Platón

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Platón nació en Atenas el año 427 a.C., hijo de una familia aristócrata, murió en la misma ciudad en el año
348 a.C. Dos elementos que influyeron en su vida y en su filosofía de forma decisiva fueron su vocación
política y sus relaciones con Sócrates.
A los dieciocho años, y a través de su maestro Cratilo, Platón entró en contacto con Sócrates, abandonando su
primer interés por la poesía en favor de la filosofía. Permaneció en estrecha relación con Sócrates hasta la
condena y ejecución de éste en el año 399 a.C., tras lo cual, descontento con la actuación de los demócratas,
se refugió en Megara junto con otros miembros del círculo socrático.
Platón viajó luego por Egipto y visitó también Siracusa, donde conoció a Dión, cuñado del tirano Dionisio el
Viejo. Según una historia poco fiable, a raíz de un conflicto entre el tirano y Platón, el filósofo acabó siendo
vendido como esclavo.
Hacia el 387 a.C., Platón regresó a Atenas y un tiempo después fundó allí su escuela, la Academia. En el año
367 a.C. viajó de nuevo a Siracusa, donde permaneció más de un año. De nuevo surgieron tensiones, esta vez
con Dionisio el Joven, quien había sucedido a su padre el mismo año de la llegada de Platón. Si se considera
auténtico el testimonio de una de las cartas tradicionalmente atribuidas a éste, el motivo de su viaje fue, a
instancias de Dión, el de contribuir a la reforma del gobierno de la ciudad por su unión con la filosofía,
objetivo que se vió frustrado cuando el tirano desterró a Dión. Un tercer viaje a Siracusa en el año 361 a.C.,
terminó de modo parecido. Afincado ya en Atenas, Platón murió a la edad de ochenta años.
La doctrina de Platón está recogida en su práctica totalidad en forma de diálogos, protagonizados en su
mayoría por Sócrates, aunque la doctrina expuesta en ellos se aleja progresivamente de las ideas del maestro,
hasta los diálogos de madurez, en que Sócrates se convierte en el portavoz de las teorías de Platón.
La filosofía platónica es la base de una de las corrientes más importantes y sin duda, del pensamiento
occidental.
Obras de Platón:
*Hipias Mayor
*Ion; Hipias Menor
*Apología de Sócrates
*Critón, o del deber
*Gorgias, o de la retórica
*Menón, o de la virtud
*Cratilo, o de la exactitud de las palabras.
*Diálogos de madurez:
*Fedón, o del alma
*Protágoras, o los sofistas
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*El banquete, o del amor
*La República, o de la justicia
*Fedro, o de la belleza.
*Diálogos de vejez o «dialécticos»:
*Parménides, o de las ideas
*Teeteto, o de la ciencia
*El sofista, o del ser
*El político, o de la realeza
*Filebo, o del placer
*Timeo, o de la naturaleza
*Las leyes.
Contexto social y político.
En el año 480 a.C., antes del nacimiento de Platón, Atenas fue saqueada y estuvo a punto de ser destruida por
los persas. El político ateniense Temístocles, que había derrotado a los invasores persas en la isla de Salamina,
inició la reconstrucción de la ciudad, construyendo murallas defensivas en torno a Atenas y El Pireo. También
empezó a construir otra muralla que conectaba a Atenas con su puerto. Sus trabajos fueron continuados por
Pericles en torno al año 450 a.C. Pericles, más que cualquiera de los restantes políticos democráticos,
convirtió Atenas en una gran ciudad. Usando fondos públicos, construyó el Partenón, el templo de Niké, el
Erecteion, y otros grandes monumentos. Potenció el ágora, en la que se podían encontrar productos de todo el
mundo. Atenas, a la cabeza de la Liga de Delos, formada por diferentes ciudades−estado para hacer frente al
peligro persa, se convirtió en un poder de tipo imperial. Sus tribunales juzgaban casos relativos a toda la
región del Egeo. La vida cultural de la ciudad alcanzó un importante auge. Se representaban grandes comedias
y tragedias en el teatro de Dionisio, detrás de la Acrópolis, y Pericles atraía a su círculo a los principales
intelectuales del momento. La ciudad, con su sistema democrático en el que participaban todos los ciudadanos
atenienses y su brillante estilo de vida, se convirtió en modelo de cultura helénica. En estos momentos, su
población debía rondar los 200.000 habitantes, de los que 50.000 eran ciudadanos varones con plenos
derechos políticos, el resto mujeres, extranjeros y esclavos carecían de ellos.
