Neuronas Espejo y Teoría de la Mente: La Psicoterapia es un trabajo sobre la Memoria Implícita VIII Congreso Latinoamericano FLAPPSIP. Clínica Psicoanalítica en el siglo XXI. Desafíos a la escucha. Lima, Mayo 2015 Lic. Violeta García Psicoterapeuta Habilitante de Audepp Introducción Las neurociencias han retomado caminos de investigación propuestos por Freud y han hecho aportes fundamentales que permiten hoy en día una comprensión más profunda de la interrelación del funcionamiento cerebral con el funcionamiento psíquico. En este trabajo examinamos algunos conceptos extraídos de las Neurociencias para articularlos con conceptos de la teoría psicoanalítica, en lo que refiere al cambio psíquico y la alianza terapéutica. Quiero postular que la psicoterapia psicoanalítica consiste en un trabajo sobre la memoria implícita, y que los caminos para la posible modificación de ésta, están en nuestro cerebro y en nuestra mente. Y que mediante el vínculo terapéutico, el enactment y la alianza terapéutica es posible modificar las constelaciones emocionales, los esquemas afectivos primitivos y lograr el aprendizaje de nuevas formas de reaccionar emocionalmente. Lo que sabemos ahora (I) Empatía Entendemos por empatía la capacidad para experimentar y representar los estados emocionales de otros, concepto que es crucial en la interacción social adaptativa. Consiste en la capacidad de una persona de vivenciar los estados mentales de los demás, sus pensamientos y sentimientos. Poder“leer” la mente de otras personas y al mismo tiempo reaccionar adecuadamente a sus intenciones y emociones. Ponerse en la piel del otro, captar sus pensamientos y preocuparse por sus sentimientos Supone la identificación mental de un individuo con el estado de ánimo de otro. (García García,González Marqués, Maestú Unturbe, 2001). En la empatía se pueden diferenciar dos aspectos diferentes: cognitivo y afectivo. 1 El componente cognitivo permite entender los pensamientos y sentimientos del otro y es capaz de adoptar su perspectiva. Permite atribuir a la otra persona un estado mental, una “actitud”, para inferir pensamientos y sentimientos, y predecir así su comportamiento. El componente afectivo de la empatía es la respuesta emocional apropiada de un observador al estado emocional de otra persona. En la respuesta empática compartimos y simpatizamos con las emociones de alguien, sus alegrías y tristezas, sufrimientos y goces. ¿Cómo se produce la empatía; que es lo que hace posible que tengamos ese “encuentro” con el otro, habilitador para sostener nuestra vida de comunicación, de socialización, y construir nuestra subjetividad? Teoría de la Mente: Uno de los marcos teóricos propuestos para la comprensión de la empatía, es la Teoría de la Mente. La T. de la M. consiste en la comprensión, interpretación, explicación y predicción de las acciones de los demás, mediante la atribución de estados mentales: pensamientos, creencias, intenciones, deseos y sentimientos. Es la capacidad de comprender, explicar y predecir el comportamiento de otras personas a través del proceso de realizar inferencias acerca de sus estados mentales: sus conocimientos, intenciones, deseos y creencias (Baron - Cohen, 1995). De esto se desprenden cosas importantes: El desarrollo de una adecuada T. de la M. es condición necesaria para el establecimiento del sentimiento intuitivo de privacidad personal y para la integración e interacción social adecuadas. Esta capacidad de predecir y explicar la conducta también escondición necesaria para que las relaciones interpersonales y el mundo social sean posibles y tengan sentido. Mediante la posibilidad de hacer inferencias, es posible comprender el engaño, la mentira o la creencia equivocada, y también permite poder engañar y manipular o para comunicarse y cooperar con otros. En tal sentido, la capacidad de engañar, de inducir creencias falsas en la mente de otros, es un buen indicador de la existencia de una T de la M. Neuronas Espejo: bases de la Empatía y de la Teoría de la Mente El siguiente paso es conectar empatía y Teoría de la Mente, y para ello, hablaré de las Neuronas Espejo. 