Parte 1 Preparación y medidas de sostén 1. Consentimiento informado para procedimientos en neonatos 2. Mantenimiento de la homeostasis 3. Métodos de inmovilización 4. Asepsia preliminar 5. Analgesia y sedación en el recién nacido 1 Consentimiento informado para procedimientos en neonatos Harold M. Ginzburg A. CONSIDERACIONES GENERALES La medicina es un arte y una ciencia, necesaria para la mayoría, temida por algunos y controlada por todos. La atención médica suele proporcionarse mediante “equipos” de personal médico formados por médicos, enfermeras, terapistas y técnicos (p. ej., oxigenoterapia con membrana extracorpórea, asistencia respiratoria, diálisis).1-3 Los costos de tratamiento, curación y rehabilitación de un enfermo suelen ser elevados (utilización de fármacos caros, procedimientos costosos en tiempo y dinero, y algunos recursos de tecnología de avanzada). Según la tradición médica, el médico y el hospital siempre fueron responsables por las acciones de los miembros del equipo. En el área medicolegal, todos los miembros del equipo también son responsables por sus propias acciones. Los que atienden y tratan neonatos tienen la obligación y la responsabilidad ineludible de informar de manera apropiada a padres o tutores, y dejar registrado el suministro de información pertinente, que ésta se comprendió y que se obtuvo el consentimiento. Si no se tiene el consentimiento informado, puede haber responsabilidades legales, como una demanda por negligencia o por dolo (según la ley estatal).4-7 Los neonatólogos, los obstetras y los pediatras ejercen su profesión médica en un área que tiene una gran carga emocional. Las familias están más predispuestas a aceptar la mortalidad y la morbilidad en sus parientes mayores que en los bebés y los niños. Deben explicarse en detalle las opciones terapéuticas, y cuando fuera necesario, incluir la opción de no indicar tratamiento alguno. Las opciones terapéuticas deben presentarse en términos de los efectos del tratamiento para el neonato en el corto, el mediano y el largo plazos, y en los que se verán afectados de manera directa por el accionar médico. El gobierno federal y cada uno de los Estados poseen leyes, regulaciones, recomendaciones, reglas y normas que afectan la práctica médica en formas directa e indirecta.8,9 Las funciones federales y estatales con respecto a indemnización, otorgamiento de licencias, inspección y habilitación pueden variar e incluso ser contradictorias. Por lo tanto, se aconseja que los profesionales de la salud consulten con el personal administrativo del hospital y soliciten asesoramiento legal cuando se prevé la posibilidad de inconvenientes legales. “La ley no le permite [a un profesional de la salud] reemplazar la opinión del paciente [o de su tutor] con la propia.”10 B. CONCEPTOS MEDICOLEGALES 1. Obligación a. Legal. Una obligación es una responsabilidad legal y ética. La inobservancia (violación) de una obligación para con otra persona puede provocar una demanda legal. Las obligaciones son reflejo de la fibra moral de una comunidad. Las reglas y leyes públicas son vehículo de expresión de los deberes morales de una comunidad b. Médica. Un profesional de la salud tiene la obligación de enmarcar el ejercicio de su profesión dentro un estándar razonable (o, en ocasiones, habitual) de atención específico para el tipo de enfermedad y las circunstancias especiales en las que se brinda la atención y se indica el tratamiento. Tiene también la obligación de realizar procedimientos para los que, en circunstancias normales, dispone del equipamiento y el auxilio adecuados, y para los que está capacitado en el nivel profesional 2. Relación del profesional de la salud con el paciente a. Deber fiduciario. Los profesionales de la salud y los sistemas de atención hospitalarios tienen un deber fiduciario hacia los pacientes y sus padres o tutores. Un deber fiduciario es la responsabilidad que emana de la confianza y la fe 4 Preparación y medidas de sostén que el paciente, el padre o el tutor colocan en el profesional de la salud. Se supone que los profesionales de la salud poseen un conocimiento médico superior; de ellos se espera que adviertan a sus pacientes sobre un daño posible e impredecible y los protejan. La relación fiduciaria se establece cuando un profesional de la salud responde a una solicitud, expresa o implícita, de tratamiento por parte del paciente, su tutor o un tercero (p. ej., el personal de un servicio de emergencias médicas). El profesional de la salud tiene el deber de compartir sus conocimientos sobre el tipo de enfermedad, su pronóstico, opciones terapéuticas y riesgos asociados (consentimiento informado) con el padre o el tutor