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I
GRUPO DE DERECHO PÚBLICO
Mayo de 2015
RD 18/2015 DE TRASLADO DE RESIDUOS EN EL INTERIOR DEL
TERRITORIO DEL ESTADO
ÍNDICE
ÁM BITO DE APLICACI ÓN DE LA NORM A
CONTENIDO Y REGUL ACI ÓN
2
3
A) CONTRATO DE TRATAMIENTO
3
B)DOCUMENTO DE IDENTIFICACI ÓN
4
C) LA NOTIFICACIÓN PREVI A
5
D) LA OPOSICIÓN AL TRAS LADO
6
El pasado 7 de mayo entró en vigor el Real Decreto 180/2015, de 13 de marzo,
publicado en el BOE de 7 de abril, por el que se regula el traslado de residuos en el
interior del territorio del Estado, que desarrolla lo dispuesto en el artículo 25 de la Ley
22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, con el objeto de regular los
traslados de residuos en el interior del territorio del Estado.
Dicho precepto, a su vez, da cumplimiento al mandato del artículo 33 del Reglamento
(CE) n. º 1013/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de junio de 2006,
relativo a los traslados transfronterizos de residuos, que obliga a cada Estado miembro a
establecer un régimen adecuado de vigilancia y control de los traslados de residuos
realizados exclusivamente dentro de sus respectivas jurisdicciones, el cual debe ser
coherente con el régimen comunitario.
ÁMBITO DE APLICACIÓN DE LA NORMA
El régimen regulado en el Real Decreto 180/2015, de 13 de marzo, que tiene el carácter
de legislación básica, se aplica a los traslados de residuos entre Comunidades autónomas
para su valorización o eliminación, incluidos los traslados que se producen a instalaciones
que realizan operaciones de valorización o eliminación intermedias, es decir, aquellos
cuyo destino sea una instalación de almacenamiento.
En cuanto a los “movimientos” de residuos en el interior de una comunidad autónoma, la
disposición adicional segunda del Real Decreto 180/2015, dispone que para garantizar el
adecuado cumplimiento de lo establecido en el referido artículo 33 del Reglamento (CE)
n.º 1013/2006, de 14 de junio de 2006, las Comunidades autónomas deben optar por
establecer un régimen adecuado de vigilancia y control de los movimientos de residuos
realizados exclusivamente dentro de su territorio en el plazo máximo de un año desde la
entrada en vigor de este Real Decreto o bien optar por aplicar directamente en su
territorio sus disposiciones.
En el primer caso, de establecerse un régimen propio para la Comunidad autónoma, éste
deberá ser coherente con el régimen establecido por el Real Decreto 180/2015, de 13 de
marzo, cuyas características esenciales son la exigencia un documento de identificación
que acompañe a los residuos trasladados, un contrato de tratamiento de residuos, así
como una notificación previa en determinados supuestos (los del art. 3.2) con objeto de
permitir a la órgano autonómico competente oponerse al traslado por los siguiente
motivos: cuando carezca de instalaciones adecuadas en su territorio o se haya previsto
en sus planes de residuos una solución alternativa a su tratamiento en el mismo.
Este régimen es similar al previsto en el Real Decreto 833/1988, de 20 de julio, por el
que se aprueba el Reglamento para la ejecución de la Ley 20/1986, Básica de Residuos
Tóxicos y Peligrosos, en cuanto al traslado de residuos entonces denominados “residuos
tóxicos y peligrosos”, actualmente, denominados “residuos peligrosos” y el cual ha sido
derogado parcialmente por el Real Decreto 180/2015, de 13 de marzo.
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Asimismo, la disposición adicional cuarta regula los
traslados de residuos entre
comunidades autónomas, cuando existe un país de tránsito perteneciente a la Unión
Europea y cuando el país de tránsito es un tercer país, en cuanto a las competencias
relativas a las autorizaciones y tramitación de los traslados, de acuerdo con el
Reglamento (CE) n. º 1013/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de junio
de 2006, así como la Ley 22/2011, de 28 de julio.
