Efecto del amamantamiento restringido Sobre la tasa - IRAC

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Universidad Nacional de Córdoba.
Facultad de Ciencias Agropecuarias.
Escuela para Graduados.
Instituto de Reproducción Animal Córdoba (IRAC)
EFECTO DEL AMAMANTAMIENTO RESTRINGIDO
SOBRE LA TASA DE PREÑEZ EN VACAS CEBUINAS CON CRÍA
SOMETIDAS A UN PROGRAMA DE IATF Y
REPASO CON TOROS EN EL DEPARTAMENTO DE CAAGUAZÚ.
Jazmín María Núñez Morinigo
Ramón Alfredo Domínguez Servín
Trabajo Final.
Para optar al Título de Especialista en Reproducción Bovina
Paraguay, 2014
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RESUMEN
Este trabajo se llevó a cabo con el objetivo de evaluar el efecto del amamantamiento
restringido sobre la tasa de preñez en vacas cebuinas con cría sometidas a un programa de
IATF y repaso con toros.
Se utilizaron para el estudio 195 vacas de carne cebuinas, primíparas y pluríparas, con una
condición corporal promedio de 3 (escala del 1 al 5), las cuales fueron divididas en dos
grandes grupos con dos subgrupos cada uno: un grupo control y otro de restringido.
Las vacas del grupo restringido fueron sometidas a amamantamiento restringido por 75 días
y en el grupo control las vacas permanecieron con sus terneros en forma continua.
Las vacas de todos los lotes fueron sometidas a un protocolo de IATF, que consistió en la
aplicación en el Día 0 de un dispositivo intravaginal impregnado de progesterona y 2 mg de
benzoato de estradiol por vía intramuscular (IM) profunda. En el Día 8, se retiraron los
dispositivos y cada hembra recibió 150 µg de D-cloprostenol, 0,75 mg de Cipionato de
Estradiol y 300 UI de ECG. Las hembras se inseminaron a las 52-56 horas de retirado el
dispositivo con semen congelado. Quince días luego de la inseminación, las vacas
recibieron repaso de toros (3%).
El diagnostico de preñez se llevó a cabo a los 30 días post IATF y 30 días de la retirada de
los toros de repaso por medio de la ultrasonografía.
No hubo efecto significativo en la aplicación del amamantamiento restringido sobre la tasa
de preñez obteniéndose 48 y 46 % de preñez a la IATF en los lotes restringido y control
respectivamente. Al final del servicio, los porcentajes de preñez fueron del 94,5 en el lote
restringido y 89,4 en el lote control.
En conclusión, en este estudio el resultado del amamantamiento restringido no fue
significativo. Sin embargo, existen trabajos que demuestran que este método puede
presentar resultados positivos en vacas con bajo score de condición corporal y sobre
restricción nutricional, especialmente en vacas primíparas, reduciendo las exigencias
nutricionales.
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INTRODUCCION
La optimización de la eficiencia reproductiva es uno de los principales factores que
contribuyen para mejorar el retorno económico de una explotación ganadera. Sin lugar a
dudas, la tasa de preñez y sobre todo su distribución, tienen un impacto muy importante
sobre la ecuación económica de un establecimiento de cría. Lograr un ternero por vaca por
año en un sistema de producción bovina, significa que, restando a los 365 días del año, 283
días del periodo de gestación, las hembras deberían estar nuevamente preñadas a los 82 días
de paridas. Teniendo en cuenta los 40 a 60 días de la recuperación de la capacidad
reproductiva después del parto que tiene una vaca de cría en condiciones pastoriles, las
vacas disponen solo de un estro o dos para lograr la preñez siguiente y mantener el
intervalo entre partos de 12 meses.
Las vacas criadas en condiciones pastoriles presentan una alta incidencia de anestro
postparto, esto alarga el intervalo parto-concepción y, como consecuencia afecta
negativamente el desempeño reproductivo (Bó et al., 2006).
