rs de una cantara de vino para su traída.
Cargo referido al año 1816
- Se cobran 22 rs de una sepultura agregada a la casa de Urquiza.
Descargo referido al año 1819
1000 rs a Juan Bautista de Belaunzarán, vº de Lequeitio, arquitecto
de San Femando, de dos diseños, uno para la bóveda y otro para el retablo, por hallarse necesitado [el retablo] por circunstancias de la guerra.
Descargo referido al año 1820
- Continúan los pagos en relación con obras realizadas en el
Huerto Santo. Se incluye además el costo de la licencia para dichas
obras.
Cuenta referida al año 1825
- "Razón de las obras executadas en la yglesia el año de 1825 por
dirección de Don Juan Bautista de Belaunzaran, arquitecto de San Fernando, vº de la Villa de Bilbao, y su comisionado Don Juan Manuel de
Mendieta, sobreestante perito, vecino de Zornoza, con las licencias
necesarias". Entre otros pagos, se consignan:
- 1.252 rs y 17 mrs de 417 y medio codos de tabla de castaño traídas de Guernica para sepulturas, a 3 rs codo.
-408 rs pagados a los carpinteros de 51 días en colocar las sepulturas, a 8 rs día.
- 100 rs al herrero Manuel de Ceniga, de este pueblo, por un
"cuenco de chirritas" para las sepulturas.
Descargo referido al año 1836
- 36 rs a Juan Cruz de Uribarrena por cavar y extraer los huesos
del Campo Santo a la osera.
Descargo referido al año 1844
- 40 rs por una cruz nueva para traer los cadáveres.
Descargo referido al año 1853
- 56 rs al perito Hilario de Basterrechea por medición del Campo
Santo y su declaración.
2º Libro de Fábrica: 1878-1973 (sig. 08-01)
Descargo referido al año 1894
- 100 rs por la limpieza de la iglesia después de la nueva entablación.
Descargo referido al año 1896
- 196 rs a Juan de Mochove por los cajones hechos en el Bautisterio para guardar los enseres de las sepulturas.
Descargo referido al año 1900
- 60 rs por un ataúd nuevo para la conducción de cadáveres.
1º Libro de Finados: 1555-1589 (sig. 01-01) (s.f.)
El libro contiene partidas de Bautizados, Casados, Confirmados y
Finados. En la última parte constan las partidas de defunción que
hemos transcrito desde el año 1555 hasta parte del año 1567 (salvo los
años 1561 y 1562 que faltan) por la información que proporcionan, y
por su antigüedad en comparación con la documentación archivística
de las otras parroquias vizcaínas objeto de investigación.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
La puntuación y numeración es nuestra, Cualquier letra, palabra,
o fecha encerrada entre corchetes no consta en el texto original y responde a nuestra interpretación. El libro ha sido restaurado, si bien de
forma que los folios (sin numeración original) han perdido la ordenación lógica, por lo que hemos reordenado cronológicamente el contenido de los mismos.
[Año 1555]
[l].- Primeramente Teresa de Urqui9a, mujer de Rodrigo López,
falles9ió a 14 de febrero de 1555 años. Fue sepultada en Arrázua en la
hillera primera en la sepultura de la casa de Urqui9a. Mandó una misa
cantada las semanas de un año. Fizo la novena y aniversarios y dizese
la misa de Ntra. Señora.
[2].- Marinachu de Aguirre, hija de Rodrigo de Aguirre, falles9ió
a 5 de mayo de 1555, enterróse en Arra9ua en la sepultura de Aguirre
en la hillera más baJla junto a la escalera del coro.
[3].- Catalina de Maya, falles9ió a 8 de mayo de dicho año. Enterróse en la sepultura de Obieta debaxo, no fixo testamento ni dexó bienes.
[4].- Juan López de Olabe, fijo de Martín López, falles9ió en la
Rioja súbitamente, no hizo testamento. Fizose su nobenario en 8 de
julio de 1555.
[5].- Mari Pérez de Goenela, falles9ió a ... de julio de 1555 años.
Enterróse en la hillera primera en la huesa de la casa de Urqui9a, fizose su novenario.
[6].- Y en 4 de setiembre del dicho año falles9ió Mari López de
Lexar9agana y se enterró en su huesa de Lexaf9a en hillera somera en
medio della.
]7].- Marina de ~abala, mujer de Martín de ~abala, carpintero,
falles9ió en 25 de setiembre de 1555 años, enterróse en la su huesa de
~abala, no hizo testamento porque no tuvo tiempo que murió supítamente sin habla.
[8].- Este día se enterró una niña de una criada de Lope de Mendieta en su huesa de Mendieta.
[9].- María Yñiguez de ~ubialdea falles9ió en 28 de setiembre del
dicho [año] y enterróse al día siguiente de señor San Miguel en esta
yglesia de Señor Santo Thomas de Arra9ua. Fizose su novenario y aniversario.
[10].- Mari Yñiguez de Lauriz dicho [alias] Churdin, falles9ió a 4
de otubre día de San Francisco, enterróse en la huesa de Lauriz de arriba
sobre sus padres. No fizo testamento porque no tenía de que se le quemó
en la casa de Lauriz lo que tenía. Fizosele novenario y cabo de año.
[11 ].- Martín de Goytisolo, falles9ió a 19 de diziembre de 1555,
enterróse en la huesa de Rentería Varrena, fizose nobenario.
[ 12].- Martingo de Aranburu, fallesció a 29 de diziembre de 1555
años, enterróse en la sepultura de Aranburu suya. Era pobre. No testó.
[ 13] .- Martín de Goytisolo de la Renteriavarrena. Falles9ió a 30
de diciembre de 1555 años, enterróse en su sepultura de Rentería en la
hillera ter9era. Fizose nobenario y cabo de año.
[14].- Mari Miguel de Goro9ica, falles9ió día de los Bienabenturados Santos Mártires San Fabián y Sant Sebastián, enterróse en
Arra9ua en la sepultura de Goro9ica.
[Año 1556]
[15].- Mari Saez de Arguenabeytia, falles9ió a ... de febrero de
1556 años, enterróse en Arra9ua, fizose nobenario y cabo de año.
[16].- Domingo de Urtubey, falles9io a 5 de febrero de 1556 años,
enterróse en Arra9ua, fizieronse los anibersarios.
[17].- San Juan de ~ubiaur, fijo de Pedro Martínes de ~ubiaur, y
de Doña Osan, su mujer, falles9ió en la mar veniendo de la Yndia e
fizose su nobenario a 2 de marzo de 1556.
[18].- Doña Osana de ~ubiaur, falles9ió a 14 de marzo del dicho
año y enterróse en la huesa de ~ubiaur, no testó.
[19].- .... [en blanco] hija de Domingo de Yzpi9ua y de su mujer,
falles9ió el día de Señor San Marcos del año de 1556 en la edad de
doze años, enterróse en la huesa de Arguenabeytia, a la madre la llevaron a Ybazter a enterrar, era natural de Vurdari y se llamaba Catalina [no murieron en jurisdicción de la parroquia].
[20].- Martín, fijo de Domingo de Elorrriaga y de Mari Martín, su
mujer, falles9ió a la edad de 3 años.
23
[21].-Juan de Baraz9aldo, falles9ió a 4 de junio de 1556 años, día
de Corpus Cristi, enterróse en la su huesa de Baraz9aldo, fizieronse los
anibersarios luego y la nobena.
[22].- Martín Ruiz de Ororoaga, cantero, falles9ió en San Sebastián caydo de una obra. No hizo testamento, enterróse en Arra9ua 6
días del mes de junio de 1556 años. Fizieronse los anibersarios y nobenarios, y también el cabo de año.
[23].- Miguelecha de Gorrio, falles9ió a 23 días del mes de junio
de 1556 años, enterróse en la huesa de Gorrio, fizose su nobenario y
también el cabo de año.
[24].- Juana Ochoa de Loyola, falles9ió en 8 de julio día de Santiago, enterróse en Arra9ua. Dejó su .... y saya. Fizose nobenario.
[25].- Diego de Ybinarriaga, cantero, falles9ió en Nabarrete, fizose su nobenario el día de Ntra Señora de agosto de 1556 años.
[26].- Martín de ~ubiate y Rodrigo de ~ubiate, su hermano,
falles9ieron en Calahor[ra] el día de Ntra Señora de agosto de 1556
años.
[27].- María de Maguna, viuda, mujer que fue de Juan López de
Solaurren, [falleció] a 6 de otubre de 1556 años, enterróse en la huesa
... [roto]mex Uriarte, fizose aniversario y treintenario y cabo de año.
[28].- San Juan de Echabarri, entallador, falles9ió en Burgos día
de San Judas del año 1556, fizose en esta yglesia de Arra9ua su nobena a 13 de nobiembre de dicho año.
[29].- Pedro de Monesterio, menor en días, falles9ió a 13 días del
mes de diziembre de 1556 años, enterróse en la su huesa de Monesterio, cumplióse el nobenario y anibersario.
[30].- Martín Ybanez de Mutio, cuya era la casa y solar de
~ubiaur, falles9ió a 23 días de diziembre de 1556 años sin hacer testamento ni recibir sacramentos y se enterró en la Yglesia de Nabamiz
con licencia de los beneficiados de Arra9ua.
[31].-Juan de Y9aguirre murió en Burgos que le mataron.
[Año 1557]
[32].- Martín Saez de Lexar9a, falles9io a 20 de marzo de 1557
años fue enterrado en Arra9ua en la sepultura de Lexar9a, fizose el
nobenario y los quatro aniversarios luego cumplió las mandas pías en
vida. Al margen: Martín Saez de Binarriaga y de Lexar9a.
[33].- Doña Mari López de Solaurren, falles9ió a 3 de abril de
1557 años en la huesa de Solaurren en la hillera somera, fizose el
nobenario y cabo de año.
[34].-Mari Ortiz de Elordieta, falles9ió a 9 de abril de 1557, enterróse en la huesa de Elordieta... una misa cantada de Nuestra Señora y
un trentenario ... y .... dixosele la misa cantada de Nuestra Señora y el
trentenario por el dicho Sancho Abad.
[35].- Juan de Arguenabeytia, fallesció el martes de la Semana
Santa ques 14 de abril de 1557, enterróse en la su huesa de Arguenabeytia.
[36].- Marina de Letomendi, falles9ió 27 de julio de 1557, enterróse en la su sepultura de Letomendi.
[37].- Marinachu de Goro9ica, falles9ió a 8 de agosto del año
susodicho y enterróse en la huesa de Gorocica.
[38].- Catalina de Durango, mujer de Martín de Olabarriaga,
falles9ió a 15 de agosto de susodicho año, enterróse en la huesa de
Olabarriaga, dejo testamento abierto.
[39].-Andraxe de Olabarriaga, falles9ió en 30 de agosto de 1557,
enterróse en la huesa de Olabarriaga.
[40].- Andrés de ~abala, falles9io a 22 de setiembre de 1557
anos, enterróse en la huesa de ~abala, en la hillera más arriba de azia
la grada.
[41].-Pedro de ~abala, falles9ió en Castilla.
[42].- María Pérez de Aguirre, falles9ió a 18 de octubre de 1557
años, enterróse en la huesa de Aguirre, junto a la escalera del coro.
[43].- Rodrigo de Aguirre, falles9ió en 25 de noviembre de 1557
años, enterróse en la su huesa.
[44].- Teresa de Durango, molinera, falles9ió a 21 de noviembre
de 1557, enterróse en la huesa de su madre en la hillera segunda delante de la pila de batismo.
[45].- Domingo, hijo de Domingo de Tellaechea, murió en Castilla.
[46].- Juan de Rentería Barena, falles9ió en Castilla.
24
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
[47].- Pedro de Altamira de Lasarte, fallesc;ió .... [en blanco] de
diciembre de 1557, enterróse en la huesa de Aguirre de Mendieta,
donde su padre.
[48].- María Pérez de Basagoitia, morador de Varea, fallesc;ió día
de San Nicolás del mes de diciembre del dicho año, hizo su testamento ante y en presencia de Juan Pérez de Marmex.
Año 1558
[49].- Pedro, hijo de Pedro de Larrucea y de Agueda, su mujer,
fallesc;ió a ... de henero de 1558, enterróse en la huesa de Larrucea.
[50].- Mari Juanexco de Uriarte, fallesc;ió a 13 días de enero del
dicho año, enterróse en la huesa de Uriarte.
[51].- Hemando Dochoa de Chertudia, fallesc;ió a 5 de febrero de
1558 años, enterróse en la huesa de Chertudia.
[52].- Pedro de Minteguia, fallesc;ió en Sevilla.
[53].- Martingo de Ayz, fallesc;ió a 1 de marc;o de 1558, enterróse en la huesa de Gorrio, no tuvo bienes de testar.
[54].- Mar Martín de Ceareche, fallesc;ió a 20 marc;o de 1558,
enterróse en su huesa a par de la de Monesterio.
[55].- Mari Ochoa de Ororoaga, fallesc;ió a 7 de mayo de 1558,
enterróse en la sepultura de Ororoaga a la parte de la pilla de baptismo.
[56].- Marinaco de Miriategui, moradora de Ycaztegui, fallesc;ió
a 12 de mayo de 1558, fue enterrada en la huesa de Miriategui.
[57].- Juan de Aguirre de Mendieta, fallesc;ió a 15 de mayo de
1558, enterróse en huesa de Mendieta.
[58].-Teresa de Elordieta, moradora de Ycaztegui, fallesc;ió a 24
de mayo de 1558, enterróse en la huesa de Elordieta.
[59].- Juan Ochoa de Ororoaga, fallesc;ió a 5 de junio de 1558,
enterróse en la su huesa de Ororoaga.
[60].- Catelina, hija de Juana de Mendieta, de hedad de 8 años,
fallesc;ió a 6 del dicho mes de una cayda de cerezo.
[61].- Juan de Sagargazte, undidor, fallesc;ió a 15 de junio de
1558, enterróse en la huesa de Caldivizcar.
[62].- Elena de Yzlanda, fallesc;ió a 7 de julio de 1558, enterróse
en Arrac;ua en la huesa de Mari Ybanez de <;abala , viuda, mujer que
fue" de Pero Lamiquiz. No tubo que hazer testamento por ser pobre y
dexó una hija de siete años.
[63].- Martín Ruiz de <;abala, fallesc;ió a 7 de julio de 1558, enterróse en Arrac;ua, en la huesa de <;abala en la hillera somera.
[64].-Mari López de Goycoechea, fallesc;ió a 12 de julio de 1558,
enterróse en su huesa de Goycoechea.
[65].- Hurtuno, hijo de Juan Martínez de Dondiz, fallesc;ió a 2 de
agosto del dicho año, enterróse en la huesa de Goycoechea, era de
edad de 12 años.
[66].- María Saez de Mendieta, donzella, fallesc;ió en Mochobe
de Suso, enterróse en Arrac;ua a 27 de agosto de 1558 en la huesa de
su casa de Mendieta que es junto a la pilla de Bautismo.
[67].- Mari Juanexco de Solauren, donzella, fallesc;ió 1 de setiembre de 1558, enterróse en Arrac;ua en la huesa de Barroeta que es de
Mari López de Barroeta.
[68].- Juana de Monesterio, fallesc;ió a 6 de setiembre de 1558,
enterróse en la huesa de Monesterio.
[69].- Mariachu de Aguirre, hija de Marina de Uribarri, fallesc;ió
en 16 de setiembre de 1558, enterróse en la huesa de Myriategui.
[70].- Doña Mayora de Olabarraga, fallesc;ió a 4 de octubre día de
San Francisco, enterróse en la hillera más baxa de todas, en el medio,
en el año 1558.
[71].-Juan de Marmex Vengoechea, estudiante, fallesc;ió en Sevilla, hizóse su novenario en Arrac;ua, en 21 de octubre de 1558.
[72].- Juan Ochoa de Lauriz, fallesc;ió a 19 de otubre de 1558
años, enterróse en la huesa de Lauriz, fizose su novenario.
[73].- San Juan de Monesterio, fijo de Pedro de Monesterio y de
Marina de <;arra, de edad de 11 años, fallesc;ió en 18 de noviembre de
1558.
[74].- Mari Saez de <;abala sorda, fallesgió a 29 de octubre del
dicho año, enterróse en la huesa suya en la hillera más baxa, no textó
porque no tenía de qué. Fizose su novena.
[Año 1559]
[75].- Juan de Lexarc;a, cantero, fallesc;ió a 2 de enero de 1559,
enterróse en la su huesa de Lexarza. Testó el mismo día ante Pero Martínez de Elorriaga.
[76].- Ana de Olabe, fallesc;ió a 18 de mayo de 1559 años, enterróse en la su huesa de Olabe, mandó una misa reszada de Nuestra
Señora las semanas de un año con responso el domingo, testó ante
Pero Martínes, los Aniversarios están cumplidos.
[77].- Pedro de Barroeta, zapatero, fallesc;ió a 11 de junio de 1559
años, enterróse en la su huesa de Barroeta, hizose nobena luego y cabo
de año.
[78].- Sancho de Olabarriaga, fallesc;ió a 12 de julio de 1559
años, fue enterrado en Arrac;ua en la su sepultura de Olabarriaga.
[79].- Juan de Auriategui de Marmex, fallesc;ió a 27 de julio de
1559, enterróse en la huesa de su casa de Auriategui, fizose ...
[80].- San Juan de Auriategui, morador de la Rentería, fallesció a
31 de dicho mes y año, enterróse en la huesa de Auriategui de arriba,
fizose ...
[81].- Juan de Ybinarriaga, fallesc;ió a 12 de setiembre de 1559
años, enterróse en la su huesa de Ybinarriaga, fizóse su testamento
ante Pedro Martínez de Elorriaga, escribano, fizose su nobenario y
anibersarios.
[82].- Chazeco[?] de Lamyquiz, donzella, enterróse en Mendata.
[83].- Francisco de Olabe, fallesc;ió en Castilla.
[84].- Francisco de Yzpic;ua, fallesc;ió en Ytallia.
[85].- Mari Ibañez de Obieta, fallesc;ió a 21 de setiembre de 1559,
enterróse en la huesa de Minteguia.
[86].- Juan Pérez de Mochove, fallesc;ió a 25 de setiembre de
1559, enterróse en la huesa de Minteguia.
[87].-Mari López de Monesterio, donzella, fallesc;ió a 28 días del
mes de setiembre del dicho año, enterróse en la huesa de Monesterio.
[88].- Mari Ybañez de Arguenaechabarria a 10 días del mes de
octubre de 1559, enterróse en la huesa de su casa de Arguena Echabarria, no hizo testamento.
[89].- María Ortiz de Vizcarra, mujer de Martín de Mendieta
Goytia, fallesc;ió a 18 días del mes de otubre de 1559 años, enterróse
en la huesa de Mendietagoytia, fizo testamento.
[90].-Juana de Uriarte de Yzpic;ua, fallesc;ió a 6 de noviembre del
dicho año, enterróse en su huesa, fizo testamento.
[91] .- Mari Ybañez de <;ubiate, fallesc;ió día de Santa Catalina del
dicho año, enterróse en la huesa de <;ubiate.
[92].- Pedro de Barroeta, hermano de Juan Saez, fallesc;ió día del
Señor Sant Andrés en el dicho año, enterróse en la huesa de Barroeta.
[93].- María Ybañez de Yturriaga, partera, dicho [alias] Marixe,
fallesc;ió en Guemica y se truxo a enterrar a esta yglesia y sepultóse en
la huesa de Martín de <;abala.
[94].- María de Maguna, hermana de Anton de Vidave, fallesc;ió
a 24 de diciembre de 1559 años, enterróse en la huesa de Vidabeeta.
[Año de 1560]
[95].- María Ortiz de <;ubialde, fallesc;ió a 7 de febrero de 1560
años, enterróse en la huesa de Elordieta.
[96].- Martingo de Basabe, doncella, fallesc;ió a 16 de marzo de
1560 años, enterróse en la huesa de Barazcaldo.
[97].- Mari López de Ybarra, fallesc;ió a 5 de abril de 1560 años,
fue enterrada en la huesa de Uriarte.
[98].- Marta de Auriategui, donzella, 10 de abril de 1560 años,
enterróse en la huesa de Auriategui.
[99].- Miguelecha de <;arrabeytia, fallesc;ió en Albiz, fue enterrada en Arrac;ua a 25 de abril de 1560 años.
[100].- Yñigo de Lauriz, fallesc;ió a 23 ... [borrado] de 1560, enterróse en la huesa de Lauriz, no testó.
[101].- Marina de Uribarri de Elorriaga y de Rementería,
fallesc;ió a 29 de agosto de 1560 años, enterróse en la huesa de Rementería, sobre su padre.
[102].- Juan López de Marmez Vengoechea, fallesc;ió a 8 de
setiembre de 1560 años, enterróse en su huesa.
[103].- Mari López de Sagargaste, freyla, fallesc;ió a 23 de octu-
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
25
bre de 1560 años, enterróse en la huesa de las Freylas, debaxo del
coro.
[125].-A 23 de noviembre falles9ió Juan de ... , y se enterró en la
su huesa.
[Año 1563]
[104].- A 6 días del mes de abril de 1563 murió Graci de Echabarri, y se enterró en la su huesa de Echabarri, fizosele luego la nobenaria de una misa de Nuestra Señora cantada.
[105].- Catalina de Ororoaga, moradora de Loyola, murió a 15
días del mes de abril del dicho año, enterróse en su huesa, fizosele su
nobena, mandó 6 misas, las 30 de la Cruz, y las otras 30 ...
[106].- Marina Saez de Gorrio, falles9ió el 12 de mayo de dicho
año de 1563, enterróse en su huesa de Gorrio, fízosele un nobenario y
luego mandó seis misas, una de la Cruz, cinco a la Abvocación de los
cinco altares y dos misas en San Cristobal de <;:arra.
[107].- María de Loyola dicho [alias] Usoa, falles9ió a 3 de junio
de 1563, fue enterrada en la huesa de Loyola, sobre su madre. Mandó
por su ánima nueve misas de las nueve fiestas de Nuestra Señora y
Trentenario.
[108].- Murió Domingo de Galar9a en la ciudad de Burgos, bíspera
de Santiago del año de 1563 martes 19 de agosto y predicó su misa acostumbrada el dicho día, hizose la nobena y cabo de año y anibersarios.
[l 09].- Murió Pedro de Izpi9ua a 29 de octubre de 1563, enterróse
en la huesa de su casa, fizosele nobenario y cabo de año y aniversario.
[110].- Murió Martín Saez de Basagoytia, a 20 de noviembre de
1563, enterróse en su huesa.
Año de 1566
[126].-María Ybañez de Uriarte, falles9ió a 29 de enero de 1566,
enterróse en la huesa de Uriarte, fizose su novenario.
[127].- Martín de Barroeta, falles9ió a 24 de febrero de dicho año
de 1566, fue enterrado en la su huesa de Barroeta, fizose novenario.
[128].- Ana de Marmex Bengoechea, falles9ió a 24 de mayo de
1566 años, enterróse sobre sus padres en la huesa de Bengoechea de
Marmex.
[129].- Juan de Uriarte de Goro9ica, fallesció a 26 de marzo de
dicho año de 1566 años.
[130].- Juan Ochoa de Arranotegui, falles9ió en Viana, fizose su
nobenario a 6 de abril de 1566 años.
[131].- Enecocha de Mecaur, falles9ió a .... [blanco] de abril de
1566 años, enterróse en la huesa de la freyla.
[132].- Domingo 19 de mayo de enterró Martín de Chertudia,
enterróse en la huesa de Chertudia.
[133].- Miguelecha de Santa Marina, falles9ió postrero día de
junio de 1566, enterróse en la huesa de su casa.
[134].- Domingo de Minteguia, falles9ió primero de octubre de
1566, enterróse en la huesa de su padre que hubo debaxo.
[135].-Mari Pérez de Erecacho, falles9ió a 17 de 1566, enterróse
en la huesa de Lope Ybañez de Mendieta.
[136].- Marina de Sarria dicho [alias] Charin, falles9ió a 30 de
octubre de dicho año, enterróse en la huesa de San Juan de Velendiz
[137].- María Ochoa de Ybinarraga, falles9ió a 8 días de diciembre de 1566 años, día de la Concepción de Nuestra Señora, enterróse
en la huesa de Ybinarriaga.
[138].- Y en 12 días del dicho mes falles9ió María de Chertudia,
donzella, enterróse en la huesa de Chertudia.
[139].- Este dicho día falles9ió Urticha de Uturbey, viuda, y se
enterró en la huesa de Uturbey.
Año de 1564
[111].-A 20 de enero de 1564 años falle9ió María Ibañez de Urtube y se enterró en la su huesa de Urtubey, fizose su nobeario y aniversario y cabo de año.
[112].- Falles9ió María de Guivela, a 18 días del mes de diciembre de 1564 años, enterróse en la su huesa, fizosele su nobenario y
cabo de año.
[113].- Falles9ió Perixa de Urrechaga a 24 de marzo de 1564
años, enterróse en la huesa de Gorrín, hizosele la novena y cabo de año
y misa cantada.
[114].-Murió María Martínez de Marmex Ucengoechea a 22 días
de abril de 1564, y enterróse al día siguiente en la su huesa de Marmex, hizosele nobenarios y aniversario luego y cabo de año.
[115].- Martín de Olabarriaga, falles9ió en Agreda, fizirieronsele
sus cumplimientos en dicha Yglesia, nobenario y cabo de año y los
aniversarios.
[ 116] .- Martín de Barroeta, falles9ió en Agreda, fizieronse su
nobenario en esta yglesia a 20 de septiembre.
[117].- A 12 de mayo de 1564 años falles9ió Juan de Auriategui,
morador de Urturbey, enterróse en Arra9ua en la huesa de Auriategui.
[118].- A 10 de diciembre de 1564 falles9ió Mari Martín de
<;:arraveytia.
[Año 1565]
[119].- A 25 días del mes de abril de 1565 falles9ió Andraco de
Axtorondo en la villa de Guernica y se enterró en Arra9ua en la huesa
de Axtorondo en la hillera más baxa, hizose su nobena.
[120].- A 8 de mayo de 1565 falles9ió Doña Marina de Chertudia, madre de Martín de Chertudia, y se enterró en la huesa de Chertudia, fizosele luego la nobena y los anibersarios.
[121].-A 29 de junio de dicho año y díade señor San Pedro y San
Pedro, falles9ió Mari Lopez de <;:abala y se enterró en la huesa de Martín de <;:abala.
[122].-A 1 de setiembre de 1565 años falles9ió Rodrigo de Urrechua y se enterró en la huesa de Urtubey. Fizosele la novena y mando
9 misas cantadas y 18 rezadas.
[123].- A 8 de septiembre día de Nuestra Señora, falles9ió
Ochanda de Aguirre y se enterró en la huesa de Aguirre estrada sobre
su madre y agüelos.
[124].- Martes a 25 de setiembre de 1565 años falles9ió Francisca de Marmex de Veengoechea, mujer de San Juan de Vengoechea,
enterróse en la sepultura de su casa.
Año de 1567
[140].-Postrero día de diciembre año del nascimiento de Nuestro
Señor Jesucristo de 1567 años, falles9ió Teresa de Ybarra y fue enterrada en la huesa de Ybarra.
[ 141] .- A 20 de febrero de 1567 falles9ió Marina Lopez de <;:arragoicoechea en Alviz y enterróse en esta yglesia de Arra9ua.
[142].- A 26 de febrero de 1567 falles9ió Marina de Monesterio
y se enterró en la su huesa.
[143].- Marina de Lauriz, viuda, mujer que fue de Pedro de
Monesterio, falles9ió a 19 de marzo de 1567 años y se enterró en la
huesa de Lauriz.
[144].- Pedro de Maguna, morador de <;:arra, falles9ió a 15 de
mar90 de dicho año. Enterróse en Ybarruri porque falles9ió en Maguna.
[145].- Mari Miguel de Vaquelu, falles9ió a 29 de mar90 del
dicho año de 1567, enterróse en la su huesa de Vaquelu.
[146].-María de Ycaztegui, falles9ió a ... [en blanco] de mayo de
1567 años, enterróse en la huesa de Pedro de Ycaztegui, su hermano.
[147].- Juana, hija del licenciado Viezma, y de Mari Ybañez de
Chertudi, falles9ió a 5 de junio de 1567, enterróse en la sepultura de
Chertudi.
[148].- María Iniquiz de Lauriz, falles9ió a 8 de junio de 1567
años, fue enterrada en la huesa de Lauriz.
[149].- Mari Ochoa, donzella, fija de Rodrigo de Basagoitia y de
Ynesa de Velendiz, su mujer, falles9ió postrero día de junio de 1567,
enterróse en la huesa de Basagoitia que hubieron de Vizcarra.
[150].- Ochanda de Ybarra, falles9ió a 4 de 1567 años, enterróse
en la huesa de Ybarra.
[151].- Francisco de Arguena y <;:abala, falles9ió a 13 de septiembre de 1567, enterróse en San Miguel de Mendata.
[152].- Marina de Letomendi, falles9ió jueves 25 de setiembre de
1567 años, de parto, enterróse en la huesa de sus padres de Letomendi.
[153].- Juan Gon9alez de Monesterio, falles9ió primero de
noviembre de 1567, enterróse en la huesa de Monesterio.
26
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
[154].-Juan de Echachua o de Solaurren, falles9ió a 6 de noviembre de 1567, enterróse en la huesa de Juan Arrasola.
[155].- Mari Lopez de Olabe, falles9ió de parto en 26 de noviembre de 1567 años, no testó.
[157].- María Ruyz de Mynteguia, falles9ió a 9 de diziembre de
1567, enterróse en la huesa de <;abala.
[158].- María Ybañez de Goycoechea, falles9ió a 12 de diziembre de 1567, enterróse en la huesa de la casa de Goycoechea.
[159].- El día siguiente falles9ió María Saez de <;ubiate y fue
enterrada en la huesa de <;ubiate.
[160].- En 23 de mayo de 1568 falles9ió Martyn de Gamecho y
se enterró en la huesa de Gamecho.
[continua, en el mismo año también]
Libro de Aniversarios y Capellanías: 1678-1833 (sig. 01-02)
Determinados parroquianos fundan Aniversarios para celebrar
misas en la sepulturas en que son enterrados, o en otras en las que han
sido enterradas personas con las que han tenido alguna relación, en los
siglos XVII y XVIII, aportando la denominación de algunas sepulturas, pero no su localización. Así se citan las siguientes sepulturas:
sepultura de Lexarza Goxeazcoa, de la Torre de Belendiz, de la casa
de Miriategui, de Arguena Echavarría, de la casa de Letamendi, de la
casa de <;aldivizcar, de la casa de <;abalburua, de la casa de Larrucea,
de la casa de Letomendi, de la casa y casería de Zavala, de la casa de
Ybinarriaga, de la casa de Ybarra Uberoa, sepultura de la casa de Ororoaga, de la casa de Aureategui, de Zarragoicoechea, de Ororoaga
Arcecoa, de la casa de Ybaquelua, de Aguirregoneazcoa, de Loiolena,
en la sepultura de Obietaveazcoa, de Obietagoxeazcoa, de Aguirre
Elexbeitia, de la casa de Altamira, de la casa de Obieta y de la casa de
Aguirre Elexbeti.
2.2 Santa María de ldibaltzaga (Errigoiti)
l. Introducción
La iglesia parroquial de la Villa de Errigoiti se
asienta sobre una elevación en el barrio de Elexalde,
a cierta distancia del núcleo poblacional. Su origen es
antiguo, citándose ya su existencia en el Privilegio
fundacional de la Villa de 1366, convirtiéndose en su
parroquia poco después, sin cambios en la ubicación,
según recoge la leyenda, a pesar del alejamiento geográfico.
El edificio actual, en su origen renacentista, ha
conocido varias ampliaciones y remodelaciones:
torre, capilla del Cuerpo Santo, sacristía, etc, y en
especial es el resultado de la intervención neoclásica
(1816-1818), a instancias de la Diputación, para tratar de paliar su ruina. En este contexto de las obras de
reedificio hubo una reordenación de espacio sepulcral, ejecutando 107 sepulturas nuevas.
En la actualidad se muestra como un edificio del
tipo "Iglesia Salón", con tres naves a la misma altura,
y cinco tramos. En el interior, la cubrición es en bóvedas vaídas sobre ocho columnas toscanas.Tal aspecto
no es original sino resultado de la intervención de
Martín de Echaburu, quien desde 1816 sustituye lo
que eran pies derechos de madera, postes, por columnas, y la tejavana por bóvedas de obra.
Los muros perimetrales son de mampostería enlucida. Dispone de dos accesos, el principal, en el lado
de la Epístola, es manierista, de la 2º mitad del siglo
XVI, en tanto que en el lado del Evangelio se abre
otro acceso, secundario y adintelado, junto al cual, en
el pórtico, existe un sepulcro altomedieval sin tapa.
Envuelve al edificio, salvo en la cabecera, un pórtico cubierto, con enlosado de piedra y murete sobre
el que apoyan pies derechos que sostienen la cubrición. La torre, barroca, se ubica a los pies del templo.
En la cabecera del edificio se adosa una construcción posterior, cuyo piso superior y acceso independiente, servía de "cilla" o granero de la Iglesia, mientras que en el inferior se ubica la sacristía y la capilla
del Cuerpo Santo, a las que se accede desde el interior del templo (1 ).
2. Las sepulturas: Estructura y disposición
A diferencia de las iglesias estudiadas, en este
templo ha podido comprobarse de forma precisa la
extensión y distribución del espacio sepulcral, al no
verse oculto por estructuras constructivas u ornamentales. Se contabilizan un total de 107 sepulturas que
ocupan al completo los tramos tercero y cuarto de la
nave central, adentrándose aproximadamente un
metro hacia el quinto y último tramo, en tanto que el
segundo tramo, por delante del presbiterio, se ve
recubierto por un entarimado relativamente moderno.
Lateralmente este espacio sepulcral sobrepasa los
intercolumnios septentrional y meridional, ocupando
aproximadamente metro y medio de ambas naves
laterales (Fig. 1).
Estas sepulturas componen una retícula no del todo
regular, de modo que tanto el alineamiento longitudinal como el transversal se ven condicionados por las
columnas del templo. Así las tres primeras filas se
someten a un mismo esquema, a pesar de que en esta
última la presencia de dos columnas suponga reducir a
trece las diecinueve sepulturas que le hubieran correspondido. En las cuatro filas restantes, de nueve sepulturas cada una, se mantiene la alineación longitudinal
pero no la transversal, alterada por las dos filas, de cinco sepulturas cada una, que se disponen sobre los
intercolumnios de ambas naves laterales.
Constructivamente la retícula se crea a partir de
listones de madera, dispuestos longitudinal y transversalmente, uniéndose mediante un machihembrado
en cruz, a excepción de la última fila, bajo el coro, que
se ensambla con encajes sencillos. Las cubiertas de
las sepulturas, de forma rectangular, están ejecutadas
(!)
BARRIO LOZA, J.A. (dir.) Bizkaia: arqueología, urbanismo y
arquitectura histórica. Universidad de Deusto. Deiker / Diputación Foral de Bizkaia. Bilbao 1990-1991, T. II. Markina-Ondarroa; Gernika-Berrneo; Plentzia-Mungia, pp. 371-372.
PEREZ GOIKOETXE, E. Errigóiti: monografías de pueblos de
Bizkaia. Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1993.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
27
[iJ
Sondeo
Figura l. Iglesia de Santa Maria de Idibalzaga (Errigoiti): localización de los sondeos en el conjunto sepulcral (Dibujo de J.L. !barra sobre plano de Ander Etxebarria)
en madera de castaño, encajando en los rebajes que
presentan las aristas superiores de dichos listones.
Estas cubiertas presentan en su tercio oriental una
depresión circular, diseñada para contener la argolla
que serviría para alzarlas. En dicha porción aparece
asimismo un registro numérico grabado.
La observación de estas cubiertas revela una utilización intensiva del espacio sepulcral, reflejado no
sólo en el deterioro de los elementos (tablas rajadas,
parcheadas, diferentes grafías en la numeración,
tablas sin la argolla metálica ... ), sino también en la
alteración de la secuencia numérica original. De este
modo nos encontramos cubiertas sin número (la contigua a la nº 107), o bien con números repetidos (las
números 10 y 26). Asimismo se observan renumeraciones, que en algunos casos suponen la alteración de
la grafía original (así la antigua 46 se ve transformada en la 47 y viceversa, o la que porta el número 48
enmascarando al primitivo nº 30); en otros casos, sin
embargo, persisten am~¡is numeraciones, (es el ~aso
de la antigua nº 11 que porta, asimismo, el nº 26).
Se constatan igualmente ausencias (faltan los
números 11 y 50) y simple desorden en la colocación
(así a la nº 23 le sigue la nº 26, encontrándonos más
adelante con la nº 25 y con otra nº 26; o el caso de la
nº 88 que sigue a la nº 44). Con todo, el cómputo total
asciende a 107, correspondiéndose con la cifra más
alta que hemos encontrado sobre las cubiertas.
Entre la documentación obtenida para esta iglesia,
se constatan dos citas que hacen mención al pago por
la ejecución de las sepulturas. La primera de ellas
corresponde al año 1763, y se refiere al coste de las
sepulturas nuevas de la parroquial, sufragados paritariamente por la Iglesia y el Ayuntamiento de la Villa
(2). Esta construcción se realiza en madera.
La segunda cita correspondiente al año 1818,
refleja el pago a Manuel de Mendiola de 6.140 reales
por la ejecución de 107 sepulturas nuevas (3). Parece
evidente que esta segunda cita se refiere a la estructura que cubre actualmente la trasera del templo.
(2)
(3)
AHEB, 4º Libro de Fábrica; y AME, 5º Libro de Cuentas del
Ayuntamiento
AHEB, 6º Libro de Fábrica.
28
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
Precisamente en las primeras décadas del siglo
XIX se ejecutó la obra de reconstrucción de la iglesia
de Santa María, consecuencia del estado de ruina en
que se declara estar. Con todo, desconocemos si la
obra de 1818 se limitó a sustituir a la estructura de
1763, suponemos que deteriorada como el resto del
templo, o si, por el contrario, se procedió a una reestructuración del espacio sepulcral.
Nuestra intervención se ha centrado en las sepulturas que portan los números 9 (Sondeo 2) y 44 (Sondeo 1). Este último se ha localizado en la nave lateral,
en la fila de sepulturas situada tras la tercera columna
del lado de la Epístola, correspondiendo al confín
meridional del espacio sepulcral. Esta sepultura esta
señalada con el número 44, lo que supone una traslocación, debiéndole corresponder en principio, un
lugar más adelantado y central.
La cubierta de madera de forma rectangular tiene
1,69 m de longitud, 30 mm de grosor y una anchura
que oscila entre 0,485 m en su extremo oriental, y
0,50 m en el occidental. Se trata de un pieza única
con bordes rectos (Figura 2). En su tercio oriental
Figura 2. Iglesia de Santa Maria de Idibalzaga (Errigoiti): Cubierta
de madera, portando numeración y Ja argolla de metal.
presenta la indicación numérica referida, realizada
mediante grabado y situada sobre el eje longitudinal
central. Ligeramente separada de ella, más hacia el
oeste, pero asimismo sobre el eje central, presenta
una argolla metálica de 55 mm de diámetro, que se
sujeta a la tabla por un anclaje en U asimismo metálico. Esta argolla se aloja en un rebaje circular en la
madera, resaltando apenas sobre el plano superficial
de la cubierta.
En la superficie inferior de la cubierta, la donante
al interior de la sepultura, en ambos tercios oriental y
occidental, y en sentido transversal, se disponen sendos maderos cortos y planos, de unos 30 mm de espesor. Estos travesaños cumplen la función de refuerzos
al tiempo que permiten el asiento de la cubierta sobre
el relleno inferior, trasmitiendo a éste la tensión producida por el tránsito sobre la superficie sepulcral.
Esta cubierta se haya fijada a una estructura formada por cuatro listones de madera, de sección cuadrangular (90 mm), dispuestos de forma paralela dos
a dos, creando un espacio rectangular. Exceptuando
aquel que marca el límite meridional del espacio
sepulcral, los otros tres son compartidos por otras
tantas sepulturas contiguas. Las aristas superiores de
estos listones presentan un rebaje en ángulo recto, de
25 mm de base y 30 mm de lado, que permite encajar
la cubierta de la sepultura, ajustando a un mismo
nivel todas las superficies externas.
A diferencia de otros templos estudiados, no se
han documentado otras estructuras inferiores individualizadoras del espacio sepulcral, por lo que éste
queda conformado únicamente en superficie.
En el interior de la sepultura únicamente se ha
documentado un nivel de inhumación de escasa
potencia (0,60 m), que se corresponde con una capa
de tierra de textura arenosa, con elevada presencia de
pequeñas partículas de cal, distribuidas homogéneamente, lo que presumiblemente evidencia una remoción constante del relleno. En él aparecen igualmente
fragmentos de tamaño medio de rocas areniscas y
principalmente calizas, asimismo de forma esporádica se documentaron fragmentos de teja. La presencia
en este relleno de restos óseos sin conexión anatómica y fundamentalmente infantiles, pudiera tal vez
indicar labores de remoción y limpieza al objeto de
proceder a una nueva inhumación.
Por debajo de este nivel se documentó un ataúd de
madera, cuya deteriorada estructura superior se desplomó al iniciarse los trabajos. En él se distinguen
dos elementos: la tapa y la caja. La tapa se compone
de cinco piezas de madera. Dos de ellas se sitúan en
pies y cabecera, presentando forma de trapecio isósceles. La más occidental tiene 0,40 m de base y 0,11
m de alµira, en tanto quela ubicada a oriente presenta una basé de 0,24 'rii y t.iiia al.tura de 0,06 m; ambas
poseen 30 mm de espesor.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Uniendo los tres bordes laterales de ambas piezas,
se disponían tres tablas de 1,65 m de longitud y forma ligeramente trapezoidal, conformando así la tapa.
Estos diferentes elementos se unían entre sí por
medio de clavos de hierro de cabeza circular plana y
vástago de sección cuadrangular.
En cuanto a la caja, lateralmente se compone de
cuatro tablas, dos cortas y dos largas, todas de unos
30 mm de espesor. Las cortas, de forma rectangular,
se sitúan en los extremos, midiendo 0,24 x 0,20 m la
situada a oriente, y 0,22 x 0,40 m la de occidente.
Sobre los cantos verticales de éstas montan las otras
dos piezas largas, de 1,65 m de longitud y forma ligeramente trapezoidal, consecuencia de la distinta altura de las piezas cortas que unen. Estos elementos también se encuentran unidos mediante clavos de hierro
de cabeza plana, cuadrada y vástago cuya longitud
varía entre 52 y 75 mm.
Respecto al fondo del ataúd, su estado de deterioro parece indicar que estuvo compuesto por diversas
tablas cortas, dispuestas en sentido transversal al eje
mayor, unidas por juntas en caja y espiga.
Todo el conjunto del ataúd aparecía ligeramente
desplazado hacia occidente, más allá de los límites
marcados por la estructura sepulcral suprayacente,
entrando casi en contacto con la inhumación contigua.
Bajo el ataúd se documentó una delgada capa de
tierra, de características similares a la situada por
encima; por debajo de ella se encontraba la roca caliza natural del terreno, constitutiva de la base de la
sepultura. Esta última capa pudiera tal vez tener la
misión de aislar el enterramiento de la roca subyacente, o bien podría tratarse de restos del relleno
superior no eliminados en las tareas de limpieza y
acondicionamiento, previos a cualquier inhumación.
El Sondeo 2 se localizó en la primera hilera de
sepulturas en la nave central, en el espacio en el que
arranca el pasillo central formado por la distribución
actual de los bancos, siendo la novena de norte a sur
y portando precisamente este número. Sus características coinciden en gran medida con lo documentado y
expuesto para el Sondeo l.
Así la cubierta de la sepultura es una pieza única
de madera de castaño, de forma rectangular y 1,715
m de longitud, teniendo 0,54 m y 35 mm de anchura
y espesor respectivamente en su extremo occidental,
y 0,53 m y 25 mm en el oriental. Los bordes son rectos a excepción del más oriental, que presenta un ligero bisel hacia el interior. Una grieta la recorre longitudinalmente en sentido ligeramente oblicuo.
En el tercio oriental de su superficie se documentó una argolla de hierro, de forma y sección circular y
de 55 mm de diámetro. Se encontraba alojada en el
interior de una depresión grabada en la madera. Esta
argolla está dispuesta en coincidencia con el eje longitudinal central, al igual que la indicación numérica
29
contigua. El número 9 se ha ejecutado mediante labra
y con una grafía que se incluye entre aquellas que
suponemos originales y más antiguas.
En el plano inferior de esta cubierta, en la zona
media de los tercios occidental y oriental, se ubican
dos cortos travesaños planos de madera perpendicularmente al eje mayor. Como ya se ha comentado para
el Sondeo 1, estos travesaños servirían de refuerzo y
apoyo de la cubierta sobre los rellenos inferiores.
Esta cubierta encaja en un espacio rectangular
configurado por cuatro largos listones, paralelos dos
a dos. Éstos se unen mediante machihembrado en
cruz, siendo compartidos por los espacios sepulcrales
contiguos. Sus bordes superiores se encuentran rebajados en ángulo recto, asentando sobre ellos la
cubierta. El listón situado al este únicamente presenta este rebaje en su borde occidental, por constituir el
límite perimetral anterior de la necrópolis.
Al ir vaciando los rellenos que colmataban esta
sepultura se puso al descubierto un madero vertical,
casi en el ángulo sureste y situado bajo el listón meridional (Figura 3). Esta pieza lígnea, de 0,77 m de lon-
Figura 3. Iglesia de Santa Maria de ldibalzaga (Errigoiti): Pieza de
madera. vertical que actúa como soporte de la estructura,
situada en el límite oriental del Sondeo 2, precisamente el
límite de la necrópolis.
30
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
gitud y 0,12 m de lado, actúa a modo de soporte de
los listones cimeros, apoyándose a su vez sobre el
sustrato natural del terreno. En los límites de las áreas excavadas no se han documentado otros elementos
de características o funciones similares.
El relleno que colmata la sepultura se componía
de una tierra arcillosa, de color marrón amarillento,
con una compactación más acusada en los niveles
superiores. Presenta un alto contenido de pequeñas
partículas de cal homogéneamente distribuidas.
Como en el sondeo 1, aparecieron en este relleno piedras areniscas y sobre todo calizas de pequeño tamaño (inferiores a 40 mm) y formas planas. Asimismo
se documentaron diversos huesos humanos en escaso
número y sin conexión anatómica, indicando un uso
más o menos continuado de la sepultura.
En esta unidad se documentaron varias inhumaciones, la situada más superficialmente corresponde a
un infantil, en tanto que las otras dos inhumaciones se
localizaban en el interior de un ataúd de madera,
cuyas características son muy similares al descrito en
el sondeo 1, si bien su estado de conservación es
mejor.
En este ataúd se distinguen también dos partes, la
tapa y la caja. La tapa se compone de cinco elementos. Los dos menores son pequeñas piezas planas de
unos 25 mm de espesor y forma de trapecio isósceles,
disponiéndose en ambos extremos, esto es, en cabecera ( 0,41 m de base y 0,17 m de altura) y pies ( 0,32
m de base y 0,13 m de altura). Sobre sus cantos asientan las otras tres piezas largas, de 1,69 m de longitud
y 10 mm de espesor, resultando un conjunto con forma trapezoidal (Figura 4), tanto en planta como en
sección. Dichas piezas largas presentan a lo largo de
sus bordes laterales un ligero bisel hacia el interior, lo
que permite el ajuste entre ellas.
La caja presenta también forma de trapecio isósceles, con unas dimensiones internas de 1,62 m de
longitud y 0,39 m y 0,29 m de anchura en cabecera y
pies respectivamente. Lateralmente se compone de
cuatro piezas rectangulares de 0,20 m de altura y 30
mm de espesor. En la cabecera y pies se localizan las
más cortas, sobre cuyos bordes verticales se apoyan
las más largas, de 1,68 m de longitud. Estos elementos se unen con clavos de hierro de cabeza plana y
vástago de sección cuadrada.
El fondo de esta caja se halla formado por ocho
tablas cortas y planas, dispuestas transversalmente al
eje longitudinal del ataúd. Sus anchuras varían entre
0,26 y 0,06 m, siendo su forma más trapezoidal que
rectangular.
Asimismo se han documentado tres tachuelas de
cobre, de cabeza circular y vástago de sección cuadrada , en relación con las paredes externas de este ,.
ataúd, que estarían indicando tal vez un tapizado
exterior de tela del mismo.
Un dato a destacar en relación a este ataúd es el
distinto tipo de madera utilizado para la ejecución de
ambas partes. Así, mientras que la tapa ha sido realizada en madera de pino, la caja esta elaborada con
madera más noble, castaño. Esta circunstancia debe
ser relacionada ineludiblemente con la doble inhumación localizada en el interior, consecuencia de una
reutilización de este elemento que no de una inhumación coetánea de carácter doble. De este modo la tapa
de pino correspondería al último cuerpo enterrado, tal
vez como consecuencia de la ruina de la primitiva
cubierta.
El mencionado ataúd se encuentra ligeramente
desplazado hacia el oeste, introduciéndose por debajo del límite occidental de la estructura sepulcral e
invadiendo la sepultura contigua, de modo que prácticamente queda tocante al ataúd que la ocupa.
El ataúd descrito descansa directamente sobre una
capa de tierra arcillosa compacta que contiene abundancia de piedras calizas de formas planas e irregulares, cuyo tamaño se mantiene siempre por debajo de
70 mm de dimensión mayor. En esta capa no se han
documentado otras inhumaciones ni restos óseos dispersos. Su espesor aumenta progresivamente de este
a oeste, adaptándose a la inclinación del sustrato
natural.
Como se ha indicado anteriormente no se han
documentado estructuras que trasladen en profundidad la distribución sepulcral visible en superficie.
Unicamente en la zona oriental se han detectado tal
tipo de límites, dado su carácter perimetral del espacio sepulcral (Figura 3). En ese cantil se han documentado tres elementos en superposición estratigráfica, si bien el escaso campo de observación limita su
interpretación.
El primero de los elementos se corresponde con
una estructura erigida, de 0,40 m de altura, formada
por rocas areniscas de tamaño mediano-grande, organizadas en dos hiladas más o menos regulares. Estas
piedras no muestran signos de labra, aunque sí parece que han sufrido algún tipo de selección preferencial, ya que sus caras externas se muestran bastante
lisas, quedando todas a un mismo nivel. Este conjunto está trabado por una argamasa arenosa, con inclusiones de partículas de cal, teja o ladrillo y piedra.
Estas hiladas de piedras asientan directamente
sobre un fino lecho de arcillas, el segundo elemento,
que, a su vez, se dispone sobre la roca caliza natural.
Esta presenta un corte lineal recto, de unos 0,45 m de
altura, en dirección norte-sur, que presenta una superficie bastante irregular hasta el fondo plano.
Los tres elementos descritos, piedras areniscas,
capa arcillosa y roca natural, presentan unas superficies exteriores perfectamente alineadas en relación a
un plano vertical. Las dos primeras quizás deban
ponerse más en relación con el suelo de la mitad
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
31
D
-051
-o 67
A
-
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B
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058
069
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Pies
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20
40
Figura 4. Iglesia de Santa Maria de Idibalzaga (Errigoiti): Representación gráfica del ataúd encontrado en el sondeo 2, representando la tapa y
las piezas de pies y cabecera. (Figura realizada por J.L.Ibarra, tomada de las Memorias de excavación 1992, Servicio de Patrimonio de
la Diputación de Bizkaia)
delantera de las naves, que carece de función sepulcral.
Además sobre la roca caliza se observa un segundo corte lineal en el límite norte del área excavada,
que, recorriendo en sentido este-oeste los dos tercios
de ese límite, va adquiriendo una inclinación gradual.
Su fondo se presenta plano y su mayor profundidad
corresponde a la parte occidental. El desnivel creado
por este corte se encontraba relleno por una capa de
piedras calizas planas y ladrillos dispuestos al mismo
nivel sobre un delgado lecho de tierra arcillosa.
Se han documentado hasta tres ladrillos enteros,
de dimensiones 0,29 x 0,14 x 0,03 m, ordenados de
manera contigua en un ángulo recto. Se aprecia asimismo una ordenación de los elementos calizos,
cuyas formas irregulares posibilitan la inclusión de
pequeños fragmentos de ladrillo entre ellos.
3. Las inhumaciones: restos esqueléticos, ajuares
y registro documental
Como ya se ha comentado en el sondeo 1, se ha
documentado solamente un nivel de inhumación. El
relleno de esta sepultura contiene restos óseos sin
conexión anatómica, perteneciendo la mayoría de
ellos a un infantil. La única inhumación completa se
encontraba dentro del ataúd hallado. Este esqueleto
se presentaba articulado y en posición de decúbito
supino, con la cabeza mirando al este. Los brazos
aparecen pegados al cuerpo y ligeramente doblados,
de modo que la parte distal de las extremidades superiores descansan juntas sobre la pelvis.
Este cuerpo corresponde a una mujer, cuyo cabello formaba a la altura de la nuca un moño, recogido
por un paño de color marrón oscuro. Sus pies estaban
calzados con unos zapatos tipo botín, en cuero, con
recubrimiento externo de tela en la zona del empeine,
atándose con cordones. No se hallaron otros indicios
de vestimenta.
Sobre este esqueleto se recogieron una nuez y
unos recortes de papel impreso, tres fragmentos
superpuestos, posiblemente recortados a un mismo
tiempo y de forma tosca, que, por el tipo de papel y el
de la letra impresa, pudieran corresponder a un texto
piadoso. Este cuerpo conservaba abundantes restos de
tejido muscular adheridos a huesos y articulaciones.
32
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
La certeza en cuanto al sexo de este cadáver contrasta con los datos aportados por los Libros de Finados. Según éstos en la sepultura 44, desde 1835 a
1842, se registra la inhumación de dos adultos, ambos
varones, así como de tres párvulos de corta edad.
Todo ello induce a pensar en la no coincidencia entre
la sepultura estudiada y la reseña numérica de su
cubierta, toda vez que, como ya se ha indicado, dicha
cubierta grabada con el número 44 aparece en discontinuidad numérica, a continuación de la número
88. Por tanto, resulta plausible suponer que dicha
cubierta hubiera sido desplazada hasta el lugar que
hoy ocupa, desde su localización original por razones
que no llegamos a precisar.
En el sondeo 2 se documentaron varias inhumaciones, correspondiendo la que ocupa la posición
estratigráfica más alta a un infantil. Este esqueleto se
localizó en el límite meridional de la sepultura, se
encontraba en posición de decúbito supino, mirando
hacia el este. Aparece completamente articulado, si
bien carece de cráneo. La extremidad superior
izquierda aparece pegada al cuerpo y ligeramente flexionada, de forma que la mano descansa sobre la pelvis. Por el contrario, la extremidad superior derecha
se encuentra estirada y separada del cuerpo. Con las
extremidades inferiores ocurre algo parecido, así,
mientras la derecha aparece totalmente estirada, la
izquierda está ligeramente flexionada.