b. Contrato. La relación entre el profesional de la salud y el paciente es un contrato. El profesional de la salud y el paciente (o su padre o tutor) entran en el contrato, en forma verbal o escrita, para la prestación de servicios médicos. El contrato se establece sobre la base de la relación fiduciaria y no sobre la base de una relación económica 3. Atención estándar a. Legal. El profesional de la salud tiene la obligación de enmarcar el ejercicio de su profesión dentro de un estándar de atención razonable en caso y circunstancia en particular, en los que se brinda la atención necesaria y se indica el tratamiento b. Médica. El profesional de la salud no debe intentar realizar procedimiento alguno que coloque al paciente en un riesgo innecesario cuando se lo pondera con los beneficios factibles. Asimismo debe considerar las consecuencias de sus acciones o sus inacciones y basarse en su mejor opinión 4. Negligencia a. Negligencia general. La negligencia es la falta de acción que un hombre o una mujer racionales, guiados por las consideraciones que regulan de manera habitual la conducta de los asuntos de los seres humanos, pueden llevar a cabo, o hacer algo que un hombre o una mujer racionales y prudentes no harían b. Negligencia médica. La negligencia médica, o mala praxis médica, es un tipo especial de negligencia. Un diagnóstico quirúrgico obviado, un error terapéutico y la omisión de información, advertir o proteger al paciente y en algunos casos a un tercero, son casos especiales de negligencia médica. La profesión de médico se mantiene en un nivel mínimo específico de desempeño sobre la base de la posesión o la afirmación de posesión de “conocimientos y habilidades especiales” que se adquieran mediante educación y capacitación especializadas. Un profesional de la salud puede perder un juicio solo si había un deber o una obligación reconocidos por la ley, que requerían que el abogado defensor se acomodara a un estándar determinado de acción, para proteger a otros contra riesgos innecesarios y que ese estándar se haya violado 5. Consentimiento informado a. Médico. El consentimiento informado es un consentimiento instruido, es la piedra angular de la atención médica.11 En esencia, es un contrato entre el médico y el paciente o el padre o el tutor, o ambos. El consentimiento informado requiere que el profesional de la salud proporcione información sólida, razonable, comprensible e importante a un individuo competente (paciente) con el propósito de provocar una decisión voluntaria e instruida por parte del paciente sobre la conveniencia de preferir un acto médico por sobre otro.12 Por lo tanto, el consentimiento informado implica una oferta postulada en forma clara y entendible por parte del profesional de la salud para brindar servicios médicos y la aceptación de estos servicios por parte del paciente o el apoderado; también es una oferta, del paciente o el apoderado, para pagar por estos servicios o por lo menos saber que están arancelados, y es la aceptación del profesional de la salud del pago o el conocimiento.13 Asimismo, el consentimiento informado debería evitar expectativas falsas con respecto a la evolución del cuadro, para ello debe informarse a quien correspondiera sobre la posibilidad de fracaso terapéutico del tratamiento propuesto. Una vez que se informa sobre y se obtiene el consentimiento informado, el médico y todos los que participan en la atención y el tratamiento del paciente (p. ej., practicante de enfermería, enfermeras, kinesioterapeuta respiratorio) tienen la responsabilidad de emplear su juicio sólido y proporcionar atención médica; el paciente también debe cooperar en forma razonable con la atención y el tratamiento.14 Para establecer un contrato válido, hay un requerimiento legal que indica que un individuo puede ser legalmente competente y tener capacidad legal o la facultad para ser parte de ese contrato.15 Los profesionales de la salud Consentimiento informado para procedimientos en neonatos 5 que tratan niños se enfrentan con frecuencia a padres con inmadurez emocional, incoherentes, que no cooperan, están ausentes o intoxicados. En estas circunstancias puede ser necesaria la participación de los abogados del hospital y de la corte de justicia b. Investigación. En 1964, la Declaración de Helsinki, junto con la World Medical Association, estableció una diferencia entre “la investigación médica combinada con la atención profesional” (p. ej., investigación que beneficie en forma directa al paciente) e “investigación médica no terapéutica.”16 Para realizar procedimientos durante estudios de investigación es necesario obtener un consentimiento informado especial y específico, a