2 Fueron descubiertas en 1991 por G. Rizzolatti y son un tipo particular de neuronas que se activan cuando un individuo realiza una acción, pero también cuando él observa una acción similar realizada por otro individuo. La observación de movimientos de la mano, pie o boca activa las mismas regiones específicas de la corteza motora, como si el observador estuviera realizando esos mismos movimientos. El hallazgo de las Neuronas Espejo ha sido muy importante en la medida en que le da el sustrato neurológico a muchos fenómenos psíquicos desarrollados y estudiados por numerosos investigadores actuales. Este sistema neuronal no solo se activa frente a la observación del movimiento en el otro. El sistema integra en sus circuitos neuronales laatribución/percepción de las intenciones de los otros(es decir, la Teoría de la Mente) (Blakemore & Decety, 2001; Gallese, Fadiga, Fogassi & Rizzolatti, 1996; Gallese, Keysers & Rizzolatti, 2004; Iacoboni, 2008; Rizzolatti & Sinigaglia, 2006). Las neuronas espejo posibilitan comprender las intenciones de otras personas.Ponerse en lugar de los otros, leer sus pensamientos, sentimientos y deseos. Serían el sustrato neurológico que permitiría –para muchos investigadores- la construcción de la Teoría de la Mente. Se postula que través de estos hallazgos es posible comprender las bases neuronales de la interacción social. Hacia el mundo externo, permiten la captación de las intenciones y motivos de los comportamientos de los demás, lo que nos permite la interacción personal, y es la base de los mecanismos de identificación. Del punto de vista evolutivo, esto tiene gran importancia para la supervivencia humana, porque ésta depende de entender las intenciones y conductas manifiestas de los demás.La comprensión de lo que le ocurre al otro es fundamental para la supervivencia porque permite la creación de un espacio de acción compartida, necesaria para las conductas pros sociales y las relaciones interindividuales. Esta comprensión no es a través del razonamiento conceptual, sino a partir del sentimiento, de la emoción, sintiendo y no pensando(Binkofski & Buccino, 2006; Gallese & Goldman, 1998; Rizzolatti, Fogassi & Gallese, 2001). Hacia el mundo interno:mediante este sistema neuronal, cuando realizamos una acción, esto se acompaña de la captación de nuestras propias intenciones o propósitos y de las emociones asociadas con dicha acción o comportamiento. 3 De esa forma se integran sistemas neuronales que articulan la propia acción asociada a la intención o propósito que la activa y también a la emoción correspondiente. La intención-emoción queda asociada a acciones específicas que le dan expresión y viceversa: cada acción evoca las intenciones-emociones asociadas. De esta forma se articula el circuito acción-ejecución-intención-emoción. Cuando la persona observa a otro realizaruna acción, se provoca en el cerebro del observador la acción equivalente, evocando a su vez la intención-emoción con ella asociada. La persona, así, puede atribuir a otro la intención que tendría tal acción si la realizase él mismo. Se entiende entonces, que la lectura que alguien hace de las intenciones del otro es, en gran medida, atribución desde las propias intenciones. Si uno entiende la acción de otra persona es porque tiene en su cerebro una copia para esa acción, basada en sus propias experiencias de tales movimientos. A la inversa, el otro sabe cómo uno siente porque siente lo que uno está sintiendo. Lo anteriormente expuesto, permite comprender que respondemos a las emociones, alegría, tristeza, dolor, de los demás con análogos patrones fisiológicos de activación, como si nos ocurriera a nosotros. La actividad de las neuronas espejo, entonces, parece ser una especie de marcador biológico (somático si usáramos el término acuñado por Damasio, 1994) de las competencias sociales,que se desarrolla tempranamente durante los primeros años da la vida. En síntesis La investigación en neuronas espejo evidencia que la empatía, y más ampliamente la cognición social, no son sólo ni básicamente conocimiento explícito y elaborado sobre los contenidos mentales de otras personas. Podemos explicar el comportamiento de los demás sirviéndonos de los procesos mentales más complejos y nuestra capacidad de mentalizar, pero… En la mayoría de las situaciones de interacción social tenemos un acceso más directo a la mente del otro y sus contenidos experienciales mediante la emoción y la empatía, gracias a las neuronas espejo. Lo que sabemos ahora (II) 4 Consecuencias de estos hallazgos para nuestras formulaciones teóricas Repercusiones en el trabajo psicoterapéutico Cambio psíquico y vínculo terapéutico Postulamos que el cambio psíquico se habilita a través del vínculo que se pueda establecer entre terapeuta y paciente. En tal sentido, las actuales concepciones de la