En este sondeo el hallazgo más interesante corresponde a un ataúd con dos inhumaciones no coetáneas
en su interior. Ambos esqueletos se presentan en
posición de decúbito supino y miran hacia oriente. El
esqueleto nº 2 es el más reciente, ocupando la posición superior. Se trata de un esqueleto completamente articulado cuyas extremidades inferiores se
encuentran estiradas, en tanto que las superiores aparecen pegadas al cuerpo con una ligera flexión, de
modo que las manos, separadas, descansan sobre la
pelvis. Sus pies estaban calzados con zapatos de cuero.
Este esqueleto se superpone sin solución de continuidad sobre el esqueleto nº 3, apoyado a su vez
directamente sobre las tablas del fondo del ataúd. La
inhumación del segundo cuerpo produjo probablemente el desplazamiento lateral de su cráneo, que
aparece junto a la clavícula derecha. Por lo demás se
encuentra completamente articulado. Los miembros
superiores aparecen pegados al cuerpo y flexionados,
de modo que los antebrazos descansan sobre las últimas vértebras dorsales, al tiempo que las extremidades inferiores se encuentran extendidas. Este cuerpo
conservaba una especie de chaleco o prenda corta sin
mangas, cuello en pico y botonadura central, confeccionado con un tejido de color naranja. Alrededor de
las tibias se documentó la presencia de unas cintas, no
hallándose otras evidencias de vestimenta. Ambos
esqueletos conservaban restos de tejido muscular
adheridos, que aconsejaron una rápida exhumación y
traslado, realizándose un análisis somero de ellos.
Como dato a considerar, diremos que en el relleno
de esta sepultura aparecieron dispersas un número
considerable de suelas de zapato de cuero. Evidencias, probablemente, de una reutilización de este
relleno en sucesivas inhumaciones.
En la documentación de esta parroquia en relación
a la sepultura que nos ocupa, aparecen sendos registros de enterramiento en la misma, así el 14 de julio
de 1840 se constata el de una mujer de 18 años y en
diciembre de 1844 el de otra mujer, de la que no se
dice su edad. Deben ser probablemente las dos últimas inhumaciones de adultos que se produjeran en la
sepultura 9, ya que a partir de febrero de 1846 se
entierra de modo definitivo en el Campo santo exterior (4), cuya construcción se costea en las cuentas
dadas el 25 de abril de 1812 (5), registrándose allí un
primer enterramiento en enero del mismo año (6).
Desde 1820 hasta 1845, las inhumaciones se realizan
tanto en el interior de la iglesia como en el exterior
(7).
A este respecto diremos que en los libros de Finados, desde 1724 hasta 1818, se aprecia la relación
entre el número de la sepultura y un determinado apellido. Esta asociación casa-sepultura queda confirmada documentalmente al menos desde 1589, período
en el que se alude al lugar de enterramiento como la
fuesa o sepultura "de su casa" (8). Se cita asimismo
la existencia de una sepultura de los Beneficiados o
sepultura presbiterial, en donde Joseph de Uribe
esculpe "las armas de San Pedro" en 1744 (9), y otra
del Hospital o de Misericordia, "arrimada a la pila
bautismal", donde se entierra a pobres que fallecen en
dicho Hospital (10).
Sin embargo desde 1757 se registran algunos
enterramientos "entre sepulturas" por estar las correspondientes ocupadas por cuerpos recién enterrados
( 11 ). O bien, por la misma razón, a veces se producen
enterramientos en otras sepulturas distintas a las de su
apellido.
Al igual que en otros templos, en Santa Maria de
Rigoitia se constata documentalmente la reutilización
del espacio sepulcral, desde finales del siglo XVI
hasta mediados del XIX; además, la existencia de un
osario, cuya primera noticia data de 1717 (12), reem(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
10
< >
Oll
12
< >
AHEB, 5º Libro de
AHEB, 6º Libro de
AHEB, 4º Libro de
AHEB, 5º Libro de
AHEB, 1º Libro de
AHEB, 2º Libro de
AHEB, 4º Libro de
AHEB, 4º Libro de
AHEB, 3º Libro de
Finados.
Fábrica.
Finados.
Finados.
Finados.
Finados; y 4º Libro de Fábrica.
Finados.
Finados.
Fábrica.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
plazado por otro en 1806 al edificarse la nueva sacristía en el emplazamiento del antiguo (13) y la presencia de huesos cortos sin conexión anatómica en los
rellenos de las sepulturas, inducen nuevamente a pensar en tareas de limpieza y acondicionamiento de las
sepulturas previas a una nueva inhumación.
La hipótesis anterior vendría corroborada en la
Visita al Libro de Finados de 30 de mayo de 1793
(14), en la que el Obispo indica que para su uso se
vacíe la sepultura y se llene de tierra, por razones
higiénicas, en cumplimiento de la Sinodal del Obispado (15), recordando que no puede utilizarse una
sepultura hasta transcurrido un año desde la inhumación anterior, y previo vaciado de la tumba.
Sin embargo esta norma se vulnera al menos para
la sepultura 44, en relación a la cual sendos registros
del 24 de agosto de 1838 y del 18 de octubre de ese
mismo año, dan cuenta de la inhumación de dos hombres adultos. Lo mismo ocurre con la sepultura de
Anizgoitya, en la que se producen inhumaciones en
marzo y junio de 1819 (16).
Por ello no resulta extraño que en las postrimerías
de la utilización del interior del templo para enterrar
fieles difuntos, y en contra de lo que era norma, se
reutilice un mismo ataúd. Como hipótesis para explicar tal insólito hecho, señalamos el que tal vez el estado de conservación del primer cadáver no permitiera
su traslado a la osera, obligando a su permanencia en
la sepultura.
4. Anexo documental. Parroquia de Santa María
de Idibalzaga. Rigoitia
La documentación examinada consta de:
Documentación eclesiástica, depositada en el AHEB, obteniéndose información en los Libros de Fábrica (de 1613 a 1893), y Libros de
Finados (de 1576 a 1892).
Se han investigado además otros documentos, cuyo contenido no
se detalla dada la escasa o nula información aportada a la problemática planteada. Esta documentación es: 3° Libro de Finados (16711729), Papeles Varios, Libro de la Cofradía del Rosario, Libros de
Capellanías, y Libros de la Capilla del Cuerpo Santo.
Documentación municipal, depositada en el AME. En concreto
contienen noticias de interés para la investigación el 5º Libro de Cuentas del Ayuntamiento (1743-1776) y el Libro de Actas (1893-1904).
También se examinó en el AGSB, en la Sección Culto y Clero, el
Reg. 33, Leg. 11, relativo al reconocimiento de la Iglesia por Martín
de Echaburu, por encargo de la Diputación, en 1816-febrero-20, previo a las obras de reedificación de la misma, no conteniendo información sobre sepulturas, por lo que no se relaciona en la vaciado de
documentación.
0 3)
4
0 )
15
< )
06 )
AHEB, 5º Libro de Fábrica.
AHEB, 4º Libro de Finados.
Referencia a las Constituciones Synodales antiguas y modernas
del Obispado de Calahorra y La Calzada,. .., por D. Pedro de
Lepe ... en el año de mil y seiscientos y noventa y ocho, Madrid,
A. G. de Reyes, 1700. Constitución X, Título IX. "De sepulturis"
AHEB, 5º Libro de Fábrica.
33
Relación documentación vaciada:
- Libros de Fábrica:
1º Libro de Fábrica: 1613-1654 (sig. 02-03)
2º Libro de Fábrica: 1656-1694 (sig. 02-04)
3º Libro de Fábrica: 1693-1723 (sig. 03-01)
4º Libro de Fábrica: 1723-1771 (sig, 02-05)
5º Libro de Fábrica: 1772-1805 (sig, 03-02)
6º Libro de Fábrica: 1806-1893 (sig. 09-01)
- Libros de Finados:
!ºLibro de Finados: 1576-1618 (sig, 01-02)
2º Libro de Finados: 1620-1683 (sig. 01-03)
4º Libro de Finados: 1724-1818 (sig. 08-02)
5º Libro de Finados: 1818-1892 (sig. 08-02)
- Libros del Ayuntamiento:
5º Libro de Cuentas del Ayuntamiento: 1743-1776
Libro de Actas del Ayuntamiento: 1893-1904
12 Libro de Fábrica: 1613-1654 (sig. 02-03) (s.f.)
Cuentas sin fecha (probablemente dada en 1616)
- 6 rs a un oficial carpintero que adere9ó las andas y reparó las
puertas de alrededor del cimiterio de dcha yglesia.
1623-marzo-26
- 6.800 mrs a Joan Ochoa de Landia, cantero, y a los demás oficiales canteros por echar los ladrillos y suelo de la dicha yglesia y
pon[er] ello en perfeción.
- 12 rs por meter 9ierta cantidad de tierra dentro de la yglesia para
"ynchir y allanar el suelo della y echa la duladura".
- 1Ors por cierta cantidad de ladrillo que faltaba para echar el suelo con su traída.
- 15 rs y medio a Ynigo de Madalan por el estrado del altar y por
la goamición de la sepultura de los sacerdotes.
1630-enero-17
- A 6 oficiales canteros que trabajaron en hacer el "camer" y allanar la Iglesia y ciminterio.
2 2 Libro de Fábrica: 1656-1694 (sig. 02-04)
1671-febrero-27
- 350 rs y medio a Juan de Urle9aga por la obra de la Capilla del
Cuerpo Santo.
1684-marzo-13
- Se asienta el ladrillo de las gradas.
3 2 Libro de Fábrica: 1693-1723 (sig. 03-01)
1717-febrero-6
- 9 rs a Roque y su hermano con bueyes y carro y su jornal de un
día a limpiar la osera.
1719-enero-28
- 1 r de plata pagado a Francisco de Amezaga, vº de la Villa, por
pasar los huesos de difuntos al osario.
4 2 Libro de Fábrica: 1723-1771 (sig. 02-05) (s.f.)
1737 [!asadura del Presbiterio al coro]
- 4 rs a Antonio de Arríen, por un día que ocupó en poner algunas losas que estaban sueltas en la Iglesia.
- 100 rs que costó la !asadura de la Iglesia desde el Presbiterio al
coro en que se incluyen saca de losas, su acarreo, labranza y jornal de
canteros.
1742
- 48 rs a 2 cantero por 12 días que se ocuparon en el enlosado de
la pila bautismal a 4 rs por día.
- Pagos en este año y el siguiente por piedra y cal para el enlosado de Presbiterio.
1744
- Para la obra del enlosado del Presbiterio, 294 piedras menores
de la Montaña, 661 rs y 17 mrs.
- 6 rs a Joseph de Uribe, escultor, por día y medio que ocupó en
esculpir las armas de San Pedro en la sepultura presbiterial.
- Por sacar tierra de la Iglesia, y traer arena para la obra.
34
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
1763 (dada en 1764-mayo-8) [sepulturas]
- "Yten 2.232 rs y 21 mrs, mitad del coste de las sepulturas de la
parroquial que se ejecutaron con licencia del Tribunal Eclesiástico y
cuia otra mitad costeó la Villa".
5º Libro de Fábrica: 1772-1805 (sig. 03-02) (s.f.)
1778-mayo-9
- 32 rs por 10 codos de tabla que pago para una sepultura nueva
a 2 rs y quartillo codo y con inclusión de su construcción.
Visita 1793-junio-8. Visitador, Francisco Mateo Aguiriano y
Gómez, Obispo de Calahorra.
Llantos. "Por cuanto se ha informado que al tiempo de conducirse
los cadáveres desde la casa mortuoria a la yglesia al entrar en ella, y
quando se les da sepultura, las viudas, madres, parientes y amigas de los
difuntos dan muchos gritos y hacen llantos excesivos lo qual es muy
reprehensible y nada conforme a los sentimientos de nra religión mandaba y mandó que en adelante no permitan ni toleren los curas y clérigos de dicha yglesia, que mujer alguna que asista a los entierros grite ni
haga llantos excesivos dentro, ni fuera de la yglesia en los actos de
levantamiento del cadáver, su conducción a ella ínterin el oficio, antes,
al tiempo, ni después de darle sepultura eclesiástica, tomando a este fin
las providencias que tuvieren por convenientes".
Que no se desamparen los cadáveres. "Hallándose igualmente
informado S.I. de que los curas, y clérigos de dicha yglesia desamparando el cadáver al tiempo de darle sepultura se retiran a la sacristía a
desnudarse dejándolo solo al arvitrio de las personas destinadas para
enterrarlo, siendo esto un manifiesto abuso opuesto a lo que dispone el
Ritual Romano, mandaba y mand S.I. a los dichos curas y clérigos, que
arreglándose en todo a lo que en él se previene se mantengan junto al
sepulcro hasta que se haya cubierto con tierra el cadáver, cantando la
Antífona, el Cántico Benedictus, las Preces y Oraciones que dicho
Ritual Romano advierte y que hecho esto al tiempo de ir a la sacristía,
rezen la Antífona y Salmo Profundis como en él se ordena, pena de 20
ds, y con apercivimiento que se procederá a lo demás que en derecho
haya lugar".
1806-mayo-20
- 25 rs dados a Domingo de Uribe por 5 días que se ocupó en el
paraje donde se ha hecho la sachristía a sacar del osario viejo al nuevo los huesos de los difuntos.
- 197 rs y 19 mrs a Ygnacio de Ozollo, según el remate, por 7
estados y 87 pies cúbicos de paredes que contiene la osera, a 25 rs
estado incluso la manifactura de la piedra labrada del ángulo.
- 128 rs dados al susodicho Antolin de Arríen por la manifactura
de la escalera de dicho ciminterio para la osera y los asientos que excecutó en dicho zementerio según remate.
6º Libro de Fábrica: 1806-1893 (sig. 09-01): nueva Iglesia
1812-abril-25 [Huerto Santo]
- 1.800 rs a Juan Bautista de Usparicha y Juan Bautista de Garrochena por 50 estados de pared para el Huerto Santo según condiciones
puestas por el perito.
- Bias de Zameza y Manuel de Arríen excavan el Campo Santo.
- 50 rs a Jose de Morga Echavarría, perito, por las condiciones y
reconocimiento.
1818-febrero-3
- A continuación de las cuentas dadas en 1818-febrero-3, en un
folio escrito por ambas caras, a modo de esquema, consta la relación
de gastos y ejecutantes de la obra de la nueva iglesia que se empezó
en el año 1816 y se concluyó en 1818. Relación del coste total:
- Martín de Echaburu, mtro perito, reconocimiento de la Yglesia
vieja y tasación para la nueva, 640 rs.
- Por la licencia del tribunal para la obra y gravar la fabrica con
impuestos, 400 rs.
- Antonio de Echaniz, por diseño y dirección de obra, 2.640 rs.
- l'homas de Gandiaga y socios, poqemate causado ante el escribano Juan Silvestre de Guerequiz para ejecutar dicha obra, 140.294 rs.
- A dicho Gandiaga y socios ]J.or mejoras que resultaron de la
e11trega de la obra, 38.794 rs.
·
- Manuel de Mendiola y socios por la ejecución de 107 sepulturas nuevas, 6. 140 rs.
Suma total del coste: 232.986
Suma Total de lo pagado: 67.817
Alcance para la fabrica: 164.292
1889
- Se entabla el Presbiterio.
- Miguel de Guarrochena y tres oficiales mas reparan el osario y
se trae piedra de la cantera.
- 95 ,50 rs a Julian de Guerequiz empleado en la entarimación,
enlosadura y limpieza de la Iglesia.
1ºLibro de finados: 1576-1618 (sig. 01-02)
Aunque hay enterramientos desde 1576, sólo se dice que son enterrados en la Iglesia de Ntra Sra de Ydibal9aga, sin especificar el lugar
hasta el año 1589 en que excepcionalmente se hace constar:
-Juan de Borica. Falles9ió en el mes de septiembre de 1589, mandóse enterrar en la fuesa de Borica (f. 50).
- Clara de Goicoechea. Fallesció el 7 de dezembre de 1589. Mandóse enterrar en la fuesa de a dicha casa (f. 50).
- Miguel de Landia. Falles9ió a 20 de diziembre de 1589. Mandóse enterrar en la fuesa de la dicha casa (f. 50).
- María de Orcondonaga. Mandóse enterrar en la sepultura de
<;:abala.
2º Libro de finados: 1620-1683 (sig. 01-03) (s.f.)
Al principio del libro hay una serie de partidas posteriores a la
fecha de comienzo del mismo, es decir de 1642, 1643, 1644. Así:
- 8 marzo 1642. Murió Ortiz de Uribaster, esta enterrado en la
sepultura de Uribaster [al margen, Uribazter].
- 27 abril 1642. Murió Marina de Pago ... Landia, está enterrada
en la sepultura de Landia
- 8 de mayo de 1642. Murió Pablo Abad de Landa, cura y beneficiado. Fue enterrado en la sepultura de los beneficiados.
- 26 de febrero. Murió María de Uribe, Vda. Está enterrada en la
sepultura de la casa de Uribe.
- 27 febrero 1643. Murió Catalina de Olaeta. Está enterrada en la
sepultura de Burgoa.
- 5 de marzo 1643. Murió Pruden9io de Borica y Catalinaga. Está
enterrado en la sepultura de Catalinaga.
- 15 de julio 1644. Murió Marina de Baraia. Está enterrada en la
sepultura de la dicha casa.
- En las demás partidas del año 1644 no se indica lugar.
Al final del libro, partidas de defunción desde 1620 en las que no
se indica en los primeros años el lugar de enterramiento, salvo en las
siguientes:
Del año 1620:
- María San Juan de Baraya el 25 de abril de 1620. Está enterrada en su sepultura.
Del año 1622:
- Juana de Gorocica. Está enterrada en su sepultura.
- Domingo de Landia. Murió en 12 de Junio de 1622, en La Bastida en la Rioja. [En Rigoitia solo se hace el "cumplimiento"].
- Domingo de Aldonaga. Fue enterrado en la sepultura de su casa.
Del año 1623:
- Gerónimo de Madalan y Beitia. Fue enterrado en la huesa de
Madalan.
A partir del año 1624 se dice en todos los casos donde son enterrados. Así:
- María Perez de Madalan fue enterrada en su huesa.
- Andres de Borica Ybaizaval. Fue enterrado en la sepultura de
Borica.
- Martín de Baria9arra y Echabarría. Fue enterrado en la sepultura de Echabarría.
- María Pérez de Urigoen. Fue enterrada .en .la .sepultura de su
casa.
- Teresa de Arana Butrón. Enterrós.e en su sepultura, etc.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
4º Libro de finados: 1724-1818 (sig. 08-02)
Obs. libro vaciado desde el f.83
- El 29 de octubre de 1756 había muerto María de Basterrechea,
natural de Arrieta, de 36 años, mujer de Antonio de Astoreca, natural
de la Villa y había sido enterrada en la sepultura de la casa de Aica
Uria (f. 88vº ).
- 2 de marzo de 1757. Muere Juan de Astoreca, de 63 años, fue
enterrado su cuerpo entre sepulturas de las casas de Aicauria y Arria
por cuanto la suya de la insinuada de Aicauria estaba recientemente
ocupada por el cadáver de Santiago de Astoreca, su primo [en cuya
partida de defunción anterior se dice que muere el 13 de noviembre de
1756] (f. 89vº ).
- 3-Abril-1757. Muere Marina de Olano, pobre de solemnidad, de
80 años, natural de Mañaria. Fue enterrado su cuerpo entre las sepulturas de las casas de Arriaga y Baraya de arriba pues aunque fue su
voluntad que se enterrase su cuerpo en la sepultura de la casa de
Aicauria no pudo ser porque estaba ocupada de reciente cuerpo, como
también las inmediatas.
- 5 de diciembre de 1762 muere María Jacinta de Altonaga, de 58
años poco más o menos, hija de Santiago de Altonaga y Catalina de
Arríen. Fue enterrado su cuerpo el día 6 entre las sepulturas de Uria
Ocordonaga y Achica Monesterio por estar ocupadas por cuerpos
recién enterrados (f. 94).
- 25-mayo-1764. Martín de Baseneta Andicoechea y Achicoechea y Achica Allende, de 40 años más o menos, fue enterrado su
cuerpo en la sepultura que la casa de Borica Ormaechea tiene en la
parroquial, por cuanto su sepultura de Achica estaba ocupada por
cuerpo reciente. Era hijo de Juan de Baseneta Andicoechea y Achica
y de María San Juan de Aguirre. (f. 100).
Visita 1793-mayo-30
El Obispo de Calahorra, Francisco Mateo Aguiriano y Gómez,
visita este libro de difuntos, y manda se cumpla la Constitución Sinodal, según la cual no puede utilizarse una sepultura hasta transcurrido
un año desde el ultimo enterramiento, y cuando se haga, se vacíe la
tumba y se llene de tierra:
" ... y para evitar en lo posible el perjuicio que puede ocasionar en
la salud de los fieles el abuso de abrirse con frecuencia las sepulturas
para entierros y el peligro consiguiente de percibirse de ellas algun
edor, manda S.I. a los curas, beneficiados, mayordomos de fabrica, y
personas que tengan (o puedan) intervención en la apertura de dichas
sepulturas que en conformidad con lo dispuesto en la Constitución
Sinodal de este Obispado no permitan ni consientan el que con ningún
pretexto se abra sepultura alguna bien sea propia de la Iglesia, o de
persona particular para entierro, sin que primero haia pasado un año
desde que hubo otro, y que se excave, y profunde completamente la
que en dicha conformidad se haia de abrir cuidando mucho de que se
llene bien con tierra y celando el puntual cumplimiento de este tan
importante mandato" (f. 145).
- Juan de Arríen. El día 24 de agosto de 1804 ... murió Juan de
Arrien, natural de la Villa de Rigoitia, de edad de 54 años, su enfermedad ictericia. Al día siguiente fue enterrado su cuerpo en la sepultura correspondiente a la casa que a la sazón habitaba llamada de
Echebarrieta, sita en el casco de esta Villa (f. 162vº ).
-[Sepultura del Hospital o de Misericordia]. Un pobre pedigüeño. El 5 de febrero de 1810, murió de repente en el Hospital de esta
Villa un pobre de edad de 50 años poco más o menos. Se enterró el día
inmediato en la sepultura del mismo hospital arrimada a la pila bautismal. Se ignora su nombre, apellido y pueblo (f. 169vº ). [La sepultura del Hospital la tiene de misericordia. Por tanto, la sepultura de
Misericordia era propiedad de la Fábrica].
- Se cita la existencia de una sepultura de Ánimas.
- Relación de sepulturas en las que indica su pertenencia a una
casa/casería: de Mozueta, de Artechea, de Larrangoicoa, de Landia
Echachua, de Catalinaga, de Zabaltorre, de Landia de arriba, de
Orcondonaga, de Bolinaga, de Urlezagagoicoa, de Ayearan, de Landeta, de Esquinacoechea, de Magdalengoitia, de Arrien, de Larragan,
etc.
- En 28 de enero de 1812 hay un enterramiento en el Campo Santo.
35
5º Libro de finados: 1818-1892 (sig. 08-02)
- 8 de marzo de 1819, muere Josefa de Olazar, hija de Manuel de
Olazar y de Antonia de Ormaechea, de 56 años, y es enterrada en la
sepultura de Anizgoytia (f. 1vº ). El 1 de junio de 1819 muere su
madre de 80 años, y es enterrada en la misma sepultura. (f. 2). El 16
de diciembre de 1819 muere María Catalina de Olazar, de 34 años,
hija de Josefa y es enterrada en la sepultura de Ubileche.
- En este libro, desde el 26 de noviembre de 1820 se entierra en
el Campo Santo (f. 3vº ) hasta el 22 de julio de 1822, en que se vuelve a enterrar en la iglesia apareciendo a veces el nombre de la sepultura asociado a un numero, otras veces solo aparece el nº de la sepultura (así ocurre en las sepulturas nº 9 y 44 ). A continuación se recogen
la mayor parte de los casos en que el nombre de la sepultura aparece
asociado a un número:
- nº 13.- Sepultura de Arana de Medio
de Erezuma
-nº 25.-nº 28.de Aguirre
- nº 29.de Madalen Erdicoa
de Arana delantera
- nº 31.- nº 61.de Rotachu
de Magdalen de Medio
- nº 66.de Larracoa
-nº 67.-nº 69.de Veytibeascoa
de Uribaster
-nº 80.de Arriaga
-nº 82.de Aldecoa
-nº 84.de Uribegoicoa
-nº 85.de Aniz-Echachua
- nº 95.de Ubilech
- nº 98.de Uribebecoa
-n" 99.de Landia de Arriba
-nº 102.de Arana trasera
- nº 104.- nº 107.de Misericordia
- La sepultura destinada a los clérigos está a la parte de la Epístola del Altar mayor.
Enterramientos en la sepultura nº 44:
- Leon de Uriarte y Uriene, párbulo. El día 1 de julio de 1835 murió
un párbulo llamado León de edad de 4 días, hijo de fose de Uriarte y
María Josefa de Uriene, vecinos y feligreses de esta Villa de Rigoitia, y
el día 2 del mismo fue enterrado en la sepultura numero 44 (f. 25 vº).
- Susana de Uribe y Basterrechea, párbula. El día 14 de febrero
de 1836 murió una párbula llamada Susana, de edad de 2 años, hija de
Domingo de Uribe y Francisca de Basterrechea, vecinos y parroquianos de la Villa de Rigoitia y el día 15 fue enterrada en la sepultura nº
44 (f. 26vº ).
- Domingo de Onaindia. El 24 de agosto de 1838 murió Domingo de Onaindia, cirujano titular de esta Villa, estuvo casado con Josefa de Erezuma, de cuyo matrimonio dejó 5 hijas, y el día 26 fue enterrado en la sepultura nº 44 (f. 32).
- Gabriel de Urlezaga. El 18 de octubre de 1838 ... murió Gabriel
de Urlezaga, de edad de 60 años poco más o menos, natural y feligrés
de esta Villa, estuvo casado con María Josefa de Urrutia, de cuyo
matrimonio dejó 3 hijas y el día 20 del mismo fue enterrado en la
sepultura nº 44 (f. 33).
- Párbula, Ygnacia de Arribalzaga. El 6 de diciembre de 1842
murió Y gnacia, párbula de 4 meses, hija legitima de Domingo de Arribalzaga y Josefa de Echavarrieta y al día siguiente fue enterrada en la
sepultura nº 44 (f. 40vº ).
Enterramientos en la sepultura nº 9:
- Antonia de Gallateveitia. El 14 de julio de 1840... murió Antonia de Gallate-veitia, natural de Lequeitio, de edad de 18 años, hija
legítima de los finados Gil María de Gallateveitia y Ana Josefa de
Ozamiz, y el día mediato 15 fue enterrado su cadáver con las exequias
corréspotldierités en.la sepultura nº 9 (f. 35-35v0 -). -.
- Rita de Arrien. El día 4 de diciembre de 1844.'.. falleció de
enfermedad natural Rita de Arrien, de edad de ... [no consta] aíi.os,
esposa lexítima de Juan Pedro de Uribe, de cuyo matrimonio dejó 2
36
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
hijas y 2 hijos. El día 6 fue enterrada en esta yglesia en la sepultura nº
9. No testó por no tener poder reciproco en su capitulado (f. 44).
A partir del 22 de febrero de 1846 se entierra en el Campo Santo
siempre (f. 46) (en donde hay un sitio destinado para enterrar a los párvulos). En general se suele indicar la causa de la muerte: gastroenteritis, pulmonía, meningitis crónica, asma nervioso crónico, pulmonía
catarral, garrotillo, tifus, un cura el 28 de junio de 1880 muere de cáncer, etc.
5º Libro de cuentas del Ayuntamiento: 1743-1776
Cuenta dada en 1765-Abril-25 (referida al año anterior)
- Se paga "por la mitad del coste de las sepulturas nuebas que se
hicieron en la Parroquial", 1.232 rs y 21 mrs (f. 113vº ).
- 75 rs y 10 mrs pagados "a Estevan de Guerequiz por el cuidado
que tubo en apuntación del coste de las dichas sepulturas hasí en las
medidas de tablas que vinieron en diferentes partidas como los jornaleros que entraban en ello".
Libro de actas del Ayuntamiento: 1893-1904
Se documenta la construcción del nuevo cementerio según proyecto del arquitecto Juan M. Olazabal, costeado enteramente por el
Ayuntamiento.
Así, en el Acta del 29 de noviembre de 1900, se empieza a tratar
sobre la necesidad de un cementerio capaz para 1.172 almas en que se
estima la población de Rigoitia en estas fechas, utilizable por más de
20 años sin necesidad de remover los restos mortales. Se alude a las
pésimas condiciones del cementerio actual, por su proximidad a la
población y reducida extensión que exige remoción de restos mortales
incluso antes de los 5 años.
El 7 de Diciembre de 1902, se saca a subasta las obra, adjudicándose el remate a Pablo Legarreta (f. 341 ).
2.3. Iglesia de Santa María de Uríbarri (Durango)
l. Introducción
La iglesia parroquial de la Villa de Durango, con
la advocación de Santa María de Unoarri, se asienta
en el núcleo urbano, en uno de los extremos del trazado medieval.
Algunas fuentes ubican su fundación en el siglo
X, citándose su existencia en la confirmación del
Fuero de 1372 y en la Visita de Isabel La Católica a
la villa en 1483. Sin embargo, el edificio acusaría
pronto problemas de cimentación y se vería asimismo
afectado por los incendios de la Villa en 1554 y 1595.
A comienzos del s. XVII, la iglesia se reconstruye
respetando el trazado del templo anterior.
En la actualidad se trata de un edificio de tres
naves a distinta altura, destacando la central por sus
dimensiones en anchura y en altura. Ésta dispone de
ábside ochavado en la cabecera; a los pies, coro alto
en arco escarzano, estilo RR.CC, cuyas dimensiones
coincidirían con las de la nave mayor del templo gótico preexistente.
Al exterior muestra varios estilos: gótico en la
cabecera, renacentista en la torre, y barroco clasicista
de diversas épocas en el resto del edificio. En el interior, la cubrición es en bóvedas de crucería sobre pilares cruciformes. La sacristía y otras dependencias
están adosadas a la cabecera.
Cuenta con dos accesos, ambos clasicistas; el más
antiguo, a los pies del templo, es de comienzos del s.
XVII, y el otro, el del mediodía, abierto en el tercer
tramo, es de fines del s. XVII, y al mismo se accede
desde un gran pórtico de carpintería sin apoyos (1)
Se han efectuado dos sondeos en la superficie
ocupada por la nave central. Las dimensiones de los
mismos son mayores que las realizadas en otros templos debido a que existía una capa de cemento bajo el
entarimado del suelo actual, que impedía visualizar
las estructuras sepulcrales subyacentes. Esta circunstancia obligó a perforar una superficie lo suficientemente amplia, como para abarcar alguna de las sepulturas documentadas en los libros parroquiales. Esto
ha supuesto iniciar las intervenciones sobre amplias
áreas, que se han tenido que ir reduciendo en función
de las estructuras emergentes en cada caso.
Los dos sondeos realizados han sido numerados
como 2 y 3 ya que se conocía la existencia de otro
sondeo, efectuado en el año 1989, en el pórtico occidental de este templo (2). La excavación de ambos
sondeos ha planteado una problemática diferente, lo
que unido a las dificultades técnicas encontradas, ha
supuesto el registro incompleto de algunas de las unidades estratigráficas documentadas, que han tenido
que ir abandonándose a medida que se reducía el área
excavada. En el sondeo 3 esto venía motivado por la
necesidad de concentrar los trabajos en la estructura
sepulcral emergente. Sin embargo, en el sondeo 2, la
ausencia de tal estructura, aconsejó reducir el área
excavada a la mitad septentrional, dado el carácter
prospectivo que tiene el presente trabajo.
2. La estructura sepulcral
2.1 El sondeo 2
Este sondeo presenta una forma casi cuadrangular
(2,40 x 2,30 m) y se localiza en el inicio del segundo
tramo de la nave central, cercano a la primera columna septentrional del templo (Figura 1).
La ausencia de estructuras sepulcrales emergentes
aconsejó reducir la superficie excavada inicialmente
a sólo la mitad septentrional del citado sondeo, ya que
en otras circunstancias éste se hubiera dilatado excesivamente. Por otro lado, las dificultades para elaborar un registro arqueológico adecuadamente y algunas imprecisiones de los datos recogidos en primera
(1)
(2)
VV.AA. Monumentos Nacionales de Euskadi. Vizcaya, Gobierno Vasco, 1985, pp. 113-124.
LOZA, J.A.; GONZALEZ, J.M.; SANTANA, A. El patrimonio
monumental de la Villa de Durango, Durango, Museo de Arte e
Historia, 1987.
GIL ABAD, D. "Santa María de Un'barri (Durango)". Arkeoikuska 1989, pp. 142-147.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
37
SONDEO
Figura l. Iglesia de Santa María de Uríbarri (Durango): Plano y planta de la iglesia indicando la localización de Jos sondeos (Dibujo de J.L. !barra sobre plano publicado en VV.AA. Monumentos Nacionales de Euskadi. Vizcaya, Gobierno Vasco, 1985)
instancia, aconsejaron retomar los trabajos en una
segunda fase, a fin de completar la excavación de la
mitad meridional de los rellenos. Estas circunstancias, junto con la complejidad que ha revelado el
espacio sepulcral en este área, han dificultado una
interpretación estratigráfica total, que sólo podría
efectuarse con una intervención más extensa. Los
datos que iremos exponiendo a continuación permiten comprender las dificultades mencionadas.
Los niveles arqueológicos aparecían cubiertos por
una capa de cemento que presenta embutidos unos
listones de madera de 60 mm de anchura y 30 mm de
espesor, alineados en dirección este-oeste y dispuestos de forma paralela a intervalos regulares de 0,420,43 m. Bajo una capa de tierra "revuelta", utilizada
probablemente como superficie niveladora para la
colocación del cemento, se localizó una pieza de
madera de roble, de sección cuadrangular (0,21 m
base x 0,16 m altura), que cubría la longitud total del
sondeo en dirección norte-sur. Esta pieza de madera
se asentaba sobre un banco formado por piedras areniscas de formas irregulares, algunas de las cuales
presentaban superficies lisas y trabajadas.
A la altura del plano de apoyo de la pieza de
madera, se ha documentado una superposición de
capas alternas de tierra y de argamasa arenosa de distribución irregular, bajo la cual se ha registrado una
alineación de cuatro piedras areniscas, localizadas en
el límite oriental del sondeo con orientación nortesur. Desconocemos su posible relación con otros elementos de similares características más allá del área
excavada.
Las evidencias anteriores pueden relacionarse con
la obra de entarimado de la iglesia, efectuada en
1866-1867 (3), que explicaremos más detalladamen(3)
AMD, Obras Públicas. Expediente de entarimado de la Iglesia,
Nº 38, Año 1866.
38
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
te al relatar el sondeo 3, donde aparece mejor documentada. Bajo estos elementos relacionados con el
entarimado, aparece un potente nivel de tierra arenosa, escasamente compactada, que constituye un nivel
de enterramientos. En este nivel se distinguen dos
tipos de evidencias óseas: por un lado, restos óseos
humanos sin conexión anatómica, imbricados y dispersos por todo el relleno; y por otro, partes esqueléticas articuladas, principalmente cinturas pélvicas y
extremidades inferiores, superpuestas unas sobre
otras y mezcladas con otros restos óseos sin conexión
anatómica.
Hay que destacar la presencia de dos tipos de elementos lígneos, que presentan distinto grado de conservación. Por un lado se han encontrado tres tablas
de sección plana, forma rectangular y en una pieza,
que no aparecen asociadas a ningún otro elemento
que pudiera interpretarse como parte integrante. Una
de estas tablas se hallaba cubriendo los restos atribuibles a un esqueleto (nº 6), el cual es parcialmente
identificable por su impronta sobre la tierra, y aparece cubierto por ramas de árbol en la zona de sus extremidades inferiores, estando el conjunto muy deteriorado. Por otro lado, se ha encontrado un ataúd, del
que hemos podido estimar su estructura y dimensiones a pesar de su mal estado de conservación (Figura
2). Se presenta orientado con la cabecera al este del
sondeo y los pies hacia la zona occidental. La caja,
con forma de trapecio isósceles en planta, conserva
únicamente de sus laterales verticales, la cabecera y
los dos tercios superiores de los lados derecho e
izquierdo. Su fondo presenta una longitud de 1,91 m
y anchuras extremas de 0,51 m al este y 0,39 m al
oeste. Se han documentado trozos de tablas que
hemos relacionado con la cubrición de este ataúd, que
debió consistir en una única tabla plana.
A nivel del ataúd se ha documentado la existencia
de tres individuos (esqueletos nº 2, 3 y 4); el primero
de ellos, el más superficial, se separa de los otros dos
por medio de una capa de tierra (Figura 2). El esqueleto nº 4 se halla dispuesto directamente sobre la tabla
del fondo del ataúd y presenta, superpuesto sobre sus
extremidades inferiores, al esqueleto nº 3.
Aunque es evidente el carácter sepulcral de estos
rellenos, resulta difícil de explicar la existencia de
inhumaciones removidas o incorporadas como inclusiones al relleno, y el predominio de huesos largos.
Estas características difuminan la imagen de fosa
común que a primera vista sugiere la gran intensidad
de ocupación de estos rellenos.
El relleno inferior, de tierra arcillosa y compactación media, presenta un menor nivel de ocupación
sepulcral, una mejor ordenación de los enterramientos y un descenso significativo de restos óseos en
forma de inclusiones. Las inhumaciones aparecen
localizadas preferentemente hacia la mitad occiden-
Figura 2. Iglesia de Santa María de Uríbarri (Durango): Ataúd hallado en el sondeo 2 (arriba) y esqueleto n2 2, localizádó en el
nivel más superficial del ataúd (abajo).
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
tal del sondeo y superpuestas en cuatro "niveles" de
enterramientos muy contiguos, habiéndose documentado hasta nueve esqueletos o porciones de los
mismos.
En algunos casos (esqueletos nº 11, 12 y 13), se ha
podido poner en relación a estos sujetos con lo que
pudieran ser los contornos de las fosas simples que
los contenían (Figura 3). Además existen otras evidencias, asimismo inciertas, de cortes de fosas que no
se han hallado en relación con restos óseos en conexión anatómica. Algunas de estas evidencias se
encuentran alteradas por el nivel superior de enterramientos y por cortes posteriores. Llama la atención el
hallazgo de un alto número de clavos de hierro que
pueden relacionarse con los enterramientos, pero que
no se corresponde con la escasez de elementos lígneos conservados.
39
En la parte más inferior del sondeo se ha documentado una estructura con orientación este-oeste,
que viene a compartimentar el área excavada. Se
compone de una alineación de piedras de superficies
lisas y redondeadas, de mediano a pequeño tamaño,
sujetas entre sí y cubiertas por arcillas, que actúa
como divisoria de dos áreas sepulcrales diferenciadas. Una al norte, en la que se describe el esqueleto nº
5 y que constituye el punto de abandono de la excavación en esta zona ante lo reducido de la superficie
de actuación, y otra al sur, en la que se registraron tres
inhumaciones (esqueletos nº 16, 17 y 18). Estos
esqueletos, dispuestos paralelamente a cortos intervalos, comparten el mismo plano de deposición y presentan algunos elementos anatómicos bajo los rellenos del cantil oeste.
En estos niveles inferiores se ha evidenciado la
presencia en los rellenos de clavos de hierro y de
escasos trozos de madera dispuestos directamente
sobre los esqueletos. Este hecho, unido a la escasez
de hallazgos de otros elementos lígneos relacionables
con los anteriores, nos hace pensar en. la existencia de
tablas de madera colocadas aisladamente sobre los
cadáveres y no como parte de ataúdes, de los que no
se evidencian sus cortes ni el resto de sus elementos;
en este contexto resulta difícil de interpretar la existencia de clavos de hierro, ya que solamente en un
caso, (esqueleto nº 5), se describe una asociación con
un resto de madera.
Las condiciones en que se realizó este sondeo y la
complejidad de las estructuras documentadas, hacen
difícil llegar a una interpretación concreta de las evidencias registradas, para lo cual necesitaríamos más
datos que los suministrados por un sondeo. No obstante aparece como un resultado claro, la existencia
de un espacio sepulcral intenso y prolongado en el
tiempo, en el que se evidencian dos potentes niveles,
de características y cronología diversos.
2.2 El sondeo 3: Definición de la estructura
sepulcral
Figura 3, Iglesia de Santa María de Uríbarri (Durango), Sondeo 2:
estructura de fosa simple asociada al esqueleto nº 13.
Este sondeo se localizó en el cuarto tramo de la
nave central, junto a la última columna del lado meridional del templo. Fue abierto en forma de T a fin de
intentar documentar los límites y extensión trasera de
la necrópolis (Figura 1).
Al igual que en el sondeo 2, se halló una capa de
cemento bajo el entarimado que cubre actualmente el
suelo del templo. Los rellenos arqueológicos subyacentes se pueden describir en tres grandes grupos,
referidos a hechos y momentos cronológicos diversos. El 1º grupo, cronológicamente más reciente, se
compone de largas piezas de madera alineadas paralelamente en sentido norte-sur, con una separación de
40
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
2,50 m, que aparecen asentadas
sobre piedras areniscas de forma y
tamaño irregulares. Estas piezas,
junto a las zanjas que las alojan,
constituyen los testigos del entarimado con que se cubrió el suelo
de la iglesia en 1866-67. Las evidencias documentales existentes
sobre esta obra (4), facilitan la
interpretación de las evidencias
arqueológicas halladas en este
sondeo.
La colocación de las soleras de
madera supuso la destrucción
superficial de una estructura
sepulcral que desempeñaba una
doble función: por un lado, lugar
de enterramiento (en desuso desde
1821) (5), y por otro, suelo de
losas del templo. Tuvo que realizarse tal alteración ante la necesidad de mantener un
determinado nivel en el suelo interior de la iglesia
que no dificultase la apertura de las puertas del templo, previsible consecuencia derivada de haber dispuesto el entarimado sobre el enlosado existente. Una
parte de los elementos retirados (losas y adoquines),
fueron utilizados para calzar las soleras de madera y
para rellenar los cortes del nuevo entarimado (6).
También se han encontrado evidencias de esta obra
en la capa de tierra superficial que cubre el área excavada, tales como escorias de hierro y clavos de hierro
de unos 0,15-0,17 m de longitud (7). Todo este primer
grupo de evidencias se documenta a un nivel bastante superficial, bajo el cual nos encontramos con una
tierra, predominantemente arenosa, en la que destaca
la alta frecuencia de partículas de cal y la presencia
(4)
(5)
(6)
(7)
Figura 4. Iglesia de Santa María de Uríbarri (Durango ), Sondeo 3:
detalles constructivos de los muros de la estructura sepulcral.
AMD, 6º Libro de Finados.
AHEB, Ibídem.
AMD, Obras Públicas. Expediente de entarimado de la Iglesia,
N" 38, Año 1866, cláusulas IV a VII.
La obra de entarimado de las sepulturas provoca el enfrentamiento entre los vecinos y el Ayuntamiento promotor de la obra.
El problema radicaba en que el proyecto municipal implica
remover los restos humanos enterrados en la iglesia, a lo que se
oponen los vecinos, quienes solicitan que el entarimado se ponga sobre el pavimento existente. Se llega, finalmente, a una solución favorable a los parroquianos, con intervención del arquitecto del Señorío, que consiste en la retirada del enlosado, y entarimar el suelo de madera, pero "dejando existente la crucería o
adoquinado que constituyen las divisiones de las sepulturas",
sobre las cuales se asentarán las hileras de soleras, "rebajando la
parte superior y necesaria de los muros de las crucerías de las
sepulturas'', lo cual no implicaba remoción de restos humanos,
que se prohibe expresamente.
AMD, Ibídem
Condiciones para la colocación del entarimado, cláusula I.5: las
escorias de hierro constituían e1 relleno de los huecos entre éuartón y cuartón.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
de restos óseos humanos, sin conexión anatómica,
fragmentados y enteros, de infantiles y adultos, pertenecientes a distintas regiones anatómicas.
El 2º elemento de interés lo constituyen las estructuras que fueron individualizando a los rellenos anteriores. Se trata de muros aparejados en piedra arenisca, de unos 0,20 m de anchura media, en dirección
este-oeste y dispuestos paralelamente a intervalos
más o menos regulares de unos 0,60 m aproximadamente. La compartimentación se completa con cortos
muros en disposición transversa norte-sur, que configuran un espacio reticularmente organizado. Sin
embargo, ninguno de estos espacios fue abierto en su
totalidad por las dificultades que supuso el levantamiento "a ciegas" de la capa de cemento superficial.
Todas estas estructuras de muro que compartimentan
el área excavada, se componen constructivamente de
piedras areniscas y de argamasa como elemento de
unión. Las características de su alzado, indican la
existencia de dos muros en dirección este-oeste, compuestos por grandes losas planas de amplio desarrollo
longitudinal dispuestas en dos hiladas de aproximadamente la misma altura (0,40-0,44 m). Los vacíos
creados por las desigualdades de las zonas de contacto de las losas contiguas, se han rellenado con pequeñas piedras areniscas y con argamasa. El tercer muro,
en dirección norte-sur, presenta como alzado una única losa de 0,62 m de longitud y 0,50 m de anchura,
dispuesta verticalmente sobre uno de los lados cortos,
cuya superficie presenta una gran regularidad (Figura
4). Este muro, que es el de menor alzado, se une a los
otros dos mediante pequeñas piedras y argamasa. El
límite meridional del sondeo está compuesto por un
acúmulo de cantos de río, de diferente forma, que se
disponen desordenadamente, trabados en argamasa.
Pensamos que ésta es, asimismo, la estructura meridional limitante de las sepulturas (Figura 5).
Todas estas estructuras han sufrido diversas alteraciones que han reducido sensiblemente sus alzados
originales, por lo que las evidencias arqueológicas
por sí mismas no son suficientes para desentrañar la
estructura del espacio sepulcral en su nivel superficial. Afortunadamente, contamos con una detallada
documentación, que va a permitir completar la información sobre la cubrición de las sepulturas. En las
condiciones para la ejecución de la obra de encajonado de 1734 (8), se prevé otorgar a las sepulturas una
profundidad de cuatro pies y medio (1,26 m aproximadamente), lo que representaría una alteración del
nivel superficial (aproximadamente de los 0,33 primeros metros), nivel en el que se desarrollaron las
cubriciones de las sepulturas. Cada una de ellas se
componía de tres losas planas, provistas de un orifi-
Figura 5. Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango), Sondeo 3:
límite meridional del espacio sepulcral y posible suelo.
cio para su apertura con palanca. Según los datos
recogidos en la documentación (9), el aspecto de las
losas de cubrición sería semejante al documentado en
otros templos prospectados (Santa Maria de Güeñes,
San Martín de Arteaga en Zamudio o San Pedro de
Romaña en Trucíos).
Aunque carecemos de una planimetría debidaPaQWHacotada, la información archivística nos perrmte establecer con cierta precisión la distribución del
espacio sepulcral en el interior del templo de Santa
María de Un'barri.
En 1734 se establece la construcción de 160
sepulturas "en la misma igualdad y número que tien~n ~as ~resentes para evitar alteraciones". Según la
distnbuc1ón de sepulturas entre los solicitantes, resulta una estructuración en 10 hileras (este-oeste),
num~radas a partir del lado del Evangelio, de las que
la pnmera se compone de 18 sepulturas, las siete
(9)
(8)
AMD, Libro de Actas del Ayuntamiento 11.
41
AMD, Obras Públicas. Expediente de entarimado de la Iglesia,
Nº 38, Año 1866.
42
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
siguientes cuentan con 16, la novena hilera se reduce
a 14 sepulturas, y la décima y última vuelve a tener
16 (10). Según estos y otros datos documentales (11),
y las evidencias registradas en los sondeos, consideramos que las sepulturas ocuparon un espacio correspondiente a los dos tramos traseros de la nave central,
sin extensión hacia los laterales y sin poder precisar
la superficie que debió ocupar bajo el coro (11), ni el
punto exacto en el que arrancaría la primera hilada,
ya que el sondeo 2 no ha aportado ninguna evidencia
al respecto.
Dentro de la estructura sepulcral puesta al descubierto en el sondeo 3, se ha procedido a excavar la
zona occidental del sondeo, a la que se ha denominado sepultura 2. En esta sepultura se han documentado
tres niveles de enterramientos, determinados por el
plano de deposición de las inhumaciones, ya que los
rellenos presentan una composición , muy semejante
entre sí. El fondo de la sepultura se compone de una
tierra marronácea, de mayor compactación que la de
capas superiores, en la que se describe la presencia de
restos óseos humanos sin conexión anatómica, con
carácter de inclusión de escasa frecuencia y asimismo
una alta presencia de restos de argamasa arenosa
idéntica a la utilizada como trabazón de los muros.
Este fondo de la sepultura enmascara elementos relacionados con la construcción de la estructura sepulcral, como son el banco y la zanja de cimentación.
En los rellenos arqueológicos del sondeo 3, se distingue un 3º elemento de interés que se corresponde
con una capa de tierra arcillosa, de color marrón-amarillento, muy compactada, que se encuentra afectada
por la cimentación de la estructura de 1734. En esta
capa se describe una alta frecuencia de pequeños
fragmentos de teja curva y de piedras de formas planas y redondeadas, siendo muy raros los restos óseos
humanos desconexionados. Constituye un nuevo
nivel de enterramientos en el que se ha descrito la
presencia de cuatro inhumaciones parcialmente
representadas, que pudieran estar compartiendo un
mismo espacio. Resulta de interés el hecho de que no
coincida la organización de sepulturas establecida en
el siglo XVIII con estas últimas inhumaciones, ya
que carecen de límites concretos. El esqueleto que
descansa directamente sobre el suelo original, apare00 >
Clll
AMD, Libro de Actas del Ayuntamiento 11, y Libro de Cuentas
del Ayuntamiento 17.
AMD, 3º Libro de Fábrica, y 6º Libro de Fábrica.
La necrópolis del interior de la Iglesia, es poco probable que se
extienda bajo el coro, dada la prohibición eclesiástica de realizar
enterramientos en este lugar. Por otro lado, en diversos momentos, se informa en las visitas de pagos relativos a intervenciones
realizadas bajo el coró:
Visita 1663, ... se hace un agujero debajo del coro para enterrar
los bultos de San Pablo y Sta. Bárbara.
Visita 1828,. .. se colocan varias losas bajo el coro ...
ce relacionado con un corte lineal, ligeramente curvo,
que puede interpretarse como el límite del lado septentrional de una fosa simple excavada en la tierra y
que excede los límites señalados por la denominada
sepultura nº 2.
3. Las inhumaciones: Evidencias antropológicas
y materiales
Las inhumaciones registradas en ambos sondeos
ofrecen características muy diferentes, tanto en su
disposición como en su relación con la estructura
sepulcral. Por ello describiremos separadamente los
hallazgos evidenciados en los dos sondeos realizados.
En el sondeo 2 se detectó un primer nivel de enterramientos en un potente estrato de tierra arenosa
existente bajo el entarimado del templo. Se encontró
una alta frecuencia de restos óseos humanos sin conexión anatómica, bien conservados, cuya presencia
excede la consideración de "inclusiones"; pertenecen
tanto a esqueletos infantiles como a adultos, imbricados y dispersos por todo el relleno, entre los que destacan numéricamente los huesos largos y cráneos
(Figura 6). Junto a ellos se observaron gran cantidad
de restos esqueléticos articulados y en posición anatómica, que correspondían básicamente a cinturas
pélvicas y extremidades inferiores completas, más
frecuentes éstas, no habiéndose detectado evidencias
de otras partes anatómicas relacionadas con las anteriores (Figura 7). Estos restos óseos en conexión anatómica se localizan preferentemente en la mitad meridional del sondeo, repartidos por toda la superficie y
estratigrafía; están superpuestos unos sobre otros (a
excepción de unos casos aislados que presentaban
capas de cal interpuestas) y mezclados con otros restos óseos sin conexión anatómica. En este nivel, los
individuos completos son excepcionales, habiéndose
registrado solamente uno, un infantil.
En este nivel de enterramientos se han recuperado
una serie de elementos lígneos, que sólo en limitadas
ocasiones han podido relacionarse con los esqueletos.
Por un lado, se trata de tablas rectangulares de sección plana, una de las cuales se encontró superpuesta
a un esqueleto (nº 6), el cual era apenas identificable
por su huella en la tierra, acentuada por unos restos
vegetales que cubrían probablemente su extremidades inferiores. Por otro lado, se han recuperado distintos elementos de un ataúd (Figura 2), en cuyo interior se han identificado un total de tres individuos
(esqueletos nº 2, 3 y 4), que se encuentran muy deteriorados, presentando superposición de algunas de
sus partes. El más superficial (esqueleto nº 2), conserva únicamente la pelvis y extremidades inferiores
y se halla en posición de decúbito supino (Figura 2),
separándose de los otros dos por medio de una capa
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Figura 6.
43
de tierra que constituye un relleno del
ataúd. Los esqueletos nº 3 y 4 ocupan
la posición más baja, estando el segundo depositado directamente sobre la
tabla del fondo del ataúd. El esqueleto
nº 3 se halla depuesto sobre las extremidades inferiores del esqueleto nº 4,
lo que permite suponer que el ataúd no
contuvo tierra inicialmente. Los restos
conservados del esqueleto 3, articulados y en situación anatómica, están en
posición de decúbito supino y mirando
al este, y consisten en parte de sus
extremidades superiores e inferiores y
columna vertebral. El esqueleto nº 4,
ocupó originariamente el ataúd ya que
presentaba una orientación coincidente con éste, es decir hacia el oeste, en
contraposición a la dirección oriental
Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango), Sondeo 2: aspecto general del nivel
de los otros dos esqueletos. Esta oriende inhumación más superficial, con aspecto de "osario"
tación nos permite sugerir que el enterrado fuera un sacerdote (12). De este esqueleto se
conservan articulados y en posición anatómica, los
restos óseos de la extremidad superior derecha y de
ambas extremidades inferiores y del tórax.
Las evidencias descritas anteriormente indican un
evidente carácter sepulcral de este área del templo.
Sin embargo, nos resulta difícil ofrecer una explicación a las diferencias encontradas en los distintos sectores (septentrional y meridional) del sondeo, así
como la presencia diferencial de algunas regiones
anatómicas (cinturas pelvianas y extremidades inferiores) y su relación con inhumaciones removidas e
incorporadas como inclusiones al relleno. Además,
los objetos materiales documentados son muy escasos en relación a la ocupación estimada, correspondiendo en su mayoría a clavos de hierro y no a elementos de un ajuar funerario (figura 2).
El relleno inferior sigue conservando una función
sepulcral, pero presenta un menor índice de ocupación, una mejor ordenación de los enterramientos y
una menor presencia de restos óseos en forma de
inclusiones. Las inhumaciones aparecen localizadas
preferentemente hacia la mitad occidental del sondeo
y superpuestas en cuatro "niveles" de enterramientos
muy contiguos, donde los superiores alteran a los
inferiores. Se han documentado las porciones anatómicas correspondientes a nueve sujetos (esqueletos nº
7 al 15), en su mayoría extremidades inferiores y pelvis. Estas regiones se hallaban en relación, en casi
todos los casos, con el resto de su esqueleto localiza-
Figura 7. I~lesia de Santa María de Unbarri (Durango), Sondeo 2:
':riivel'de itil1úmaélóh
superficial. Detalle de restos óseos humanos articulados, preferentemente cinturas pélvicas.
mas
121
•
<
A partir del Concilio de Trento (1545-1563) los ritos funerarios
establecen que los clérigos sean enterrados mirando al pueblo (al
oeste).