Después del parto las vacas son infértiles por un periodo variable de tiempo. Los
principales factores que contribuyen a esa infertilidad son la involución uterina, los ciclos
cortos y los anestros. La involución uterina no es un problema para rodeos de cría, puesto
que no afecta el anestro. Muy pocas vacas exhibirán estro lo suficientemente temprano
después del parto como para que la involución uterina interfiera con la concepción, a menos
que condiciones de enfermedad demoraran la involución normal.
Los ciclos estrales cortos contribuyen a la infertilidad durante los primeros 30–50 días
después del parto. La mayoría de los ciclos estrales son de duración normal después de los
40 días.
En sistemas de producción de carne el anestro posparto puede afectar la fertilidad por largo
tiempo, por lo tanto, es un problema más serio que la involución uterina o los ciclos estrales
cortos.
El anestro posparto generalmente es llamado intervalo posparto (IPP), o sea intervalo entre
el parto y el primer estro.Existen numerosos factores asociados con el anestro posparto
como son la estación del año en que paren las vacas, la raza y el genotipo de las madres, la
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edad y el número de partos, la presencia del toro, producción de leche y balance energético,
la nutrición, la presencia del ternero y la conducta maternal (Bó et al., 2008), siendo estas
tres últimas las más significativas en rodeos de carne.
Durante el final de la gestación el eje hipotálamo-hipofisario responde a la acción de un
feedback negativo de los esteroides placentarios y ováricos (P4 y Estrógeno). Esto resulta
en una acumulación de FSH en la hipófisis anterior, suprimiendo su liberación y agotando
las reservas de LH provocando el bloqueo de la actividad ovárica. Luego del parto los
niveles de FSH aumentan drásticamente mientras que los niveles de LH son muy bajos.
Esto produce la emergencia de la primera onda folicular entre los 2 a 7 días después del
parto. La dominancia folicular se observa entre los días 10 a 21 posparto, sin embargo este
folículo es incapaz de ovular, esto es debido al agotamiento de las reservas de LH en la
hipófisis anterior. Estas reservas se restablecen y se incrementan gradualmente luego del
día 15 a 30 posparto, y es entonces cuando el efecto de la nutrición y del amamantamiento
son los principales factores que evitan la ovulación de las vacas con cría.
La mala nutrición y pobre condición corporal están también altamente relacionadas con el
bloqueo de la actividad ovárica y el alargamiento del anestro posparto en las vacas de cría.
Se sabe que deficiencias nutricionales, principalmente de energía tienen un efecto negativo
en la liberación de GnRH y por lo tanto en los pulsos de LH. En vacas de cría en posparto,
la mayor demanda de energía es debida a la lactancia. Además una mala nutrición aumenta
la sensibilidad del hipotálamo para los efectos de retroalimentación negativa del estradiol.
La mala nutrición y pobre condición corporal incrementan los efectos negativos del
amamantamiento extendiendo el periodo de anestro en el posparto (Bó et al., 2006).
La subnutrición, particularmente el déficit en el consumo de energía, es probablemente la
causa más común y provocada por el hombre, de la demora en la vuelta al servicio en
vacas. Tiene su mayor efecto cuando se produce en el último tercio de la gestación. Las
vacas que paren con baja condición corporal tienen periodos más largos hasta el primer
estro posparto y ovulación. Esto ocurre por la lentitud con que la hipófisis reconstituye sus
reservorios de LH tras el parto, aumentado por efecto del amamantamiento sobre la
secreción de GnRH por el hipotálamo. Como resultado la secreción de LH es baja y el
desarrollo de folículos ovulatorios es demorado por periodos que a menudo exceden los
cien días o más (Tribulo et al., 2006).
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El anestro inducido por la succión es debido a un complejo juego de interrelaciones
sensoriales, de conducta y espaciales entre la vaca y su propio ternero. Si la succión de su
propio ternero es reemplazada, en condiciones controladas, por la de un ternero extraño,
disminuye la inhibición sobre la secreción de LH por un periodo de 2 a 4 días y poco
después se inicia la ciclicidad ovárica. Por lo tanto, la unión madre–cría es un requisito para
que la succión mantenga el anestro.