CONTENIDO Y REGULACIÓN
La norma se estructura en tres capítulos. El primero contiene las disposicione s de
carácter general, el objeto y ámbito de aplicación, las definiciones, los requisitos
generales de los traslados y la remisión a la Ley 22/2011, de 28 de julio, en lo relativo a
la vigilancia, control, inspección y régimen sancionador.
El capítulo segundo regula los requisitos comunes a todos los traslados, es decir el
“contrato de tratamiento” y el “documento de identificación”, así como el supuesto de
rechazo de los residuos por parte del destinatario de los residuos.
El capítulo tercero regula el régimen de la “notificación previa” a los órganos
competentes de las Comunidades autónomas a la que se someten determinados tipos de
traslados de residuos, así como los motivos de oposición a dichos traslados por parte de
tales órganos.
a) Contrato de tratamiento
El Real Decreto 180/2015 introduce como primer requisito común aplicable a todos los
traslados de residuos regulados en su ámbito de aplicación la existencia previa de un
“contrato de tratamiento” entre el operador y el destinatario del traslado.
El contrato de tratamiento,
equivalente al anteriormente denominado “documento de
aceptación” del Real Decreto 833/1988, de 20 de julio, se define en la norma como “el
acuerdo entre el operador y el destinatario del traslado que establece, al menos, las
especificaciones de los residuos, las condiciones del traslado y las obligaciones de las
partes cuando se presenten incidencias”.
Ese trata, en definitiva, de un documento de naturaleza contractual jurídico -privada,
suscrito entre el operador del traslado y la entidad o empresa que efectuará el
tratamiento, intermedio o final, en el que deberá estipularse, como mínimo, la cantidad
estimada de residuos que se van a trasladar, su identificación mediante codificación LER,
la periodicidad estimada de los traslados, el tratamiento al que se va a someter los
residuos, cualquier otra información que sea relevante para el adecuado tratamiento de
los residuos y las consecuencias jurídicas de la no conformidad del traslado con lo
establecido en el propio contrato de tratamiento.
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Se debe destacar la definición ofrecida por la norma del término “operador del traslado”
(“notificante” en los términos del Reglamento (CE) n. º 1013/2006, de 14 de junio de
2006), consistente en la persona física o jurídica que pretende trasladar o hacer
trasladar residuos a otra Comunidad autónoma para su tratamiento, en que recae la
obligación de notificar el traslado. El operador será, como regla general, el productor de
los residuos, si bien en caso de que intervengan en el traslado el negociante o el agente,
podrán estos actuar como operadores del traslado en lugar del productor.
Como excepción a la regla general (esto es, que el operador del traslado sea el
productor), el Real Decreto 180/2015 dispone que el operador será el gestor del almacén
o de la instalación de tratamiento, en el caso de que se recojan residuos procedentes de
distintos productores o poseedores en un único vehículo y se trasladen a un almacén o a
una instalación de tratamiento de residuos. Como la propia Exposición d e Motivos del
Real Decreto expone, un ejemplo sería la recogida de aceites industriales usados
procedentes de talleres de reparación situados en una o varias Comunidades autónomas,
que se llevan temporalmente a un almacén situado en otra Comunidad autónoma
distinta, a la espera de su traslado a una instalación de regeneración situada en una
tercera. En este caso el operador del traslado desde cada taller al almacén será el
“recogedor autorizado”.
Por último, para el supuesto de que los anteriores resultasen desconocidos, la norma
prevé, como cláusula de cierre, la posibilidad de considerar “operador del traslado” a la
persona física o jurídica que se encuentre en posesión de los residuos.
b) Documento de identificación
El segundo de los elementos esenciales del régimen del traslado de residuos es el
documento de identificación, equivalente al “documento de control y seguimiento”
previsto en el Real Decreto 833/1988, de 20 de julio. Éste se define como el documento
que identifica y acompaña al residuo durante su traslado y cuyo contenido se detalla en
el anexo I del Real Decreto.
El documento de identificación debe ser cumplimentado por el operador y entregado
antes de iniciarse el traslado al transportista quien, a su vez, lo entregará al destinatario
de los residuos y éste, una vez ha recibido los residuos, los remitirá de nuevo al
operador, lo que le permitirá la acreditación documental de la entrega de residuos
prevista en el artículo 17 de la Ley 22/2011, de 28 de julio.