44
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
inferiores y pelvis, siendo el nº 16
el más escasamente representado.
Los esqueletos nº 17 y 18 conservan, además, parte de la columna y
de las extremidades superiores. En
los tres casos se conservan restos
de piezas de madera, superpuestas
directamente sobre distintas partes
de los esqueletos: columna, pelvis
y rodillas. Además, hay que destacar que los esqueletos nº 12, 13 y
14 se superponen casi coincidentes
sobre los nº 16, 17 y 18.
También se han documentado un
par de cráneos, dispuestos en el eje
longitudinal teórico de los espacios que separan a los anteriores
esqueletos, y que podemos suponer pertenecerían a sendos esqueFigura 8. Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango), Sondeo 2: Esqueletos nº 7 y 8
letos dispuestos en alineación con
los anteriores. Estos cráneos señable bajo los rellenos del límite occidental del sondeo.
lan el nivel en el que se decidió finalizar definitivaTodas estas inhumaciones aparecen en posición de
mente este sondeo.
decúbito supino, con la cabeza mirando al este. De
los esqueletos nº 7 y 8 se han recuperado únicamente
los huesos de ambas piernas y pies, dispuestos en
posición anatómica; este último esqueleto parece prolongarse más allá del límite occidental del sondeo
(Figura 8). Los esqueletos nº 9 y 10 se disponen de
forma contigua y paralela y ambos se extienden bajo
los límites del sondeo. Los esqueletos nº 11 y 12, únicamente están representados por ambas extremidades
inferiores, sin embargo el esqueleto nº 13 conserva
además algunos huesos de un extremidad superior y
del cráneo, aunque con evidencias de haber sido alterados (Figura 3). El esqueleto nº 14 está prácticamente completo, a excepción del cráneo, que probablemente se halle bajo el límite occidental del sondeo
(Figura 9); éste se superpone al esqueleto nº 15, al
que alteró en gran parte.
En todos los casos descritos anteriormente se trata de individuos adultos, excepto el nº 15 que es un
niño de corta edad (menor de 4 años). En algunos
casos, (esqueletos nº 11, 12 y 13), se ha podido poner
en relación a estos sujetos con lo que pudieran ser los
contornos de las fosas simples que los contenían
(Figura 3).
En la parte más inferior del sondeo se han documentado tres esqueletos articulados y en conexión
anatómica (nº 16, 17 y 18) (Figura 10); se localizan
en su mitad occidental, presentando algunos elementos anatómicos bajo los rellenos del cantil oeste. Se
hallan en posición de decúbito supino, mirando al
este y dispuestos paralelamente a cortos intervalos,
compartiendo el mismo plano de deposición. Los tres
Figura 9. Iglesia de Santa María de Uríbarri (Durangó), Sondeo 2:
esqueletos vienen representados por distintos eleEsqueleto nº 14.
mentos óseos, en todos los casos las extremidades
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Figura 10. Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango), Sondeo 2: Esqueletos nº 16,17 y 18.
El sondeo 3 ha puesto de relieve un espacio sepulcral en el que se ha procedido a excavar la tumba más
oriental del sondeo, a la que hemos denominado
sepultura nº 2. En ésta se han documentado tres niveles de enterramientos, en los cuales las inhumaciones
no estaban siempre perfectamente delimitadas, observando a veces alteraciones de inhumaciones anteriores.
El primer nivel mostró dos esqueletos (nº 1 y 2),
qúe, aunque compartían un mismo nivel de deposición, no son contemporáneos, ya que la inhumación
del esqueleto nº 1 supuso una alteración parcial del
esqueleto n º 2, que ya estaba inhumado y en el que
se observa la ausencia de los huesos de su mitad
izquierda, en donde se depositó el primero (Figura
11). El esqueleto nº 1, articulado y en conexión anatómica, presenta sus extremidades superiores extendidas a lo largo del cuerpo y las manos sobre el pubis;
las extremidades inferiores, también extendidas, se
documentaron sólo a nivel de los fémures, por hallarse el esqueleto correspondiente a las piernas y los
pies más allá del límite oriental del área excavada.
Este esqueleto, el último inhumado en la sepultura,
ocupa los dos tercios septentrionales de la misma,
muy ajustado a los límites norte y oeste, reposando
sobre el lado izquierdo del esqueleto nº 2. En el tercio meridional restante se localiza el esqueleto nº 2,
que conserva únicamente el cráneo y parte de su
mitad derecha, articulada y en conexión anatómica.
La extremidad superior derecha está flexionada,
reposando la mano a nivel del corazón; no se documentó la parte distal de la extremidad inferior por
enc.ontrarse bajo lp~ ,i;ellenos del límite oriental del
sondeo.
Estos esqueletos están envueltos por un relleno
45
que contiene gran cantidad de elementos, preferentemente óseos, y
que proceden de inhumaciones
anteriores practicadas en estos
sedimentos. Además, se ha documentado un fragmento de tela asociado al esqueleto 1, que puede
guardar relación con algún tipo de
recogido del cabello; y una pieza
recortada en cuero de difícil asignación, relacionada con el esqueleto 2.
El segundo nivel de inhumación
se halla separado del primero por
una delgada capa de sedimento. En
él se describen el esqueleto de un
adulto (nº 3), en posición de decúbito supino y mirando al este. El
esqueleto nº 3 ocupa preferentemente la mitad septentrional de la
sepultura 2 y se halla en conexión
Figura 11. Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango), Sondeo 3:
Esqueletos nº 1 y 2.
46
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
anatómica (Figura 12). Se han recuperado los huesos
del tronco, extremidades superiores, pelvis y fémur
derecho. La alteración y carencia de algunos elementos óseos del lado izquierdo y la ausencia del cráneo,
pudieran relacionarse con la inhumación de los
esqueletos descritos en el primer nivel de inhumación
o incluso con otra anterior; asimismo, la parte distal
de las extremidades inferiores puede que se hallen en
los rellenos no excavados del límite oriental del sondeo.
Figura 13. Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango), Sondeo 3:
Esqueleto nº 4.
Figura 12. Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango), Sondeo 3:
Esqueleto nº 3.
El último nivel de enterramientos está representado por un cuarto esqueleto adulto, que se encuentra
asimismo en posición de decúbito supino y mirando
hacia el este. El esqueleto nº 4 conserva únicamente
restos óseos de su mitad superior (cráneo, extremidades superiores y tronco), no habiéndose recuperado la
pelvis ni las extremidades inferiores (Figura 13).
Aunque este esqueleto ocupa la posición más baja en
los rellenos, no aparece depositado sobre lo que interpretamos como fondo (suelo natural) de la sepultura, ~
ya que bajo su plano de deposición se documenta aún
una delgada capa de tierra (unos 100 mm aproximadamente), diferenciable de la tierra marronácea documentada en la capa estratigráfica inferior. En esta delgada capa, considerada como fondo estructural de la
sepultura 2 destaca la ausencia de inhumaciones, la
moderada presencia de restos óseos humanos en forma de inclusiones, y, asimismo, la alta presencia de
restos de argamasa arenosa idéntica a la utilizada
como trabazón de los muros.
La estructura sepulcral descrita anteriormente
(correspondiente a 1734), asienta sobre un sedimento
que ocupa la posición estratigráfica más inferior, y
que constituye un nuevo nivel de enterramientos, ya
que en él se han documentado cuatro inhumaciones.
Estas inhumaciones están representadas parcialmente
(esqueletos nº 5, 6, 7 y 8), debido a que en algunos
casos fueron alteradas por enterramientos posteriores,
o bien debido a que su deposición excede los límites
del área excavada. Estos esqueletos están representados por un escaso número de elementos óseos (fundamentalmente extremidades inferiores), aunque en
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
conexión anatómica. Estos restos no se superponen
ordenadamente y se alteran parcialmente entre sí,
pudiendo compartir un mismo espacio.
En todos los casos se trata de sujetos adultos inhumados en posición de decúbito supino y mirando al
este. El esqueleto nº 5 está representado por ambas
tibias, peronés y huesos de los pies; el resto del cuerpo excedía el límite occidental de la denominada
sepultura 2. Del esqueleto nº 6 se conservan los huesos de ambas piernas y pies y el fémur derecho, y
excede el límite occidental del sondeo, al igual que el
esqueleto nº 7, el cual está representado por los restos
óseos de piernas y pies y las epífisis distales de
ambos fémures (Figura 14). El último esqueleto recuperado (nº 8), presenta restos de la pelvis, vértebras y
de ambas extremidades superiores (cúbitos y radios),
estando estos últimos desplazados de su posición anatómica, posiblemente por efecto de la deposición del
esqueleto nº 7. No se han hallado otras evidencias
relacionables con el esqueleto nº 8, bien por haber
sido alteradas por inhumaciones posteriores, bien por
Figura 14. Iglesia de Santa María de Un'barri (Durango), Sondeo 3:
Esqueleto n2 7.
47
localizarse bajo los rellenos que exceden el límite
oriental del sondeo, ya que este esqueleto reposa
sobre las arcillas naturales del relleno y se relaciona
con un corte curvado, que constituye el límite septentrional de la fosa simple que lo contuvo.
4. Las cronologías: Evidencias arqueológicas y
registro documental
La excavación de los sondeos 2 y 3 ha puesto de
manifiesto la utilización del espacio interior del templo con fines sepulcrales, en un período cronológico
que podrían1os situar entre los siglos XV al XIX. Sin
embargo, tal uso se manifiesta con distintos planteamientos formales en un sondeo y otro, no siempre
coincidentes temporalmente.
El sondeo 2 ha proporcionado unas evidencias
difíciles de encuadrar en un marco cronológico, dada
la complejidad manifestada en toda la descripción
anterior. Bajo el entarimado actual existe una capa de
cemento que relacionamos con las labores de reconstrucción realizadas en este templo, con motivo de los
daños sufridos durante la guerra civil (1936-1939).
Bajo esta capa de cemento, se han documentado un
conjunto de evidencias que pueden relacionarse con la
obra de entarimado de la iglesia, emprendida en 186667 (2). Esta obra aparece descrita con bastante precisión en la documentación consultada y se evidencia de
manera más clara en el sondeo 3. En éste, los elementos superficiales existentes bajo la capa de cemento
(piezas de madera, piedras areniscas, zanjas y escorias
de hierro), son testigos de una obra que planteó algunos problemas, ya que la colocación del entarimado
supuso la destrucción superficial de la estructura
sepulcral en uso hasta 1821, a fin de evitar una modificación del nivel del suelo de la iglesia, que dificultase la apertura de las puertas del templo y sobre todo
evitar la remoción de los restos humanos (6).
Bajo las evidencias del entarimado de 1866-67, se
puso de relieve, en el sondeo 2, un nivel sepulcral de
difícil explicación y asignación cronológica. Aunque
en él se han recuperado diversas monedas que podrían situarse en torno al siglo XVII, no se ha hallado
ningún elemento asimilable a la estructura sepulcral
realizada en este templo en el s. XVIII, que sin
embargo si se ha puesto de relieve en el sondeo 3. Por
tanto, poco se puede decir de la cronología de estos
enterramientos, ya que la presencia de estas monedas
pudiera deberse a la reutilización de los sedimentos,
dado que en este relleno hay una elevada proporción
de restos óseos humanos en forma de inclusiones.
Esta suposición resulta verosímil si la relacionamos
con las evidencias halladas en el sondeo 3. Sin
embargo, las diferencias detectadas entre ambos sondeos aconsejan no hacer uso de extrapolaciones.
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
48
El nivel más inferior del sondeo 2 ofrece una gran
complejidad interpretativa. Contamos con muy pocos
elementos para establecer una atribución cronológica; éstos se reducen a sendas monedas, localizadas en
el relleno que separa el esqueleto nº 13 del nº 17, que
podrían relacionarse con el final de la Edad Media.
Las dificultades del sondeo 2 nos impiden aventurar una interpretación de este espacio sepulcral más
allá de la constatación de su uso intenso y prolongado en el tiempo, con la presencia de dos potentes
niveles, de características y cronología diferente.
Por otro lado, en relación con el sondeo 3, las evidencias arqueológicas y documentales nos permiten
fundamentar más sólidamente la cronología de algunos hechos relacionados con el uso del espacio sepulcral.
La estructura sepulcral puesta de relieve en el sondeo 3 data de 1734, siendo realizada por los maestros
canteros durangueses Juan Bautista de !barra, Manuel
de Sagarnaga y Martín de Larrea (13), coetánea a la
realizada en la cercana iglesia de Santa Ana. En esta
época se establece la construcción de 160 sepulturas
"en la misma igualdad y número que tienen las presentes para evitar alteraciones" (14)
De esta estructura sepulcral se ha procedido a
excavar una de las tumbas (sepultura 2), que quedó al
descubierto casi en su totalidad en el sondeo 3. En
dicha sepultura se han documentado tres niveles de
enterramientos, alguno de los cuales ofrece datos
para establecer una adscripción cronológica.
A lo largo de los rellenos del primer nivel de
enterramientos (donde se hallaron los esqueletos n º 1
y 2), se han localizado monedas atribuibles al reinado de Felipe IV (1621-1665), no habiéndose encontrado, sin embargo, ninguna pieza del siglo XVIII
(época a la que pertenece la estructura sepulcral); ello
nos permite explicar la presencia de estas monedas
por la existencia de reutilizaciones de los sedimentos.
El segundo y tercer nivel de enterramientos de la
sepultura 2 han puesto de relieve la presencia de otros
dos esqueletos (nº 3 y 4), lo que supone la existencia
de un total de cuatro inhumaciones en esta sepultura.
Desconocemos la cronología de estas inhumaciones,
al margen del carácter más o menos reciente de unas
en relación a otras que marca la propia estratigrafía.
Tampoco tenemos datos para conocer si se trata de
una seriación continuada de las cuatro últimas inhumaciones o si se trata de un vaciado, a distinta profundidad, de los rellenos de la sepultura ante nuevas
deposiciones. No obstante podemos referir el final
del uso de este espacio sepulcral en el año 1821 (15),
13
< l
4
0 l
5
0 l
AMD, Libro de Actas del Ayuntamiento 11, y Libro de Cuentas
del Ayuntamiento 17.
AMD, Libro de Actas del Ayuntamiento 11.
AMD, 6º Libro de Finados.
ochenta y siete años después de su construcción
(1734), fecha coincidente con lo observado en otros
templos vizcaínos.
En el sondeo 3 se ha detectado un relleno arqueológico de gran interés, que se corresponde con una
capa de tierra arcillosa muy compactada, que se
encuentra afectada por la cimentación de la estructura de 1734. Constituye un nuevo nivel de enterramientos en el que se han detectado cuatro inhumaciones representadas por un escaso número de elementos
óseos, aunque en conexión anatómica. Estos esqueletos no se superponen ordenadamente y se alteran parcialmente entre sí, pudiendo compartir un mismo
espacio.
Resulta de interés el hecho de que no coincida la
organización de sepulturas establecida en el siglo
XVIII con estas primeras inhumaciones que carecen
de límites concretos, de forma que la prolongación
vertical de la denominada sepultura nº 2, pone de
manifiesto el desplazamiento de estos cuatro esqueletos respecto a los límites establecidos por dicha sepultura, lo que provoca que sólo se visualicen algunas
regiones anatómicas de los mismos. El esqueleto que
descansa directamente sobre el suelo original, (esqueleto nº 8), aparece relacionado con un corte lineal,
ligeramente curvo, que puede interpretarse como el
lado septentrional de una fosa simple excavada en la
tierra y que, asimismo, excede los límites señalados
por la sepultura 2. Esta inhumación supone la última
evidencia funeraria localizada, ya que descansa sobre
la capa de arcillas que constituye el suelo natural.
Carecemos de elementos para datar esta evidencia, si bien nos inclinamos por una relativa antigüedad, dada su ubicación bajo la estructura del siglo
XVIII.
5. Anexo documental. Parroquia de Santa María
de Durango
Se ha consultado la documentación contenida en dos tipos de
fuentes:
Documentación eclesiástica: a) Libros de Fábrica originales,
depositados en el AMD, de los que se dispone serie continuada desde
1577 hasta 1851, y Papeles Varios (sig. A-714). b) Libros de Finados
originales, consultados en el AHEB. Los Finados de Santa María, que
abarcan desde 1553 hasta 1854, con un vacío de 80 años en el siglo
XVII, recogen también las partidas de la Magdalena y San Pedro de
Tabira, pues estas iglesias, que desaparecerán como parroquias a
comienzos del siglo XIX, no llevaron registros sacramentales aparte.
Documentación municipal: depositada en el AMD, se han consultado los Libros de Cuentas y de Actas del Ayuntamiento y Expedientes de Obras Públicas, obteniéndose información pertinente en el
Libro de Actas 11 (1709-1738), Libro de Actas 25 (1876-1884); en el
Libro de Cuentas 9 (1704-1738), Libro de Cuentas 17 (1754-1793)
sobre el encajonamiento de sepulturas, y Libro de Cuentas 12 (17701828) sobre la aparición de cadáveres de niños en la bóveda del coro.
Por último, perteneciente a Obras Públicas, se ha transcrito parcialmente el Expediente de Entarimado de la Iglesia de 1866.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Relación documentación vaciada:
- Libros de Fábrica:
Iº Libro de Fábrica: 1577-1636
2º Libro de Fábrica: 1613-1649
3º Libro de Fábrica: 1650-1711
4º Libro de Fábrica: 1711-1740
5º Libro de Fábrica: 1740-1827
6º Libro de Fábrica: 1827-1851: "Libro nuevo"
- Libros de Finados:
lº Libro de Finados: 1553-1594 (sig. 06-01)
2º Libro de Finados: 1676-1732 (sig. 11-95)
3º Libro de Finados: 1732-1766 (sig. 12-01)
4º Libro de Finados: 1766-1780 (sig- 12-02)
5º Libro de Finados: 1781-1804 (sig. 12-02)
6º Libro de Finados: 1804-1831 (sig. 21-02)
7º Libro de Finados: 1831-1854 (sig. 22-01)
- Libros de Actas del Ayuntamiento:
Libro de Actas del Ayuntamiento 11: 1709-1738
Libro de Actas del Ayuntamiento 25: 1876-1884
- Libros de Cuentas del Ayuntamiento:
Libro de Cuentas del Ayuntamiento 9: 1704-1738
Libro de Cuentas del Ayuntamiento 17: 1754-1793
Libro de Cuentas del Ayuntamiento 12: 1770-1828
- Obras Públicas. Expediente de Entarimado de la Iglesia, nº 38,
año 1866
1º Libro Fábrica: 1577-1636
Descargo relativo al año 1577 (de igual forma en años siguientes).
- Carta de pago de que otorga Juan de Solano, cantero, de las
obras de cantería que ha hecho para la Iglesia. Durango 1578-Marzo7 (f. lüvº 11).
1579
- 1O rs a Pero Yniguez de Traña por Ja cal que se gastó en el altar
mayor y en sus gradas y comarca.
- 23 ds a Juan de Solano y sus consortes por sus trabajos y piedra
y arena que se gastó en el altar mayor y su comarca.
1580
- 16 ds a Bernabé de Solano y a Juan de Solano, canteros, por la
obra de cal y canto que hicieron en el hueco que estaba debajo del altar
mayor de la Iglesia que fue igualada así de piedra como de cal y arena (f. 33vº ).
Visita 1583-noviembre-l
Manda a todos Jos parroquianos de Ja Iglesia que para el día de la
novena de difuntos traigan y entreguen a Jos curas las cláusulas de Jos
testamentos de los difuntos para que cumplan las obras pías que manden.
Sepulturas. Otrosí mandó a todos los parroquianos de las dichas
Iglesia de Ntra. Sra. y Santa Ana, so pena de excomunión y de cada un
ducado para las dichas Iglesias, que conforme a Ja Constitución Sinodal de este Obispado allanen la~ sepulturas de las dichas iglesias y
pongan en la decencia que es razón y conviene a Ja casa de Dios sin
diferencia e igualmente unas de otras (f. 52-52vº ).
Visita 1586-julio-22. Visitador, Santiago de Abendaño
Sepulturas. "Otro sí dixo que mda e mdo a los mayordomos de Ja
dicha yglesia que dentro de beinte dias de la notificazión deste Auto
midan con el marco del Obispado las sepulturas que ay en la dicha
yglesia dando a cada una siete pies de largo y dos y medio de ancho
conforme a las Constituciones del Obispado, e que se den a los dueños de las sepulturas a cada uno Ja suya conforme a la dicha medida y
las que ubiere de más se bendan a quien diere más en candela por
quanto se pueden sacar muchas sepulturas sobre dar a cada dueño Ja
suya conforme a Ja dicha medida por estar como están al presente las
dichas sepulturas mucho mayores en largura y anchura de lo que manda el marco e rreduciendolas a la medida puede tener mucho ... la
dicha yglesia, lo cual agan y cunplan así so pena de Ja escomunión y
de los daños que Ja dicha yglesia sobre ello se siguiese" (f. 97vº ).
"Otrosí mandó a los dichos mayordomos que dentro de dos meses
de la notificación de este Auto acaben la grada y losadura que está
49
delante del altar mayor asta los bordes de los dos pillares del crucero
y allí pongan dos hileras de bancos donde se sienten los hombres, por
quanto por estar estrecha Ja losadura ay poco espacio y está feo todo
aquello por el ba9io que ay desde Ja grada de la losadura asta los pilares y de cuatro ds para la dicha fabrica".
Visita 1593-febrero-14. Visitador, Santiago de Avendaño
Enterramientos. "Que el oficio de difuntos se haga con el Manual
nuevo". "Que todos los clérigos y que cada uno de ellos insolidum
hagan y celebren el oficio de difuntos como lo manda el manual nuevo toledano porque está res9ivido en todo el Reyno y en este Obispado, y que no incensen los clérigos de la suerte que hasta aquí incensaban entre la cruz y la tumba sino que se guarde en todo la orden del
dicho manual en lo menos en lo que toca al primer nocturno y responsos y en todo como dicho es se guarde el orden de dicho manual"
(f. 182vº -183).
1592
- 2 rs por adere9ar y aparejar las sepulturas de Ja Iglesia (f.
189vº).
Visita 1601-marzo-12. Visitador, Pero Ortiz de Salazar
Sepulturas. "Otrosí halló que [debían] reparar la altura y desconformidad de las sepulturas de Ja yglesia estando más altas que las gradas y entre las gradas y las sepulturas un hoyo y bazío que no sirve
sino para que los sacerdotes y gentes tropiecen y caigan y así por estas
razones y también por todo el lugar conoce la necesidad que tiene todo
esto de reparo del suelo de haber ydo con el Sr Alcalde y Regimiento
a hacer vista ocular y procurar el remedio más fácil y menos costoso
fueron todos del parescer que aquel ba9ío desde la esquina del púlpito hasta el corazón de la coluna en frente se hiziese de piedra continuando con la de las gradas, y lo de allá abaxo se allanase y se sacase
tierra hasta en conformidad de las dichas gradas; y mandó a los mayordomos presentes y los que en adelante Jo cumplan so pena de excomunión mayor y 20 ds aplicados para la dicha obra" (f. 254).
Enterramientos. "Otro sí atento que a su Md Je consta que muchas
personas que mueren, al tiempo de las enterrar las llevan con las caras
desabiertas siendo la verdad que hasta aquí solo se ha usado llevar Jos
cuerpos defuntos con las caras descubiertas de los clérigos y doncellas
y no de otras personas y ahora se introduce mala costumbre en querer
llevar a todas sin la dicha distinción y respeto que se debe y ... queriendo dar remedio en el caso mandaba y mandó so pena de excomunión que de aquí en adelante ninguna persona sea enterrada no siendo
clérigo ni doncella con la cara descubierta llevándola fuera de las
andas y que los clérigos no las entierren ni consientan, so pena de suspensión, y para que tenga anotación de todos y nadie pueda pretender
ignorancia, el primer domingo o fiesta de guardar se publique" (f.
254vº ).
Visita 1615-junio-3. Visitador, Pedro González del Castillo
Enterramientos. Manda que en adelante " ninguna persona nombrada no consienta abrir sepultura a ninguna persona sin que los testamentarios o herederos del difunto hayan entregado declaración de las
cláusulas tocantes a mandas piadosas" (f. 256vº ).
Visita 1615-junio-8. Visitador, Pedro González del Castillo
" ... que en los entierros y cumplimientos funerales donde hay
limosna y pitanzas no llame el Cabildo clérigos ni frailes de fuera sin
haberlos pedido la parte a quien toca".
" ... que cuando muera algún pobre de solemnidad lo entierre el
Cabildo de gracia y por caridad cristiana como están obligados, sin
aguardar a que pidan limosna para él" (f. 264-264vº ). ·
2º Libro Fábrica: 1613-1649
1617
- Pagos en estos años por el azadón para abrir las sepulturas.
1620
- A Joan de Bega, mtro cantero, por el parecer que dio para reedificar la yglesia.
- Joan de Ja Vega, maese cantero, arquitecto, viene a ver Ja obra
de la yglesia por mandado de los Srs del Regimiento.
1621
- 8 rs a Pedro de Aguirre, francés, por el trabajo que tuvo con otro
50
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
compañero en sacar la tierra que sobraba en la yglesia cuando abrieron los '\:imientos" (f. ll 7vº ).
1622
- 85 rs y medio a Esteban de Solano, cantero, por allanar una losa
grande en donde se toma la ofrenda y asentar en la sacristía unos ladrillos.
- A Esteban de Solano por asentar bien unas losas delante del
altar mayor y en la entrada de la sacristía.
1623
- A Esteban de Solano, por 6 fanegas y media de cal que dio para
los cimientos que sacaron debajo del coro.
- Pedro de Aguirre, francés, por el trabajo de 8 obreros en abrir
los cimientos debajo del coro.
1626
- 2 rs que dio para sacar una misa al tiempo de echar los cimientos.
1628
- 4 rs "que dio al pregonero por enterrar unos cuerpos que estavan descubiertos quando sacian los cimientos" (f. 193).
3º Libro Fábrica: 1650-1711
Visita 1662-junio-18. Visitador, Bernardo de Hontibero
Enterramientos. " ... por evitar alavanzas ynpropias y disonantes
que los predicadores suelen mezclar en los sermones de difuntos con
poca edificación de los oyentes manda su Illma a los curas y a cualesquiera otros sacerdotes a quienes encargaran estos sermones que prediquen de la muerte y de las demás postrimerías y de los sufragios de
las almas, excusando las lisonjas de los difuntos" (f. 108vº -109).
1662
- 44 rs a María Ochoa de Gastañaza, serora, por barrer la Iglesia
y cuidado de las sepulturas.
Visita 1675-julio-2. Visitador, Gabriel de Esparza
Enterramientos. El visitador manda que los cuerpos de las personas que hubieren de ser enterradas con oficio mayor vayan cubiertos,
y los que se hubieran de enterrar haciéndoles oficio de ángeles vayan
descubiertos y no se diga ni cante responso en su sepultura por ser
contra los sagrados ritos y ceremonias que ordena la Santa Madre
Yglesia y lo cumplan así los beneficiados y capellanes de la Villa y
demás personas de ellos a cuya cuenta estuviere la disposición y composición del cuerpo, pena de excomunión mayor (f. 204 vº ).
1676
- En el cargo se ingresan 24 mrs de limosna recogida en los entierros y honras durante el año.
- 30 rs a Francisco de Alai;:ano por tapiar 2 puertas, una de ellas
en el "ciminterio viexo" y la otra en la casa de la fabrica donde vive
Mariana de Axcorbeitia, por la peste (f. 221 vº ).
1693
- "Yten a los peones que hizieron oyos en la yglesia para enterrar
los guessos de los difuntos que fueron tres en frente de Colateral de
San Juan Evangelista y asial lado del Altar Mayor y otro enfrente del
Altar de Ánimas", 70 rs y medio (f. 367).
4º Libro Fábrica: 1711-1740
Visita 1735-diciembre-10
Enterramientos. "Que por ser contra ceremonia el andar por las
sepulturas diciendo responsos", se manda "a los beneficiados y demás
sacerdotes desta villa que no lo hagan en adelante como no sea si al
paso desde el altar a la sacristía estubiere la sepultura; y los que tienen
por obligación lo harán de manteos después de salir de la sacristía" (f.
69).
5º Libro Fábrica: 1740-1827
Cuenta referida al año 1741 (lo mismo en años siguientes)
- 8 rs a Joseph de Gardoy por unas losas que hizo para una de las
sepulturas.
1748
- 31 rs a Manuel de Zubiaga por 4 losas nuevas que se han puesto en las sepulturas.
1771
- 20 rs a Francisco de Urive por una carretada de cal para quitar
la corrupción de las sepulturas (f. 195).
- 15 rs a Pedro de Eguiluz por 2 losas de sepulturas y otro 5 rs por
el trabajo de un día en cerrar con argamasa los abujeros de las sepulturas (f. 195).
1779
- Se compone una losa de sepultura que se rompió al subir la caja
del órgano.
1795
- 12 rs a Diego de Alacano, oficial cantero, por una piedra nueva
que puso en una de las sepulturas (f. 328).
1797
- 7 rs a Vicente de Vildosola, cantero, por colocar una losa nueva
de sepultura en la perteneciente a Fermín Antonio de Ortuoste.
6º Libro Fábrica: 1827-1851: "Libro Nuevo"
1828
- 160 rs pagados a Antonio de Alloa, mtro cantero, por varias
losas colocadas en el sementerio o pórtico viejo, bajo el coro, y algunas sepulturas.
1º Libro de finados: 1553-1594 (sig. 06-01)
No indica el lugar de enterramiento.
2º Libro de finados: 1676-1732 (sig. 11-05)
Enterramientos en Santa María y Santa Ana, Convento de San
Agustín, San Pedro de Tavira, La Magdalena.
Se dice el nombre e iglesia donde fue enterrado el difunto, sin especificar el lugar, en muchos se dice que no testó por no tener bienes; a
veces, circunstancias en las que falleció, otras el oficio y la vecindad.
En ocasiones se incluyen enterramientos en iglesias de fuera de la Villa,
en San Miguel de Yurreta, San Juan de Garay, San Juan de Berriz, etc.
3º Libro de finados: 1732-1766 (sig. 12-01)
Las mismas características que el anterior, es decir sin localización dentro de la Iglesia, y ahora se informa de la edad
4º Libro de finados: 1766-1780 (sig.12-02)
Ibídem
5º Libro de finados: 1781-1804 (sig. 12-02)
Ibídem
6º Libro de finados: 1804-1831 (sig. 21-02)
Al menos desde 1814 se entierran en el Campo Santo, al tiempo
que se sigue enterrando en Santa María y en otras Iglesias. En 1820 se
entierra aun en Santa María.
Pero a partir de 1821 todos en el Campo Santo.
7º Libro de finados: 1831-1854 (sig. 22-01)
Enterramientos en el Campo Santo.
8º Libro de finados: 1854-1873 (sig. 22-02)
Enterramientos en el Campo Santo de la Magdalena y en el Campo Santo de la Villa.
Libro de actas del Ayuntamiento 11: 1709-1738
[Encajonamiento enlosado de sepulturas]
- 1732-marzo-4. Se decreta ejecutar las cajonaduras enlosadas de
las sepulturas de las iglesias de Santa Ana y Santa María, haciendo un
osario en la de Santa María, y que hagan las trazas y condiciones necesarias para tomar las providencias pertinentes (f. 252-252 vº ).
- 1733-junio-14. Se acuerda que las sepulturas que se quieren
encajonar en Santa María se hagan en la misma igualdad y número que
tienen las presentes para evitar alteraciones, y que se encajen 19 sepulturas en cada ilera (f. 275 vº ).
- 1733-septiembre-9. Manuel de Ynchausti, cantero, y consortes,
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
presentan un memorial mostrando lo que han aumentado el osario del
cementerio de la parroquial de la Santa María, habiendo nombrado
para su reconocimiento a Manuel de Sagamaga, maestro cantero,
quien declara que ha encontrado 35 varas de piedra labrada trinchera
de 3 rs de vellón cada una. Se acuerda pagarle los 105 rs que importan las 35 varas (f. 279).
-1734-abril-16 (f. 294 vº -295-196)
"Otrosí dijeron sus Mrds que por lo yndecente que estaban las
sepulturas y huesas de las parrochiales de Santa María y Santa Ana los
Señores del Regimiento del año pasado del 32, con comunicación de
los vecinos de ella, habían ordenado el que se encaxonen dchas sepulturas de piedra losa, y haviendo sacado a remate su ejecución se havían rematado en Martín de Arizaga, vº de esta Villa, en esta forma, las
de la parrochial de Santa María por 95 rs cada una y las de Santa Ana
a 85 rs cada una, y que en effecto las havían ejecutado Juan Bautista
de Ybarra, Manuel de Sagamaga y Martín de Larrea, mtros canteros,
vº s de la Villa, y que haviendolas ejecutado se habían hecho publicar
en el púlpito para que las partes acudiesen a dichas yglesias el día asignado para que se les dieren sus sepulturas en las partes y parages que
se pidiesen sin su perxuicio y en efecto se la hicieron sus consignaciones en la forma siguiente, y para halla claridad de la pertenencia de
cada uno ynperpetuum, sin embargo de haverse asentado escriptura en
su razón ante mi el presente escrivano [Pedro Antonio de Arriaga
Onandia], se asientan en este libro sus adxudicaciones:
lªYLERA
Que enpieza en la parte del Evangelio y siguen las demás por la
misma parte
1.- Uriondo-Jullián de Larrea y Jossepha de Saloa muger de Francisco de Echeandía
2.- De Uretra que la posee Juan de Amarica, y Dª Josepha de Ureta su muger
3.- Dª Josepha de Uribe y de el Capitán Echevarría y los Larrabes
y en su representación Juan de Arriola
4.- Dn Miguel de Artteaga, y Dª Jacintta de Zandoica su muger
5.- Dn Martín Aurelio de Maguna y Dª Ana María de Eguía su
muger
6.- Dn Thomás de Trañagoitia, y sus hixas
7.- Dr Dn Clemente y Dª María Francisca de Castillo Veitia hermanos
8.- María García de Uribe, Dª Cathalina Gregoria y Dª Maíia
Antonia de Arespacochaga
9.- Dn Marttin Josseph de Esterripa
10.- Dn Marttin Josseph de Abarrategui
11.- Del dicho Dn Martín Josseph de Abarrategui
12.- De la casa de Unda
13.- Dn Juan Asencio de Echavarría y la posee Dn Martín de
Maguna
14.- Latatua
15.- Matheo Mauricio de Elorriaga
16.- Dn Juan de Uriarte y los Urquiettas
17.-Agueda de Dueñaveitia muger de Martín de Alzibar y de los
Ceverichas
18.- Mendibe y en ella asisten Santorum de Ybarra Ysundegui y
Magdalena de Mendibe su muger y otros
2º FILA
19.- Domingo de Uribarrena y Magdalena de Otalora su muger
20.- Dn Agustín de Ocerin y sus hixos
21.- De la Torre de Marzana
22.- Dn Martín Josseph de Estterripa
23.- Dª María Francisca de la Quadra y Olano
24.- De Dn Diego Alexandro de Arribi actual Alcalde de esta
Villa por el Rey nro. Señor
25.- Magdalena y Manuela de Ocerin hermanas
26.- Del Br Dn Manuel de Arria y sus Hermanos
27.- Dª Inés de Ascuenaga y la posee Dª Theresa Ygnacia de
Letona su heredera muger de D. Nicolás de Ezterripa
51
28.- Dn Gabriel de Arbaiza
29.- Margarita de Arria, Mª Cruz de Saloa, Juan Bauptista de
Ybarra, su hixo y de los hixos de éste
30.- Dª Antonia Bauptista de Murueta
31.- El Dr Zubia y asisten Juan Bauptista de Urruchurtu, Manuel
de Sagamaga y los Arroitas
32.- Dn Joseph Valentín de Ortuzar
33.- Dn Pedro Manuel de Arbaiza
34.- Domingo de Lexazpi y sus hixos y axisten también los Lexarragas
3ª FILA
35.- Pedro de Ascarraga y la poseen María Martínez de Jáuregui
y María Thomasa de Arregui
36.- Ana Mª de Y nibaso Echabarría
37.- Dn Manuel de Abásolo y Dª Gabriela Eufemia de Arbaiza su
muger
38.- Andres de Unsaulartu y Jossepha de Arbaiza muger de Diego de Gastelu Arriaga
39.- Fauste Ochoa de Orbezu y la poseen Martín de Goicouria y
Ysabela de Zavala
40.- Dn Juan de Arriola y Bustinza
41.- Dn Bartholomé de Maguna
42.- Dn Juachin de Lexarza y Palacio y Dª Ysabel de Ybarguen
su muger
43.- Dª María Jacinta de Abarrategui y Meceta
44.- De el Br Dn Juan Bauptista de Maguna
45.- De Pedro de Ynchaurraga y su representacion y del dcho Dn
Juan de Maguna
46.- Dª Angela Ripa Palacio, y la posee Juan de Asua
47.-De las caserías de Arandia Varrena, Juan de Arandia y Arandia Yturrioz y esta enterrado Dn Diego de Baquixano, Cura y Beneficiado que fue y Martín de Arandia
48.- Dn Juan Santos de Castillo, Presvítero, y de sus hermanas
49.- De la familia de Aranguren
50.- Juan Ramos de Zubimosu y de Cathalina de Zuazu y asisten
tambien Mariana de Yrarraga.
4º FILA
51.- Juachin de Mugazábal y otros
52.- Dn Francisco de Echezarreta y la poseen Dn Juan Alonso de
Oquendo y Dª Nicolasa de Maguna su muger
53.- Angela de Arizaga y sus hixos y Nicolas de Arzubia
54.- Josseph de Zengotita Ybarra y sus hixos
55.- Bicente de Ugarte y su muger e hixos
56.- Del lizdo Dn Femando de Ycabalzeta
57.- Dn Juan Francisco de Eguía y Dª Mariana de Echavarría por
zesión de Dn Martín de Maguna
58.- Dn Diego Alexandro de Arribi por Dº Mª de Arribi su thia
59.- Dn Diego Lorenzo de Urquizu por la torre de Galarraga
60.- Del dcho Dn Diego Lorenzo de Guisasa
61.- Dn Joseph de Reten por Dn Manuel de Lezamiz
62.- Antonia e Ysabe! de Abaitua hermanas
63.- De Maria Perez de Barañao Reguera
64.- Francisca de Guesala Betosolo y su familia por zesión de Dn
Juan Bauptista de Maguna
65.- De Unsalurtu y Maria de Zavala
66.- Domingo de Arauna
Sº FILA
67.- Dominga de Elexalde por Juan Ruiz de Zelaia, y Magdalena
de Bilbatua
68.- De Juan de Ybarrondo por Ripa
69.- Juan de Ynsausti
70.- De Juan de Amarica y su muger por Copegui
71.- Marina de Uribe, los Urruchurtus y Jossepha de Arbaiza y
sus hermanas
72.- Maria de Amézola
52
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
73.- Dn Bruno Mauricio de Zavala
74.- De Dª Theresa de Atocha Hurttado de Mendoza
75.- De la misma Mª Theresa de Atocha
76.- De Dn Juan Bauptista de Arespe
77.- Dn Juan Francisco de Landazuri por la Casa de Zuricarai
78.- De la Capellanía de Muncharaz su capellan Dn Juan de
Lexazi, Domingo de Galarza y Mª de Arana, su muger
79.-Antonio Abad de Landeta, María de Landeta, y los hixos de
Christobal de Arizaga
80.- Santiago de Zamalloa y otros
81.- Maria de Jauregui, que asiste y es de la Casa Aldanatorre y
la poseen Antonia e Ysabel de Abaitua
82.- Josseph de Eguía y su muger
6ª FILA
83.- Juan de Zarandona y sus hixos
84.- Jossepha de Galarza y María de Aldecoa, muger de Nicolás
de Varaia
85.- Margarita de Aguirre y Juan de Arechederreta su marido
86.- Juan de Ochandategui y Agueda de Burguieta su muger
87.- Josseph y Juan de Allende Echavarría por Zuazu
88.- de Juan de Orozqueta por la cassería de su apellido
89.- Maria de Gastañazatorre muger de Joseph de Momoitio
90.- Angela Maria de Goitia por cesion de ésta de Maria Samblas
de Echanobe
91.- Dn Martín y Dn Pedro de Arzadun hermanos
92.-Agustín de Yrazábal por cesión de Dª Maria Francisca de la
Quadra
93.- El dicho Josseph de Momoitio
94.- Juan de Orbezu, Cathalina de Zavala su viuda y Magdalena
de Ybarrondo
95.- Ana de Eguiarte Viuda de Gaspar de Echavarría
96.- La familia de Ascondo por Pedro de Ascárraga
97 .- Del Dr Amasa y la posee Francisco de Mendibil y asiste Santa de Obieta
98.- Michaela de Anchietta
7ª FILA
99.- Dn Juan de Gogenola, Presvítero Beneficiado de esta Villa
100.- Juan Perez de Sanditegui
101.- Mª de Arandia
102.- Pedro de Zavala y Mariana de Uriondo maior
103.- Martín de Arizaga y Ygnacia de Arria su muger
104.- El mencionado Sr Dn Diego Alexandro de Arrivi y Olano,
y asiste con su permiso Manuel de Arteabaro
105.- María Ramos, Francisca y Antonia de Arana, hermanas
106.- Dn Gabriel de Castillo
107.- Dn Domingo y Francisco de Mendíbil padre e hixo
108.- Br. Dn Domingo de Olabarría, Presbítero Beneficiado de
esta Villa
109.- Francisco de Echavarría y Josepha de Urrutia su muger
110.- Juachin Manuel de Zevericha y Dª Magdalena de Olazar su
viuda
l ll.- María de Yragorri, María de Ynibaso y María Larrea San
Roque
ll 2.- Bauptita de Berazaluce y sus hixos
113.- Juan de Oar Uriarte y Agueda de Zigaran su muger
l14.- Manuel de Arguinzonis y Jossepha de Galarza, su muger,
por zesión de Dn Juan Bauptista de Arezpe
8ª FILA
115.- Martnm de Elexaburu y ottros
l16.- Manuela de Legorburu, Viuda de Juan de Yllara por Abeldarrain
117.- Dn Lorenzo y Geronima de Zubimendi
118.- Francisco de Asttarloa y Magdalena de Yturri, su muger
l19.- Cathalina de Miliqua, Viuda de Pedro de Gastañazatorre y
está enterrada Dª Petronilla de Asuaga
120.- Margarita de Echevarría y Pedro de Ybarrondo
121.- María de Olabarria
122.- Pedro de Zengotita Ybarra y en esta sepultura yaze María
Martinez de Olabarría su muger
123.-Anttonio de Masmela y Dª Josepha de Lariz Yturriaga
124.- Juan Baptista de Arrinda
125.- Juana Bicenta de Reizábal
126.- Dn Clemente y Dª Maria Francisca de Castillo hermanos
127.- Juachin de Gorostiza y Antonietta de Mendieta su muger
128.- Maria de Yraola, muger de Thomás de Aldecoechea
129.- María Joanes de Longa, Matheo de Loiola y sus hixos
130.- Dn Juan Santos de Castillo
9ª FILA
131.- Joseph y Juan de Arribi, hermanos
132.- Dn Santiago de Erdoiza y asiste con su permiso Maria de
Garaita Orozqueta
133.- Jossepha de Larrinaga Ysusorbe, por zesión de Dn Martín
de Esterripa por la Casa de Lamiquiz
134.- Dn Juan Asencio de Beteluri, Vicario y Beneficiado de esta
Villa
135.- Dn Francisco Josseph de Sanditegui, Marcoitia, Beneficado de esta dicha Villa
136.- Josseph de Orne y Antonia de Bizcarra su muger
137.- El debo Dn Juan Asencio de Beteluri
138.- D. Domingo de Yribe, Presbítero difunto
139.- Juan Bauptista de Goicoechea y Nicolasa de Urquietta, su
muger
140.- Lorenza de Elorrieta, Josseph y María Ochoa de Orovio
Goitia
141.- Christobal de Requeta y Libaronas
142.- Antonio de Varañao
143.- Joseph de Urrutia y Angela de Landáburu su muger
144.- Joachin de Zavala, Manuela y Juan Bauptista de Gumucio
y Cathalina de Zugasti
10ª FILA
145.-Aurelia de Melluegui, Theresa de Larrea y otros
146.- Josseph de Ercil Vengoa y sus hixos
147.- Martín de Echeandia y Austoa, y Maria de Austoa su hermana
148.- Maria Yniguez de Ynchaurraga
149.- Juan Bauptista de Yturri y Theresa de Arria
150.- Dª Jacinta de Abarrategui por la casa de Zavalarra y asiste
Bauptita de Palacios
151.- Conzepción de Ugarte, Margarita de Echegarai, por zesion
de Dª Mª Theresa de Atocha
152.-Francisca de Echezarreta y asisten Thomás de Vasail y su
muger
153.- Manuela de Urquizabaso, viuda de Juan Bauptista de
Ynchaurraga
154.- Juan Bauptista y Josseph de Mecola y otros
155.- Fhelipe de Belaustegui Goitia y Ysabel de Zevericha su
mujer por Saola.
156.- Santorum de Ysundegui
157.- Dn Femando de Ycavalzeta, Beneficia! de esta dicha villa
158.- Antonia Yringo y oí de Antonia de Amasa y otros
159.- De María Andrés de Abasolo
160.- Juan de Olea difunto y de sus hixos"
Este listado de sepulturas ha sido tambien recogido por LABAYRU, J.E.: Historia General de Bizkaia, T. VI, Bilbao 1903, pp. 213-217,
y por LARRACOECHEA, J.M.: Notas Históricas de la Villa de Durango, Bilbao, 1989, T. IV, pp. 385-399. Sin embargo, por ciertas diferencias en la transcripción, hemos preferido hacer constar la nuestra.
Libro de actas del Ayuntamiento 25: 1876-1884
- 1883-julio-20. Referencia a jornales de canteros, peones, y
carreteros "en la conducción de restos humanos del antiguo osario del
pórtico viejo de Santa María, al del cementerio" (f. 446).
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Libro de cuentas del Ayuntamiento 9: 1704-1738
Descargo dado el 29-Septiembre-1734
- Por misas en la Iglesia de Santa Ana después de las misas conventuales [pues] en el tiempo de la obra de las sepulturas no hubo en
la iglesia de Santa María.
- 250 rs y medio pagados al Sr Alcalde y al segundo escribano del
Ayuntamiento y a Martín de Elexalde, mtro perito nombrado por la
Villa para el reconocimiento y entrega de la obra de las sepulturas por
las declaraciones judiciales, salarios y gastos de dicho perito.
- 42 rs gastados en el refresco que se les dio a los maestros oficiales la tarde que acabaron las sepulturas de Santa María, incluyendo
en esta partida 15 rs que se gastaron en sidra y panes con las mujeres
que asistieron a barrer la iglesia y ziminterio.
Descargo dado el 29-Septiembre-1736
- 120 rs entregados en virtud de decreto de los Srs particulares a
Juan de Sarrionandia, Prior de la Audiencia eclesiástica de este Obispado, para que el Sr Probisor no "inobe" la asignación de sepulturas
de las parroquiales de Santa María y Santa Ana, echa por los Srs de
esta Villa y desestime las pretensiones de varias personas que han acudido a dicho Tribunal quejosos de dicha asignación.
Libro de cuentas del Ayuntamiento 17: 1754-1793
Cuenta dada el 24-Diciembre-1744 (desde el 24 de diciembre de
1743) [Encajonado de las sepulturas de Santa María]
- 5.293 rs y 3 mrs a Juan Bautista de Ibarra, y compañeros por
resto que los habían devengado en la ejecución del encajonado de piedra de las sepulturas (f. 6).
- Total coste de 160 sepulturas de la Iglesia parroquial de Santa María,
15.200 rs, que encajonaron de piedra labrada, a 95 rs cada una (f. 6).
Libro de cuentas del Ayuntamiento 12: 1770-1828
Descargo dado el 3-Febrero-1796
[Aparición de 10 cadáveres de niños en la bóveda del coro]
- 12 rs a Agustín de Bilbatua por enterrar varios cadáveres de
niños exhumados que se encontraron en la coro de la Iglesia de Santa
María (f. 239 vº ).
- 467 rs al Abogado Uriarte por cuatro autos asesorados que dio
en la causa de oficio fenecida sobre el descubrimiento de diez cadáveres en la bóveda del coro de la Iglesia de Santa María, extraídos al
parecer de las sepulturas, sin que se haya podido descubrir el autor
[pero se hace referencia a la guerra y ocupación de franceses]. De
ellos, 60 rs a Jospeh de Larragan y Cristobal de Idigoras, cirujanos,
por el reconocimiento y declaración que dieron; 12 rs a Francisco Luis
de Urrecha, perito, por el reconocimiento que hizo del sitio y sus
entradas y salidas y declaraciones que dio; 218 rs a Jorge Francisco de
Ercilla, escribano; 129 rs a Bengoechea, escribano del Ayuntamiento,
por lo que trabajó en esta causa, etc. (f. 242).
Obras públicas expediente entarimado de la Iglesia nº 38. Año 1866
1866-Diciembre-l 7
[I].- "Condiciones facultativas que se han de guardar y cumplir
en el entarimado de la yglesia de Santa María dispuestas por Juan
Antonio de Eguren, maestro [de obras] de la Real Academia de San
Femando [por encargo especial del Ayuntamiento].
l.- Que será obligación de soltar con todo cuidado el enlosado del
pavimento, incluso la crucería o adoquines de las sepulturas sin que se
rompan, y trasladar como dos terceras partes de las que salen enteras a
la parroquia de Tavira, y las restantes incluso las rotas a San Agustín,
con la advertencia de que deberían dejarse bien plegadas y con separación cada clase de losa en medida. Así bien será obligación de trasladar
los huesos de las sepulturas al punto que se designe a su tiempo.
2.- Que será obligación de colocar sobre puntos sólidos 18 poyales labrados a desbasto que deberán tener en su base 20 pulgadas en
cuadro disminuyendo en catorce a los tres pies que será su altura, donde existen las sepulturas para apoyo de soleras que deban asentarse,
cuyos puntos se marcaran a su tiempo y enseguida que sean asentados
los referidos poyales se terraplenaran hasta su superficie superior de
53
cascajillo de río que no esceda de dos pulgadas cubicas de lado, sin
rastro de arena ni tierra; y si el Ayuntamiento tuviese con [por] conveniente en enlosar el pavimento de los canceles, deberá hacerlos
según se ordene.
3.- Que será obligación de colocar 6 hileras de soleras de buen
material de roble, de 6 pulgadas de ancho y 9 de alto, bien labradas en
sus líneas sacándo sus correspondientes empalmes en sus juntas encontradas y clavado con clavo de hierro dulce de 7 pulgadas, teniendo buen
cuidado de que queden en línea recta. Así bien se colocaran en el resto
del cuerpo de la yglesia diferentes hileras de soleras, cuyos puntos se
marcaran a su tiempo sobre tierra firme, pero en los puntos de unión
sobre losetas, quedando sin cogera alguna sacando sus empalmes
corrientes y dejar clavados en forma: todas deberán ser de buen material
de roble, de las larguras que escojan sus tramos y cuadratura de cinco
pulgadas a un lado y ocho a otro, guardando las exactas nivelaciones con
la advertencia de que deberá sacarse toda la tierra que resulte del nivel
de la parte inferior de las soleras a parage que designe el Ayuntamiento.
4.- Que tan luego que sean arregladas las referidas soleras y
hecho la esportación de tierra, se procederá a encuartonar de modo que
en 8 pies de tramo entren 5 cuartones, de las larguras que exijan sus
tramos y cuadratura de 5 pulgadas de ancho y 7 de alto, todos ellos
deberán ser de buen material de roble y que no participen de podriduras, nudos de mala calidad, albura, ni otro defecto perjudicial a la
duración, labradas en líneas recta y asentar bajo de un nivel clavando
con clavos de fierro dulce de 6 pulgadas en sus puntos de apoyo; y tan
luego que se concluya la operación se hará el reconocimiento de las
soleras y cuartones y mereciendo la aprobación se hará la medición
exacta de todas ellas, pero si del reconocimiento resultase algún desperfecto, así en la calidad de los materiales, como en su colocación,
deberá ratificación del modo que ordenare el director.
5.- Que tan pronto que sea hecha la medición de las referidas
soleras y solibas, se procederá al relleno de eséoria pura, u otra especie que el Director designase, sin que resulte tierra sin otra mezcla hasta la parte superior de los cuartones, dejando el intervalo que resulte
de cuartón a cuartón bien mazeado y sin hueco alguno.
6.- Que se entregara al rematante por el Ayuntamiento toda la
tabla necesaria para dicho entarimado, de cuya inversión deberá dar
cuenta y razón, las que deberá labrarlas con arreglo al arte, observando estrictamente las advertencias que le diese el Director, aserrando
por mitad en su ancho las que se numeran para clavar según estaba
entera; deberán estar puestos en un grueso cuando menos en el parejo
de los cuartones, y bien machimbreadas del modo que no resulte ninguna rebarba en la junta de la unión, y antes de clavar se le deberá dar
una mano de galipot por su parte inferior a todas ellas, lo que facilitara el Ayuntamiento a su cuenta, y clavar por las lengüetas con buena
punta de alambre que tenga lo menos 3,5 pulgadas en largo y su
correspondiente espesor, advirtiendo que deberá tenerse mucho cuidado al tiempo de clavarle, colocando las guías necesarias para que no
resulte ninguna eminencia ni ondulación y aplicando un renglón que
no baje de 20 pies ajuste perfectamente en todas las tablas, y todas las
juntas encontradas deberán estar bien unidas de modo que todas las
tablas figuren ser pieza entera.
7.- Que será obligación de dejar todas las entablaciones bien cepillados en todas sus partes sin que se conozcan contrabetas ni otros
defectos a su velleza bajo la aprobación del Director, como también el
marcar todas las sepulturas con listones de material negro de nogal de
una pulgada de ancho y media pulgada de grueso, embutiendo en la
entablación.
8.- Que se deberán concluir todas las obras con arreglo a las condiciones precedentes y demás que creyere conveniente el Director y
bajo la aprobación del mismo, para el tiempo.en que se señale en tiempo de remate, en cuyo tiempo se hará la medición exacta de las entablaciones y se le abonara al rematante lo que le cupiere a la mensura
con arreglo al precio en que cause el remate.
Presupuesto:
- Por soltar todas las losas y extraer a los puntos designados,
dejando cada cual en su orden, y estraer los huesos y demás escombros del Campo Santo y chopedal entre Magdalena y Yurreta, 2.800.
54
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
- Por una escoria o su equivalente de deberá ser cascajillo de río
que sea limpio y puro para los rellenos, 1.200.
- Por 18 poyales de piedra a 24 rs cada uno, 438 rs.
- Por 120 pies lineales de soleras de 6,9 pulgadas de cuadratura a
3,5 rs, 1.470 rs.
- Por 940 pies lineales de soleras de 5 ,8 pulgadas de cuadratura a
2,5 rs pie, 2.355 rs.
