El reinado de Felipe II

Tema 4
El reinado de Felipe II
El reinado de Felipe II
(15561598)
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Persecución de la disidencia religiosa.
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La rebelión de los moriscos.
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Lucha contra el turco. La batalla de Lepanto
(1571).
La rebelión de Flandes.
La Armada invencible (intento de invasión de
Inglaterra).
Incorporación de Portugal a la Monarquía
Católica.
Persecución de la disidencia
religiosa
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El luteranismo se había desarrollado en
Alemania durante el reinado de Carlos V.
El calvinismo tenía aspiraciones
universalistas y poseía una organización
más completa.
Felipe II estaba preocupado por la difusión
del protestantismo estaba dispuesto a
extirparlo de raíz.
Persecución de la disidencia
religiosa (2)
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Entre 1559 y 1562 se celebraron tres autos
de fe inquisitoriales, en los cuales fueron
quemados unas decenas de protestantes.
Con ello acabó con el protestantismo
andaluz.
En Castilla, el mayor foco protestante se
desarrolló en Valladolid. En el año 1559 se
celebraron dos autos de fe en la plaza
mayor. A uno de ellos asistió el propio Felipe
II en persona.
Persecución de la disidencia
religiosa (3)
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El caso más famoso de persecución
inquisitorial en tiempos de Felipe II fue el del
arzobispo Carranza de Toledo.
Carranza era el eclesiástico más importante
de Castilla. Había sido delegado del
emperador en el concilio de Trento y había
administrado los auxilios religiosos al
Emperador antes de morir.
Persecución de la disidencia
religiosa (4)
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Carranza había escrito Los Comentarios
sobre el Catecismo.Sus enemigos le
acusaron de herejía y estuvo procesado por
la inquisición durante 16 años.
Fue detenido con 56 años y recibió la
sentencia con 73 años.
En la sentencia fue declarado
“vehementemente sospechoso” y se le privó
del gobierno de su diócesis durante cinco
años.
Persecución de la disidencia
religiosa (5)
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La sentencia fue pronunciada en Roma, a
donde recurrió el acusado para librarse de la
acción de sus enemigos, los cuales le
hubieran querido ver en la hoguera
La rebelión de los moriscos
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A principios del siglo XVI (1502 en Aragón y
1525 en Castilla) los musulmanes fueron
obligados a convertirse al cristianismo bajo
la amenaza de destierro.
Así los musulmanes se convirtieron en
“moriscos” nominalmente cristianos.
Siguieron conservando su lengua,
vestimenta y costumbres.
La rebelión de los moriscos (2)
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En 1567 Felipe II prohibió las ropas moriscas
y la lengua árabe, dandoles un período de
tres años para aprender el castellano.
En 1568 se produjo la sublevación de los
moriscos del antiguo reino de Granada.
La misma capital estuvo a punto de caer en
manos de los sublevados, pero el “Albaicín”,
el barrio árabe tardó en sumarse a los
rebeldes y la situación pudo ser controlada
por las fuerzas leales.
La rebelión de los moriscos (3)
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En los demás lugares del reino de Granada
triunfó la sublevación, sobre todo en las
Alpujarras.
El jefe de la sublevacion fue Aben Humeya,
un descendiente de la casa real de Córdoba.
La guerra duró desde 1568 hasta 1571 y en
ella tuvieron que intervenir los famosos
Tercios de Felipe II, las mejores tropas de la
Corona.
La rebelión de los moriscos (4)
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Conforme las fuerzas de Felipe II iban
tomando las comarcas, la población morisca
era deportada a otras partes de Castilla,
hasta que al fin el reino de Granada quedó
despoblado y hubieron de tomarse medidas
para repoblarlo con cristianos viejos.
La lucha contra el turco:
La batalla de Lepanto (1571)
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Desde los últimos años del reinado de
Carlos V la Monarquía Católica había ido
perdiendo posiciones en el Mediterráneo.
Sus plazas fuertes en la costa del Norte de
África habían quedado reducidas a dos:
Orán y Mers-el-Kebir.
Túnez había dejado de ser un Estado
vasallo.
La lucha contra el turco:
La batalla de Lepanto (2)
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La piratería musulmana interfería el comercio en el
Mediterráneo y hacía peligrosas incursiones en las
costas de las penínsulas Ibérica e Itálica.
El plan estratégico de Felipe II para darle la vuelta a la
situación dependía de la recuperación de Trípoli.