Pero se inicia otro período de luchas, esta vez entre griegos. Atenas y Esparta, las dos potencias políticas y
militares de la Hélade se enfrentarán desde el año 431 hasta el 404 en la llamada Guerra del Peloponeso. En
ella Platón, que por entonces ya había entrado a formar parte del círculo de jóvenes que frecuentaban la
compañía de Sócrates, participa como soldado.
Acabada la guerra con Esparta, suben al poder miembros destacados del partido aristocrático que instauran el
gobierno de los treinta tiranos. Entre ellos figuran amigos y familiares de Platón, con los que acabará en
desacuerdo. Una vez restablecida la democracia se produce la condena a muerte de Sócrates. Temiendo sufrir
persecución, Platón se refugia en Megara, viajando posteriormente a Egipto y a la Magna Grecia.
Ya en Atenas, escribe La República. Muerto Dionisio I de Siracusa es llamado por su amigo Dión, cuñado de
aquél, pretendiendo entre los dos la educación filosófica de Dionisio el Joven. Nuevamente las cosas salen
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mal pues Dión es desterrado y Platón tiene que volver a Atenas, donde se dedica de nuevo al trabajo filosófico
en la Academia.
RESUMEN DEL LIBRO
Este es un libro en forma de diálogo donde se nos presenta a Sócrates, quien intenta hacer razonar durante un
debate que ocupara toda la obra, a través de su método la mayéutica, a sus compañeros de conversación sobre
el tema de la justicia a través del cual Platón nos expone su modelo de estado ideal. Al principio de la obra
Sócrates junto con su amigo Glaucón es invitado por otros ciudadanos, y se sobreentiende que a la vez
amigos, a pasar una velada en casa de uno de estos últimos, lugar a donde se dirigirán todos ellos. Durante los
diez libros que contiene La República se tratan, como ya hemos dicho, diversidad de temas que entroncan
todos en la espina dorsal de la obra constituida por la justicia.
Resumen por libros.
LIBRO PRIMERO:
El libro comienza con la imagen de Sócrates y Glaucón volviendo a su ciudad, de retirada, tras haber visto las
dos procesiones de Pineo. Justo en ese momento, un Polemarco les llamó y les dijo que no se fueran, que esa
tarde había una carrera de relevos de antorchas montados a caballo y que por la noche había una gran fiesta a
la que no podían faltar. Finalmente, fueron convencidos y acudieron, junto con el resto de gente que les
acompañaban, a casa de Polemarco, donde se unieron un gran grupo, entre los que estaban Lisias, Eutidemo,
Trasímaco, Carmántides, Clitofonte y Céfalo, el padre de Polemarco.
Este último llamó a Sócrates y le invitó a iniciar una conversación con él, planteando como cuestión principal
has llegado al umbral de la vejez: si lo declaras periodo desgraciado de la vida o cómo lo calificas
En el tema de la vejez, según Céfalo, los malhumorados son los que se lamentan y los humorados, los que
toman la vía del pensamiento y piensan que la vejez es otra etapa más de la vida. Por su parte, Platón no ve la
vejez como una carga, sino que ésta sólo lo será si la persona vieja no quiere admitirlo ni tolerarlo. Por lo que
la persona que esté predispuesta no tendrá ningún problema y su vejez será agradable.