- Por 5.800 pies lineales de solibas o quartones de 5,7 pulgadas
de grueso a 1, 5 rs el pie, 8. 700 rs.
- 246 estados superficiales de suelos entablados su manufactura
incluso la clavazón y el dar la mano de galipot a 27 rs estado, 6.642 rs.
- La demarcación de las 160 sepulturas con buen material de
nogal negro o cedro a elección del Ayuntamiento a cola y tirafondo y
numerar según se designe, 1.200 rs.
Total: 24.799 Durango, 7 de diciembre de 1866. Firma Juan Antonio de Eguren.
[11].- Condiciones económicas dispuestas por el Ayuntamiento
para la obra del entarimado de la Iglesia Santa María. 21 de diciembre
de 1866. Firma el alcalde, Felipe de Orovio:
1.- Que constará de 2 remates con el intervalo de 8 días, admitiéndose en el segundo mejoras que bajen del 5 %.
2.- Que cada puja sea de 2 % de baja de la cantidad que se saquen
a remate.
3.- Que el pago del remate se efectuara en 3 plazos, una tercera
parte a la otorgación del remate, otra tercera parte a la conclusión de
la obra y su primera entrega, y otra tercera parte al año inmediato y su
segunda entrega.
4.- El rematante otorgará escritura de obligación con fiador oficiándose a la aprobación del Ayuntamiento.
[111].- Remate. 30 diciembre 1866, primer remate
Que la soltura de las losas principiará después del cumplimiento
pascual del año próximo, y que concluirá toda la obra de entarimado
a los 2 meses del referido cumplimiento pascual, bajo multa de 100 rs
por ida en defecto.
Además de que el coste de los materiales destinados a cuartones y
soleras deberá haberse hecho con 1 año de anticipación cuando menos.
Con 19 pujas quedó el remate a favor de Pedro Domingo de Basterechea, de Abadiano, en 15.375 rs y 12 mrs, se constituyó en abonador D. Manuel Fermin de Vidaurre, vº de Durango.
Domingo, 6 enero 1867, Segundo remate para propuestas que
bajen al menos el 5 % de la cantidad en que se remató en el lº en 3
pujas. Quedó el remate en Ambrosio de Urizar en 13.684 rs y 2 mrs y
se constituyó en su abonador su convecino Lucas de Zubia.
[IV].- Protestas de los vecinos y reanudación de la obra.
Diversos vecinos, y en su representación Miguel de Azpitarte y
Francisco de Sagastizabal, son contrarios al proyecto del Ayuntamiento pues éste consistía en sustituir y retirar el enlosado actual para lo
cual era indispensable, en opinión de Juan Antonio de Eguren, perito
de la Villa, y responsable de las condiciones facultativas, colocar 18
poyales de apoyo o base para el asiento de las hileras, remover la tierra de las sepulturas y por consiguiente los restos humanos.
[V].- El Gobierno de la Provincia de Vizcaya ordena al Ayuntamiento de la Villa de Durango suspender las obras a comienzos de 1867.
[VI].- El 16 de octubre de 1867 el Gobierno de la Provincia
acuerda aprobar el proyecto del Ayuntamiento de Durango con las
modificaciones introducidas por el arquitecto del Señorío Luis de
Arauna, teniendo en cuenta las reclamaciones de los vº s y el informe
emitido por la Comisión Provincial de Monumentos Histórico Artísticos, advirtiendo al cura párroco de Santa María "que evite la menor
remoción de los restos mortales que existen en las sepulturas dejándolos cuidadosamente en los mismos sitios que siempre han ocupado ya
que no es preciso tocarlas tan siquiera, ni se ha autorizado tampoco su
remoción ni tratado".
El 21 de octubre de 1867 el Ayuntamiento ordena continuar la
obra de entarimado según lo ordenado, si bien se incluyen en el expediente algunas reclamaciones al rematante y otros oficiales por no
haber acudido a continuar la obra.
[VII].- Informe dirigido al Gobierno por el Arquitecto del Señorío, Luis de Arauna. 1867-octubre-15.
Declara que "he visto el expediente formado sobre la mejor manera de llevar a cabo el entarimado de la yglesia y que vistas las condiciones artísticas y económicas formadas por el Ayuntamiento para formar el nuevo entarimado sustituyendo y retirando el enlosado actual
de su pavimento se encuentra bien dispuesto con arreglo a arte, solidez y comodidad si bien considera que se han de colocar los 18 poyales que servirán de apoyo o base para el asiento de las soleras, remover las tierras de las sepulturas y por consiguiente sus restos humanos,
depositados en ella, operación que alarma a los vº s de una parte respetable del vecindario de la Villa.
El acuerdo del Ayuntamiento desestimando la solicitud de la parte de los vº s que desean que el nuevo entarimado de la yglesia se pueda realizar sobre el ensolado actual, sin necesidad de remover las tierras de las sepulturas, está fundado en vista del dictamen facultativo
del perito el qual dice que ... se puede realizar colocando sobre el suelo
actual el nuevo entarimado sin tocarlas absolutamente sino tuviere los
inconvenientes de no disminuir la altura del cuerpo del presbiterio
pues que suprimiendo la altura de la primera grada perderá el realce y
embellecimiento dicho cuerpo, corno también contendrá mayor elevación el pavimento del cuerpo de la yglesia respecto al de la sacristía,
resultando así diferente separaciones en puertas, cancel, bauptisterio,
y altares, y la disminución de la altura en las pilastras del cuerpo principal del templo por lo cual había de desmerecer el aspecto del orden
de arquitectónico con se halla decorado el interior de dicho templo.
Las razones en que se funda el perito de la Villa serían de gran
consideración siempre que no admitiere modificación el método adoptado en la condición 2º y 1ºhallar el firme a los puntos sólidos de apoyo en que deberán asentarse las soleras que recibieren las entablaciones. Esto, en concepto del que suscribe, podrá conseguirse con soltar y
retirar el enlosado actual dejando existente la crucería o adoquinado
que constituyen las divisiones de las sepulturas sobre las cuales bien en
dirección longitudinal como en el de su latitud, se podrán asentarse las
hileras de soleras que fuesen necesarias, de buen material de roble y de
las dimensiones que señala la condición 3ª y demás si conveniente fuere para resistir a las injurias del tiempo o variaciones atmosféricas y la
mayor estabilidad del entarimado; tan solo con rebajar la parte superior
y necesaria de los muros que forman la crucería de las sepulturas,
dejando a éstas sin remover sus tierras y los restos humanos que contengan, consiguiendo de este modo tranquilizar los ánimos de la parte
respetable del vecindario e igualmente que el colocar el entarimado a
la altura que actualmente tiene el pavimento del enlosado".
2.4. Iglesia de San Agustín de Etxebarria
l. Introducción
El templo, de larga tradición histórica, se asienta
en la vega del río Zumelegi, en ligero talud, destacando por sus dimensiones, en especial la longitudinal. Su fundación puede situarse en 1053, fecha de un
discutido documento en el que los Condes de Durango mandan construir una iglesia dotándola con sus
bienes, probablemente en el lugar de otra iglesia o
monasterio preexistente.
El edificio actual debió reedificarse a finales del
siglo XV y principios del XVI, conservando restos
románicos reutilizados de otro anterior. El templo presenta una única nave de cuatro tramos, más ábside
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
rectangular de menores dimensiones. La cubrición es
en bóvedas de crucería y terceletes en la nave, y de
medio cañón en el ábside. Los muros perimetrales son
de sillería reforzados con contrafuertes. Este conjunto
se completa con una torre-pórtico barroca (1742) adosada a la cabecera del edificio, en sustitución de otra
anterior, y la sacristía (1666) ubicada junto al presbiterio y al primer tramo del lado del Evangelio (1 ).
Rodea al edificio un pórtico parcialmente cubierto,
que dispone de columnas de diversa tipología apoyando
en antepecho de mampostería. La losadura del mismo se
remata en 1661 en Andrés de Elexalde (2), siendo semejante su pavimento al del primer tramo de la nave.
En el pórtico se aloja una capilla funeraria gótica
con la advocación de Santa Marina y San Martín, en
cuyo interior cobija dos sarcófagos de piedra que
contenían restos humanos.
El edificio dispone de dos accesos góticos en el
segundo tramo, el principal a un lado, y en el lado
opuesto otro cegado, datando ambos de hacia 1500.
El tercer acceso es de medio punto, de mediados del
siglo XVI, y se abre a los pies de la nave; este último
parece corresponder a la finalización de las obras del
buque del templo.
En el interior, en el lado del Evangelio entre los
contrafuertes del tercer tramo, se abre la Capilla de la
Dolorosa, renacentista; a continuación, la Capilla de
la Pila Bautismal, en donde se aloja la escalera para
subir al coro, éste en arco escarzano.
2. El suelo interior del templo y localización de los
sondeos
El suelo actual de la nave nos muestra dos áreas
distintas en base al tipo de material que lo conforma.
Por una parte distinguimos la zona delantera del templo, donde se ha dispuesto un pavimento de pequeñas
losas de arenisca, de forma rectangular, trabadas entre
sí con argamasa. Este pavimento cubre aproximadamente el espacio existente desde las gradas del presbiterio hasta la jamba oriental del ingreso meridional
del templo, al que no abarca. Por el contrario, la
superficie restante de la nave se encuentra cubierta
por un suelo de madera de ejecución contemporánea.
Sobre una amplia zona de este entarimado se puede apreciar, allí donde está bien conservado, una retícula de espacios rectangulares, realizada con pintura
de tonalidad oscura. Tal representación supondría un
intento de plasmar y recordar la distribución del anti(1)
(2)
SANTANA EXQUERRA, A "Iglesia de San Agustín de Etxebarria. Elorrio". Monumentos de Bizkaia. Diputación Foral de
Bizkaia, Bilbao, 1987, T. III. Duranguesado-Arratia, pp. 361376.
AHPB, Protocolos Notariales de Elorrio, OCHOA DE IZTEGUI, Pedro de, Leg. 731, (f.94-97).
55
guo espacio sepulcral, oculto actualmente a la feligresía por el referido suelo de madera.
Se nos presenta un espacio organizado, que distribuye las sepulturas en dos grandes áreas, septentrional y meridional, separadas por una amplia zona central (1,86 m de anchura) libre de sepulturas que, a
modo de pasillo, recorre longitudinalmente el eje
central de la nave. Cada una de las áreas comprendida entre este pasillo y el correspondiente muro perimetral del edificio, se compone de nueve filas con
seis sepulturas cada una, que se van sucediendo sin
solución de continuidad a lo largo del suelo del templo, sin llegar a cubrirlo en su integridad.
Ambas zonas no se disponen completamente
simétricas en la nave, dado que sus líneas inicial y
final no son coincidentes. En el lado septentrional, la
primera línea de sepulturas arranca justo en el punto
más occidental de la puerta norte de ingreso, actualmente cegada, cubriendo una superficie que concluiría en la zona media de la última capilla del templo,
aquella donde se ubica la pila bautismal y se abre la
escalera de acceso al coro (Figura 1). Esta zona cuenta con 54 sepulturas.
Por el contrario, en la zona meridional la primera
hilera de sepulturas se sitúa algo más retrasada, coincidiendo con la segunda hilera del área septentrional.
Tal distribución suponemos tendría como finalidad
evitar el acceso directo de los fieles sobre las sepulturas a partir del ingreso sur del edificio, lo que
hubiera acontecido de alinear simétricamente ambas
zonas sepulcrales.
En consecuencia, todo el área meridional sufre el
consiguiente desplazamiento, viniendo a disponerse
su última hilera bajo el arco del coro. Esta ubicación
implica una reducción en el número de sepulturas de
la última fila, de seis a cuatro, al tener que salvar el
obstáculo que supone la pilastra sur del coro (Figura
1), sumando un total de 52 sepulturas.
Tomando como base la mencionada retícula, se
procedió a efectuar los sondeos en la primera y última fila de la trama. Se retiró la zona del entarimado
correspondiente al quinto espacio de la primera hilera del área septentrional, contando los espacios a partir del muro norte. Este sería el sondeo A.
El segundo, denominado sondeo B, se centró
sobre la sepultura más septentrional de la última hilera del área meridional. A diferencia del sondeo A, se
procedió a abrir una superficie mayor que la correspondiente a una única sepultura, a fin de obtener un
campo de observación adecuado para las zonas
supuestamente no sepulcrales, con las que limitaba
(Figura 1 y 4)
3. Estructura de las sepulturas
Casi coincidiendo con el perímetro marcado en el
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
56
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o
2
4
mt
Figura l. Iglesia de San Agustín de Etxebarria: Plano y planta de la iglesia indicando la localización de los sondeos (Dibujo de J.L. !barra sobre
plano de M" A. Rodríguez Urrutia, publicado en VV.AA. Monumentos de Bizkaia, T. ID. Duranguesado-Arratia, Bilbao, 1987, pp. 162).
entarimado, se pusieron al descubierto dos sepulturas
de características morfológicas y técnicas muy similares. Sin embargo, la existencia de algunas diferencias significativas que pudieran plantear dificultades
en una descripción conjunta de las evidencias, ha llevado a considerar el sondeo A como el modelo descriptivo básico y eje del análisis de las sepulturas.
Este se verá completado únicamente con referencias
puntuales a aquellos aspectos o rasgos peculiares
documentados en el sondeo B.
La sepultura presenta una planta de forma rectangular y dimensiones regularizadas (1,78 x 0,66 m).
Está creada a partir de cuatro estrechos muros que
comparte con las fosas contiguas, y que cumplen por
tanto la doble función de límites y medianerías (Figura 2). Aunque es idéntico el tipo de material utilizado
en su construcción, piedra arenisca, los muros se componen constructivamente de dos partes diferenciables.
El remate superior, parte del cual está destinado a
ser visto superficialmente, está compuesto por piezas
"sillares" con formas generales asimilables, en su origen, a paralelepípedos rectos. Presentan dimensiones
variables en su longitud, entre 0,65 y 1,60 m para los
elementos íntegramente conocidos, y alturas que
oscilan entre 0,12 y 0,22 m, tanto si se comparan
varias piezas entre sí como si se observa el desarrollo
de una única pieza, lo que en este caso evidencia el
acusado desnivel de su cara inferior. En los bordes
longitudinales de la cara superior muestra un rebaje
en ángulo recto entrante de 50 mm de altura y 50 mm
de profundidad, como medida más generalizada, lo
que confiere a estas piezas una sección con forma
asimilable a una T invertida (Figura 2).
Figura 2. Iglesia de San Agustín de Etxebarria, Sondeo A: configuración de las sepulturas; en primer término el muro del lado
este.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
La utilización con carácter exclusivo de piezas
rectas como elementos cimeros de los muros, obliga
a efectuar encajes ciegos en alguna de las piezas que
coinciden en zonas angulares, a fin de recibir y ajustar las que se les unen perpendicularmente. En los
ángulos nor y sureste, los encajes se realizan sobre las
piezas del muro oriental; en los opuestos, nor y suroeste, aquéllos se efectúan sobre las piezas de los
muros norte y sur, entre los que encaja el límite occidental de la sepultura (Figura 3). La entalladura practicada en la pieza muestra una profundidad similar a
la exhibida en ese punto por la cara horizontal del
rebaje anteriormente mencionado.
Todas estas piezas aparecen alisadas en su parte
superior, esto es, en las dos caras de los rebajes y en
la estrecha franja superficial que delimitan. El resto de
las superficies documentadas, si bien regularizadas,
muestran pequeñas improntas de las labores de talla.
57
Bajo los elementos cimeros, en los lados norte, sur
y este, se desarrollan los muros propiamente dichos,
aparejados en mampostería, con piedras areniscas de
formas irregulares y tamaños diversos, estando
ausentes las piezas de gran tamaño (Figura 3). Todos
los distintos elementos se unen entre sí con argamasa
que, para el adecuado asiento de los "sillares" cimeros, se ve socorrida por pequeñas piedras planas que
permiten salvar la acusada irregularidad de su cara
inferior, al tiempo que nivelan superficialmente el
conjunto. Posteriormente, esta argamasa será también
utilizada para enfoscar la estructura de mampuesto.
En su límite occidental, la sepultura no presentaba
muro de cierre contando únicamente con la pieza arenisca del remate encontrando su apoyo en los muros
norte y sur (Figura 3). Esta circunstancia, cuya motivación desconocemos, puso en contacto los rellenos
de esta sepultura con los de su contigua posterior.
Figura 3. Iglesia de San Agustfu de Etxebarria, Sondeo A: configuración de las sepulturas: muros norte (NW) (arriba izda.), sur (SE) (arriba
dcha.), este (abajo izda.) y oeste (abajo dcha.)
58
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
plancha de madera con forma rectangular (1,77 x
0,65 x 0,03 m), en una de cuyas superficies mayores,
posteriormente destinada a ir hacia el interior de la
tumba, se efectúan a intervalos regulares tres encajes
ciegos de 80 a 90 mm de anchura que ahondan 10
mm en el espesor de la plancha. Estas entalladuras,
una vez vaciadas, alojan travesaños de unos 35-40
mm de espesor, sujetos tanto por la propia presión de
la unión como por el refuerzo con clavos de hierro.
Previamente, en sus extremos cortos, se han practicado sendas lengüetas de 10 mm de grosor y 60-75 mm
de profundidad, que facilitarán la adecuada sujeción
y ajuste de la cimera contra el rebaje practicado en la
parte alta de los muros. Con este sistema se pretende
conseguir una mejor sujeción de la cubierta.
La cubierta se presenta, en su lado sur, atravesada
por un pequeño orificio de forma rectangular (40 x 20
mm), con eje mayor este-oeste, que se dispone centrado y cuyo fin no es otro que el de facilitar el levantamiento de la cubierta. Su superficie exterior no porta ninguna indicación y su estado de conservación es
muy malo (Figura 4).
La existencia de estas cubriciones de madera puede explicar el hecho de que en la parte meridional de
la nave las sepulturas no comiencen a la misma altura que en la septentrional, dado que, como ya hemos
comentado anteriormente, de no haber sido así, los
fieles que accedieran a la nave por el ingreso sur del
templo hubieran tenido que discurrir sobre unos elementos que no parecen muy estables para soportar un
tránsito continuado.
Las evidencias del sondeo B añaden algunos datos
nuevos a lo descrito en el sondeo A. La primera dife-
Los muros tienen una anchura aproximada de 0,20
m y una altura en torno a 1,25 m. El
muro este es el que se presenta más
elevado (1,32 m) y en él apoyan los
otros dos muros, norte y sur, que
exceden longitudinalmente el límite occidental de la sepultura excavada. En relación con la construcción de este muro oriental, se ha
detectado una estrecha zanja de
cimentación que se abre en las arcillas naturales del terreno, en las que
descansa toda la estructura. Dicha
zanja se encontraba rellena por una
capa arenosa de características
similares a la argamasa presente en
los muros, que se prolongaba con
un espesor muy débil (10-20 mm)
por todo el fondo de la sepultura.
La sepultura se cierra mediante
una cubierta realizada en madera
que se coloca a nivel de la parte alta
de los sillares que coronan los Figura 4. Iglesia de San Agustín de Etxebarria: cubiertas de las sepulturas del sondeo A (arriba) y del sondeo B (abajo).
muros (Figura 4). Consta de una
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
rencia hace referencia a la presencia de piezas cimeras, diseñadas para adaptarse a las zonas angulares
creadas por la intersección de los muros. Sin abandonar el modelo descrito, todavía presente, los ángulos
noroeste (NW) y sureste (SE) de la sepultura, muestran piezas con formas de L y T respectivamente,
según se adapten a una única sepultura o sean elementos a compartir por tumbas contiguas. En este
último caso no contribuyen directamente a marcar el
límite angular de la sepultura que nos ocupa.
Por otra parte se constatan algunas peculiaridades
constructivas centradas en los muros sur y oriental
(Figura 5). En el primero de ellos, y frente a lo que se
documenta en las restantes estructuras de ambos sondeos, se han utilizado piedras areniscas de grandes
dimensiones, llegando a alcanzar una de las piezas
1,04 m de longitud. Alguno de los materiales exhibe
huellas de procesos de labra y se hayan dispuestos
ordenadamente en cuatro hiladas claramente definidas.
El muro oriental presentaba su estructura inferior
de mampuesto realizada con piedras muy irregulares
en forma y tamaño y desordenadas en su disposición,
lo que quizá explique la gruesa capa de enlucido exterior que llevaba. En este muro se verifica la utilización de una pieza cimera de menor anchura que la de
otros ejemplares similares, sin mostrar, al interior de
la sepultura excavada, rebaje para recibir la cubierta.
Tal ausencia debió suplirse engrosando artificialmente dicha pieza, mediante un pequeño murete de 0,17
m de altura, donde apoyar correctamente la cubrición.
Este murete está formado por una primera hilada de
ladrillos, sobre la que se superponen pequeñas piedras areniscas planas con trabazón y enlucido externo
de argamasa, hasta lograr el alzado necesario.
Junto a esto, señalar que este muro asienta sobre
un pequeño y bajo banco de cimentación, realizado
59
también en mampuesto (Figura 5). Este banco se
encontraba totalmente cubierto por una capa arenosa,
similar a la argamasa utilizada en los muros, que
alcanzaba también a cubrir el fondo de la sepultura,
con espesor decreciente cuanto mayor es el alejamiento de la estructura oriental.
El sondeo B, además, ha permitido
confirmar que la retícula sepulcral
pintada en el suelo de la nave, ofrece
una información fiable sobre la distribución y organización del espacio
sepulcral. En este sentido, la sepultura
exhumada, en sus límites norte y oeste, aparece relacionada con superficies sin uso funerario directo, constituyéndose al propio tiempo en la última hilera útil de la necrópolis. Dichas
superficies aparecen pavimentadas
con losas de piedra arenisca, de formas rectangulares, y dimensiones
Figura 5. Iglesia de San Agustín de Etxebarria,
sondeo B: configuración de los muros
sur (abajo) y este (arriba) de la sepultura.
60
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
variables que presentan superficies lisas y perfectamente niveladas con las áreas propiamente sepulcrales (Figura 4 y 7).
A través de la visión que nos permitieron los ristreles de sustentación del entarimado, se aprecia la
extensión de este enlosado en varias direcciones:
hacia el oeste -suponemos que cubriendo todo el último tramo de la nave bajo el coro-, hacia el muro norte del templo y hacia el este, donde se transformaba
en pasillo al entrar en contacto con las sepulturas más
meridionales del área septentrional.
Todo este conjunto responde, sin duda, a un proyecto inicial como se pone de manifiesto en el hecho
de que la estructura del pasillo se constituya al mismo tiempo en uno de los límites de las sepulturas, con
una perfecta integración de las piezas cimeras que
únicamente exhiben una zona de rebaje al interior de
la tumba.
4. Las inhumaciones: Evidencias arqueológicas y
antropológicas
Las inhumaciones documentadas en ambos sondeos se presentan en número acusadamente dispar,
documentándose un único individuo en la sepultura
del sondeo A y siete en la del B, un adulto y seis
infantiles. Exceptuando esta diferencia, las restantes
evidencias revelan un carácter marcadamente similar.
En los rellenos que colmatan las sepulturas se han
identificado dos capas, fundamentalmente diferenciables por su grado de compactación. La más potente de
las dos ocupa una posición estratigráfica superior. Es
en esta capa superior donde se hallan las inhumaciones que se conservan completamente articuladas, dispuestas en las zonas más bajas de la misma. En
ambos casos se trata de individuos adultos, en posición de decúbito supino y con la cabeza mirando al
este. La sepultura del sondeo A contenía el esqueleto
de un sujeto adulto (nº 1) completamente articulado y
en buen estado de conservación. Se presenta con los
antebrazos flexionados en ángulo recto y las manos
entrelazadas sobre el hemicoxal derecho. Las extremidades inferiores, con los pies juntos, se hallan ligeramente desplazadas hacia la derecha. El esqueleto se
dispone de forma encajonada en la sepultura, hallándose la extremidad superior y pelvis del lado izquierdo pegando a las paredes de la tumba (Figura 6).
El relleno que cubre el esqueleto se caracteriza
por la alta frecuencia de restos óseos humanos desconexionados, revueltos, imbricados y pertenecientes a
distintas partes anatómicas. Estos restos óseos que
aparecen como inclusiones en el relleno, se encuentran en muchos casos en contacto directo con el individuo inhumado; así, por ejemplo, bajo la mandíbula
del esqueleto nº 1 se halló el peroné de otro sujeto.
Figura 6. Iglesia de San Agustín de Etxebarria: esqueleto nº J de la
sepultura del sondeo A.
La presencia de tales restos revela una utilización
intensiva y continuada de este espacio y aporta información sobre la práctica inhumatoria. Los datos recuperados parecen indicar que para la deposición de un
cadáver se vaciaba parte del relleno de la sepultura, al
menos hasta una profundidad tal que permitiera retirar los restos de la inhumación precedente, restos que
pasaban en ese momento, ya desconexionados, a formar parte del relleno que cubriría al nuevo ocupante
de la sepultura.
Las características del relleno en cuanto al elevado número de restos óseos humanos y su carácter
imbricado, indican la ausencia de una limpieza sistemática del sedimento. Sin embargo, la localización en
el sondeo A de tres cráneos humanos dispuestos ordenadamente junto al muro sur de la sepultura, supone
un especial cuicl~do al tratar esta parte anatómica en
el momento de volver a relle~ar la sepultura. Ignoramos si tal proceder se debe a que los cráneos estaban
casi completos o bien si debe interpretarse en el con-
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
texto de un tratamiento diferencial frente a otros restos óseos, comportamiento frecuentemente documentado también en el caso de inhumaciones prehistóricas.
La capa que ocupa la posición estratigráfica inferior se caracteriza por un mayor grado de compacidad
del sedimento, por la ausencia de esqueletos articulados y por el acusado descenso de restos óseos humanos, los cuales presentan las mismas características
que los hallados en la capa superior en cuanto a desconexión anatómica y representación de partes del
esqueleto.
El hecho de que existan restos óseos humanos en
ambas capas y que su espesor sea desigual en los dos
sondeos, plantea interrogantes sobre la forma de realizar las inhumaciones, pudiendo haberse procedido,
según momentos, a una deposición de los cadáveres a
distintas alturas en el espesor del relleno. Esta cuestión podría dilucidarse con una información más
detallada sobre la composición de los rellenos en un
número suficiente de sepulturas.
Un aspecto importante de estos sondeos lo constituyen los esqueletos infantiles, destacando la desigual
representación de individuos de esa edad en ambos
sondeos. Se ha documentado su presencia únicamente en el B y además en alta proporción.
Los seis esqueletos infantiles recuperados en el
sondeo B se presentan en posición de decúbito supino y mirando al este; ocupan todos ellos una posición
estratigráfica alta en el relleno sepulcral (Figura 7),
sin que su inhumación parezca haber afectado a la del
adulto subyacente, con el que no guardan ninguna
relación física y quién ya venía ocupando este espacio con anterioridad.
El esqueleto infantil nº 1 está representado únicamente por la cintura pélvica y extremidades inferiores. Apareció situado bajo las extremidades inferiores
de otro esqueleto infantil (nº 2), el cual conserva parte de la región torácica, pelvis, fémures y el húmero
izquierdo. El esqueleto nº 3 presenta buen estado de
conservación, habiéndose recuperado la totalidad de
sus elementos óseos; sus extremidades superiores se
hallaban flexionadas y dirigidas hacia su lado derecho; los antebrazos dispuestos en ángulo recto y con
las manos apoyadas en el costado derecho. El esqueleto infantil nº 4 se halló completamente articulado y
en bastante buen estado de conservación; las piernas
estaban arqueadas, cada una hacia su lado respectivo,
y la extremidad superior izquierda -la única conservada totalmente- se halló extendida a lo largo del
cuerpo, y de la derecha solamente se recuperó el
húmero. El cráneo estaba muy deteriorado, conservándose fundamentalmente el occipital. El esquéleto
ñº 5, aunque completamente articulado, ptysenta un:
defiCíenté' estado de 'corisérvación; las extremidades
superiores estaban incompletas y el cráneo apenas
61
Figura 7. Iglesia de San Agustín de Etxebarria, Sondeo B: esqueletos
infantiles en el nivel superior del relleno de la sepultura.
representado por unos fragmentos óseos. El esqueleto nº 6 se encuentra representado por un escaso número de elementos óseos, muy deteriorados y entremezclados con los restos de los esqueletos 1 y 2, que aparecen superpuestos a éste (Figura 8).
Si exceptuamos los esqueletos nº 1 y 2, y quizá el
nº 3 -situado en la única zona de la sepultura donde
los enterramientos parecen disputarse el espacio-, los
restantes infantiles parece que fueron depositados en
un mismo nivel del relleno, al tiempo que se localizan
dispuestos junto a los límites perimetrales de la sepultura, convenientemente distanciados unos de otros.
Sin embargo, no podemos precisar si la inhumación
de los infantiles corresponde a un mismo o a distinto
momento cronológico. Asimismo, las características
del sedimento que los contiene no permite conocer la
seriación del proceso de su inhumación, al no conservar evidencias ni ajuar que facilitarían su reconstrucción. _,,
El individuo adulto, que ocupa la posición más
baja del relleno (esqueleto nº 7), presenta buen esta-
62
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
Figura 8. Iglesia de San Agustín de Etxebarria, Sondeo B, seis
esqueletos infantiles: nº 1 y 2 (arriba izda.), nQ 3 (arriba dcha.), nº 4 (abajo izda) y nº 5 (abajo dcha); el nº
6 está entremezclado con los dos primeros.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
do de conservación (Figura 9). Se halló completamente articulado, las extremidades inferiores extendidas, y las superiores con una leve flexión entre el brazo y antebrazo.y con las manos reposando en la
región pélvica.
Figura 9. Iglesia de San Agustfu de Etxebarria, Sondeo B: esqueleto
adulto nQ 7 subyacente a los infantiles de la figura 8.
Los datos recogidos en el sondeo B permiten
sugerir la existencia de prácticas de inhumación diferentes, dadas las diferencias que observadas entre el
adulto y los infantiles. La inhumación de aquél, como
hemos visto, supuso el vaciado de parte del relleno
sepulcral a fin de exhumar los restos del ocupante
anterior y practicar el nuevo enterramiento. Por el
contrario, los infantiles no parecen verse sujetos a
idéntico proceso, no sólo en relación con el adulto
subyacente, sino también respecto a otros infantiles
que ya ocupasen la sepultura, cuyos restos aparecerán
intactos mientras no se produzca coincidencia espacial con nuevas inhumaciones de similares individuos.
Estas observaciones son de difícil interpretación
63
con los escasos datos de que disponemos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que nos hallamos en los
momentos finales de utilización de esta necrópolis, y
cabe la posibilidad de que esta práctica diferencial
sólo responda al hecho de que las inhumaciones
infantiles se realicen en un espacio ya sin uso funerario, al menos para los adultos que se entierran en el
Campo Santo externo. Aunque también es posible la
concurrencia de ambas circunstancias, a saber, distinta práctica de inhumación y uso exclusivo del interior
del templo para los infantiles.
Ninguna de las inhumaciones practicadas en las
sepulturas de ambos sondeos han aportado evidencias
significativas respecto a sus mortajas. Unicamente se
hallaron hebillas de cinturón asociadas a los esqueletos adultos de ambos sondeos. En el esqueleto nº 1
del sondeo A se localizó una hebilla metálica con restos de un estrecho cinturón en cuero (Fig. ). Elementos similares, también en hierro y con diseños formales más sencillos, se han recuperado dentro de los
rellenos. Su presencia puede relacionarse con prendas
de amortajamiento, al menos en lo que respecta a los
individuos adultos. Asimismo se han documentado
como inclusiones en los rellenos distintos elementos
que pueden considerarse de ajuar, aunque la interpretación de alguno de ellos es discutible; se trata mayoritariamente de elementos de carácter religioso
(medallas metálicas y piezas de rosario), monedas y
clavos de hierro. Estos últimos, dado su escaso número, podrían relacionarse más con las cubiertas de las
sepulturas que con ataúdes.
Un último aspecto a destacar sobre los inhumados
en la iglesia de San Agustín de Etxebarria, es la escasez de datos documentales directos, ya que los Libros
de Finados no proporcionan información sobre el
lugar de enterramiento dentro del templo. Sin embargo se verifica la existencia de la asociación sepulturacasería en otros documentos. Aunque los datos recogidos son referidos al siglo XVII, se supone la pervivencia de tal tradición hasta el final del uso del interior del templo como necrópolis. En el Listado de
Misas cantadas se citan las siguientes sepulturas:
sepultura de la casería de Lequerica Onandia (en
1631), sepultura de la casería de Zenita Aldecoa,
sepultura de la casería de Yrure (en 1651) y sepultura de la casería de Capelastegui (en 1632) (3). Asimismo los Estatutos del Cabildo Eclesiástico de la
Villa de Elorrio, establecen en 1764 "que todos los
entierros en San Agustín, se sepulten en quanto a asociación del cadáver por de casería... " (4). En estos
escasos datos documentales se verifica, por tanto, la
identificación de la sepultura con la casería y con el
(3)
(4)
AHEB, Papeles Varios (sig. 07-01)
AHEB, Ibídem
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
64
apellido de los propietarios. Además, en los Libros de
Fábrica (existentes desde 1502) se encuentran diversas noticias referentes a difuntos y a la identificación
de las sepulturas en función de su localización según
hileras (5).
5. Las cronologías
No puede establecerse una cronología precisa
para la estructura sepulcral puesta de relieve en esta
intervención, ya que no se han recuperado evidencias
arqueológicas informativas y tampoco existen datos
documentales sobre la obra de encajonado de las
sepulturas. A pesar de ello, podemos atribuirle una
cronología en tomo a los años centrales del siglo
XVIII, ya que en la iglesia de la Concepción de Elorrio las sepulturas se encajonan en 1752, y por otro
lado existe una similitud en diseño y construcción,
entre las sepulturas de San Agustín de Etxebarria y
las de otros templos parroquiales vizcaínos que, en
dichas fechas, renuevan sus necrópolis interiores,
procediendo al "encajonado" de sus sepulturas. Las
estructuras de Santa María de Uribarri en Durango
(1734), de San Martín de Arteaga en Zamudio (1749)
y de Santa Maria de Güeñes (1756-57), proporcionan
los datos que nos permiten centrar cronológicamente
este proceso.
Con la llegada de la siguiente centuria, asistimos
al abandono del interior del templo como lugar de
enterramiento, transfiriéndose tales funciones a un
Campo Santo externo, construido en 1811 (6). Este
proceso parece realizarse con rapidez, considerando
la información que nos aporta un decreto de la Hermandad de Sacerdotes de las parroquias unidas de
Elorrio de 1814 " ... mientras se continúe enterrando
los cuerpos de los hermanos difuntos en los campos
santos o cementerios no se permita que los blandones
se pongan en las sepulturas que tienen en las iglesias
las casas de la feligresía, pero si en algún tiempo se
estableciese la costumbre de ser enterrados en las
iglesias se conceda el que se ponga en la sepultura en
se hubiesen enterrado" (7).
Poco más se puede avanzar en el conocimiento
histórico del uso interno del templo con fines funerarios, sobre todo en lo referente a una fecha anterior al
siglo XVIII ya que los primeros libros de Finados de
San Agustín datan de 1759. Sin embargo tal función
se documenta de forma indirecta a través de diversas
noticias referidas a difuntos, sepulturas y osarios,
recogidas en los libros de Fábrica existentes desde
1502. Además la inhumación en el interior de los
(5)
(6)
(7)
AHEB, Libro de Fábrica.
AHEB, Libro de Fábrica.
AHEB, Libro de la Hermandad de Sacerdotes de Elorrio.
templos es una práctica generalizada, al menos desde
el siglo XVI, para la mayoría de los templos parroquiales. En este sentido, un dato que nos parece muy
interesante, es la reutilización hasta 1662 de las
sepulturas medievales exhumadas en el pórtico meridional el templo (8), fecha en que se procede al enlosado del pórtico (2). Esta constatación se manifiesta
especialmente importante ya que abre nuevas vías a
la investigación de aspectos tales como: utilización
de distintos espacios del templo en momentos coincidentes, su posible desigual consideración y de qué
forma reasume la parroquia la desaparición de uno de
estos espacios.
6. Anexo documental. Iglesia de San Agustín de
Etxebarria
Se ha vaciado la documentación parroquial depositada tanto en el
AFB, fondo correspondiente al Archivo Municipal de Elorrio, como
en el AHEB, obteniéndose información en los Libros de Fábrica
(1503-1833), en la Sentencia de la Chancillería de Valladolid de 1544
contra el Cabildo eclesiástico, y en los nuevos capítulos de las Ordenanzas de Elorrio y San Agustín de 1544, así como en Papeles Varios
(sig. 07-01), Libros de Finados (1759-1828) y el Libro de la Hermandad de las Parroquias Unidas de Elorrio ( 1719-1892).
Los restantes Papeles Varios (sig. 07-02), los libros de las Cofradías de Animas, San Agustín, y La Consolación (o de la Cinta), y los
Libros del Cabildo (de 1559 a 1839), todos ellos depositados en el
AHEB, no han proporcionado información relevante, por lo que no se
relacionan en el vaciado de documentación.
Asimismo hemos localizado el protocolo notarial que contiene las
condiciones, remate y obligación de la losadura del pórtico, depositado en el AHPB.
La documentación confirma en esta parroquia el uso del interior
de la iglesia como espacio sepulcral, si bien, a diferencia de otras iglesias, no se ha documentado obra de encajonamiento de sepulturas (que
en la Concepción de Elorrio se ha realizado para abril de 1752 (AFD,
doc. municipal de Elorrio, leg. 7803). En conjunto los datos sobre
inhumaciones son pobres, a lo que contribuye el que los Libros de
Finados consultados no comienzan hasta mediados del siglo XVIII.
Más explícitas son, en cambio, las noticias sobre ritual funerario que
debe observar el Cabildo, y otras que afectan a las mujeres familiares
de los difuntos, revelando algunos usos y costumbres.
La investigación de esta parroquia se vio obstaculizada por la ubicación de parte de sus fondos (Libros de Fábrica más antiguos) depositados primero en el AME, después en el antiguo Archivo de la Casa
de Juntas de Gernika y finalmente en el AFB en Bilbao. También porque parte de la información sobre San Agustín se encuentra en la
documentación de la parroquia de la Villa de Elorrio ya que las disposiciones eclesiásticas se formulaban para ambas como "parroquias
unidas de Elorrio". Este hecho, sin embargo nos ha permitido conocer
una de las iglesias de Vizcaya, la de Elorrio, que tiene muy bien documentada la organización de su espacio sepulcral, en origen y algunas
transformaciones posteriores: repartimiento de sepulturas en 1530, y
algunos cambios y ventas en el siglo XVII (Libro de Fábrica de la
Iglesia de Ntra. Sra. de Elorrio. 1530-1622. leg 7743, Archivo Municipal de Elorrio, AFB)
(8)
GARCIA CAMINO, I. "Iglesia y necrópolis de San Agustín de
Etxebarria (Elorrio)". Arkeoikuska 1991, pp. 155-157.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Relación documentación vaciada
Libros de Fábrica:
lº Libro de Fábrica: 1503-1567 (leg. 7741) (AFB)
2º Libro de Fábrica: 1569-1597 (leg. 7750) (AFB)
- Provisión del Visitador del Obispado de Calahorra y La Calzada. 1586-noviembre-14 (leg. 7751) (AFB)
3º Libro de Fábrica: 1597-1619 (leg. 7753) (AFB)
4º Libro de Fábrica: 1661-1679 (leg. 7766) (AFB)
5º Libro de Fábrica: 1722-1779 (leg. 7783) (AFB)
6º Libro de Fábrica: 1770-1833 (sig. 05-03) (AHEB)
- Papeles Varios (sig. 07-01) (AHEB)
- Libros de Finados:
lº Libro de Finados: 1759-1822 (sig. 06-01) (AHEB)
2º Libro de Finados: 1817-1828 (sig. 02-03) (AHEB)
- Sentencia de la Chancillería de Valladolid contra el Cabildo
eclesiástico de Elorrio. 1544-abril-7 [Valladolid]. (leg. 7746) (AFB)
- Ordenanzas del Cabildo eclesiástico de las Iglesias Unidas de
Elorrio. 1544-octubre-25 [Elorrio]. (leg. 7748) (AFB)
- Libro de la Hermandad de Sacerdotes de Elorrio: 1719-1892
(sig. 05-01) (AHEB)
- Condiciones, remate (1661-marzo-27) y obligación de la losadura del cementerio de la parroquial de San Agustín de Echevarría.
(AHPB. Prt. Not. de Elorrio, Not. Ochoa de Iztegui, Pedro, Leg. 731,
f. 94-97)
65
de al presente están los dhos escanos ni en otra parte de la dha yglesia, so pena de excomunión ... y de 100 rs aplicados la mitad para el
socorro de las galeras de su Magestad y la otra mitad para la obra de
la dha yglesia".
3º Libro de Fábrica: 1597-1619 (Leg. 7753)
Todas las noticias sobre "la calostra" deben referirse al claustro/os
o pórtico, por lo que no se han recogido (entre otras intervenciones en
la misma, en San Agustín "se retejan", lo cual no suele ocurrir en las
sepulturas)
Cuenta dada en 1600-marzo-6
- "yten en poner en orden la osera y tornar a enterar los huesos de
difuntos que avía en ella porque estaban muy yndecentes y reshazer la
pared que avía en el cercado della se gastaron 635 mrs con 4 rs que se
dieron a Pedro el enterrador por su jornal" (f. XXXV vº ).
Cuenta dada desde 1605-febrero-23 hasta 1608-octubre-16
- Cargo: "Primeramente me ago cargo de 6 ds aber recibido de
Juan de Aráubialde y Garay~abal por una huesa que le di en la primera hilera de la parte del Ebangelio en medio de la huesa de Juan de
Aldeco mercader y la huesa de Martín de <;enita en el año de 1607" (f.
XLII).
Provisión del visitador del Obispado de Calahorra y La Calzada.
1586-noviembre-14 (Leg. 7751)
- Descargo: "Yten el adre~ar de las gradas junto a la guesa de
Martín de <;enita y azia la parte del Conbento", 102 mrs [en 1606] (f.
XLIII).
- Se abren los cimientos de la iglesia y se paga cuando "principióse el ochavo" el 17 de marzo de 1607 (f. XLVII)
Más adelante se hace constar:
- En 1615 "Yten se ocuparon en baxar parte de los andamios y
poner en orden las sepulturas e ynchir de tierra la cabe~era dellas 16
obreros pagué los jornales dellos", 48 rs (f. LXXXVIII vº ).
Auto al final de la Visita de 1617-noviembre-11
"Proveyendo lo necesario el dho Sr Visitador mandó que se guarde el horden que tiene dado el Comisionado Martín Abbad de Arespacochaga [mayordomo de la fábrica] en ra~ón del enlosado de la
capilla mayor y baxa que a echo de las sepulturas por que así conviene al serbicio de la yglesia y para que tengan entrada en el espacio que
queda de los asientos donde se asientan los hombres hasta las dhas
sepulturas para que entren y salgan a la dha yglesia con comodidad sin
atravesar por las sepulturas donde estan asentadas las mugeres y ninguna persona le ponga ynpedimento ni estorben a ha~er el dho losado
so pena de razón mayor... y de veynte mil mrs aplicados de pena a la
fábrica de la dha yglesia que desde luego aplicaba y aplica y que el
cura de la dha yglesia lea este auto el primero día de fiesta al tiempo
del ofertorio para que benga a noti~ia de todos y no pretendan ignoranzia y lo cunpla so pena de su suspensión"
"Y ansi mesmo su Md mandó que la piedra y lápida que quitaron
de dónde la puso el dho Martín Abbad, Comisionado, que confina con
una puerta de la dha yglesia, la buelba a poner en el sitio donde estava para que se guarde y haya igualdad en todas las sepulturas de la dha
yglesia lo qua! ansi mesmo se cunpla so pena de excomunión mayor
en que incura... el que ynpidiese el poner la dha lápida y de cinquenta
mil mrs aplicados para la obra de la dha yglesia" (f. XLV y vº ).
- "En primero de enero de 1618 se principió la losadura y grada
de la cabe~era de la dha yglesia y se acabó en postrero día de dho
entraron 109 obreros y pagué los jornales dellos a maese Juan de
Rementeria y sus oficiales", 391 rs (f. XLVII vº )
Cuenta dada desde 1618-marzo-13 hasta 1620-septiembre-8
- "Yten pagué 60 mrs [por] una pala para abrir las sepulturas" (f.
LV).
Ordena quitar dos escaños del lugar dónde están y poner el suelo
raso y llano: "quiten los dhos dos escanos de el lugar donde están e
pongan llano y rraso el dho lugar de manera que en las sepulturas donde están los dhos escanos ni alrrededor no aya enbara~o ninguno atento que a la dha yglesia y al servicio della se le aze mucho estorbo con
los dhos escanos y bancos e que mandaba que ninguna persona de ningun estado así eclesiástico como seglar sea osada de tornar a poner los
dhos escanos ni otro banco ni estorbo ni enbara~o en el dho lugar don-
4º Libro de Fábrica: 1661-1679 (Leg. 7766)
Noticias sobre la enlosado del cementerio desde el comienzo,
coincidiendo con el Protocolo notarial que reseñamos al final.
Visita 1662-junio-12
Se manda hacer una sacristía tomando todo el espacio necesario
que ahora ocupa el ziminterio, la hace Juan Bautista de Burguia, cantero (f. 6).
Cuenta dada desde 1662- junio-12 a 1663-mayo- l 5
1º Libro de Fábrica: 1502-1567 (Leg. 7741)
Visita 1549-septiembre-7
Manda llevar libro de bautizados, confirmados y "finados y dónde se enterraron y en qué sepultura y ante que escrivano testaron"(f.
26).
Visita 1545-septiembre-3l(tachada)
Manda que "acabada la misa mayor el que diga la dha misa mayor
eche agua bendita sobre los defunctos por toda la yglesia deziendo un
responso rezado" (f. 82).
Visita 1554-junio-3 l
Mandamiento. Que los herederos o cabezaleros de testamentos no
tomen posesión de los bienes heredados hasta en tanto no cumplan las
mandas pías y paguen las deudas que en ellos se contienen.
Mandamiento. Sobre las cláusulas de obras pías en los testamentos,
que los herederos las hagan cumplir dentro de 9 días del mes de la
muerte de los testadores.
Mandamiento: que el cura y beneficiado de cada iglesia lleve buena cuenta y memoria por escrito de las misas de difunctos que se le
encarguen, cómo se repartieron y dijeron.
2º Libro de Fábrica: 1569-1597 (Leg. 7750)
Cuenta dada en 1572-septiembre-28
- Diversos pagos por la obra de la sacristía nueva, continuando
los pagos en años siguientes.
Cuenta dada desde 1582-noviembre-7 hasta 1585-mayo-10
- "Yten a XXIII de junio de dho año [1584] a Martín de Urquien
de la Calle por adresar el escano de los defunctos que estaba todo quebrado que no se podía traer ningún defuncto", 4 rs (f. 124).
Cuenta dada en 1580-agosto-26
- "Más di a Nicolás de Aranguren 4 rs por a~adón para abrir las
sepulturas (f. 154).
66
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
- 14 rs "por el despacho de la licencia de la losadura de la Iglesia" [se refiere a la del cementerio] (f. 11).
- 1.320 rs a Andres de Elexalde para cumplimiento de 3.630 rs
que montó la obra de la !asadura, dos escaleras de piedra labrada y
otros remiendos (f. 11 vº).
5º Libro de Fábrica: 1722-1779 (Leg. 7783)
Sin interés
6º Libro de Fábrica: 1770-1833 (sig. 05-03)
Descargo referido al año 1811 [Campo Santo]
- 400 rs a Patricio de Aresmendi por manufactura de 40 estados
de paredes del Campo Santo.
- 30 rs a Pedro de Velar por 6 días ocupados de peón.
- 40 rs a Miguel de Arroita por 8 días, a 5 rs día.
- 60 rs a Agustín de Ybargaray por la manufactura de la puerta de
dho Campo Santo.
- 62 rs a Francisco de Orbegoso por la ferretería.
- 77 rs a Mariano de Marcoida por 11 días ocupado en dha obra
como Comisionado, junto con el mayordomo (Francisco de Lasuen).
- 98 rs por 13 días ocupados por el mayordomo.
- 528 rs y 18 mrs al tabernero Paulo de Mugoitio por porciones
de pan y de vino que se ajustaron con los carreteros y piones que trabajaron a tarea sin jornal la feligresía para dha obra.
- 210 rs a Blas de Humaran por el vivero que tenía en el Campo
Santo.
Descargo referido al año 1821
- A Pedro de Miota, ferrero, por cerrajas que le puso a la arca de
la iglesia para guardar paños de las sepulturas.
Papeles varios (sig; 07-01)
- Constituciones o Estatutos del Cabildo Eclesiástico de la
Villa de Elorrio que contienen 64 artículos. Firma Bartolomé de
Calleja, Canónigo de la Santa Iglesia de Calahorra, Provisor General
del Obispado de Calahorra y La Calzada por el Obispo (Andrés de
Porrás). Dado en La Calzada, a 10 de mayo de 1764:
31º .- Yten declaramos que todos los entierros en San Agustín se
sepulten en quanto a asociación del cadáver por de casería, y si el
cadáver fuera de la calle los 14 panes se repartirán entre los que asistieren a la función y estubieren legítimamente ocupados, y si antes de
llevar el cadáver a San Agustín pidieren se diga misa cantada en la
Concepción, se dirá según costumbre y asistirán a ella todos, a excepción del que ha de decir la misa de entierro en San Agustín pena de
perder los derechos.
39º .- Que cuando ocurriere entierro de párvulo con 3 capas, se
adelante la mayor como cuando hay entierro de cuerpo mayor.
- Listado de Misas cantadas en las Iglesias Unidas de Elorrio.
Se han recogido las noticias que contienen denominación de
sepultura. Así,
- Juan de Escriván y Urquizu dejó 20 rs de capital y uno de renta
al año para que el Cabildo dijese perpetuamente en la parroquial de
San Agustín dos misas rezadas con responsos en la sepultura de la casa
de Lequerica Onandía ( 1632).
- Dñª Mariana de Zenita dejó 80 rs de capital y 4 de renta al año
para que el Cabildo dijese 2 misas cantadas todos los años en la iglesia parroquial de San Agustín: la una para su intención y de Miguel de
Zenita, su marido, el día 29 de septiembre, y la otra por su intención
el día 18 de diciembre con responsos cantados sobre la sepultura de la
casería de Zenita Aldecoa (1651).
- María de Orbe Berrio, sobre la sepultura de la casería de Yurre,
según testamento de 19 de septiembre de 1651.
- María Martínez de Aldecoa Capelastegui, sobre la sepultura de
la casería de Capelastegui, desde 13 de agosto de 1631.
- Ursola de Mendisur, sobre la sepultura de la casería de Joan
Ochoa de Yturbe Lequerica desde 7 de noviembre de 1652.
1º Libro de finados: 1759-1822 (sig. 06-01)
En general sólo hacen constar el nombre, apellidos y fecha (día,
mes y año) del difunto, su estado e hijos que deja, no expresando el
lugar de enterramiento dentro de la iglesia.
Visita 1764-febrero-6
Se manda que los curas anoten todas las partidas "con expresión
y formalidad, firmándolas, expresando el día en que murió, la persona
que se enterrase en dicha yglesia, qué hedad tenía, su estado, si eclesiástico, soltero, casado o viudo, si hizo testamento, ante qué escribano y su fecha, las misas y mandas pías que por él, o por la última disposición dejó, y qué hijos, herederos y testamentarios".
2º Libro de finados: 1817-1828 (sig. 02-02)
Sólo se hace constar: "su cadáver fue depositado en esta dha yglesia".
Sentencia de la Chancillería de Valladolid contra el Cabildo eclesiástico de Elorrio. 1544-abril-7 [Valladolid]. (Ieg. 7746)
El documento contiene la publicación en Elorrio y San Agustín de
Echebarría de la sentencia de la Chancilleria de Valladolid contra el
Cabildo eclesiástico de la Villa de Elorrio, especialmente del capítulo
referente a "que los dichos clérigos y sacristán que fuesen por los
difuntos que fallecieren assí en el cuerpo de la dicha villa como fuera
del hayan juntos con una cruz hasta las cassas del difunto y le hagan
los oficios que se acostumbran ... evitando distinciones", por cuanto
"el dcho cabildo curas y beneficiados hacen los dichos oficios de
difuntos con notable distincion de unos vecinos a otros por quanto a
veces por su utilidad y provecho sacan las capas y la cruz mayor con
su manga negra de terciopelo y ban a unas cassas con esta ostenta~ión
y distin~ión y de la misma suerte dentro del cuerpo de las dchas yglesias hacen los dichos oficios yendo dos o tres beneficiados con capas
de terciopelo y con ~etros llevando tan bien el dho sacristán la dicha
cruz mayor con su manga y esto porque se les da veinte y quatro rreales cada vez que así sacan siendo assí que por la bondad de Dios
todos los parroquianos de la dicha Villa como son siendo nobles e
hijos dalgo sin prelación de uno a otro y mayormente haciendose
como se hacen las dichas capas cruz y todos los demás ornamentos
necessarios a costa de las fábricas y limosnas particulares que los
dichos parroquianos hacen de manera que no es rra~on que los dichos
ofi~ios se hagan con esta distin~ion entre los dichos parroquianos y es
de enmedar y rreparar que el dicho cabildo curas y beneficiados no lleven ningunos derechos particulares por yr con capas y ~etros y con
cruz grande con su manga sino que la limosna que hasta aquí han llevado sin caussa rrestituyan a las dichas fabricas y que de aquí adelante no lleven ningunos derechos y los de adelante se den para las dichas
fábricas para que con esto tengan con que hacer las dichas capas cruz
y demás ornamentos ... ".
- Ordenanzas del Cabildo eclesiástico de las iglesias unidas de
Elorrio. 1544-octubre-25 [Elorrio] (leg. 7748)
Se trata de Nuevos capítulos a las Ordenanzas redactadas por el
Regimiento y fieles de la Villa de Elorrio y de la Anteiglesia de San
Agustín de Echebarría, para que ser observadas por los curas y beneficiados correspondientes.
Que en el día de todos los Santos Santos y siguiente las candelas
de ~era no sean quemadas sobre las sepulturas por las vecinas, sino
que se pongan dos cirios en todos los altares y se quemen éstos, para
lo cual se nombran a los bacineros correspondientes:
"Primeramente dixeron que porque en las yglesias de Sant Agustín e de Nra Señora Santa M" de la villa delorrio así las mismas vezinas e perroquianas de las dhas yglesias por el día de todos santos de
cada un año y el otro día siguiente santo otras que venían de fuera parte se ponían sobre las sepulturas e fuesas todas con sus candelas de
~era y parques mas justo y honesto que las candelas sean quemadas en
los altares donde el santo sacramento se consagra e se administra y por
su servi~io que no sobre las dhas sepulturas y por poner rremedio dello
y en lugar de las candelas que así las dhas mugeres sobre sus sepulturas abrían de tener, que mandaban que en las dhas yglesias de Sant
Agustin e Santa Maria en todos los altares que son y estan en las dhas
yglesias sean puestos dos ~irios cres~idos de ~era en cada un altar de
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
quontos en las dhas dos yglesias son y que aquellos esten en los dhos
altares por el día de todos santos de cada un año y otro día siguiente y
que ninguna persona sea osada de poner 9era ni candela en9endida
sobre las dhas sepulturas so pena que aya perdido la tal 9era para la
fábrica e so pena de dos rreales castellanos de cada uno de por cada
bez el uno para la fábrica de la tal yglesia y el otro para el rregimiento que executor fuere y para que en este presente año tengan cargo de
probeer de los dhos 9irios en los dhos altares ... " y se haga cargo de traer los bacines para dicha cera, se nombra como bacinero de San Agustín a Anton Martines de Aravio por un año. "E lo mismo mandaban
que el día lunes por la mañana quando se dize la misa de las Ánimas
del Purgatorio se tenga e se guarde de la misma forma so la mesma
pena desuso y que al tienpo de la procesion de la dha misa vayan
delante la cruz los 9irios y al tienpo del dar el rresponso sean puestos
los 9irios en el candelero delante la cruz y que ninguna muger sea
poderosa de poner candela salvo quoando haze dezir misa".