Trípoli, junto con Túnez, Malta y Sicilia hubiera
permitido a Felipe II controlar el Mediterráneo en su
parte más estrecha, impidiendo que las escuadrillas
otomanas se adentraran en la región occidental y
cortando la comunicación entre Argel y Constantinopla.
La lucha contra el turco:
La batalla de Lepanto (3)
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Se organizó una flota con la ayuda de varios Estados
italianos y mandada por el Duque de Medinaceli.
Antes de ir a la conquista de Trípoli decidieron tomar la
isla de Djarba (Los Gelves) para establecer allí un
cuartel de invierno.
sin embargo esta flota fue sorprendida en 1560 por una
flota turca que la derrotó brillantemente.
Animados por esta victoria, los turcos decidieron
conquistar Malta, isla que Carlos V había dejado en
manos de los caballeros de la Orden de San Juan. Pero
la ayuda de una flota llegada de la Península Ibérica
impidió la conquista.
La lucha contra el turco:
La batalla de Lepanto (4)
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Tras el ataque turco a la isla de Chipre, posesión de
Venecia, los Estados cristianos comprendieron que
debían hacer una alianza entre ellos y en 1571
constituyeron la Santa Liga, la cual estaba formada por
Felipe II, Venecia y el Papa.
El mando de la flota fue otorgado a don Juan de
Austria, hijo natural de Carlos V, que también había
sido el vencedor de los moriscos.
El 7 de octubre tuvo lugar el enfrentamiento entre la
flota cristiana y la flota turca, la cual acabó con una
rotunda victoria de las armas cristianas.
La lucha contra el turco:
La batalla de Lepanto (5)
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La victoria de Lepanto marcó el final del
dominio naval de los turcos en el
Mediterráneo.
Es verdad que después de Lepanto los
turcos lograron construir inmediatamente
una flota de similares características a la
derrotada por los cristianos, pero tuvieron
que aceptar una situación mas equilibrada
en el Mediterráneo.
Batalla de Lepanto por Veronés
La rebelión de Flandes
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Flandes o Países Bajos era un territorio
que reunía lo que hoy es Bélgica,
Luxemburgo, Holanda y la región
francesa de Artois.
El conjunto estaba formado por 17
provincias que enviaban sus
representantes a una asamblea que
recibía el nombre de Estados Generales.
La rebelión de Flandes (2)
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La zona era de las más prósperas de
Europa. Las provincias del Sur estaban
especializadas en la producción de
manufacturas y las del norte se habían
especializado en el transporte
internacional.
La ciudad de Amberes (Bélgica) era un
importante centro financiero.
La rebelión de Flandes (3)
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Sin embargo la prosperidad de Flandes
se veía amenazada por los muchos
impuestos.
El protestantismo había aparecido en
tiempos de Carlos V y había sido
combatido con edictos que castigaban
con la pena de muerte cualquier falta.
Felipe II continuó la política represiva de
su padre.
La rebelión de Flandes (4)
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Sin embargo las persecuciones religiosas
eran cada vez más impopulares e incluso
los flamencos católicos repudiaban los
métodos violentos. Su catolicismo estaba
impregnado del espíritu abierto y
humanista de Erasmo.
Entre la nobleza había muchas personas
inclinadas al protestantismo.
La rebelión de Flandes (5)
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La causa próxima de la rebelión fue una
reforma eclesiástica que otorgaba a la
Corona el derecho de presentación de
candidatos a obispo, lo cual fue
interpretado como un intento del rey de
mejorar sus instrumentos represivos.
La nobleza flamenca, encabezada por
Guillermo de Orange pidió el cese de la
persecución religiosa.
La rebelión de Flandes (6)
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En esta situación los gobernantes
hubieron de inhibirse lo que favoreció la
entrada en los Países Bajos de
numerosos calvinistas procedentes de
Alemania, Inglaterra y Suiza.
En el año 1566, en medio de una crisis de
subsistencia, se produjeron desórdenes
en las ciudades, en cuyo transcurso
fueron saqueadas muchas ciudades y
conventos.
La rebelión de Flandes (7)
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Como viese Felipe II que la nobleza no
quería o no podía evitar estos desórdenes,
envió al duque de Alba al mando de un gran
ejército.
Tras la llegada del duque de Alba la tensión
se transformó en enfrentamiento abierto.
Alba creó un tribunal especial llamado el
Tribunal de los Tumultos, el cual juzgaba
sin respetar los privilegios de la nobleza.
