Función Legislativa

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Función Legislativa
Es la potestad del Parlamento de elaborar, modificar y derogar las leyes. Se distinguen
el procedimiento legislativo ordinario y los procedimientos especiales.
El procedimiento legislativo ordinario
Comprende tres fases:
1ª La fase de iniciativa legislativa
Nuestra Constitución atribuye la iniciativa legislativa al Gobierno, al Congreso y al
Senado, a las Asambleas de las Comunidades Autónomas y al cuerpo electoral, a
través de la iniciativa legislativa popular.

Iniciativa legislativa del Gobierno
El Gobierno ejerce la iniciativa legislativa mediante la presentación de proyectos de
ley, previamente aprobados en Consejo de Ministros, que deben remitirse al Congreso
de los Diputados acompañados de una exposición de motivos y de los antecedentes
necesarios para pronunciarse sobre ellos. Ni la Constitución ni el Reglamento del
Congreso aclaran qué debe entenderse por “antecedentes necesarios”.
También es normal que el proyecto de ley vaya acompañado de una memoria
económica sobre las consecuencias que se prevén en la evolución de los ingresos
públicos y en los ajustes presupuestarios. Asimismo, los proyectos de ley van
acompañados de los informes y dictámenes jurídicos o económicos emitidos durante
su tramitación como Anteproyecto de ley.
Los proyectos de ley tienen prioridad en la tramitación sobre otro tipo de iniciativa
legislativa.

Iniciativa parlamentaria
La iniciativa parlamentaria recibe el nombre de proposición de ley y puede ser
presentada en el Congreso, por un Grupo parlamentario o 15 Diputados, acompañada
de una exposición de motivos y de los antecedentes necesarios para poder
pronunciarse sobre ella; y en el Senado, por un Grupo parlamentario o 25 Senadores,
acompañada además de una Memoria en la que se evalúe su coste económico. Toda
proposición de ley debe ser tomada en consideración por el Pleno de la Cámara
respectiva.

Iniciativa de las CCAA
Las Asambleas de las CC.AA. podrán solicitar del Gobierno la adopción de un
proyecto de ley o remitir a la Mesa del Congreso una proposición de ley, delegando en
este último caso ante dicha Cámara un máximo de tres miembros de la Asamblea
encargados de su defensa en el trámite de toma en consideración.

Iniciativa popular
La Ley Orgánica 3/1984, de 28 de marzo (modificada por L.O. 4/2006, de 26 de mayo)
ha regulado las formas de ejercicio y requisitos de la iniciativa legislativa popular. Se
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exige, en todo caso, un mínimo de 500.000 firmas acreditadas. Además, la
Constitución no permite este tipo de iniciativa en materias propias de ley orgánica,
tributarias o de carácter internacional, ni en lo relativo a la prerrogativa del derecho de
gracia.
Las proposiciones de ley de iniciativa popular deben someterse al trámite de toma en
consideración por el Congreso de los Diputados.
2ª La fase constitutiva
Esta fase del procedimiento legislativo ordinario se haya regulada
pormenorizadamente en los Reglamentos de las Cámaras. Cualquier tipo de iniciativa
que se ejerza deberá ser remitida al Congreso de los Diputados, donde se iniciará el
procedimiento legislativo.
Comprende la presentación de enmiendas, estudio y debate en Comisión y la
deliberación en el Pleno de la Cámara:

PROCEDIMIENTO EN EL CONGRESO
Corresponde a la Mesa del Congreso, ordenar su publicación en el BOCG, abrir el
plazo de presentación de enmiendas y enviarlo a la Comisión correspondiente.
–
Presentación de enmiendas.
Publicado un proyecto de ley o tomada en consideración una proposición de ley, los
Diputados y los Grupos parlamentarios tienen un plazo de 15 días para presentar
enmiendas al mismo mediante escrito dirigido a la Mesa de la Comisión. La Mesa
puede acordar la ampliación del plazo de presentación de enmiendas.
Las enmiendas pueden ser a la totalidad o al articulado. Las enmiendas a la totalidad
sólo pueden ser presentadas por los Grupos parlamentarios, y no proceden en las
proposiciones de ley, ya que al ser tomadas en consideración, pasan directamente a
su debate en Comisión.
Las enmiendas al articulado pueden ser de supresión, modificación o adición.
–
Debate de totalidad en el Pleno
El debate de totalidad de los proyectos de ley en el Pleno del Congreso procede
únicamente cuando se hubieran presentado enmiendas a la totalidad.
–
Deliberación en Comisión
Finalizado el debate de totalidad de un proyecto de ley, si lo hubiera habido, o tomada
en consideración una proposición de ley, y en todo caso, una vez terminado el plazo
de presentación de enmiendas, la Comisión correspondiente nombrará en su seno una
Ponencia para que, a la vista del texto y de las enmiendas presentadas, redacte un
informe en el plazo de 15 días. Concluido este informe, comenzará el debate en
Comisión.
El dictamen de la Comisión se remitirá al Presidente del Congreso a efectos de la
tramitación subsiguiente que proceda.
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–
Deliberación en el Pleno del Congreso
Los Grupos parlamentarios, dentro de las 48 horas siguientes a la fecha de
terminación del dictamen deberán comunicar, en escrito dirigido al Presidente de la
Cámara, los votos particulares y enmiendas que, habiendo sido defendidos y votados
en Comisión y no incorporados al dictamen, pretendan defender en el Pleno.
La Presidencia de la Cámara, oída la Mesa y la Junta de Portavoces, podrá ordenar
los debates y las votaciones por artículos, o bien por materias, grupos de artículos o
enmiendas.
Durante el debate, la Presidencia podrá admitir enmiendas “in voce” (de viva voz) que
tengan por finalidad subsanar errores o incorrecciones técnicas, terminológicas o
gramaticales.