Platón le plantea a Céfalo que puede haber gente que piense que las personas de buena posición económica la
afrontará bien y la de mala, mal. Llegados a este punto, Platón pregunta a Céfalo cuál es la mayor ventaja que
tiene ser rico, a lo que éste contesta que la ventaja radica en que cuando uno se pone a pensar en la muerte, le
recorre un miedo atroz, porque sabe que si ha pecado, lo pagará en la otra vida, por lo que es mejor saldar
todas las deudas.
En la justicia y a lo largo de la discusión, entre Sócrates y su hijo, se debate sobre si se debe devolver lo
prestado al no cuerdo, llegando a la conclusión de quede debe dársele beneficio a los amigos y daño a los
enemigos.
Sócrates llega a la conclusión de que: el diestro es justo en guardar dinero, pero también en robarlo, por lo
que el justo es un ladrón. Este razonamiento logra desconcertar a Polemarco, por lo que retoman la discusión
desde un punto anterior.
La conversación para por un momento y Trasímaco, lanzándose sobre ellos, les dice que qué tonterías son
esas y que por qué Sócrates no contesta a las preguntas en vez de hacerlas. Ambos se enzarzan en una lucha
verbal por ver quién tiene razón, a pesar de que Sócrates enfoca esta discusión desde un punto de vista
dialéctico, en el que él mismo desea aprender de los conocimientos que Trasímaco afirma que tiene.
La visión de Platón, mostrada a través del personaje de Sócrates, sobre la justicia va muy ligada a la del
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Estado que propondrá posteriormente. Para Platón, la justicia, es la virtud a partir de la cual podemos alcanzar
otras como la bondad, la concordia o la amistad.
LIBRO SEGUNDO:
La justicia se ve reflejada en la conversación de Glaucón y Adimanto, que ven que la justicia en realidad no
funciona como Sócrates la había descrito.
En verdad, los justos no lo son por bondad, sino para conseguir una vida mejor en el Hades, pues allí se
premia a los que han sabido soportar la carga de la justicia.
La justicia no da nada a los que la practican y por eso hay mucha gente que practica la injusticia, pues con ella
se logran beneficios y recompensas tangibles.
Pero también podrán gozar de ésta los ricos, pues pagando enormes sumas de dinero a los sacerdotes, podrán
hacer que los dioses perdonen sus pecados. Lo demuestra así el mito del pastor Giges:
Giges era un pastor honrado, justo y al servicio del rey. Por ciertas circunstancias, un día llegó a sus manos
una sortija que lo volvía invisible. Con ella, mató al rey y se hizo con su reinado. El mito dice que si hubiera
un par de sortijas iguales y se las diéramos a un justo y a un injusto, la conducta sería la misma, pues el que es
justo lo es por miedo a los dioses, pero todo hombre, si supiera que no sería visto, practicaría la injusticia.
Para terminar, el injusto, si quiere, puede aparentar ser justo. En cambio el justo nunca podrá aparentar ser
injusto.
La aparición de El Estado comienza cuando Sócrates, para reafirmar su postura en defensa de la justicia,
analiza la situación a partir de la aparición de El Estado, porque cada uno de nosotros no podemos subsistir
por nosotros mismos. La unión de muchos individuos por necesidad es lo que lo crea.
Los Guardianes de El Estado resurgen cuando se piensa que llegará un momento en que los habitantes de El
Estado quieran más, aparecerán las necesidades secundarias y, con ellas, los actores, músicos, poetas... Para
albergar a toda la población, se deberán ampliar las fronteras, seguramente hasta la costa de otros estados
vecinos, con lo que aparecerá el arte de la guerra y, con ella, los guardianes, que deberán ser personas
preparadas para la batalla y a su vez cordiales y mansos con los habitantes de El Estado. Esto se conseguirá
educándoles el cuerpo, con la gimnasia, y el alma con la música y la literatura.