La regulación de la succión y estimulo de la lactancia es una opción viable de manejo para
disminuir el intervalo posparto. El intervalo posparto puede disminuirse por destete
completo, destete temporario o por corto plazo (72 horas), destete parcial o restringido
(restricción de la succión a periodos cortos de tiempos por día) y otros (Bó et al., 2008).
Tales prácticas son empleadas en sustitución al método de destete tradicional que es
realizada entre los 6 y 8 meses de edad de las crías, época en que las matrices se encuentran
con baja producción de leche y los terneros ya están bien desenvueltos.
El objetivo de estas prácticas es de mejorar el desempeño reproductivo de las hembras,
intentando al mismo tiempo, minimizar los daños causados al desenvolvimiento de la cría.
Es importante resaltar que la respuesta a los diversos métodos varía de acuerdo con la edad
de la vaca y de la cría, nivel nutricional y reservas energéticas, además del genotipo de los
animales.
Así, al considerar la aplicación de las diversas prácticas de destete disponible, se debe
siempre analizar los costos envueltos en su implementación, el potencial beneficio
biológico de su aplicación y las cuestiones relacionadas a la vialidad de manejo dentro de la
propiedad, para finalmente sumar todas esas variables con la finalidad de determinar los
reales beneficios económicos (Pires, 2010).

Destete temporario: el ternero a los 30, 60, o 90 días de edad, se separa de la madre
por periodos variables (48, 72 o 96 horas). Esta separación del ternero de su madre,
incrementa la secreción de LH e induce la ovulación y el estro (Williams et al., 1993).

Amamantamiento restringido con placas nasales (enlatado): otro método para
acortar el anestro posparto es la restricción del amamantamiento mediante la aplicación de
placas nasales plásticas o metálicas en los ollares del ternero. Estas placas le impiden al
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ternero mamar pero no cortan totalmente la relación entre la madre y la cría. Por esta razón
deben permanecer por 14 días para que sean efectivos. En los trabajos realizados en la
Argentina, el impacto de este tratamiento sobre la reproducción fue efectivo cuando las
vacas tenían una condición corporal mínima de 2 (escala 1 a 5), con mejoras en las tasas de
preñez del 13 al 30%. Es importante tener en cuenta también que se debe colocar la placa
solo a terneros mayores de 60 días y/o con pesos superiores a 70 días. Además este manejo
reduce el peso al destete de los terneros entre 10 y 15 kilos (Bó et al., 2006).

Destete Precoz: consiste en la separación definitiva de los terneros de sus madres
más temprano de lo que tradicionalmente se realiza, que es entre los 6 y 8 meses de edad
de las crías (Pires, 2010), pudiendo ser al parto (Escobar et al., 1984), entre 30 a 40 días
después del parto o más tarde (Rodríguez et al., 1995).

Amamantamiento de un ternero extraño: si las vacas son forzadas a amamantar
un ternero extraño por más de 6 días, las vacas serán fisiológicamente destetadas y los
ciclos ováricos comenzaran (Tribulo et al., 2006).

Amamantamiento restringido:En la manifestación del anestro posparto existe la
evidencia de que la cantidad de estímulos diarios provocados por el amamantamiento es
más significativa que la duración de esos estímulos.
Un ternero cebuino llega a mamar más de 8 veces a lo largo de un único día. Justamente
con el objetivo de reducir el número de estímulos diarios producidos por el ternero al
alimentarse es que surgió la idea del destete restringido. Esta técnica se basa en el aparte
diario de la cría posibilitando que el ternero encuentre a su madre para alimentarse apenas
pocas veces por día, generalmente en el periodo de la mañana y de la tarde.