menos que los procedimientos se consideren parte de la “atención médica de rutina” (véase la sección siguiente). El Department of Health and Human Services (DHHS)17 y la Food and Drug Admnistration (FDA)18 promulgaron una serie de regulaciones para garantizar que los sujetos de investigación, sobre todo los niños, sean protegidos en forma adecuada cuando participan en ensayos clínicos u otros experimentos médicos. El DHHS puede investigar y sancionar a los investigadores que violen estas regulaciones.19 C. CÓMO OBTENER EL CONSENTIMIENTO INFORMADO La persona que obtiene el consentimiento debería 1. Saber que hay dos niveles de consentimiento informado a. Consentimiento informado general. El padre o el tutor deben comprender que el ingreso en el hospital implica una intervención médica activa por parte de varios profesionales de la salud. El padre o el tutor pueden pretender explicaciones acerca de los procedimientos que se emplearán con el objetivo de ayudar a su hijo o hija, o niño en guarda, pero no debe esperar que se lo informe acerca de cada intervención. La atención médica de rutina no requiere consentimiento informado específico. Toda institución médica necesita definir los componentes de la atención de rutina (dentro de los límites razonables para el tipo de atención que se brinda y el contexto social de la comunidad a la atiende). Por ejemplo, en una unidad de cuidados intensivos neonatal, el cateterismo arterial en un niño con enfermedad grave para obtener gases en sangre no es un procedimiento que requiera consentimiento informado específico, pero la oxigenación por membrana extracorpórea en un neonato requiere la firma de un formulario de consentimiento informado especial. Los procedimientos “intermedios” son los que necesitan una definición institucional, como procedimientos estándar o de otro tipo. La punción lumbar y la colocación de un catéter por vía percutánea en una vena central pueden considerarse procedimientos estándar en una unidad de cuidados intensivos. No obstante, en una sala de enfermedades infecciosas, un acceso venoso central puede requerir la firma de un formulario especial de consentimiento informado, porque no es habitual en esa área b. Consentimiento informado específico. El padre o el tutor deben reconocer que, en una sala de maternidad, además de la atención médica de rutina, hay procedimientos médicos y quirúrgicos especializados que requieren información adicional específica. La información ayuda a determinar si el niño debe someterse a los procedimientos indicados por el profesional. El padre o el tutor deben recibir información específica, como la descripción del procedimiento, y los riesgos y beneficios que implican realizarlo y no realizarlo 2. Comprender los principios básicos del consentimiento informado en el caso de neonatos13,14,1618,20-23 a. La decisión debe estar libre de coerción e influencia. El profesional de la salud tiene el deber de garantizar que el padre o el tutor consienten en forma voluntaria el tratamiento o la investigación médica. Como los neonatos no están en condiciones de ejercer un control voluntario sobre su entorno y su propio cuerpo, se asume que su padre u tutor lo protegerán del daño si reciben información apropiada. Si hay algún indicio categórico que indica que el padre o el tutor no tienen capacidad jurídica, el profesional no debe aceptar su consentimiento. En esos casos el abogado del hospital y la corte de justicia local pueden participar en el caso en forma directa b. Capacidad mental del padre o el tutor. Se presume que el padre o el guardián son competentes y tienen la capacidad para comprender la información médica, recordarla, hacer deducciones lógicas y sacar conclusiones a partir de esa información 6 Preparación y medidas de sostén c. Conocimiento de base del padre o el tutor. Cuanto más grave es la consecuencia de la prueba diagnóstica o el tratamiento sugeridos, mayor es la necesidad de brindar información al padre o el tutor en un lenguaje que puedan comprender d. Riesgos y beneficios de un tratamiento determinado. El padre o el tutor deben recibir información acerca de la frecuencia y la gravedad de los efectos adversos posibles comparados con la probabilidad, la duración y el grado de beneficio supuesto del (o los) tratamiento(s). Cuando los beneficios son cuestionables, debe analizarse también la posibilidad de no indicar terapéutica alguna e. Madurez o estabilidad emocional del padre o el tutor. Debido a problemas personales subyacentes, el padre o el tutor pueden sentirse abrumados por las opciones brindadas o los posibles efectos adversos y, por lo tanto, ser incapaces de tomar una decisión f. Exceso de información. Hay