Que las mujeres no dejen los manteles o paños sobre las sepulturas, pudiendo usarlos para llevar el pan o la oblada cuando vayan a
ofrecer, pero acabada la misa se los lleven a casa:
"Yten dixeron que porque eso mesmo en las dhas yglesias sobre
las sepulturas ponían las vezinas e perroquianas cada una sobre su
sepulturas manteles e los dexavan sobre las dhas sepulturas rendidos
y porque aquello no les pares9ía honesto que mandaban que ninguna
persona sea hosada de dexar sobre Ja dha su sepultura despues de la
notifica9ión deste capitulo en adelante manteles algunos de lien90 ni
de sirgo ni de algodón so pena que aya perdido los dhos manteles para
la dha fábrica y so pena de otros dos rreales el uno para la dha fábrica
y el otro para los rregidores e oficiales que executaren, salvo que sean
libres para llevar los manteles o otro paño blanco de lien90 linpio quoalquiera muger quoando fuere para la yglesia para enbolver o tener linpiamente el pan o la oblada que llevare para ofres9er con que dicha la
misa quoando hubiere de yr para su casa no sea osado de dexar los
dhos manteles sobre la dicha sepultura so la pena desuso declarada e
se entienda que manteles en ningud tienpo sobre la sepultura puedan
tender so la dha pena".
Que no se hagan misas de réquiem con diáconos:
"Yten dixieron que porque abía muchas personas unos por buena
devo9ión y otros por banagloria hazían dezir las misas de réquien por
sus defuntos con diácono e subdiácono y muchas personas por hazer
lo que su vezino hazía y ello mas por banagloria y honrra y por la
dezienda de la gente como dicho es que por servicio de dios de que
tanbién se .... por hazer lo mismo que otro hazían, de que les pares9ía
que Dios no se servía, que hordenaban que ninguna persona de aquí
adelante fuese hosado de hazer dezir en las dhas yglesia misa alguna
de rréquien con diácono ni con subdiácono so pena de dozientos mrs
de cada uno por cada bez los 9iento para la fábrica de la yglesia do la
·tal misa se fiziere e los otros 9iento por los oficiales que en executar
de la dha pena fueren".
Libro de la Hermandad de sacerdotes de Elorrio: 1719-1892 (sig.
05-01)
Contiene Actas, Cuentas y Ordenanzas de la Hermandad de
Sacerdotes de las Parroquias Unidas de Elorrio, por lo que, como en
los dos documentos precedentes, se recogen noticias referidas tanto a
la Parroquial de Elorrio, como a San Agustín de Echebarría.
Se informa de que las hachas se solían poner encendidas a los dos
lados del cadáver "hasta el tiempo de la función de su entierro desde
que se le separó el alma y solían enterrarse con el cáliz de cera".
- Decreto del 4 de noviembre de 1769: se establece que fuese a
cargo de la Hermandad la casulla, alva, caja y zapatos con que fueren
enterrados cualquiera de sus constituyentes.
- Decreto del 12 de abril de 1776: "que los individuos que actualmente somos y que nos sucedieren deben asistir con sus pelices no
sólo a conducir el cadáver de cualquier hermano que aia sido de ella,
sino también por la tarde a traer y llevar el duelo; como también cuando se celebraren por esta dicha Cofradía las funciones de novenario y
anibersario en sufragio del alma del dho hermano difunto, así el
domingo por la tarde en que se empiezan dhas funciones, como el
67
lunes y martes siguientes por la mañana y tarde... de forma que el
cofrade que faltare deberá pagar por cada acto que faltare 1/2 r."
- Decreto del 23 de septiembre de 1814: "que a ningún hermano
se le diga más de una misa de Agonía.
Ytem que mientras se continúe enterrando los cuerpos de los hermanos difuntos en los campos santos o cementerios no se permita que
los blandones se pongan en las sepulturas que tienen en las yglesias las
casas de la feligresía, pero que si en algún tiempo se estableciese la
costumbre de ser enterrados en las yglesias, se conceda el que se ponga en la sepultura en que se hubiesen enterrado".
- Decreto del 18 de febrero de 1868: "Que el sacristán lego tiene
obligación de vestir el cadáver del hermano con los dhos ornamentos
sagrados": casulla, estola, y manípulo de color morado, cíngulo, alba,
y amito con la ropa interior.
Condiciones, remate (1661-Marzo-27) y obligación de la losadura
del cimenterio de la parroquial de San Agustín de Echevarría
(AHPB. Prt. Not. de Elorrio, Not. Ochoa de lztegui, Pedro, Leg.
731, f. 94-97)
Entre las condiciones, se ha de hacer " ... enpe9ando desde el pilar
de la puerta baxera a9ia los man9anales asta el altar de Sancta Marina
que está en el debo cimenterio" (8 condiciones). Plazo de entrega: un
año, y al rematante se le dará casa y hogar para el tiempo que dure la
obra.
En 1661-marzo-27 se adjudica el remate a Andres de Elexalde, vº
de Abadiano, en 36 rs el estado, siendo a su cuenta los materiales.
De 1661-abril-3 data la obligación del rematante.
2.5 Iglesia de San Martín de Arteaga (Zamudio)
l. Introducción
La iglesia parroquial de Zamudio se alza en el
barrio de Elexalde, cercana a la Torre de Zamudio
cuyos señores eran patronos de la iglesia.
Se trata de un edificio de tres naves a igual altura
(iglesia-salón) distribuidas en 4 tramos, con ábside
rectangular en la nave mayor, y coro alto a los pies.
Los paramentos son de sillería y remate en doble
comisa de bolas. Dispone de dos accesos góticos tardíos, en el lado de la Epístola y a los pies, más otro en
el lado del Evangelio de medio punto, cegado, "que
daba acceso al antiguo cementerio" (1).
En el interior, seis esbeltas columnas, posteriores
al perímetro mural, soportan la cubrición de bóvedas
de arista en la nave central y de medio cañón en las
laterales.
(l)
BARRIO LOZA, J.A. (dir.) Bizkaia: arqueología, urbanismo y
arquitectura histórica, Universidad de Deusto. Deiker /Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao 1990-1991. T. III. Bilbao y su
entorno.Encartaciones, pp. 300-301.
VALVERDE PEÑA, J.R. y BARRIO LOZA, J.A.: "Iglesia de
San Martín de Arteaga. Zamudio", en Monumentos de Bizkaia,
Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao 1987, T. ll Uribe-Busturialdea-Lea-Artibai, pp. 351-356.
68
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
El buque del templo es renacentista (la fecha de
1545 en el coro, supone una clara referencia), el abovedamiento del ábside de principios del siglo XVII
(1616), y el del resto de las naves de mediados del
siglo XVIII ( 1748/50) siendo su autor Gabriel de Elorriaga. El suelo aparece entarimado.
La torre es neoclásica y se ubica en la cabecera,
junto a la sacristía barroca del siglo XVIII. Un pórtico cubierto, de la segunda mitad del siglo XVIII,
rodea parcialmente el edificio.
2. Las sepulturas: Estructura y disposición
2.1. El sondeo A y el enlosado delantero
La zona objeto de excavación (2,30 x 1,20 m) se
localiza en el segundo tramo de la nave central, junto
a la primera columna del lado del evangelio (Figura 1).
k{H
Supe:rficie
excavada
grandes losas planas de piedra arenisca, con formas
rectangulares perfectamente escuadradas.
Las losas se han dispuesto en bandas paralelas
orientadas de acuerdo con el eje mayor del templo
este-oeste. Las dos bandas documentadas presentan
variedad dimensional en cuanto a las anchuras y longitudes de las distintas piezas que las componen. En
cambio, su espesor se muestra más uniforme, oscilando en todos los casos entre los 0,14 y 0,16 metros.
Todas las losas presentan su cara superior alisada,
frente a las restantes superficies que conservan
pequeñas improntas, oblicuamente alineadas, producto de las labores de talla. El conjunto se traba entre sí
con argamasa.
El límite inferior de este sondeo viene determinado por la roca caliza natural (Figura 2); sobre ésta
asienta un relleno tendente a elevar, nivelar y sustentar adecuadamente el enlosado superior. De tal relle-
o
•
2
-
4
-
mt
Figura l. Iglesia de San Martín de Arteaga (Zamudio). Plano y planta de la iglesia, indicando la localización de los sondeos. (Dibujo de J.L. de
Ibarra sobre plano de Castor de Uriarte, publicado en Las iglesias salón vascas del último período del gótico, Vitoria, 1978, p. 41).
Tras retirar el entarimado que constituye el suelo
actual de la nave, se documentaron un total de seis
unidades estratigráficas, de las que interesa destacar
fundamentalmente la más superficial. Esta se corresponde con un enlosado o pavimento formado por
no proceden seis monedas que, a pesar de su mal estado de conservación, remiten en sus tipos a acuñaciones de los Reyes Católicos, Juana I y su hijo Carlos I.
Tales cronologías no se muestran en desacuerdo
con la que se otorga a la edificación del templo
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
69
dadas por el carpintero encargado de serrar la tablazón del suelo de la iglesia y vecino de Zamudio,
quién nos indicó que en su juventud únicamente el
tercio delantero de la iglesia se encontraba ocupado
por bancos para la feligresía masculina, quedando la
parte trasera del templo reservada a las mujeres y a la
colocación de luminarias y paños funerarios. Por otra
parte, como carpintero se ocupó de la sustitución del
entarimado dañado durante un incendio acaecido en
el templo lo que le permitió observar la existencia de
"losas con agujero" bajo el suelo de madera de este
tercer tramo.
En este sondeo se ha puesto de manifiesto la existencia de dos conjuntos sepulcrales estratigráfica y
cronológicamente diferenciados.
En inmediato contacto con el entarimado actual
de las naves, al que sirven de apoyo, se documentaron dos sepulturas (Figura 3), integrantes de un conjunto funerario de mayores dimensiones y organizado
en forma de retícula. De ambas únicamente se excavó la ubicada en la mitad septentrional del sondeo.
Figura 2. Iglesia de San Martín de Arteaga (Zamudio), Sondeo A:
Límite inferior del sondeo, en el que aflora la roca caliza
natural.
actual, 1545 y, en consecuencia, no parece muy aventurado suponer que nos hallamos ante el pavimento
original del edificio. De modo indirecto, la inexistencia de menciones a una obra de esta envergadura en
fechas posteriores en los Libros de Fábrica, bien pueden avalar esta cronología temprana.
De ser así y a tenor de los datos que posteriormente veremos para el sondeo B, el suelo original de
la iglesia se estructuraría en dos zonas netamente
diferenciadas: un tercio delantero cubierto por un
enlosado y un espacio restante, hasta el coro, dedicado a funciones sepulcrales.
2.2. El sondeo B: La definición de un espacio
sepulcral
Este sondeo, de 2,62 por 1,50 metros, se localizó
en el tercer tramo de la nave central, próximo al intercolumnio de la nave de la Epístola (Figura 1).
Su ubicación responde, en parte, a las noticias
Figura 3. Iglesia de San Martín de Arteaga (Zamudio), Sondeo B:
Sepulturas portando los números 7 y 8. Se aprecian las piezas sillares que coronan los muros perimetrales de las
sepulturas.
70
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
Esta sepultura se nos presenta como una fosa o
espacio con forma rectangular en planta, de dimensiones regulares (1,82 x 0,52 m), orientada en sentido
este-oeste. Creada a partir de estructuras emergentes
o muros que no le son exclusivas, pues las comparte
en calidad de límites y medianías, con las fosas que
se disponen contiguas en sus cuatro lados.
Constructivamente podemos señalar dos zonas
netamente diferenciadas en estos muros. En primer
lugar su parte cimera está formada por piezas sillares
realizadas en piedra arenisca y ajustadas a dos modelos (Figura 3), según ocupen las zonas angulares, tratándose de cruces monolíticas, o los laterales, en los
que se observan piezas rectas, que conectan entre sí
las anteriores. En el primer caso, un mismo elemento
sirve de pieza esquinera a cuatro sepulturas contiguas.
Tales piezas exhiben una amplia variedad dimensional, apreciable en la desigual longitud que se evidencia tanto entre las distintas piezas rectas, como
entre los cuatro brazos de una misma cruz, oscilando
su altura entre los 0,14 y los 0,22 m. Por el contrario,
su anchura muestra una gran regularidad, permaneciendo constante en 0,20 m.
Las primitivas aristas superiores de estos sillares
fueron eliminadas para obtener rebajes en ángulo recto entrante de 60 mm de altura y 45-50 mm de profundidad, adquiriendo así un aspecto de T invertida.
Los rebajes, como posteriormente veremos, tienen
por objeto alojar las cubiertas de las sepulturas.
Esta zona superior de los sillares, destinada a ser
vista y a lograr un perfecto encaje y nivelación de las
cubriciones, se muestra perfectamente alisada. En los
laterales sin embargo se documentan pequeñas
improntas de los procesos de labra. Los sillares superiores aparecen calzados sobre el muro subyacente
por medio de pequeñas piedras planas, tanto calizas
como areniscas.
Bajo estas piezas cimeras se desarrolla un estrecho muro de 0,62-0,65 m de altura, realizado mediante la superposición alternante de hiladas de ladrillo de
0,22-0,25 metros de longitud y 35-40 mm de alto y
capas de argamasa con un espesor similar al de los
ladrillos (Figura 4). Unicamente conocemos esta
estructura en su paramento visible al interior de la
sepultura excavada, ya que, al no haber sido desmontado, desconocemos si su anchura total (0,20 m) está
formada por un único ladrillo o bien por la yuxtaposición de dos o más.
No se han detectado estructuras o cortes en relación con el asiento de estos muros, los cuales descansan directamente sobre una delgada capa de argamasa interpuesta entre éstos y la tierra arcillosa del nivel
inferior.
La sepultura se cubría y cerraba mediante tres
losas planas de formas rectangulares, de tamaños
desiguales. Están labradas en piedra arenisca, que
Figura 4. Iglesia de San Martín de Arteaga (Zamudio), Sondeo B:
muros norte y este construidos mediante ladrillo y argamasa.
actualmente se presenta débil y friable, cualidades
muy evidentes en la pieza que ocupa la posición central, cuya cara inferior muestra profundas exfoliaciones.
Sus superficies exterior y laterales se presentan
lisas, en cambio las inferiores evidencian las huellas
del trabajo de labra. Éstas se disponen en diversas
direcciones en la losa oriental y en una única en la
occidental, pero en ambos casos las pequeñas
improntas se alinean siempre en sentido oblicuo. En
estas caras inferiores se ha practicado un tosco rebaje, que afecta a aquellos márgenes en contacto con los
ya mencionados rebajes de la parte alta del muro,
encajando unos en otros.
En esta descripción de la cubierta, nos interesa
destacar dos aspectos. En primer lugar, la presencia
sobre la losa media de un orificio de forma rectangular (70 x 30 mm), con eje mayor norte-sur, practicado
en su zona central y que permite, mediante el auxilio
de una palanca, desencajar las losas de cubrición y
facilitar, por tanto, la apertura de la tumba.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
En segundo lugar, verificar la existencia de una
identificación numérica correlativa para las sepulturas. En la que nos ocupa, el número 7 figura centrado
sobre el tercio superior de la losa oriental y se ha ejecutado mediante una técnica incisa. En la sepultura
contigua a mediodía apreciamos el número 8, idéntico en posición y técnica, aunque en este caso figura
sobre la losa de cubrición occidental (Figura 3). Esta
circunstancia nos lleva a pensar que esta losa fue mal
colocada en un momento de su vida útil, correspondiéndole cubrir la parte oriental de su sepultura, a
imagen de lo que se observa en la contigua. Tal ubicación es también común en espacios sepulcrales
numerados de otros templos parroquiales vizcaínos
(según hemos podido verificar en Arrázua y Trucíos ).
Respecto a la organización del espacio funerario
en el que se integran estas dos sepulturas, poco es lo
que sabemos salvo la ordenada distribución de unas
tumbas dimensionalmente idénticas en filas y bandas,
creadas a partir de estructuras de muro que discurren
paralelas, en disposiciones perpendiculares norte-sur
y este-oeste, a modo de cuadrícula.
El limitado campo de observación que nos permiten los ristreles del entarimado actual de las naves,
nos impide determinar con exactitud la organización
de este espacio funerario. Si bien se documentan
otras sepulturas al norte, este y oeste del área excavada, la necrópolis no se prolonga, por el contrario,
hacia el sur.
Esta constatación, unida al enlosado evidenciado
en el sondeo A, nos induce a pensar que esta necrópolis se halla extendida sobre los dos tramos traseros
de la nave central, sin adentrarse hacia las naves laterales, debido a los problemas que los pilares de sustentación de la cubrición del templo pudieran provocar a la hora de ampliar lateralmente el diseño reticular.
La anchura de las fosas sepulcrales y muros
medianeros, unido a la numeración representada en
las cubiertas, nos lleva a sugerir la existencia de bandas norte-sur de ocho sepulturas cada una, ocupando
la totalidad de la anchura de la nave central, sin que
aparentemente se haya dispuesto un pasillo central
longitudinal, puesto que la solidez de la estructura
construida permitiría el libre tránsito de la feligresía
sobre las sepulturas.
La numeración de las cubiertas parece corresponderse con la serie numérica del 1 al 8, para cada una
de las bandas norte-sur de que se compone la estructura, en lugar de aplicarse una numeración correlativa a todo el conjunto, tal y como ocurre para las
necrópolis de otros templos estudiados. Esta hipótesis
vendría avalada tanto por la numeración presente en
las sepulturas excavadas, como por la existencia de
una banda sepulcral delantera a oriente.
Bajo la estructura arriba descrita y reposando
71
sobre la roca caliza natural, se documenta una capa de
tierra arcillosa en donde se han practicado inhumaciones. Éstas no aparecen relacionadas con estructura
alguna, bien porque las características físicas del
sedimento no permitan su detección, o tal vez por
encontrarse más allá del límite fijado para la excavación de esta capa, impuesto por la prolongación vertical del paramento interno de los muros descritos.
Sin embargo, es interesante anotar que dichas inhumaciones se ajustan perfectamente al área delimitada
en superficie por tales muros, guardando, respecto a
ella, una posición relativamente centrada, sin excederla en ningún momento.
3. Las inhumaciones: restos esqueléticos y ajuares
En el sondeo B se han documentado tres esqueletos completos, correspondiendo únicamente el esqueleto nº 1 a la estructura sepulcral definida superiormente. Se trata de un individuo adulto, completamente articulado, en posición de decúbito supino con sus
extremidades superiores e inferiores extendidas,
haciendo descansar las manos sobre la parte alta de
los fémures. Su estado de conservación es bueno, presentando el cráneo ligeramente ladeado con la mirada orientada al este. Las extremidades inferiores y las
cinturas pélvica y escapular se encuentran en perfecta posición anatómica, en tanto que el propio peso del
relleno que lo contiene, ha desplazado algunas unidades esqueléticas del carpo y metacarpo.
Estratigráficamente el esqueleto nº 1 ocupa curiosamente una posición baja al haber sido inhumado en
el fondo de la sepultura (Figura 5) y viene a representar el último individuo enterrado en dicho espacio,
cuya deposición supuso la casi completa alteración de
una inhumación anterior (esqueleto nº 2), localizado
también sobre el fondo de la fosa y del que se conserva únicamente la tibia y peroné derechos, el peroné izquierdo y los huesos de los pies. Todos estos restos óseos estaban en correcta posición anatómica y se
localizaron casi en contacto con las correspondientes
extremidades del esqueleto nº l.
Una vez depositado en la fosa, el cuerpo fue
cubierto con una primera capa de tierra, sobre la que
se echó una delgada capa de cal antes de proceder a
terminar de rellenar con tierra la sepultura, aunque sin
llegar a colmatarla en su altura total.
Una de las características del relleno que cubre el
cadáver, es la alta frecuencia de restos óseos humanos no articulados, imbricados y de distintas partes
anatómicas (Figura 6). Su presencia se justificaría en
una práctica que conlleva la alteración de las deposiciones previas y su incorporación al relleno sepulcral, en el momento de utilizar la sepultura para nuevas inhumaciones. Todo ello supone que no se procedería al traslado sistemático de los restos exhuma-
72
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
Figura 5. Iglesia de San Martín de Arteaga (Zarnudio), Sondeo B:
esqueleto 1, situado a una relativa profundidad.
Figura 6. Iglesia de San Martín de Arteaga (Zarnudio), Sondeo B:
Composición del relleno de la sepultura, apreciándose en él
la alta presencia de restos óseos.
dos a un osario, o a una limpieza periódica del sedimento.
Asociado al esqueleto nº 1 no se ha encontrado
ningún elemento de ajuar, un tipo de evidencias que,
por otra parte, son ciertamente escasas en el relleno
sepulcral. Dos suelas de cuero con puntera recta, de
zapatos infantiles, son los únicos restos conservados
de los atuendos personales usados en el amortajamiento de los cadáveres.
Los esqueletos nº 3 y 4, subyacentes a la estructura sepulcral descrita, se muestran superpuestos y separados entre sí por una capa de tierra. Ambos están
completamente articulados, en posición de decúbito
supino y con la cabeza mirando al este. Sus extremidades inferiores se presentan extendidas, frente a la
flexión exhibida por las superiores, reposadas en la
región abdominal superior (Esqueleto nº 3) y cruzadas
sobre el tórax (Esqueleto nº 4) (Figura 7).
El esqueleto nº 3 se encuentra perfectamente articulado, con las extremidades inferiores en posición
anatómica. Los huesos del tronco se presentan en
cambio algo alterados. El cráneo está dañado en la
región frontal y occipital, así como la zona condilomandibular.
El esqueleto nº 4, al igual que el anterior, se
encuentra ligeramente desplazado hacia la zona meridional de la tumba (Figura 7). Presenta un buen estado de conservación, encontrándose la cintura escapular ligeramente desplazada. No se han detectado restos del cráneo ni de la mandíbula, debido probablemente a la alteración ocasionada por la inhumación
del esqueleto nº 3.
A diferencia de lo que se documenta en el nivel
superior, el relleno terroso que se encuentra en contacto directo cubriendo estos dos esqueletos, resulta
más compacto y no contiene otro tipo de elementos
óseos. Tampoco en este nivel se han registrado evidencias claras de atuendos o ajuares personales, tanto en relación directa c6n los esqueletos como integrados en el relleno sepulcral. Unicamente se han
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Figura 7. Iglesia de San Martfu de Arteaga (Zamudio), Sondeo B:
esqueleto 4 subyacente a la estructura sepulcral del S. XVIII.
recuperado dos clavos de hierro y una moneda de
vellón para los que desgraciadamente carecemos de
claves interpretativas.
4. Las cronologías: evidencias arqueológicas y
registro documental
Por los Libros de Cuentas del Ayuntamiento de
Zamudio conocemos que la estructura sepulcral data
de hacia 1750, según diseño del maestro cantero Juan
de Echevarría. El propio Ayuntamiento saca a remate
la obra de encajonado de las sepulturas, siendo costeada en parte por los "dueños propietarios" de las mismas (2).
Más problemas plantea situar el momento de su
abandono y el carácter que éste reviste. La construcción de un Huerto Santo exterior al templo en 1815
(3), haciéndose eco de las Reales Ordenes y Decretos
promulgados en esta materia, será un primer dato a
tener en cuenta. Por otra parte, a partir de 1841, en el
Libro de Finados se cambia la fórmula que anota la
defunción, señalando la inhumación en el Huerto
Santo y no en "la Iglesia parroquial de Zamudio"
como venía siendo costumbre (4)
Esa misma imprecisión cronológica afecta también a las inhumaciones más inferiores (esqueletos 3
y 4), fundamentalmente en lo que se refiere a la datación concreta del momento de su deposición, puesto
que la construcción de la estructura sepulcral dieciochoesca marca un nuevo momento en la concepción
del espacio sepulcral al que no pertenecen estas inhumaciones.
En los inicios de la Edad Moderna ya es un hecho
generalizado el uso del suelo interior de las iglesias
con fines sepulcrales. El primer Libro de Finados de
la Parroquia de Zamudio, de 1592, así lo señala al
anotar el lugar de enterramiento de algunos parroquianos difuntos. En este mismo sentido, entre las
diferentes capas sobre las que asienta el enlosado del
sondeo A, se han documentado muy frecuentes restos
óseos humanos, sin conexión anatómica entre ellos,
que consideramos pueden interpretarse como fruto de
la alteración de sepulturas durante las labores de abovedamiento del templo.
En el 1º Libro de Finados (1592-1755) se indica
que los difuntos son enterrados en el interior de la
iglesia, si bien en algunas ocasiones se hace referencia a " ... en la sepultura de sus padres" o " ... en la
sepultura de la casa de .. " y también " ... en la sepultura de dicha casa'', en coincidencia con el apellido. A
partir de 1700 se emplea regularmente la expresión "
fue enterrado en la iglesia parroquial de Zamudio",
sin citar el lugar de enterramiento. No obstante los
casos y documentos reseñados permiten constatar la
propiedad y la asociación sepultura-casería. Esta asociación permanece con independencia del morador,
obsevándose en los registros documentales diversos
ejemplos de ello, así en 1598 Johan de Loaga, dueño
de la casa de Magallarrate, "mandó ser enterrado en
la sepultura de su casa de Magallarrate".
Por último indicar que, aunque no disponemos de
datos muy precisos, parece que nos encontramos
frente a dos momentos cronológicos distintos, aunque
consecutivos, en la utilización del interior del templo
con fines sepulcrales. La localización precisa del
intervalo entre ambos momentos, parece sugerir que
la estructura del XVIII supone, ante todo, una reactualización de la concepción y distribución de la
necrópolis anterior.
(3)
(2)
AHEB, 3Q Libro de Cuentas del Ayuntamiento
73
(4)
AHEB, 3Q Libro de Fábrica
AHEB, 3° Libro de Finados
74
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
5. Anexo documental. Iglesia de San Martín de
Arteaga (Zamudio)
- 10 rs pagados al cantero José Manuel de Laspita por la compostura de Josas que hizo en las sepulturas.
Toda la documentación examinada se encuentra depositada en el
AHEB. Se compone de:
. 'RFXPaQWDFLyQParroquial: Libros de Fábrica (de 1671a1905), y
Libros de Fmados (de 1592 a 1907). Así mismo se consultó el Libro
de la Cofradía del Rosario (1663-1774), y Papeles Varios, pero no proporcionaron noticias sobre enterramientos, por lo que no se reseñan en
la documentación vaciada.
Documentación Civil: en concreto, se ha encontrado información
en los tres primeros Libros de Cuentas del Ayuntamiento (que abarcan
de 1647 a 1784).
Se consultaron también Jos documentos de la Escribanía Hormaeche (protocolos Notariales del escribano José de Hormaeche: 17591761, sig. 06-04), que contienen el remate de Ja construcción del
cementerio en 1775, sacado a pública subasta por el Ayuntamiento,
pero. no se incluye en la relación del vaciado de documentación, por
considerar que en este época el término "cementerio" continua refiriéndose al pórtico, atrio, etc. y en Zamudio no se entierra en los alrededores de la Iglesia durante Ja Época Moderna, sino en su interior,
según se constata en los Libros de Finados.
1º Libro de Finados: 1592-1755 (sig. 04-02)
. Existe un índice y a continuación un listado de todos los que han
sido enterrados en la Iglesia, pero sin especificar el lugar, salvo en los
casos que se indica a continuación, habiendose revisado en su totalidad. La mayoría, en la forma siguiente: Domingo de Ybarra, escribano, murió el 4 de junio de 1596, mandó ser enterrado en la Iglesia.
- Mari Martínez de Oribe y Gastanaga, mujer de Juan de Gastanaga, murió el 18 de octubre de 1593. Fue enterrada en al altar del
Rosario.
- Johan de Loaga, vº de esta anteiglesia y dueño de Ja casa de
Magallarrate, murió el día de Año Nuevo de 1596. Mandó ser enterrado en la sepultura de su Casa de Magallarrete.
- Mari Pérez de Arratia, muere el 14 de diciembre de 1604. Manda ser enterrada en la sepultura de la casa de Aramburu.
- Juan de Olagureta, muere en Sondica de mareo, en 1605. Mandó ser enterrado en la Iglesia parroquial de Zamudio en la sepultura de
Ja casa de Olagureta.
- Pedro Abad de Pla9a, murió el 6 de enero de 1607. Mandó ser
enterrado en la sepultura de los beneficiados.
- Ana de Cadalso, mujer de Pedro de Cadalso. Murió el 6 de
septiembre de 1607. Mandó ser enterrada en el sepultura de dicha
casa.
- María Saenz de Xaraveitia, viuda que fue de Pedro Ybañez de
Galbarriarto. Murió el 27 de abril de 1637. Mandó se enterrada en la
sepultura de Xaraveitia.
- Marina de Olagurreta, mujer de Martín de Aguirre Loaga, muere el 4 de mayo de 1657. Mandó ser enterrada en la sepultura de sus
padres en la Iglesia de San Martín de Zamudio, aunque murió fuera.
A partir de 1700 se suele decir dónde murió (por ej. "en la casa de
Abona"), la fecha, el nombre de difunto, y "entregó su alma a Dios y
fue enterrado en la Iglesia parroquial de Zamudio". En consecuencia,
lo que aparecen son los nombres de las caserías en donde vivía el
difunto, pero no el lugar en el que era enterrado en la iglesia, de ahí
que no se halla tomado nota.
Relación documentación vaciada:
- Libros de Fábrica:
1ºLibro de Fábrica: 1671-1773 (sig. 03-02)
2º Libro de Fábrica: 1773-1791 (sig. 03-03)
3º Libro de Fábrica: 1798-1905 (sig. 04-01)
- Libros de Finados:
1ºLibro de Finados: 1592-1755 (sig. 04-02)
2º Libro de Finados: 1756-1837 (sig. 04-03)
3º Libro de Finados: 1837-1907 (sig. 08-02)
- Libros de Cuentas del Ayuntamiento:
lº Libro de Cuentas del Ayuntamiento: 1647-1669 (sig. 05-03)
2º Libro de Cuentas del Ayuntamiento: 1687-1741 (sig. 06-01)
3º Libro de Cuentas del Ayuntamiento: 1741-1784 (sig. 6-2)
1º Libro de Fábrica: 1671-1773 (sig. 03-02)
Visita 1736-mayo-24
"Y por la fealdad y embarazo que hacen los candeleros, candelas
y paños de sepulturas", se manda "al cura que pasado el año de la
defunción los haga apartar en cada día dispués de Jos divinos [oficios]
con pena a Jos que lo impidieren de excomunión maior".
1740-enero-5
- 3 rs por la composición de una palanca que sirve para levantar
las piedras de las sepulturas.
2º Libro de Fábrica: 1773-1791 (sig. 03-03)
1780-enero-22
- 22 rs que costaron el labrar y poner 2 piedras de sepulturas.
- 19 rs que costaron otras dos piedras.
3º Libro de Fábrica: 1798-1905 (sig. 04-01)
1804-enero-l 4
- 20 rs de una pala y una azada que se compró para en casos necesarios abrir las sepulturas de dicha yglesia.
1815-octubre-8 [Huerto Santo]
Cargo:
- "Yten se hace cargo [ingresan] del monte titulado Daño-Onda
que fue propio de la fábrica y que para la construcción del Campo Sant~ erigido en virtud de repetidas ordenes se sacó a remate por testimomo del escribano Fhelipe Antonio de Gondraondo que se verificó en
la cantidad de 2.000 rs".
Descargo:
- Diversos pagos por la obra del Huerto Santo.
1843-julio-14
- 9 rs y 14 mrs por reposición de las losas de jaspe en las gradas.
1843-julio-26
2º Libro de Finados: 1756-1837 (sig. 04-03)
No se indica lugar de enterramiento.
3º Libro de Finados: 1837-1907 (sig. 08-02)
No se indica el lugar de inhumación.
A partir de la partida de defunción de Gorostiza, quien murió el 5
de agosto de 1841, se dice en todos los casos que "su cuerpo fue enterrado en el Huerto Santo", salvo, poco después, una persona de Ja que
se dice "su cuerpo fue sepultado en esta parroquial".
1º Libro de cuentas del Ayuntamiento: 1647-1669 (sig. 05-03)
1650-abril-3
- Más dieron por descargo haber gastado 8 rs cuando vinieron los
maestros albañiles a ber la forma que se podía tomar para fundar las
capillas de la yglesia parroquial.
1663-mayo-20
- "Más 68 rs que dice gastó en el pleyto que comen9ó sobre la
sepultura que los Srs del Cabildo pretendieron elexir de nuevo en la
dha yglesia como beneficiados y cura de ella".
2º Libro de cuentas del Ayuntamiento: 1687-1741 (sig. 06-01)
1702-enero-29 [osario]
- 200 rs a los canteros que remataron la obra del nuebo osario que
se ase.
- 12 rs por las escrituras que yso en razón de dicho prexio.
- Mas el recoger la piedra mampostería para el dicho osario dos
días con un carta y dos bueyes, 12 rs, y el hombre que asistió a cargar
el carr\t en los dos días 6 rs, que importan 18 rs.
1703 [no consta mes ni día] Cargo:
- Ingreso del impuesto del ochavo sobre el vino para la construc-
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
ción del nuevo osario: "Yten mas 153 rs que percibió el dicho impuesto del ochavo adelantado por la otra mitad que deverá por mayo su
arrendatario el resto, 518 rs".
Descargo:
- 12 rs de la escritura de la sisa del ochavo que se le hecho al vino
para el nuevo osario.
- 30 rs por los mismos que se dio al maestro que de parte de esta
Anteiglesia vino a reconocer la obra cantería del osario.
- 25 rs de gasto en la comida que se le dio al dicho maestro con
asistencia de los dos fieles.
- 2 rs que costo un tanto de las condiciones y calidades con que
se avía de obrar el osario.
- 300 rs que page a los canteros que executaron la obra del osario.
- 102 rs que pago a los dichos canteros que executaron la obra del
osario Lucas de Goyri para los 160 de su alcance que se le cargan al
dicho Juan de Urizar, uno de los dos fieles de este año (el otro era
Gabriel de Capelastegui).
- 55,5 rs por 78 fanegas de cal, a 6 cuartos la fanega, para la obra
del nuevo osario.
- 9 ,5 rs a los dichos canteros por el trabajo que tuvieron en abrir
los cimientos del dicho osario.
- Mas 77 rs, que pago a Diego de Echevarría, Martín de Artaza,
Lucas de Aurrecoechea y Bartolomé de Madariaga por los acarreos de
toda la cal, arena y piedra mampostería que avía menester la obra de
dicho osario.
- 12 rs que pago por la ocupación que tuvo Gabriel de Gastetuasa su compañero en 3 días a los acarreos de dicha cal y arena.
- 12 rs que gasto el día que se hizo la escritura del advitrio del
ochavo que se puso para el dicho osario.
3º Libro de cuentas del Ayuntamiento: 1741-1784 (sig. 6-2)
1750-junio-14 (referida al año 1749) [encajonado de las sepulturas]
- 5 rs gastó un hombre que se envió a poner editos a diferentes
lugares, quando se havía de hacer el remate del encajonado de esta
Yglesia y 1 rs a un chico.
- 45 rs que dieron a Juan de Echevarría, mtro. cantero, por la traza o diseño que hizo para el encajonado de las sepulturas de la yglesia.
- 2.200 rs que se entregó para en quenta a los canteros que hicieron el remate y obligación de hacer dichas sepulturas.
1753-enero-28 (referida al año 1750) Cargo:
- Yten se les hace cargo de 2.240 rs los mismos que percibieron
de los dueños de las sepulturas erijidas el mismo año del cinquenta en
esta misma yglesia parroquial por los dueños propietarios de esta
anteiglesia (f. 37).
Descargo:
- 60 rs a Antonio de Bega por reconocer y disponer la traza de las
sepulturas (f. 37 vº ).
- 6.700 rs dados a los canteros que erijieron dichas sepulturas (f.
38).
- 4 rs que tubieron de gasto al tiempo de la numeración de fogueras de sepulturas hacen 8 rs (f. 39).
2.6. Iglesia de Santa María. Güeñes
l. Introducción
Ubicada en una bifurcación de carreteras, su historia constructiva es compleja. El edificio actual sustituye a otro anterior cuya fundación se atribuye a Martín Sánchez de Santa María y otros caballeros salcedanos, en la segunda mitad del siglo XII. La iglesia se
reedifica a comienzos del siglo XVI comenzando por
la cabecera y derribando la iglesia anterior a medida
75
que se avanzaba en la obra, de ahí el estilo gótico tardío del ábside, 1º tramo y la portada principal. Estas
obras, que aprovechan materiales del templo viejo, se
prolongan desde 1507 hasta 1515, cuando el Visitador
eclesiástico Francisco Antonio de Oca consagra
durante una misa solemne lo ya construido, así como
el suelo por edificar. Después de la consagración se
inician las obras del crucero (segundo tramo) y su
acceso, llamado "puerta del Sol". Según G.C., " ...
para hacerlo fue necesario invadir el cementerio del
anterior templo románico, desenterrando algunos
cuerpos y trasladándolos a otra zona, lo que nos lleva
a pensar que aquel sería de reducidas dimensiones y
muy posiblemente de una sola nave ... " (1).
Tras un replanteamiento de la obra, a mediados
del siglo XVI (1541) se contrata su continuación y la
elevación de las naves laterales, convirtiéndola en
una Iglesia-salón a lo moderno o "romano", prolongándose dicha obra más de 30 años.
El edificio actual consta de 4 tramos y 3 naves a
igual altura, salvo el 1º tramo de las naves laterales
que es más bajo. La nave central, más ancha, remata
en ábside poligonal en la cabecera, y coro a los pies
en arco escarzano. La cubrición interior es enteramente de bóvedas de crucería de diversa tipología
sobre columnas. Los muros perimetrales son de sillería; la iglesia cuenta, además, con sacristía en la cabecera (lado de la Epístola), y torre lateralizada a los
pies.
Dispone de dos accesos, el principal, en el 2º tramo del lado de la Epístola, es de estilo RR.CC
(comienzos del siglo XVI); se trata de la llamada
"puerta del sol", de esmerada labra y reconocida calidad artística. El otro acceso es clasicista (principios
del siglo XVII), y se abre a los pies del templo (2).
2. La estructura sepulcral
Tras levantar el entarimado que cubre actualmente el suelo de esta iglesia (ejecutado en la presente
centuria) (3), se practicaron dos sondeos, ambos en la
nave central del templo (Figura 1). El primero se
localizó a partir de la mitad posterior de la primera
columna del mediodía, a 4,37 m de la primera grada
del presbiterio. El sondeo 2, por su parte, se realizó en
la parte trasera del tercer tramo de la nave, próximo
al intercolumnio septentrional.
En ambos casos se puso de manifiesto la existencia de estructuras sepulcrales, dispuestas longitudinal
(1)
(2)
(3)
GONZALEZ CEMBELLIN, J.M., Güeñes : monografías de
pueblos de Bizkaia, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia.
VV.AA Monumentos Nacionales de Euskadi. Vizcaya, Gobierno
Vasco, 1985, pp. 207-214.
AHEB, 10º Libro de Fábrica.
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
76
!ll
Sond(o
Figura l. Iglesia de Santa Maria de Güeñes: Plano interior y localización de los sondeos.(Dibujo de J. L. !barra sobre plano publicado en VV.AA
Monumentos Nacionales de Euskadi. Vizcaya, Gobierno Vasco, 1985).
y transversalmente, ofreciendo una imagen muy
regularizada de sepulturas contiguas y espacios idénticos y simétricos.
En cada sondeo se descubrió completamente una
sepultura. Éstas se nos presentan en ambos casos con
forma rectangular en planta y dimensiones regulares
(1,94 x 0,55 m), orientadas en sentido este-oeste. Se
crean a partir de estructuras emergentes o muros, que
comparten con las fosas que se disponen contiguas en
tres de sus cuatro lados, ya que las sepulturas estudiadas configuran precisamente el perímetro del
espacio sepulcral, así el sondeo 1 va. a supon~r J!l
límite meridional de dicho espacio, en tanto que el
sondeo 2 conformará su límite occidental.
En su superficie tales muros están formados por
grandes piezas de piedra arenisca, cuyas caras superiores y laterales se presentan trabajadas, en tanto que
en las inferiores se aprecian acusadas irregularidades.
Sus formas y dimensiones varían según el lugar que
ocupan; aquéllos situados en las zonas angulares,
compartidos por otras tres sepulturas, adoptan formas
cruciformes, con brazos de igual longitud (sondeo 2)
o desiguales (sondeo 1). Uniendo los anteriores elementos se documentan otras piezas en forma de paralelepípedo recto y longitud variable entre 0,50 y 0,90
m. La unión entre estos elementos cimeros se produce sin trabazón alguno y únicamente pareeen ajustarse por el perfecto corte de sus superficies en contacto.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Allí donde estos muros no son compartidos por
otras sepulturas, al conformar los límites de la necrópolis, esas piezas cimeras presentan características
formales y dimensionales distintas a las que coronan
los restantes muros. Se trata de piezas más anchas,
que se prolongan en un enlosado extendido hacia los
muros del templo (Figura 2).
Figura 2. Iglesia de Santa Maria de Güeñes, Sondeo 1: diferencia
entre las piezas cimeras de las zonas septentrional (izda.) y meridional (dcha.), límite de Ja necrópolis. Se observan Jos encajes en ángulo recto donde se alojan las Josas de Ja éubierta.
Unas y otras piedras cimeras presentan en sus bordes longitudinales superiores, aquéllos que dan al
interior de la sepultura, un encaje en ángulo recto de
unos 70 mm de base y lado. Dichos encajes se hallan
perfectamente alisados, así como la cara superior destinada a ser vista, mientras que en las caras laterales
se aprecian pequeñas improntas oblicuas, fruto de las
labores de talla.
Sobre el encaje descrito asienta la cubi,erta de la
compone de tres 1osas de piedra arenissepúltüra.
ca y forma cuadrangular, de 0,695 m de lado, perfec-
Se
77
tamente escuadradas que se disponen contiguamente
en sentido este-oeste. Sus superficies superiores y
laterales aparecen perfectamente alisadas, en tanto
que las inferiores se presentan toscas y con huellas de
los procesos de labra. La losa que ocupa la posición
media exhibe en su parte central un orificio rectangular (75 x 35 mm) que se orienta transversalmente al
eje de la sepultura y que serviría para facilitar su
apertura.
El espesor de estas piezas de la cubierta presenta
amplia casuística, dependiendo de los rebajes documentados en sus bordes inferiores. Éstos varían entre
0,08 y 0,17 m y afectan a aquellos márgenes en contacto con los rebajes descritos de la parte alta del
muro, encajando unos en otros.
En cuanto a los muros que conforman las sepulturas, presentan características constructivas semejantes para ambos sondeos. Tal es así que tres de los cuatro muros que componen cada sepultura se muestran
constructivamente idénticos, en tanto que el cuarto
(el occidental en el sondeo 2 y el meridional en el
sondeo 1) difieren en algunos aspectos, al desempeñar funciones perirnetrales de la necrópolis, y asociarse a estructuras de enlosado que cubren el restante suelo de las naves. Dicha semejanza constructiva
posibilitará la descripción conjunta de estas estructuras para los sondeos 1 y 2.
En los tres muros que son compartidos con las
sepulturas adyacentes y por debajo de los bloques de
arenisca descritos, se documentó un nivel inferior, de
hasta 0,50 m de altura, que se dispone directamente
sobre el sustrato natural formado por arcillas. Este
nivel, constructivamente se compone de ladrillos planos alineados horizontalmente. Las diferentes hiladas
de estos elementos se superponen y asientan por
medio de una gruesa argamasa, que llega a alcanzar
los 35 mm de espesor. En cambio, en cada hilada, las
caras laterales de esos ladrillos están prácticamente
en contacto unas con otras (Figura 3).
Dicha argamasa presenta textura arenosa y alta
presencia de partículas de cal y fragmentos de ladrillo o teja de pequeño tamaño ( inferiores a 2 mm)
muy bien distribuidos.
Los ladrillos presentan dimensiones muy diversas,
comprendidas entre 0,32 m y 0,05 m de longitud, si
bien la mayor parte se encuentra entre los 0,22 y 0,24
m, o bien O, 12 m. Su altura en cambio es mucho más
regular situándose en 44 mm.
El que estas estructuras verticales fueran erigidas
de modo simultáneo, viene corroborado por el hecho
de que muros contiguos compartan algunos ladrillos.
Cosa que no ocurre cuando tales muros entran en
contado con aquéllos que actúan al mismo tiempo
como perirnetrales de la necrópolis.
Sobre esos muros de ladrillo descansan las diversas piedras cimeras de arenisca, por intermedio de
78
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
lar y dar el alzado necesario a las
piezas cimeras. En algunas zonas
esta nivelación requiere el empleo
de una segunda hilada de ladrillos.
No se han encontrado evidencias arqueológicas atribuibles a
una estructuración sepulcral anterior a la descrita, que debe situarse
cronológicamente entre 1756 y
1757, fecha en la que en los Libros
de Fábrica figuran diversos pagos
relacionados con esta obra (4). La
construcción de estas sepulturas
viene a coincidir morfológica (al
menos en lo referido al aspecto
superficial) y cronológicamente
con las documentadas en otros
templos estudiados, como pudieran ser San Agustín de Etxebarria
Figura 3. Iglesia de Santa Maria de Güeñes, Sondeo 2: detalle del muro noroeste, construido (Elorrio) y especialmente San
mediante ladrillos planos.
Martín de Arteaga (Zamudio) y
San Pedro de Romaña (Trucíos),
en los que también se documentauna capa de argamasa que permite nivelarlas, consiron ladrillos aparejando la parte baja de los muros
guiendo la acomodación de todas ellas a un mismo
medianeros entre sepulturas.
plano superior.
No obstante, un hecho diferencial en relación con
En cuanto a los otros dos muros que completan y
los templos citados, a excepción del de Trucíos, es la
cierran estas sepulturas (el situado a mediodía en el
ausencia de cualquier tipo de indicación sobre las
sondeo 1 y a poniente en el 2), además de las caraclosas de la cubierta. Indicación numérica que, a partir
terísticas diferenciales de sus elementos cimeros que
de lo observado en los registros de Libros de Finados
ya se han comentado, se documenta la utilización de
de otras parroquias, permitiría llevar un control de la
piedras areniscas en su parte inferior, allí donde en
titularidad de las sepulturas.
los demás se empleaban ladrillos.
Si bien ambos muros exceden
ampliamente el ámbito de la sepultura que ayudan a delimitar, en el
sondeo 1 la amplitud de muro
excavado posibilita una apreciación suficiente de sus características constructivas (Figura 4). Se
constata la utilización de piedras
de tamaño muy variado, con predominio de elementos medianos y
grandes, en tanto que los de menor
tamaño se destinan a completar los
huecos creados. Presentan formas
con tendencia rectangular y la cara
que da al interior de la sepultura
resulta bastante plana, por lo que
cabe pensar en una cierta selección
de materiales. Éstos se ordenan en
hiladas, más o menos conseguidas
según las zonas y las característi- Figura 4. Iglesia de Santa Maria de Güeñes, Sondeo 1: muro sur de la sepultura, presentando
cas de los elementos utilizados.
características constructivas diferenciales, al configurar el límite de la necrópolis.
Sobre este mampuesto se docu,
mentó una hilada de ladrillos, dispuestos horizontal(4)
AHEB, 8° Libro de Fábrica:
mente y trabados con argamasa, que sirven para nive-
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
La localización en ambos sondeos de estructuras
definitorias de los límites sepulcrales, permite situar
los confines meridional y occidental de la necrópolis.
Según este esquema, el área sepulcral queda restringida a la nave central ocupando los tres primeros tramos de la misma. Sin embargo, no hemos podido precisar la ubicación exacta de la primera fila de sepulturas y, en consecuencia, el límite oriental de la
necrópolis, así como la existencia o no de pasillo central en la misma.
Como ya se ha comentado, las características
estructurales de ambas sepulturas son prácticamente
coincidentes, lo que ha posibilitado su descripción
conjunta. Sin embargo, en lo referente a su contenido
se aprecian notables diferencias que exigen su tratamiento individualizado.
Así en el relleno del sondeo 1 se documentó
superficialmente una capa de tierra ligeramente arcillosa, con una compactación que se hacía más acusada en superficie. Esta capa contiene abundantes partículas de cal homogéneamente distribuidas, y una
moderada presencia de fragmentos de piedras calizas
y areniscas de pequeño tamaño (menores de 40 mm).
Asimismo se documentaron algunos huesos humanos, sin conexión anatómica, lo que viene a suponer
la práctica de una remoción continuada del sedimento y tareas de limpieza previas a una nueva inhumación.
Este relleno cubría un ataúd de madera (Figura 5)
que supone el último momento de utilización de esta
sepultura. Este ataúd está compuesto por dos elementos: la tapa y la caja.
La tapa esta formada por cinco piezas de madera,
dos cortas y tres largas, y pre~enta forma trapezoidal
tanto en planta como en sección. Las piezas cortas
(Figura 6) se sitúan en cabecera y pies, y tienen forma de triángulo isósceles, con alturas diferentes de
0,13 m para la pieza situada en cabecera y 0,09 m
para la situada a oriente. Sobre los bordes laterales y
la base menor de ambas, se apoyan las otras tres piezas largas, de 1,77 m de longitud, asimismo con forma trapezoidal, adaptándose sus anchuras mínima y
máxima a las de los bordes de ambas piezas cortas, a
las que unen.
La caja está constituida asimismo por cinco piezas
de madera de forma trapezoidal. Lateralmente está
formada por dos pequeñas piezas rectangulares de
diferentes dimensiones en pies (0,30 x 0,11x0,03 m)
y cabecera (0,47 x 0,18 x 0,03 m). Sobre los bordes
laterales de ambas, montan dos piezas largas de 1,78
m de longitud y sección plana. Su forma es ligeramente trapezoidal dada la diferente altura de las piezas cortas que han de. unir.
Mientras que las piezas de cabecera y pies montan
directamente sobre la que compone el fondo de la
caja, las laterales se ven obligadas a acoplarse exter-
79
Figura 5. Iglesia de Santa Maria de Güeñes, Sondeo 1: ataúd de
madera; zona de pies y tapa del mismo, sobre ésta se pueden apreciar los restos de cinta que forman una cruz.
namente sobre los cantos de aquellas y de la pieza
que ocupa el fondo.
Los bordes longitudinales de las piezas largas de
la tapa, así como los superiores de las de la caja, presentan un ligero bisel al interior. El resto de las piezas
muestran sus bordes rectos.
Se han documentado restos textiles, de color parduzco, sobre las tablas longitudinales de la tapa y en
las piezas de cabecera, pies y lateral derecho de la
caja. Su sujeción a la madera se realiza de dos formas
distintas. En las zonas no vistas desde el exterior, a
saber, el borde inferior de las piezas largas de la tapa
y los bordes superiores de las piezas de la caja, se
emplean vástagos de hierro de sección cuadrangular,
que aprisionan la tela contra los biseles internos o
contra los bordes laterales interiores allí donde los
bordes no están biselados. Dichos vástagos se sitúan
a intervalos regulares de 120 - 140 mm.
En cambio, en las partes destinadas a ser vistas, la
sujeción se realiza con cortas tachuelas de cobre, de
cabeza circular plana y vástago de sección cuadran-
80
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
ambos. Es de reseñar que en el relleno de la sepultura se localizaron dos piezas terminales de ataúd que,
por sus características, dimensiones y tipo de clavos,
debieron pertenecer a este último ataúd, y que, tras su
desalojo, fueron reintroducidas en la sepultura, junto
al extremo oriental del lateral izquierdo.
De ser así, ambos ataúdes respon'derían a tipologías diferenciadas, ya que estas dos últimas piezas
mencionadas, que corresponderían a la cabecera y
pies del ataúd, presentan idéntica forma de polígono
hexagonal, unificando en una sola pieza lo que para
el encontrado completo eran tapa y caja. La igualdad
dimensional de ambas piezas otorgaría a este segundo ataúd una forma rectangular en lugar de trapezoidal.
Los restos de este segundo ataúd apoyan casi sin
solución de continuidad sobre el fondo de la sepultura, siendo muy escasa la capa de tierra que los envuelve, presentando características
muy similares al relleno más
superficial.
En cuanto al sondeo 2, en su
interior se localizaron dos niveles
de inhumación, diferenciados por
las características del relleno. La
capa estratigráficamente superior
se compone de una tierra arcillosa
de compactación media, con alta
presencia de partículas de cal muy
bien distribuidas. Son asimismo
frecuentes las inclusiones de piedras areniscas y calizas, de tamaño generalmente inferior a 60 mm.
Se aprecia una moderada presencia de huesos pertenecientes a
individuos infantiles y adultos, sin
conexión anatómica, sino más
Figura 6. Iglesia de Santa Maria de Güeñes, Sondeo 1: cabecera del ataúd, formada por dos pie- bien revueltos e imbricados.
El espesor de esta capa se manzas. Sobre la más baja se observan restos de una cruz formada por cintas de tela sujetas mediante chinchetas de cobre.
tiene constante en la zona central,
siendo más delgada hacia los
extremos oriental y occidental. La posición más baja
Un último dato a destacar en relación al ataúd desde esta unidad está ocupada por un esqueleto cuyo
crito, es la colocación en la cara inferior de la tabla
cráneo y pies se hallan forzados en una postura vertidel fondo, de pequeños listones de madera, situados
cal a fin de acomodarse al espacio liberado en el fonoblicuamente a los ángulos noroeste, suroeste y
do de la sepultura (Figura 7).
sureste, cuya misión sería probablemente el facilitar
Por debajo de esta capa se documentó otra de tieel descenso del ataúd a la sepultura, permitiendo el
rra muy arcillosa, de color más amarillento que la
deslizamiento y retirada de sogas bajo el mismo.
superior y compactación media. El espesor de esta
La colocación de este ataúd supuso la casi total
capa decrece progresivamente del oeste hacia el este.
destrucción de una inhumación anterior, realizada
Contiene muy escasas piedras areniscas, planas y de
también en ataúd de madera, del que únicamente se
pequeño tamaño. En este relleno se hallaron los huedocumentaron parte de la tabla del fondo y un mínisos del tronco y húmero derechqs de un esqueleto, del
mo resto del lateral derecho, piezas que en algunos
que no se documentaron otras evidencias, salvó una
puntos estaban en contacto con el fondo del emplazadébil mancha de color marrón, interpretable como
do superiormente. Junto a estos restos se halló una
restos de la vestimenta.
tibia, sin que se pueda establecer relación entre
guiar, que se disponen alineadas a intervalos regulares de 120 mm, en los bordes longitudinales de la
tapa, allí donde se ha documentado una serie numéricamente representativa.