La práctica del amamantamiento restringido puede presentar resultados positivos en vacas
con bajo score de condición corporal y sobre restricción nutricional, especialmente en vacas
primíparas, actuando en la reducción del estrés del amamantamiento, y principalmente,
reduciendo las exigencias nutricionales. En contrapartida, el efecto del amamantamiento
restringido parece no tener efectos significativos en vacas con adecuado score de condición
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corporal. Para vacas cebuinas e hibridas, el amamantamiento restringido es más eficiente en
vaquillas primíparas que en vacas multíparas.
Estudios demostraron que el aumento en la fertilidad de las vacas recién ocurre cuando las
vacas son sometidas al tratamiento de una mamada diaria, siendo que el uso de dos
mamadas diarias presenta índices de fertilidad semejante a los grupos controles y que el
tiempo necesario para la aparición del primer celo en vacas que amamantan de forma
continua, dos veces por día (dos horas cada toma), o solamente una vez por día (dos horas),
fue 169, 140 y 110, respectivamente. De esta manera, vacas separadas de sus terneros
durante todo el día, permitiéndose el amamantamiento diario por apenas 30 minutos,
presentaron periodo de anestro de 69 días, comparado a 116 días para vacas que
permanecieron con sus terneros. (Pires, 2010).
En la zona del caribe, con el método de amamantamiento restringido, se incrementó la
presencia de vacas en celo entre 33 % y el porcentaje de preñez en 12,5 %. (Corporación
Colombiana de Investigación Agropecuaria, 1998).
Otros estudios encontraron que la vaca de primer parto no ha mostrado una respuesta
positiva a la restricción del amamantamiento (Montoni et al., 1978) y no encontraron
disminución significativa del intervalo parto-concepción ni incrementos de peso en la vaca
(Reeves et al., 1981).
Por otro lado, el amamantamiento restringido presenta efectos negativos sobre el
desenvolvimiento de los teneros. Como ejemplo, se observó que terneros que mamaron una
vez al día, dos veces al día y en forma continua presentaron un peso vivo al destete de 148,
158 y 173 kilogramos, respectivamente, siendo que el grupo que mamó una vez al día tuvo
una diferencia significativa del grupo de amamantamiento continuo.
En contra partida, existe la evidencia de que la diferencia de peso vivo de las crías tiende a
desaparecer a lo largo del tiempo. Terneros sometidos a apenas una mamada diaria se
presentaron más livianos cuando comparados a los de más en los pesajes iniciales de 5 y 12
meses de edad. Esa diferencia significativa desapareció cuando las crías fueron pesadas a
los 24 meses de edad.
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Ese hecho sugiere que el tratamiento de una mamada diaria promueve restricción
alimentaria hasta el destete. Sin embargo en la fase de recría, esos animales poseen
ganancia de peso más elevada gracias al menor estrés provocado por el destete y por el
desenvolvimiento más precoz de la flora ruminal (Pires, 2010).
IATF en vacas en Anestro Posparto.
Sin dudas, una de las principales ventajas de la implementación de un programa de IATF en
un rodeo de cría radica en el hecho de que mediante esta técnica se obtiene terneros más
pesados. Esto se debe fundamentalmente al hecho de que en el primer día de servicio
partimos con alrededor del 50% de los vientres preñados y esto indudablemente aumenta
significativamente la cabeza de parición del año siguiente. Además, el peso de los terneros
se incrementa debido al progreso genético logrado por la utilización de toros de genética
superior.
El uso de dispositivos de progesterona en combinación con ECG ha sido muy utilizado en
vacas en anestro postparto.
La eCG es una glicoproteína de larga vida media que tiene un efecto similar al FSH y LH y
que puede ser utilizada para estimular el crecimiento de los folículos en el posparto.
Tratamientos con eCG han mostrado un incremento en el porcentaje de preñez en vacas con
cría con alta incidencia de anestros. La adición de eCG solo tendría resultados positivos en
vacas en una condición corporal comprometida (Bó et al., 2006).
La hipótesis de este trabajo sostiene que el amamantamiento restringido aumenta la tasa de
preñez en vacas cebuinas con cría sometidas a un programa de IATF y repaso con toros.
