Consejo Consultivo de Aragón DICTAMEN Nº 150 / 2013 Materia sometida a dictamen: Revisión de oficio de la Resolución del Gerente del Sector de Teruel de 6 de julio de 2007 en virtud de la cual se determinaba la composición definitiva de la Comisión de Selección para la designación provisional de una plaza de Coordinador de Área Médica del Sector de Teruel. ANTECEDENTES Primero.- Mediante resolución del Gerente del Sector de Teruel de 7 de junio de 2007, fue efectuada convocatoria para la designación provisional de una plaza de Coordinador de Área Médica del Sector de Teruel del Servicio Aragonés de la Salud. Segundo.- Mediante ulterior resolución del mismo órgano, de fecha 6 de julio de 2007, es nombrada la Comisión de Selección que habría de valorar las solicitudes presentadas para ocupar el puesto de Coordinador de Área Médica. El nombramiento recayó en las siguientes personas: -El Gerente del Sector de Teruel, que habría de actuar en calidad de Presidente. -“G”, en calidad de Jefe de Servicio o Sección de entre las especialidades que forman parte del Área Asistencial. -“P” en calidad de Jefe de Servicio o Sección designado por la Comisión TécnicoAsistencial de Hospitales de Atención Especializada. -”Y”, en calidad de facultativo especialista de Área del Servicio Aragonés de la Salud nombrado por la Comisión Mixta Hospitalaria del Centro Sanitario con mayor número de camas del Sector Sanitario, elegido de entre aquellos que tengan cualquiera de las especialidades del Área Asistencial de que se trata. 11 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN -“J”, en calidad de de facultativo especialista de Área del Servicio Aragonés de la Salud elegido de entre los que prestan servicios en las unidades del Área Asistencial de que se trata. Tercero.- Reunida de la Comisión de Selección en fecha 13 de julio de 2007, valoró los curricula vitarum aportó por los dos aspirantes que se presentaron al puesto, el Dr. “X” y el Dr ”C”, y asignó puntuación a la entrevista realizada con los candidatos, siendo que, como resultado de la valoración global efectuada, se adjudicó el puesto al segundo de los citados. Cuarto.- Con fecha 13 de septiembre de 2010, el médico no favorecido por la adjudicación, Dr. “X”, presentó escrito interesando la revisión y la declaración de nulidad de la resolución del Gerente del Sector de 6 de julio de 2007 (designación de los miembros de la Comisión de Selección), por razón de que uno de los miembros designados, “Y”, no podía haberlo sido por razón de no disponer la condición de funcionario de carrera o estatutario fijo que previene el art. 31.8 de la Ley 55/2003, de 16 de diciembre del Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud. Quinto.- Con fecha 23 de marzo de 2011, una representación de “X” presentó recurso de alzada contra la desestimación presunta de la solicitud de revisión de oficio que había sido presentada el 13 de septiembre de 2010. Sexto.- Mediante Orden del Departamento de Salud y Consumo de 24 de mayo de 2011 se inadmite, por extemporáneo el recurso formulado, siendo que frente a dicha inadmisión fue formulado recurso contencioso administrativo. Séptimo.- Mediante sentencia del Juzgado de lo contencioso administrativo nº 5 de Zaragoza, de fecha 20 de junio de 2012, fue estimado el recurso jurisdiccional formulado, asumiendo la procedencia de tramitar el procedimiento de revisión que en su día había sido solicitado. Octavo.- Por resolución del Director Gerente del Servicio Aragonés de la Salud de 13 de agosto de 2012 se propugna la ejecución de la sentencia dictada y el inicio el correspondiente procedimiento de revisión. Inicio que se produce mediante Orden del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia de 8 de octubre de 2012. Noveno.- Mediante Orden del Departamento de Sanidad, Bienestar Social, Familia y Consumo de 15 de enero de 2013 se propugna la revisión y la declaración de nulidad de la 2 Consejo Consultivo de Aragón resolución del Gerente del Sector de Teruel de 6 de julio de 2007 que determina la composición definitiva de la Comisión de Selección para la designación provisional de una plaza de Coordinador de Área Médica del Sector de Teruel del Servicio Aragonés de la Salud. Décimo.