EPM y su Programa de saneamiento del río Medellín Presentación Las principales actividades llevadas a cabo por EPM para el saneamiento del río Medellín y sus quebradas afluentes, se iniciaron prácticamente desde que la entidad fue creada como un ente autónomo municipal, en agosto de 1955. Un estudio inicial realizado entre los años 1956 y 1957, la construcción de los primeros colectores e interceptores durante las décadas de los años 60 y 70, el estudio de factibilidad del Programa de saneamiento del río Medellín (PSRM) entre 1981 y 1983, el diseño y construcción de la planta San Fernando en la segunda mitad de la década de los 90 y el diseño de la segunda planta, la del Norte, lo mismo que del interceptor que llevará las aguas residuales a esta planta, actualmente en ejecución, todo esto complementado con un permanente programa de recolección de las aguas residuales, han hecho que este programa sea gradual y coherente a través del tiempo, para lograr la meta establecida: tener en el 2010 el río Medellín con un contenido de oxígeno de 5.0 mg/l, a lo largo de todo su cauce. Para lograrlo se deberán remover del orden de 160 toneladas de DBO (Demanda Bioquímica de Oxígeno) por día, de acuerdo con los usos asignados por la autoridad ambiental correspondiente y con las expectativas que tiene la comunidad para tener una corriente hídrica recuperada y a su servicio. Se presentan varias figuras, en las cuales se ilustra la forma en que la calidad del río Medellín ha ido evolucionando a través del tiempo, en la medida que las diferentes obras de infraestructura se han ido construyendo. EPM y el río Medellín EPM es una empresa creada como entidad autónoma el 6 de agosto de 1955, teniendo bajo su responsabilidad, entre otros aspectos, la planeación, construcción y operación de todo lo relacionado con el sistema de alcantarillado de su área de influencia, que en aquella época sólo era el Municipio de Medellín. Posteriormente se fueron sumando de una manera gradual el resto de poblaciones ubicadas en el Valle del Aburrá. En la figura 1 se presenta un esquema con el área tributaria del río Medellín, en la cual se encuentran ubicados los diez municipios donde EPM presta hoy el servicio de alcantarillado. Según la información del censo de población del año 2005, en este Valle se asientan 3´136,613 habitantes, de los cuales aproximadamente un 70% corresponde a los de estratos bajos. Figura 1. Área tributaria del río Medellín. Valle de Aburrá. Ubicación de los municipios bajo cobertura del servicio de alcantarillado. EPM El río Medellín nace aguas arriba del Municipio de Caldas, al sur de Valle de Aburrá. Atraviesa toda esta zona, recibiendo a lo largo de 100 kilómetros de longitud la descarga de un poco más de 64 quebradas afluentes que recorren la zona urbana, densamente poblada. Anteriormente estas quebradas eran utilizadas como fuentes receptoras de contaminación doméstica, industrial y comercial, antes de la implementación del Programa de saneamiento del río Medellín y sus quebradas afluentes (PSRM). Este programa ha sido el referente de EPM para la implementación de las diferentes obras que se han llevado a cabo desde que sus recomendaciones fueron entregadas en 1983. Desde su concepción, el PSRM se planeó para desarrollarlo por etapas, bajo el concepto del manejo integral de una solución de ingeniería que pretende recuperar la calidad del río Medellín para su uso estético y paisajístico por parte de los habitantes del Valle de Aburrá. Hasta la fecha, el programa ha sido manejado de una manera consistente y ha tenido una clara unidad de propósito, sin desconocer los elementos técnicos que ha sido necesario ajustar a medida que las condiciones de desarrollo urbano han ido cambiando. De este modo, las obras de ingeniería ejecutadas responden al propósito definido para la recuperación de la corriente hídrica, toda vez que EPM las ha estado evaluando permanentemente para la realización de los ajustes necesarios. Desarrollo del Programa de saneamiento del río Medellín (PSRM) Este programa fue concebido, liderado y desarrollado por EPM desde el año 1981, cuando se inició el estudio de factibilidad. En su estructuración se buscaban resultados claramente definidos para lograr la recuperación de la calidad del río Medellín y sus quebradas afluentes. Sin embargo, antes de la fecha citada, ya EPM había desarrollado una serie de actividades y obras de infraestructura que sirvieron en su momento para empezar a crear conciencia sobre la importancia de sanear el río Medellín y, así