Sobre el tapizado de la tabla horizontal de la tapa
(Figura 5) y piezas de cabecera (Figura 6) y pies de la
caja, se pueden observar cruces latinas, dispuestas en
coincidencia con el eje longitudinal central en el primer caso, y verticalmente en los demás. Las cruces se
crean al superponer dos tiras de cinta blanca de 15
mm de anchura, que se sujetan con el mismo tipo de
tachuelas de cobre anteriormente descritas. Restos de
esta cinta se documentan asimismo en los laterales
cortos e inferior del lateral derecho de la caja, aprisionada bajo las tachuelas que sujetan la tela del tapizado. Desconocemos si esta composición se extendía
a todas aquellas zonas periféricas donde se han localizado alineaciones de tales tachuelas.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
81
figura 7. Iglesia de Santa Maria de Güeñes, Sondeo 2: esqueleto nQ
1, apreciándose la posición casi vertical de la cabeza en
relación al tronco.
Figura 8. Iglesia de Santa Maria de Güeñes, Sondeo 1: esqueleto nQ
1, correspondiente a una adulto amortajado con el hábito de
la orden de S. Francisco.
La presencia de restos óseos de este segundo
esqueleto y la irregularidad del lecho sobre el que
descansa el esqueleto superior, vendrían a corroborar
una práctica inhumatoria que implica un vaciado parcial de la sepultura, antes de proceder a una nueva
inhumación.
En el sondeo 2, es de destacar que en ningún caso
se han detectado ataúdes o restos relacionables con
ellos, a diferencia de lo acontecido en el sondeo l.
brazos flexionados, de modo que las manos entrelazadas se apoyaban sobre la pelvis. Los miembros
inferiores se encontraban completamente extendidos
y juntos.
Este esqueleto se encontraba vestido con un hábito de la orden franciscana, y presumiblemente descalzo. Alrededor del cuello y descansando sobre el
pecho, portaba lo que pudieran ser restos de un escapulario, en tanto que entre las manos se halló un rosario.
En el sondeo 2, por el contrario, se ha documentado una doble inhumación. La más superficial de ellas
corresponde al esqueleto de un adulto, completo
(esqueleto nº 1), en conexión anatómica, dispuesto en
decúbito supino y mirando hacia el este. Sus miembros superiores se presentaban separados del cuerpo
y doblados, haciendo descansar las manos sobre el
tronco, a la altura del corazón. Las manos se encontraban probablemente unidas por las palmas, en actitud orante. Sus extremidades inferiores aparecían
extendidas y juntas, siendo calzados los pies por unos
3. Las inhumaciones: restos esqueléticos y
ajuares
Como ya se ha comentado, en el sondeo 1 se ha
hallado un ataúd que representaría el último momento de inhumación en esta sepultura. Dentro de él se
encontró el esqueleto de un adulto, completo y en
conexión anatómica (Figura 8). Se hallaba en posición de decúbito supino y mirando hacia el este. Los
miembros superiores aparecían extendidos y los ante-
82
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
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Figura 9. Iglesia de Santa Maria de Gileñes, Sondeo 2: corte de la sepultura, mostrando el perfil del lecho en el que yacía el esqueleto 1, con
zonas más elevadas tanto en pies como en cabeza de la sepultura. (Figura realizada por J.L.Tbarra, tomada de las Memorias de excavación 1993, Servicio de Patrimonio de la Diputación de Bizkaia)
sencillos zapatos de cuero sin cordones. Como ya se
ha indicado, los pies y el cráneo de este esqueleto se
disponían de una manera forzada, ajustándose a la
forma que presenta el lecho en el que yace (Figura 9).
Debajo de este esqueleto, en la capa de tierra más
arcillosa se documentaron restos de otro individuo
(esqueleto nº 2), concretamente los huesos del tronco
y el húmero derecho de un individuo adulto, que
poseen un deficiente estado de conservación. Se halla
en posición de decúbito supino y mirando hacia
oriente (Figura 10).
Los restos antropológicos recuperados en ambos
sondeos, ponen de relieve la ausencia de sujetos
infantiles, a excepción de su presencia como inclusiones en el relleno. Aunque son escasos los datos
que manejamos, estas evidencias deben valorarse
junto a algunos datos documentales sobre el entierro
de los niños; en 1663 se manda que se cumpla el ceremonial romano, enterrando a los niños en la Iglesia
matriz, pero separados de los adultos (5).
Si bien la estructura sepulcral descrita debe situarse cronológicamente en el siglo XVIII y su utilización debe abarcar hasta mediados del XIX, en el sondeo 2 dentro del relleno U.E. 3, se documentó una
moneda, datable en época de Felipe III (1598-1621).
Aunque esta evidencia podría interpretarse en relación a la reutilización del relleno interior del templo
una vez construidas las sepulturas, existen datos
documentales que indican que tras la ejecución de las
(5)
AHEB, 5º Libro de Fábrica.
Figura 10. Iglesia de Santa Maria de Gileñes, Sondeo 2: únicos restos
óseos conservados correspondientes al esqueleto nº 2.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
mismas, en 17 59, se procedió a trasladar la tierra
sacada de la iglesia a otro lugar (6).
4. Las cronologías
Como ya se ha indicado, la construcción de la
estructura sepulcral de la iglesia de Santa María de
Güeñes debe situarse en 1756 y 1757. Después de que
en sucesivas ocasiones (1744, 1748 y 1753) (7), el
Visitador del Obispado insistiera en la necesidad de
encajonar el piso de la iglesia, en el 8º Libro de
Fábrica aparecen recogido en el descargo dado en
julio de 1758, los pagos referidos a la "obra del adoquinado" de la iglesia, ejecutada en los referidos
años. Para la misma se trajeron las losas desde la provincia de Asturias, por barco hasta Bilbao y en carros
hasta Güeñes (8).
La continuidad de todo el trabajo de sillería que
hemos podido apreciar a través de los sondeos practicados, nos lleva a pensar que tales losas serían
empleadas tanto para la realización de las cubiertas y
piedras cimeras, como para el enlosado exterior a la
necrópolis, el cual no se había concluido en 1759 (9).
En estos sondeos no se han documentado evidencias arqueológicas de estructuras sepulcrales anteriores a la descrita. Sin embargo, en la documentación
de esta iglesia aparecen abundantes anotaciones en
los Libros de Fábrica sobre prácticas inhumatorias en
el interior del templo desde el año 1508. Asimismo,
en 1512 se informa de la existencia de 34 sepulturas
delante de la capilla mayor (10), y en 1556 se manda
allanar las sepulturas de la Iglesia (11). Por otra parte, desde 1644 hay noticias sobre la existencia de osario al que serían conducidos los restos tras las labores
de limpieza de las sepulturas (12).
Precisamente esta reutilización y los problemas
originados por la feligresía durante el siglo XVII, nos
hacen pensar en una situación peculiar en el régimen
jurídico de titularidad de las sepulturas. Así la casa de
Salcedo es propietaria de trece sepulturas desde al
menos el 1ºcuarto del siglo XVI (13). El mandato del
Visitador a mediados del siglo XVII (14) para que sea
(6)
(7)
(8)
(9)
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Oll
12
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13
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4
0 l
AHEB, 8º Libro de Fábrica. El 21 de junio de 1759 consta el
pago de 154 rs "por quitar la tierra que se sacó de la yglesia y
echarla en el campo".
AHEB, 7º Libro de Fábrica, y 8º Libro de Fábrica.
AHEB, 8º Libro de Fábrica.
AHEB, Ibídem
AHEB, 1º Libro de Fábrica y Finados.
AHEB, 2º Libro de Fábrica.
AHEB, 5º Libro de Fábrica.
AHEB, 1º Libro de Fábrica y Finados.
AHEB, 5º Libro de Fábrica. Visita de 23 de julio de 1661. " Por
cuando su Md fue informado que sobre abrir las sepulturas hay
alborotos y ruidos donde se originan algunas disensiones por [lo]
que mandó a su Tilma que de aquí en adelante se abra la sepultura que estuviese más desocupada y que sea más antigua".
83
abierta la sepultura que estuviese más desocupada y
fuera más antigua, nos induce a pensar que buena parte de las sepulturas no tuviera titularidad privada a
perpetuidad en este siglo. En el siglo XVIII, sendas
Visitas de octubre de 1740 y sobre todo la de mayo de
1744, en relación con la orden de encajonar las sepulturas, acreditan la titularidad de particulares sobre
muchas sepulturas (15), si bien por un período de
tiempo que desconocemos.
Estaríamos, pues, ante un modelo especial de propiedad, que se reactualizaría tras la obra de 17561757, toda vez que, ya concluida, se hace constar un
descargo por el gasto del juez y notario que asistieron
al reparto de sepulturas (16).
Por otra parte, los Libros de Finados no proporcionan información sobre lugar de enterramiento, ni
aparece denominación de sepulturas.
5. Anexo documental: Iglesia de Santa María.
Güeñes
Santa María de Güeñes es una parroquia rica en documentación,
por su antigüedad, en comparación con otras parroquias vizcaínas, y
su riqueza. Dispone de Libros de Fábrica desde 1503 y de Finados
desde 1524.
La documentación consultada se encuentra depositada en el
AHEB, siendo exclusivamente de carácter eclesiástico. Se han vaciado todos los Libros de Fábrica existentes, de 1503 a 1954, y los Libros
de Finados (de 1524 a 1855), si bien éstos presentan algunas lagunas
importantes (del siglo XVI, sólo se dispone de partidas de defunción
de 1524 a 1529; y del siglo XVII de 1603 a 1625). Así mismo se ha
consultado el documento "Notas históricas varias", escrito con posterioridad a los hechos a los que refiere y que viene a ser un resumen de
noticias contenidas en otros documentos.
Dada las numerosas Cajas de Papeles Varios (33, sigs. 21 a 53),
se han consultado aleatoriamente las cajas nº 21, 22-01, 28, 29, 38, 39,
49, y 50, no proporcionando información, por lo que no se incluyen en
la relación de documentación vaciada.
Esta parroquia dispone además de Libros de Cofradías (La Piedad, Rosario, Vera Cruz) y Libros del Cabildo desde el siglo XVI
(Ordenanzas, Decretos, Cuentas, Fundaciones y Aniversarios, Rentas,
etc.).
Relación documentación vaciada:
- Libros de Fábrica:
lºLibrodeFábrica: 1503-1527y lºLibrodeFinados: 1524-1529
(sig. 11-05)
2º Libro de Fábrica: 1526-1556 (sig. 12-01)
3º Libro de Fábrica: 1567-1606 (sig. 12-02)
4º Libro de Fábrica: 1607-1638 (sig. 13-01)
5º Libro de Fábrica: 1640-1672 (sig. 13-02)
6º Libro de Fábrica: 1696-1717 (sig. 13-03)
7º Libro de Fábrica: 1718-1750 (sig. 14-01)
8º Libro de Fábrica: 1750-1804 (sig. 14-02)
9º Libro de Fábrica: 1804-1861 (sig. 14-03)
5
0 J
Oól
AHEB, 7º Libro de Fábrica. Visita del 25 de mayo de 1744. " ...
muchas sepulturas son propias de particulares quienes deberan
contribuir con la parte que cada una correspondiere y según su
sitio regulado por el derecho que se paga o deviera pagar a la
fábrica de rompimiento ... ".
AHEB, 8º Libro de Fábrica.
84
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
10º Libro de Fábrica: 1866-1954 (sig. 15-1)
- Libros de Finados:
2º Libro de Finados: 1603-1625 (sig. 17-04)
3º Libro de Finados: 1711-1760 (sig. 17-05)
4º Libro de Finados: 1760-1780 (sig. 18-01)
5º Libro de Finados: 1780-1794 (sig.18-02)
6º Libro de Finados: 1794-1821 (sig. 18-03)
7º Libro de Finados: 1821-1855 (sig. 18-04)
- Notas históricas varias (sig. 22-03)
1º Libro Fábrica: 1503-1527y12 Libro de Finados: 1524-1529 (sig.
11-05) (s.f.)
- Según el libro "Notas históricas", en el año 1508 hay un mandamiento del Obispo de "Doca" [de Oca] para que el mayordomo de
Ja Iglesia "no venda dos sepulturas que están a Jos lados del altar de Ja
Piedad, de Ja capilla hornecina que está a Ja parte que se dice el Evangelio". No hemos visto este dato en el primer Libro de Fabrica, si bien
tiene el aspecto de faltar hojas al comienzo. Por otra parte, las cuentas
no siguen una sucesión ni ordenada ni cronológica, con anotaciones y
añadidos en letra diferente, y a partir de 1524 se mezclan con difuntos.
- "A ocho días de junio de 1515 años dicho 5 sepulturas a Ja señora Mari Torres de las 8 que tiene y dio por ellas en limosna 7.500 mrs
e salió por ellas Juan de la Puente e paso Ja escritura por ante Martín
de Santa Marina escribano. Queda toda Ja capilla conviene a saber el
altar e Ja tierra que está debajo de las paredes e dos sepulturas que
están en los cantones del altar y entrada y salida para Ja procesión por
de Ja iglesia excepto estas treze sepulturas llanas que son de Ja casa de
Salzedo".
- Cuenta del año 1512. "Yten más es a cargo el dicho Juan de Ja
Puente [mayordomo] todos Jos mrs que por limosna se han de dar a Ja
fabrica de treynta e quatro sepulturas que están señaladas delante de Ja
capilla mayor que fueron apreciadas en ciertos precios de Jos quales y
el pago de ellas ha de dar cuenta el dicho Juan de Ja Puente".
- "Recibo del mayordomo de 1524. El 19 de agosto de 1524
fallesc;:ió Diego Hurtado de Salzedo que santa gloria aya y está enterrado en Ja Capilla de hazia donde se dize el Evangelio porque por 8
sepulturas que están en ella dio en limosna a Ja Iglesia 24.000 mrs y
según dice mandó en su testamento que no se entierre en ella, salvo él
y su mujer Mari Torres Salzedo y en adelante susc;:esive Jos mayores
de aquella casa" [el texto aparece tachado].
A partir de 1524 aparecen partidas de defunción en las que no se
indica ni el Jugar de enterramiento dentro de Ja Iglesia ni denominación de Ja sepultura.
- "Gasto del año 1526. Pagué a Lope Femández de Santa Marina
25 mrs por una obligación de sepultura que compro Hemando hijo de
Juan ...".
- "Gasto del año 1526". Se paga por otra sepultura.
- "Gasto del año 1527". 4 rs se paga por una sepultura.
2º Libro de Fábrica: 1526-1556 (sig 12-01) (s.f}
Aunque no esta indicado en el inventario de Fondos del Archivo
hay partidas de finados, pero sin indicar el Jugar de enterramiento
Visita 1526-junio-29
Sepulturas. "Que todas las sepulturas de Ja yglesia las allanen Jos
herederos de Jos que están enterrados en ellas de manera que estén
iguales dentro de 9 días después de leído este mandato e quiten qualesquiera piedras que varac;:en en Ja dicha yglesia y si no Jo hicieren
dentro del dicho término el mayordomo de Ja yglesia lo haga a costa
de los herederos e Jos quiten de las oras hasta que paguen al mayordomo y quiten de las oras sino Jo hicieren".
Ofrendas. "Yten que por quanto ubo ynformación que abía abido
e se esperaba aver diferencias y enojos y escándalos y otros males
sobre Ja manera del ofrecer y que Doña Mencia de Montehermoso,
mujer de Pedro de Ja Pressa, e Mari Torres y Salzedo, hija de Juan de
Torres y Salzedo y mujer de Juan Galindez de Salzedo, tenían diferencias sobre Ja manera del ofrecer e abida ynformación de Jo que se
a usado de tiempo ymemorial a esta parte se mandó que sólo las seño-
ras de las casas por su hordem como an ofrecido hasta aquí que es la
primera Ja señora de Ja casa de Salcedo y Ja segunda la señora de Ja
Casa de Aranguren y Ja tercera Ja señora de Ja casa de Montehermoso
ofrezcan al presente como suelen y las demás mugeres aunque sean
hijas de las dichas casas siendo casadas sino heredaren las dichas casas
o se casaren con quién las herede vayan a ofrecer a Ja arca como las
otras vecinas del pueblo de manera que asta que herederen las dichas
mujeres casadas e sucedan en las dichas casas ofrezcan a Ja arca como
dicho es e si sobre esto quisieren tener pleito no ofrezcan como Ja
Constitución lo manda y mandóse a Jos curas y beneficiados so pena
de excomunión e de cada 50 rs para pobres de este Obispado guarden
e cunplan Jo sobredicho y eviten de las oras al que Jo contrario hiciere".
Visita 1529-septiembre-21
"Ansímismo queda para Ja yglesia Ja sepultura que avía comprado Lope de Ja obra".
Visita 1554-julio-25
Manda a los curas llevar Jos libro sacramentales. En Jos de finados manda asentar Jos que fallecen y dónde se sepultan, así como ante
quién hacen Jos testamentos y qué mandas encargan.
3º Libro de Fábrica: 1567-1606 (sig 12-02) (s.f}
Visita 1587-octubre-4
Responsos. "Mandó a Jos curas e clérigos de dicha yglesia que
ninguno ande diciendo responsos de sepultura en sepultura sino fuera
a donde hubiere obladas dentro del añal y por las demás sepulturas
digan un responso general por todas las ánimas e quando las mujeres
de las dichas sepulturas que [den] tortas de ofrendas fuera de Jos añales no quisieren levantarse a ofrecer vaya Ja freyla con las dichas tortas a las ofrendas e si la estorbaren e las llebaren e volvieren a sus
casas los curas tengan quenta de ello para dar noticia a los Visitadores
quando viniesen a visitar para que sean castigados con todo rigor por
Jos provisores de este Obispado so pena de excomunión y de cada
1.000 mrs para Ja fabrica de la Iglesia, atento Je consta por ynformación que ha habido muchos incovenientes en Ja yglesia".
4º Libro de Fábrica: 1607-1638 (sig 13-01)
Visita 1616-agosto- l 6
Que no estorben enterrar los cuerpos ni hagan ruido y se pone Ja
forma. "Yten mandó su Md que el abrir de las sepulturas de Ja dicha
yglesia se guarde la Constitución sinodal que sobre ello trata y no se
abran hasta ser cumplido el termino que ella manda y habiéndose
cumplido ninguna persona pueda estorbar con decir que esta allí enterrado a su padre o madre, hijos o nietos, mujer o marido, o otros subcesores ascendientes ni descendientes ni otros ningunos en manera
alguna e que se entierre Ja persona dissa que heredare en Ja sepultura
que Je quieren enterrar conforme Ja costumbre de Ja dicha yglesia y sus
anejas ni sobre ello den voces ni alboroten Ja dicha yglesia en manera
alguna, antes dejen enterrar Jos tales cuerpos libremente en Ja forma
dicha, en virtud de santa obediencia y so pena de excomunión y de
diez rnrs por cada vez a cualquier persona que Jo impidiere y diere ruidos y alborotos en dicha yglesia en que dende luego Jos dio por condenados para Ja lumbre del Santísimo Sacramento de dicha yglesia y
da comisión en forma plenamente con poder de excomulgar y absolver al mayordomo eclesiástico de la dicha yglesia y al del Cabildo y a
cualquiera de ellos insolidum para que Jo haga cumplir y executar
como dicho es" (f. 83).
Visita 1631-agosto-10
Sepulturas. "Yten mandó su Md que de aquí en adelante según Ja
Constitución sinodal de este Arzobispado en el modo de abrir las
sepulturas donde están recién enterrados los difuntos en manera alguna, pena de excomunión y de 4 ds por cada vez, levanten ruido, pendenciones ni quistiones ni alboroten ni inquieran a los sacerdotes
debajo de dichas penas ni censuras y si fueren rebeldes se da comisión
al cura más antiguo para que aga información al Tribunal o de cuenta
a los Visitadores para que los castiguen".
Visita 1633-mayo-23. Visitador, Juan de Estrada
Sobre que Jos seglares no tengan banquetes en entierros. Y que Jos
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
curas no acudan a comer en casas de bauptismos, entierros, etc. Que los
vecinos no hagan concejo en la Iglesia, ermitas ni en sus cementerios.
5º Libro de Fábrica: 1640-1672 (sig 13-02)
Visita 1640-agosto-11
Osario. "Halló su Md que el Osario de la dcha yglesia donde están
los huesos de los difuntos de ella está yndecente porque la red de él es
muy baja, y está lleno de yerba y sin tejado y para que esté con decencia mandó su Md al Mayordomo que se ofreciere de la dcha yglesia en
virtud de santa obediencia y so pena de excomunión mayor... , que
haga levantar la pared del dicho Osario y limpiarlo de yerbas y hacer
un tejado con sus pilares" (f. 9vº -10).
Sepulturas. "Fue su Md ynformado que cuando se abren las
sepulturas en la yglesia para enterrar los difuntos en ella los vecinos y
feligreses tienen diferencia sobre si es de unos o es de otros y lebantan ruydo y alborotos y pueden suceder escándalos y pendencias y
causar perturbación a los oficios divinos y para remediarlo dijo que
mandaba y mandó a los vecinos y feligreses de dicha yglesia en virtud
de santa obediencia y so pena de excomunión mayor y de 3.000 rs
aplicados para Obras Pías para que quando se abriesen las sepulturas
de dicha yglesia para enterrar los difuntos no hagan diferencias ni
lebanten ruido ni alboroto ni causen perturbación en los oficios divinos estando en silencio. Para su cumplimiento se da facultad al beneficiado más antiguo para que al tiempo que se hallare presente evite en
los oficios divinos a las personas que hacen dicho ruido y alboroto y
tienen diferencias". Al margen: "Cumplióse" (f. 11-llvº ).
1644-enero- l 1
Osario:
- Pared. 50 rs a Pedro de Montesono por hazer las escaleras y
levantar la pared del osario.
- Clavazón. 10 rs por el clavazón para el tejado del osario.
- Levantar la madera del osario. 4 rs que pagó el día que se levantó la madera de la dicha obra a los que ayudaron.
- Texa. 38 rs que costaron 600 tejas para cubrir dicho osario
- Acarreo. 6 rs que costó el acarreo de dicha teja (f. 20vº ).
1647-febrero- 2 rs por una pala para abrir las sepulturas (f. 31 vº ).
1651-febrero- l 6
- Escalera. 45 rs y medio que costó hacer la escalera para el osario con acarreo de piedra, cal y arena, oficiales y peones que se ocuparon en ella (f. 56)
Visita 1661-julio-23
Sepulturas. "Por cuanto su Md fue informado que sobre abrir las
sepulturas hay alborotos y ruidos donde se originan algunas disensiones por [lo] que mandó su Tilma que de aquí adelante se abra la sepultura que estuviese más desocupada y que sea más antigua pena de
excomunión y de 4 ds aplicados para la luminaria del Stmo para cuyo
efecto se da comisión en forma al cura más antiguo para que lo execute" (f. 115vº ).
Visita 1663-octubre-23
Entierro de niños. "Otrosí por cuanto fue informado haber algunas disensiones sobre los entierros de los niños y el ceremonial romano manda les separen de los cuerpos mayores, por tanto su Md mandó
que los curas y beneficiados de las yglesias parroquiales de este Concejo pongan y elijan en esta yglesia matriz, no más, lugar sagrado a
donde se entierren a los niños y lo cumplan so pena de excomunión
mayor y mandó a los vecinos de este Concejo no vayan contra esto,
más antes ayuden a los dichos curas a executar este auto" (f. 134).
Visita 1669-diciembre-26
Losa. Al margen: "Está pendiente". "Otro sí su Md halló que junto a la capilla mayor ay una sepultura con una losa levantada del suelo más de quatro dedos lo qua! es contra la ynmunidad de la yglesia a
donde todas las sepulturas han de estar iguales. Mandó su Md a los
curas y beneficiados de dicha yglesia hagan allanar dicha losa que esté
rasa con la misma tierra.pues no es justo que en la yglesia haya preheminencia sin haber título lexítimo y si los interesados le tuvieren
parezcan ante los Sts Provisores de Burgos a exhibirle, que se les oirá,
y guarden justicia" (f. 166vº ).
85
Visita 1672-octubre-23
Arquilla. "Halló que el arca que está bajo del púlpito ocupa y causa indencia y aunque por otros visitadores está mandado quitar verbalmente no se ha cumplido, por lo cual mandó al mayordomo eclesiástico de la fábrica, Pascual de Palazio, que dentro del 3º día de la
publicación de esta Visita, pena de excomunión mayor haga quitar
dicha arquilla del puesto donde está y la ponga en la sacristía o en el
coro en la parte de las dos que le pareciere a propósito" (f.l 95vº ).
Sepultura de esta Fábrica. "Y por cuanto el sitio que ocupa dicha
arquilla es propio de la fabrica y lo bastante para una sepultura mandó su Md que cuando hubiese ocasión se pida licencia para ello, que
su valor servirá para ayuda de dorar el retablo", mandado dorar en
visitas anteriores.
6º Libro de Fábrica: 1696-1717(sig13-03)
1708-junio-15
- 26 rs a Joseph Antonio de San Cristóbal por 645 ladrillos que se
gastaron en enladrillar la Iglesia (f. 160).
1711-junio-16
- 27 rs y medio por 5 días que se ocupó un cantero en componer
el osario y ziminterio (f. 185).
Visita 1714-enero-28
Manda "que en el cuerpo de toda la yglesia se heche una cama de
tierra de calidad que quede a nivel y en igualdad".
"Que entarimen de tabla la sacristía que siga en igualdad la altura de lo entablado con la ínfima grada, entrando en ella, pues no solo
se ha reconocido lo húmedo que está sino es que la bajada y salida de
ella para celebrar está con grande inperfeción".
1714-junio-13
- 5 rs a un cantero por 1 día que se ocupó en componer el enladrillado (f. 207 vº ) .
- A los canteros que compusieron la grada del altar mayor 56 rs
(f. 208).
1715-junio-15
- Replenar. 14 rs dados a 2 hombres por la tierra que han metido
para replenar la Iglesia (f. 213).
- 17 rs y medio que costó la tabla para las tarimas.
7º Libro de Fábrica: 1718-1750 (sig 14-01) (s.f.)
Visita 1720-octubre-24
"Y en atención a que dicha fabrica se halla con caudal bastante, y
que no necesita ornamento por tenerlos decentes mandó su Mrd se
entarime el cuerpo de dicha yglesia, lo que no estuviere enladrillado
haciendo la división de sepulturas y si alguna fuere de algún particular se entarimara a costa de[!] que se intitulase dueño, a que le obligará el Vicario por zensuras y embargo de vienes para cuio efecto le da
su Mrd comisión en forma".
1730-junio-27
- 5 rs que costó un madero para el osario y 5 rs y medio que pagó
por un día que se ocupó un carpintero en componerle y otros 4 rs de
un peón que estuvo con dicho carpintero.
- 4 rs de un día que ocupó en retejar e igualar las sepulturas.
1731-julio-2
- 8 rs de ygualar y componer las sepulturas y limpiar la yglesia
para la festividad de Ntra Sra.
1733-junio-16
- 8 rs a 2 peones a ygualar las sepulturas.
1738-junio- l 7
- 22 rs por 150 ladrillos que compró para enladrillar el suelo de la
dicha yglesia por el coro.
- 22 rs por jornales de 4 días que se ocupó un cantero en asentar
dichos referidos ladrillos y otros 6 rs a un peón que asistió a servir al
cantero.
1743-junio-19
- 5 rs y 17 mrs pagados "por unas tenazas para coxer los guesos
de los cuerpos que se han enterrado en dicha yglesia".
Visita 1744-Mayo-25. Visitador, Thomas Antonio de Garro, canónigo de Burgos
86
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
Encajonar la Iglesia. "Al tiempo de la visita de dicha yglesia
reconoció su Mrd aliarse con prezisa necesidad de encajonarse todo el
piso y sepulturas de ella, y respecto no tener al presente su fábrica
efectos suficientes para ello, sólo una araña de plata que se alla de
prespectiba en el cuerpo de dicha yglesia, sin que la sirba de adorno ni
lusimiento alguno por tener otras también de plata a el mismo fin que
la ermosean y que su valor es el de diez mili rs vellón poco más o
menos y suficiente para dicha obra, además de que muchas sepulturas,
según se ha ynformado a su Mrd, son propias de particulares quienes
deberán contribuir con la parte que cada una correspondiere y según
su sitio regulado por el derecho que se paga o deviera pagar a la fábrica de rompimiento y quedarla para su aumento y desempeños algún
alibio, y para que se logre y ponga en execución conzedía y conzedió
su Mrd lizencia en forma a los mayordomos eclesiástico y secular de
ella para que con interbención del cura de dicha yglesia vendan dha
alhaja de plata a donde les pareciere llebando quenta y razón de su
ymporte, peso y a qué prezio se benefizió, hasiendose cargo en las
quentas que dieren de su producto con la devida justificazión y zitando a los ynteresados en dichas sepulturas, echa traza y condiziones de
dicho encajonao su endesquinao para que quede con todo luzimiento
y perfecta su obra, se fijaren los edictos necesarios en sitios y parajes
donde llegue a notizia de maestros que la ejecuten a toda satisfazión y
vista de otros peritos en el arte [y] se sacará a público remate señalándose día y hora y teniendo presente sea en el que con más asierto se
considere la puede perfezionar aunque sea con algún costo más pues
en ello dicha fábrica lo tendrá de alibio, y encargava y encargó su Mrd
al dicho cura y mayordomos la convenienzia en que rematada que sea
dha obra ... dha fábrica por lo respectibo a las sepulturas que constare
son de particulares con lexítima causa y que les pueda apremiar a la
paga y contribución de lo que cada una debe satisfacer, se les ará saver
con separación a sus ynteresados este Auto para que si bieren les conviene se allen presentes por sí o por terzera persona a el remate de
dicha obra y, estando perfecta o antes a liquidar, lo que cada una deberá contribuir arreglándose en esto a que sea por medida o por prezio
que contribuien otras por razón de rompimiento a la fábrica, y si alguno o algunos de sus yndibiduos no se conformaren y pagaren lo que
así les cupiere en su repartimiento a el día y plazo que se señalare y
quinze días después, se queden dichas sepulturas para desde dicho día
en adelante por de dicha fábrica y pierda el derecho que de ellas podía
tener y ... su Md ... concedió lizencia en forma para uno y otro a dicho
cura y mayordomos con las facultades necesarias ... "
1745-junio-22
- 1 rs que dio por un zesto para sacar los huesos de dicha yglesia
de los difuntos y llevarlos al osario.
Visita 1748-agosto-8
Manda entarimar la yglesia o encajonarla con la mayor brevedad.
Que los días de entierros, exequias, honras, etc., no se tenga comidas
en casa de los difuntos por los muchos gastos que causan.
82 Libro de Fábrica: 1750-1804 (sig 14-02)
Visita 1753-enero-29. Visitador, Juan Francisco Guillen, Arzobispo de Burgos
Entarimado."Por repetidas visitas está mandado se entarime o
adoquine el pavimento desta dha yglesia, lo que asta ahora no ha
tenido efecto, y para que se consiga manda al Cabildo y beneficiados,
que en el término de 15 días primeros siguientes, se congreguen en
el sitio de costumbre y resuelvan la prompta ejecución de la obra de
dicho entarimado o adoquinado del respecto de lo que mereze la hermosura de dicha yglesia, y, en fuerza de la lizencia que les está conzedida para hazer el terno de primera clase, le executaran posterior a
la referida obra nezesaria, supliendo el costo de uno y otro y lo demás
que se considere nezesario para la mayor dezencia del culto divino,
de las rentas de la dicha fabrica" (f. 23-23v 0 ).
1753-junio-1
- 40 rs se le dan a Miguel Diez por ir a la Villa de Munguia con
un maestro de la de Portugalete a reconocer dos partidas de tablas y
ver si eran a propósito para entarimar esta Iglesia (f.32).
- 1 rs por un cesto para sacar los guesos (f. 36).
A partir del diciembre de 1755 La Iglesia de Santa María de Gueñes pasa a depender del recién creado Obispado de Santander, y los
Visitadores proceden ya de allí y no de Burgos.
1756-junio-19
- Después de la Revisión de cuentas, el Cabildo y Mayordomo
secular y eclesiástico acuerdan mandar al siguiente mayordomo de la
fábrica que el alcance a favor de la misma de ese año (15.975 rs) se
emplee en la obra del adoquinado de la Iglesia que está empezada (f.
48vº -49).
1757-julio-5
- Cargo. Ingresos por entierro de 1O niños y 3 personas mayores
(en estos años muchos enterramientos de párvulos ).
- El alcance a favor de la fabrica resulta ser de 18.445 rs y en
cumplimiento de lo ordenado por el Visitador, se manda que se aplique a la obra que se esta practicando en la Iglesia, y se continúe con
ella, por ser de consideración (f. 52vº -53).
1758-julio-8
- Quenta que se le toma a Juan Joseph de San Cristóbal, mayordomo que ha sido de la fábrica de Santa María desde San Pedro de
1757 hasta tal día de 1758 (pero son gastos referidos a 1756 y 1757,
cuando tiene lugar la obra) (f. 56 - 59vº) :"Obra del adoquinado de
dha Fábrica :
- Primeramente de mil fanegas de cal que tome a Pedro de Echebestet dándole cantera de mi quenta y hacienda a 36 mrs fanega, 1.058
rs y 28 mrs.
- 75 rs por recivir y pasar en el carro desde el calero al campo de
la Iglesia.
- Pagué al citado Pedro 1.089 rs por 198 operarios que por sí y
ellos se ocuparon en las canteras de Muneran.
- Más 632 rs y 17 mrs por otros 115 que ocupó al mismo jornal.
- Más al mismo 448 rs y 8 mrs y medio por otros 81 y medio que
ocupó.
- Más al mismo 192 rs y 17 mrs por otros 35 que ocupó en distintos tiempos.
- En el tiempo que se ocuparon estos operarios ... 62 rs y 17 mrs.
- Entregué a Antonio de Bega, mtro cantero, por dos ocasiones
que vino a reconocer la obra y dar sus instrucciones en lo que ocupó
tres días, 75 rs y 10 mrs.
- Por los mismos tres días que tube en mi casa al citado Bega, su
criado y cavallería, su gasto 45 rs.
- Por dos marcos para hacer ladrillo pagué a un carpintero 5 rs y
medio.
- Más 46 rs que mi criado y cavallería gastaron en el mesón de
Marzana en tres días que me fue preciso detenerme en la Villa de Bilbao para recibir las primeras losas que vinieron que fueron 512, incluidos en ellos los que di para refrescar a los marineros que las trajeron,
y otros gastos que ocurrieron.
- 122 rs y 17 mrs en distintos tiempo he pagado por 24 libras y
media de pólvora para las canteras.
- Más por media arroba de pólbora que de Bilbao hize traer melad
de una que Pedro de Echebestet y yo compramos, 50 rs.
- 15 rs y tres quartillos por otras tres libras de pólvora.
- 44 rs que mi criado y cavallería gastaron en Bilbao quando
vinieron las últimas losas que fui a recibirlas y disponer el poner en
Ripa algunos carros de roza para que los carreteros las trajesen incluidos algunos otros gastos que me ocasionaron.
- Más 2 rs que di a Domingo de Garay porque fuese a Gordejuela y Llanteno a buscar canteros.
- A Domingo del Campo, cantero, por lo mismo, 1 r.
- A un cestero por 6 pericachos, 15 rs.
- 10 rs que pague por 116 varas de cordel para cojer los niveles
de la Y glesia y govierno de los adoquines.
- 84 rs de 14 libras de pólvora, a 6 rs cada una que últimamente
se gastaron en la cantera del Juncal.
- Por 5 engarillas, las quatro de tabla zerrada y la restante avierta, incluidos los clavos que se gastaron, 20 rs.
- Pagué a la Viuda de Simón Gutiérrez, 37 rs y medio de una
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
esquadra de hierro, una pica, un martillo, y un trinchante que tasó el
rementero todo necesario para dicha obra.
- Más 15 rs por un madero de 30 pies de largo, del que se hicieron 3 piezas para en el campanario que di de mi monte.
- Más 11 rs por dos carpinteros que se ocuparon en cortar y labrar
citado madero y otro como él para nibelar dicha yglesia y éste le lleve
a mi casa.
- 15 rs que pagué a Joseph de Yandiola, ensamblador, para hacer
el reglón, nivel para nivelar, plantillas para labrar la piedra .... esquadra y otros dos marcos para ladrillo pues los que van cargados no sirvieron.
- 22 rs que pagué al citado Yandiola por dos días que él y su criado ocuparon en quitar y poner el canzel y el embalaustrado de la capilla de Santa Ana.
- 5.550 rs que pagué a mi cuñado Juan Mathias de Sarachaga por
1. ll O losas que de mi orden hizo traer de Asturias a 5 rs cada una.
- 195 rs que pague a Bega por hazerlas sacar desde la lengueta del
Campo de Ripa.
- A Domingo de Zavalia 40 rs por roza que puso en citada Ripa
para traerlos en los carros debajo de las losas.
- Por derechos al Consulado, 27 rs y 25 mrs.
- En tres ocasiones he pagado al citado Zavalia, 120 rs también
por roza.
- A él mismo en otra ocasión y por roza 22 rs.
- Por el porte de las mili de ellas a 2 rs cada una, 2.000 rs.
- Por el de 30 de ellas a medio real, 15 rs.
- Por el de 70, a real, 70 rs.
- Más 1.200 rs por 24.000 ladrillos de la tejera de Zalla a 50 rs el
millar en el año del 56.
- 336 rs por otros 7.000 [ladrillos] que se trajeron en el año del 57
a 48 rs el millar, pues aunque se trajeron 8.000, los 1.000 restantes los
tomamos mi sobrino Bustamante y yo de los que quedaron en pedazos.
- 152 rs y 24 mrs que se gastaron en pan y vino con los carreteros que los trajeron de limosna en días de fiesta.
- Por 44 parejas de bueyes que se han ocupado en toda la obra de
la yglesia a acarretear la piedra para los adoquines, arena, y ripios, 528
rs a 12 rs por día.
- Relación de oficiales labrantes y peones para hacer el martero
- A Domingo de Garay , 22 rs y 12 mrs de 5 días que trabajó en
hacer la cueba en Santana para los huesos a 4 rs y 16 mrs por días,
montan 22 rs y 12 mrs.
- Pagué al citado Garay 156 rs y 3 quartillos por 28 días y medio
que abrir sepulturas ocupó a 5 rs y medio, montan 156 rs y 25 mrs y
medio.
- Más pagué a Manuel ... por abrir las sepulturas 214 rs y medio
por 39 días a 5 rs y medio de jornal, montan 214 rs y medio.
- Más pagué a Joseph de Galindez por 28 días que abrir las sepulturas, travajó a 5 rs y medio de jornal, 154 rs.
- Más pague a Francisco de Amezaga 38 rs y medio por 7 días a
5 rs y medio cada uno [por] abrir sepulturas, etc.
Coste de herramientas:
- Primeramente pagué al rementero 47 rs por los cuños, martillos,
y picos nuevos que para las canteras hizo, 47 rs.
- De composición y rebocar barrenos, 30 rs.
- Por 3.200 puntas a los canteros labrantes 240 rs esto fue el año
pasado del 56.
- Por 5.000 puntas, 375 rs.
- Por barrenos y escodas, 30 rs y medio año del 57.
Total 29.468 rs y medio"
- 150. rs que gasto con el juez y notario que asistieron al repartimiento de las sepulturas cuio costo se mandó por el Sr. Provisor fuese a
costa de dicha yglesia.
- 253 rs a Eusevio de Llaguno, Prior de Santander, por las diligencias que practicó para dicha obra.
- 300 rs que se le abonaron al Mayordomo por los muchos días
que ha ocupado en dicha obra de adoquinado, gastos que ha tenido en
su casa y pérdidas de cobranza pues si tuviese apuntamiento de dichos
87
días, y gastos y solicitase su cobranza importaría mas de cien pesos,
de lo que haze gracia a la yglesia".
- Se añade al final, con fecha 30-noviembre-1760, reconocimiento de las cuenta por Juan Antonio de la Plaza Lombera, Arcipreste de
Santander (f. 61 vº ): 411 rs de jornales de labrar y asentar las losas que
últimamente se trajeron de la Villa de Bilbao y se pusieron debajo del
coro. Resta deber 2.813 rs y medio salvo error que tendrá para la composición del Presbiterio y resto de la enlosadura.
1759-junio-21
- 154 rs por quitar la tierra que se sacó de la Iglesia y echarla en
el campo (f. 64vº ).
El alcance a favor de la fábrica resulta ser de 1.966 rs y 7 mrs que
se ordena se entreguen al mayordomo siguiente, teniendo en cuenta
que hay en poder del mayordomo de los años anteriores, Juan Jose de
San Cristóbal, 3.547 rs y medio para concluir el enlosado y aprontar
material para hacer nuevo Presbiterio (f. 65vº ).
Visita 1763-julio-28
Manda que no se hagan comidas en entierros, honras, novenarios
y cabos de años de difuntos.
1784-junio-14
- 10 rs por sacar la tierra de debajo del coro.
1789-septiembre-24
- 14 rs jornal de 2 oficiales canteros que se ocuparon a componer
las sepulturas (f. 227vº ).
Visita 1796-agosto-13
Manda que se retire a paraje donde no ocupe la tumba que esta en
el altar de San Diego y solo de ponga cuando "haia oferta y días de
ella y entonces una más pequeña".
1802-julio-6
- 16 rs a un cantero por componer las sepulturas y pila de agua
bendita (f. 274 ).
9º Libro de Fábrica: 1804-1861 (sig 14-03)
1805-agosto-6
- 417 rs que costo "componer la guesera con piedras de sillería y
demás materiales competentes por estar caída e indecente" (f. 3 vº ).
1814-mayo-30
- Un cantero se emplea un día en labrar una losa para el adoquinado (f. 23vº ).
De 1824-junio-29 a 1825-junio-29
- 60 rs por 10 operarios en romper el Campo Santo y estraher de
él los huesos del osario de 25 cadáveres a 6 rs (f. 59vº ).
De 1826-junio-29 a 1827-junio-29
- Se ingresan 20 rs de las hojas de las puertas del Campo Santo.
- Por 5 entierros de párvulos, a 4 rs
1840-junio-29 a 1841-junio-29
- Por limpiar el osario.
1848-septiembre-1 l
- 58 rs por el rompimiento del Campo Santo.
1845-junio-29 a 1846-junio-29
- 8.767 rs, según tasación y reconocimiento que hizo el arquitecto Lorenzo Antonio Francisco Muñiz, vº de Bilbao, de las obras que
ejecutó Domingo de Ysasi en la torre y Campo Santo, de cuya cantidad se deducen 300 rs de derechos de dicho arquitecto que vino dos
veces al expresado reconocimiento, se anotan 8.467 rs.
1852-junio-29 a 1854-junio-29
Construcción del Campo Santo detrás de la Iglesia (estará vigente hasta 1900 en que se construye el nuevo cementerio) (f.127 y ss.).
- 100 rs a Francisco de Saracho por la limpieza y demás labores
del Campo Santo.
- 80 rs pagados al tejero por 33 medidas de cal y despojos de
ladrillos para cubrir las urnas del Campo Santo.
- 4 días se ocupa el cantero Jose de Yrazabal por labrar y colocar
una losa para una sepultura.
- 1.256 rs y 12 mrs al cantero Jose de Yrazabal por los días que
se ocupó en la obra del Camposanto.
- 840 rs y medio a Jose de Yrazabal por 129 varas y un pie de
sillería, a 6 rs y medio para dicha obra.
88
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
- 121 rs y medio al dicho Jase por hacer los osarios que ocupo
13,5 días.
- 64 rs a Urruela por 8 días que ocupo en dicha obra.
- 666 rs a Francisco de Saracho por 111 días ocupados en el nuevo Campo Santo y traslación del Osario viejo, a 6 rs.
- A Sebastián de Ocharan, 50 días y medio en dichas obras, 303
rs.
- A Inocencia Hurtado, por 6 días, 36 rs.
- A Manuel de Urruela, por 24 días, 144 rs.
- A Jase de Galarraga 4 días, 24 rs.
- A Pedro Martínez, 87 días, 522 rs.
- 2.115 rs por 211 días que ocuparon los albañiles Benito de Santa Marina y su hijo en construir las urnas del Campo Santo, a 1Ors día.
- Diversos pagos por materiales: ladrillos, baldosas, madera.
- Al dicho Benito por lo que ha obrado en la Capilla del Campo
Santo.
- A los que se ocuparon en la traslación del osario.
- Al carretero Pedro de Echebeste.
- Se va a Galdames para venga el Visitador a bendecir el Campo
Santo.
- 699 rs y 23 mrs a Benito, el albañil, para el completo pago de la
obra del Campo Santo.
- 721 rs por 183 días empleados como sobrestante en la obra del
osario y campo Santo.
- Al final de libro: 1819-Enero. Carta de los mayordomos eclesiástico y secular al Obispo de la Diócesis de Santander, solicitando
licencia para reparar varias cosas que destrozó la irrupción de los franceses en la Iglesia de Santa María del Concejo de Gueñes (tabernáculo, robo de vasos sagrados y algunas alhajas, ornamentos). Entre las
mas urgentes, "colocar las losas del pavimento en lugar de las que despedazaron los franceses". Se concede.
10º Libro de Fábrica: 1866-1954 (sig. 15-1) (s.f.)
1865-junio-29
- 14 rs a 14 peones para sacar y quemar ataúdes del huesario.
1874-enero-2
- 37 rs a Francisco de Saracho por quemar los ataúdes y arreglar
el Campo Santo.
1876-enero-2
- 126 rs por desenterrar y enterrar en otro sitio los huesos de la
huesera a Urruela por 6 días, Aldama otros 6 y a Gregario de Usategui otros 6, a razón de 7 rs día.
- 21 rs a 3 obreros por quitar los escombros de la huesera.
Desde 1899-Mayo-3 a 1900
- Pagos relacionados con la construcción del nuevo cementerio.
Al margen del descargo consta la siguiente anotación: este año
con licencia del Obispo y Gobernador se trasladaron al cementerio
nuevo los restos humanos del cementerio viejo que estaba detrás de la
iglesia, ocupando toda la parte trasera del presbiterio y del altar de los
Dolores construido y administrado que fue por la Iglesia.
- Descargo por la función religiosa cuando la traslación de restos.
Cuenta referida al año 1907
- 3.300 pts al carpintero Ramón Larrea por.entarimar todo el interior del templo parroquial según las bases que contienen en el archivo.
Cuenta referida a 1928
- 219 pts por unas lápidas de mármol nuevo con sus letras doradas.
Cuenta referida al año 1935
- 697 rs por materiales empleados en la entarimación de parte de
la Iglesia
Cuenta referida al año 1948
- 2.576 pts por la tabla para entarimación de parte de la Iglesia
- 222 pts al carpintero
2º Libro de Finados: 1603-1625 (sig.17-04)
3 2 Libro de Finados: 1711-1760 (sig. 17-05)
42 Libro de Finados: 1760-1780 (sig. 18-01)
5 2 Libro de Finados: 1780-1794 (sig. 18-02)
En todos estos libros no hay información del lugar de enterramiento en la Iglesia, ni denominaciones de sepulturas. Sólo proporcionan datos respecto al difunto: nombre, apellidos, parentesco inmediato, si hizo testamento, a quién nombra por heredero, y cuándo deja
mandas para determinados altares, iglesias o ermitas.
6º Libro de Finados: 1794-1821(sig.18-03)
Continúan los enterramientos en el interior de la Iglesia, sin indicar lugar. El 16 de noviembre de 1811 hay un enterramiento en el
Campo Santo; a partir de entonces unas veces se entierra en la Iglesia
y otras en el Campo Santo
72 Libro de Finados: 1821-1855 (sig. 18-04)
Enterramientos en la Iglesia hasta el 13-diciembre-1841, en que
por última vez se entierra en la misma (el cuerpo de María de Amezaga, de 66 años) (f. 112).
En la siguiente partida, del 16-Marzo-1842 (f. 112vº) se dice que
se dio tierra en el Campo Santo el cuerpo de Magdalena de la Torre, y
en adelante siempre en el Campo Santo o cementerio.
2.7. Iglesia de San Pedro de Romaña (Trucíos)
l. Introducción
El edificio actual debió iniciarse como gótico a
principios del siglo XVI, evolucionando hacia planteamientos renacentistas mediado el siglo, cuando los
modelos constructivos eran ya otros (1).
Se trata de un edificio de tres tramos y tres naves
desiguales, la central más ·ancha, y la del Evangelio
más estrecha que la de la Epístola. La nave central
remata en ábside ochavado de tres paños. La cubrición es enteramente en bóvedas de crucería de distinto tipo, sobre columnas en el centro y pilastras en los
lados.
En alzado, las naves laterales son más bajas que la
central en el -1 º tramo, mientras que en las dos restantes alcanzan la misma altura, ofreciendo, en este
ámbito, el aspecto de Iglesia-Salón o columnaria.
Cuenta con un coro alto a los pies de la nave central
en arco escarzano.
Dispone de dos accesos, el principal de tipo clasicista (1 º mitad del siglo XVII), centralizado a los
pies, bajo la torre, y un acceso secundario, gótico,
localizado en el 2º tramo del lado de la Epístola.
Además de la torre barroca, el templo dispone de
sacristía en la cabecera, y de pórtico lateralizado y
enlosado.
Nuestra actuación arqueológica se desarrolló en
(1)
BARRIO LOZA, J.A. y ASPIAZU, R. Patrimonio monumental
de Trucíos, Diputación Foral de Bizkaia /Ayuntamiento de Trucíos / Sociedad Capelastegui, 1991.
LOPEZ NOGUÉS, F.J. "Iglesia de San Pedro de Romaña. Trucíos", en Monumentos de Bizkaia, Diputación Foral de Bizkaia,
1987, T. IV, pp. 164-175.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
dos puntos cercanos del interior del templo. El denominado sondeo A se localizó en el primer tramo de la
nave central, desplazado hacia su límite septentrional
y en contacto con la primera grada de acceso al presbiterio. El sondeo B se abrió en el segundo tramo de
las naves, en el intercolumnio del lado de la Epístola
y próximo al pilar oriental (Figura 1).
89
En función tanto del material utilizado en su construcción como de la forma en que ha sido trabajado o
no dicho material, en estos muros podemos diferenciar tres zonas superpuestas, si bien a este respecto
conviene aclarar que no existe coincidencia morfológica absoluta entre las estructuras examinadas.
Una primera zona, la superior, parte de la cual está
A
[i[IJ
@
B
J:i;1:\J
Figura l.
o
Superficie
excavada
2
1
-
4
-mt
Iglesia de San Pedro de Romaña (Trucíos). Plano y planta de la iglesia, señalando la localización de los sondeos.(Dibujo de J. L. !barra sobre plano de Santiago J. Galaz, publicado en Monumentos de Vizcaya, T.IV. Encartaciones-Bilbao, Bilbao, 1987)
El tipo de evidencias documentadas, prácticamente idénticas en ambos sondeos, nos permiten conocer
en cierta medida la última organización a que fue
sometido el suelo interior del templo en su larga utilización como lugar de enterramiento.
2. La estructura sepulcral
En ambos sondeos el levantamiento del entarimado que sirve de suelo a las naves, puso al descubierto
dos tumbas perfectamente regularizadas y orientadas
según el eje mayor del templo. Cada una de las tumbas se describe como un espacio rectangular en planta (2 x 0,56 m), creado a partir de la intersección de
cuatro muros rectos (Figura 2).
destinada a ser vista y transitada, la componen piezas
en piedra arenisca con formas que se ajustan a tres
modelos en función de su localización: a) en las
zonas angulares que son compartidas por cuatro
sepulturas, fruto de la contigüidad de dos bandas
paralelas norte-sur de tumbas, se han colocado cruces
monolíticas con brazos cortos de longitud desigual.
En el caso de las dos tumbas que nos ocupan, estas
estructuras se documentan en los ángulos de los límites occidentales; b) en las zonas angulares opuestas,
donde no existe otra hilera de sepulturas adyacente, y
por tanto únicamente se establece contacto entre dos
fosas, la piezas cimeras muestran forma de T, con
dimensiones variables en la longitud de sus brazos; y
c) el espacio que media entre las distintas piezas
angulares lo ocupan elementos rectos con formas asi-
90
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
muros norte, oeste y sur de la sepultura del sondeo A
(Figura 3), quedando reducido en el sondeo B al muro
sur. En todos ellos se constata una importante casuística en relación al número, dimensiones y regularidad
de los niveles que componen estos ladrillos, con marcada tendencia a lo homogéneo en el sondeo A y a un
progresivo adelgazamiento en el sondeo B.
Las capas de ladrillo se disponen directamente
bajo las piezas cimeras del muro, complementándose
esta transición con pequeñas piedras de formas irregulares. Éstas sirven tanto de asiento de tales piezas,
como de "relleno", allí donde sus caras inferiores se
muestran marcadamente irregulares o se acusa la
variación de su altura.
Por último encontramos la parte propiamente de
mampuesto, la más baja en el alzado de esta estructura, que se dispone a partir de piedras areniscas de formas, dimensiones y regularidad de su superficie vista
variables, tendiendo a ordenar los elementos en hiladas horizontales (Figura 3).
Figura 2.
Iglesia de San Pedro de Romaña (Trucíos): sepultura
correspondiente al Sondeo B. Se observan los elementos
cimeros del muro perimetral y las tres losas de cubrición.
En primer término el límite oriental de la sepultura.
milables a "paralelepípedos rectos", de longitud
variable. Esta desigualdad en las longitudes también
se aprecia en la altura de las distintas piezas, tanto
comparando unas con otras como observando el total
desarrollo de un mismo elemento. Por el contrario,
comparten una anchura similar oscilante entre los
0,20 y 0,22 m.
Las aristas superiores de estos sillares cimeros,
aquellas que miran al interior de las sepulturas, exhiben pequeños rebajes en ángulo recto entrante, d,e 5060 mm de altura y 40-50 mm de profundidad. Estos,
así como la estrecha franja superior que delimitan, presentan un aspecto liso y un perfecto acabado, en contraste con las superficies laterales de las piezas donde
se aprecian pequeñas improntas del proceso de talla.
En segundo lugar bajo este primer nivel se desarrolla, en lo sustancial, un muro de mampostería que
puede completarse o no con zonas aparejadas en
ladrillo como elemento interpuesto. Este tipo de
material se encuentra sólidamente representado en los
Figura 3.
Iglesia de San Pedro de Romaña (Trucíos): Muro oeste de
la sepultura del Sondeo A. En él se pueden distinguir los
diferentes materiales utilizados en su construcción.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Si comparamos el mampuesto de las estructuras
en los sondeos A y B, se constata un mayor esmero
constructivo en el primero, sobre todo en el muro
oriental, donde ese mayor cuidado se expresa tanto en
la verticalidad constructiva lograda, como en la cuidada selección de piedras de cara plana. Por el contrario, en el sondeo B el mampuesto se presenta, en
general, mucho más desordenado en su disposición y
descuidado en la elección de materiales (Figura 4).