- Tras diversas vicisitudes en el trámite, con fecha 4 de julio de 2013 tiene finalmente entrada en el Consejo Consultivo de Aragón solicitud de dictamen preceptivo en el procedimiento de revisión incoado. CONSIDERACIONES JURÍDICAS I Sobre la competencia del Consejo Consultivo Entre las funciones asignadas al Consejo Consultivo de Aragón, se halla la de ser consultado preceptivamente en la “revisión de oficio de actos y disposiciones administrativas nulos de pleno derecho y recursos administrativos de revisión” (art. 15.5 Ley 1/2009 –LCCA-), que, en este punto, viene a coincidir con la anterior regulación legal artículo 56.1.e) del Texto Refundido de la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón (Decreto Legislativo 1/2001, de 3 de julio, del Gobierno de Aragón)- con una normación congruente con el actual art. 55 del Decreto Legislativo 2/2001, de 3 de julio, del Gobierno de Aragón, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón (TRLACAA). En relación a la competencia del Pleno del Consejo Consultivo o de la Comisión, ha de atenderse al art. 20.1 de la Ley 1/2009, que establece la competencia residual de ésta en aquellos asuntos no atribuidos expresamente al Pleno por el art. 19 de la Ley, al igual que lo contempla el artículo 19 del Decreto 148/2010, de 7 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Consejo Consultivo de Aragón (ROFCCA). II Respecto del marco general y respecto del procedimiento para la revisión El procedimiento que se somete a nuestro conocimiento es el prevenido en el art. 102.1 LRJAP, según el cual “Las Administraciones públicas, en cualquier momento, por 33 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN iniciativa propia o a solicitud de interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere, declararán de oficio la nulidad de los actos administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan sido recurridos en plazo, en los supuestos previstos en el artículo 62.1”. El cauce utilizado por la Administración parece adecuarse a las pautas habitualmente exigibles para el trámite de que se trata, al menos en cuanto aparece en el expediente una propuesta de resolución en la que se razona sobre el signo de la decisión que se pretende emitir y se ha otorgado audiencia a quien aparece como persona interesada en el signo del procedimiento (el adjudicatario del procedimiento selectivo). No consta, sin embargo el otorgamiento de audiencia a quien promovió la iniciación del procedimiento de revisión, el cual también dispone la condición de interesado a tenor de lo prevenido en el art. 31.1.a LRJAP y al que hubiera debido otorgarse la expresada audiencia de conformidad con lo prevenido en el art. 84 de la misma Ley. No obstante ello, entiende el órgano consultivo que, en la medida en que la propuesta de resolución que se formula en el procedimiento no queda desdibujada la pretensión formulada por dicho interesado, asumimos que no se genera indefensión de carácter material y puede continuarse con el trámite incoado. III Sobre la procedencia o no de la revisión y sobre los vicios de nulidad invocados En anteriores dictámenes, como puede ser el nº 134/2007, de 17 de julio, expresábamos que en el ámbito en el que nos hallamos no caben interpretaciones extensivas, pues la revisión de oficio integra el ejercicio de una potestad administrativa excepcional, que exige un cuidado extremo en su utilización, lo que hacíamos en plena congruencia con la doctrina mantenida por el Consejo de Estado entre otros, en dictámenes 1.393/1998, de 9 de julio, 23 de enero de 2003 (expte 3.432/2002), 528/2005, de 11 de mayo y 8 de febrero de 2007 (expte 2.536/2006), lo cual no obsta, evidentemente, a que podamos apreciar una causa de nulidad cuando sea clara su existencia. Asimismo, en dictámenes precedentes de este Consejo, ha sido señalado que la revisión de las disposiciones y de los actos administrativos firmes (a partir de la Ley 4/1999, tanto de los favorables –o de los declarativos de derechos- como de los que no presenten este carácter) se sitúa entre dos exigencias contrapuestas: el principio de legalidad, que postula la posibilidad de revocar actos y disposiciones cuando se constata su ilegalidad, y el principio de seguridad jurídica, que trata de garantizar que una determinada situación jurídica que se presenta como consolidada no pueda ser alterada en el futuro. Ninguno de estos principios tiene carácter absoluto. Cada uno de ellos puede llegar a incidir y ser aplicado hasta el punto en que se enfrente con la necesidad de dar obligado respeto al otro. Y ello no puede ser predeterminado de manera apriorística para toda clase de casos, pues habrá de esperar a que sea analizado cada supuesto de hecho al objeto de poder averiguar, a la vista de las circunstancias concurrentes, cual es el grado de intensidad que requiere o exige el acatamiento y respeto por parte de cada uno de los dos principios citados. 