circunstancias en las que el exceso de información puede evitar que el padre o el tutor tomen una decisión. La atención médica adecuada no incluye el suministro de información sobre efectos adversos que es muy poco probable que se produzcan. Por lo tanto, el profesional de la salud puede evitar revelar información concerniente a efectos adversos imponderables del tratamiento en los casos en que la revelación de toda esta información afecte en forma negativa la atención del paciente y sus intereses. Por ejemplo, cuando un profesional de la salud realiza una extracción de sangre de talón para un análisis de laboratorio, no suele mencionar al padre o el tutor la remota probabilidad de muerte por exanguinación g. Límites de la confidencialidad médica. Las consideraciones legales, médicas, políticas y sociales actuales sugieren que el contrato que se establece con el padre o el tutor sobre un consentimiento informado debe definirse en términos de confidencialidad absoluta o relativa. Las leyes y las regulaciones locales, estatales y federales pueden permitir o requerir que se brinde información médica u otra a un tercero (p. ej., agencias donde se aplican leyes estatales y federales, departamentos de salud estatales y federales, y compañías de seguros) h. Deber de advertir y obligación de proteger. Un profesional de la salud puede enfrentar el deber ético o legal de advertir a una persona determi- nada que él o ella pueden haber estado expuestos a una enfermedad o una noxa. En algunos Estados está prohibido que el médico notifique a la pareja sexual de un paciente con síndrome de la inmunodeficiencia adquirida que pueden haber estado expuestos al virus de inmunodeficiencia humana (HIV). No obstante, mientras el profesional de la salud no puede obligar a la madre de un niño a informarle al padre biológico del niño que está infectado por HIV, sí puede informarle al padre del niño que éste presenta la infección, cualquiera sea el estado civil de los padres, y sobre todo si el padre participará en la crianza del niño y necesita, por ello, conocer las precauciones universales i. Deber de consentimiento tácito. Hay un principio médico de larga data acerca de que el consentimiento informado puede ser tácito en una víctima de un accidente en estado inconsciente que sufre un cuadro que puede ser fatal que requiere cirugía. En una emergencia este comportamiento racional también puede imputarse al de “padre ausente” de un niño. Cuando el tiempo lo permite, se recomienda la consulta previa con el abogado del hospital o la administración del hospital, o ambos, en los casos que involucran a niños cuyos padres o tutores no están disponibles o no son capaces de tomar decisiones médicas, urgentes o a largo plazo, pertinentes al niño. En estas circunstancias el hospital puede estar forzado a solicitar a la corte que asigne un tutor legal. La corte puede cumplir con su papel histórico de parens patriae (padre sustituto) y hacer efectiva esa designación j. Solicitudes de tutoría a la corte. La corte puede recibir el pedido de asignación de un tutor legal temporario, si los padres no están disponibles o no desean dar su consentimiento para un tratamiento médico de rutina, como una transfusión de sangre fundamental para la vida del niño [aun si el rechazo se basa en convicciones religiosas como las esgrimidas por los Testigos de Jehová].23 Si los padres no están disponibles y se agotaron todos los intentos para contactarlos, debe indicarse el tratamiento médico durante la emergencia, porque de lo contrario, y aunque se haya suspendido a la espera del consentimiento parental, puede surgir una demanda por mala praxis. En estos casos debe participar el personal administrativo del hospital y es preciso suministrar asesoría legal Consentimiento informado para procedimientos en neonatos 7 3. Comprender los elementos básicos del consentimiento informado en el caso de neonatos13,14,1618,20-23 a. Descripción del diagnóstico del paciente, los procedimientos a realizar y la explicación de por qué ese procedimiento es necesario para el tratamiento del neonato b. Descripción de los riesgos razonables o las molestias para el neonato c. Descripción de los beneficios para el neonato. En el caso de participación en un protocolo de investigación, el consentimiento informado debe contener una cláusula que aclare que puede no haber beneficio alguno para el niño o la familia d. Declaración de procedimientos o curso(s) de tratamiento alternativos apropiados, de haber alguno, que pueden ser beneficiosos para el neonato. Aquí se incluye una descripción de qué le pasaría al neonato si no se realizara el procedimiento e. Declaración en la que se describe