El objetivo general de este estudio es evaluar el efecto del amamantamiento restringido
sobre la tasa de preñez en vacas cebuinas con cría sometidas a un programa de IATF y
repaso con toros.
El objetivo específico es determinar el porcentaje de preñez a los 30 días de la IATF y a los
30 días del retiro de los toros de repaso.
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MATERIALES Y MÉTODOS
Este trabajo se llevó a cabo en la Estancia Ka’aguy Rory, localizada en el distrito de Yhu,
departamento de Caaguazú, distante a 280 km de Asunción.
Se utilizaron para el estudio 195 vacas de carne cebuinas, primíparas y pluriparas, con una
condición corporal promedio de 3 (escala del 1 al 5). Estas se encontraban sobre pasturas de
brachiaria bryzanta con una carga de 1 animal por hectárea, suplementadas con sal mineral
(Fosbovi Reproducao, Tortuga, Brasil) en una cantidad aproximada 50 gr/animal/día.
También recibieron una pequeña suplementación (50 gr/animal/día) de maíz molido
durante el servicio.
Para la formación de los lotes de estudio, se fijó una fecha límite de parición de las vacas
cabeceras, completando 99 vacas paridas, las cuales fueron aleatoriamente divididas en dos
grupos quedando formado los dos primeros lotes, el de control (49/99) y el restringido
(50/99). Luego se fijó otra fecha límite para las vacas media de parición, logrando en este
grupo 96 vacas paridas, y se realizó la misma división aleatoria citada anteriormente,
quedando el segundo lote control con 54 vacas y el segundo lote restringido con 42. Se
conformaron entonces cuatro lotes: 2 lotes de amamantamiento restringido y 2 lotes control,
cuyos resultados fueron luego sumados para obtener los promedios finales en cada grupo de
estudio.
Los dos lotes de amamantamiento restringido fueron sometidos al mismo procedimiento,
que consistió en el inicio del amamantamiento restringido cuando el último ternero de cada
lote tenía 45días de nacido.
El amamantamiento experimental se realizó en un corralón localizado dentro mismo del
potrero de los terneros, y consistía en amamantar a las crías una vez al día, durante una hora
aproximadamente, entre las 7 y 8 am. Una vez terminado el amamantamiento, las madres
eran retiradas del corralón y pasaban a un potrero contiguo al de los terneros. Los terneros
eran liberados en su potrero, con pastura diferida de brachiaria bryzanta, recibiendo
además sal mineral ad libitum (Fosbovinho, Tortuga, Brasil)y una suplementación con
balanceado categoría destete precoz (Trociuk, Paraguay), cuya cantidad suministrada por
cabeza iba variando cada 15 días. Los primeros 15 días, fueron suministrados 200
gr/cabeza, luego 500 gr, 700 gr, 800 gr y finalmente 1 kg/cabeza/día por 15días más. El
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amamantamiento fue realizado cada día a la misma hora por 75 días en total. Luego los
terneros fueron devueltos al potrero de sus madres donde permanecieron junto a ellas hasta
el momento del destete tradicional (6 meses).
En el grupo control las vacas permanecieron con sus terneros en forma continua.
Las vacas de todos los lotes fueron sometidas a un protocolo de IATF, que consistió en la
aplicación en el Día 0 de un dispositivo intravaginal impregnado de progesterona (Disposel
Max 1,2 gr., Argentina) y 2 mg de benzoato de estradiol (Benzoato de Estradiol, Von
Franken S.A.I.C., Bs. As, Argentina) por vía intramuscular (IM) profunda. En el Día 8, se
retiraron los dispositivos y cada hembra recibió 150 µg de D-cloprostenol (Dextrogenol,
Von Franken S.A.I.C., Bs As, Argentina), 0,75 mg de Cipionato de Estradiol (Cipionato de
Estradiol, Von Franken S.A.I.C., Bs As, Argentina) y 300 UI de ECG (Novormon, Syntex,
Luis Guillon, Bs As, Argentina), todos por vía IM.
