COMENTARIO DE TEXTO LOCKE. No es la diversidad de opiniones (lo que no puede evitarse), sino la negativa a tolerar aquellas que son de opinión diferente (que podría ser permitida) lo que ha producido todos los conflictos y guerras que ha habido en el cristianismo a casusa de la religión. La cabeza y lo jefes de la iglesia, movidos por la avaricia y el deseo insaciable de dominara todos, utilizando la ambición sin límites de las autoridades políticas y la crédula superstición del multitudes atolondradas, han levantado, en contra de lo que dice el evangelio y la caridad, a las autoridades y a las masas en contra de los que tienen ideas diferentes en religión, predicando que los cismáticos y los herejes deben se expoliados de sus posesiones y destruidos. Y así, han mezclado y confundido dos cosas que son en sí mismas completamente diferentes, la iglesia el estado. Carta sobre la tolerancia. AUTOR: Filósofo empirista inglés del siglo XVII. Consideraba que la experiencia sensible es la fuente y el límite de nuestro conocimiento. Su filosofía política asienta las bases del liberalismo moderno y defiende los ideales de la burguesía. TEMA. Las guerras de religión no han tenido su origen en la diversidad de creencias u opiniones, sino en la intolerancia alentada por los jefes de la iglesia. IDEAS PRINCIPALES: Los conflictos en el seno del cristianismo no han surgido por la diversidad de opiniones, sino por la intolerancia. Los jefes de la iglesia, por avaricia y por ansia de poder, han utilizado a las ambiciosas autoridades políticas y a las masas supersticiosas y los han convencido de que a los herejes y cismáticos hay que destruirlos. De esta manera se ha confundido iglesia y estado, dos realidades que deben estar separadas. RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS: Este texto parte de un hecho, para Locke, constatable: que las guerras de religión vividas en Europa son fruto de la intolerancia y no de la existencia de varias religiones. El origen de esta intolerancia está en la actitud de las autoridades eclesiásticas, que se aprovechan tanto de la ambición de los políticos como de la superstición de las masas. Todo ello revela la confusión entre la iglesia y el estado, instituciones diferentes que no deben mezclarse. EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS: LA Carta sobre la tolerancia es una de las obras de mayor influencia en defensa de la tolerancia. En ella Locke presenta varios argumentos a favor de la libertad de conciencia. Este texto recoge uno de ellos. Locke, consciente de las numerosas guerras que han asolado Europa durante el último siglo, subraya que ha sido la existencia de diferentes creencias lo que ha producido estas guerras, sino la intolerancia. Para él, la causa desea intolerancia está en el comportamiento de los pontífices de la Iglesia, a quienes califica de avaros con enormes ansias de poder. Estos han utilizado a los políticos ambiciosos y a las masas cédulas Para él la causa de esta intolerancia está en el comportamiento de los pontífices de la iglesia, a quienes califica de avaros con enormes ansias de poder. Estos han utilizado a los políticos ambiciosos y a las masas crédulas y supersticiosas, convenciéndolas de que hay que destruir a quienes mantienen otras creencias. Es por tanto, la jerarquía eclesiástica la responsable del fanatismo que ha asolado Europa. Locke se refiere a la iglesia católica, que para él es la más intolerante y peligrosa de todas, la única junto a los ateos, que debe ser excluida de los beneficios de la tolerancia. Según Locke, el problema radica en que los jefes de la iglesia se han adueñado de un poder de coerción que sólo es propio de las autoridades civiles, cuando la única medida disciplinaria de cualquier iglesia es la excomunión. Así mismo, indica que toda persecución es anticristiana, pues el principio fundamental de cristianismo es el amor, no el odio; por lo que los intolerantes van contra el Evangelio y contra la caridad. En consecuencia, la libertad de religión exige una tajante distinción entre la esfera civil que representa el estado y la que gira en torno a las creencias religiosas; es decir, la iglesia. Ambas son comunidades diferentes, con fines distintos. El estado tiene como meta asegurar la libertad y defender la propiedad privada de los individuos. La iglesia busca la salvación eterna y lleva a cabo el culto público de Dios. Para garantizar el respeto a la libertad de los individuos, iglesia y estado deben permanecer separados. Ni los gobernantes deben intervenir en los asuntos de fe ni los eclesiásticos en los temas civiles para que no venza la intolerancia. VIGENCIA DE LAS IDEAS DEL TEXTO EN LA ACTUALIDAD: La raíz de las guerras y los conflictos religiosos no está en la existencia de distintas creencias en un mismo país. Solo la intolerancia genera violencia, tanto por parte de quien, desde el poder, quiere imponer una religión como por parte de quien se resiste a esa imposición. Así, por ejemplo, en la guerra de la antigua Yugoslavia, al margen de importantes tensiones políticas, la intolerancia desempeño un papel determinante a la hora de desencadenarse el conflicto y los acontecimientos que generó. A menudo, los conflictos religiosos encubren enfrentamientos económicos, políticos y culturales. En todo caso, la tolerancia y el diálogo son los medios más adecuados para promoverla convivencia pacífica entre diferentes grupos étnicos, ideológicos, políticos. Por lo que respecta a las relaciones iglesia – estado, las democracias actuales herederas de los principios de la ilustración y que Locke expone en el texto, se basan en la separación entre ambos ámbitos. La mayoría de los estados de nuestro entorno y nuestro propio país, son aconfesionales, es decir, admite las más diversas creencias y consideran que los asuntos de religión son propios de la conciencia individual, en la que solo ha de intervenir el propio sujeto, a menos que suponga un riesgo para el resto de la sociedad. No obstante, en nuestra sociedad, la influencia de la religión cristiana es muy superior a las de otras religiones, y sus opiniones tienen un importante peso en la opinión pública.