mismo, cimentar las bases para lo que se tiene actualmente. Estas obras iniciales fueron las siguientes: • Estudio de saneamiento 1956-1957. Realizado por Greeley and Hansen, firma que entregó el “Informe sobre la recolección y disposición de las aguas negras”, en el cual se presentaron los diseños preliminares para el sistema de recolección y transporte, conformado por los interceptores, troncales y ramales, infraestructura que habría de conducir todas las aguas residuales a una sola gran planta de tratamiento, ubicada al norte del Valle de Aburrá, cerca del Municipio de Bello. El estudio se recibió, pero no se pudieron iniciar las obras por limitación de recursos. Esta situación sólo se pudo empezar a solucionar a mediados de la década de los años sesenta. • Plan piloto de alcantarillado sanitario. Las obras se construyeron entre 1966 y 1979 y constaron de 18.9 kilómetros de interceptores, 30.6 de troncales y 24.7 de ramales, los primeros paralelos al río Medellín y los otros paralelos a quebradas que descargan al mismo río. Toda esta infraestructura representó aproximadamente un 50% del total de lo propuesto por el consultor. La mayoría de estas obras se construyeron en la ciudad de Medellín, y lo único que se consiguió fue eliminar algunas descargas puntuales de aguas residuales a las corrientes hídricas y desplazar la contaminación, ya que estas descargas se conectaron a las nuevas redes, que las transportaron aguas abajo, para descargarlas concentradas al río Medellín. En esta época no se avanzó con la definición del sistema de tratamiento, por lo cual la corriente no mostró ningún mejoramiento en su calidad sanitaria. • Durante la década del setenta la ciudad de Medellín empezó a evidenciar grandes cambios en su desarrollo urbanístico. Esta fue la motivación para hacer un balance sobre la forma en que se estaban llevando a cabo las actividades orientadas a descontaminar el río Medellín. La conclusión fue que se necesitaba definir un programa integral, más estructurado y más agresivo, para revertir los altos niveles de contaminación que tenían el río Medellín y las quebradas que descargaban en él. Estas circunstancias llevaron a que EPM contratara un estudio con un consorcio colomboextranjero, para evaluar las condiciones que presentaba el río y presentar la mejor alternativa de un programa de saneamiento de esta corriente. • Estudio de factibilidad del Programa de saneamiento del río Medellín. Fue realizado entre 1981 y 1983 por la firma Greeley and Hansen, en consorcio con la Compañía Colombiana de Consultores (GH-CCC). Este estudio permitió seleccionar la mejor alternativa para la ejecución de las obras de recolección, transporte y tratamiento de las aguas residuales, de tal manera que permitiera alcanzar los objetivos de calidad en el río Medellín de acuerdo con el uso que tendría esta corriente a futuro por parte de los habitantes del Valle de Aburrá, en un recorrido de 100 kilómetros, desde su nacimiento hasta el sitio donde confluyen las aguas del río Grande, donde el río cambia de nombre y se empieza a llamar Porce. Básicamente, la alternativa consistía en la recolección de aproximadamente el 75% de las aguas residuales domésticas, 100% de las aguas residuales industriales y su transporte hasta cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR): dos con tratamiento biológico secundario, ubicadas en los municipios de Bello e Itagüí, y dos con tratamiento preliminar, localizadas en los municipios de Girardota y Barbosa. El uso de los modelos de simulación de la calidad de las corrientes hídricas fue uno de los elementos más importantes que el consultor utilizó para validar su propuesta. En la figura 2 se presentan varias curvas del parámetro de oxígeno disuelto, tal vez el más representativo para ilustrar la calidad de una corriente hídrica. Una de las curvas, la inferior, muestra las condiciones en las que se encontraba el río Medellín antes del inicio de la operación de la primera planta de tratamiento, llamada San Fernando, localizada en el Municipio de Itagüí. La curva superior muestra las condiciones que tendrá esta corriente cuando se implemente la alternativa recomendada por el consultor, y que EPM ha venido desarrollando gradualmente. Figura 2. Condiciones del oxígeno disuelto en el río Medellín. Varios escenarios. Después de la entrega del estudio de factibilidad del programa de saneamiento, EPM se dedicó a organizar, planear y construir la infraestructura de recolección y transporte de aguas residuales, enfocando sus esfuerzos iniciales