4 Consejo Consultivo de Aragón Conciliar ambos principios es obligado, y debe ser llevado a cabo, por tanto, para cada caso singular e individualizado, examinando, evaluando y ponderando las particulares circunstancias concurrentes, tanto en el seno del acto como en la periferia que viene conformada por los afectados por el mismo, y haciéndolo desde una perspectiva de racionalidad y con arreglo a las reglas de la congruencia y de la proporción. En el caso en cuestión, no se identifica por el órgano proponente cuál de los vicios de los enumerados en el art. 62.1 LRJAP podía resultar el concurrente al objeto de que emitiera su pronunciamiento el órgano consultivo. Tampoco lo hace el iniciador del expediente, que en su escrito inicial se limita a invocar la infracción del art. 31.8 de la Ley 55/2003. Hemos de acudir a la sentencia del Juzgado nº 5 de Zaragoza, de fecha 20 de junio de 2012, anteriormente aludida para ver que en ella se sugiere como de mayor relevancia la posible concurrencia del vicio de nulidad del art. 62.1.e (actos dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados) que es el que entendemos debe ser analizado en nuestro caso con prevalencia a cualquier otro. IV Sobre el concreto vicio analizado En nuestro anterior dictamen 47/2012 informábamos favorablemente la revisión y la declaración de nulidad de la creación en el año 2006, por vía de hecho, y la ulterior adjudicación, de una plaza de Coordinador de Área Médica del Sector de Teruel. Ello quizá aventuraba ya que no se prestaba atención excesiva a las normas jurídicas que habían de regir el procedimiento de provisión en cuestión. Según dispone el art. 31.8 de la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud, “En el ámbito de cada servicio de salud se regulará la composición y funcionamiento de los órganos de selección, que serán de naturaleza colegiada y actuarán de acuerdo con criterios de objetividad, imparcialidad, agilidad y eficacia. Sus miembros deberán ostentar la condición de personal funcionario de carrera o estatutario fijo de las Administraciones públicas o de los servicios de salud, o de personal laboral de los centros vinculados al Sistema Nacional de Salud, en plaza o categoría para la que se exija poseer titulación del nivel académico igual o superior a la exigida para el ingreso. Les será de aplicación lo dispuesto en la normativa reguladora de los órganos colegiados y de la abstención y recusación de sus miembros.” Consta en el expediente tramitado que, al margen de la calidad humana y de la preparación científica y médica de “Y”, dicha señora carecía de la condición exigida preceptivamente por la Ley 55/2003 para poder formar parte de la Comisión de Selección, y nada puede influir en ello el silencio de las bases de la convocatoria que, es obvio, no podían infringir, quebrar, ni evadir el contenido explícito de la Ley. 55 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN Para averiguar la trascendencia y la relevancia, como vicio de nulidad radical, de una infracción legal como la cuestionada en este caso, debemos acudir a los antecedentes ofertados por la jurisprudencia. Así, según la STS de 23 de Febrero de 2012, recurso 5412/2007 (LA LEY 16267/2012) “de las sentencias de esta Sala de fechas 15 de marzo de 1991 y 19 de febrero de 2008 se desprende que tienen el carácter de reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados las siguientes: a) Las que afectan a la convocatoria de los miembros componentes de tales órganos, en cuanto que afectan a la asistencia de los mismos y al preciso conocimiento de los asuntos a tratar en la correspondiente sesión. b) Las que se refieren a la elaboración y ulterior comunicación del orden del día, en tanto que comprenden las materias objeto de deliberación y, en su caso, posterior aprobación. c) Las que establecen un determinado quórum de asistencia y votación, en la medida que determinan la pormenorizada participación en la sesión de que se