acción terapéutica han sido profundamente influenciadas por el reciente énfasis en la subjetividad. Algunos teóricos (Schwaber, 1983; Stolorow y Atwood, 1992) han enfatizado exclusivamente la subjetividad del paciente. Otros (Hoffman, 1996; Renik, 1998) han tenido en consideración la subjetividad del terapeuta además de la del paciente y, al hacerlo, convirtieron la confluencia relacional de estas respectivas subjetividades en el lugar de la acción terapéutica. Todos han enfatizado que el conocimiento subjetivo ocurre a través de unas lentes de visión poderosas pero inciertas. El encuentro terapéutico adquiere así una enorme relevancia a la hora de reflexionar sobre cuales acciones resultan terapéuticas en cada caso, en cada situación, para cada paciente y para cada terapeuta. Riera (2011) sostiene que los procesos de conexión intersubjetiva o emocional resultan c/vez más relevantes en los procesos de creación de nuevos estados emocionales. La esencia de lo que es la conexión intersubjetiva o emocional, podría resumirse en la frase: “Yo siento que tu sientes que yo siento” ((Lyons-Ruth, 2000), Este autor considera que ayudar al paciente a través de la conexión intersubjetiva, a alcanzar nuevas maneras espontáneas de reaccionar emocionalmente o, nuevas maneras de regular las emociones, es la tarea central en cualquier tratamiento psicoanalítico. Toma las ideas del Grupo de Boston que el objetivo de la terapia es la modificación de la memoria implícita.(BCPSG, siglas en inglés; BCPSG, 2002, 2005, 2007, 2008) El Grupo de Boston introduce el concepto -proveniente de la neurociencia cognitiva-: el objetivo central de la terapia analítica consiste en la modificación de la memoria implícita del paciente, a través de la experiencia relacional que el paciente tiene con el terapeuta, con la consecuente creación de lo que ellos denominan un nuevo Conocimiento Relacional Implícito. En esta línea, postulamos que el objetivo de todo tratamiento psicoanalítico consiste en que el paciente aprenda nuevas maneras de reaccionar emocionalmente. 5 El paciente busca en la terapia ayuda para regular sus emociones (amortiguar las negativas, potenciar las positivas) de una manera que le resulte más útil o adaptativa. Y esta modificación debe procurarse a través de la modificación de la memoria implícita, que no es formulable en palabras, ni es accesible a la consciencia. La memoria implícita o de procedimiento se encarga de registrar y clasificar aquellas habilidades o hábitos que se han asimilado sin la intervención de la conciencia, y sin mediar procesamientos asociativos cognitivos, de ahí la dificultad para poder ser evocada y expresada con palabras. Son los proceso mnésicos implícitos, (no verbales) los que registran experiencias infantiles de tipo estimulo recibido - respuesta automática antes de los dos años de edad, tales como los sobresaltos, los dolores somáticos, los temores primitivos, las sensaciones placenteras (que serían modalidades primitivas de relación de objeto), las pautas tempranas de interacción materno filial, las respuestas afectivas del bebe frente al cuidador y otras. Una amplia serie de experimentos han llevado a los neurocientíficos al conocimiento de que en el momento en que algo se recuerda la memoria entra en un estado, al cual se denomina de memoria en "estado lábil", en que se reorganiza. En el momento del recordar, en ese momento, hay una reinscripción de la antigua memoria, se reestructura, entrando en un estado lábil. Reestructuración que implica la posibilidad de agregado de elementos que no estuvieron en la situación original. Esta teoría de la memoria, de la "reconsolidación", establece que las memorias antiguas sufren un proceso de reinscripción física en el momento en que son recordadas. Lo cual es concordante con el concepto freudiano de retroacción o "après-coup": la experiencia actual reestructura a la anterior y le da un significado que antes no tenía; no es un simple agregado. Por tanto, el recordar en el marco de una nueva experiencia, con elementos que cambian el sentido y la vivencia de la primitiva inscripción da lugar a un cambio de ésta. La "memoria afectivamente dependiente" que se refiere al hecho de que se recuerda aquello que corresponde a un estado emocional similar al que tiene el sujeto en el momento de recordar. Bajo un estado de alegría se asocia con las experiencias alegres y bajo uno de tristeza se recuerdan las experiencias correspondientes a este estado. Lo que sabemos ahora, es que la psicoterapia es un trabajo sobre la memoria, -trata de modificar inscripciones, huellas mnésicas- y sobre su acoplamiento con experiencias, en el presente, que la reconsoliden de manera diferente. Los actuales conocimientos neurocientíficos nos confirmanque es un trabajo sobre la memoria, pero hacen postular que ese trabajo operasobre la memoria implícita. 