LIBRO TERCERO:
A lo largo de este libro, se irá reflejando el espíritu de Platón acerca de la idea de la muerte y de si su temor
puede ser utilizado a favor o en contra de la persona que la tema. Por eso, comienza diciendo que debemos
inducir a los dioses a que no teman a la muerte y que sean valerosos. Todo esto lo explica mediante la
narración de pequeños párrafos de la obra La Ilíada de Homero.
Además de eso, trata de explicar las características que han de tener los guardianes, basándose en los
siguientes puntos:
La dicción
Hay tres maneras válidas de narrar un texto: Ditirambos, la manera más simple, donde el autor hace una
descripción de los hechos. Por medio de la imitación, la tragedia y la comedia o tragicomedia.
La música
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La melodía es la suma de texto, ritmo y armonía. El texto deberá seguir las pautas mencionadas anteriormente.
La armonía deberá imitar las voces adecuadas para la formación del guardián, por lo que se usará la doria y la
frigia.
Amor
El amor de El Estado es el amor moderado, usando como base del mismo el paterno−filial, lo que da una idea
de cómo se debe amar al Estado.
Gimnasio
La educación de los guardianes, una vez ya se ha educado el alma, pasa por el gimnasio. En éste deberán
fortalecerse y ejercitarse.
La medicina
La medicina, ya sea para el cuerpo o para el alma deberá estar siempre presente en la sociedad.
La educación equilibrada de los guardianes
Para la educación del cuerpo usaremos la gimnasia, pero un exceso de la misma podría convertir a los
guardianes en bestias, por lo cual emplearemos la música y la filosofía para cultivar también el alma del
guardián.
El gobernante
El Estado ha llegado ya a su tercera fase y ahora es mucho más perfecto, por lo que necesita a un guardián
capaz de velar por éste y que también sepa administrarlo según las leyes establecidas.
División de clases
En El Estado habrá tres clases: la de los gobernantes, la de los guardianes y la de los artesanos y labradores.
En El Estado todos somos hermanos, pues nacimos de la misma tierra, pero cada uno de nosotros nació
fusionado con un metal, a saber: oro, plata, hierro o bronce, cada uno de los cuales pertenecerán a una casta y
no tendrán nada que ver con el de los padres.
Patrimonio de los guardianes
Los guardianes no poseerán nada, sólo tendrán para ellos mismos lo más básico
LIBRO CUARTO:
La discusión sigue tal y como se dejó en el libro anterior, aunque esta vez es Adimanto el que conversa
distendidamente con Sócrates, le pregunta sus dudas e intenta dejarle sin respuestas. Tratan temas tan
relevantes como:
−Riqueza y pobreza
−El espíritu de El Estado
−El Alma
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LIBRO QUINTO:
En este libro se introduce una concepción realmente avanzada para la época, y es la de la igualdad entre
hombres y mujeres. Es un libro en el que se tratan muchos temas relevantes y creo los mas importantes junto
con los del libro siete.
En el tema de la mujer se dice que no se diferencia del hombre en nada. Es un poco más débil, eso sí, pero a la
hora de ejercer una tarea es tan eficaz y válida como un hombre. Una mujer puede ser perfectamente
guardiana, pues si su naturaleza es la de guardián, es esa la tarea que deberá ejercer y no tiene que haber
ningún problema en la desnudez dentro de los gimnasios, pues hombres y mujeres son la misma naturaleza.
La comunidad refleja que todos los hombres y todas las mujeres serán comunes, los hijos serán de la
comunidad y nadie establecerá una vida privada en pareja. Los hijos los tendrán los mejores hombres con las
mejores mujeres y los malos hombres con malas mujeres y nadie sabrá cuales son sus progenitores. Los
emparejamientos serán establecidos por sorteo y se realizarán festivales específicos donde los hombres y
mujeres seleccionados copularán. En este aspecto, Platón muestra una concepción de lo más anticuada,
teniendo en cuenta lo que piensa sobre la igualdad entre hombres y mujeres. Las uniones por amor no existían,
por tanto esto, era algo para nada escandaloso y muy normal.
