Omitir hacer el bien

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Cartilla N°° 252
Enero de 2007
Omitir hacer el bien
“Hagan y cumplan todo lo que ellos les digan,
pero no se guíen por sus obras,
porque no hacen lo que dicen” (Mt 23,3)
P. Ricardo E. Facci (*)
En muchas oportunidades hemos escuchado hablar de pecado, como lo que no se debe
hacer, o lo que está mal. Pero podríamos peguntarnos cuál es la situación frente a la omisión
de lo positivo, de lo que está bien. La pregunta: ¿Si no se hace una buena obra, pudiendo
hacerla, es pecado?
Si se presenta la oportunidad de obrar el bien, hay que hacerlo: nunca negarse, ni por
pereza, ni siquiera porque la persona que necesite de uno no lo merece. Esto corresponde al
Padre juzgar. ¡Siempre hacer el bien! Cada vez que se pueda dar, hay que dar. No negar la
ayuda a los hermanos. Es pecado negarse a hacer el bien. Ni siquiera vale hacer “algo” para
calmar la conciencia, hay que hacer todo lo que se pueda, y un poquito más, “hasta que
duela”.
En alguna oportunidad podemos dudar si está bien o mal hacer algo. Para esto está la
conciencia -bien formada-, que dice lo que esta bien y esta mal. Sin embargo, ¡se peca por
omisión si no se realiza el bien cuando se lo puede hacer! Existen cristianos que dicen no
hacer nada de lo que está mal, no se los puede acusar de pecados negativos que no han
cometido, pero sí del bien que no han querido hacer. Los pecados por el bien no realizado,
que son frecuentemente tan graves como una mala acción. Nunca se hace lo suficiente para
Dios, nunca se podrá realizar lo suficiente para glorificar a nuestro Padre a través del bien
hecho a los hermanos.
Estas enseñanzas no son difíciles, son claras y sencillas y, si se ama, verdaderamente,
son fáciles de poner en práctica y enaltecedoras. Entonces: den y hagan por los hermanos,
cada vez que puedan, con todo el impulso y el amor, a los más cercanos y los más queridos, y
a los demás también, a aquellos que nunca los han querido. A través de ese gesto de amor, los
comenzarán a amar, y la paz estará con ustedes y con ellos.
Nunca el mundo ha tenido oportunidades económicas como las actuales, sin embargo,
hay muchos que necesitan aún. Todos podemos hacer algo por alguien. Hay personas que no
tienen lo mínimo indispensable, comida, casa, abrigo, salud, educación. Muchas instituciones
necesitan para continuar desarrollando su tarea evangelizadora o de caridad. Situaciones, que
en muchas oportunidades no precisan dinero, sino talentos capaces de aportar ideas, trabajo,
nuevos emprendimientos. No hacerlo, pudiendo, claro que es pecado. Es algo que no le
conviene a la persona porque lo hace un egoísta, ni le conviene a quien no se beneficia con la
acción que se negó realizar.
Todas las buenas acciones no deben usarse con miras a satisfacer la vana
complacencia, sino oírse en silencio y recibirse con humildad y gran afecto de corazón. Los
hombres buenos y piadosos disponen previamente en sus criterios las obras que deben hacer
extraordinariamente y no se dejan arrastrar por ellas hacia el deseo de las inclinaciones
torcidas, sino que las someten al imperio de la recta razón.
¿Cuántos matrimonios se beneficiaron de Hogares Nuevos porque alguien hizo la obra
buena de invitarlos? Pero, ¿cuántos no encontraron ayuda a su situación matrimonial porque
quien debía invitarlos prefirió la pereza, el no compromiso, el “después”? En el atardecer de
la vida seremos juzgados en el amor (San Juan de la Cruz). ¿Cuántos, tal vez, no estén
integrados en una comunidad de Hogares Nuevos por la dejadez del matrimonio coordinador?
Seremos juzgados en el amor.
Nos creemos justos por pagar nuestros impuestos, o por pagar otras cosas para vivir
en la justicia, el amor nos exige pagar dando de nosotros mismos, de nuestras cosas, de
nuestro tiempo, no de lo que nos sobra, sino de lo propio.
Hay mucho bien para hacer, hagámoslo. Ciertamente el día del juicio final, no se nos
preguntará qué leímos “sino que hicimos”; ni si hablamos bien, sino lo santamente que
vivimos.
Oración
Señor Jesús,
Tú eres el bien supremo,
te diste totalmente por nuestra salvación,
ayúdanos a ser como Tú,
generosos hasta la medida de la cruz: hasta que duela.
Muchos hermanos nuestros necesitan
nuestras manos que los acaricien,
nuestro corazón que los quiera,
nuestra palabra que los conforte,
nuestro dinero que los alivie,
nuestra evangelización que les ayude a descubrirte.
Hogares Nuevos fue creciendo en estos 25 años,
porque muchos buscaron realizar el bien,
danos las gracia, de ser nosotros, quienes
continuemos haciendo el bien en el amor. Amén.
Trabajo Alianza
1) ¿Qué ejemplos reciben nuestros hijos desde nuestros propósitos de realizar el bien?
2) ¿Somos lo suficientemente generosos o aún no nos “duele”?
3) ¿Nos preparamos para ser mejores personas en el amor?
4) ¿Qué dice nuestra conciencia? ¿Nos hemos preguntado si no despilfarramos dinero,
tiempo, talentos, en cosas intrascendentes y superfluas, en lugar de invertirlos en el bien de
otras personas o instituciones?
5) Realizar un propósito concreto.
Trabajo Bastón
1) ¿En general, buscamos el bien de los demás?
2) ¿Hemos sido generosos con la tarea evangelizadora de Hogares Nuevos?
3) La Obra Hogares Nuevos es una acción de caridad para con las familias: ¿qué hecho
concreto puedo resaltar de estos 25 años?
4) ¿Nos brindamos abiertamente con buena predisposición para ayudar a nuestros hermanos
que carecen de algún elemento esencial para su vida?
(*) Agradezco al matrimonio de Isabel y Rubén González Cazón que envió una base y motivación para
desarrollar esta Caritlla.
Retiro Vocacional para los jóvenes que se planteen la posibilidad de entregar a Dios su vida y talentos.
Virrey del Pino, 25 al 28 de Enero de 2007. Comunicate a [email protected] o 02202 494026 o
011 1561337597
No te pierdas la oportunidad de la Peregrinación de Hogares Nuevos a Roma.
Informes: Rosana y José Costa 0351 155577775; 03546 15416082 [email protected]
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¿Ya pensaste en cómo vas a ayudar para la compra de la casa de Virrey del Pino? Comunicate al 011
1561337597
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