En el caso de residuos sometidos a notificación previa, el destinatario del traslado debe
remitir en el plazo de treinta días el documento de identificación al órgano competente
de la Comunidad autónoma de origen y de destino, a efectos de control, seguimiento,
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inspección y estadística, salvo que la normativa que regule específicamente tales
residuos disponga otra cosa.
En el caso de traslados de residuos no sometidos al procedimiento de notificación previa
podrá hacer la función de documento de identificación un albarán, una factura u otra
documentación prevista en la legislación aplicable como una carta de porte o documento
de control, siempre que recoja la información del anexo I relativo al contenido del
documento de identificación.
El Real Decreto 180/2015, regula también el supuesto del rechazo de los residuos en la
planta de tratamiento a la que se han trasladado y concede al destinatario de los mismos
dos alternativas: la devolución del residuo al lugar de origen acompañado del mismo
documento de identificación o el almacenamiento del residuo de forma temporal
previamente a su envío a otra instalación de tratamiento, acompañado de un nuevo
documento de identificación, en cuyo caso, se considerará operador del nuevo traslado al
operador original y será objeto, en su caso, de una nueva notificación de traslado.
c) La notificación previa
En cuanto al tercer elemento esencial del régimen de traslados de residuos, el Real
Decreto 180/2015, , exige la realización de una “notificación previa” a los órganos
competentes de las Comunidades autónomas de origen y de destino en el caso de los
siguientes traslados de residuos: (i) los traslados de residuos peligrosos, (ii) los
traslados de residuos destinados a eliminación, (iii) los traslados de residuos destinados
a instalaciones de incineración clasificadas como valorización según lo previsto en la
operación R1 del anexo II de la Ley 22/2011 y (iv) los traslados que se destinen a
valorización de residuos domésticos mezclados, destinados a valorización, identificados
con el código LER 20 03 01 y de los residuos que reglamentariamente se establezcan.
El objetivo de la notificación previa es proporcionar a la Administración la ocasión de que
valore si existe una alternativa al traslado de residuos a otra comunidad autónoma para
su eliminación, de acuerdo con los principios de autosuficiencia y proximidad, o, en el
caso de los residuos domésticos mezclados, de los peligrosos y de aquéllos que
reglamentariamente se determine, para analizar los efectos que pueda tener su
valorización.
La notificación previa debe realizarse por medios telemáticos en el plazo de 10 días y el
sentido del silencio administrativo es positivo.
El Real Decreto prevé igualmente la posibilidad de llevar a cabo una notificación general,
que tendría una vigencia máxima de 3 años, para el supuesto de realizarse múltiples
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traslados siempre que los residuos tengan características físicas y químicas similares, y
los residuos se trasladen al mismo destinatario y a la misma instalación.
No obstante lo dispuesto en el artículo 6 del Reglamento (CE) n.º 1013/2006, en el caso
de traslados de residuos que requieren notificación previa el Real Decreto 180/2015, , no
exige la constitución de una fianza o seguro equivalente que cubra los costes de
transporte, los costes de valorización o eliminación, con inclusión de toda operación
intermedia necesaria, y los costes de almacenamiento durante 90 días; todo ello, en caso
de que el traslado, la valorización o la eliminación no puedan llevarse a cabo de acuerdo
con lo previsto o resulten ilícitos. Todo ello, pese a la previsión expresa del apartado 9
de dicho artículo 6, por la que “los Estados miembros informarán a la Comisión de las
disposiciones de Derecho nacional que adopten con arreglo al presente artículo” .
d) La oposición al traslado
Por último, la norma regula (art. 9) los supuestos y motivos de oposición al traslado de
residuos por parte de las comunidades autónomas.
Los motivos de oposición al traslado se encuentran tasados y reproducen prácticamente
los contenidos en el Reglamento (CE) n. º 1013/2006, de 14 de junio de 2006.