La rebelión de Flandes (8)
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Fueron ejecutados varios miembros de la
nobleza y comenzó a llamársele Tribunal de la
Sangre.
Para financiar los gastos de la guerra se
elevaron los impuestos, lo cual enfadó a la
burguesía.
La guerra fue larga (1566-1648) y acabó con la
independencia de Holanda. Los Países Bajos
del sur siguieron perteneciendo a la Monarquía
Católica hasta que en 1714 pasaron a Austria.
La Armada invencible (intento
de invasión de Inglaterra).
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En un principio Felipe II mantuvo unas relaciones
excelentes con Inglaterra. Se casó con María I
Tudor.
Esta actitud cambió con la reina Isabel I por varias
causas:
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Conflicto con los Países Bajos.
Apoyo de la corona inglesa al protestantismo.
Actuación de los piratas ingleses.
Contrabando comercial con América.
En estas circunstancias Felipe II decidió la
invasión de Inglaterra.
La Armada invencible (intento
de invasión de Inglaterra) (2)
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El plan consistía en desembarcar un enorme
cuerpo de ejército que por aquel entonces
estaba en los Países Bajos.
En 1588 salió del puerto de Lisboa una flota
de 130 barcos mandada por el Duque de
Medina Sidonia y se dirigió hacia el Canal de
la Mancha.
Esta flota debía coordinarse con otra flota de
barcos ligeros que se hallaba en el Mar del
Norte bajo mando de Alejandro Farnesio.
La Armada invencible (intento
de invasión de Inglaterra) (3)
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Sin embargo, Alejandro Farnesio no pudo ir
al encuentro porque quedó bloqueado por
una flota holandesa.
En un momento determinado los ingleses
lanzaron barcos incendiados contra la
armada de Felipe II anclada en Calais,
obligándola a presentar batalla con viento
desfavorable y naves menos ágiles.
La Armada invencible (intento
de invasión de Inglaterra) (4)
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Toda la acción de la Invencible acabó en un
desastre:
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No se llegó a efectuar el desembarco en Inglaterra
Felipe II perdió más de la mitad de sus barcos. Más por la
acción de las tormentas que por la acción del enemigo.
A partir de entonces las potencias
protestantes comprendieron que la
Monarquía Católica no era invencible.
Incorporación de Portugal a la
Monarquía Hispánica
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En el año 1578 falleció el rey D. Sebastián
de Portugal en la batalla de Alcazarquivir
(Marruecos).
A D. Sebastián le sucedió en el trono el
cardenal don Enrique, que era muy anciano
y estaba muy enfermo.
Incorporación de Portugal a la
Monarquía Hispánica (2)
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Cuando en 1580 falleció don Enrique (último
miembro de la dinastía Avis) se disputaron el
trono de Portugal:
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Felipe II (nieto del rey don Manuel el Afortunado).
La Duquesa de Braganza, hija de don Duarte, el hijo más
joven del rey don Manuel.
D. Antonio, prior de Crato, hijo ilegítimo de D. Luis (Otro hijo
de don Manuel el Afortunado).
Las Cortes portuguesas reunidas en Almerín
recordaron las Leyes de Lamego que
exigían al candidato al trono ser natural de
Portugal.
Incorporación de Portugal a la
Monarquía Hispánica (3)
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Sin embargo, Felipe II había conseguido que
el Cardenal-Rey, cuando estaba en su lecho
de muerte, le designara como sucesor.
En el verano de 1580 Felipe II comprendió
que el asunto de la sucesión en la corona de
Portugal no se iba a resolver haciendo valer
únicamente sus derechos dinásticos. En
consecuencia dio órdenes al duque de Alba
para invadir Portugal.
Incorporación de Portugal a la
Monarquía Hispánica (4)
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El Duque de Alba se hizo con el control de
Lisboa y Felipe II convocó las Cortes
portuguesas en Thomar, de la cuales recibió el
juramento de obediencia.
Por su parte, Felipe II juró en Thomar mantener
los privilegios y libertades portuguesas.
Además se comprometió a no nombrar
extranjeros en los cargos del Reino de Portugal
y a reservar el comercio de las colonias
portuguesas para los súbditos portugueses.
Incorporación de Portugal a la
Monarquía Hispánica (5)
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Tras la incorporación de Portugal, Felipe II
conseguía el dominio sobre la totalidad de la
península Ibérica y tomaba posesión del
segundo imperio colonial más grande del
mundo.
Mapa del imperio de Felipe II, tras
la incorporación de Portugal