trate. d) Las que comprenden el sentido preciso de la deliberación de los distintos asistentes, en orden a identificar la específica votación de cada uno de esos asistentes. e) Las que determinan la concreta composición del respectivo órgano colegiado, con particular e ineludible intervención del presidente y del secretario, además de los vocales o restantes miembros, a los efectos de precisar el número, calidad y circunstancias de los mismos, con expresa nominación individual y con una específica y detallada referencia a la condición en que intervienen en cada caso, según las funciones que legalmente les puedan corresponder.” (la misma previsión queda reflejada en la sentencia de 4 de Junio de 1994 LA LEY 6829/1994-) Por su parte, la citada sentencia de 15 de marzo de 1991 (LA LEY 7062/1991), además de consignar la doctrina expuesta, recuerda la diferente perspectiva con la que ha de ser observada la nulidad derivada de los vicios de procedimiento y aquella otra que concierne a la cuestión específica de la formación de la voluntad de los órganos colegiados. En dicha sentencia se dijo: “De una interpretación del apartado c), del párrafo 1, del art. 47, citado, efectuada no sólo según el sentido propio y aislado de sus palabras, sino en relación a todo su contexto literal, atendiendo fundamentalmente a su espíritu y finalidad, -art.3.1, del Código Civil-, se infiere que, no es lo mismo el primer supuesto contemplado en aquella norma relativo al hecho de haberse prescindido «total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido para ello», que, al que alude en un segundo lugar, en relación a «las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados», que es lo que en el caso presente importa; pues, la idea jurídica de «totalidad absoluta» de seguir el procedimiento establecido, no abarca al supuesto de infracción de normas que contienen las normas esenciales expresadas; de forma que, en este segundo supuesto, la nulidad de pleno derecho del acto en cuestión, se produce cuando se haya omitido la correcta observancia de alguna o algunas de dichas reglas, siempre y cuando estas tengan un carácter esencial, sin ser preciso que la omisión se realice respecto de todas ellas.” No de opinión diversa es el Consejo de Estado. Cabe que recordemos ahora el dictamen 655/1992, de 18 de junio, según el cual, “la cuestión de fondo se circunscribe a dilucidar si la composición prevista del Tribunal calificador (base séptima de la convocatoria) es encuadrable o no en alguno de los vicios de nulidad previstos en el artículo 47 de la Ley Procedimental, y, más concretamente -así se ha planteado por la Administración instructora y por los propios aspirantes que han comparecido en el expediente-, en el apartado 1, punto c) de dicho precepto legal.- Debe clarificarse, sin embargo, que el referido apartado 1.c) del artículo 47 contiene dos supuestos de nulidad de pleno derecho que, aun con una conexión evidente, constituyen supuestos diferenciados, y así vienen siendo tratados por la Jurisprudencia del Tribunal Supremo y la doctrina científica. En efecto, por un lado están los actos "dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente 6 Consejo Consultivo de Aragón establecido para ello" y, por otro, los actos dictados prescindiendo "de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados".- Este último supuesto de nulidad constituye en realidad una concreción o cualificación del vicio general consistente en prescindir total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido para dictar el acto, lo que evidencia la importancia que el legislador quiso otorgar al cumplimiento de las normas previstas para la formación de la voluntad de los órganos colegiados. Estos (entre los que se encuadran precisamente los Tribunales calificadores) emanan una voluntad única, si bien formada a través de un procedimiento más o menos complejo. La Administración instructora fundamenta efectivamente la revisión de oficio pretendida en la vulneración de tales reglas para la formación de la voluntad los órganos colegiados, siendo irrelevantes en sentido estricto para los presentes efectos, las alegaciones formuladas por los aspirantes, al evacuar el trámite de audiencia, referentes al alcance que, a su juicio, merece la expresión "actos dictados con omisión total y absoluta del procedimiento legalmente establecido".