REMISIÓN AL SENADO DEL TEXTO APROBADO POR EL CONGRESO.
Los proyectos y proposiciones de ley aprobados por el Congreso de los Diputados son
remitidos por su Presidente, con los antecedentes y los documentos producidos en su
tramitación, al Presidente del Senado. Una vez recibidos, aquéllos siguen
fundamentalmente las mismas fases que en el Congreso: publicación, apertura del
plazo de presentación de enmiendas, debate en Comisión, y deliberación y votación
en el Pleno.
El Senado tiene un plazo de dos meses para realizar toda la tramitación (es decir, para
oponer su veto o introducir enmiendas), que se reduce a 20 días naturales en los
proyectos declarados urgentes por el Gobierno o por el Congreso.
–
–
En caso de veto: el Congreso puede salvarlo, ratificando el texto inicial por
mayoría absoluta, o por mayoría simple, una vez transcurridos dos meses
desde la interposición del veto.
En caso de enmiendas: el Congreso se pronuncia sobre ellas, aceptándolas o
no por mayoría simple.
3ª La fase integradora o de eficacia: la sanción, promulgación y publicación de la
ley
Está prevista en los artículos 62 a) y 91 de la Constitución:
–
–
Art. 62 a) CE: “Corresponde al Rey sancionar y promulgar las leyes”.
Art. 91 CE: “El Rey sancionará en el plazo de quince días las leyes aprobadas
por las Cortes Generales, y las promulgará y ordenará su inmediata
publicación”.
La sanción, promulgación y publicación de la ley son condiciones de eficacia de la
misma, de tal forma que sin el cumplimiento de estos requisitos formales carece de
obligatoriedad efectiva.
La sanción es el consentimiento otorgado por el Rey a un texto legislativo aprobado
por la Asamblea. En las monarquías parlamentarias actuales, se mantiene la sanción
por pura inercia histórica (como reflejo del poder legislativo que el monarca tuvo en
épocas pasadas), ya que la ley es ley desde que es aprobada por el Parlamento.
Además, los monarcas parlamentarios carecen del derecho de veto, ya que la sanción
se configura actualmente como un acto debido.
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Aunque confundida muchas veces con la sanción, la promulgación es un acto
diferente. Supone una función certificante que corresponde al Jefe del Estado. Es la
proclamación solemne de la ley como tal ley frente a todos (autoridades, funcionarios y
ciudadanos).
La publicación es el acto consistente en hacer público el contenido de la ley. Es un
requisito esencial por la función que cumple: determina el momento en que la ley
comienza a surtir efectos (exigible y ejecutable). De este momento final es
responsable el Gobierno; el Jefe del Estado se limita a ordenar la publicación en el
BOE.
Los procedimientos legislativos especiales
Los procedimientos legislativos especiales pueden ser clasificados por razón de la
materia que regulan determinadas normas jurídicas (leyes orgánicas, Ley de
presupuestos, Estatutos de Autonomía y su reforma, y revisión y reforma de la
Constitución) y por razón del tiempo que dura su tramitación (procedimiento de
aprobación integra en Comisión, procedimiento de lectura única y procedimiento de
urgencia). Nos referiremos aquí a estos últimos:

Procedimiento de aprobación íntegra en Comisión
Nuestro texto constitucional permite que las Cámaras deleguen en las Comisiones
Legislativas Permanentes la aprobación de proyectos o proposiciones de ley, si bien el
Pleno podrá recabar en cualquier momento el debate y votación final de estos. No
obstante quedan excluidos de este procedimiento especial la reforma constitucional,
las cuestiones internacionales, las leyes orgánicas y de bases y los Presupuestos
Generales del Estado.
Los Reglamentos de las Cámaras han regulado esta competencia legislativa de forma
distinta. En el Congreso, el acuerdo del Pleno por el que se delega la competencia
legislativa plena a las Comisiones se presume para todos los proyectos y
proposiciones de ley que sean constitucionalmente delegables.
Por lo que se refiere al Senado, el acuerdo para que un proyecto o proposición de ley
sea aprobado en Comisión con competencia legislativa plena corresponde al Pleno, a
propuesta de la Mesa (oída la Junta de Portavoces), de un Grupo parlamentario o de
25 Senadores.

Procedimiento de lectura única
Cuando la naturaleza de un proyecto o proposición de ley tomada en consideración lo
aconseje, o su simplicidad de formulación lo permita, el Pleno de la Cámara, a
propuesta de la Mesa, oída la Junta de Portavoces, podrá acordar que se tramite
directamente y en lectura única.
La doctrina considera que se trata de un procedimiento excepcional que se debe
aplicar sólo en aquellos proyectos o proposiciones de ley que no admitan matizaciones
o sobre los que exista un garantizado consenso.

Procedimiento de urgencia
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El procedimiento de urgencia supone simplemente un acortamiento de los plazos de
las diversas fases del procedimiento legislativo común.
En el Congreso, el acuerdo para que un asunto se tramite por este procedimiento
corresponde a la Mesa, a petición del Gobierno, de dos Grupos parlamentarios o de
1/5 de los Diputados.
En este tipo de procedimiento, los plazos tendrán una duración de la mitad de lo
establecido con carácter ordinario.
Por lo que respeta al Senado, la propia Constitución prescribe en su art. 90.3 que “El
plazo de dos meses de que el Senado dispone para vetar o enmendar el proyecto se
reducirá al de veinte días naturales en los proyectos declarados urgentes por el
Gobierno o por el Congreso de los Diputados”.
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