91
labra. En estas mismas caras se han practicado toscos
encajes de 80-90 mm de profundidad y 50-20 mm de
altura, en aquellos de sus márgenes que descansan
directamente en contacto con el rebaje descrito en los
elementos cimeros de los muros.
La losa que ocupa la posición media presenta en
su punto central un orificio con forma rectangular (7 5
x 25 mm), con orientación este-oeste en su eje mayor,
como medio de facilitar el levantamiento de las
cubiertas sepulcrales (Figura 2).
La sepultura del sondeo B presenta además sobre el primer tercio
de la losa de cubrición oriental y
en posición centrada, una indicación numérica correspondiente al
77, realizado mediante una técnica
incisa, con una sección en V muy
abierta. Tal indicación está ausente
de la cubierta del sondeo A.
El área intervenida no permite
evaluar claramente la amplitud
total y organización de este conjunto sepulcral. Las tumbas parecen ordenarse de norte a sur de forma contigua, creando hileras que
se suceden paralelas por las naves,
en el sentido transversal del templo. Los sondeos A y B nos permiten constatar la existencia de al
Figura 4. Iglesia de San Pedro de Romaña (Trucíos): muro SE del Sondeo B, apreciándose dife- menos cuatro de estas hileras:
rencias en cuanto a la calidad de su construcción en relación a los muros del Sondeo
aquellas dos en las que se ha actuaA (ver figura 3).
do arqueológicamente y otras dos
más, dispuestas respectivamente
Un último dato a señalar hace referencia a la zona
junto al límite occidental de ambos espacios intervenidos. Los límites orientales de ambos sondeos apaoccidental de la hilada inferior del muro meridional
del sondeo A, que se encuentra desplazada hacia el
recen como zonas ajenas al uso sepulcral, en concreexterior de manera tal que, en su nivel más bajo, la
to el espacio reservado al presbiterio en el sondeo A
cabecera de la tumba sufre un ligero estrechamiento.
y una superficie enlosada en el B.
Las fuentes documentales consultadas no parecen
Todos los distintos elementos que componen los
muros se unen por medio de argamasa, que también
aludir a un número mayor de hileras que el señalado.
aparece enfoscándolos.
Si bien desde 1657 se hace referencia al lugar de
Estas estructuras sepulcrales descansan directaenterramiento (2), es en 1675 cuando con motivo de
hacer constar el coste de rompimiento de sepultura o
mente sobre una capa formada por tierras de color
inhumación, se indican expresamente cuatro lugares
marrón rojizo y escorias de hierro, a las que se asode enterramiento (3). Para mediados del siglo XVIII,
cian con frecuencia restos arcillosos parcialmente
la época cronológica que más directamente nos intecalcinados. Desconocemos si tales materiales guarresa en este momento, las anotaciones en los libros
dan relación con la estructura de tumbas a la que sirparroquiales se refieren con preferencia a una primeve de base o bien han de ser asociados a la construcra, segunda y tercera grada o fila, al señalar el lugar
ción general del templo. Este relleno se rebajó, pundonde será enterrado un feligrés difunto. Muy espotualmente, unos 0,20 m en un caso y 0,40 m en otro,
sin llegarse a localizar el sustrato natural.
Las tumbas aparecen cubiertas por tres losas plaComo lugáres de sepultura se citan: "bajo de las gradas", "granas de piedra arenisca, con formas de tendencia cuada de medio", "primera grada", "primera ylera", "ylera de
drangular. Sus caras superiores se presentan alisadas,
medió" (AHEB, 2° libro de Fábrica).
"gradas arriberas", "segunda grada", "última grada" y "bajo las
frente a las inferiores, donde se aprecian pequeñas
gradas". (AHEB, 4Q libro de Fábrica).
improntas como evidencias de los trabajos para su
(l)
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
92
rádicamente se hacen anotaciones tales como: " ... se
entierra a Manuel de Talledo en la última grada .. " que
consideramos debe interpretarse como correspondiente a la cuarta, habida cuenta de que tal mención
figura junto a referencias expresas a alguna o todas de
las otras tres hileras de sepulturas que siempre son
citadas por su número de orden.
De ser así, las cuatro hileras documentadas en los
sondeos se organizarían por parejas, separadas entre
sí por un espacio a modo de pasillo. Esta zona divisoria vendría a corresponderse con la superficie enlosada observada en el límite oriental del sondeo B
(Figura 2) y que se prolongaría hasta entrar en contacto con la hilera de sepulturas inmediatamente anterior, a la sazón la segunda a partir del presbiterio.
Según los cálculos realizados sobre la distancia
que media entre los límites oriental (sondeo B) y
occidental (sondeo A) de las hileras excavadas, dicho
pasillo tendría suficiente amplitud como para albergar una nueva hilera de sepulturas, que vendría a
aumentar el cómputo total hasta un número de cinco,
lo que no parece cuadrar con las fuentes documentales.
Quedarían por tanto las sepulturas ceñidas a los
dos tramos delanteros de las naves, correspondiendo
a cada uno de los tramos un par de hileras, sin poder
precisar la superficie que ocupan en las naves laterales. El tercio trasero del templo, bajo el coro, resultaría ajeno a la necrópolis, presentándose como una
superficie enlosada de ingreso al templo (4).
En el sondeo A se exhumaron restos pertenecientes a dos individuos. El primero de ellos (Esqueleto nº
1) se correspondía con un adulto y ocupaba una posición estratigráfica alta dentro del relleno sepulcral,
siendo, por tanto, el de cronología más reciente y
representando lógicamente el momento final de utilización de esta sepultura.
Dicho esqueleto se encontraba en posición anatómica (Figura 5), adoptaba la posición de decúbito
supino y miraba hacia el este. Sus brazos aparecían
flexionados haciendo descansar las manos, tal vez
entrelazadas, a la altura de la parte baja del abdomen.
Su estado de conservación era deficiente, a menos en
lo que respecta a tronco y cintura pélvica, limitada a
una débil huella adherida al terreno, que, sin embargo, sigue conservando su morfología debido a la
impronta, que por el propio peso, dejó el cadáver en
el terreno subyacente. En este frágil estado se documentaron asimismo los huesos del carpo y el radio y
cúbito izquierdos. Por el contrario, las extremidades
inferiores, en posición extendida, se mostraban consistentes al tacto. Por último, en relación a la estructura craneal, faltaba la porción mandibular.
3. Las inhumaciones
En base a la documentación consultada, resulta
interesante reseñar que en esta iglesia, a diferencia de
lo que ocurre en la parte occidental del Señorío, las
sepulturas carecen de denominación, y las inhumaciones se producían, a menudo, en función de la disponibilidad en el recinto sacro. El 1º Libro de Finados (1624-1672) revela que hay enterramientos asimismo en la Capilla de Ntra. Sra. (1629) y en la Capilla de San Joan (1630). En este mismo documento
además, se cita en dos ocasiones "mandó enterrarse
en la sepultura que aya mejor disposición" (1631), a
diferencia de otros mandatos comunes a las iglesias
de la zona occidental tales como " .. en la sepultura de
su apellido", o " .. en la de su casa".
Las sepulturas excavadas aparecen ocupadas por
inhumaciones individualizadas, si bien no resultan
concordantes en cuanto al número total de ocupantes
que se documentan.
">
En 1679 se anotan pagos por' el enlosado de la zdria' del bajo
coro, en cumplimiento de las órdenes dadas por el Visitador en
1676 (AHEB, 4º Libro de Fábrica).
Figura 5. Iglesia de San Pedro de Romima (Tiucíos), Sondeó A:
esqueleto nº 1, correspondiente a un adulto.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
La segunda inhumación (Esqueleto n.º 2) pertenecía a un infantil y se encontraba depositado en el fondo de la fosa sepulcral, ocupando su tercio oriental.
De su esqueleto sólo la cabeza, el tronco y las extremidades superiores se presentaban en conexión anatómica, indicando una posición de decúbito supino
orientada hacia el este. En tanto sus extremidades
inferiores, también deficientemente conservadas, se
localizaron ligeramente desplazadas hacia el límite
septentrional de la sepultura y relacionadas con otros
restos óseos infantiles sueltos y escasos en número.
Todo este conjunto se hallaba cubierto por una capa
de cal también limitada en su extensión (Figura 6).
Figura 6. Iglesia de San Pedro de Romaña (Trucfos), Sondeo A:
esqueleto infantil desplazado hacia Ja zona occidental de la
sepultura y cubierto con cal.
El lugar ocupado por este esqueleto en la fosa y la
posición relativa de los restos óseos que conserva,
nos induce a pensar que éste no es el lugar de su
deposición original sino más bien el fruto de un desplazamiento intencional. Tal vez obligados a utilizar
esta sepultura en un plazo anterior al de la descom-
93
posición completa del cadáver, éste fue arrinconado y
cubierto por una capa de cal, cuya extensión se limita prácticamente a lo que dichos restos infantiles ocupan, procediéndose a depositar un nuevo individuo,
tal vez el Esqueleto nº 1, en una posición más alta.
El sondeo B se encontraba ocupado por un único
individuo, de edad adulta, que fue depositado prácticamente sobre el fondo de la fosa. Se presenta completamente articulado, en posición de decúbito supino y mirando hacia el este. Las extremidades inferiores aparecen extendidas y juntas mientras que las
superiores se doblan, separadas del cuerpo, haciendo
descansar las manos sobre el tórax. Su estado de conservación difería según partes anatómicas, siendo las
más alteradas las correspondientes al tronco y pelvis.
El cráneo se hallaba deteriorado fundamentalmente
en la zona maxilofacial, faltando la mandíbula.
Todos los cuerpos aparecen depositados en contacto directo con el relleno terroso que los cubre, el
cual presenta un alto contenido en escoria de hierro,
repartida en fragmentos de pequeño y mediano tamaño, así como una alta presencia de pequeños fragmentos de teja o ladrillo. Si bien no se han conservado restos textiles, se ha verificado sin embargo una
alta frecuencia de piezas de zapatos de cuero. Se trata en todos los casos de partes completas de zapato o
bien de algún elemento suelto, fundamentalmente
suelas con la puntera redondeada o apuntada.
La presencia de tales elementos no deja de ser un
dato cuando menos curioso, en unos rellenos que se
muestran ciertamente libres de restos óseos o ajuar.
La frecuencia de restos óseos humanos desconexionados, que sin duda informan sobre el uso continuado de un espacio sepulcral, es ciertamente baja en
relación a lo apreciado en otros templos estudiados, y
quizá algo menor en el sondeo B que en el A.
Esta moderada presencia de fragmentos óseos,
fundamentalmente huesos cortos en la tierra de relleno, debe relacionarse sin duda con una práctica de
limpieza de los restos de la inhumación que viene
ocupando una fosa, que ha de ser nuevamente utilizada. Desde al menos 1640 está documentada la existencia de una osera donde se vacían los huesos de los
difuntos (5).
Esta labor de limpiéza debió afectar además a lo
que interpretamos como ajuar funerario, ya que este
tipo de evidencias se caracterizan también por su
escasez. Sin embargo, paradójicamente, las piezas de
calzado son muy frecuentes, componiendo numéricamente la parte más importante del total de restos culturales exhumados.
El 19 de abril de 1640 se paga a 10 oficiales de cantería por "acer
la hosera a donde se echan los huezos de los difuntos", (AHEB,
2. 0 libro de Fábrica).
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
94
4. Las cronologías
Desconocemos la fecha exacta de construcción de
la estructura sepulcral que hemos venido describiendo, aunque todos los indicios disponibles hasta el
momento nos permiten situarla en tomo a los años
centrales del siglo XVIII.
Entre los Libros de Fábrica parroquiales no se ha
conservado el que debió contener lo acontecido en
este templo entre 1741 y 1762. En los libros anteriores a la primera fecha citada no se recoge mención
alguna que permita concluir sobre la existencia de
una estructura como la documentada en los sondeos
A y B o donde se sugiera la necesidad de acometer su
construcción a fin de "actualizar" el uso supulcral del
interior del templo.
Esta última cuestión tampoco figura entre las anotaciones realizadas a partir de 1762 (6). Sin embargo,
una década más tarde, comienzan a registrarse partidas esporádicas de gastos referidos a "losas que se
han puesto en las sepulturas", lo que nos lleva a pensar que para las fechas en que se recupera la seriación
documental, ya está erigida y activa la estructura descrita.
Debemos también añadir que la estructura sepulcral de otros templos estudiados como son San Martín de Arteaga en Zamudio o Santa María de Güeñes,
cuya construcción data de 1750 en el primer caso y de
1756-57 en el segundo, y que presentan semejanzas
morfológicas con lo encontrado en San Pedro de
Romaña, permitirían situar la fecha de ejecución de
esta necrópolis hacia la mitad del siglo XVIII.
En este sentido, la visita de 8 de octubre de 1655
pone de manifiesto la existencia de un suelo irregular,
consecuencia de que los enterramientos se producen
directamente en la tierra que conforma el suelo de las
naves, obligando a arrasar éste de forma periódica
(7). En este sentido, a nivel superficial, la construcción del XVIII dota al templo de un piso sólido, nivelado y regular que permite el fácil tránsito de los feligTeses.
Como ya se ha comentado, las fuentes documentales consultadas señalan, para el siglo XVII, una
ordenación de las sepulturas en gradas o yleras contabilizándose un número total de cuatro (3). Las menciones se refieren siempre a una primera grada o arribera, a una grada media y a una grada última o bajera. Junto a esto se señala también la posibilidad de ser
enterrado " fuera de las gradas " o "bajo de la grada",
que cabe interpretar como la hilera número cuatro,
habida cuenta de su consideración como un espacio
individualizado con identidad equivalente a cualquie-
ra de las otras tres gradas citadas expresamente por su
número de orden.
En el templo parroquial de Trucíos, se establece
que por el rompimiento de sepultura se debía abonar
a la fábrica un pago determinado cuya cuantía variaba en función del sexo del inhumado y, fundamentalmente, de la grada elegida para su entierro (8). Esta
circunstancia nos permite situar las gTadas como
transversas al eje mayor del templo, sucediéndose
contiguas desde el presbiterio hacia el coro, lo que
permite graduar su importancia social y económica
de acuerdo con su proximidad o lejanía del altar.
Los cargos resultan diferentes para hombres y
mujeres así como por su proximidad al altar. En la
grada arribera el precio es de 30 reales para las mujeres y 16 para los varones, en tanto que en la segunda
grada lo es de 15 y 11 respectivamente. En la denominada última grada, el rompimiento de una sepultura en el caso de una mujer suponía 9 reales y 7 en el
caso de un varón; por último, bajo de las gradas o fuera de las gradas, en lo que sería la cuarta hilera, el precio era de 5 reales para una persona adulta, sin diferenciar sexo, y de 2,5 reales en el caso de los párvulos.
La zona denominada "bajo de las gradas" figura
siempre como la de menor precio, lo que revela una
localización final en la serie de hileras y en la trasera
del templo. Un dato cuando menos curioso sobre esta
grada última es el hecho de ser la única donde el sexo
del inhumado no lleva aparejado diferenciación en la
tasa por inhumación (4).
Esta ordenación de las sepulturas será el esquema
que se perpetúe, renovado, en la construcción del
siglo XVIII. Durante este siglo las anotaciones en los
libros parroquiales, se refieren con preferencia a una
primera, segunda y tercera gTada o fila, al señalar el
lugar donde será enterrado un feligrés difunto. Muy
esporádicamente se hacen anotaciones tales como:
" ... se entierra a Manuel de Talledo en la última grada .. ". El lº libro de Finados (1642-1672) revela que
hay enterramientos asimismo en la Capilla de Ntra.
Sra. (1629) y en la Capilla de San Joan (1630).
S. Anexo documental. Iglesia de San Pedro de
Romaña (Trucíos)
La documentación examinada en esta parroquia, de carácter eclesiástico, se encuentra depositada en el AHEB.
Se han vaciado los Libros de Fábrica, de los que existe serie continuada desde 1611hasta1973, y el!º Libro de Finados (1624 a 1672).
Los Libros de Cofradías (Animas, Rosario y Vera Cruz) han sido
(S)
(6)
(7)
AHEB, 6º Libro de Fábrica.
AHEB, 2º Libro de Fábrica.
En la Visita de 1695 se establece la reducción del derecho de
rompimiento de sepultura en una tercera parte, debido a la presión de los vecinos que consideraban el precio excesivo, por contar la fábrica con otras rentas (AHEB, 4º libro de Fábrica).
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
también consultados, pero no proporcionan noticias relevantes para la
investigación por lo que no han sido incluidos en la relación de vaciado
de Archivo. Los restantes Libros de Finados, de 1672 a 1890, no han sido
consultados, dado que existían noticias sobre inhumaciones en los Libros
de Fábrica. El 9º Libro de Fábrica (1881-1973) no ofrecía noticias de
interés, por lo que no se reseña en el vaciado de la documentación
Relación documentación vaciada:
- Libros de Fábrica:
1º Libro de Fábrica: 1611-1631(sig.08-02)
2º Libro de Fábrica: 1632-1665 (sig. 08-03)
3º Libro de Fábrica: 1666-1673 (sig. 09-03)
4º Libro de Fábrica: 1675-1713 (sig. 14-05)
5º Libro de Fábrica: 1714-1740 (sig. 08-04)
6º Libro de Fábrica: 1762-1795 (sig. 08-05)
7º Libro de Fábrica: 1796-1824 (sig. 09-01)
8º Libro de Fábrica: 1824-1842 (sig. 07-04)
- Libros de Finados:
lº Libro de Finados: 1624-1672 (sig. 09-04)
1º Libro de Fábrica: 1611-1631 (sig. 08-02)
Visita 1612-julio-10
El visitador ordena que saquen dos piedras que hay en el interior
de la yglesia al exterior. "Y ten alló su Md que en la yglesia ay dos piedras que solían estar .... y pilares de la yglesia biexa y están inde\:entes. Su Md mandó al mayordomo de la yglesia que dentro de 8 días las
aga echar fuera de la dicha yglesia".
1612-octubre-23
Cargo. Sepulturas: Se cobra por derechos de enterramiento en el
interior de la iglesia, indicando el nombre del fallecido, pero no la ubicación de la inhumación, textualmente se dice "por la sepultura, manda y ornamentos de ... "
1614-julio-2
- 2 ducados por la grada que hizo en la yglesia Lucas Terreros.
- 54 rs que costó sacar la tierrá de la yglesia para igualar el suelo
de ella.
1616-agosto-30
- Cargo. Sepulturas: se cobra por derechos de enterramiento
como en cuentas anteriores.
1625-noviembre-30
- Da por descargo 275 rs "que parece ha pagado a Pedro de la
Huerta, cantero, vecino deste valle, por el enlosado de la mitad de la
yglesia y lo de la portalada principal y seis canes para el cimiterio
como de su carta de pago consta firmada de Juan de Pando y Esteban
de Llaguno en la misma fecha".
2º Libro de Fábrica: 1632-1665 (sig. 08-03)
En los cargos continúan apareciendo cobros por derechos de enterramiento en el interior de la Iglesia, pero no consta en dónde son enterrados, sólo el nombre del difunto.
1632-diciembre-21
- [Al margen] Partición de sepulturas. 16 rs que costaron bajar las
sepulturas para hacer las gradas nuebas del altar.
- Gradas del altar mayor. 36 rs que costó llevar la tierra para
lebantar las gradas del altar mayor.
- Cantero. 80 rs a Pedro de la Huerta, maestro cantero, 40 rs por
el pedrestal y los otros 40 por quenta de las gradas y altares que se
hacen en la dicha yglesia, de que mostró carta de pago ante el escribano, su fecha en 21 de diciembre de 1631.
1633-diciembre-20
- 12 rs por la visita que hizo Fray Loren\:o a ver el losado que se
hizo en dicha yglesia.
- Cantero. 80 rs que dio a Pedro de la Huerta, cantero, a quenta
del losado y gradas del altar mayor.
1635-enero-3
- Cantero. 400 rs a Pedro de la Huerta, maestro cantero, que fue
en quien se remató las gradas de la dcha yglesia del altar mayor, pero
no se paga esta partida por no estar echa la obra.
95
- 400 rs gasto de cavar un pedazo de la yglesia junto a las gradas
con 2 obreros en un día.
1635-diciembre-20
- 12 rs que costó ec.har la tierra para hacer el losado que hizo
Pedro de la Huerta, cantero, vecino de Trucíos.
- 6 rs [gasto] que hizo Fray Gordanes de tasar el pedestral y losado que hizo Pedro de la Huerta, cantero, nombrado el primero por la
iglesia.
1636-diciembre-21
- 18 rs de piedra, cal y arena para el pedrestal.
- Cantero. 50.320 mrs que el mayordomo anterior pagó a Pedro
de la Huerta, maestro cantero, de la obra que hizo en el pedrestal y
losado de que mostró carta de pago finiquito ante Pedro Pérez, escribano, su fecha 3 diciembre 1635.
1640-abril-19
- Cantero. "A 1O oficiales de cantería que se ocuparon de acer la
hosera a donde se echan los huezos de los difuntos a 4 rs, por día cada
oficial, hasta 1.360 mrs".
- Piedra. "Yten de allegar la piedra necesaria para dcha hosera y
hacer el mortero, 12 rs".
- Escalera. "24 rs de 6 oficiales de cantería que hicieron las escaleras que están junto al osario ques donde baja la procesión".
Visita 1655-octubre-8
Sepulturas. Que se allanen. "Y por quanto el suelo de la yglesia
está con muchos altos y bajos y la causa es porque las sepulturas cuando entierran los difuntos las dejan con más tierra de la que es necesaria causando en esto disconformidad en cuya consideración mandava
y mandó a los herederos y cavezaleros de los tales que sean enterrados
las arrasen y pongan igual con el suelo y dejen limpias y lo mismo aga
el mayordomo de la yglesia por lo que tocare a la fábrica allanándola
toda y cubriendo algunas calaveras que están descubiertas o sacándolas y llevándolas al osario por la indecencia que lo dicho se causa y lo
cumplan los unos y los otros dentro de 15 días que corran de la publicación de este Auto en birtud desta obendentia y de excomunión
mayor y de quatro ducados aplicados en la forma antes dicha".
1657-diciembre-20
Cargo:
- De la sepultura, ornamentos y manto y manda de Madalena de
Collado, 13,5 rs porque se enterró "bajo de las gradas".
- Idem de María de Loredo 13,5 rs "porque se enterró debaxo de
las gradas".
1661-febrero-16
Cargo:
- "De la sepultura, homamento, manto y manda de Fhelipa de
Pando 12 rs que se enterró bajo de las gradas que murió sin testar".
-De la sepultura de un niño de D. Antonio de Urrutia 16,5 rs "que
se enterró en la sepultura encimera".
- Hasta el final del libro (1665) se continúa enterrando en las gradas.
Descargo:
- Terraplenar. 18 rs "que costó terraplenar la iglesia y igualar el
cimiterio".
3º Libro de Fábrica: 1666-1673 (09-03)
1667-junio-3
Cargo. Sepulturas:
- Yten se le cargan de los derechos de la sepultura de Pedro Calera de la Revilla "en la grada arribera", 1.037 mrs, "ornamentos, capa
al entierro y nobeno".
- De la sepultura de Pedro de Pando 1.513 mrs "en la ylera arribera, ornamentos, capa al entierro".
- De la mujer de Sancho de Angulo "bajo de las gradas con ornamentos", 476 mrs.
- 1.037 mrs de la sepultura de Issavel de Castañada, "en la grada
arribera".
- De la sepultura de Felipe de Larrea "en la grada de mº ", 629
mrs.
96
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
- De la sepultura de Francisco de Carranza "en la grada de
medio", 1.037 mrs.
- De la de Simon García "en la grada de mº ", 663 mrs.
- De la sepultura de Sebastián Garsía "bajo de la grada con ornamentos de entierro", 476 mrs.
- De los ornamentos del entierro de Tomas de Trusios que murió
en Castilla, 204 mrs.
- De Ja sepultura de Estevan de Llaguno "en la grada arribera",
1.039 mrs.
- De Jos derechos de ornamentos, manto y manda y 9 días de Sancho de Angulo "fuera de las gradas", 366 mrs.
- De la sepultura de Diego López "en Ja grada de medio", 1.030 mrs.
- De la sepultura de Domingo Machin "en la grada de medio",
1.240 mrs
- De la sepultura de Pedro de Allende "en Ja grada de medio", ...
- De la de Martín de Quintana "en Ja primera grada'', 789 mrs.
- De Ja sepultura de Jeronimo de la Quintana, 789 mrs.
- De la sepultura "de niños fuera de Ja grada", a 85 mrs cada uno.
- De la sepultura de un niño de Francisco de la Paliza, y otro de
Pedro de Llaguno, otro de Pedro de Urdiales, otro de Juan López, otra
niña de Mª Santos de Ja Huerta, otro de Pedro Calera de Ja Calera, otro
de Pedro de Carranza, otro de Mateo Garsía, otra niña de Basilio de
Capetillo, otro de Pedro Herrero, otro de Antonio de Somoqto., otro de
Felipe de la Paliza, otro de Felipe de Mirones, que importan todos a
85 mrs cada uno, 1.105 mrs.
- De Ja sepultura de un niño de Antonio de Urutia "en Ja grada
·
arribera'', 255 mrs.
1669-septiembre 21
Cargo:
- Por Ysabel de la Huerta "en la grada primera", 32 rs y medio.
- De un niño de D. Antonio de Urrutia, 8 rs.
- De Catalina López "en la grada de abajo", 14 rs.
- De Madalena de Carran9a "en la primera ylera", 38 rs y medio.
- De Juan de Loredo "en Ja ylera de medio", llebáronse los ornamentos a su casa, 3.833 mrs (24 rs y medio).
- De Fhelipe de la Palenque "en Ja grada primera" 20 rs y medio.
- De Marta de Loredo "abajo de la grada", 14 rs.
- De María Sainz de la Huerta "debajo de Ja grada", 14 rs.
- De Catalina de Llano, "abajo de la grada", 14 rs.
- De Madalena de Lugo "bajo de las gradas", 12 rs y medio.
- De Mari Flores de la Torre "en la grada bajera", 16 rs.
- De Santiago de Loredo "en la grada bajera", 14 rs.
- De Francisca de Ja Garma "en la primera ylera'', 38 rs y medio.
- De Pasqual de la Tajada "en la grada primera", 44 rs y medio.
- De Catalina de Ja Garma "en la grada bajera", 12 rs y medio.
- De Lucas de Cariga "en la grada bajera", 16 rs y medio.
- Por el entierros de 12 niños, 2 rs y medio cada uno.
Visita 1669-diciembre-13
Que no den refrescos. "Otrossí su Md fue ynformado que en la
yglesia de este Valle hay de abuso que los entierros y honrras de los
difuntos los eclesiásticos y otros compelen a los herederos o testamentarios del dicho difunto además de los derechos funerales que den
dos vezes refresco de pan y vino a los eclesiásticos y otros seglares
que se juntan y lo que es más abominable que el dicho refresco de
comer y vever lo hacen en el choro de la yglesia mezclados Jos eclesiásticos y seglares que es en deservicio de Dios Ntro Señor y poca
reveren9ia de un templo y en perjuizio de los difuntos y sus herederos
pues hera más justo gastarlo en sufraxios que no en semexante profanidad para cuyo remedio mandó su Md a los dichos sacerdotes y a
otros de cualquier estado y condición que sean que de aquí adelante
los dichos sacerdotes estén contentos con el estipendio conforme de
costumbre tienen de llevar en los funerales de los difuntos que no tengan ni hagan tener semejantes comidas y vevidas que llaman refrescos
no solamente en el choro sino en otra ninguna parte y mandó a Jos
susodichos y otros cualesquiera seglares no den ni se junten en sitio
alguno a tomar dichos refrescos, lo cual cumplan pena dexcomunión
mayor y que sean castigados". (f. 12-19)
1670-agosto-21
Cargo:
- Ingresos en concepto de 10 sepulturas de niños; no consta dónde son enterrados, sí quienes eran sus padres.
Visita 1672-noviembre-19
Charidades. "Por quanto su Md ha sido informado que quando
falleze qualquier pheligrés desta yglesia el día del hentierro noveno y
cavo de año al heredero o persona a cuyo cargo está el hacer los sufragios por su alma a las personas que veneran ellos se les da y rreparte
dentro de dichas yglesias pan vino y carne haciendo senttar así a los
hombres como a las mujeres en yleras desde Ja puerta de la yglesia hasta las gradas del altar mayor que llaman charidades lo qual causa yndecencia y además de estar prohibido por Constituzión y para que aquí
adelante se evite semejante abuso ... manda y mandó que de ninguna
manera Jos dichos herederos y testamentarios den dichas charidades
dentro de Ja yglesia su zementerio ni en otra parte, sitio, ni lugar sagrado pena de excomunión mayor".
Lápida. Cumplido. "Otrossí halló su Md que en la capilla mayor
de esta yglesia y pegante a la ínfima grada al lado de la Epístola haver
una bulto muy alto de el suelo y sobre unas piedras una lápida ancha
y larga que dicen ser hentierro de los sazerdotes que por estar tan
levantada causa yndezencia y más estando en semejante sitio y ser
contra Jo dispuesto por la Constitución sinodal de este Arzobispado
para remedio de lo qual mandava y mandó al mayordomo lego de esta
yglesia que dentro del tercero día de la publicación ... haga quitar y
quite las dichas piedras que están devaxo de la dicha lápida y la embuta en el superfi9ie de Ja tierra de manera que venga enybel con la planicie del enlossado de junto a las gradas del altar mayor... , y asímesmo, debaxo de dichas penas y censuras que arriva le van ynpuestas y
dentro de dicho término, corte y sierre el banco largo y rasso que está
al lado de la Epístola junto al altar de Ntra Sra del Rosario que sobrepone hasta Ja segunda grada del presviterio de forma que qualquier
seglar que se sentara en él ponía Jos pies en dicha grada y se hallava
en lugar tan preheminente como el sacerdote quando empieza la missa y causa yndecencia e yrreberencia de manera que ni con tres pies
no llegue a la dicha ynfima grada''.
4º Libro de Fábrica: 1675-1714 (sig. 14-05)
Al comienzo de las cuentas consta:
"El romper las sepulturas importa en las gradas arriberas para
embra, 30 rs. Siendo para barón en la misma grada ymporta dicho
rompimiento, 16 rs.
En la segunda grada siendo embra a de pagar 15 rs. Siendo para
hombre en Ja misma grada a de pagar 11 rs.
En la última grada siendo embra a de pagar 9 rs y si fuere varón
7 rs.
Por los ornamentos sacarlos de Ja yglesia se an de pagar 6 rs.
Por el manto, 1 rs; al Hospital real y medio.
El rompimiento de sepultura bajo de las gradas siendo persona
mayor a de pagar 5 rs, y siendo niño 2 rs y medio".
"Conforme a la moderación que hizo el Señor Visitador el año del
95 [1695] importan las sepulturas en las gradas arriveras siendo embra
20 rs. Siendo varón, 10 rs y 3/q.
En la segunda grada, siendo hembra 10 rs, siendo para hombre 8
rs y 24 mrs.
En la última grada siendo hembra 6 rs y siendo barón 4 rs y 4 mrs.
El rompimiento de las sepulturas bajo de las gradas siendo para
persona mayor 3 rs y medio, siendo niño 14 quartos.
Sacar Jos ornamentos fuera de la yglesia 3 rs; dentro de Ja yglesia,
real y medio. Manto, 1 r. Hospital, real y medio.
Con que la sepultura arrivera de una mujer con manto y bestimentas a cassa importa 28 rs con su noveno, siendo barón en la misma forma de arriva 19 rs y 1/q. En la segunda grada siendo hembra con
Jo de arriva dicho 18 rs y medio, siendo hombre 17 rs y l/q. En Ja última grada siendo hembra 14 rs y medio y siendo barón 13 rs y 1/q".
Visita 1676-junio-16
" ... y porque debajo del coro en el cuerpo de esta iglesia está niuy
malo con algunos oyos mandó se enlose en la mejor forma que sea
posible componiéndolo de9entemente ...".
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
1678-marzo-29
Descargo:
- 55 rs a los oficiales que se ocuparon en componer y asentar las
losas en el estrivo.
- 12 rs que se gastaron con los maestros que remataron el enlosado y en el concierto con los vidrieros.
1679-septiembre-23
- 156 rs que costó el enlosado con orden y licencia del Visitador que se hizo en dicha iglesia y que por declaración de maestros
importó dicha cantidad.
1695-junio-18
- Osario: más 104 rs del coste del osario en los mismos en que se
remató.
Visita 1695-agosto-3 l
Lápida. "Otro sí allá que en la capilla mayor y pejante a la ynfima grada a el lado de la Epístola, ay una lápida ancha y larga que se
dize ser entierro de los sazerdotes la qua! esta lebantada de la tierra
zerca de media bara y es feo e indezente y contra lo dispuesto por
Constituziones signodales deste Arzobispado y así se les manda a los
curas y benefiziados que al presente son y en adelante fueren que dentro de ocho días de la publicazión deste Auto pena de excomunión
mayor y de beinte ducados aplicados conforme a conzesiones apostólicas undan dicha lápida devajo de la tierra de forma que este enibel de
ella y no sobreponga cosa alguna y no lo haziendo se da al mayordomo y feligreses de dicha yglesia para que sin incurrir en pena ni cablunia alguna la echen fuera de dcha yglesia por conbenir así al servizio
de Dios y buena administración de justicia".
Sepulturas. "Otro sí fue su Md ynformado que en tiempos antiguos a causa de no allarse la fábrica de dcha Yglesia con conbenienzia y arbitrio para sus nezesidades se tomó la probidenzia y arbitrio de
que los que se enterrasen en dcha yglesia por razón del rompimiento
de las sepulturas en que se abían de sepulturar pagasen sus herederos
de cada uno por cada vez diferentes cantidades de mrs por cada rúmen
según el grado y lugar de cada uno y por razón de los hornamentos y
capas que sirben para dichos funerales del día del entierro, noveno y
cavo de año se lleva quinze rs lo qual es prezio subido lo qual los bezinos y feligreses curas y beneficiados de dicha Yglesia an reconocido
ser excesivo y que dicho hestilo se introduxo en tiempo que dicha
yglesia se allava con más cortos medios que al presente tiene y sin la
quarta, dezimas y otras rentas que después acá se le an añadido y que
así se moderase alguna cantidad porque dichos vezinos se allan grabados y no lo pueden cumplir y así dicho visitador reconoziendo ser
zierto todo lo referido en la mejor forma que puede y a lugar de derecho moderava y moderó pagar por cada una de sus rúmenes y los derechos de los hornamentos en la metad y en adelante mandó al Arzipreste en las quentas que tomase no haga cargo a los mayordomos más
que a rrazón de lo que a cada uno correspondiere segun ba declarado".
Ofrendas. "Y por quanto según derecho la ofrenda que se acostumbra llevar por los difuntos que mueren se deve poner en la sepoltura donde están enterrados y no en otra parte alguna y su Md a sido
ynformado que se obserba lo contrario de forma de que el que está
enterrado en el últimen rúmen sus herederos ponen la ofrenda en el
primero de que se orijinan algunas inquietudes del y alborotos y perturbazión de sus ofizios divinos y para ebitar semejantes ynconbinientes y estirpar abuso tan mal introduzidos conformandose con la disposizión de derecho y Constituciones signodales deste Arzobispado
mandó que de aqui e adelante ninguna persona ofrende sino que sea en
la sepultura donde estubiere enterrado el difunto por quién llevare
dicha ofrenda y sin embargo si persistiere en quererlo hazer contra
todo lo aquí mandado mandó a los curas y beneficiados de dicha yglesia no lo permitan y a los rebeldes y contumazes lo ebiten de las oras
y ofizios divinos que para ello se les da comision en bastante forma".
1702-marzo-l 7
- 36 rs de seis días que se ocupó un carretero en echar tierra para
igualar las sepolturas.
Visita 1702-abril-27
Derechos de los curas. "Otrosí en la presente bisita por parte del
Conzejo y vº s de dcho Valle se formó queja de los derechos he rezi-
97
vos que los curas y beneficiados de esta iglesia llevan de los entierros
y funerales y para su aberiguazión se le indicó a dchos curas trajesen
memorial por menor de dchos derechos y abiendolo echo para que
constase se pone aquí a la letra que es como sigue:
Memorial [al margen, Arancel]: primeramente de entierro y nobeno de qualquier difunto que deja con que se cumplir, segun estilo así
digo sin ornamentos ni bigilia a la puerta del,51 rs;
el que lleba los ornamentos a casa y con ellos haconpañarse el
cuerpo, 6 rs;
del nocturno cantado a la puerta, 3 rs;
del camero que antes se ponía en la sepoltura y depues se conzertó en 4 rs;
del haditamento de estipendio del nobenario de misas que antiguamente eran a real y medio y aora son todas conmunmente a 2 rs y
medio, 9 rs.
A esto se suele hañadir que algunas personas acomodadas mandan poner capas para que se agan todos los ofizios más solemnes y hay
estilo de llebar por cada capa 3 rs.
[Al margen, Arancel] Cabo de año:
21 rs que era de antiguo con sólo la una misa;
del camero a la sepoltura, 4 rs;
de 2 misas que haora dizen más de 6 rs, aunque los foranos llevan
a 4 rs;
despues las capas ut supra" [como arriba].
Visita 1713-diciembre-29
Manda que los oficios de difuntos que se hacen en el cuerpo de la
yglesia, se hagan desde el coro
52 Libro de Fábrica: 1714-1740 (sig. 08-04)
1719-junio-14
Cargo:
- Se entierran este año niños en la primera grada. Así, 9 rs y 20
mrs de la sepultura en que se enterró un niño de Juan de Urrutia en primera grada.
- 9 rs y cuartillo de la sepultura en que se enterró una niña de
Manuel de Llaguno en segunda grada, y mas derechos de sepultura de
niños sin localización.
1720-junio-20
- Cargo. Por la sepultura de una hija de Lorenzo de Llaguno 11
rs, bajo de la grada.
1722- junio-15
- Urna del monumento. 109 rs que costaron los materiales y oficiales que se ocuparon para lebantar la urna de dicho monumento,
escalera para dicho monumento y demás. 794 rs que importó la escalera y enlosado que se hizo para dicho monumento y una pared para
poner con separación la cal biva para las sepulturas con su puerta de
piedra labrada.
- Yten de los gastos que se ocasionaron con el maestro que vino
a reconocer dicha obra y su estipendio, 7 rs.
Visita 1723-septiembre-28
Oficios de Ánimas. "Ytem por quanto se ha experimentado que la
Providencia dada en visita del año de 1713 sobre que los oficios de
difuntos, aniversarios y funerales se dijesen y oficiasen en el coro
como otras funciones festivas y no en el cuerpo de la yglesia, ha retraído en algún modo a los seculares en la devoción de sufragios por
difuntos, no haciendose, como antes se acostumbraba, a la vista y en
el cuerpo de dcha iglesia, mandó su merced que la mencionada Providencia sólo se observare en quanto a las misas populares, y otros oficios de festividad, y no en los de difuntos, los quales permite se digan
y cumplan en el sitio más cómodo y decente del pavimento de dcha
yglesia, poniendo vaneas portatiles que sirvan de coro para dichos oficios como antes de dicha Providencia se practicaba".
Monumento. "se le informó a su Merced de que en el monumento que nuevamente se ha fabricado para subir a él se hizieron las gradas que tiene de piedra labrada para subir a él y un paredón de mampostería sin haver ajustado su coste con el maestro que le fabricó, una
y otra obra, que la del paredón sirve para atajar el sitio en que guardan
las andas y otras alajas de la parroquia, y aunque han reconocido lo
98
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
obrado personas de intelixencia se duda que fue con cabal conocimiento ... " y para evitar que Ja iglesia se vea perjudicada, "manda su
Mrd. se haga nuevo reconocimiento y tasazión de las referidas gradas
y pared, nombrandose un maestro por cada parte o uno por anbas si se
conbinieren que declare Jo que a dicho maestro se deve pagar, conforme a Ja calidad de Ja obra, y para que asista a las dilixencias de su estimación y apreciación ... " se da comisión a Antolín de Ja Puente, cura
beneficiado, vecino de Villaverde.
6 2 Libro de Fábrica: 1762-1795 (sig. 08-05)
1770-junio-15
- Cargo. 9 rs y 4 mrs por Ja sepultura de un niño de Manuel de Jos
Tueros en primera grada.
1772-junio- J 6
- 66 rs por el costo de las Josas que se han metido nuevas y por
su carreteo, libro y asiento.
1779-julio-30
- Por el trabajo de 7 Josas para las sepulturas a Francisco de Gamboa.
1787-septiembre-12
- 21 Ors de las Josas que se han puesto en las sepulturas, saca, condución pagados a Roque y Francisco de Angulo.
72 Libro de Fábrica: 1796-1824 (sig. 09-01)
1800-julio-7
- 112 rs que costaron las losas nuevas que se han puesto en la
yglesia.
1812-mayo-9
Cargo: a partir de esta cuenta se dice, 142 rs "por Jos derechos y
sepulturas de Jos adultos y párvulos que han habido en su año", sin
individualizarlas.
1812-marzo-11
- 117 rs por 13 losas para las sepulturas que se hallan rotas que
dice pago a Ygnacio de Garay y Roque de Angulo, pero aún no se han
conducido a Ja Yglesia.
Cuenta relativa a los años 1812 a 1814
Cargo: 22 rs con 8 mrs de Juan de Carranza que se enterró en primera grada.
Continua enterrándose en las gradas hasta al menos el 15 de julio
de 1823.
1816-junio-29 ·
- 48 rs a 3 carreteros por conducir las losas para las sepulturas de
la iglesia.
1823-julio-15
- 19 rs y 26 mrs por reponer Ja osera.
8 2 Libro de Fábrica: 1824-1842 (sig. 07-04)
1826-junio-29
- Pado de 40 rs por la Jabra y colocación de cuatro losas de sepulturas.
l2 Libro de Finados: 1624-1672 (sig. 09-04)
- Murió María de la Garma, mujer de Esteban de la Puente, enterróse en la Capilla de Ntra Sra Murió el 16 de julio de 1629. Mandó
oblada y candela por un año y decir misas. Dejó por heredero y testamentario a Martin de la Garma, su hermano.
-En 20 de agosto de 1629 se enterro Agustín Machin, en la Capilla mayor.
- El 18 de diciembre del dicho año se enterró María de Pando,
mujer de Pedro de Aguirre. Enterróse en Ja Capilla mayor.
- En 6 de agosto de 1630 se enterró María de Seirralta en la Capilla de San Joan y dejó donativos al Hospital, San Roque, Santiago y
Ntra Sra de Ja Caridad.
- El 24 de mayo de 1631 murió San Juan de la Garma, mandó
enterrarse en Ja sepultura "que aya mejor dispusición".
- Murió Pedro Herrero, el mo90, igualmente mandó enterrarse en
Ja sepultura "que aya mejor dispusición".
3.- DISCUSION Y VALORACION GENERAL
3.1. El espacio sepulcral
l. Localización de los sondeos
El lugar de realización de los sondeos ha sido
establecido en base tanto a la información documental como a las características que presentaba el suelo
de las naves (visualización directa o no de las tumbas,
disposición y conservación del entarimado actual).
En todos los templos se ha repetido el mismo
esquema, realizándose un sondeo en la zona delantera (en el lado del Evangelio) y el otro en la parte de
atrás (en el lado de la Epístola). Este esquema se ha
invertido en el caso de Güeñes, dado el mal estado
que presentaba la tarima en la parte trasera hacia el
lado del Evangelio, lo que permitía la visión de la
estructura subyacente.
Se pretendía poner al descubierto al menos una
tumba en toda su amplitud, así como delimitar la
extensión de la necrópolis. En el caso de las iglesias
de Rigoitia y Etxebarria, esto resultó fácil ya que en
la primera, las cubiertas de las sepulturas se hallan a
la vista y en la segunda hay una retícula pintada en el
entarimado actual que informa sobre la organización
del espacio sepulcral. Por el contrario en Durango, la
necrópolis se hallaba cubierta por una capa de
cemento existente bajo el entarimado actual. Esta
circunstancia dificultó el registro de sepulturas completas.
Normalmente los sondeos se han realizado en la
nave central de los templos, puesto que en algunos
casos se tenía evidencia documental sobre la existencia de pasillos laterales (por ejemplo en Arrázua),
evitando asimismo la zona bajo el coro dada la prohibición eclesiástica de realizar enterramientos en ese
lugar.
2. Configuración del espacio sepulcral
Las evidencias recuperadas en los sondeos junto a
los datos documentales, han permitido delimitar con
mayor o menor precisión la extensión de las necrópolis en el interior de los templos estudiados. Generalmente ocupan, bien los tramos delanteros (Trucíos y
Güeñes) o los traseros (Zamudio, Rigoitia, Durango,
Etxebarria y Arrázua) de la nave central, y raras veces
se extienden a las naves laterales, por ejemplo en
Etxebarria. En algunos casos parece que es importante la cercanía al altar, ya que el precio por el rompimiento de las sepulturas es más elevado para las
situadas en la primera grada (Güeñes y Trucíos). Sin
embargo en Zamudio, la existencia en la parte delantera de roca a poca profundidad, condiciona la situación de la necrópolis, que ocupa los tramos 2º y 3º,
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
siendo el 1ºun enlosado sin sepulturas. En Errigoiti y
Etxebarria, su localización corresponde asimismo a la
parte trasera de la nave.
En la iglesia de Santa María de Un'barri (Durango) se presenta una mayor dificultad a la hora de
definir la extensión de la necrópolis, ya que se han
detectado dos espacios sepulcrales de características
diferentes. Según la documentación, en los siglos
XVI-XVII las sepulturas se inician a partir de los
pilares del crucero, existiendo una losadura delante
del altar Mayor hasta los bordes de dichos pilares
(AMD, 1º libro de Fábrica: 1577-1636, Visitas de
1586 y 1601). En el siglo XVIII (1734) se encajonan
160 sepulturas siguiendo la misma igualdad que las
anteriores. Dado que en el sondeo realizado en el 2º
tramo de la nave central, no se han detectado evidencias de esta estructura sepulcral y teniendo en cuenta
las dimensiones de las sepulturas, consideramos que
éstas ocupan los dos tramos traseros de la nave central, sin extensión hacia los laterales (ya que se ha
delimitado el límite meridional del cementerio) ni
bajo el coro.
3. Estructura de los cementerios: características
constructivas y cronología
La estructura de las tumbas detectadas en los templos estudiados, puede describirse en dos patrones
generales. Por un lado, encontramos en Arrázua y
Errigoiti tumbas que consisten en fosas abiertas en la
tierra, carentes de límites estructurales verticales,
sobre las cuales se disponen cubiertas de madera de
forma contigua, que en Arrázua únicamente presentan elementos de separación en sus extremos cortos
(este y oeste). No se observa homogeneidad en la forma ni en las dimensiones de las fosas sepulcrales
(rectangular, trapezoidal), hallándose individualizadas unas de otras por una delgada franja de tierra
medianera. En Errigoti, la proximidad existente entre
las cubiertas (90 mm) condiciona la invasión de
sepulturas vecinas durante la inhumación. Por otro
lado, en Durango, Etxebarria, Zamudio, Güeñes y
Trucíos, las sepulturas se encuentran separadas por
estructuras de muros verticales construidas a base de
ladrillos y piedra y cuyas características se han descrito detalladamente en cada caso.
En relación a las cubiertas de las sepulturas, se
han observado dos tipos diferentes según su estructura y composición. En unos casos (Arrázua, Etxebarria
y Errigoiti) se describen cubiertas de madera de castaño realizadas de una sola pieza, de forma rectangular, que normalmente presentan una argolla circular
en su extremo oriental (aunque en Etxebarria poseen
un pequeño orificio centrado, de forma rectangular).
En el resto de los templos estudiados, las cubiertas de
las sepulturas están compuestas por tres losas de pie-
99
dra, perfectamente escuadradas, de dimensiones
variables. La losa central posee un agujero para facilitar la apertura de la tumba, que presenta dirección
N/S (perpendicular al eje de la sepultura) en Zamudio
y Güeñes y dirección E/W en Trucíos.
En algunos templos se ha observado sobre las
cubiertas, una numeración en el extremo oriental.
Ésta es correlativa en el caso de Errigoiti y Arrázua;
en Zamudio la numeración es de 1 a 8 para cada una
de las filas y en Trucíos solamente en uno de los sondeos se encontró numeración.
En cuanto a la cronología de las estructuras sepulcrales puestas de relieve en este trabajo, todas ellas
fueron ejecutadas en el siglo XVIII ( en la primera
mitad del siglo fundamentalmente). En la mayoría de
los casos tenemos evidencias documentales que
informan de la fecha de realización del encajonado de
las sepulturas. En la iglesia de Santa Maria de Un'barri (Durango ), los registros documentales describen
con precisión la ejecución en 1734 de 160 sepulturas
distribuidas en 10 hileras (este-oeste), numeradas a
partir del lado del Evangelio, componiéndose la primera de 18 sepulturas, las siete siguientes de 16, la
novena hilera de 14 y la última de 16 sepulturas. En
Arrázua se indica la fecha de 1736 como inicio de las
obras para el entarimado de las sepulturas; en San
Martín de Arteaga en Zamudio la estructura sepulcral
data de 1750; en Santa Maria de Güeñes de 1756-57;
en Errigoiti se alude a sepulturas nuevas en el templo
en 1763, en Trucíos tal obra pudo realizarse entre
1741 y 1762 (falta el correspondiente libro de Fábrica); en San Agustín de Etxebarria carecemos de datos
documentales y arqueológicos sobre la cronología de
la estructura sepulcral , sin embargo podemos atribuirle los años centrales del siglo XVIII, dado que las
sepulturas de su aneja, la iglesia de la Concepción de
Elorrio, se encajonan en 1752 ("acordando los vecinos desmontar y desembarazar las antiguas y acarrear la piedra necesaria'', leg. 7803, Archivo Municipal
de Elorrio, AFB). En este sentido, sabemos que la
mayoría de los templos vizcaínos renuevan en distintas fechas a lo largo del siglo XVIII sus necrópolis
interiores, procediendo al "encajonado" de sepulturas
(San Severino de Balmaseda; Santa Maria de Otxandio; San Juan de Bérriz, ... ), siendo más frecuente a
mediados de la centuria.
Las estructuras sepulcrales construidas a mediados del siglo XVIII suponen una reestructuración de
un espacio sepulcral anterior (al menos del siglo
XVI), puesto que hemos encontrado referencias
documentales sobre enterramientos en el suelo de
estos templos desde mediados del siglo XVI. Para
algunas iglesias, los datos documentales recogidos
así como la información derivada de los sondeos, nos
permiten establecer la relación existente entre ambas
necrópolis. En Durango hay una organización sepul-
100
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
eral anterior a 1586, ya que en esa fecha se manda
ajustar las medidas de las sepulturas a un marco (7
pies largo x 2,5 pies ancho) porque las existentes son
mayores. En 1734 se realiza el encajonado de sepulturas siguiendo la misma igualdad y número que las
anteriores. El grado de coincidencia existente entre
ambas distribuciones sepulcrales, pudo valorarse en
uno de los sondeos (en el 4º tramo de la nave central),
en donde bajo la estructura de 1734 se hallaron inhumaciones, carentes de estructuras limitantes, y que
estaban desplazadas respecto a los muros establecidos por la sepultura. En Zamudio también se han descrito algunos casos de esqueletos yacentes bajo la
estructura de la necrópolis del siglo XVIII.
En Arrázua, la construcción sepulcral de 1736
parece que supone una reducción y readaptación de
un espacio anterior, ya que en 1560 existía una huesa
bajo el coro para el enterramiento de las freylas, que
fue anulada cuando se procedió al enlosado de este
área (1781). Además los enterramientos registrados
en el l ºLibro de Finados (1555-1589) hacen referencia a la localización de sepulturas según hileras y no
en base a la numeración que exhiben las tumbas del
siglo XVIII. En San Agustín de Etxebarria también se
referencian las sepulturas según hileras, a inicios del
siglo XVII. (3º libro de Fábrica: 1597-1619).
4. La utilización de los cementerios interiores
4.1. Cronología del uso de los cementerios en el
interior de las iglesias
La realización de enterramientos en el entorno de
los templos data de antiguo y es previa a los efectuados en el interior. En Bizkaia disponemos de numerosas necrópolis de la Alta Edad Media situadas en
tomo a un templo (San Juan de Momoito en Garai,
San Pedro de Mendraka en Elorrio por ejemplo). A
partir del siglo XII comenzaron a realizarse enterramientos en el interior de las iglesias, sobre todo en las
pertenecientes a órdenes religiosas. Aunque en un
principio (Alta Edad Media) eran muy pocas las personas que gozaban de tal privilegio, desde el pontificado de Gregorio IX (1227-1241), se dio más libertad
para enterrar legos, sin distinción, en las templos
[Ritos Funerarios en Vasconia (Ritos de Pasaje 2),
Bilbao, Etniker Euskalerria, Eusko Jaurlaritza,
Gobierno de Navarra 1995. (Atlas Etnográfico de
Vasconia, tomo X)].
Parece que en el siglo XVI ya era general en el País
Vasco la costumbre de enterrar dentro de las iglesias,
como lo atestiguan los datos contenidos en los libros
de Finados existentes desde mediados del siglo, para la
mayoría de las iglesias estudiadas (Güeñes, 1524;
Durango, 1553; Arrázua, 1555; Zamudio, 1592) (Hay
alguna excepción como Sta. María de Lezama en don-
de en esta época, y hasta la reconstrucción del templo
en 1733, se entierra en el exterior).
En términos generales podemos atestiguar la utilización de las necrópolis interiores de las iglesias desde al menos el siglo XVI al XIX. Estas fechas se fundamentan bien en los datos documentales consultados, bien en las evidencias recuperadas en los sondeos o en ambas. Sin embargo, la investigación realizada no ha sido igualmente productiva en todos los templos, por ausencia de datos arqueológicos y/o documentales.
La iglesia de Santa Maria de Durango es, de las
consultadas, la que ofrece una documentación más
abundante y antigua. Esto, junto a los datos de los
sondeos, nos ha permitido establecer el período de
uso de la necrópolis interior desde el siglo XV al
XIX. Aunque la fecha más antigua viene sustentada
solamente por las monedas halladas en uno de los
sondeos, podemos asegurar la existencia de enterramientos desde al menos el siglo XVI ya que el primer
libro de Finados es de 1553-1594 y por otro lado en
1586, fecha en que se establecen las medidas para las
sepulturas, se hace referencia a una organización
sepulcral más antigua. En el resto de las iglesias estudiadas también existen evidencias de una ocupación
sepulcral anterior al siglo XVIII, fecha del encajonado de las tumbas actuales.
Es sabido que en el siglo XVIII se libró una gran
ofensiva de tipo higienista, en contra de los enterramientos en el interior de los templos, a causa del
incremento demográfico que empezaba a originar
graves problemas de salubridad. De 1787 data una
Real Cédula de Carlos III sobre traslados de enterramientos a los cementerios, ordenando que éstos se
levantaran alejados de las poblaciones. Carlos IV en
una Circular de 28 de junio de 1804 recuerda las
órdenes, por entonces incumplidas, de la Cédula de
su antecesor.