Así, en el caso de residuos destinados a eliminación las causas son:
a) El traslado o la eliminación previstos no se ajusten a las disposiciones nacionales
vigentes en materia de protección del medio ambiente, de orden público, de
seguridad pública o de protección de la salud.
b) El traslado o la eliminación previstos no se ajusten a lo dispuesto en la Ley
22/2011, de 28 de julio, especialmente en su artículo 9, relativo al principio de
autosuficiencia y proximidad, y en el artículo 14, sobre planes y programas de
gestión de residuos, teniendo en cuenta las circunstancias geográficas o la
necesidad de contar con instalaciones especializadas para determinados tipo s de
residuos porque:
1.º La instalación de la red integrada estatal de instalaciones de eliminación,
prevista en el artículo 9 de la Ley 22/2011, de 28 de julio, no sea la más
próxima al lugar donde se generó el residuo.
2.º El residuo deba eliminarse en una instalación especializada, y en esta
instalación tengan que eliminarse residuos procedentes de una fuente más
próxima y la Administración competente haya dado prioridad a dichos residuos.
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3.º Los traslados, en caso de producirse, no se ajustarían a los planes de
gestión de residuos.
a) Los residuos sean tratados en instalaciones contempladas en la Ley 16/2002, de
1 de julio, de Prevención y Control Integrados de la Contaminación, pero que no
aplican las mejores técnicas disponibles definidas en el artículo 3.15 dicha ley, de
conformidad
con la autorización ambiental integrada de que
disponga la
instalación
b) Se trate de residuos domésticos mezclados procedentes de hogares.
En cuanto a los destinados a valorización:
a) El traslado o la valorización previstos no se ajusten a lo dispuesto en la Ley
22/2011, de 28 de julio, en particular a su artículo 7 sobre protección de la salud
humana y el medio ambiente, al artículo 8 sobre jerarquía de residuos, al artículo 14
sobre planes y programas de gestión de residuos, y al artículo 27 sobre autorización
de las operaciones de valorización de los residuos.
b) El traslado o la valorización previstos no se ajusten a las disposiciones legales y
reglamentarias nacionales en materia de protección del medio ambiente, orden
público, seguridad pública o protección de la salud.
c)
Los residuos en cuestión no sean tratados de acuerdo con los planes de gestión de
residuos elaborados en virtud del artículo 14 sobre planes y programas de gestión
de residuos de la Ley 22/2011, de 28 de julio, a fin de garantizar el cumplimiento de
los objetivos establecidos en materia de valorización o reciclado en la legislación
comunitaria y nacional.
d) Asimismo, en el caso de residuos municipales destinados a instalaciones de
incineración clasificadas como valorización, de acuerdo con el artículo 3.2.c) podrá
alegarse como causa de oposición:
1.º Que los traslados, en caso de producirse, tendrían como consecuencia que
los residuos producidos en la comunidad autónoma de destino tuvieran que ser
eliminados.
2.º Que los traslados, en caso de producirse, tendrían como consecuencia que
los residuos de la comunidad autónoma de destino tuvieran que se r tratados de
manera que no fuera compatible con sus planes de gestión de residuos.
Es importante destacar, como lo hace la Exposición de Motivos del Real Decreto que, e n
aplicación de la Ley 20/2013, de 9 de diciembre, de Garantía de la Unidad de Mercado,
no podrá ser causa de oposición al traslado que determinados servicios estén declarados,
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en el territorio de destino, servicio público “al amparo del artículo 14.6 de la Ley
22/2011, de 28 de julio”1.
La oposición al traslado ha de producirse en el plazo máximo de diez días desde la fecha
de la presentación de la notificación de traslado, si bien dicho plazo quedará
interrumpido
si
las
Administraciones
solicitan
información,
documentación
complementaria o subsanación de errores.
Si alguno de los órganos competentes se opone al traslado, comunicará su decisión al
operador del traslado, al órgano competente de la otra comunidad autónoma afectada, y
notificará su decisión, que no podrá ser contraria al Plan Nacional marco de gestión de
residuos, a la Comisión de coordinación en materia de residuos. La oposición al traslado
del órgano competente será recurrible en los términos previstos en la Ley 30/1992, de
26 de noviembre.
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Parece que se trata de una errata y que la norma se refiere en realidad al art. 12.6 de la Ley
22/2011.
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