Los términos posesivos quedarán completamente obsoletos, pues en El Estado las pertenencias personales
serán inexistentes. Todo será de todos los ciudadanos, consiguiendo así que tristezas y alegrías también sean
comunes para todos los ciudadanos.
En la guerra, cuando se haya que luchar, los guardianes y sus hijos irán juntos a la batalla.
Si un guardián se rinde en batalla, será enviado con los artesanos, pues no será digno de estar entre
guardianes.
Hay dos tipos de guerra: las guerras civiles o entre griegos y las guerras. En las disputas entre griegos, no se
quemarán las casas ni se tomarán esclavos, sino que sólo se cogerá el botín, que será la cosecha del año y de
los enemigos muertos, sólo se les quitarán las armas. En
las guerras contra los bárbaros, no habrá ningún problema en coger a los enemigos como esclavos, pero lo que
no se debe hacer nunca es hacer ofrendas en los templos con armas de los vencidos.
En cualquier caso de guerra civil, siempre se debe terminar con la reconciliación.
Durante un corto periodo de conversación, se debate sobre si El Estado existirá si los gobernantes son
filósofos o tienen muy en cuenta la filosofía, aunque no llegan a una conclusión certera.
Esta parte del libro está dedicada a idolatrar a los filósofos, lo que sirve a Platón para auto publicitarse dentro
de su propio libro. Se muestra al filósofo como amante de la sabiduría, el que ama al conocimiento pero nunca
se llena de éste, al contrario, siempre se siente ansioso de aprender más.
Lo que es y lo que no es se comenta de manera que el conocimiento es lo que es porque se conoce algo que
existe, y la ignorancia es por lo tanto lo que no es, luego hay opiniones que parecen que son pero no son. En
todo caso, la virtud está en el término medio.
LIBRO SEXTO:
Tras encontrar la verdad sobre quién es filósofo y quién no lo es, Sócrates cree haber acabado el discurso,
pero al haber descubierto esto, lo único que ha hecho es abrir un sinfín de puertas y de preguntas que esperan
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ser contestadas:
El alma de un filósofo está siempre dispuesta a conocer y debe ser mansa y moderada. No debe sucumbir ante
los placeres corporales y, además, debe ser valiente, puesto que conoce el valor de la vida y no le tiene que
tener miedo a nada.
El Bien será objeto de estudio para los guardianes, pues si no se entiende las demás cosas son inútiles. Es la
luz que ilumina las verdades y si no se tiene la idea del Bien, el resto de las ideas que tengamos no estarán
bien iluminadas, por lo que sólo tendremos una opinión sobre ellas.
LIBRO SÉPTIMO:
Este libro nos ofrece una reflexión totalmente filosófica acerca de todos los aspectos teóricos que propuso
Platón, como las fases del conocimiento. Por ello le damos más importancia que a los otros libros.
El mito de la caverna se cuenta en esta parte:
En una caverna hay varios hombres encadenados de manera que sólo pueden permanecer en aquella posición
y no pueden moverse ni girar la cabeza. Estos hombres verán en la pared sombras de objetos que habrá al otro
lado de su posición y ellos, evidentemente, nunca habrán conocido algo distinto y creerán que las sombras
aquellas son las realidades y no meras proyecciones.
Si uno de los prisioneros se librara de las cadenas, al volverse y ver la luz y ver las cosas en su auténtico
aspecto, sería incapaz de reconocerlas como verdaderas, pues su mente se había acostumbrado a sólo ver
sombras, además de que la luz le produciría un gran dolor en los ojos a causa de no haber recibido nunca una
cantidad similar.