el alcance, si hay, hasta el que se protegerán los archivos médicos y si los sujetos que participan en la investigación, o sus padres o tutores pueden identificarse a partir de los archivos médicos durante o luego de concluir la investigación. La declaración también debe indicar que la FDA y otras agencias federales pueden inspeccionar los archivos de la investigación f. Declaración donde se define a quién se le solicitará información adicional sobre el o los procedimientos terapéuticos g. Firma del profesional de la salud que analizó los contenidos del consentimiento informado con el padre o el tutor, y la firma de ellos, fechada y ante por lo menos un testigo presencial (que puede ser el profesional, de la salud que también firmó el formulario) h. Tradicionalmente, el consentimiento informado fue un documento escrito, preparado y luego firmado por el padre o el tutor que otorgan su consentimiento y el profesional de la salud que proporcionó la información al padre o el tutor. Aun cuando se trate de un formulario de consentimiento informado firmado, el autor recomienda que el profesional de la salud escriba una nota en el formulario, en la que indica que los elementos fundamentales contenidos en el consentimiento informado se explicaron al padre o el tutor. Esta nota también debe incluir el nombre de quien o quienes firmaron y presenciaron el consentimiento. El aspecto más importante de un consentimiento informado es el proceso de comunicación; la nota es un simple registro de que esta comunicación tuvo lugar. Sirve como documento sobre los principales temas tratados i. En los casos en los que el consentimiento escrito no puede obtenerse en forma directa, es factible registrarlo por vía telefónica. En este caso, una copia del formulario de consentimiento, firmado también por al menos un testigo que escuchó la explicación y que el consentimiento se otorgó, debe considerarse un documento legal que avale que el consentimiento en efecto se otorgó y que se suministró la información más útil e importante al padre o el tutor para tomar la decisión. En una nota por separado, en la historia clínica del paciente, también deben constar las partes involucradas en el proceso del consentimiento informado y el contenido general del material proporcionado al padre o el tutor durante la conversación telefónica 4. Garantizar que quien proporciona los detalles necesarios sobre el procedimiento planificado está calificado para ese acto a. El profesional de la salud que realizará o dirigirá el tratamiento o la intervención terapéutica es la persona ideal para obtener el consentimiento informado b. El consentimiento puede obtenerlo cualquier persona que tenga el entrenamiento suficiente como para comprender y explicar los detalles del procedimiento y los riesgos más importantes. D. TEMAS DE REGULACIÓN Y REGLAMENTACIÓN La distribución de los recursos médicos escasos y costosos se convirtió en una función de la disponibilidad de los recursos y una función de la capacidad económica de acceder a ellos. Los terceros pagadores, como las compañías aseguradoras y las organizaciones de atención de la salud (OAS) modificaron el modo en el que se perciben y deben percibirse las decisiones sobre tratamiento.24,25 Una persona o una familia determinada pueden preferir que se realice determinado procedimiento médico, pero no tener capacidad de solvertarlo si no lo aprueba la compañía aseguradora o la OAS. Un médico puede argumentar que cualquier otro procedimiento o uno en particular no será beneficioso para el neonato.26 El tratamiento prolongado requiere confianza y comunicación con- 8 Preparación y medidas de sostén tinua entre el equipo de salud y la familia y amigos del neonato. La Corte Suprema de los Estados Unidos, en el caso Pegram vs. Herdrich25 determinó en forma unánime que los incentivos económicos que las OAS les proporcionan a los médicos para abaratar los costos hacen que éstas no sean confiables en la corte federal, porque privilegian lo económico poniendo en peligro la salud del paciente. No obstante, los sujetos continúan escépticos con respecto a la lealtad que mantienen sus médicos para con sus necesidades médicas personales o las de su familia. Este escepticismo puede transformarse en una preocupación importante cuando se tratan temas como la viabilidad o la calidad de vida durante el período neonatal inmediato con los padres y los tutores. Surge una pregunta implícita: ¿brindan los médicos la recomendación que mejor cuida los intereses del bebé y el niño o tratan de hacer que el hospital, la compañía aseguradora o una OAS ahorre una cantidad importante de dinero? En el caso Pegram vs. Herdrich, la Suprema Corte determinó que el Congreso debe tratar los derechos de los pacientes como un tema federal. No obstante, el Congreso aún debe tratarlos y las cortes de apelación locales, estatales y federales, y en última instancia la Corte Suprema deben revisarlo y continúan siendo un tema crítico para el médico. 