- Pues bien, está generalmente aceptado que cada una de las fases que integran el procedimiento de formación de la voluntad de los órganos colegiados es esencial, de tal forma que su omisión comportará, en principio, la nulidad de pleno derecho del acto final dictado por dicho órgano colegiado. Y precisamente una de las reglas esenciales para la formación de tal voluntad es la adecuada composición del órgano colegiado. En este sentido, la sentencia del Tribunal Supremo de 3 de marzo de 1978 (AR.1025) recordó que "...las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados vienen referidas a las siguientes: a) la convocatoria, b) la composición del órgano colegiado, c) al orden del día, d) al quorum de asistencia y votación y e) a la deliberación y votación...".- En definitiva, la composición del órgano colegiado se erige así en un elemento esencial para la adecuada formación de su voluntad. No quiere decirse con ello que necesariamente, por nimio que fuera el defecto detectado en dicha composición, traiga consigo la nulidad radical del acuerdo adoptado por el órgano colegiado, sino que quiere resaltarse la especial sensibilidad del legislador en lo que a la exigencia del cumplimiento de las reglas de formación de la voluntad de los órganos colegiados se refiere, al reconocer su incumplimiento -se insiste- como un supuesto específico de nulidad de pleno derecho en el mencionado artículo 47 de la Ley Procedimental.” La inferencia que extrae ahora el Consejo Consultivo de Aragón de las doctrinas expuestas es que el hecho de haber nombrado en la Comisión de Selección para la designación provisional de una plaza de Coordinador de Área Médica del Sector de Teruel, a un miembro que disponía de incapacidad legal para formar parte de dicho órgano colegiado (supuesto de hecho que resulta planteado ante el Consejo), puede integrarse sin esfuerzo interpretativo en el marco de los vicios invalidatorios de nulidad radical, de aquellos prevenidos en el actual art. 62.1 LRJAP (concretamente el contemplado en el apartado e) y susceptibles de ser revisados de oficio o a instancia de parte (es el caso) a través del procedimiento que ha sido incoado. 77 CONSEJO CONSULTIVO DE ARAGÓN V Otras cuestiones Como expusimos en nuestro dictamen 47/2012, el art. 64 LRJAP establece el principio de incomunicación de invalidez de los actos administrativos (Según dicho precepto: “1. La nulidad o anulabilidad de un acto no implicará la de los sucesivos en el procedimiento que sean independientes del primero. 2. La nulidad o anulabilidad en parte del acto administrativo no implicará la de las partes del mismo independientes de aquélla salvo que la parte viciada sea de tal importancia que sin ella el acto administrativo no hubiera sido dictado”), disponiendo por ello el art. 66 LRJAP que “el órgano que declare la nulidad dispondrá siempre la conservación de aquellos actos y trámites cuyo contenido se hubiera mantenido igual de no haberse cometido la infracción”. La valoración que efectúa el Consejo Consultivo de estos preceptos para este caso concreto es que la obligada sustitución de uno de los cinco miembros del órgano colegiado o, en su caso, la participación de miembros distintos en el órgano que ha de emitir un nueva valoración de los candidatos, no es descartable que pudiera implicar una variación del signo o el sentido de la valoración y la decisión previamente adoptadas, asumiendo, por este motivo, que la nulidad de la resolución de 6 de julio de 2007 debe acarrear la de los actos que de ella dependen y que la sucedieron. Por ello, en cumplimiento de la función que tiene normativamente encomendada el Consejo Consultivo de Aragón, emite el siguiente DICTAMEN: Que en conformidad con la propuesta de resolución que se formula en la Orden del Departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia, de fecha 15 de enero de 2013, procede acceder a la revisión solicitada por “X” en fecha 13 de septiembre de 2010 y, por ende, declarar la nulidad de la resolución del Gerente del Sector de Teruel de 6 de julio de 2007, en virtud de la cual resulta nombrada la Comisión de Selección que debía valorar las solicitudes presentadas para ocupar el puesto de Coordinador de Área Médica, con las consecuencias invalidatorias de actos ulteriores en el tiempo y derivados de dicha declaración. Zaragoza, a treinta de julio de dos mil trece. 8