A medida que avanzase el tiempo, se acostumbraría a la luz y se daría cuenta de la verdad de las cosas y de lo
infeliz que era antes en la cueva. Si este liberado quisiera volver a la caverna y contarles a sus antiguos
compañeros que lo que ven no es la realidad, estos lo tomarían por loco e intentarían matarle, si no fuera por
los impedimentos físicos.
Según Platón, la caverna sería el mundo tangible, el sensible, en el que nosotros vivimos. El exterior sería, por
lo tanto, el mundo de las Ideas. El mundo de las ideas está iluminado por el Bien de la misma manera que al
exterior de la caverna hay sol.
Para descubrir el Bien, hace falta una educación especial y serán los buenos filósofos los que llegarán a
descubrirlo. En El Estado, serán éstos los que deberían gobernar, lo que es fácil de entender, ya que sólo será
apto para gobernar el que haya salido de la caverna.
En la formación del filósofo, se han de reunir todos los requisitos para ser guardián y entonces el niño filósofo
deberá seguir las pautas siguientes:
Hasta los veinte años aprenderá las disciplinas anteriormente comentadas salvo la dialéctica, que la aprenderá
a partir de los veinte, cuando ya prescinda de la gimnasia obligatoria. El niño deberá aprender las cosas de una
manera agradable para él, puesto que los castigos y obligaciones son para los esclavos.
A los treinta años se volverá a seleccionar a los mejores y se les enseñará a prescindir de los sentidos y a usar
sólo la razón. Cinco años más tarde, deberán volver a la caverna y participar en lo militar y en cosas para
formar a los jóvenes, adquiriendo así una gran experiencia. Después, si a los quince años han sido justos y
firmes, podrán acceder al cargo de gobernante. Y así, siempre que sea su turno, podrán gobernar el resto de
sus vidas.
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El Estado sólo se formara escogiendo a los mejores y más predispuestos y enseñándoles las leyes descritas.
Como dije anteriormente, sólo optarán a guardianes los que hayan sido preparados desde su niñez.
LIBRO OCTAVO:
A lo largo de este libro, Platón va a examinar las constituciones imperfectas para ver si el mejor de los
hombres es el más feliz o si ocurre lo contrario.
El Estado, al estar sujeto por humanos no libres de la imperfección, también puede degenerarse. Si el
gobernante descuida la natalidad y deja que haya procreación en malas épocas para ello, saldrán guardianes
necios e incultos. Lo siguiente será la unión entre personas de distinta clase y la inminente aparición de una
carrera para la acumulación de riquezas. Al entrar en esa dinámica, El Estado irá degenerándose desde la
aristocracia hasta la timocracia, de ésta a la oligarquía, de ésta a la democracia y, por último, de ésta a la
tiranía, que es el peor de los gobiernos.
La timocracia será el gobierno de los hijos de los hombres justos de El Estado, y por esto será la forma menos
corrompida, conservando algunos rasgos de El Estado.
La oligarquía se caracterizará porque el gobierno será para los más ricos. En éste aparecerá una gran división
entre los ricos, que vivirán sólo para la acumulación de las riquezas y los pobres, privados de todos los
derechos, que no podrán satisfacer necesidades y que se verán condenados a la miseria.
La democracia se caracterizará por la libertad, que terminará en libertinaje, pues cada uno será libre de hacer
lo que quiera y todos terminarán satisfaciendo sus necesidades menos necesarias, lanzándose al placer.
Es en esta situación, en el caos absoluto que existe entonces en la sociedad, donde los oligárquicos intentarán
mantener un gobierno estable, pero los democráticos no respetan las leyes. En este caos, se elige a una
persona y se la hará actuar como líder, y no solo como esto, sino que al líder se le considerará un salvador,
pues habrá sacado al pueblo del caos en el que se encontraba.