1. Historias clínicas El gobierno federal, sobre todo el DHHS, reconoce que la manera en la que es archivan las historias clínicas evolucionó desde notas escritas a mano guardadas en los gabinetes repletos de cada uno de los médicos hasta convertirse en bases de datos electrónicos que pueden compartirse en forma instantánea con y entre los profesionales de la salud, los proveedores de servicios de salud, las compañías aseguradoras y los empleados. Se recomienda que la revelación de información identificable se limite al “mínimo necesario para cumplir el propósito de revelación y se utilice solo en la organización para la que se recolectó”27 No obstante, es necesario hacer un balance pragmático en el área de acceso a las historias clínicas y la información sanitaria. Exceso de información. Existen circunstancias en las cuales el exceso de información puede evitar que el padre o tutor tome una decisión. Es preciso que esta información sea accesible a los servicios de salud pública y los servicios de emergencias médicos. Los archivos médicos que contienen datos sobre la atención y el tratamiento de niños presentan problemas típicos. El paciente no está capacitado para otorgar el consentimiento informado o restringir el acceso a los archivos. Los tutores o los padres pue- den no estar de acuerdo con el tipo y la duración del tratamiento o sobre quién puede tener acceso a los archivos médicos. No obstante, hay algunos puntos en la autorización del paciente (o el padre o el tutor) para que otras personas accedan a los archivos médicos, quienquiera sea que tenga la responsabilidad legal de otorgar esa autorización. En general, se supone que los profesionales de la salud tratantes tienen acceso a los archivos del paciente. Solicitar un papel firmado para una derivación de rutina puede afectar la atención, por demorar la consulta y la derivación. Por ello, un médico puede derivar a un paciente a otro médico (a otra institución médica, como un hospital o una OAS) sin el requerimiento específico de completar un formulario de información médica, a menos que el paciente (o el padre o el tutor) requieran un escrito de esta naturaleza. El Uniform Health Care Information Act permite la revelación a una “persona que brinda atención médica al paciente”.28 La autorización debe estar escrita a mano, fechada y firmada. Si los padres o tutores no pueden firmar el formulario por analfabetismo o no estar disponibles, esto debe registrarse y atestiguarse. La autorización puede ser por tiempo limitado y restringirse a determinados individuos para ciertos propósitos 2. Confidencialidad médica Los temas relacionados con la confidencialidad médica afectan en forma directa al profesional de salud de la atención primaria y sus consultores y personal de apoyo (como las secretarias, el personal administrativo y técnico). La información identificable del paciente no debe revelarse, excepto que el paciente o su padre o tutor lo hayan autorizado o esté explícito en la ley. Deben implementarse medidas de seguridad para proteger esta información y evitar alteraciones. Deben cerrarse puertas y armarios al final del día de trabajo, es preciso limitar el acceso a quienes realmente necesitan conocer información sobre determinado paciente y evitar mencionar el nombre del paciente u otra característica que permita identificarlo cuando se discute su caso en lugares públicos, como un ascensor, en un restaurante, una terminal de aeropuerto, actitudes que aún son patrimonio del sentido común en el ejercicio de la medicina La revelación de información identificable debe limitarse al mínimo necesario para cumplir el objetivo de la revelación. No obstante, la restricción exagerada de la información puede interferir con el diagnóstico, el tratamiento y el manejo del paciente. Los sujetos y sus familias necesitan saber que en un hospital o un centro de atención médica, el Consentimiento informado para procedimientos en neonatos 9 acceso a los archivos médicos es, de ser necesario, mucho menos restringido que en el consultorio particular del médico. El rastreo de los suministros farmacéuticos y los dispositivos médicos, legislado y requerido por la Federal Food, Drug, and Cosmetic Act y puesto en vigencia por la FDA,29 requiere que el médico envíe la información –inclusive en ocasiones con la identidad del paciente– a los fabricantes de los dispositivos.30 E. PROBLEMAS NO