Metodología para la selección de árbitros del Sistema de Controversias del Mercosur (Ad Hoc y TPR) Dr. Santiago Deluca1 Barcelona, Universitat Pompeu Fabra, 10 de Febrer de 2011 El sistema de solución de controversias ideado para el proceso de integración del Mercosur se encuentra regulado por el Protocolo de Olivos (PO), su Reglamento (RPO – Dec.CMC Nº37/03) y demás normas complementarias. Debe advertirse que dicho sistema no es de tinte judicial tradicional, como se vislumbra en sus Estados Parte o en los modelos de la Unión Europea o la Comunidad Andina. Tres precisiones reflejan con claridad esta afirmación. Una radica en el hecho de que el proceso de integración mismo -y por ende su esquema de solución de controversias- responde a la característica de intergubernamentalidad. Otra, que ese sistema jurisdiccional es pura y exclusivamente de tinte arbitral. Y la última, que este método arbitral se instrumenta sobre la base de la coexistencia de arbitrajes del tipo ad hoc e institucional, sumado a facultades revisorias y consultivas ajenas los sistemas arbitrales propiamente dichos. Hechas estas aclaraciones, la metodología de designación de Árbitros debe analizarse desde dos perspectivas: una relativa a Árbitros de Tribunales Arbitrales Ad Hoc y otra a la designación de los miembros del Tribunal Permanente de Revisión, aunque en esencia resultan similares. En el primer caso, los Tribunales Arbitrales Ad Hoc se componen con tres (3) árbitros, correspondiendo a cada Estado Parte en la controversia por intermedio de su Sección Nacional -es decir su Ministerio de Relaciones Exteriores- la designación de un (1) titular y un (1) suplente, escogidos de un listado previamente registrado en la Secretaría del Mercosur y acordado por los demás Estados Parte (art. 11 PO). El árbitro Presidente y su suplente, que no pueden ser nacionales de los Estados en controversia, se designan de común acuerdo entre los Estados Partes de una nómina para terceros árbitros también registrada en la Secretaría del Mercosur. Si no hubiera acuerdo para tal elección, cualquiera de los Estados Partes podrá solicitar a la Secretaría del Mercosur que realice un sorteo para elegir el árbitro Presidente (art. 10 PO). En caso de que en la controversia se involucre a más de dos Estados Parte, el Tribunal Ad Hoc correspondiente se conformará con un árbitro por Estado Parte y un quinto árbitro presidente, que no podrá ser nacional de ninguno de ellos; cabiendo la posibilidad de unificar su representación (art. 13 PO). En el supuesto del Tribunal Permanente de Revisión, cada Estado Parte por intermedio de su Ministerio de Relaciones Exteriores designa un árbitro titular y un árbitro suplente por un período de dos (2) años, renovables por no más de dos períodos consecutivos (art. 18 PO). 1 Secretario del Tribunal Permanente de Revisión del MERCOSUR El quinto Árbitro es elegido por unanimidad de los Estados Partes por un período de 3 años, no renovable salvo acuerdo en contrario de los Estados Partes. Éste debe tener nacionalidad de alguno de los Estados Partes del Mercosur. No lográndose unanimidad, la designación se efectúa por sorteo. Son cinco árbitros de disponibilidad permanente, debido a que una vez que acepten la designación deberán estar disponibles de modo permanente para actuar cuando se los convoque. Ello significa que no despachan a diario en la Sede del Tribunal. En ambos supuestos, existen estipulaciones comunes referentes a la independencia de funcionamiento, competencias de los árbitros, declaraciones juradas al inicio de sus actividades e imparcialidad en la emisión de sus votos (arts.35 y 46 PO, arts. 19, 21 y 32 RPO y art. 13 Dec.CMC Nº30/05); aunque no se ha previsto en forma expresa por la norma que la violación de algunos de estos principios pueda representar una causal de remoción. Por último, resulta ineludible destacar el proyecto de creación de Corte de Justicia del Mercosur, impulsado mediante el Acuerdo Político del Parlamento del Mercosur con el Consejo Mercado Común en la Cumbre del mes de julio de 2009. Este proyecto prevé grandes cambios entre los que se destaca el carácter judicial de la Corte y la garantía de su independencia, mediante un sistema especializado para la conformación de su presupuesto (art. 1). Los jueces deben ser nacionales de los Estados Parte y se designa un titular y un suplente por cada uno de ellos por un período de seis (6) años renovable; pudiéndose modificar el número de jueces a propuesta de la misma Corte con participación del Parlamento del Mercosur (arts. 1 y 6). En cuanto a las calificaciones para acceder al cargo, se prevé que los jueces deben gozar de alta consideración moral y reunir las condiciones de las más altas funciones jurisdiccionales en su país. Garantizándoseles absoluta independencia en el ejercicio de sus funciones, debiéndose abstener de cualquier actuación incompatible con el cargo y la independencia que éste le impone (arts. 3 y 4). Los Tribunales Supremos de cada Estado Parte elaborarán, para cada cargo de juez, una terna de candidatos de la cual en forma plenaria y por mayoría simple elegirán un candidato nacional de cada Estado Parte y su respectivo suplente (arts. 5, 6 y 7). Finalmente, este proyecto prevé un mecanismo específico para proceder a la remoción de los jueces (art. 8). CONCLUSIONES • El sistema de solución de controversias del Mercosur basa su estructura en el principio de la intergubnernamentalidad. • La metodología escogida es de tipo arbitral mixto con particularidades que lo apartan de los esquemas clásicos del arbitraje comercial, tales como la facultad consultiva del Tribunal Permanente de Revisión y la instancia de Revisión. • La designación de los árbitros para conformar Tribunales Arbitrales Ad Hoc y de los miembros del Tribunal Permanente de Revisión, así como el análisis de la calificación y evaluación de méritos, es facultad exclusiva de los Ministerios de Relaciones Exteriores de los Estados Parte. • El reconocimiento de la independencia e imparcialidad de los árbitros se encuentra plasmado en la letra del Protocolo de Olivos mediante la suscripción de la respectiva declaración jurada, sin que ello se represente un método suficientemente adecuado para garantizar tales principios. • No se prevén mecanismos expresos para la remoción de los árbitros ante incumplimientos de sus deberes y obligaciones. • El sistema de solución de controversias del Mercosur no es definitivo y se encuentra en constante cambio. En tal sentido, el proyecto de Corte de Justicia del Parlamento del Mercosur se presenta como una alternativa que avanza no sólo en cuanto a la intención de encontrar un modelo definitivo, sino también en la definición de un sistema judicial independiente compuesto por miembros cuya idoneidad e independencia debe estar previamente demostrada; interviniendo otros sectores del poder público (Superiores Tribunales de Justicia de los Estados Parte y Parlamento del Mercosur) en el proceso de selección y control de magistrados, lo que denota una mayor participación ciudadana y control del equilibrio de Poderes del Estado.