Será entonces cuándo el estado se encontrará frente a un gobierno tiránico. El líder tiránico, a primera vista, es
un populista y alguien que pretende ayudar. Al inicio, el hombre tiránico estará apoyado por todas las
personas que lo habrán llevado al poder, pero a la larga se va apoderará de todo el patrimonio del pueblo,
promoviendo guerras para que sea necesario un hombre como él y aumentará los impuestos para anular
cualquier tipo de conspiración en su contra.
LIBRO NOVENO:
Tras haber estudiado el proceso de auto destrucción que seguiría la sociedad si no estuviera controlada, este
libro se dedica a estudiar, de la forma más profunda el proceso que ha de seguir una persona para hacerse
tiránica, enlazando esto con lo dicho en el primer libro sobre la justicia, la injusticia y la supremacía de una
sobre la otra.
El hombre tiránico se forma porque durante los sueños se le aparecen los deseos más amorales que ha tenido
acallados durante toda su vida. Al haber nacido en la democracia, no ve ningún problema en saciar sus deseos
innecesarios de carácter amoral y lo hará hasta tal punto que caerá en la locura y la rabia, llevándolo a saciar
de cualquier forma su apetito amoral.
La superioridad del justo sobre el injusto
Hay tres pruebas con las que Platón demuestra la superioridad del justo sobre el injusto:
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En la primera prueba, vemos que como el tirano está sujeto a la injusticia por el hecho de estar supeditado a su
apetito, se va a ver obligado a adular a sus esclavos para tener de ellos su disposición, lo que le convierte en el
más esclavo de todos y en el más infeliz.
Con ello concluye la primera prueba.
La segunda prueba analiza los placeres para cada parte del alma. A la razón se la vincula con el placer del
aprendizaje, a la fogosa con los honores y a la apetitiva con los placeres carnales y las riquezas. Según sea la
parte del alma que domina en las personas, tendremos al filósofo, al ambicioso o al amante del lucro,
respectivamente. Si recurrimos al razonamiento para saber cuáles son los placeres más nobles, encontramos
que son los pertenecientes al filósofo; lo mismo pasa si los analizamos desde la inteligencia o la experiencia.
Por lo tanto, los placeres más agradables serán los referentes al hombre más justo, o sea al filósofo.
En la tercera prueba vemos que el verdadero placer no es el de la cesación del dolor, que es el que sienten los
ambiciosos o los amantes del lucro, sino que el verdadero placer es el de la esencia, y sólo los filósofos
pueden acceder a él. Si clasificamos a las personas según su acceso al placer real, vemos que los filósofos son
los que están más cerca, luego los ambiciosos y finalmente los amantes del lucro.
Acabamos de demostrar que lo dicho en el primer libro sobre que la práctica de la injusticia era más
provechosa que la de la justicia, no era cierto. El injusto no podrá acceder al placer real y se verá esclavizado
por su parte apetitiva. En cambio, el justo que se subordina a la parte divina del alma, obtiene el placer real, el
conocimiento verdadero y goza de una vida apacible en la tierra. Y respecto al injusto con apariencia de justo,
aún las cosas le irían peor, porque se corrompería aún más, pero no gozaría de los placeres del raciocinio
como si realmente se hubiera entregado a la justicia.
LIBRO DÉCIMO:
Este último libro está dividido en dos grandes partes: por un lado, la poesía y por otro, la
inmortalidad del alma y la vida ulterior. A pesar de eso, lo dividiré en más partes, con el fin de analizar todo
minuciosamente:
Para explicar los objetos reales y objetos miméticos debemos saber que para cada cosa existe una sola idea.
Hay una idea de silla, una de árbol, una de pájaro, sólo una. Ésta es perfecta, verdadera, eterna e inmutable, ya
que se encuentra en un mundo que no es tan tangible para nosotros, el de las Ideas, donde todo está concebido
de manera original.