RESUELTOS 1. Cuando no es posible lograr el consentimiento informado por alteraciones en la estabilidad emocional, la madurez o la sobriedad (el padre, el familiar o el tutor están intoxicados, cualquiera sea la sustancia sicoactiva), el médico tiene la obligación de informar a un tercero (el departamento legal del hospital y el departamento de servicios sociales del hospital) y documentar sus acciones en la historia clínica 2. En caso de que los padres no estén casados, en general el consentimiento informado de la madre se considera más importante que el del padre. No obstante, cuando están casados y no se ponen de acuerdo sobre la decisión a tomar, debe obtenerse el consentimiento de ambos padres antes de proceder. Los abuelos pueden asesorar a la madre del neonato, pero no pueden imponer su decisión, a menos que tengan la custodia legal del niño 3. Una adolescente que no está embarazada, vive en su casa y asiste a la escuela, no se considera emancipada. Según la ley, puede no tener derecho de tomar al decisión, final sobre su propia atención médica. Una adolescente se emancipa cuando alcanza la mayoría de edad (en la mayoría de los Estados, 18 años), se enrola en la fuerzas armadas, vive fuera de su casa y se mantiene económicamente, o puede demostrar independencia económica de su familia. No obstante, cualquiera sea la edad y la independencia económica, una vez que nace su niño tiene el derecho legal, en casi todos los Estados, de tomar las decisiones concernientes a su niño. Por ende, una madre soltera de 13 o 14 años tiene la responsabilidad legal final sobre su niño, a menos que la corte solicite la custodia. F. SUSPENSIÓN DEL TRATAMIENTO La suspensión del tratamiento, sobre la base de la decisión de un padre o un tutor con capacidad jurídica, puede producirse en una situación en la que los beneficios de la terapéutica son cuestionables, desde el punto de vista de la experiencia y la literatura médicas. Hay un punto en el que el profesional de la salud y la familia deben reconocer la “futilidad” del tratamiento.26,31-34 No se requiere la participación de un comité de ética en los casos en los que el sentido común dicta el curso de acción y donde no hay desacuerdo entre el profesional de la salud y la familia. “Ninguna persona razonable y ningún Estado solicita continuar con intervenciones médicas que no cumplan el propósito para el que se diseñaron.”33 La participación del clero u otras personas brinda apoyo emocional a los profesionales de la salud y los padres y los miembros de la familia, lo que facilita la decisión de interrumpir el tratamiento y permitir que el paciente muera con dignidad. Luego del fallecimiento de un paciente adulto, un ejecutor o administrador suele controlar las historias clínicas. Lo más frecuente es que si fallece un neonato, el padre sea quien controla las historias clínicas; por lo general, los neonatos no tienen bienes que necesiten de un ejecutor o un administrador. En 1996, la Health Care Financing Administration anunció la aprobación de un nuevo código de diagnósticos para los cuidados paliativos,34 congruente con la International Classification of Diseases, 9th Revision, Clnical Modification (ICD-9CM).35 ICD-9-CM código V66.7 se define como “consulta para cuidados paliativos” e incluye tres subcategorías: cuidados paliativos, atención geriátrica y cuidados terminales. En los cuidados terminales, la dignidad, la elección, la comodidad y la participación de la familia y los seres queridos son puntos fundamentales, pero la interrupción de intervenciones médicas activas y pasivas en la población neonatal puede colocar al neonatólogo en serios problemas. G.ASESORAMIENTO CON LOS ABOGADOS DEL HOSPITAL El autor recomienda que cuando el profesional de la salud tiene alguna duda sobre un curso de acción inapropiado que de alguna manera u otra implica un tema legal, debe consultar en forma inmediata al abogado del hospital u otro experto en el área legal. Referencias 1. Darling v. Charleston Community Memorial Hospital, 33 Ill. 2d 326, 211 N.E.2d (1965); cert. denied, 383 U.S. 946 (1966). 10 Preparación y medidas de sostén 2. 51 FED. Reg. 22,010 (June 17, 1986). 3. Medicare Conditions of Participation for Hospitals, 42 C.F.R. 403 et seq. (1985). 4. Canterbury v. Spence, 464 F.2d 772 D.C. Cir. 1972), cert. denied, 409 U.S. 1064 (1972). 5. Cooper v. Roberts, 286 A.2d 647, 650 (1971). 6. Davis v. Wyeth, 399 F.2d 121 (9th Cir. 1968). 7. Getchell v. Mansfield, 260 Or. 174,489P.2d953 (1971). 8. Levine RJ. Informed consent: some challenges to the universal validity of the western model. Law Med Health Care 1991;19:207. 9. Levine RJ. 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