en la zona de influencia de la Planta de tratamiento de aguas residuales San Fernando. - Diseño y construcción de la Planta San Fernando. En 1993 EPM consideró que ya estaban dadas las condiciones de recolección de las aguas residuales, necesarias para acometer las actividades de diseño y construcción de esta infraestructura, prevista para tratamiento secundario. De esta manera, se contrató el diseño detallado de la misma mediante una licitación pública, con el consorcio Greleey and Hansen y la Compañía Colombiana de Consultores entre los años 1994 y 1995, siguiendo los lineamientos de las recomendaciones del estudio de factibilidad de 1983. La planta se diseñó para un caudal de saturación de 4.8 m3/s y se definió que su construcción sería por fases, la primera de ellas para un caudal de 1.8 m3/s. A finales de 1996 se inició la construcción de la planta, actividad que concluyó a comienzos del año 2000. La operación se inició en mayo de ese mismo año y desde entonces ha estado en permanente funcionamiento. Durante el año 2006 la planta trató un volumen de 39.4 millones de m3, al tiempo que generó alrededor de 36,000 toneladas de biosólidos. - Diseño de la planta de Bello. De acuerdo con el programa, EPM contrató con el consorcio HMV Ingenieros, de Colombia, y Pöyry Environment GMBH, de Alemania, el diseño detallado de esta planta. Esta planta será de tratamiento secundario, como la de San Fernando, con un caudal de diseño de 5.0 m3/s. Su contribución al mejoramiento de la calidad del río Medellín se puede evidenciar en la figura 2. - Diseño y construcción de infraestructura de colección y transporte. Hasta la fecha EPM ha construido cerca de 4,184 kilómetros de redes secundarias (residuales, lluvias y combinadas), 307 kilómetros de colectores paralelos a las quebradas y 34 kilómetros de interceptores paralelos al río Medellín, con lo cual se garantiza que las aguas residuales podrán llegar a los sitios de tratamiento. En los próximos años, hasta que comience a operar la planta de Bello, se tiene previsto construir otros 8.0 kilómetros de interceptores y un poco más de 30 kilómetros de colectores en quebradas en el área de influencia de esta planta. Con toda la infraestructura construida, EPM ha ido eliminado gradualmente las descargas de contaminación que antes llegaban directamente a las quebradas y al mismo río Medellín, con beneficios sobre la calidad de la corriente que se evalúan de manera permanente. Para lograrlo, el río se muestrea periódicamente y los resultados se comparan con los que genera el modelo de simulación QUAL2K. En la figura 3 se presentan dos curvas del parámetro de oxígeno disuelto, una de ellas generada por el modelo y la otra construida con los valores promedio de los muestreos en condiciones de verano. Figura 3. Comparación entre las concentraciones de oxígeno disuelto medidas en el río Medellín y los resultados del modelo QUAL2K. - Gerencias de crecimiento. A partir de todo el conocimiento adquirido a lo largo de estos 50 años de desarrollo gradual del Programa de saneamiento del río Medellín, el año anterior EPM decidió tenerlo como referencia y proyectarlo fuera de su mercado natural, el Valle de Aburrá. Con este fin se definió una nueva estrategia de crecimiento que dio lugar a la creación de nuevas dependencias, entre ellas dos Unidades Estratégicas de Negocios (UEN): la Gerencia de Operaciones Aguas y la Gerencia Soluciones Infraestructura Aguas, ambas con un enfoque internacional, con foco en América Latina. La primera de ellas, la UEN Operaciones Sistemas Aguas, se ocupa de atender ciudades, preferiblemente con una base de clientes mayor a 200,000 habitantes, que presenten deficiencias en el desempeño en la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado, especialmente en la red secundaria, para las actividades de operación técnica y comercial del sistema. Por su parte, la UEN Soluciones Infraestructura Aguas también se ocupa de atender ciudades, preferiblemente con una base de clientes mayor a 200,000 habitantes, pero ofrece soluciones integrales para problemas relacionados con el ciclo del agua, por lo cual cubre toda la cadena de macroprocesos, tanto de abastecimiento de agua cruda (captación, potabilización y distribución a tanques de almacenamiento) como de transporte y tratamiento de las aguas residuales, incluyendo la concepción, análisis o revisión de la solución planteada, la gerencia y desarrollo del proyecto, la consecución de fondos para su financiación y la operación de la infraestructura desarrollada.