La Idea ha sido concebida por el productor de naturalezas. Luego, esta es hecha por un artesano, el Demiurgo,
quien hace los objetos basándose en el patrón ideal que encuentra en el mundo de las Ideas. El demiurgo hace
objetos verdaderos y reales, pues los hace a partir de la verdadera esencia. Para terminar, encontramos al
imitador, quien fabrica cosas a partir de lo material. Por lo tanto, el producto del imitador ya no es real, porque
esta basado en la opinión.
Con esto encontramos tres tipos de arte: el del productor de naturalezas, que es el que lo usa, el del Demiurgo,
que es el que lo hace y el del imitador, que es quien, evidentemente, imita. Con esto vemos que el arte
mimético es el más falso de todos, al estar basado en lo material y que sólo alimenta la parte inferior del alma,
la sensorial. nobles del alma.
De esto deducimos otra división del alma, la racional y la irracional, siendo la primera la que busca el
aprendizaje y la segunda la satisfacción de los placeres materiales.
El alma puede ser llevada a la perdición y a la corrupción, aunque nunca a su destrucción, pues es inmortal. Si
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lo bueno beneficia y preserva y lo malo perjudica y destruye, no debemos pensar que por mucho pervertir un
alma esta quede aniquilada; sin embargo, el Bien y el Mal, sí afectan al cuerpo, pues este es mortal. El que
practique la justicia tendrá una vida llena de los verdaderos placeres y recompensas, pues su alma seguirá el
buen camino, pero además los dioses compensan a las almas de los justos y castigan las de los injustos.
El Mito de Er se comenta en esta parte:
Er era un armenio al que le dejaron resucitar para que explicara a los hombres qué había después de la muerte
del cuerpo. Dijo que las Almas iban a un lugar donde se las juzgaba por su conducta en la tierra. Cerca de ahí
había cuatro entradas, dos hacia el cielo y dos hacia abajo tierra. Las almas iban al cielo si habían sido justas,
y bajo tierra si habían sido injustas. Las que se preparaban para volver a la tierra dependiendo de si estaban al
cielo o bajo tierra recibirían mil años de delicias o de torturas respectivamente. Las que ya habían pasado los
mil años volvían frescas y limpias o sucias y demacradas, dependiendo del lugar de donde procedieran.
Las almas que habían de volver a la tierra eran presentadas a las tres Parcas: Laquesis, que se encarga del
pasado; Cloto, del presente y Atropo, de las del futuro.
Laquesis hacía escoger un demonio a las almas y este demonio sería el vigilante de su destino en la vida. Éstas
podían escoger entre dos modos de vida: la de los justos y la de los injustos. Después, Cloto ratificaba su
elección y Atropo la hacía inalterable.
Luego se iban al río del Olvido y, al beber de sus aguas, olvidaban completamente cualquier cosa de su vida
anterior. En medio de la noche las almas eran lanzadas hacia arriba.
Opinión personal.
Creo que la compresión del libro es un tanto compleja, pero que es un libro en el que puedes adentrarte y
descubrir fantásticas cosas, además de poder observar el pensamiento de un filósofo que vivió hace miles de
años y en un lugar lejano del mío.
Algunos apartados los veo muy avanzados para la época de su creación como por ejemplo, cuando Platón
comenta el derecho de la mujer y el hombre en el Estado.
En cuanto al deseo de Platón de querer conformar y agradar a los lectores, creo que las personas no somos
perfectas y que no dejamos que nos opriman sin luchar. Sería demasiado perfecto lograr lo que Platón dice en
el libro, bonito pero a mi parecer imposible.
Creo que es un libro fantástico aunque tenga un gran peso a la hora de leerlo y de hacer un trabajo sobre él.
Me gusta que esté basado en un diálogo, creo que es interesante poder descubrir cómo se hablaba en la época
y las palabras que se usaban.
Estructura de la obra.
Se compone de diez libros y de 605 páginas contando el índice y la extensa introducción de 53 páginas.
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