La Inseminación se realizó a las 52-56 hs. de retirado el Dispositivo con semen congelado y
fueron inseminadas por un mismo técnico. Quince días luego de la inseminación, las vacas
recibieron repaso de toros (3%).
El diagnóstico de preñez se llevó a cabo a los 30 días post IATF y 30 días de la retirada de
los toros de repaso y fue realizado por medio de la ultrasonografía (Mindray DP 2200,
modo B, transductor lineal 5 MHz).
Análisis estadístico:
Los resultados de preñez entre los grupos del lote control y restringido fueron comparados
mediante el método de X 2.
RESULTADOS Y DISCUSION
No hubo efecto significativo en la aplicación del amamantamiento restringido sobre la tasa
de preñez en vacas cebuinas con cría sometidas a un programa de IATF y repaso con toros.
Se obtuvo 52,2 % y 44,6 % de preñez a la IATF en los lotes restringidos y control
respectivamente. Al final del servicio, luego de la retirada de los toros de repaso, los
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porcentajes de preñez fueron de 94,5 % en el lote restringido y 89,4 % en el lote control, tal
como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1. Porcentajes de preñez a la IATF y al final del servicio con repaso de toros
Lotes
Días de
N° Duración
Intervalo
N°
%
N°
%
servicio
de
de
A.R/IATFdía
preñadas Preñez preñadas Preñez
IATF+Tor
Vacas A.Rdías
s
IATF
IATF general general
o
Restringido
1
50
75
15
90
26
52
47
94
Restringido
2
42
75
15
90
22
52,4
40
95
Total
Restringido
92
48
52,2
87
94,5
Control 1
49
90
21
42,9
47
95,8
Control 2
54
90
25
46,3
45
83
Total
Control
103
46
44,6
92
89,4
Figura 1. Comparación de los resultados de preñez a la IATF y al final del servicio
(IATF+Toro) entre los lotes restringido y control.
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Estos resultados concuerdan con los estudios de otros investigadores donde encontraron que
la vaca de primer parto no ha mostrado una respuesta positiva a la restricción del
amamantamiento (Montoni et al., 1978) y tampoco una disminución significativa del
intervalo parto-concepción ni incrementos de peso en la vaca (Reeves et al., 1981).
La práctica del amamantamiento restringido puede presentar resultados positivos en vacas
con bajo score de condición corporal y sobre restricción nutricional, especialmente en vacas
primíparas, actuando en la reducción del estrés del amamantamiento, y principalmente,
reduciendo las exigencias nutricionales. En contrapartida, el efecto del amamantamiento
restringido parece no tener efectos significativos en vacas con adecuado score de condición
corporal.
Para vacas cebuinas e hibridas, el amamantamiento restringido es más eficiente en vaquillas
primíparas que en vacas multíparas (Pires, 2010).
Sin embargo en el trópico, en vacas cebú se reportó que restringir el amamantamiento a 60
minutos al día, entre los 30-60 días posparto, mejoró la tasa de concepción en 90 días de
empadre (90%), con respecto a vacas con amamantamiento constante (72%), pero no tuvo
efecto en el intervalo parto-concepción. (Rodríguez et al., 1995).
CONCLUSIÓN
A pesar de que en este estudio el resultado del amamantamiento restringido no fue
significativo, hay trabajos que demuestran que este método puede presentar resultados
positivos en vacas con bajo score de condición corporal y sobre restricción nutricional,
especialmente en vacas primíparas, actuando en la reducción del estrés del
amamantamiento, y principalmente, reduciendo las exigencias nutricionales.
Por lo que el destete restringido puede ser utilizado en el intento de elevar los índices
reproductivos. Sin embargo, el manejo de esta técnica es, sin duda el factor más limitante.
Se recomienda que sea usada apenas en rebaños pequeños, en que sea posible el aparte
diario y el acompañamiento del desenvolvimiento de los terneros. El costo de
suplementación de los terneros también debe ser considerado, pudiendo ser un factor
limitante más, al uso de esta técnica.
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