6 Alianza Terapéutica y Enactment Alianza Terapéutica Freud en 1913 escribe con respecto a cuándo debe dársele las primeras interpretaciones al paciente: “No antes de que se haya establecido en el paciente una transferencia operativa, un rapport en regla. El primer objetivo del tratamiento es ligar al paciente a la cura y a la persona del médico”. La alianza sería un fenómeno diádico que se expresaría en la capacidad del paciente de establecer una relación de confianza (básica) con el terapeuta. Bordin (en De la Parra, 2006) plantea que la alianza terapéutica es prerrequisito para el cambio en cualquier tipo de terapia, y esto ha sido confirmado por múltiples investigaciones, que evidencian que es un factor indiscutible y el más potente para explicar el cambio en los diferentes tipos de psicoterapia. Orlinsky, D., Ronnestad, M., Willutzki, (2004) en sus investigaciones concluyen que la evidencia más sólida que relaciona procesosresultados es el vínculo o alianza terapéutica, siendo esta asociación, vínculoresultados, la que más se ha investigado. Con respecto al vínculo, Orlinsky (2006) destaca que: la calidad general del vínculo se relaciona con buenos resultados terapéuticos. existe una relación positiva entre el compromiso del terapeuta en su rol y su credibilidad y resultados favorables. la importancia de la actitud afectiva: los sentimientos positivos hacia el terapeuta están asociados con los buenos resultados, así como aquellos pacientes que se encuentran más motivados y que fueron evaluados como comprometidos por sus terapeutas, mostraron mejores resultados terapéuticos. Las investigaciones de Zukerfeld (2001), muestran que la alianza terapéutica es independiente de la frecuencia semanal y discursiva del terapeuta y que, por otra parte, la percepción de mejoría es absolutamente dependiente de la misma. En definitiva, se puede pensar que la alianza terapéutica depende principalmente de las condiciones del vínculo que se establece entre paciente y terapeuta. Enactment Se podría definir como: “llevar a la acción”, “puesta en acto” (Laplanche y Pontalis 1971), “actuación” -no patológica-. Sandler, quien introduce el concepto por primera vez en 1976, sostiene que el paciente “arrastra” al analista a conductas que le permiten al primero actualizar una cierta relación de objeto. De esta forma, se empieza a considerar al enactment como un hecho inevitable en el trabajo clínico. 7 Si el terapeuta responde espontáneamente, su respuesta al rol propuesto por el paciente es lo que permite ver y comprender aquello que éste despliega como forma de vínculo en la situación terapéutica. El concepto de enactment, viene entonces a cuestionar con fuerza la idea de un analista interpretador de una realidad que está por fuera de él, en el paciente. En todo caso es alguien que participa, actúa, y luego intenta explicar algo de lo que ha ocurrido entre los dos. Existe cierta tendencia a considerar que si el terapeuta tiene reacciones hacia sus pacientes, es porque no ha sido bien o completamente analizado él mismo. Esto ha llevado a que los terapeutas se avergonzaran de sus reacciones espontáneas frente a los pacientes (y omitan mencionarlas en sus supervisiones o contactos con colegas). La gran diferencia reside en “el cambio de perspectiva que consiste en ver al terapeuta como participante activo del proceso, cuya personalidad afecta y es afectada por lo que ocurre en la hora de tratamiento” (Jacobs, en Moreno, 2000) Lo que queremos destacar: En primer lugar, la importancia de la conexión emocional en una psicoterapia; a expensas de una tradición que ha enfatizado la dimensión interpretativa verbal, es decir, la transmisión de información explícita a través de las palabras por parte del psicoanalista, la célebre talking cure. Kohut (en Riera, 2011) sostenía que la empatía es la herramienta para recolectar la información que viene del paciente para así, en un segundo momento, poder formular la interpretación o construir la teoría pertinente. Para el desarrollo saludable de un bebé, así como para la sensación subjetiva de bienestar de un