José de Bonaparte, en un decreto de 4 de marzo de
1809, establece que para el día 1º de noviembre de
ese año se arrestase a los miembros de la Clerecía y
las Municipalidades que no hubieran cumplido con su
obligación en cuanto a la construcción de cementerios. A partir del 31 de octubre de 1814, la Diputación
dispuso que no se enterrara cadáver alguno en las
iglesias [Ritos Funerarios en Vasconia (Ritos de
Pasaje 2)] (Ibídem). Por tanto, la llegada del siglo
XIX viene a marcar el abandono del interior de los
templos con fines sepulcrales, trasfiriéndose dichas
funciones a los Camposantos externos, que están ya
construidos en el primer cuarto del siglo XIX. En
algunos templos (Durango, Arrázua, Etxebarria, Errigoiti) se ha registrado la existencia de enterramientos
simultáneamente en el interior de la iglesia y en el
camposanto, durante los primeros años tras su construcción. El evento que marca con seguridad el final
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
de utilización del suelo de la nave como cementerio,
lo constituye la colocación del entarimado (1866-67
en Durango, 1894 en Arrázua, 1907 en Güeñes), aunque la práctica inhumatoria interior ya e~taba suprimida en fechas anteriores (1821 Durango, 1814 Etxebarria).
4.2. Disposiciones sobre enterramientos
De la documentación correspondiente de cada
templo, se han extraído las disposiciones más importantes relacionadas con los enterramientos realizados
en el interior de los mismos.
a) Allanar sepulturas.- Previamente a la ejecución de la obra de encajonado de las sepulturas
(mediados del siglo XVID), la superficie del espacio
sepulcral en el interior de las iglesias era de tierra,
siendo frecuentes los bultos, y aún algún hueso sobresaliente. Ello dificultaba el tránsito y el desarrollo de
las funciones eclesiásticas, así como problemas de
hedor y salubridad, de ahí que sean frecuentes los
mandatos ordenando allanar las sepulturas a cargo de
los propietarios de las mismas.
Respecto a esta situación, la Constitución Sinodal
del Cardenal Pacheco de 1575 establece para el Arzobispado de Burgos (al que pertenece Güeñes y Trucíos hasta mediados del siglo XVID) que:
"mandamos así mesmo que los enterramientos
que estuvieren levantados del suelo se abaxen, y
queden en igual a la tierra, y todas las sepulturas
que de aquí adelante se abrieren para sepulturar
algún defunto, queden iguales con la haz de la tierra, e que no queden hoyos en las dichas yglesias, lo
cual se haga a costa de los sepultados, y se abra un
estado de hondo para sepulturar los defuntos, aviendo disposición para ello ... " [Constituciones Synodales de el Arzobispado de Burgos, hechas y
ordenadas conforme al Santo Concilio de Trento, por ... Francisco Pacheco de Toledo ... , Burgos, Felipe de Junta, 1575].
Así en Güeñes se ordena ya en 1526 "que todas
las sepulturas de la yglesia las allanen los herederos
de los que están enterrados en ellas de manera que
estén iguales.... e quiten cualesquiera piedras que
vara<;en en la dicha yglesia" [Güeñes, Visita 1526junio-29, 2º Libro de Fábrica: 1526-1556 (sig. 1201), AHEB].
En Trucíos en la Visita de 1640 se denuncia que el
suelo de la iglesia está "con muchos altos y bajos y la
causa es porque las sepulturas cuando entierran los
difuntos las dejan con más tierra de la que es necesaria ... ", ordenando " ... que los herederos y cavezaleros
las arrasen y pongan igual con el suelo ... y lo mismo
aga el mayordomo de la yglesia por lo que tocare a la
Fábrica, allanándola toda y cubriendo algunas calaveras que están descubiertas y sacándolas y llevándo-
101
las al osario ... " [Trucíos, Visita 1640-abril-8, 2º Libro
de Fábrica: 1632-1665 (sig. 08-03), AHEB].
Para el Obispado de Calahorra y La Calzada existe desde 1539 hasta 1700 la disposición de Alonso de
Castilla de 1539 ordenando que:
"las lápidas que se pusieren o estuvieren sobre las
huesas de los difuntos esten parejas cono el suelo
comun de la Iglesia y no mas altas" [recogida en
Constituciones Synodales del Obispado de
Calahorra y La Calzada ... por Pedro González de
Castillo ... Madrid, por la V da de Alonso Martin.
1621]
En Durango en 1583 el Visitador manda, conforme a las Constituciones Sinodales del Obispado, que
"allanen las sepulturas de las dichas yglesias [Sta
María y Sta Ana] y pongan en decencia que es ra<;on
y conviene a la casa de Dios, sin diferencia e igualmente unas de otras" [Durango, Visita 1583-noviembre-1, 1º Libro de Fábrica, 1577-1636, AMD].
b) Encajonar las sepulturas.- Solamente en la
documentación de Güeñes y Zamudio, se registran
visitas ordenando el encajonamiento de sepulturas.
En Zamudio en la visita de 1736 [Zamudio, 1º Libro
de Fábrica: 1725-1877 (sig. 07-03) AHEB]; en Güeñes en las visitas de 1744, 1748 [Güeñes, 7º Libro de
Fábrica: 1718-1750 (sig. 14-01) AHEB] y en la de
1753 [Güeñes, 8º Libro de Fábrica: 1750-1804 (sig.
14-02) AHEB].
c) Medidas de las sepulturas.- En Durango, en
1586, se informa que han de tener siete pies de largo
y dos y medio de ancho, conforme a las Constituciones Sinodales del Obispado de Calahorra: "Otrosí ...
mandó a los mayordomos de la dha yglesia ... que
midan con el marco del Obispado las sepulturas que
ay en la dicha yglesia dando a cada una siete pies de
largo y dos y medio de ancho conforme a la dicha
medida y las que ubiere de más se hendan a quien
diere mas en candela por quanto se pueden sacar
muchas sepulturas sobre dar a cada dueño la suya
conforme a la dicha medida por estar como están al
presente las dichas sepulturas mucho mayores en largura y anchura de lo que manda el marco ... " [Durango, Visita 1586-julio-22, 1ºLibro de Fábrica: 15771636, AMD].
A este respecto hemos de indicar que no es hasta
1600 cuando la Constitución Sinodal de Pedro Manso para el Obispado de Calahorra y La Calzada,
publicada en 1601, establece "que ninguno tenga más
de dos sepulturas en la iglesia, que cada una de ellas
tenga 7 pies de largo y 2 y medio de ancho:
"Ordenamos y mandamos, ... que de aqui adelante en las Iglesias deste nuestro Obispado ninguna
persona pueda tener en una Yglesia mas de dos
sepulturas, que cada una dellas tenga siete pies de
largo, y dos y medio de ancho, ora sean compradas,
dadas o heredadas: y si acaso alguno las heredasse o
102
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
huviesse por otro qualquier titulo, mandamos que la
Fábrica se las tome por su justo valor, que las de a
otro" [Disposición recogida en Constituciones
Synodales antiguas y modernas del Obispado
de Calahorra y La Calzada ... por D. Pedro de
Lepe.... en el año de mil seiscientos y noventa y
ocho, Madrid, por A. G. de Reyes, 1700]
d) Período de uso de las sepulturas: .- 1) La más
desocupada o más antigua para Güeñes desde 1661;
2) en Trucíos los propios firiados establecen que "en
la que aia mejor dispusición" a mediados del s. XVII;
y 3) un año según la Constitución de Lepe de 1700
para el Obispado de Calahorra.
En Güeñes, debido a la utilización no a perpetuidad de las sepulturas, se ocasionan continuos alborotos en la feligresía, de modo que en la Visita de 1661
se establece que en adelante "se guarde la Constitución Sinodal que sobre ello trata y no se abran hasta
ser cumplido el término que ella manda y habiendo
cumplido." ninguna persona estorbe alegando que es
familiar; repitiéndose el mandato en 1631 [Güeñes,
Visita 1616-agosto-l 6, y Visita 1631-agosto-10, 4º
Libro de Fábrica: 1607-1638 (sig. 13-01), AHEB].
A ello vuelve a referirse en 1640 indicando que
"fue su Md ynformado que cuando se abren las sepulturas en la yglesia para enterrar los difuntos en ella
los vecinos y feligreses tienen diferencias sobre si es
de uno o es de otros y lebantan ruydo y alboroto ... "[Güeñes, Visita 1640-agosto-ll, 5º Libro de
Fábrica: 1640-1672 (sig. 13-02), AHEB].
Como contiriuasen los alborotos, en la Visita de
1661 manda "que de aquí adelante se abra la sepultura que estuviese más desocupada y que sea la más
antigua ... " [Güeñes, Visita 1661-junio-23, 5º Libro de
Fábrica: 1640-1672 (sig. 13-02), AHEB].
Para el Obispado de Calahorra, la Constitución de
Lepe de 1700, establece que debe transcurrir un año
desde el último enterramiento:
" ... que cuando en alguna de ellas [sepulturas]
fuere enterrado algun cadaver, sera reservada para
no enterrar otro, hasta tanto no aya pasado el año ... "
[Constituciones Synodales antiguas y modernas
del Obispado de Calahorra y La Calzada ... por
D. Pedro de Lepe.... en el año de mil seiscientos
y noventa y ocho, Madrid, por A. G. de Reyes,
1700]
En 1793 se hace constar en el Libro de Finados de
Errigoiti el mandato del Obispo de Calahorra que ha
visitado la iglesia, en el sentido de que se cumpla la
Constitución Sinodal de este Obispado, según la cual
no puede utilizarse una sepultura hasta en tanto no
halla transcurrido un año desde el último enterramiento, y cuando se haga, se vacíe la tumba y se llene de tierra. " ... y para evitar en lo posible el perjuicio
que puede ocasionar en la salud de los fieles el abuso
de abrirse con frecuencia las sepulturas para entierros
y el peligro consiguiente de percibirse de ellas algun
edor, manda ... a los curas, beneficiados y mayordomos de Fábrica y personas que tengan (o puedan)
intervención en la apertura de dichas sepulturas que ...
no permitan ni consientan el que con ningún pretexto
se abra sepultura alguna bien sea propia de la iglesia
o de persona particular para entierro, sin que primero
aia pasado un año desde que hubo otro, y que se excave y profunde completamente la que en dicha conformidad se haia de abrir cuidando mucho de que se llene bien con tierra y celando el puntual cumplimiento ... " [Errigoitia, Visita 1793-mayo-30, 4º Libro de
Finados: 1724-1818 (sig. 08-02), AHEB].
En la misma iglesia se observaba ya en 1757 el
enterramiento entre sepulturas por estar las correspondientes ocupadas por cuerpos recientes.
e) Coste rompimiento de sepultura.- En Trucíos
conocemos su establecimiento en la Visita de 1675 y
la reducción de los precios en la de 1695 indicándose, además, que el Visitador" ... tomó la probidenzia
.. de que los que se enterrasen en dha yglesia por
razón del rompimiento de las sepulturas en se abían
de sepulturar pagasen sus herederos de cada uno por
cada vez diferentes cantidades de mrs por cada rúmen
según el grado y lugar de cada uno ... " [Trucíos, 4º
Libro de Fábrica: 1675-1713 (sig. 14-05), AHEB]. El
precio es diferentes dependiendo del sexo, cercanía al
altar mayor, y de la edad en el caso de los párvulos.
f) Coste de los derechos de los funerales.- En Trucíos se establecen en la Visita de 1702 [Trucíos, 4º
Libro de Fábrica: 1675-1714 (sig. 14-05), AHEB].
5. Restos antropológicos y prácticas de inhumación
Los restos esqueléticos recuperados en los sondeos son heterogéneos en cuanto a representatividad y
grado de conservación. No obstante existen unas
características comunes a todos ellos, como son su
disposición de decúbito supino y su orientación con
la cabeza mirando al este (con la excepción de un único esqueleto en Durango ). Por lo general presentan
las extremidades extendidas, aunque en algunos
casos, las superiores están flexionadas sobre la pelvis
o el tórax.
La descripción de los restos óseos puede sistematizarse como sigue:
a) Esqueletos "completos" en conexión anatómica. Los esqueletos completos, en mayor o menor grado, pertenecen principalmente a sujetos adultos (raras
veces hay infantiles completos) y por lo común ocupan el fondo de las sepulturas, siendo lo más frecuente el hallazgo de uno o dos esqueletos en cada
sepultura.
En Arrázua, en las tres sepulturas excavadas, se ha
descrito una práctica inhumatoria, encontrada tam-
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
bién en Errigoiti, consistente en la existencia de un
sujeto adulto ocupando la zona más baja de la tumba
y otro (en este caso un infantil) en la más alta. Los
esqueletos infantiles, los últimos inhumados en la
sepultura, no presentaban ninguna relación física con
el adulto subyacente, existiendo entre ambos un relleno de tierra con un alto contenido en restos óseos, dispersos y sin conexión anatómica.
En San Agustín de Etxeberria se describe alguna
variación respecto a lo anterior. En una de las tumbas
excavadas, se halló un sólo sujeto adulto depuesto a
una profundidad media, y en una segunda sepultura,
otro adulto en el nivel más inferior del relleno, y seis
esqueletos infantiles en la parte superior. La deposición de los infantiles no afecta a la del adulto subyacente, quién había sido inhumado con anterioridad.
En Trucíos, sin embargo, nos encontramos con
que el esqueleto que ocupa la_.posición superior
corresponde a un adulto, mientras que debajo de éste
se halló un infantil, que se encontraba cubierto por
una capa de cal. Esta circunstancia, estaría tal vez
señalando que el niño no pudo ser exhumado al no
haberse producido la descomposición del mismo, en
el momento en que fue enterrado el adulto.
En Santa María de Durango se ha documentado
un comportamiento radicalmente diferente entre los
dos sondeos efectuados y a su vez distinto al descrito
en otros templos. En uno de los sondeos se ha puesto
de relieve una sepultura que contenía los restos de
ocho sujetos adultos. Aunque todos ellos estaban
incompletos y alterados, sin embargo los restos conservados se hallan en conexión anatómica. Los cuatro
primeros esqueletos se hallaban en la estructura
sepulcral del siglo XVIII, y bajo ellos se describen
cuatro inhumaciones más, que corresponden también
a individuos adultos en conexión anatómica. Estos
últimos esqueletos no se superponen ordenadamente,
alterándose parcialmente ya que parecen compartir
un mismo espacio.
El otro sondeo efectuado en Santa María de
Durango ofrece unas características totalmente propias, puesto que no se ha hallado nada comparable en
ninguno de los templos estudiados. Dentro de la
ingente cantidad de huesos recuperados, son muy
escasos los esqueletos completos, en mayor o menor
grado. Se han encontrado tres individuos adultos asociados a los restos de un ataúd, aunque solamente uno
de ellos lo ocuparía originariamente ya que descansaba directamente sobre el fondo del ataúd y presentaba una orientación coincidente con éste (hacia el oeste). A lo largo de todo este potente estrato, se han
detectado restos de 12 esqueletos más, que no podemos considerar como "completos", ya que gran parte
de sus elementos óseos se hallaban bajo los límites
del sondeo.
De los datos registrados en los sondeos cabe dedu-
103
cir que era práctica común el vaciado de la fosa
sepulcral cada vez que se producía una nueva inhumación, procediéndose a la exhumación de los enterrados anteriormente. Desconocemos con exactitud el
procedimiento seguido para la limpieza del relleno.
En unos casos se ha hallado en éste, un alto contenido de elementos óseos , de composición heterogénea,
que permite pensar que los restos de la inhumación
precedente eran vaciados junto al relleno (por ejemplo en Etxebarria); en ocasiones parece que se procedía a retirar selectivamente algunos restos, generalmente huesos largos y cráneos (Arrázua). En otros
casos, esta labor de limpieza debía ser más sistemática, encontrándose en el relleno únicamente huesos
aislados, generalmente huesos cortos (del carpo y tarso, rótulas, vértebras) y también de infantiles (Güeñes).
Según los datos recuperados podemos describir
con cierta precisión el proceso inhumatorio. En unos
templos (Arrázua) consistía en el vaciado completo
de la sepultura previamente a la deposición de un
nuevo cadáver, y en otros (Etxebarria) en el vaciado
de parte del relleno, al menos hasta una profundidad
tal que permitiera retirar los restos de la inhumación
precedente. En la sepultura excavada en Durango,
donde había cuatro esqueletos depositados a distintos
niveles, el procedimiento fue probablemente el mismo, aunque desconocemos si se trata de una seriación
continuada de las cuatro últimas inhumaciones o de
un vaciado a distinta profundidad de los rellenos de la
sepultura ante nuevas deposiciones. Por otro lado, los
otros cuatro esqueletos hallados bajo esta estructura
sepulcral, pertenecen a un período anterior a la construcción de las tumbas del dieciocho y resulta aventurado especular sobre el procedimiento seguido para
estas inhumaciones, aunque ciertamente no hay relleno de separación entre ellos y son muy raros los restos óseos desconexionados.
Podemos concluir por tanto, que lo más habitual
era el vaciado de la sepultura antes de proceder a una
nueva inhumación, aunque es posible que esta práctica no ocurriera en todos los casos, principalmente si
no se había producido la descomposición completa
del cadáver. Tal situación es posible imaginar para el
inhumado en el nivel más inferior del sondeo A de
Trucíos, un sujeto infantil que apareció cubierto de
cal, y asimismo en Errigoiti dónde se documenta una
doble inhumación en un ataúd.
En Arrázua, Etxebarria, Zamudio y Trucíos no se
han encontrado evidencias de la existencia de ataúdes, estando los inhumados en contacto directo con el
relleno de las fosas sepulcrales. Esta circunstancia
dificulta en ocasiones, diferenciar los elementos
esqueléticos relacionados con otras inhumaciones
precedentes, principalmente cuando los sedimentos
presentan una gran concentración de restos óseos; tal
104
C. DE LA RUA - M.D. DEL MONTE - J. ORUE
es el caso de Etxebarria. En Durango, Errigoiti y
Güeñes se ha descrito la presencia de ataúdes, de
manufactura diversa, en mejor o peor estado de conservación, o simplemente evidencias relacionables
con ellos (clavos).
b) Conjuntos de huesos en conexión anatómica.
En este apartado consideraremos aquellos casos en
que aparecen porciones esqueléticas aisladas, compuestas por diferentes huesos en conexión anatómica.
Estos hallazgos destacan fundamentalmente en el
sondeo delantero de Durango, en donde se detectaron
gran cantidad de restos esqueléticos articulados
correspondientes a cinturas pélvicas y sobre todo a
extremidades inferiores, no existiendo evidencias de
otras partes anatómicas relacionadas con ellos. Estos
restos óseos se hallan superpuestos unos sobre otros
y mezclados con otros sin conexión anatómica. En el
nivel más inferior de este sondeo se han hallado asimismo, diversas porciones (principalmente pelvis y
extremidades inferiores) pertenecientes a doce sujetos, que presentan el resto de su esqueleto más allá de
los límites del sondeo. En todos los casos se trata de
individuos adultos (excepto un niño menor de cuatro
años), en posición de decúbito supino y mirando al
este.
Con los datos recuperados en este trabajo, no nos
resulta posible ofrecer una explicación certera a la
presencia de porciones esqueléticas aisladas y su relación con otras inhumaciones removidas que forman
parte del relleno. Podríamos especular con la posibilidad de que este área del suelo de la nave se viera
afectada por las continuas reedificaciones y obras que
afectaron a este templo desde el siglo XVI.
En Zamudio, uno de los dos esqueletos de la
sepultura, está representado únicamente por los huesos de la pierna, lo que guarda relación con la deposición del otro y las tareas previas de acondicionamiento.
En Güeñes, ocupando la posición inferior respecto a una inhumación completa, se documentaron los
huesos del tronco y húmero derecho de un segundo
esqueleto, en un nivel claramente diferenciado del
superior por la naturaleza del relleno, lo que supone
necesariamente una práctica de vaciado parcial de
esta sepultura.
c) Porciones esqueléticas y huesos aislados, formando parte del material de relleno. En todos los
templos estudiados se han hallado restos óseos, en
mayor o menor frecuencia, formando parte de los
rellenos que ocupan el espacio sepulcral. El contenido y composición de estos sedimentos depende del
ritual inhumatorio y del grado de limpieza efectuado
en cada caso.
En términos generales, en los casos en que existen
dos niveles de inhumación (por ejemplo en Arrázua,
Etxebarria y Zamudio), se ha descrito la existencia de
una tierra de relleno entre ambos, que contiene gran
número de restos óseos humanos, dispersos y sin
conexión anatómica, que viene a indicar la utilización
intensiva y continuada de este espacio con fines
sepulcrales. En algunos casos, hay una representación
diferencial de las distintas regiones anatómicas. Así,
en Arrázua, los huesos largos y los restos craneales
son muy escasos frente a la elevada proporción de
huesos cortos. Sin embargo, en Etxebarria, los huesos
del relleno pertenecen a cualquier parte anatómica.
Estas diferencias pueden atribuirse a una limpieza
menos sistemática en el segundo caso. No obstante,
en Etxebarria, se han localizado en el sondeo A, tres
cráneos humanos dispuestos ordenadamente junto a
uno de los muros de la sepultura, lo que indica un
especial cuidado con esta parte anatómica en el
momento de volver a rellenar las sepulturas; desconocemos si este proceder se debe a un tratamiento
diferencial de los cráneos frente a otros restos óseos u
a otro tipo de factores. Normalmente en el relleno
más inferior de las sepulturas, se observa un acusado
descenso de restos óseos humanos, lo cual puede relacionarse con la deposición de los cadáveres, cada vez
más superficial, fruto de un vaciado menos intensivo.
En Zamudio se verifica una alta presencia de huesos en el relleno que envuelve a los dos esqueletos
localizados en la estructura sepulcral del XVIII, sin
embargo los esqueletos yacentes bajo la misma se
acompañan de un relleno libre de inclusiones óseas.
En Durango nuevamente tenemos que destacar la
excepcionalidad de uno de sus sondeos respecto a lo
detectado en otros templos. Por un lado, en el sondeo
3 se encontraron cuatro esqueletos envueltos por un
relleno que contiene gran cantidad de elementos óseos procedentes de inhumaciones anteriores, que en
nada se diferencia del descrito en otros templos. Sin
embargo, en el sondeo 2, encontramos un potente
estrato de tierra bajo el entarimado del templo, en
donde se detecta una alta frecuencia de restos óseos
humanos sin conexión anatómica, cuya presencia
excede la consideración de "inclusiones". Estos restos pertenecen tanto a sujetos adultos como a infantiles, destacando numéricamente los huesos largos y
los cráneos. En el nivel más inferior de este sondeo se
detecta una menor presencia de restos óseos en forma
de inclusiones; solamente merece destacarse la presencia de un par de cráneos dispuestos entre los espacios longitudinales que separan los esqueletos existentes en el fondo del sondeo. Todos estos datos justifican la dificultad que supone reconstruir el ritual
funerario que ha regido en el templo de Santa María
de Durango.
En Trucíos, es de destacar que los rellenos observados en ambos sondeos, apenas contienen restos
óseos y si por el contrario escorias de hierro en fragmentos de pequeño y mediano tamaño.
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
6. Los Osarios y los Camposantos
La limpieza de las sepulturas y traslado de los
huesos al osario, es una práctica habitual en todos los
templos. A lo largo del período de uso de las necrópolis interiores, los osarios se construyen, reconstruyen y trasladan varias veces, por distintas causas. La
presencia de osarios localizados en el interior del
templo, adosados a alguno de sus muros exteriores o
incluso un poco alejados de la iglesia, queda corroborada en todos los libros de Fábrica consultados, en
los que se registran descargos por tareas de limpieza
o por la construcción de nuevos osarios, cuando las
obras de ampliación de las iglesias así lo requieren.
Aunque las primeras noticias documentales que
hacen referencia expresa a la construcción de los osarios, datan del siglo XVII, sin embargo éstos están
siendo utilizados desde los primeros años de uso del
interior de la iglesia como necrópolis, siendo frecuentes los pagos que aluden directa o indirectamente, a la exhumación y traslado de huesos de las sepulturas. Los primeros datos sobre la construcción de
osarios ofrecen fechas en torno a los siglos XVII y
XVIII: Trucíos, en 1640; Güeñes, 1644; Errigoiti,
1707 y otro posterior en 1806; Durango, 1733. En
Durango existe un osario en el pórtico de Santa
María, en uso desde 1733 a 1833, fecha esta última en
que se traslada al cementerio exterior. En Arrázua, en
1726 y 1731 se describen pagos relacionados con la
recogida de huesos de las sepulturas y traslado al osario.
La llegada del siglo XIX viene a marcar el abandono del interior de los templos con fines sepulcrales,
transfiriéndose dichas funciones a los Camposantos
(Cementerios o Huertos Santos) construidos en el
exterior de las iglesias. En cumplimiento de la normativa establecida al respecto, los Camposantos
comienzan a utilizarse a comienzos del siglo XIX:
1811 en Güeñes y Etxebarria, 1812 en Errigoiti, 1814
en Durango, 1815 en Zamudio y 1824 en Arrázua. En
algunos templos, los enterramientos en el Camposanto, se inician años después de su construcción, y en la
mayoría hay un período en que se simultanean los
enterramientos en el interior y en el exterior de los
templos. En Güeñes, se concluye el Camposanto con
la colocación de las puertas en 1826 y a partir de
diciembre de 1841 se entierra definitivamente en el
Cementerio exterior. En San Agustín de Etxebarria,
parece que los enterramientos en el Camposanto se
inician poco después de su construcción (en 1811) ya
que hay referencias de ello en 1814. En Errigoiti,
entre 1820 y 1845 se entierra tanto dentro como fuera de la iglesia, y a partir de 1846 se entierra definitivamente en el Camposanto. En Durango, el Camposanto se usa al menos desde 1814, pero en 1820 aún
se sigue enterrando en Santa María, y en el año 1821
105
deja de utilizarse definitivamente la necrópolis del
templo. En Zamudio, a partir de 1841 se entierra en
el Huerto Santo. En Arrázua, desconocemos si las
funciones del Camposanto fueron asumidas desde su
construcción (en 1824), si se realizó de forma paulatina o si se contemplaron casos especiales, como el de
los infantiles, que quizá pudieron seguir enterrándose
en el interior durante algún tiempo más. El año de
1894 marca con seguridad el final de la utilización de
la necrópolis interior ya que entonces se procedió a la
colocación del entarimado actual.
3.2. El ritual funerario
l. Usos y costumbres en torno a la muerte
De la documentación de cada parroquia se han
extraído aquellas disposiciones eclesiásticas más destacadas o reiterativas, contenidas en las Visitas, por
cuanto ofrecen información sobre usos y costumbres
en torno a la muerte en la Bizkaia de la época moderna, y otras ponen en evidencia ciertos abusos cometidos por los eclesiásticos, especialmente empeñados
en la obtención de viandas y pecunia extralaborales.
Todas ellas responden a directrices contenidas en las
sucesivas Constituciones Sinodales de una y otra circunscripción eclesiástica.
a) Disposiciones sobre ofrendas.- En Güeñes en
1526 se establece "que por quanto ubo ynformación
que abía abido e se esperaba aver diferencias y enojos y escándalos y otros males sobre la manera del
ofrecer... e abida ynformación de lo que se a usado de
tiempo ymemorial a esta parte, se mandó que sólo las
señoras de las casas por su hordem con an ofrecido
hasta aquí que es la primera la señora de la casa de
Salcedo y la segunda la señora de la casa de Aranguren y la tercera la señora de la casa de Montehermoso ofrezcan al presente como suelen y las demás
mugeres, aunque sean hijas de las dichas casas siendo casadas si no heredaren las dichas casas o se casaren con quien las herede, vayan a ofrecer a la arca
como las otras vecinas ... " [Güeñes, Visita 1526junio-9, 2º Libro de Fábrica: 1526-1556 (sig, 12-01),
AHEB]
En Trucíos en 1695 se manda "que ninguna persona ofrende sino ... en la sepultura donde estubiere
enterrado el difunto por quién llevare dicha ofrenda",
cumpliendose así la Constitución Sinodal de este
Arzobispado, ya que ha sido informado de que "el
que está enterrado en el último rúmen sus herederos
ponen la ofrenda en el primero de que se orijinan
algunas inquietudes ... y alborotos y perturbarzión de
los ofizios divinos ... "[Trucíos, Visita 1695-agosto31, 4º Libro de Fábrica: 1675-1713 (sig. 14-05),
AHEB]
b) Disposiciones prohibiendo refrescos y carida-
106
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
des.- En Trucíos en 1669 se prohiben los refrescos,
denunciando que eclesiásticos y otros en los entierros
y honras de difuntos reclaman a los herederos que,
además de los derechos funerales, den dos veces
refresco de pan y vino a los propios esclesiásticos y a
otros seglares que se juntan y los toman en "choro"
mezclados unos con otros, lo cual " ... es en deservis;io
de Dios ... y poca reverens;ia de un templo y en perjuizio de los difuntos y sus herederos pues hera más
justo gastarlo en sugraxios que no en semexante profanidad .... mandó .... a los dichos sacerdotes ... que en
adelante están contentos con el estipendio conforme
de costumbre tienen de llevar en los funerales de
difuntos que no tengan ni hagan semejantes comidas
y vevidas que llaman refrescos no solamente en el
choro sino en otra ninguna parte" [Trucíos, Visita
1669-diciembre-13, 3º Libro de Fábrica: 1666-1673
(09-03) , AHEB).
En 1672 se vuelven a prohibir en la citada iglesia
las "charidades" que dan los herederos el día del
entierro, noveno y cabo de año a las personas que
asisten repartiendo pan, vino y carne y haciendo sentar a los hombres y mujeres en hileras desde las puerta de la iglesia hasta las gradas del altar mayor [Trucíos, Visita 1672-noviembre-19, 3º Libro de Fábrica:
1666-1673 (09-03), AHEB]
c) Disposiciones prohibiendo los llantos excesivos
en los entierros.- Debía ser una práctica bastante
corriente y antigua (en el Arzobispado de Burgos desde 1441-42 data una disposición de Juan Cabeza de
Vaca), prohibida reiteradamente por los Visitadores.
Así a fines del S. XVIII se ordena en Errigoitia: "Por
cuanto se ha informado que al tiempo de conducirse
los cadáveres desde la casa mortuoria a la yglesia al
entrar en ella, y quando se les da sepultura, las viudas,
madres, parientes y amigas de los difuntos dan
muchos gritos y hacen llantos excesivos lo cual es
muy reprehensible y nada conforme a los sentimientos de ntra religión ... mandó que en adelante no permitan ni toleren los curas y clérigos ... que mujer alguna que asista a los entierros grite ni haga llantos excesivos dentro ni fuera de la iglesia en los actos de
levantamiento del cadáver, su conducción a ella interin el oficio, antes, al tiempo, ni después de darle
sepultura eclesiástica.. "[Errigoitia, Visita 1793-junio8, 5º Libro de Fábrica: 1772-1805 (sig. 03-02),
AHEB].
Noticia ya recogida por A. Trueba, quien las
denomina "plañideras", también conocidas como
"endechaderas". Se trataría de mujeres, contratadas o
no, encargadas de llorar en la funciones fúnebres
[TRUEBA, A. "Curiosidades históricas de Vizcaya.
Lloriqueos", en Euskal-Herria, LIX; 1908].
d) Disposiciones sobre paños en la sepultwas.En relación con este asunto, en San Agustín de Etxebarría conocemos una Ordenanza prohibiendo que las
mujeres dejen manteles o paños sobre las sepulturas,
pudiendo usarlos sólo para llevar el pan o la oblada
cuando vayan a ofrecer, pero acabada la misa los lleven a casa [Etxebarría. Ordenanzas del Cabildo eclesiástico de las Iglesias Unidas de Elorrio, 1544-octubre-25 (leg. 7748), Archivo Municipal de Elorrio,
AFB].
En Arrázua, en 17 41, tras la obra del entarimado
de las sepulturas, se manda retirar las "bayetas y trapos" sobre las mismas, por lo que el suelo de la iglesia se hallaba "muy indecente" y sólo se tengan cuando se celebra oficio de difuntos (entierro, novenas,
honras o cabo de año) y con la decencia que corresponde a la iglesia [Arrázua, 1º Libro de Fábrica:
1725-1877 (sig. 07-03), AHEB].
e) Sobre la colocación de candelas encima de las
sepulturas.- Para evitar dificultades de tránsito por la
iglesia, desde 1539 hasta comienzos del s. XVIII las
Constituciones Sinodales de Calahorra prohiben la
colocación de "paveses" (candelas) sobre las sepulturas, y en caso de ponerse sólo pueden estar sobre la
sepultura del difunto los días de novena y honras por
tal difunto, y el día de cabo de año y aniversario, salvo cuando se pusieren en capillas edificadas a expensas de sus propietarios [Disposición de Alonso del
Castillo recogida en Constituciones Synodales del
Obispado de Calahorra y La Calzada hechas y ordenadas por... Pedro Gonzalez del Castillo ... , Madrid,
Por la Vda de Alonso Martín, 1621]
También las Constituciones Sinodales de Burgos
recogen esta disposición desde comienzos del s. XVI
(Disposición de Fray Pascual de Ampudia recogida
en Constituciones Synodales de el Arzobispado de
Burgos, hechas y ordenadas conforme al Santo Concilio de Trento, por ... Francisco Pacheco de Toledo ... , Burgos, Felipe de Junta, 1575].
Para San Agustín de Etxebarría existe una Ordenanza estableciendo que el día de Todos los Santos y
siguientes la mujeres eviten quemar candelas de cera
sobre las sepulturas, y en su sustitución se quemen
dos cirios de cera en cada altar, para cuya provisión
se nombra a una persona con el cargo de bacinero.
Las mujeres sólo podrán poner candela en la forma en
que se denuncia cuando manden decir misa por el
difunto [Etxebarría. Ordenanzas del Cabildo eclesiástico de las Iglesias Unidas de Elorrio, 1544-octubre25 (leg. 7748), Archivo Municipal de Elorrio, AFB]
f) Disposiciones en orden a evitar distinciones en
los entierros.- En las "parroquias unidas de Elorrio"
se establece desde 1544 que los clérigos y sacristán
vayan juntos con una cruz hasta la casa del difunto y
hagan los oficios que acostumbran, denunciando que
hasta ahora los hacen "con notable distinción de unos
vecinos a otros ...", llevando a casa del difunto capas
y cruz mayor con manga de terciopelo, y también ofic
ciando en el cuerpo de la iglesia dos o tres beneficia-
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
dos con capas de terciopelo y cetros, ya que a cambio
reciben cierta cantidad de dinero, cuando en realidad,
se denuncia, estos ornamentos se hacen a costa de las
fábricas y de las limosnas de particulares [Etxebarría,
Sentencia de la Chancillería de Valladolid contra el
Cabildo eclesiástico de la Villa de Elorrio, 1544abril-7 (leg. 7746), Archivo Municipal de Elorrio,
AFB].
Para las mismas parroquias se establece también
en el citado año que no se hagan misas de réquiem
con diáconos ni subdiáconos, denunciando que
muchas personas lo hacen "por hazer lo que su vezino hazía ... por banagloria ... y por la dezienda de la
gente" [Etxebarría, Ordenanzas del Cabildo eclesiástico de las Iglesias Unidas de Elorrio, 1544-octubre25 (leg. 7748), Archivo Municipal de Elorrio, AFB]
g) Disposiciones sobre entierros de pobres.- En
Arrázua en 1793 se ordena que en los entierros de
pobres se celebre también misa de cuerpo presente,
aún cuando no halla limosna para ello (Arrázua, Visita 1793-junio-15, 1º Libro de Fábrica: 1725-1877
(sig. 07-03), AHEB].
En Durango, en 1615 se manda que " ... cuando
muera algun pobre de solemnidad lo entierre el Cabildo de gracia y por caridad cristiana... sin aguardar a
que pidan limosna para él" [Durango, Visita 1615junio-8, 1º Libro de Fábrica: 1577-1636, AMD]
h) Disposiciones sobre sermones en entierros.Esta costumbre ha sido recogida en Durango en 1622
cuando se establece que "por evitar alavanzas ynpropias y disonantes que los predicadores suelen mezclar
en los sermones de difuntos con poca edificación de
los oyentes, manda ... a quienes encargaran estos sermones que prediquen de la muerte y de las demás
postrimerías y de los sufragios de las almas, excusando las lisonjas de los difuntos" [Durango, Visita
1662-junio-18, 3º Libro de Fábrica: 1650-1711,
AMD]
i) Disposiciones prohibiendo responsos en las
sepulturas.- En Güeñes en 1587 se prohibe que los
curas anden diciendo responsos de sepultura en
sepultura "sino fuere a donde hubiere obladas dentro
del año y por las demás sepulturas digan un responso
general por todas las ánimas" [Güeñes, Visita 1587octubre-4, 3º Libro de Fábrica: 1567-1606 (sig. 1202), AHEB]
También en Durango en 1735 se ordena que los
beneficiados y demás sacerdotes que no anden por las
sepulturas diciendo responsos [Durango, Visita 1735diciembre-10, 4º Libro de Fábrica: 1711-1740, AMD]
j) Disposiciones sobre entierros de clérigos y doncellas.- En Durango en 1601 se establece que sólo los
clérigos y doncellas se entierren "con las caras desabiertas", es decir, descubiertas. [Durango, ViSita
1601~marzo-12, 1º Libro de Fábrica: 1577-1636,
AMD]; y en 1675, que las personas que hubiesen de
107
ser enterradas de oficio mayor vayan cubiertas, "y los
que hubieren de enterrar de oficio de ángeles vayan
descubiertos y no se diga ni cante responso en su
sepultura... " [Durango, Visita 1675-julio-2, 3º Libro
de Fábrica: 1650-1711, AMD]
k) Disposiciones sobre la forma de enterrar a los
curas y beneficiados.- En las "parroquias unidas de
Elorrio" se solían enterrar con el cáliz de cera. La
casulla, alba, caja y zapatos, era a cargo de la Hermandad en 1769; en 1868 los ornamentos sagrados
con los que se viste al difunto eclesiástico son: casulla, estola, manípulo de color morado, cíngulo, alba y
amito con ropa interior [Etxebarría, Libro de la Hermandad de Sacerdotes de Elorrio: 1719-1892 (sig.
05-01), AHEB]
1) Otros mandatos que son reiterativos en diversas
parroquias.- Para los herederos y cabezaleros de testamentos, en 1554 que no tomen posesión de los bienes heredados hasta en tanto no cumplan las mandas
pías y paguen las deudas que en ellos se contienen
[Etxebarría, 1º Libro de Fábrica: 1502-1567 (leg.
7741), Archivo Municipal de Elorrio, AFB].
Y que no se abra ninguna sepultura sin que los
herederos del difunto hayan entregado declaración de
las claúsulas tocantes a mandas piadosas (Durango,
Visita 1615-junio-2, 1º Libro de Fábrica: 1577-1636,
AMD]
m) Reseñar, por último, cómo la mujer es objeto
de varias prohibiciones en las Visitas. Ello viene a
corroborar el protagonismo de la misma en la liturgia
asociada a la muerte, al ser exclusivas de las mujeres
varias tareas mortuorias (ofrendas, colocación de
paños de sepulturas y candelas, acompañamiento del
difunto, funerales, además de preparación del cadáver, vigilias, etc. ). En este sentido, afirma L. Gómez
que estas funciones son "precisamente las prácticas
que revelan la permanencia de viejos ritos de tránsito, que la liturgia cristiana no hace sino acompañar y
no enmarca verdaderamente" (GOMEZ NIETO, L.
Ritos funerarios en el Madrid medieval, Madrid, A.
C. Al-Mudayna, D. L. 1991,p. 101).
2. El uso de las sepulturas: aspectos legales y etnológicos
Acabada la construcción o ampliación de una
iglesia, el uso de la mayoría de las sepulturas se venden a particulares, reservándose la fábrica algunas
(para obras, enterramiento de curas, etc.) que suele
ceder más tarde en parte. La propiedad de las sepulturas continúa siendo de la Iglesia, pero su uso se
vende a particulares a cambio de "limosnas". El derecho a una sepultura puede adquirirse a perpetuidad,
sin menoscabo de que se pague cierta cantidad cada
vez que se entierre a alguien, o bien temporalmente.
La "adquisición" de una sepultura perpetua debe ser
108
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
aprobada por el Obispo correspondiente, y a veces
consta por escrito ante notario o en los libros parroquiales, indicándose en estos casos expresamente que
la adquieren "para que por agora y sienpre jamas,
ellos y sus subcessores puedan gozar y enterrarse" en
la misma, y se señala el lugar dónde está ubicada, y
que sepulturas son lindantes [Elorrio, venta de una
sepultura en 1616 a Martin de Anguioc;ar y Hursola
C::arraga, Libro de Cuentas de Ntra. Sra.: 1530-1622,
AFB]. Son numerosos los traspasos, ventas y donaciones de sepulturas perpetuas, que los protocolos
notariales documentan ampliamente.
En las parroquias estudiadas, la mayoría de las
sepulturas se asignan a casas y caserías, reciben
numeración de fogueras en algunos casos, y adquieren la denominación del edificio al que pertenecen,
junto al cual se traspasan por herencia y cuando hay
ventas, donaciones, etc. Este derecho está recogido
jurídicamente en el Fuero Viejo de 1452 (Cap. CXV.
"De las sepulturas", reconocimiento del derecho de
todos los de la casa a ser enterrados en la fuesa que el
solar tuviera en la iglesia, respetándose al heredero la
cabecera), y en el Fuero Nuevo de 1526 (Tít. XX, Ley
XIX. "De las sepulturas") en donde se mantiene para
las fuesas y asentamientos en las iglesias la calificación de bienes raíces. De ahí la asociación caseríasepultura que hemos documentado a menudo. En
Errigoiti, en los libros de Finados de 1724 a 1818
aparece claramente esta asociación; con anterioridad,
desde 1589 se emplean fórmulas como " ... en la
sepultura de su casa". En Zamudio, desde 1592
encontramos expresiones como " ... de su casa", "en la
de sus padres", y a partir de 1700 se indica simplemente "en la parroquia de Zamudio". En Arrázua,
desde 1555 se hace referencia a "la sepultura de la
casa de ... ". En San Agustín de Etxebarría, aunque los
libros de Finados no proporcionan información sobre
el lugar de enterramiento dentro del templo, sin
embargo la asociación sepultura-casería se verifica en
otra documentación eclesiástica (desde 1632), indicándose " ... la sepultura de la casería de .... ". En
Durango, aunque hay libros de Finados desde 1553,
tampoco hacen referencia al lugar de enterramiento;
sin embargo la documentación municipal informa de
la asignación de sepulturas una vez efectuado el encajonado de las mismas (en 1734) y las personas que las
reciben.
A este respecto la jerarquía eclesiástica acata la
tradición jurídica y los usos y costumbres, y así la
Constitución Sinodal de Pedro de Lepe de 1698, para
el Obispado de Calahorra y La Calzada, establece a
cerca del uso de las sepulturas, que se respete la costumbre de cada parroquia, diferenciando entre: a)
sepulturas que son propiedad de la iglesia, las cµajes
no pueden enajenarse ni usarse hasta pasado un año
del último enterramieno, volviendo entonces a ser del
común, y b) sepulturas de particulares, las cuales si
dejan de serlo, pasen a ser propiedad de la fábrica, y
que en adelante a ninguno se conceda las que pegaren
a las gradas del Altar Mayor por el estorbo que causan:
"Considerano quan grandes, y pesados disturbios, y pleytos se originan cada dia, por ocasion de
las sepulturas, tomando la fragilidad humana motivo
para la sobervia de aquello mismo, que es el principal fundamento para la humildad... : Ordenamos y
mandamos S.S.A. que en quanto a las sepulturas, en
cada iglesia se guarde aquella costumbre, que hasta
aora se ha observado, en donde la ay, de que las
sepulturas no se enagenen, se guarde y cumpla como
hasta aquí, no enagenandolas, ni dexandolas apropiar a familia alguna, con cualquier titulo que sea:
por ser estilo muy conforme a derecho, y segun la
caridad y comunion cristiana. Y quando en alguna de
ellas fuere enterrado algun cadaver, sea reserbada
para no enterrar a otro hasta en tanto aya pasado un
año. Y en este tiempo la persona que haze el duelo
por el difunto la pueda ofrendar y asistir en ella,
segun el comun uso y costumbre de la tierra. Y acabado este tiempo vuelva a ser comun, como antes, la
sepultura.
Las que son de particulares, se conserven en su
posesión, como antes: y si por algun accidente vacaren, y se incorporen a la fábrica de la iglesia, sean
comunes en adelante y no se enagenen en manera
alguna a ninguna persona de cualquier estado, y
condiciones que sea, ni se de desde oy en adelante
sepultura pegada, y unida con las gradas de el altar
mayor: porque notoriamente impiden a los Sacerdotes el oficiar en el Presbiterio, y assistir decentemente en el Altar, y son ocasion de muchos enfados, y disturbios. y las que al presente están, y se hallan en la
forma expressada: mandamos que se usen de modo
que no estorben ni impidan a los Ministros del Altar,
el hazer desembarazadamente y con toda decencia
todos sus ministerios y de ninguna otra forma las
permitimos. Y en caso de contumacia, se procedera
en la manera que convenga, segun derecho, contra
los que hizieren lo contrario" [Constituciones
Synodales antiguas y modernas del Obispado
de Calahorra y La Calzada ... por D. Pedro de
Lepe .... en el año de mil seiscientos y noventa y
ocho, Madrid, por A. G. de Reyes, 1700].
En este sentido, los datos que existen en algunas
iglesias sobre los finados del siglo XVI (Arrázua),
señalan la existencia de inhumaciones consecutivas
en breves períodos de tiempo, sin que medie un plazo determinado necesario para la descomposición de
los cadáveres.
Por lo que se refiere a las parroquías de Trucíos y
Güeñes, pertenecientes al Obispado de Burgos hasta
mediados del siglo XVIII, la Constitución Sinodal del
ENTERRAMIENTOS EN IGLESIAS DE BIZKAIA
Cardenal Pacheco de 1575 establece que los clérigos
y mayordomos no pueden señalar cierto lugar ni sitio
para sepulturas perpetuas sin licencia del Obispo, salvo en los casos señalados y donde hubiere costumbre;
pero no siendo perpetuas, permite que se observe la
costumbre de cada iglesia y se dé la limosna conforme al lugar donde tal difunto se sepultare:
"Aunque la propiedad de las sepulturas en las
Yglesias y cementerios, como cosa sagrada y religiosa, no se puede comprar ni vender segun derecho: y
ansi es justo que se trate con mucha consideracion
dello. Pero la tolerancia, uso y aprovechamiento
dellas bien se permite a los fieles christianos que dan
sus lymosnas y hazen otras buenas obras a las yglesias, considerada la qualidad del lugar que piden
para se sepultar y la limosna, ello se da. Y porque
esto mayormente en lo perpetuo no se puede hazer sin
nuestra licencia, ordenamos y mandamos que de aqui
adelante los mayordomos legos, ni los clerigos de
este nuestro Arr;obispado, no den ni puedan dar
sepultura alguna perpetua, sin la dicha nuestra licencia, o de nuestros Provisores salvo en la nuestra Yglesia catedral y metropolitana y en las demas collegiales donde huviere dello legitima costumbre para que
teniendo atencion a las tales limosnas y buenas
obras, se les sea señalado el lugar que convenga do
se puedan sepultar. Pero no siendo perpetuas, queremos y permitimos que este caso se guarde la costumbre antigua y loable de cada yglesia y se de la limosna conforme a el lugar do el tal defunto se sepultare,
y que esto lo puedan hazer y hagan los curas y mayordomos de las tales yglesias juntos, y no los unos sin
los otros, y que puedan pedir los que ansi se diere de
limosna, ante la justicia, sino lo pudieren cobrar de
otra manera: lo qua! mandamos ansi se haga guarde,
y cumpla so pena de 1O ducados para la fabrica de la
Yglesia, donde lo susodicho sucediere, en la qua!
incurran los curas, y mayordomos de mas y allende
que pagaran todos los daños que la Yglesia y fabrica
recibieren por no hazer y guardar lo susodicho segun
que por nosotros esta establecido y ordenado"
[Constituciones Synodales de el Arzobispado de
Burgos, hechas y ordenadas conforme al Santo
Concilio de Trento, por Francisco Pacheco de
Toledo ... , Burgos, Felipe de Junta, 1575].
Por consiguiente, en las Encartaciones se diferencian asimismo sepulturas perpetuas y no perpetuas
como en la zona oriental de la provincia de Bizkaia.
En este sentido, es de destacar un comportamiento
diferencial en las Encartaciones respecto al resto de
Bizkaia. Así, ni en Güeñes ni en Trucíos hemos localizado datos en la documentación consultada de asociación casa/casería-sepultura, salvo las sepulturas
pertenecientes a la Torre ,de Salcedo en Güeñes, pero
se trata de una casá y linaje importante. Ello pudiera
ser debido a que las sepulturas perpetuas fueran
109
menos frecuentes (lo que no contradice que puntualmente la mayoría sean de particulares como señala la
documentación), y al hecho de que las casas de
labranza no tienen por lo general nombre propio en la
zona encartada.
3. Inhumaciones infantiles
En todas las iglesias estudiadas, excepto en Güeñes, se han recuperado restos esqueléticos pertenecientes a niños de diversas edades. Sin embargo para
los siglos XVI y XVII no se han encontrado apenas
noticias documentales referentes a los enterramientos
infantiles, ya que solamente en el caso de Güeñes se
dice que el entierro de niños se realice en la matriz de
Santa María, separados de los adultos (Güeñes, 5º
libro de Fábrica: 1640-1672 (sig.13-02), Visita de
1663, AHEB).
Una circunstancia bastante común ha consistido
en el hallazgo de uno o varios niños en el nivel superior de la sepultura, separados de un adulto localizado en el nivel medio o inferior de lá misma. La deposición de los infantiles se realiza sin necesidad de
alterar o exhumar al adulto subyacente. Al menos en
Arrázua, Errigoiti y Etxebarria, sabemos que los
niños son los últimos inhumados en la sepultura, aunque desconocemos si ello se debe a un ritual diferencial para los enterramientos infantiles o al hecho de
que los niños fueran los únicos inhumados en el interior de la iglesia, en el momento final de uso de la
necrópolis, coincidiendo esta fecha con los primeros
enterramientos realizados en el Campo Santo (inicios
del s. XIX). Esto último explicaría la localización
superficial de los esqueletos infantiles localizados en
dichas iglesias.
Aparte de la posibilidad de que los niños fueran
los únicos inhumados en los templos en el momento
en que los cementerios exteriores estaban ya en uso,
hay que valorar una práctica inhumatoria diferente
para adultos e infantiles, ya que mientras el enterramiento de un adulto supone, en la mayoría de los
casos, el vaciado de los ocupantes anteriores, para los
infantiles no es preciso tal proceder. Todo ello explicaría el hallazgo en Etxebarria de restos de seis niños
en la parte más superficial de una sepultura, depositados, la mayoría, en un mismo nivel del relleno, junto a los límites perimetrales de la sepultura.
Por otro lado, en Trucíos se ha hallado un esqueleto infantil articulado ocupando la posición inferior
de una sepultura, lo que indica que este cuerpo no fue
exhumado durante las tareas de acondicionamiento
de la sepultura previas a la inhumación del adulto.
Este hecho creemos puede deberse a que el infantil se
encontrara en ese momento todavía en fase descomposición ya que aparece cubierto por una capa de cal.
Aunque en términos generales se ha registrado
110
C. DE LA RUA - M.O. DEL MONTE - J. ORUE
una menor frecuencia de restos óseos infantiles que
de adultos, también se han hallado restos esqueléticos
de niños en forma de inclusiones en la mayoría de los
sondeos efectuados, lo que indica que éstos fueron
enterrados junto a los adultos en el interior de las
iglesias desde épocas antiguas, aunque es sólo a partir del siglo XVIII cuando se comienzan a registrar
documentalmente las defunciones y enterramientos
de infantiles de forma generalizada. Testimonio de
esta práctica inhumatoria lo constituyen los restos
infantiles hallados en uno de los sondeos de Durango,
los cuales se encontraban en forma de inclusiones en
todo el espesor de un relleno de gran potencia, a lo
que hay que añadir dos esqueletos articulados más.
4. Ajuares
En los sondeos realizados se ha recogido un
número significativo de evidencias que en sentido
amplio, pueden considerarse como ajuares asociados
a los inhumados. Bajo este concepto incluimos elementos relacionados con prendas de amortajamiento
(restos de hebillas de cinturón; fragmentos textiles:
tela de vestido y tocados del cabello, cintas; zapatos),
restos de ataúdes (tablas, clavos de hierro, adornos),
elementos de carácter religioso (medallas metálicas,
cuentas de rosario y eslabones metálicos) y otros de
uso en la vida diaria (monedas, fragmentos de cerámica, cañones de pipa y restos de cristales).
Aunque el análisis e interpretación de estos objetos excede la finalidad del presente estudio, existe
una relación exhaustiva de los mismos en las Memorias de excavación correspondientes (1992, 1993),
que se hallan depositadas en el Servicio de Patrimonio Histórico de la Diputación Foral de Bizkaia. De
todas las evidencias recuperadas, vamos a destacar
brevemente las de mayor interés, bien por la problemática interpretativa que plantean, bien por la información que ofrecen sobre usos y costumbres.
En algunas iglesias se han hallado restos claramente relacionados con ataúdes. Así por ejemplo en
Errigoiti se encontró una doble inhumación en un
sólo ataúd; en Güeñes, en uno de los sondeos, apareció un ataúd tapizado con tela, que presenta sobre su
cabecera restos de una cruz formada por cintas de tela
sujetas mediante chinchetas de cobre. Por otro lado,
existen evidencias de más difícil interpretación, tal es
el caso de las tablas que se encontraron en uno de los
sondeos de Durango, las cuales se hallaban claramente relacionadas con los esqueletos, estando superpuestas a los mismos; su mal estado de conservación
y la ausencia de otros elementos constructivos relacionables con ataúdes (clavos impactados en la madera, laterales), no nos permiten establecer conclusiones
certeras sobre el significado de estas tablas, pudiendo
especularse sobre una función de protección de los
cadáveres del contacto directo de la tierra de relleno.
Otro elemento de interés lo constituyen los restos
de prendas de amortajamiento. En general éstos son
escasos y se hallan tanto asociados a las inhumaciones como formando parte del relleno sepulcral. Destacan, por su abundancia, los restos de calzado consistentes fundamentalmente en suelas de zapatos
(muy abundantes en Errigoiti; en Zamudio las halladas pertenecen a infantiles). En Güeñes uno de los
esqueletos se halló calzado y otro portaba un hábito
de la orden franciscana como mortaja. En Errigoiti,
Etxebarria y Arrázua se han recuperado restos de
prendas de amortajamiento que ofrecen información
interesante sobre usos y costumbres de la época.
Se han encontrado con relativa frecuencia monedas integradas en los rellenos o estructuras, la mayoría de las veces en muy mal estado de conservación.
Aunque en algunos casos se determinó su cronología,
nos hemos abstraído de la problemática que puede
plantear la discordancia entre la datación de las mismas y la cronología de las estructuras sepulcrales.
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