adulto, es importante que las vivencias de conexión estén por encima de las vivencias de desconexión. El paciente necesita que su terapeuta sienta lo que él siente, pero al mismo tiempo necesita que lo sienta de una manera ligeramente distinta, de manera de poder vivir la diferencia como algo útil a incorporar. Los psicoanalistas Eagle y Mignone, (2006) sostienen que incluso en una relación basada en la palabra, como la que se da en una psicoterapia, el cuerpo de los participantes reacciona involuntariamente ante las palabras del otro. Damasio (1994) consideraba que el estado emocional de un sujeto está formado por su paisaje corporal, es decir por el conjunto de cambios corporales; por tanto cuando se dice que “el cuerpo de cada participante reacciona involuntariamente ante las palabras del otro” se está diciendo que la mera escucha de palabras genera un estado emocional espontáneo no voluntario. 8 Los cambios que ocurren en el medio intersubjetivo se darían gracias a lo que Stern (1998) denomina momentos de encuentro (moments of meeting). El término momento se refiere a la experiencia subjetiva de un cambio en el conocimiento implícito relacional tanto del terapeuta como del paciente. Podríamos decir que son momentos especiales de auténtica conexión entre terapeuta y paciente. Son vicisitudes marcadas por una sensación de salir de la técnica habitual de proceder en el análisis (más allá de la interpretación verbal) donde el terapeuta respondería con algo que expresaría su propia experiencia de lo vivido como específico en la relación con ese paciente en ese momento. En estos momentos el objetivo consistiría en interpretar contenidos que no son accesibles por la palabra -no en el sentido de algo reprimido-sino porque pertenecen al registro de lo procedimental, implícito. En segundo lugar, queremos postular que las emociones, procesadas por el sistema de memoria implícita (LeDoux 1996), deberían constituir el centro de interés e investigación de toda terapia psicoanalítica, y si bien, existe formulaciones teóricas al respecto, a menudo esto no queda suficiente explicitado o destacado. ¿Cómo se puede cambiar la manera espontánea de reaccionar emocionalmente? es la pregunta clave que se presenta a todo terapeuta, cuando trabaja con sus pacientes. Y en tal sentido, los fenómenos de conexión intersubjetiva, el “yo siento que tú sientes que yo siento”, juegan un papel muy crucial para que el paciente pueda tener acceso a nuevas formas de reaccionar emocionalmente (Riera 2011). Podremos acceder a las primitivas experiencias que quedaron registradas como afecto y como acción en la memoria procedimental a través de los enactment (entendido como actuar, o pone en acto, una cierta representación inconsciente o reglas procedimentales que regulan los intercambios interpersonales). Nuestra capacidad reflectiva, de mentalización (Fonagy, 2004) nos habilita como terapeutas a identificar nuestros propios estados mentales y a reconocer y tener empatía con el paciente. Este modelo de estabilidad y disponibilidad generará confianza y poco a poco la regulación de los afectos del paciente. El paciente podrá internalizar esa experiencia repetida de regulación, y así podrá modificarse -aunque sea en parte- la memoria procedimental implícita. En la medida que se den verdaderos momentos de encuentro pacienteterapeuta podrá darse la regulación de los afectos y de esta forma se podrá modificar la relación. Postulamos que este cambio en el conocimiento implícito relacional del terapeuta y del paciente que se irá internalizando como un apego seguro permitirá la creación de algo nuevo, una nueva forma de vivirse a sí mismo y de vincularse con los demás. 9 Lic. Violeta García. Psicoterapeuta habilitante AUDEPP. Referencias Bibliográficas Baron-Cohen, S., Leslie, A., & Frith, U. (1985). Does the autistic child have a 'Theory of Mind'? Cognition, 21, 37-46. Baron – Cohen, S. (1995). Ceguera Mental Ensayo sobre el autismo y teoría de la mente. Massachusetts MIT Press. Boston Change Process Study Group. (2002). Explicating the implicit: The local level and the microprocess of change in the analytic situation. International Journal of Psychoanalysis, 83, 1051–1062. Boston Change Process Study Group. (2005). The Something more than interpretation revisited: Sloppiness and co-creativity in the psychoanalytic encounter. Journal of the American Psychoanalytic Association, 53, 693–729. 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